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El mito, el paisaje y el hombre en la literatura ando-boliviana

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Academic year: 2017

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PROGRAMA DE POSGRADUAÇÃO EM ESTUDOS DA LINGUAGEM - PPgEL MESTRADO EM LITERATURA COMPARADA

POÉTICAS DA MODERNIDADE E DA POS-MODERNIDADE

El mito, el paisaje y el hombre en la

literatura ando-boliviana

Reny Gomes Maldonado

(2)

UNIVERSIDADE FEDERAL DO RIO GRANDE DO NORTE – UFRN CENTRO DE CIÊNCIAS HUMANAS, LETRAS E ARTES – CCHLA PROGRAMA DE POSGRADUAÇÃO EM ESTUDOS DA LINGUAGEM - PPgEL

MESTRADO EM LITERATURA COMPARADA

POÉTICAS DA MODERNIDADE E DA PÓS-MODERNIDADE

El mito, el paisaje y el hombre en la

literatura ando-boliviana

RENY GOMES MALDONADO

ORIENTADORA: PROFESSORA DRA. ILZA MATIAS DE SOUSA

Dissertação de Mestrado em Literatura Comparada, apresentada como requisito parcial para a obtenção do título de Mestre pelo Programa de Pós-Graduação em Estudos da Linguagem da Universidade Federal do Rio Grande do Norte – UFRN.

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Divisão de Serviços Técnicos

Catalogação da Publicação na Fonte. UFRN / Biblioteca Central Zila Mamede

Maldonado, Reny Gomes.

El mito, el paisaje y el hombre en la literatura ando-boliviana / Reny Gomes Maldonado. – Natal, RN, 2010.

128 f. : il.

Orientador: Ilza Matias de Sousa.

Dissertação (mestrado) – Universidade Federal do Rio Grande do Norte. Centro de Ciências Humanas, Letras e Artes. Programa de Pós-Graduação em Estudos da Linguagem.

1. Mito na literatura – Bolívia – Dissertação. 2. Literatura boliviana – Dissertação. 3. Bolívia – Usos e costumes – Dissertação. I. Sousa, Ilza Matias de. II. Universidade Federal do Rio Grande do Norte. III. Título.

(4)

El mito, el paisaje y el hombre en la literatura

ando-boliviana

Esta Dissertação fue juzgada suficiente como uno de los requisitos para la obtención del grado de Mestre, para fines de conclusión del Programa de Pos-graduação em Estudos da Linguagem, Área Literatura Comparada de la Universidade Federal do Rio Grande do Norte – UFRN.

Natal - RN- Brasil, 05/07/ 2010.

Profa. Dra. Ilza Matias de Sousa

ORIENTADORA

BANCA EXAMINADORA

_____________________________________

Profª. Dra. Ilza Matias de Sousa

UFRN – Universidade Federal do Rio Grande do Norte (Presidente)

______________________________

Prof. Dr. Sebastião Vargas Netto

UFRN – Universidade Federal do Rio Grande do Norte (Membro)

________________________________

Prof. Dr. Richard A. Gordon

(5)
(6)

A mis padres Tomás y Juanita, y de ellos heredar

mi sangre andina.

A Mavel, en su memoria.

A mi esposo Carlos Alberto, por el incentivo

constante... ¡cuyos alientos nunca los olvidaré!

A la familia Gómez y Maldonado por el honor

de pertenecerla...

A los autores de la literatura boliviana.

A mis alumnos.

A una de mis patrias, Bolivia.

(7)

AGRADECIMIENTOS

- A mi Directora de Investigación, Prof. Dra. Ilza Matias de Sousa, un agradecimiento muy especial, que con sus conocimientos ha orientado este trabajo de forma competente, y acompañado un viaje apasionado por la literatura boliviana;

- A los Departamentos de Letras (DLET) y de Línguas e Literaturas Estrangeiras Modernas (DLLEM) de la Universidade Federal do Rio Grande do Norte – UFRN, un agradecimiento cariñoso por las palabras de aliento,

- A mis amiga Paula Pires Ferreira y Janete con quien siempre he compartido sueños e ideas,

- A Elizabete, Secretaria del Postgrado, por su apoyo constante, organización del sistema de los cursos, así como el calendario de entrega y defensa de los trabajos presentados,

- A Rossana, Secretaria del Departamento de Letras, por la amabilidad, paciencia y eficiencia con que siempre me ha recibido,

- A todos mis compañeros del Curso del Postgrado, en especial a Socorro Guterres, Ciro, Alyane Chacon, Samuel, Lenise y Eliane;

- Al Prof. Abel Elizalde, por la atención dispensada a la labor de este trabajo, con sus sugerencias y profundos conocimientos sobre el tema – Literatura Hispanoamericana – ; - A la Facultad de Humanidades, Departamento de Letras de la Universidad San Simón de

La Paz, por indicar caminos sobre la Literatura Boliviana;

- A la Casa de la Cultura y a la Biblioteca Central de La Paz – Bolivia, por permitir consultar libros y el archivo general, principalmente, datos y comentarios sobre los Premios de Novelas, etc;

- A Don Tomás Gómez de la Torre, mi padre, por estar siempre a mi lado, en todos los viajes que he hecho a mi patria del corazón, Bolivia;

- A Pedro Maldonado, que en La Paz – Bolivia, me ha indicado todas la direcciones de los posibles caminos por dónde debía empezar;

- A mi amada abuelita “Vó Nilda”, que en noches gauchas de fríos me ha agasajado;

- A los Laikas, que en la soledad de los días o madrugadas, sus melodías me hicieron compañía y me proporcionaron revivir los momentos que estuve en el país andino, sobre todo repensar mis raíces, mi alma y todo el mundo encantado que Bolivia lo ofrece;

(8)

RESUMEN

La presente investigación parte de un estudio con respecto al mito, el paisaje y el hombre en la literatura boliviana, un país cuya tradición cultural transciende entre lo mítico y la realidad, con una naturaleza exótica, heredera de personajes extraordinarios de un tiempo remoto, con vestigios arqueológicos que nos muestran su esplendor, haciéndola particular entre otras literaturas de hispanoamérica. Para contextualizar el estudio de la literatura de esta nación, rica en literatura fantástica, comprendiendo sus rasgos en la literatura actual, se ha buscado rescatar en la historia de sus primeros habitantes, los kollas, la referencia cultural que ellos heredaron y repasaron, en el proceso de aculturación entre indígenas y españoles. Se fundamenta el presente estudio en las contribuciones de los teóricos de latinoamérica Antonio Cornejo Polar, Nestor Canclini y el etnólogo cubano Fernando Ortiz, sobre todo por el concepto de la transculturación con el crítico uruguayo Ángel Rama. Así, se ha intentado rescatar un estudio sobre el pasado andino, abordando los fundamentos del componente mítico en la literatura, abordando el paisaje y la naturaleza como los que ilustran, caracterizan y dan vida a los personajes míticos y a la problemática social del hombre andino.

(9)

This research was based on a study regarding the myth, the landscape and then man in Bolivian literature, a country whose cultural tradition transcends myth and reality, with an exotic nature, inherited from extraordinary people from a remote time, with archeological remains that show its glory, making it particular among other Latin American literatures. To contextualize the literary study of this nation, rich in fantasy literature, understanding its traits in the current literature, we have sought to rescue the history of its first inhabitants, the Kollas, and the cultural reference they inherited and reviewed in the acculturation process between indigenous and Spanish people. This study is based on the contributions of Latin American theorists, such as Antonio Conejo Polar, Nestor Canclini, the Cuban ethnologist Fernando Ortiz, and especially the concept of transculturation of the Uruguayan critic Ángel Rama. Thus, we have tried to rescue a study about the Andean past, approaching the fundamentals of mythic component in literature, addressing landscape and nature as the ones that illustrate, characterize and give life to the mythical characters and social problems of the Andean man.

(10)

LISTA DE FIGURAS

Figura 01: La deidad wiracocha………... 13

Figura 02: El Lago Titikaka……….. 14

Figura 03 y 04: El hombre andino………. 17

Figura 05: Mapa del Tahuantisuyo………... 21

Figura 05: El hombre andino mascando la “coca”……… 23

Figura 06: El supay en la diablada de Oruro……… 40

Figura 07: El Ekeko cargado de bienes………. 42

Figura 08: El tío de la mina – deidad de los mineros……… 44

Figura 09: El Al t i p l a n o Bo l i v i an o y v i s t a del Il l i m an i … … … …. . 52

Figura 10: Al t i p l an o B o l i v i an o … … …… … … …… … … …… … … .. 60

Figura 11: Los Yungas – Bo l i v i a… …… … … ……… … … … …… … …… … … 61

Figura 12: La Amazonía Boliviana………... 62

Figura 13: El baile La Morenada……… 64

Figura 14: El valle Sarani y región minera………... 89

Figura 15: La posesión en el Tiahuanaco……….. 100

Figura 16: En el ritual de agradecimiento a sus deidades……… 100

Figura 17: Posesión espiritual a cargo del presidente de los amautas: una pareja de niños y una anciana centenaria……….. 101

Figura 18: En puro respeto a la madre Pachamama y a los Intis andinos………. 101

Figura 19: La esperanza del hombre andino………. 102

(11)

SUMARIO

INTRODUCCIÓN 11

PARTE I

1 LA LITERATURA BOLIVIANA: REVELACIONES DE UN PASADO ANDINO 14

2 FUNDAMENTOS TEÓRICOS DEL COMPONENTE MÍTICO EN LA

LITERATURA 28

3 MITO S ANDI NO S DE TR ADI CIÓ N O RAL: P RIMER AS

MANIF ES TA CIO NE S 39

3.1 I L U S T R A C I O N E S M Í T I C A S D E L A C I V I L I Z A C I Ó N A I M A R A 39

P A R T E I I

4 FUNCIÓN Y CARACTERIZACIÓN DEL PAISAJE EN LA NARRATIVA

ANDO-BOLIVIANA 52

4.1 E L P A I S A J E B O L I V I A N O – R A S G O D E L R O M A N T I C I S M O ; L A P R O B L E M Á T I C A S O C I A L D E L H O M B R E A N D I N O – R A S G O D E L

R E A L I S M O 53

P A R T E I I I

5 EL MITO, EL HOMBRE Y EL PAISAJE EN LA LITERATURA

ANDO-BOLIVIANA

64

5.1 ASPECTOS DE LA LITERATURA BOLIVIANA MODERNISTA: DE LO

CONTEMPORÁNEO HACIA LO ACTUAL 65

5.2 L A N A R R A T I V A M I N E R A D E L O S A N D E S : R E A L I S M O Y P R O T E S T A S O C I A L D E L H O M B R E A N D O - B O L I V I A N O 92

5.3 F IEST AS, CE R IMO N IAS Y M IT O S 97

5.3.1(Pero) El mito revive en la actualidad 97

CONSIDERACIONES FINALES 103

REFERENCIAS 105

ANEXO 1 - GLOSARIO 115

(12)

INTRODUCCIÓN

Este estudio, cuyo tema se denomina El mito, el paisaje y el hombre en la literatura ando-boliviana, se plantea en algunas ideas que ya las tenía desde el Curso de

Postgrado en Literatura Española e Hispanoamericana1

A través de esta investigación, ahora ya más madura en la edad, sería posible intentar comprender cuáles serían las influencias de lo mágico en los relatos de la literatura boliviana, profundizar el conocimiento de estos relatos de la literatura regional, comprender hasta qué punto el pensamiento mítico en la cultura ando-boliviana está presente en el pensamiento del hombre actual y, aún cómo se presenta en relación a la ideología del hombre boliviano.

.

De hecho, que la presente investigación tiene como objetivo general contextualizar el estudio de la literatura boliviana al rango del mito, el paisaje y sobre todo al hombre ando-boliviano. Se hará un estudio de la narrativa desde Nataniel Aguirre, Jaime Mendoza, Alcides Arguedas, Raúl Botelho Gosálvez, y otros, intentando comprender este pasado andino, los fundamentos del componente mítico en su literatura, las influencias del paisaje y la naturaleza en la narrativa boliviana, caracterizando el desarrollo de esta literatura, a partir de la república, sobre todo, las perspectivas de como ésta se proyectó hacia la narrativa actual.

La metodología del trabajo ha pasado por varias etapas: el proyecto de investigación ha propuesto un abordaje dialéctico del material estudiado, con articulación del análisis formal (teórico-descriptivo) y con el análisis estético-ideológico de la narrativa andina. De manera que se ha intentado leer y contactar lo máximo de la bibliografía en las librerías, bibliotecas, Universidad de San Andrés (La Paz) y también con el lector de dicha literatura.2

1

Este Postgrado, más específicamente Filología Española, Moderna y Latina, lo hice en los años del 1997 al 1999, en la ciudad de Porto Alegre – RS, a través de un convenio entre la ULBRA y la Universidad de las Islas Baleares - España. En aquella oportunidad empezamos a tener mucho más contacto con la literatura hispanoamericana, pasamos a estudiar y analizar obras de los autores y, especialmente, los de nuestro continente. Con el tiempo me di cuenta que la literatura fantástica hacía transcender mi imaginación, pues, en muchos relatos, siempre estaban presentes los rasgos de la mitología andina, y que por lo tanto, también hacían parte de mí, en función de mi ascendencia. El curso en filología hispánica me llevaba otra vez a tener la oportunidad de rescatar aquéllas indagaciones, sobre todo hipótesis con respecto a la literatura fantástica y, principalmente, volver a un mundo que me llevaba a mis raíces.

2

Es importante decir que ese contacto se ha adquirido estando varias veces en la ciudad de La Paz /Bolivia, y que después de haber hecho la revisión bibliográfica, investigado aspectos de la narrativa andina, recién se ha

suscrito el interés por dicho tema. En todos los viajes a la ciudadde La Paz, se ha procurado mantener contactos

(13)

De acuerdo con el cronograma, en un segundo momento, se ha hecho una revisión sobre la literatura boliviana, su trayectoria, estilos, autores, obras, etc., para comprender y atender al objetivo de la Investigación. Posteriormente se ha comenzado a escribir sus resultados, en forma de capítulos, exponiendo un estudio sobre la literatura de este país andino, procedimiento metodológico en que basamos la aproximación a la Literatura Boliviana3

La organización general del trabajo para atender a los objetivos propuestos, se ha planteado en tres partes: en la primera se ha de demostrar la grandiosidad del pasado andino en la cultura ando-boliviana, resaltando los fundamentos teóricos del componente mítico en la literatura, y en seguida se produce ilustraciones míticas de la civilización aymara, con mitos andinos de tradición oral y sus primeras manifestaciones. La segunda parte de la investigación sobre la función y caracterización del paisaje en la narrativa ando-boliviana, su influencia en la narrativa de Mendoza, Arguedas y Botelho Gosálvez, y otros. La tercera parte se intenta rescatar aspectos desde la literatura boliviana modernista, colocando en relieve el hombre andino y la narrativa de protesta social en la narrativa minera, además del mito y el paisaje ando-boliviano.

.

Hubieron muchas dificultades de orden profesional, pero, con mucha dedicación, orientaciones, lectura, motivación, respeto y admiración a los Intis4, se presenta este trabajo y se espera que su contribución sea para el conocimiento y la divulgación de la literatura boliviana5: una literatura de grandiosidad histórica, desarrollada con belleza y precisión.

autores contemporáneos para obtener los datos más fieles sobre la narrativa de Latinoamérica y especialmente la de este país.

3 Se ha intentado enfatizar el tema con responsabilidad, aún sabiendo que hay mucho más por investigar – la

literatura nos abre caminos – que nos llama a conocer, indagar, descubrir, en fin es una invitación, sin escusas, a un mundo grandioso de los andes.

4Intis Dioses andinos. Era el dios sol y siervo de wiracocha, el cual ejercía la soberanía de la actualidad en el

plano divino (Hananpacha). Igualmente era hijo del dios sol del mundo antiguo (Ñaupapacha) y reinaba sobre el ser humano en el mundo actual (Kaypacha). Inti era la divinidad popular más importante del Imperio incaico siendo adorado en varios santuarios. Se le entregaban ofrendas de oro, plata y ganado, así como las llamadas Vírgenes del Sol. También se le hacían ofrendas humanas en el mes de los Capac hucha, la cual muchas veces consistía en reos de muerte, como dios más importante. Qué lindo es invitar a descubrir el alma y el sentir del pueblo boliviano a lo largo de la historia.

5

(14)

P R I M E R A P A R T E

1 L a L i t e r a t u r a B o l i v i a n a : r e v e l a c i o n e s d e u n p a s a d o a n d i n o

Figura 01: wiracocha6

Fuente: Instituto Cultural Quetzalcoatl

Disponible en: <http://www.samaelgnosis.org/revista/ser27/capitulo_10.htm>. Acceso en: 30 mayo 2010

6

Hablar del pasado andino es invitar a que conozcan al Wiracocha. Éste es considerado como el esplendor

originario o El Señor, Maestro del Mundo. En realidad fue la primera divinidad de los antiguos, tanto los

(15)

1 L a L i t e r a t u r a B o l i v i a n a : r e v e l a c i o n e s d e u n p a s a d o a n d i n o

Soy hombre: duro poco y es enorme la noche.

Pero miro hacia arriba: las estrellas escriben.

Sin entender comprendo: también soy escritura

y en este mismo instante alguien me deletrea.

Octavio Paz

En este primer capítulo con intento de basarnos a la aproximación de la Literatura Boliviana: el mito, el paisaje y el hombre, entendiendo el tema como argumento de la narrativa mítica y principalmente qué aspectos míticos hay en esa narrativa de la literatura boliviana, se presenta un estudio de esta literatura desde sus orígenes proponiendo así un mejor entendimiento sobre el estudio – que es investigar aspectos andinos sobre el mito, el hombre y el paisaje en la literatura ando-boliviana.

Se ha decidido exponer lo más importante del contexto histórico-cultural, que Bolivia ha evidenciado en todos estos siglos, reviviendo el aspecto mítico en el pensamiento del hombre andino, con sus creencias metafísicas sobre el mundo, su devoción a los fenómenos de la naturaleza, explicaciones que siempre demuestran un elevado respeto por sus deidades. Deidades estas, que advienen de una sociedad milenaria y, que al leer la narrativa boliviana, vamos siempre a confrontarnos, encontrándolas, muchas veces, por ejemplo en formas de personajes, como en Altiplano de Botelho Gosálvez (1996):

No se detiene aquí la historia de los Villca, por que en verdad sólo se ha dicho la parte que concierne a su fortuna, pero su sangre, su origen, ¡ah!, en el magín de ambos hermanos nacieron dos extrañas leyendas, la de Huayna Kapaj y la del Condor Mallku.

Una decía que sus antepasados fueron hijos naturales del Inca Huayna Kapaj, de tal manera que por sus venas corría noble sangre de monarcas del Kosko, sangre imperial, sangre del Inti-Pachakamaj. La otra contaba que el primer Villca había sido engendrado por un Cóndor blanco que solía ir a la Isla de la Luna donde vivían las Vírgenes. Allí poseyó a la más bella de las

Escogidas del Inca la cual al ser descubierta fue expulsada por la Coya. La

bella Ñusta fue a parar en un ayllu7

7 El ayllu se regía por un Consejo de Ancianos que precedía un Curata; este Consejo elegía, para emprender y

dirigir las acciones guerreras, a un Sinchi, Sapana o Mallku: jefes guerreros.

de indios del Kollasuyo, en las

márgenes del Titicaca. Allí nació el hijo del Cóndor –Mallku.

(16)

Hay apuntado en el apellido Willka una figura legendaria, como si fuese algo temible, de la obra de Ramiro Morales “Zárate, el temible Willka”. Ya en Los comentarios reales, de Garcilaso de la Vega, Willca es corrupción española de Willka, que significa grandeza o eminencia, cosas dignas de admiración. Según Ludovico Bertonio, Willka es arcaísmo aymara, que es denominativo de sol.

Figura 02: Lago Titicaca

Fuente: Disponible en: <http:// http://biomattiolli.zip.net/>. Acceso en: 30 mayo 2010

También aparece explícito esta característica en el cuento Demasiado Tarde de Antonio de la Quintana (1966), la devoción a sus deidades, de esta vez a la Madre Tierra, conocida en el lenguaje andino como “Pachamama”:

Luego, ‘challaba’ sorbiendo el alcohol que había llevado como los otros en una botella cualquiera que pasaba de boca en boca, mientras se cumplía con

el convite ceremonial a la Pachamama y se repetía las palabras

sacramentales: ‘sumaj horapi cachun’, ‘jallalla Mallcu’8

8 Su traducción – el vocablo en pretérito imperfecto challaba del verbo challar, que quiere decir ofrendar con

coca, licor o chicha; Sumaj horap cachun Sea buena la tierra; Jallalla Mallcu Viva el Cóndor.

(17)

Por lo tanto, hacer un estudio que favorezca el entendimiento del aspecto mítico de esta sociedad, pasando a comprender de dónde y cómo ha surgido esa característica en el hombre ando-boliviano - unas veces con coraje, religiosidad, determinación, firmeza u otras veces miedoso, humillado, desilusionado, tímido, sumiso - será fundamental para la comprensión de este estudio. Se sostiene que esas características en el hombre boliviano, su modo de pensar, de hacer y resolver las cosas, influenciaron de forma decisiva, a la creación de una narrativa llena de ficción, rica en realismo fantástico, habiendo así una existencia muy fuerte de este estilo en la narrativa boliviana, que llega a ser peculiar a ese medio literario.

Bolivia9, así como Ecuador y Perú ocupan la zona en que se asentó el antiguo Imperio de los Incas. Pero mucho antes de los Incas, una cultura poderosa irradió del Ande Boliviano a todos los territorios vecinos, hoy Sudamérica. Segundo Montesinos, cronista colonial que interesado por el pasado andino, hizo un estudio y nos ha dejado una lista de cien reyes católicos con sus nombres y cronologías, que remontan al principio de la era cristiana. Excluyendo los catorce incas conocidos, que comienza por Manco-Capak, los ochenta y seis restantes fueron soberanos kollas10

No se puede descubrir América sin descubrir a sus habitantes, sería descubrir una tierra muerta, despoblada, sin alma. El verdadero descubrimiento de América requiere, hoy, comprender al indígena, como historia, como cultura, con toda la desigualdad social que ha sufrido. Es buscar incesantemente la historia de los Kollas

; estos Kollas señorearon medio continente, y esta cultura pervive en muchas de las costumbres de los pueblos primitivos y por eso hay una fuerte presencia indígena en su literatura.

11

, mirándolos como habitantes imperturbables, silenciosos, con una lengua original, que resistieron la ola quechua y el torrente español12

9 Bolivia, como muy pocos países en el continente americano, es heredera de una tradición cultural cuyos

vestigios arqueológicos nos hablan de todas sus grandezas. Su Literatura es la resultante de una serie de factores étnicos, históricos, sociales y culturales que determinan su ser sustancial. Se puede decir que esta tradición, principalmente la indígena, representa la esencia, la base de la actual Literatura Boliviana.

, guardando el secreto del pasado esplendor; habiendo que investigar la historia por ser, únicamente, la motivación angustiante que cierra el paso a los que procuran su huella.

10 Primitivo habitante de la meseta ando-boliviana.

11

Los Kollas, aymaras o primitivos andinos, aunque muchas veces aparecen citados en los modernos textos de historia y de arte, viven todavía en los hábitos ancestrales, y en la propia lengua aymara. Esa cultura remotísima, creadora de las actuales ruinas de Tiahuanaco y de otras fábricas líticas diseminadas por la meseta, generó las formas religiosas, políticas, sociales y artísticas que de ella heredaron las sociedades andinas posteriores.

12 Hablamos de resistencia porque mismo con la dinastía quechua ya dominando el Imperio Incaico - se ha

(18)

Figura 03: hombre andino

Fuente: Disponible en: < www.gfbv.it/3dossier/ind-voelker/coca/coca.jpg >. Acceso en: 30 mayo 2010

(19)

Nos proporciona un énfasis sobre esto, el escritor Fernando Díez de Medina en su obra Literatura Boliviana:

[...] ¡Id a la lengua autóctona, despertad sus músicas arcaicas, si queréis comprender el grande pasado andino! Así como el tiempo mítico asoma en el prodigio de las cordilleras, el alma Kolla se amuralló en la penumbra sinfónica del idioma. El indio que dura, su lengua que perdura, encierran el enigma Kolla. (MEDINA, 1981, p.82)

La figura del hombre andino resiste ante todo, vivir sigue siendo un gran desafío, al honor y al nombre de los grandes dioses. Para él, el hombre es un ser transitorio, un ave de paso, momentáneamente en su individualidad. Como nos dice Miguel Ángel Asturias (1970):

[…] vive aspirando liberarse para volver a unirse al Todo, ve su autonomía como un angustioso enajenamiento. Su idea de sí mismo es tal que emigra, trasmigra, fácilmente en sus pensamientos para entrar en otros seres o retroceder a través del tiempo a sus orígenes legendarios. (ASTURIAS, 1970, p. 15)

(20)

Kollas, aymaras, o primitivos andinos, viven todavía en la leyenda, en la piedra, en la geografía, en la raza”.

Si aymara13 es la voz grave que carga de majestad y pesadumbre el diálogo de la historia, quechua es el tono alto que clarifica el verbo de la voz. A diferencia del Kolla, que entronca con la tradición y por ella sube y se encumbra hasta la alteza del mito, el Inca se desprende de la leyenda para convertirse en historia positiva. Uno resume todo el misterio andino, llevándonos a la niebla finísima de los tiempos nocturnos; el otro, maleable y vivaz, se desenvuelve a plena luz. Y si la gloria del Incario transciende al continente es porque los quechuas, señores de acción, supieron ser también los tejedores de su nombre. Garcilaso de la Vega14 (1609), maravillosa y sutilmente, en sus Comentarios reales, demuestra que la vida está tejida de realidad y fantasía, e indaga hasta qué punto la historia es sólo un sueño hecho de verdad. Esto nos remonta a la pareja mítica Manco-Cápac y Mama-Ocllo15, que no es foránea sino autóctona. Podemos imaginar que, ¿aymara, quechua, son sobrevivientes de otra cultura extinta? Naturalmente, según la historia los fundadores del Imperio Quechua son andinos y, que los dos apellidos culminantes de la raza se nombran aymara y quechua, o en otros vocablos kolla e Inca, respectivamente. Cornejo Polar (2000) cuando habla de suturar las hendiduras de la heterogeneidad nacional, defiende que, sobre la obra de Garcilaso Comentarios Reales,

Como é sobejamente conhecido, a obra íntegra de Garcilaso é um empenhado e mesmo obsessivo trabalho em torno de sua condição mestiça;

13 La lengua aymara es la tercera lengua autóctona más hablada en Sudamérica, después del quechua y el

guaraní. Tiene aproximadamente unos dos millones de hablantes en Bolivia, cerca de medio millón en Perú y unas decenas de miles en norte de Chile.

14

El Inca Garcilaso de la Vega es una de las figuras más representativas de la literatura hispanoamericana. Su

obra cumbre, Los Comentarios Reales de los Incas, relata y retrata de manera singular, la idiosincrasia,

costumbres y forma de vivir de la gloriosa época de los Incas. Su nacimiento, en el Cuzco el 12 de abril de 1539

marca de manera inequívoca, el surgimiento de una figura literaria de magnitud incomparable. Era hijo del

conquistador español capitán Sebastián Garcilaso de la Vega, de la nobleza extremeña, y de la ñusta o princesa in "reino los cuatro partes" o Tahuantinsuyo (nombre del Imperio incaico en su lengua nativa quechua). Por causa de la privilegiada posición de su padre, que perteneció a la facción de Francisco Pizarro hasta que se pasó al bando del virrey La Gasca, fue bautizado con los apellidos del mayor de sus tíos paternos y de otros antepasados que pertenecieron a la casa de Feria; estudió en el colegio de Indios Nobles del Cuzco, el Inca Garcilaso de la Vega recibió en Cuzco una esmerada educación al lado de los hijos de Francisco y Gonzalo Pizarro, mestizos e ilegítimos como él, pero durante sus primeros años estuvo en estrecho contacto con su madre y con lo más selecto de la nobleza incaica, por ejemplo los hijos del emperador Huayna Cápac: Paullu Inca y Tito Auquí.

Accedió pues a la instrucción de los amautas o sabios incas versados en la mitología y cultura incas:

Estas y otras semejantes pláticas tenían los Incas y Pallas en sus visitas, y con la memoria del bien perdido siempre acababan su conversación en lágrimas y llanto, diciendo: "Trocósenos el reinar en vasallaje, etc." En estas pláticas, yo como muchacho, entraba y salía muchas veces donde ellos estaban y me holgaba de las oír, como holgaban los tales de oír fábulas (Comentarios reales, I, 1, 15)

(21)

ou melhor, uma laboriosa semiose destinada a produzir a legitimidade dessa condição, pessoal e socialmente, começando pela legitimidade de uma escrita – a sua própria – que se autopropõe como articulação harmônica do vário e do mesclado: como escrita mestiça, em suma. Certamente, ela o é, em muitos sentidos. Basta recordar que vincula tradições hispânicas e quéchuas, que supõe o constante trânsito da oralidade à escrita notável sobretudo quando se trata da oralidade quéchua transvasada à escrita em espanhol. (CORNEJO POLAR, p. 60)

Gruzinski (1991) delinea una especie de poética del mestizaje y de hibridación, donde el mestizaje es como un “embate de civilizaciones o de conjuntos históricos diferentes”, como en el caso entre españoles y los habitantes andinos, e hibridación como los “embates en el interior de una misma civilización o de un mismo conjunto histórico”, como en el caso de los aymaras y quechuas.

El Imperio de los Incas16

16

Calendario de Fiestas y Rituales de los Incas:

es formado con el declinar del Imperio Kolla, es como si fuese su hermano menor. Los dos idiomas aymara y quechua, idiomas-madres, se mezclan, son parte de una cultura híbrida, como afirma Gruzinski (1991), con raíces y desinencias, sonidos y significaciones; llegan a ser criaturas de una misma sangre. El aire que respiran ambos pueblos es idéntico, tradiciones y costumbres también es semejante. La línea aymara-quechua siguió su curso, con extrema identidad andina, con la misma proeza antropológica.

AGOSTO YAPAKIS Purificación General (Sembradura)

SETIEMBRE KOYA RAYMI Sitwa (expulsión de las enfermedades)

OCTUBRE UMA RAYMI Fiesta del Agua

NOVIEMBRE AYAMARKA Procesión de los Finados

DICIEMBRE KAPAJ RAYMI Capac Raymi (Fiesta Principal)

ENERO JUCHUY PUKUY Pequeña Madurez

FEBRERO QATUN PUKUY Gran Madurez

MARZO PACHA PUKUY Pacha Puchuy (Maturación)

ABRIL ARIWAKIS Danza Del Maíz

MAYO QATUN KUSKI Cosecha

JUNIO AWKAY KUSHI Inti Raymi (Fiesta del Sol)

(22)

Figura 04: El Tahuantisuyo17

Fuente: Disponible en: <http www.portalinca.com/estado/tahuantinsuyo.gif/>. Acceso en: 03 mayo 2010

La historia nos trae un vacío sobre la caída del último emperador aymara y la aparición del primer Inca. Se puede decir, que es probable, que la pareja fundadora del Incario haya huido del Kollasuyo18

El Inca Manco-Cápac

escapando a la devastación de las guerras civiles, haya habitado la Isla del Sol, donde tomó su blasón teogónico y marchado después a Cuzco para clavar el cetro aurífero de los kollas en el flanco de piedra del Huanacauri. De esta fusión de los mitos solares y lacustres, con el símbolo telúrico, nació la monarquía incaica.

19

17 El Tahuantinsuyo o imperio de los incas tuvo una trayectoria brillante y fugaz; su evolución fue interrumpida

por la invasión española de 1532, en un momento en que se encontraba debilitado por luchas internas y afloraban algunos signos de decadencia. Su expansión alcanzó a la región andina casi en su totalidad. Los comienzos del Tahuantinsuyo se sitúan alrededor del 1300 de nuestra era, su expansión hacia el 1450 y su colapso en 1532. Considerando las actuales divisiones políticas, el Tahuantinsuyo incluyó una pequeña zona del sur de Colombia, el altiplano y la costa desértica del Perú, el altiplano de Bolivia, el noroeste de Argentina y todo el árido norte y las fértiles tierras del centro de Chile hasta el río Maule, a 36º de latitud sur. Comprendía dos zonas principales: la sierra o altiplano, en cuya área central se originó el imperio; y la costa tropical, pantanosa y húmeda en el Ecuador, y desértica y sin lluvias en Perú y Chile. Dos caminos de norte a sur constituían la espina dorsal de las comunicaciones. El primero, bordeando la costa, medía 4.050 kilómetros y el segundo, a través de la sierra, tenía 5.180 kilómetros. La afirmación de algunos cronistas de que en el Tahuantinsuyo se organizaron ejércitos de 200 mil a 300 mil soldados no es exagerada si se acepta una población total en torno a los trece millones.

y Mama-Ocllo, conocidos como Hijos del Sol, provenían de la postrera dinastía kolla. Cuando fue desmembrado el último imperio aymara el pueblo andino se dispersó, algunos príncipes kollas se refugiaron en los altos montes para

18 Tierra de los kollas. 19

(23)

escapar de la matanza, pocas generaciones bastaron para transformar reyes destronados en pastores nómadas.

En un manuscrito del P. Jerónimo de las Cuevas, según Medina (1975), ya contenía valerosas revelaciones acerca de los mitos y la historia de los primeros aymaras terminado en 1578, con un diálogo en español arcaico, reconstituido de la siguiente forma: Manco-Cápac con su consorte salieron a consultar al Apu-Amauta, el último sacerdote que compartía con ellos el pan del ostracismo. Dijo el jefe aymara: – “Gran Padre que lees el Tiempo, ¿debemos seguir en esta vida arrastrada?” El hechicero arrojó unas hojas de coca al aire20 y observando cómo caían al suelo contestó: – “¡Oh mi Señor, el Hijo de la Tierra! Duélese Wiracocha de tu infortunio, y la hora del resurgimiento ha llegado!” El Gran “Manco”se impacientó de ardor bélico: – “¿Por dónde comenzaré a reconquistar la tierra?” Y el hechicero, impasible, contestó: _ “No regreses al kollao; faltan muchas lunas para que tu sangre vuelva a imperar en la montaña. Desvía la ruta, marcha hacia el norte, busca el Titicaca, matriz de todo lo creado, santuario de tus mayores, y reemprende luego tu marcha, siempre al norte, hasta que este cetro de oro se hunda en el suelo; allí fundarás el nuevo imperio. Y sólo los hijos de los hijos de tus hijos volverán a señorear el Ande.” Esa es la leyenda y, la profecía, como contexto histórico de una realidad de la monarquía incaica. El hecho de arrojar las hojas de coca al aire representa un rito que para los aymaras es algo que sirve de previsión del futuro21

20 Apu-Amauta, hombre importante en el Incario, hechicero, adivino, sabio. Acostumbraba ver el futuro, a través

de las hojas de coca. Actualmente aún existen personas con este don. Aquí se encuentra una fuerte presencia de las muchas creencias de esta civilización.

. Hasta nuestros días, la coca ha conservado su importancia en las poblaciones indígenas, y se encuentran todavía, rasgos de la veneración religiosa de la cual fue el objeto, de la misma manera su poder curativo y alimenticio fue científicamente comprobado.

Os amautas tinham funções próprias no Império. Os filósofos ou sábios que tinham entre eles (os astecas) encarregados de pintar todas as ciências que sabiam e entendiam e ensinar de cor todos os cantos que conservavam suas ciências e histórias. (ENRIQUE DUSSEL, 1993, p. 120)

21

En la cultura andina siempre que se planifica una meta o un trabajo, por más sencillo que sea, hay una costumbre de mascar la coca y sentirla. Este acto de masticarla es lleno de fantasía y algo de fantástico. Siempre hay una previsión de este futuro tan cercano. Con mis ascendentes eso siempre fue natural, y en tiempos que no

había coca se podía hacer lo mismo con hojas de tabaco.La hoja de coca representa para los indígenas; la fuerza,

(24)

Figura 05: El hombre andino mascando la “coca”.

Fuente: Disponible en: < www.gfbv.it/3dossier/ind-voelker/coca/coca.jpg >. Acceso en: 30 mayo 2010

Encontramos también en Altiplano un pasaje que nos ilustra, en ese sentido, los orígenes valiosos, revelaciones acerca de los mitos y la historia de los primeros aymaras y sus descendencias. Hablando de su origen de sangre, de la ascendencia de la familia de los Vilca, donde están representadas “extrañas leyendas”:

[…] por que en verdad sólo se ha dicho la parte que concierne a su fortuna, pero su sangre, su origen, ¡ah!, en el magín de ambos hermanos nacieron dos extrañas leyendas, la de Huayna Kapaj y la del Condor Mallku.

Una decía que sus antepasados fueron hijos naturales del Inca Huayna Kapaj, de tal manera que por sus venas corría noble sangre de monarcas del Kosko, sangre imperial, sangre del Inti-Pachakamaj. La otra contaba que el primer Villca había sido engendrado por un Cóndor blanco que solía ir a la Isla de la Luna donde vivían las Vírgenes. (BOTELHO GOSÁLVEZ, 1996, pp.35 -36.)

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El viejo tronco andino reflorece en savia nueva. Esta misma pareja legendaria transmite al pueblo quechua los misterios religiosos, la ciencia política y social, el arte militar de los antiguos aymaras. El Incario no fue una creación de la nada, sino un renacimiento y continuación de la raza andina; consideraban al sol como deidad mítica en el firmamento, implantaron el culto solar creyendo ser más próximo a la razón primitiva (que adoraban los astros), más accesible a la comprensión de las razas. El saber repentino de los primeros Incas, que deslumbraban muchedumbres con su culto esotérico y su saber administrativo; saber ese, que era creído, como manifestación súbita de la deidad solar en los reyes Hijos del Sol, es decir el Inca, Hijo del Sol, es la deidad encarnada para gobernar el mundo, esto nos comprueba un profundo resultado de la experiencia acumulada por culturas anteriores.

Históricamente, el Tahuantinsuyo22

En toda su extensión, los Incas, maestros en el arte de gobernar, unificaron el Imperio mediante un sistema político-social casi perfecto, reedificando ciudades, explotando las riquezas de la tierra, uniendo caminos en las regiones más distantes, desarrollando una arquitectura monumental. Tuvieron una rigurosa organización administrada por un poder aristocrático y centralista, compuesto por reyes, sacerdotes, amautas o sabios, haravécs o poetas cortesanos, capitanes, maestros de ceremonias públicas, administradores, orfebres, alfareros, canteros, sus metalurgos que trabajaban con el oro, estaño o cobre y la comunidad en general.

es la mayor hazaña política del Continente Sur. Inicialmente, comprendía la región de las cuatro “antis”: Antisuyo, Cuntisuyo, Kollasuyo, Chinchasuyo, entre las actuales cordilleras de Bolivia, Perú, Ecuador y Chile; más tarde, repitiendo tal vez la proeza aymara, los Incas extendieron el Imperio más allá de las cordilleras, conquistando valles, zona tropicales y costeras. El Inca implanta una teocracia oligárquica y cooperativa como forma de gobierno, participa por igual de la rigidez jerárquica, es la autoridad suprema, manda y es obedecido – en contrapartida asume la responsabilidad para con el pueblo –, pues gobierna para todos. Pero la división de la sociedad estaba regida de la siguiente forma: la ciencia estaba reservada para la nobleza y el trabajo especializado en gran escala para el pueblo; esto estaba basado en la idea de que el mucho saber corrompe a los débiles y debilita la posición de los fuertes. Así lo repetía el gran Túpac-Inca-Yupanqui: “El pueblo a sus oficios, y el gobernar para los nobles”.

Pasado los doce Reyes Incas, el duodécimo se llamaba Huayna-Cápac, era conocido como Mozo Rico, de hazañas extraordinarias, pero en ese tiempo su imperio era tan extenso que su gobierno se tornó muy difícil “estallaron grandes rebeliones que

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Cápac reprimió duramente, lamentándose después de lo sucedido”, como nos afirma Medina. Sin tener grandes esperanzas, vinieron los temores y como no podía ser diferente, también los presagios, llegaba el “chasqui”, que era el mensajero-correo del Inca, trayendo una nueva terrible – hombres extraños y barbados – suben de la costa septentrional al imperio. Eran los españoles que ya se aproximaban al gran territorio andino. Esto viene a confirmar a una visión que su antepasado - el Inca Wirakocha - tuvo de la deidad, que pasado doce reyes, vendrá gente nueva, ganará y sujetará a su mando todos los reinos de ellos y otros muchos. Este Inca, Huayna Cápac, indirectamente, contribuyó para la fragilidad que se encontraba el Imperio, al tener un hijo heredero, último Inca legítimo con nombre de Huáscar, y concomitante a las galanterías tuvo a Atahualpa23

El choque de la conquista española produjo el aniquilamiento de la civilización autóctona, que segundo Gruzinski sería un proceso de mestizaje ya que se trataba de culturas e conjuntos históricos diferentes. Hablando de una visión americana de la conquista, Gordon Brotherston (1993) afirma

, hijo bastardo, que muy astuto y cauteloso, valiente y sanguinario, viene a traicionar a su hermano por el poder. En este escenario llegan los españoles y encuentran un clima de descontentamiento, discordia, codicia, envidia, ansias por el poder y sobre todo un ambiente fragilizado.

Lo que se llama la conquista de América no fue un hecho instantáneo ni terminó con las hazañas de los Cortés y de los Pizarro que en su momento entraron triunfantes en los dos grandes imperios centrados en Tenochtitlan, capital azteca, y Cuzco, capital del Tahuantinsuyo inca. Más bien se trata de un fenómeno complejo, que se fue produciendo a lo largo de los cinco siglos.

(GORDON apud ANA PIZARRO, 1993, p.65)

Ilustramos este choque bajo anhelos y nostalgia, con un pasaje de la obra de Gosálvez (1992) en La Lanza Capitana, donde sus personajes General Muyupuraca, General Apasa y Tupaj Katari comentan:

Esta guerra la continuarán nuestros hijos; y si ellos no vencen, la seguirán nuestros nietos; y bisnietos hasta lograr la victoria.[...] Nosotros queremos que los enemigos de nuestro pueblo, los que nos están aniquilando,

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arrebatando nuestras tierras, sepultando en vida en las minas y condenando nuestra raza a un destino de exterminio y sumisión, ‘se manden a su patria’.

[...] Seguirá el asedio, extremaremos los ataques hasta el momento propicio en que como fruta madura, la ciudad caiga en nuestras manos y hagamos justicia... [...] ¿Qué vale – pregunto a vosotros –, la pérdida de una vida, la muerte de mi corazón, ante la perspectiva de obtener la libertad de este suelo? Mirad esos campos que se extienden de un confín a otro de la cordillera y que empieza a anegar la fría noche; antes fueron nuestros. El magro fruto que producíamos con el esfuerzo de nuestras manos pertenecía a todos y sustentaba el esplendor de la civilización incaica. Ahora estas tierras a cuyo destino nos une ancestral ligazón, no nos pertenece porque el rey extranjero se atribuye un injusto derecho de conquista por el cual distribuye la tierra y sus frutos entre los vasallos de su credo y de su raza, disponiendo de nosotros como de bienes mostrencos. [...] La tierra es nuestra, pero nos faltó coraje para defenderla. (BOTELHO GOSÁLVEZ, 1992, p. 49-52)

Tenemos en otro fragmento en la misma obra, también muy interesante, cuando Botelho Gosálvez (1992), de forma espectacular, nos narra los momentos finales de Tupaj Katari, personaje protagonista, ya aprisionado y condenado a muerte por los españoles, no confiesa arrepentimiento de sus actos y de modo enfático contesta al fraile:

Antes todo era puro, simple y claro como el agua de los torrentes que bajan de las cumbres lamiendo las lustrosas rocas. Vosotros habéis enturbiado esas aguas. Amábamos la luz; nuestros dioses eran el sol que resplandece en el día y la suave luna que ilumina la noche y despeja sus terrores. Los tuyos trajeron, entonces, como símbolo de amor y sumisión, un Dios crucificado, hecho de oscura sangre y de gemidos, en cuyo nombres nos hicieron

esclavos de lo que no comprendemos. (BOTELHO GOSÁLVEZ, 1992, p.

96)

Su religión, sus instituciones políticas y sociales, su arte militar, su economía agraria socializada tuvieron que ceder al racionalismo científico de los españoles. Haber destruido la economía agraria del nativo, convirtiéndola en otra de explotación para servicio exclusivo de una minoría dominante, destruir sus monumentos de religiosidad imponiendo la suya24, explotar las grandes fortunas a costa del despojo y la miseria del pueblo andino eso ha sido como dicen los historiadores: gran masacre 25

Por recompensa, la historia también nos relata que a través de la conquista, ya en proceso de coloniaje, es importante destacar, que a diferencia del inglés - que coloniza sin confundirse con el nativo – , el español une sangre y espíritu con el nativo, comienza un

.

24 Para construir los templos cristianos utilizaron las piedras y los metales de los templos del sol y la luna.

(28)

latido español a germinar en los misterios de un vientre autóctono, como en las palabras de Medina (1981), luego “ una nueva planta humana extraña, temible, fascinadora, imprime su genio y su locura al mundo americano: ha nacido el mestizaje”. En espíritu de aventura, respaldado por la fusión teológica, económica y política, hicieron de la hazaña su meta: la conquista por cualquier precio.

De acuerdo con Dussel (1993) la conquista es un proceso militar, práctico violento

que incluye dialécticamente el otro como “si- mesmo”, es decir, este otro le es negado como ser,

pasa a ser sometido al otro y, este como opresor impone que se incorpore a la totalidad como si

fuese un instrumento, es oprimido a condiciones de “encomendado”. (ENRIQUE DUSSEL, 1993,

p. 44)

En el texto “Encontro” de dois mundos?, de Enrique Dussel (1993, p. 64)

corrobora en decir que es un eufemismo hablar de un “encuentro” de dos mundos, dos culturas

(inca y española). Esto porque oculta la verdadera destrucción del mundo indígena y de su cultura.

Ya que este encuentro más fue una gran masacre, devastador en su totalidad. De ello ha nacido

una nueva cultura en latinoamérica, ya sincrética, hibrida, cuyo sujeto es la raza aún mestiza.

Quer dizer, nenhum “encontro” pôde ser realizado pois havia um total desprezo pelos ritos, deuses, mitos, crenças indígenas. Tudo foi apagado com um método de tabula rasa. É evidente que, no claro-escuro das práticas cotidianas, iniciava-se uma religião sincrética, que a mais pura Inquisição (quando houve) não pôde evitar.

O conceito de “encontro” é encobridor porque se estabelece ocultando a dominação do “eu” europeu, de seu “mundo”, sobre o “mundo do outro”, do índio. (ENRIQUE DUSSEL, 1993, p.64, 65)

(29)

2 Fu n d a me n t o s T e ó r i c o s d el C o mp o n en t e M í ti c o en l a L i t e r a tu r a

A n d o -b o li vi an a

Un mito es un relato de carácter fabuloso o fantástico acerca del

mundo, de los hombres o de los dioses, que pretende ser una

explicación total de los mismos. Los mitos suelen guardar una

profunda relación con las creencias y con los cultos religiosos y

forman parte esencial de la tradición y de los sentimientos

culturales. Los mitos están muy emparentados con las leyendas,

pero se diferencian en que, mientras que los mitos son relatos

puramente imaginarios, las leyendas pueden estar basadas en

acontecimientos reales.

La Mitología es un terreno de dominio complejo y amplio que, a lo largo del tiempo, ha recibido enfoques y abordajes de los más diversos. Nuestro entendimiento de la complejidad del abordaje del mito, se concreta cuando Marcel (1992) defiende esa idea y se indaga:

De onde vem esse saber etéreo que a mesma palavra – Mitologia – designa, concomitantemente, às práticas narrativas, às histórias conhecidas de todos, e os discursos interpretativos que falam sobre ela, com estilo e tom de uma ciência, a partir da metade do século XIX? Por que razão falar de mitologia é sempre, mais ou menos explicitamente, falar do grego ou remontar à Grécia? (Marcel Detienne, 1992, p. 11.)

La mayoría de los mitos griegos26

26 La Arqueología del Mito nos remite a la Grecia Antigua. Homero fue el primero a usar la palabra mythos en

Iliada” y en “Odisseia” con el sentido de palabra narrada, historia, narrativa. En un determinado momento

histórico, los griegos fueron retirando del mito todo su valor religioso y metafísico. El mythos pasó a representar

todo que no podía existir realmente. Logos, por su vez, se configuró como discurso racional, lógico.

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hayan perdido su substancia mítica; o que no pasen de literatura. Así como las grandes Mitologías que fueron transmitidas a través de textos escritos, también las mitologías primitivas traen una historia, ellas se transformaron y se enriquecieron a lo largo de los siglos, bajo la influencia de otras culturas.

El mito, en las sociedades antiguas y arcaicas, es dominante en la vida cultural. Su rasgo extravagante y fantástico, junto a un idealismo ingenuo, no comprometen el significado cognitivo de las clasificaciones mitológicas y su función ordenadora de esos mitos en la vida social. El hombre primitivo era una parte integrante del mundo natural que lo circundaba, y repasaba para este mundo natural, sus propias características, dándole vida, sentimientos humanos y consciencia. De ahí, comprendemos que la mitología completaba la curiosidad del hombre primitivo, con explicaciones propias de su cultura, explicaciones al hombre del propio hombre, sancionando así el orden social. Según Brandão (2000):

Apesar dos aspectos fantasiosos, dos elementos fantásticos e aparentemente ilógicos que o povoam, o mito é verdade para o povo que o cultiva, está profundamente enraizado no seu tecido social, distinguindo-se, portanto, da lenda e sobretudo da superstição. (BRANDÃO, p.54)

El mito, por lo tanto, es una "primera habla sobre el mundo", una primera atribución de sentido, sobre la cual la imaginación ejerce gran papel, y cuya función principal no es explicar la realidad, pero acomodar el hombre en el mundo.

Claro está que mitos são símbolos, e como todo e, qualquer símbolo, encerram uma mensagem ou uma informação codificada, inteligível apenas para os que conhecem o código, a decodificação. Alguns são universais, outros restringem-se a uma região, porém, todos são expressões da necessidade humana de registrar e transmitir uma descoberta, um conhecimento ou uma lição. (PEREIRA, 2001, p. 23)

Sería difícil encontrar una definición de mito que fuese aceptada por los eruditos y al mismo tiempo accesible a los que no sean especialistas. La palabra viene del griego, mythos, que significa “historia que se cuenta”, “leyenda”; llevando en consideración su forma más genérica (diferentes tipos de mito, sumados a distintas funciones, y en diferentes sociedades).

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alimenta – y en esta fuente que los narradores también se alimentan –, dando continuidad y perpetuando esta actividad a través de los tiempos.

Para comprender mejor de que hablan los mitos, tomemos como ejemplo uno de los textos griegos más antiguos: La Ilíada y la Odiseia, de Homero (siglo VII antes de Cristo). En la primera se narran los hechos griegos durante la Guerra de Troya y en la segunda se narra el retorno de Ulises, rey de Ítaca, que después de la guerra deambuló por los mares durante diez años, antes de volver a su patria. En esa narración están reunidos todos los elementos de la mitología: los dioses inmortales, la naturaleza, las actividades del hombre, la cultura del trigo, la navegación, la construcción de las ciudades, los ritos religiosos, la religión politeísta. Para los griegos, los dioses estaban presentes en la vida cotidiana, y las narraciones mitológicas se mezclaban con las aventuras humanas y divinas. Los antiguos griegos creían en esos mitos, de esa forma eran transmitidos de una generación a otra, esto les permitían comprender el mundo en que vivían, conservando recuerdos de acciones de sus ancestros y servían como ejemplos de vida. La mitología griega era a un mismo tiempo explicación del mundo, historia y moral. Después fue adoptada por los romanos constituyendo como paño de fondo de toda una civilización.

A esta concepción de mito, con el pasar de los tiempos, han sobrepuesto varias otras, se han transformado conforme a las concepciones de función que él (mito) desempeña (explicativa, sicológica, sociológica, filosófica, etc), como también, de su relación con la religión, arte, filosofía, leyenda, ritual, cuento popular.

En la literatura, cuando se mitologiza, desmitologiza y remitologiza nos lleva a analizar cómo esta forma de arte está enraizada con el discurso mítico27. De nuestra América Latina es el inca Garcilaso quién los sitúa en el plano que les corresponde, confrontándolos con los mitos griegos. Los mitos no sólo ofrecen la vida y milagros de las divinidades, sino también la aparición del hombre en el territorio interandino (Cf. Jesús Lara, 1973, p. 13). El mito de la remota tradición europea se transforma en otra cosa: en el pensamiento mítico, impregnado por la visión indígena.

27

Con mucha propiedad, nos habla de esta relación: A literatura está geneticamente relacionada com a

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Se propone decir que al mismo tiempo las estatuas estimularon la imaginación del hombre del Tahuantinsuyo y, en consecuencia, tuvo nacimiento el mito, que el cronista Jesús Lara nos transmite:

Los mitos quechuas asombran por la exuberante imaginación que hay en ellos, por sus singulares concepciones y por los atributos que crean para sus protagonistas, tanto por la causa que origina. […] Alrededor de sesenta divinidades actúan y reciben ofrendas en el valle de Waruchiri, frontero de la costa de Pachakámaj, al sur de Lima. No es difícil ver que las más de ellas tienen su origen en el tótem roca. Por supuesto, según las relaciones, los dioses no nacen propiamente de la piedra, aparecen como si siempre hubieran existido y por lo general en figura humana, mantienen trato directo con los hombres y acaban por petrificarse. (LARA, 1973, p.14-17.

Esos mitos cuando se petrificaron pasaron a recibir la adoración y las ofrendas por parte de los andinos. La meseta del Titicaca tuvo sus mitos, y uno de los más importantes de ellos es el Thunupa, intervenida, sin embargo, por la iglesia católica del siglo XVI.

La realidad americana ratifica de qué manera uno llega a contaminarse a través de un lenguaje e imagen onírica, una perspectiva de los escritores de Hispanoamérica sobre un origen presente en sus territorios, conciliando un universo mágico y propiamente mítico:

Un indio o un mestizo o un habitante de un pequeño pueblo cuenta haber visto cómo una nube o una piedra enorme se transformó en una persona o un gigante o que la nube se convirtió en una piedra. Todos esos son fenómenos alucinatorios, que se dan frecuentemente entre las personas de los pueblitos. Por supuesto, uno se ríe del relato y no lo cree. Pero cuando se vive entre ellos, uno percibe que estas historias adquieren un peso. Las alucinaciones, las imprecisiones que el hombre obtiene de su medio, tienden a transformarse en realidades, sobre todo allí donde existe una determinada base religiosa de culto, como es en el caso de los indios. […] La vieja literatura indígena que fue escrita antes de la conquista europea, antes de Colón, como por ejemplo el Popoh Vuh o los Anales de los Xahil, se destacan por esa realidad intermedia. (LORENTZ, 1970, p. 41)

Gabriela Mistral (1932) resalta que del indígena su alma es entera y sin grietas, sus costumbres conforman su visión del mundo y son ellas las que rigen su espíritu. El indígena puro no tiene duda en aceptar su condición, conoce con claridad su procedencia y está consciente de la sangre milenaria que corre por sus venas.

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referencias, ilusiones, creencias y una tradición heredada y compartida – se desarrollará, sin duda, históricamente. La mitología es producto cultural humano, que se ve como una revelación que ha sido otorgado por los dioses a los antepasados o que procede de un período anterior al comienzo de los tiempos. Las palabras de Asturias nos provocan y nos lleva a reflexionar:

¿Qué cosa hay más apasionante que volver a través del pensamiento mágico de nuestras literaturas precolombinas, al pensamiento indígena? (ÁNGEL ASTURIAS, 1970, p. 21)

El mito nace en cultura oral, preliteraria. Esta cultura depende de la memoria y en gran medida del verso, que es el modo más sencillo de memorizar un discurso. En una cultura oral, mitología y literatura son términos casi contiguos: los principales transmisores del mito son personas o poetas cuyas aptitudes se encuentran próximas a lo poético y sobreviven en la leyenda o en la historia. Asturias28 (1968) defiende que sus obras literarias tuvieron un cordón umbilical directamente con los protagonistas, es decir, han surgido de relatos orales y confirma:

Yo mismo releo a veces párrafos enteros de Hombres de maíz, y me doy cuenta que hay una riqueza popular, nacida del pueblo, no nacida de mí, y que no he hecho más que transponer a las páginas del libro. […] En la parte de atrás [de la casa], que daba a la Avenida de los Árboles, había un enorme patio que era más bien un sitio con varios árboles grandes, y en este sitio venían a pasar la noche los que traían carretas de bueyes. […] Y con estas gentes […] yo, todavía siendo un muchacho, me pasaba largas horas con ellos: cantaban con guitarra, contaban relatos, y yo me acercaba a oírlos hablar. (ASTURIAS, 1968, p. 20-21)

Agrega en ese discurso que él como escritor sabe hablar como hablan esas gentes, por un motivo cierto, él los ha escuchado a hablar, los ha oído en largas horas conversar sobre sus vidas, sus problemas y, éstos no se fijaban que Asturias los escuchaba con mucha atención.

Tiene un alma nacional, una expresión que el propio Asturias resumiría su trayectoria artística: la consolidación de la nacionalidad guatemalteca (HURTADO, 1999). Donde su narrativa centraliza el compromiso, denuncia con tono social, narrativa mítica, hay

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también un tono político en El Señor Presidente o evocación del universo indígena precolombino en Leyendas de Guatemala:

En esto reside la hazaña verbal de Asturias y su aporte revolucionario. No en hablar como indio y mucho menos en escribir como indio. Más bien su mérito consiste en escribir como mestizo. El mestizaje, entendido como hibridación cultural […] forjador no solamente de un sistema latinoamericano llamado “realismo mágico”, sino prefigurador de la lucha político-cultural de la posmodernidad latinoamericana, que consiste no en hacer valer la diferencia étnica y cultural per se, sino en articular las diferencias en un sujeto situado más allá de los fundamentalismos que animan supuestas identidades puras, no negociables ni mestizadas […]. (MORALES, 1996, p. 405)

Este narrador escribe de una perspectiva de origen mestiza, demostrando una identificación con este mundo indígena, por una parte, sus preocupaciones políticas hacia una proyección más apegada a la realidad, por otra traduce en un plano estético la realidad psicosocial de su pueblo.

En nuestro siglo, renace lo mágico y se extiende a todos los niveles. Ya no se incluirá únicamente en la poesía, dominio de lo fantástico, de la verdad no histórica, sino que aparecerá en toda la narrativa y especialmente en nuestra literatura hispanoamericana:

En las interminables conversaciones nocturnas con Manuela, su esposa, solía traslucir con insistente porfía sus preocupaciones:

- Manuela, otra vez la helada y la falta de lluvias arruinarán nuestras sementeras. Nuestro ganado está muriendo por falta de pasto y agua. ¿Qué haremos?

- Ni los ‘convites’, ni las ‘huilaras’ que hemos hecho dan resultado.

Finalmente, el hambre pudo más que la honda raíz ancestral y Juan Choque decidió ir a trabajar a una de las minas. [...] En un recoveco cualquiera de la noche de los socavones donde hacen los mineros el ‘acuilli’, adoraba con sus compañeros de infortunio, al ‘tío’ de faz sarcástica, a la vez que

comentaba cómo había acogido sus ofrendas. (ANTONIO QUINTANA,

1966, p.119-120)

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y ofrecer primero cigarrillos, coca o alcohol al Tío, deidad muy respetada por ser el Demonio de los socavones29

En la narrativa de Botelho Gosálvez también hay devoción y sacrificios en función de que se acabe la sequía en el ayllu:

.

Todo el Altiplano sufre la sequía. La Pachamama, la que sustenta la vida, ya está vieja. Hemos puesto diez fetos de llamas, diez fetos de ovejas, hierba koa, coca, dulces, kaitos de colores y mucho aguardiente en la cumbre del cerro; todo lo hemos quemado para que en humo se deshagan los males y caiga la lluvia, pero nada ha sido posible conseguir [...]

Caras silenciosas, pensativas, miraban al suelo como si en ese instante hubiese de aparecer el espíritu de la Pacha-Mama para remediar tanto mal. (BOTELHO GOSÁLVEZ, 1996, p. 69-70)

Vemos así, que desde sus orígenes la literatura de latinoamérica ha estado unida indisolublemente al mito. Hay que tener en cuenta que la conexión con el mito no se produce sólo desde el punto de vista del creador, se produce también desde el público. La relación de afinidad del escritor con el público se verifica así mismo en los planos donde el mito nace, vive y prolifera. En este sentido el mito expresa los sueños, las frustraciones colectivas, las aspiraciones del escritor y del lector. Jung (1977) consideraba la literatura y el mito como plasmaciones del inconsciente colectivo. Por eso mismo se puede preguntar, ¿porqué el mito sostiene la esencia del pensamiento del hombre andino también en las narrativas de nuestra literatura? Al mismo tiempo, podemos comprender que el aspecto mítico está en nuestras raíces, nuestras costumbres, y no podemos negar que ella está en nuestra alma. La recuperación del mito y su identificación es algo de la esencia de nuestros ancestros y que no podemos negar que esto ejerce gran influencia en los escritores como en los lectores.

Para García Gual el mito es “un relato tradicional que cuenta la actuación memorable de unos personajes extraordinarios en un tiempo prestigioso y lejano” (GARCÍA GUAL,1983, p.9). Esto en la Literatura Boliviana le cae plenamente y en toda su complejidad,

29

Mitología del Socavón – Según cuentan las crónicas, cuando el Inca Huayna Cápac mandó a trabajar a su

gente a las minas del Sumaj Orcko Montaña Majestuosa, se escuchó un descomunal estruendo y una voz que

decía que no sacaran plata del cerro porque sería para otra gente. Una profecía hecha 83 años antes de que la

avaricia española sometiera la zona. Un relato, obviamente posterior a la conquista, que procuraba dar una

explicación mítica a un proceso traumático e inesperado, como fue el arribo de los peninsulares.Para la lengua

quechua, Potosí derivaría de Ppotjsi (reventar); aunque una tradición aymara, aparentemente más cercana a la

verdad, sostiene que el vocablo viene de Pptoj, que quiere decir brotar y que se condice con la gran cantidad de

manantiales que había en el sitio en donde se levantó la ciudad. Sea como fuere, ahí se encuentra el cerro más famoso de la historia latinoamericana y a punto de sumergir en un universo mágico, de leyendas y creencias, que muchos desconocen. Un mundo que encuentra en el socavón de las minas su esencia y razón de ser. Porque de

las casi 5.000 bocas que tiene el Sumaj Orcko, emergen historias que nos conectan con el pasado y nos permiten

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trae en su contexto histórico todos los elementos necesarios: dioses memorables, costumbres telúricas, creencias míticas y una naturaleza con caracteres particulares. Según este investigador, el mito, en el sentido básico y originario del griego mythos, es un relato que refiere hechos situados en un pasado remoto. Más que un conjunto de símbolos, es una secuencia narrativa, una historia o cuento, en la acepción más amplia de esos términos. Por otro lado, es una tradición: algo que se cuenta y se repite desde muy antiguo, que llega del pasado como una herencia narrativa y es propiedad comunitaria, un recuerdo colectivo y no personal – igual que los romances y leyendas medievales – . El mito pertenece a la memoria de la gente y, por lo tanto, el terreno de la mitología es el ámbito de esa memoria popular. Este término se puede utilizar en dos sentidos: el más amplio abarca lo mágico y telúrico, lo desconocido, o lo religioso, y se le atribuyen poderes, como a las supersticiones, supercherías o brujerías.

Actualmente los mitos se multiplican y adquieren nuevas facetas, acomodándose a la realidad de los nuevos tiempos. Desde nuestros ancestros, todo es motivo de cuento, desde el paisaje anecdótico hasta el relato que explica el origen de las cosas de este mundo; en esta tarea se confunden fantasía y realidad, dotándoles al paisaje y a los seres que lo pueblan de una dimensión mítica que, actualmente, se estudia como realismo mágico30

La narrativa surge en un terreno común con el tiempo y posee puntos de contacto más o menos grandes con el folclore, la literatura de viajes, la epopeya y el mito. Como afirma Francisco Ayala apud Amorós (1988):

.

Si algunos cuentos apelan con tanta energía a la imaginación de las gentes es porque su contenido apunta de algún modo hacia nexos de fascinantes atracción para el espíritu humano, y deben remitirse, por consiguiente, al campo de lo mítico, donde la creación poética radica, de ahí su perennidad. (ANDRÉS AMOROS, 1988, p.40)

La acepción restringida en el origen de la literatura boliviana, consiste en caracterizar al mito referido siempre a lo sagrado, a la historia de los dioses, es, por ejemplo, el mito de “Wiracocha” - dios y héroe, criatura celeste y telúrica a un mismo tiempo, es el más universal de las divinidades cordilleranas. Otras veces, se producen equívocos por el contenido metafísico que se da a la palabra “mágico”, que suena en los oídos del hombre corriente relacionado con religión y mito, en una palabra, lo sobrenatural.

30

El realismo mágico ha sido caracterizado por Alejo Carpentier, en el Prólogo a su relato “El reino de este

mundo” (1967); por Vargas Llosa, en su amplio estudio “García Márquez: Historia de un decidio” (1971) y por

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Las creencias de nuestros antepasados vislumbran esa visión, distintas de las creencias católicas, el famoso Wiracocha, deidad mayor del panteón andino que los incas mantienen como representación de una fuerza universal, es sólo una nueva encarnación de Pacha, el dios telúrico del Ande, inventado por los Kollas. Cuentan los mitos que durante la Edad Oscura, cuando los pueblos aterrados pedían luz para salir de las tinieblas, Wiracocha se convirtió en un sol resplandeciente que surgió del centro del Lago, sobre el peñón de Itikaka.

Por supuesto que la actual narrativa latinoamericana reactualiza su identidad telúrica. Venimos de un concepto, como analiza Asturias, distinto de la función de la novela que se ha desarrollado en Europa: la novela se escribía para entretener y se leía como pasatiempo. El cuento infantil acompañaba a los niños hasta la adolescencia. En esta fase las hadas eran sustituidas por personajes de carne y hueso. Los lectores se apasionaban, vivían evadidos de la realidad ambiente – la novela deleitaba y recreaba, con las descripciones de paisajes reales o imaginario, vivían de la fantasía de regiones lejanas del oriente a increíbles viajes interplanetario – por ejemplo. Actualmente se avanza un paso más al perfeccionar esta evolución de la novela – llevando la fantasía a la realidad –, confrontando mito y vida, deseos y hechos, presente y futuro. Encontramos una nueva característica en la lectura: un mundo que, siendo fantástico, parece real y un mundo real que no se acaba de creer. El lector, a su vez, también ha cambiado: antes la novela se destinaba a los ojos de lectores desocupados, hoy, generalmente, a la atención de lectores preocupados por lo que pasa el mundo, por las creencias y pensamientos de los escritores, que muchas veces son las mentes lúcidas, el barómetro social y los intérpretes de la realidad. Antes, la novela se leía para descansar de las tareas cotidianas, hoy se lee para compenetrarse con los problemas que aquejan o dan esperanzas al hombre, encontramos verdaderas denuncias, testimonio de la realidad, habiendo cada vez más valentía ante la injusticia y la explotación.

En las palabras e ideas sobre las características del mito, estudiadas en el ámbito hispánico por Marcelino C. Peñuelas, han sido esquematizadas por ANDRÉS AMORÓS (1988, p.86-87):

̶

Es un fenómeno inseparable de la naturaleza humana, espontáneo.

̶

Es un fenómeno colectivo, de cultura.

̶

No es racional; se desarrolla en zonas psíquicas hundidas en el inconsciente.

̶

Está más cerca de la poesía que de la ciencia.

̶

Imagem

Figura 02: Lago Titicaca
Figura 03: hombre andino
Figura 04: El Tahuantisuyo 17
Figura 05: El hombre andino mascando la “coca”.
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Referências

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