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Aproximaciones para un estudio de la politica de salud en el Ecuador: una propuesta metodologica

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APRoxrMAcrONES PARA UN ESTUDIO DE LA

POLITICA DE SALUD EN EL ECUADOR: UNA

PROPUESTA METODOLOGICA

DISERTACION PRESENTADA A LA ESCUELA BRA

SILERA DE ADMINISTRACION PUBLICA PARA LA

OBTENCION DEL GRADO DE MAESTRIA EN ADMl

NISTRACrON PUBLICA

MARGARITA VELASCO ABAD

~

(2)

199206 903 T/EBAP V433a

11111111111111111111111111111

1000057917

DISERTACION DE MAESTRIA PRESENTADA POR

MARGARITA VELASCO ABAD

APROXIMACIONES PARA UN ESTUDIO DE LA

POLITICA DE SALUD EN EL ECUADOR: UNA

PROPUESTA METODOLOGICA

APROBADA EM:

17,03.1991

POR LA COMISION JUZGADORA

- MAESTRA EM SOCIOLOGIA

ENRIQUE JE .ONIMO SARAVIA- MAE TRO EM FILOSOFIA

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~~ • J l (.. \ --' ( .

I

(3)

CAPITULO I : MARCO TEORICO

.

. .

. .

.

. . .

.

1.1 La concepción Marxista de Estado y las Instituciones

1.2 La Politica Social

1.3 La Definición de la Politica de Salud

1.4 Régimen Politico y Politicas Sociales

. . .

CAPITULO 11: ASPECTOS METODOLOGICOS

CAPITULO 111: HALLAZGOS

ECUADOR, UBICACION GENERAL

3.1 3.2 3.3

La Revolución Liberal (1985-1925) . . . .

3.4

La RevoluciÓn JuIiana (1925-1939) .

La InstauraciÓn deI Modelo Desarrollista y

Afianzamiento de la Relación de Dependencia

co el Imperialismo (1940-1970) . . . •

La consolidación del Estado (1970-1990)

CAPITULO IV: CONCLUSIONES

BIBLIOGRAFIA

ESQUEMA No. 1

.

2

5 23 25 28

35

39

39

40 49

59 72

87

(4)

determinantes de su formulación, ejecución y efecto en la sociedad y en el Estado, nos llevan a af irmar que este hecho aún es nuevo en la que podria llamarse corriente politica de

la salud colectiva.

En efecto, el avance realizado en la última década por los

grupos de analistas de la salud que

teóricas para repensar y profundizar en

proceso salud enfermedad, ha comenzado

últimos a~os una mayor atención a los

ideolÓgicos de la politica de salud

determinados proyectos históricos y

administrativas estatales.

aportaron categorias

los determinantes deI

a plantear en los

elementos

politico-y su relaciÓn con

formas

politico-Siendo asi, los ej es metodol óg i cos es tàn siendo buscados, en miras a construir una teoria que permita llegar, a través deI estudio de los casos nacionales, a una comprensión deI Estado desde la salud.

Este trabajo intenta demostrar la posibilidad de una propuesta metodológica sobre las instituciones de salud en el Ecuador; a

través de tres ejes fundamentales: los actores políticos; la

capacidad deI régimen politico de replantear el papel deI

Estado institucional, el proyecto politico y la formulación y cosificación de la politica de salud en instituciones.

Parte de una búsqueda de elementos teóricos que permitan

construir una explicación de la institucionalización de salud,

se detiene a esquematizar la propuesta metodológica para

finalmente analizar los hallazgos a los que ésta le ha

llevado.

(5)

Si la preocupación por el tema deI Estado en las ciencias

so-ciales ocupa la década deI 80; su redefinici6n por parte de

las corrientes neoliberales son la tarea concreta que el

neo-liberalismo trata de colocarnos como imperativo para el

dece-nio de los 90.

Se analizan, se buscan y se financian los caminos par-a

des-centr-alizar-lo, desconcentr-ar-lo y pr-ivatizar-lo. A ello se suma

el planteamiento integr-acionista que sugier-e que Amér-ica

Lati-na se integr-e de maner-a subor-diLati-nada a la nueva división deI

tr-abajo, en condiciones totalmente desfavor-ables (1).

Las políticas sociales son también r-efer-enciadas en este

pr-o-ceso de liber-alización de los 90. Se habla de "r-elanzar-" el

desar-r-ollo social en condiciones de cr-isis económica,

r-aciona-lización deI gasto público, democr-acias emer-gentes y deter-ior-o

de las condiciones de vida de amplios sector-es de la

población. El debate se centr-a en tor-no a 10 que ser-ía la

univer-sidad o la focalización de las políticas sociales y el

gasto público social (Ivan Fer-nández, Coor-dinador-, 1991).

1 Par-a Jur-gen Shultz (1991) existen 9 r-azones contr-ar-ias fr-en-te a los planteamientos cepalinos de integr-aci6n de Amér-ica Latina a la dinámica inter-nacional: Desaceler-ación de la

ac-tividad econ6mica en los 90 que s610 llega aI 3%;

ines-tabi 1 idad contr-ol ada entr-e 1 a tasa de inter-és y 1 a tasa de

cambio, consol idación y expansi6n de nuevas tecnologías que

tienden a r-educir- la utilizaci6n de mano de obr-a; mer-cados r-estr-ingidos a los países de Amér-ica Latina; poca capacidad par-a negociar-; competencia con otr-os paí ses sLlbdesar-r-oll ados (China, lndia), r-egión que es sólo expor-tador-a de capital y competencia mayor- de mer-cados.

(6)

Pero este panorama ai que nos avoca el neoliberalismo también

es un espacio que tiene otra lectura desde el punto de vista

de la construcciÓn de un proyecto nacional. La

des-centralizaciÓn estatal, el nuevo rol deI Estado y diferentes

relaciones Estado/sociedad pueden ser elaboradas desde otra

perspectiva. Y en ese sentido, se habla deI carácter

sistémi-co de los problemas sociales porque se entrecruzan entre lo

econÓmico-social, espacial y cultural (Diego Borja, 1991). Se

coloca como imperativo la necesidad de acceder a una

planifi-caciÓn y ejecuciÓn integrada de lo social y de ello se destaca

como la discusiÓn de fondo, a la anftonizaciÓn entre política

-econÓmica y desarrollo social, a partir de las condiciones y

causas es truc tura I es de I a pobrez a genera I i zada en nues tros

países. De ello, lo esencial es definir el lugar que deberia

ocupar la política social en la opciÓn nacional por un

deter-minado estilo de desarrollo.

En el caso ecuatoriano, se discute si es posible pensar con

los sectores populares, la creaciÓn de nuevas formas de

es-tatalidad desde la misma sociedad, por ejemplo, de nuevas

for-mas de representaciÓn y gestiÓn de lo colectivo, de generar

para los sectores heterogéneos deI campo popular, incluso la

creaciÓn de nuevas funciones públicas asumidas por nuevas

ins-tancias de organizaciÓn social. Se plantea una redefiniciÓn

deI papel de la sociedad y deI Estado, creando nuevos espacios

en la interfase entre Estado y sociedad (José Luis Coraggio,

1991).

Siendo asi, el viejo campo de la politica social que desde

Aristóteles intenta resolver cÓmo la politica puede satisfacer

I as necesidades deI hombre (Si I \lÍa Goerschmam c i tando a

COLI-tinho, 1989) es redimensionando y asumen singular importancia,

los estudios que intenten profundizar en las especificaciones

históricas y locales que ciertos elementos de la política

so-cial, en este caso salud, puedan haber tenido en el proceso de

(7)

Este estudio, que tomó algunas in.tituciones de salud que

du-rante los primeros 70 anos de este sigla antecedieron ai

Mi-nisterio de Salud Pública en Ecuador y que fueron acompanando

y ref lej ando e 1 proceso de construcción de un Estado

con-centrador, que hoy pretende ser desmontado; más bien apunta a

comprender la funcionalidad que la política de salud tuvo como

parte de un proyecto desde el Estado antes que desde las

cla-ses subalternas.

Siendo así, desde el punto de vista metodológico, de relación

y sustento de una teoría que suministre elementos conceptuales

para interpr-etar los datas de la realidad, hemos encontrado

no pocas limitaciones.

Los análisis ecuatorianos publicados sobre diferentes períodos

de la vida política nacional son considerables (entre los más

conslll tados ci taremos

Angel F. Rojas, 1948;

1981; Rafael Quintero,

a ali tores como Leopo I do Ben í tez, 1950;

Agustín Cueva, 1972; Fernando Velasco,

1980; Silvia Vega, 1987; Alejandro Mo-,

reano, 1975, 1981, 1990; Andrés Guerrero, 1980, etc).

La gran mayoria de estos análisis del pais parten de una

ma-triz marxista que les lleva a interpretar la historia

ecuato-riana desde plintos de referencia -de preferencia-

económico-sociológicos. En algunos casos esta comprensión avanza y

fundiza en los actores sociales, sus interrelaciones, los

pro-yectos políticos y últimamente (y aún no publicados), en el

analísis de los regimenes políticos.

AI interior mismo de las ciencias sociales ecuatorianas se

expresan distintas posiciones sobre lo que serian las

concep-ciones deI materialismo histórico originadas en niveles

empí-ricos o las que serian interpretaciones de "Sociología

sub-jetivista" y "no ortodoxa", que se alejan deI manejo de

(8)

Respec to a ámbi tos de ref lex i6n m~s especi f i cos como lo son

las políticas sociales, en el país es reciente su preocupaci6n

(desde los 80), por parte de los cientistas. Ello

probable-men te se debe a 1 a ausencia de un s ta tus epidemia 16g i co que

legitime tal problemática (Lautaro Ojeda, 1989).

En lo que se refiere a aproximaciones interpretativas que

re-lacionen las instituciones de salud como expresi6n estatal,

las politicas, su formulaci6n, sus formas de ejecuci6n, sus

actores; no han sido abordadas más que descriptivamente, desde

aspectos técnicos de lo que es la formulación de un plan o

programa metodológicamente hablando. Lo sucedido con la salud

en el país cuenta con pocos intentos de periodización que

gi-ran en torno a una comprensión económico-mecanicista deI

pro-ceso politico (Eduardo Estrella; José Suárez).

1.1 LA CONCEPCION MARXISTA DE ESTADO Y LAS INSTITUCIONES

Uno de los problemas cruciales por los que atravesó la

presen-te monograf ia fue la ausencia de una metodologia que

per-mitiera explicar aI Estado en lo concreto de las politicas de

salud. Las concepciones teóricas no fueron suficientes para

ex p 1 i car és ta y muchas de 1 as otras in terrogan tes que

sur-gieron a lo largo de él.

Entre las líneas fundamentales a definirse para interpretar el

papel de la politica de salud, sus instituciones y sus

rela-ciones con el Estado, está la misma concepción de Estado.

El liberalismo destaca la noci6n de Estado como representante

1 eg i timo de los in te reses genera 1 es de 1 a sociedad, a 1 a que

se llega por media de un pacto social, que permi te la

maxi-mización de su poder. En ese sentido las diferencias de clase

de la sociedad capitalista estarian resueltas por la presencia

de un aparato encima de lo económico, que jugaria un papel

autónomo, con autoridad, que protegeria sus intereses

(9)

En la relación

una separación,

yecto I i bera I.

Estado/sociedad, el liberalismo no encuentra

que es la que permite el desarrollo deI

pro-EI Estado existe para regular no aI ámbito

económico donde reine el mercado, sino para preservar aI

sis-tema capitalista como tal, es decir, proteger a los hombres y

a la naturaleza, así como a la organización productiva, a

tra-vés de legislaciones protectoras y asociaciones restrictivas

(Karl Polany, 1980) que frenen el abusivo avance deI mercado y

no destruyan la fuente que genera el capital.

Otro elemento deI liberalismo a destacarse y a repensarse es

su noción de ciudadania. EI principio de igualdad proclamado

por la Revolución Francesa, es en realidad "igualdad para ser

contratado". La ciudadania es a nivel político, la

abstrac-ción necesaria a la construcabstrac-ción, fundamento y legitimidad deI

poder pol i ti co. En cuan to n iega I a ex is tenc i a de re I a c iones

contradictorias de explotación y la de actores colectivos,

clases sociales e intereses antagónico'ã es esencial para la

construcción de la ideologia liberal deI Estado como

represen-tante de la voluntad colectiva (Sonia Fleury, 1989).

La ciudadania es una relación de igualdad aislada de un

in-dividuo frente aI Estado, pero que es, contradictoriamente,

una via de consti tución, organi zación, y espacio de lucha de

las clases dominadas. Los derechos civiles, políticos y

sociaIes fueron el resultado de grandes enfrentamientos en la

historia de la humanidade Salud como derecho conquistado en

ese sentido, puede tener dos connotaciones en el caso de

muchos de nuestros paises latinoamericanos:

La legitimidad deI derecho dada por un cuerpo legal que

la c:onvierte en hec:ho juridir:::o (r:::uando es parte de la

Carta Constitucional de una nación), conquistada por la

(10)

desde el Estado (2).

Legitimidad deI ejercicio deI derecho que se plasma en

di ferentes formas de concebir la democracia y la

par-ticipación social, y que son instancias a ser construidas

por la población. ElIas llevan necesariamente, en el

caso de nues tras sociedades 1 a t inaomer i canas, au tor i

ta-rias y excluyentes, a una nueva relación Estado/sociedad,

si están insertas dentro de proyectos históricos y no son

reacciones ais I adas, sino partes de I a tácti ca y I a

es-trategia de una propuesta de transformación global.

En el caso de los aportes deI marxismo a la comprensión de lo

social y lo politico, se puede identificar un debate general

en torno a la definición y diferencia entre base y

super-estructura, que lleva a diferentes posiciones dentro de esta

corriente. Una, instrumental y maniqueista y otra dialéctica.

La posición instrumental coloca aI aspecto económico como aI

\

que predestinadamente, y sin ningún conflicto moldearia aI

Es-tado. La naturaleza de clase de ese Estado, está directamente

relacionada con la dominación económica. Esta reducción a lo

económico, no percibe las particularidades deI ejercicio deI

poder politico y homogeniza a la clase dominante. No

con-sidera aI Estado atravesado por las contradicciones que se dan

a nivel de la sociedad, cosificándolo y convirtiénolo en mero

instrumento de consolidación de la dominación y la opresión.

No toma en cuenta tampo co la posibilidad de que en diversos

momentos se producen contradicciones entre fracciones de la

clase dominante que los lleva a buscar alianzas con sectores

de las clases subalternas, para consolidar el poder politico.

~ En Ecuador, 1 a salud es un derecho reconocido por el

Es-tado, parte de la Constitución Politica, desde 1971, sin que

(11)

Juan Enrique Vega Patri (1982) afirma que ~s un error suponer

que la economia (estructura) existe antes y luego la

super-estructura, o que se da una separación entre las do_,

deter-minando la una a la otra. Para él, la simultaneidad de base y

superestructura se tornan en el hecho central y básico de la

existencia social. Afirma que, todo acto social tiene

siem-pre, en su interior, a su propia estructura y superestructura.

Separaciones que por otro lado serán argumentos para la

escisión Estado/sociedad que proclama el pensamiento liberal y

que abordamos más adelante.

Poulantzas afirma que la concepción instrumentalista deI

Es-tado es legada aI marxismo por el dogmatismo stalinista (Nicos

Poulantzas, 1980) •

Marx y Engels no se circunscriben a lo económico como único

deter-minan te de 1 a hi stor- i a, colocando I as bases par-a 1 a

com-prensión de loque ser- ía I a super-estructura, basados en los

términos de simultaneidad. Volviendo a Vega, diremos que

si-multáneo no es sinónimo de idéntico.

La super-estructura, es parte o momento de la estructura y forma de ésta. La totalidad, así, se transforma en tota-lidad determinada, o sea en sintesis pero de cosas dife-rentes. Es una unidad de cosas heterogêneas. (Vega,

1982, p • 12 ) .

Para Cristinne Buci-Glucksman el materialismo mecanicista es

incapaz de entender la teoría deI reflejo, la transformación

de lo ideal en real; el nexo entre historia, política y

eco-nomía. La economía y la política se reflejan en la historia,

y la historia y la economia en la política. Citando a Gramsci

afirma que, ninguna superestructura existe aI margen de

con-diciones estructur-ales reales y concretas. Ninguna

super-estr-uctur-a puede imponer la disolución de estructuras cuyo

desarollo latente se encuentra todavia en acción (Cristine

(12)

Para 1 a concepc i 6n in. trumen ta 1 i s ta de 1 E. tado, la politica

social es parte de la estrategia de dominaci6n de clase y a

ella se reduce (Sonia Fleury, s/f). Por tanto, la lucha de

clases no se e~presaría en la misma consecusi6n de las

políti-cas sociales. El Estado así definido, pierde matices

fundamen-tales a los que haremos re1erencia a continuación:

EI Estado Capitalista es un Estado de Clase

Entendemos esta afirmaci6n desde que el proceso capitalista de

producción estructuralmente supone funciones '::>ociales que no

pueden ser llenadas por los capitalistas individuales. El

ob-jetivo central deI Estado capitalista es perpetuar el sistema,

para eIlo echa mano de su poder de coerci6n: refrena aI

capi-t a l i s capi-t a indivldual en a r a s de la permanencia deI s t .. tus quo.

íon d l ' l l r , d l l t d It"'Y~s, ),lS, Ildl:~.! cllmpllr f l . J c l n d o )o~ .... U J " · t l l b

L)I.JJt:!lu .... l.h" l d r"pruduLL1ÓIl t:!L UIIÓllIl L" , .,.1 l r ... l,.,lJddor y lei lIa1ll"

raleza se ven amenazados. Marca los limites de la explotación

\

Y a la vez los de las demandas de las clases subalternas que

pueden amenazar a la estabilidad deI sistema. En este sentido

es un Estado de clase porque peremniza el modelo de producciÓn

capitalista, no es el Estado de los capitalistas ind.ividuales,

sino deI sistema como un todo. El garantiza la e~istencia y

reproducción no solo de la burguesia sino deI trabajador.

Es ta pecu 1 iar idad er l.ge a l E s tado como e 1 garan te de 1 as

l.n-versiones necesarias para el logro de condiciones sociales que

permitan la reproducción deI sistema de clases. Interviene,

por tanto, para favorecer los requerimientos emanados deI

pro-ceso de acumulaciÓn, a través de las políticas sociales.

Es-tas van encaminadas, por tanto a proteger la fuerza de

traba-jo, a reparar dicha fuerza de trabajo (instituciones de salud)

(13)

Las instituciones creadas para ejecutar las políticas

so-ciales, en la medida que ofrecen sevicios a la población, se

convierten en apoyo directo a dicha acumulación de capital por

medio de la inversión que hace el Estado en la compra de

equi-po, maquinaria e insumos para el funcionamiento de las

referi-das instituciones deI área social. Sin embargo, estos son

elementos y no toda la definición de lo que es la política

socia I.

El Estado como ReproducciÓn de una Relación de Dominación

El Estado tiene la supremacia de los medios de coerción fisica

en un territorio e><cluyente delimitado, lo cual a decir de

Guillermo O'Donnell (1984) constituye un componente especifico

de la dominación politica, junto aI contraI de los recursos

económicos, la información, el acceso a la ciencia, a la

tecnologia y aI control ideológico. La dominación implica por

tanto, una relación de desigualdad: quien maneja por lo menos

dos de los anteriores componentes, some te aI que no los posee.

El control de los mencionados recursos de dominación está

determinado por la clase social, por la propiedad o no de los

medios de producción. Una de 1 as reI aciones de dominación en

la sociedad capitalista, es la relación capital-trabajo,

mediante la que se genera y apropia deI valor deI trabajo.

Para O'Donnell, éste es el corazón de la sociedad civil.

La dominación aI ser una relación desigual, es conflictiva. Es

un acto de explotación. Dicho carácter requiere ser

encubier-to y lo es, a través deI consenso, la legitimación y de

pro-clamar "la igualdad" de los ciudadanos.

El Estado capitalista necesita controlar el fundamento de su

poder, para ello requiere controlar los recursos de dominaci6n

y precautelar el hecho de ser habitualmente obedecido. El

(14)

el representante deI interés general. Para ello requiere per

manentemente ser legimitimado, en ese sentido también la

poli-tica social es parte de ese objetivo. Asi en momentos de

pos-insugerencia popular en los cuales . e ha reprimido la demanda

de las clases para detener su carácter contrahegemónico; el

Estado convierte a dichas demandas en leyes, instituciones o

programas cooptando la insurgencia y reafirmando ante la

po-blación su carácter aparentemente neutro y separado de las

clases sociales. Esta separación que no es real, le permite

encubrir la dominación y cumplir su objetivo como preservador

deI sistema capitalista.

Por

de

otro lado, ante la crisis

las condiciones de vida de

económica, cuando el deterioro

la población llegan a extremos

de sobrevivencia minima, y la conflictividad social puede

con-vertirse en grave peligro para la estabilidad deI sistema, lo

social pasa a ser preocupación deI Estado, tratando de dar

ciertos paleativos que mantengan el orden establecido.

Asi mismo, lo social asume un carácter legitimador cuando es

el sector más utilizado para la oferta electoral a la

pObla-ción por parte de los partidos y de igual manera, es el área

fortalecida por parte deI partido en el poder en los momentos

pre-electorales.

Respecto a la "igualdad ciudadana", el Estado capitalista es

la primera forma de dominación politica que postula su

fun-damento en la igualdad de todos los sujetos de su territorio,

que son los ciudadanos. El Estado capitalista se erige como

Estado de ciudadanos. Di cha igua 1 dad an te la Ley es 1 a que:

permite la libre venta de la fuerza de trabajo y es el

fun-damento deI contrato social. Este reconocimiento de igualdad

ciudadana es el encubrimiento de la dominación (y de la

divi-sión en clases sociales) de la sociedad capitalista

(15)

La ciudadan.í.a impljca vigencia de derechos que compete a los

dominados en cuanto ciudadanos, lo cual ratifica la te><turi'\

aparente de la sociedad capitalista.

Tratadas las politicas sociales bajo el concepto de derecho de

ciudadania, replantean su carácter asistencial y se convierten

en un nuevo espaclo de intervención de la sociedad clvil,

de-pendiendo de ello el desarrollo histórlco de la sociedad en la

cual se da dlcha formulaciÓn.

Espec i a I i s tas como F I eury nos 031 er-tan sobre e 1 hecho de que

las formas que la protección social asume via Estado, son el

resultado de diferentes maneras par-a ejercitar la ciudadania.

Asi, la naturaleza punitiva de las medidas sociales, a las

cuales se some te a familias car-entes, e><pr-esan una condiciÓn

de "ciudadania inver~ida". Una segunda forma de la protecciól,

social, aquella gener-ada desde la seguridad social, en la cual

1 a pr-otecc ión de cierta ca 1 idad es tá dir ig ida so 1 o a

deter-minados sectores de la clase trabajadora, seria una suerte de

ciudadania regulada. Siendo el Estado de bienestar el que

rompe con las concepciones de protección social, una propuesta

de ciudadania plena. Dicho Estado se basa en una relaciÓn de

derecho social, inherente a una condición de ciudadania en la

cual el Estado asume los gastos básicos de administración y

financiamiento deI sistema (Sonia Fleury, 1989).

Estos distintos niveles de ciudadania son el resultado de las

relaciones entre las clases sociales, mediatizadas por el

Es-tado, en la búsqueda de la preservaciÓn de la hegemonia o

pue-den ser los espacios para la consolidación de un proyecto

al-ternativo de contrahegemonia.

El Estado es expresión de la sociedad

La dimensión de estructura y superestructura lleva también a

(16)

el Estado y la sociedade

Hemos mencionado que para ejercer un dominio el Estado se

cu-bre de una apariencia de neutralidad y se erige en

represen-tante supra-c I ases socia I es deI bienestar común, pretendiendo

aparentar una división entre Estado y Sociedade

Marx dice que la autonomia de la sociedad civil hay que

bus-carIa en la economia politica. Esto significa que a

deter-minada fase deI desarrollo de la producción, deI comercio, deI

consumo, corresponden formas de constitución social, una

de-terminada organ i zación de 1 a fami I i a, de los es tamen tos o de

las clases: una determinada sociedad civil. En la

profun-dización de este concepto, la definición de la sociedad civil

será todo lo referido a la estructura de la sociedad, es

de-ci r son I as fuer zas producti vas, e I modo de producción y I a

formación social.

Marx senala una separación entre esfera\privada y esfera

polí-tica, que en la relación estatal moderna es la forma de unidad

Estado/sociedad. En 1 a sociedad pre-capi ta I ista se enCllentran

mezcladas vida estatal y vida privada y el Estado político, no

surge como Estado material. En el capitalismo, hay una

ausen-cia de comllnidad real en 1 a sociedad burguesa, escindida por

I a reI aciÓn capi tal ista de producción, 1 a comunidad abstracta

es postulada en la unificación política o igualdad de los

ciu-dadanos (en el Estado, en las leres), contrapuesta a la

igual-dad de los privados (en la prodllcción).

198 Q) •

(Adrián Carrasco,

En Gramsci, la categoría "sociedad civil" se inscribe en el

concepto más amplio de bloqlle histórico -que viene a ser la

concreción pol í tica deI concepto de formación social-

r

se define en forma desarollada de dominio histórico de la clase

fundamental de una época histórica, fundado en la" hegemonia y

(17)

es el Ambito histórico, social e incluso instltUClonal en que

se organiza la hegemonia de la burguesia" La "sociedad C1Vll"

es parte constitutiva del Estado, el equivalente de la

super-estructura ideológica deI anAlisis mar)(ista clásico, aunque

con un sesgo distinto y un énfasis politico e histórico

(Ale-jandro Moreano, 1990).

,

Algunos especialistas alertan sobre diferencias entre sociedad

y sociedad civil. La primera seria en rigor al ámbito referido

a la estructura (modo de producción), e"l lugar en que se

ori-ginan las clases, "eI efecto de superficie deI conjunto de las

estructuras y de las relaciones sociales" (Alejandro

Morei\-no, 1990 p. 56) • La segunda, es asumida hoy en a I gLtnOS

sec tores de I as cienci as soc i ales como una deformac i ón de I

concepto de Gramsci, que confunde y limita a la "sociedad

cilvil" aI papel fundamental de los movimientos sociales en la

dinamización de la vida política. Según esta crítica se la

toma como sinónimo de una sociedad heterogénea, plural,

abierta y diversa en la cual los distintos grupos y colectivos

sociales tienen su propia identidad y racionalidad. La crítica

a esta confusión que amenaza, a decir de Moreano, "tomarse las

ciencias sociales" está entre estructura y acontecimientos

sociales.

Para f ines de este estudio entenderemos I a reI ación

Estado-sociedad no como algo escindido ya que dicha separación es

otra de 1 as apar ien c i as de 1 si stema capi ta 1 i sta, sino aI

Es-tado como aspecto de 1 a sociedad. Aceptamos que cuando nos

referimos a la sociedad lo que queremos significar son las

relaciones capitalistas de producción y en ellas el Estado lo

asumimos como elemento co-constitutivo. Ya que es quién

garan-tiza y organiza la reproducción de la sociedad capitalista, no

como una externalid~d ni como algo que surge después de dicha

relación, sino como parte intrínseca y co-constitutiva de la

mi sma. Siendo así, e 1 Estado capi ta 1 i sta es e 1 garan te de 1 a

(18)

Las instituciones son la materialidad deI Estado

Se ha r-efer-ido en la conceptualizaci6n de Estado, anotada en

el acápite anter-ior-, que este, como instancia de dominaci6n

pr-ocur-a enmascar-ar-la a tr-aves de pr-oclamar- la separ-aci6n entr-e

Estado, como espacio de lo político y la sociedad, como el

ámbito de la pr-oducci6n. Las instituciones r-epr-esentar-ian

necesar-iamente la cosificaci6n de esa separ-aci6n, aI

excluir-de ellas el papel excluir-de campo excluir-de la lucha excluir-de clases. Sin embar-go

en ellas tambien se ven r-eflejadas la capacidad de pr-esi6n,

alianza y consecuci6n de inter-eses de las distintas fr-acciones

de la clase dominante y de las clases subalter-nas. Esta

sepa-r-ación apar-ente se la utiliza par-a negar- aI Estado como

domi-naci6n politica, afir-maci6n que es el

par-a ubicar- la r-elaci6n entr-e dicho

punto de par-tida básico

sistema de dominación y

las instituciones estatales. Efectivamente estas tienen como

funci6n básica la mediación e institucionalizaci6n de los

in-ter-eses de las clases que se manifiestan en las fuer-zas de

po-der- pr-esentes en la sociedad.

Guiller-mo O'Oonnell (1984) explica esta afir-maci6n cuando

seriala que en el capitalismo, las instituciones son sujetos

sacia 1 es cuya pr-esencia dev iene de I a necesidad de apar-ente

neutr-alidad deI Estado, par-a poder- cumplir- con su r-ol

legitimador-. La separ-aci6n deI capitalista deI contr-ol dir-ecto

de los medias de coacción, hace posible que en la r-elación

capi ta l-tr-abaj o, tan to e 1 uno cuan to e 1 otr-o, puedan

innvocar-la pr-esencia de un ter-cer- sujeto social, las instituciones

estatales, que se convier-ten en la par-te cosificada deI

dominio estatal, y por- tanto, en la gar-antia deI contr-ato

social (Guiller-mo O'Oonnell, 1984).

Las instituciones, sigue O' Oonnell, apar-ecen entonces como un

no capitalista que apoya a las clases vinculadas a las

(19)

r-espal-dar la continua reposición de capitalistas y trabajadores

asa-lariados como clases. Pero este interés no e~ neutro, o

igua-litario, es el de la reproducción de una relación social que

articula desigual y contradictoriamente a la sociedad.

En los países dependientes, a decir de Viviane Màrquez y Rai-ner Godan (1984), 1 as inst i tuc iones ex presan una rac iona I idad

de finalidad productiva que se encuentra limitada por la

posi-ción de dominaposi-ción y dependencia de la formación social

res-pecto al contexto internacional y así mismo, por la naturaleza

deI régimen político correspondiente. Es este régimen político

y la conf iguración de clases en el poder que determinará el

uso de los recursos nacionales y la orientación general de las

instituciones estatales en todos los sectores de la actividad

nacional (Viviane Márquez; Rainer Godan, 1984).

Francisco Leal Buitrago (1984) habla deI "Estado Ins

-ti tuciona I" asumiendo en pr imer término a I

estratégico de fuerzas en el cual se dan un

ciones de dominación que expresan distintas

y, por tanto, distintos intereses.

Estado como campo

conjunto de

rela-fuerzas de clase

Este Estado institucional tendría algunas características:

1. Faci 1 i tar los procesos de reproducción de I capi ta I. Sin

embargo ese aporte deI Estado institucional a la

repro-ducción capitalista es heterogénea, por eso la

multi-plicidad de sus instituciones.

2. Por medio de las decisiones públicas se condensan e

ins-titucionalizan los requerimientos surgidos de las

dife-rencias entre las clases sociales.

3. Las manifestaciones políticas de una formaciÓn social

presentan bajo la forma de determinada organización,

es necesario desentranar en su racionalidad concreta,

se

que

(20)

ejemplo, sindicatos, partidos políticos.

4. Cada una de estas formas presionan sobre el Estado con un

sentido de clase o de fracción de clase, dependiendo de

su peso en la sociedad (en la estructura económica, como

clase dominante o dominada).

5. Las instituciones estatales captan tales presiones de

intereses a manera de grandes lineas de tendencia,

llama-das por Leal "vectores politicos" (linea resultante de

diferentes fuerzas que actúan en distinta dirección sobre

el mismo objeto).

6. En una sociedad donde I as regiones

diferencias, las manifestaciones deI

tido amplio serân variadas.

y provincias tengan

Estado, en el

sen-Sin embargo, las diferencias que se presentan entre las

instituciones deI Estado no necesariamente tienen que

reflejar a nivel regional la distribución de fuerzas

po-liticas existentes en la respectiva región.

Las Instituciones como Organizaciones Burocráticas

Las instituciones reflejan la condensación de los poderes

pre-sentes en la sociedad, lo que implica una ausencia de

autono-mia politica de los aparatos deI Estado, puesto que

constitu-yen la expresión política institucionalizada y permanente de

las relaciones de fuerza que se dan en una sociedad. En

tér-minos administrativos si existe una autonomia de los aparatos

deI Estado. Ello no quiere decir que no dependan de los

con-juntos de fLlerza. politiC:i\» qLli" 5i' entrelaHln const5\ntemente

en el âmbito social.

(21)

separa-ción Estado/socledad, porque el papel de mediador que de ello

deviene, permite reafirmar la visiÓn de neutr.lidad que

legI-tima .1 Estado.

Sin embargo existen corrientes deI pensamiento basadas en los

razonamientos de Max Weber, que se reafirman con Woodrow

Wil-son, que acentúan una separación entre administración y

polí-tica y que, a su vez, explicarían la disociación entre

técni-cos y políticos. Los primeros representarían la modernidad,

entendida como sinónimo de racionalización administrativa. Los

segundos, las formas antidemocráticas de dominación política,

el clientelismo, la falta de capacitación técnica de una

buro-cracia que es conformada no por cuadros capaci tados sino por

relaciones familiares, propia ésta deI capitalismo atrasado.

Si bien, Max Weber, 031 abordar las instituciones como

or-ganizaciones burocráticas suministró elementos teóricos

fun-damentales para su análisis a partir de lo que llama la

domi-nación legal racional; esta percepción instrumentalizó las

relaciones laborales a través de formalizarIas, ocultando así

la función coercitiva deI poder bajo la cobertura deI derecho

031 ejercicio de una autoridad técnicamente fundamentada

(Vi-viane Márquez y Rainer Godan, 1984).

Esta separación entre administración y politica, busca tomar a

la burocracia como un elemento quimicamente puro que no

repre-senta intereses de clase, sino sus propios intereses, llegando

incluso a calificarla como una nueva clase social. Creemos que

a pesar de qlle lo administrativo tiene especificaciones

pro-pias que si rven para descr i bi r sus procesos y su burocraci a,

sus determinaciones no escapan de las que se consideran para

el Estado. Es decir que a pesar de su racionalidad y aparente

neutralidad objetiva, lo administrativo también está sujeto a

la presión que los diferentes grupos de la sociedad ejercen

sobre él, ai igual que sobre el Estado. Si este Gltimo lo

(22)

connotación política, la administración y la burocracia que

son partes constitutivas de las instituciones en las cuales el

Estado se concretiza, no se escapan de dicha connotación

polí-tica.

Sin embargo que reconociendo la determinación política de las

organizaciones burocráticas dentro deI capitalismo, algunas

características de éllas son necesarias resaltar.

S.P. Huntington (1968), desde el punto de vista deI

fun-cionalismo, define a la institucionalización como el proceso

por el cual adquieren valor y estabilidad las organizaciones y

procedimientos. Si bien su análisis precisamente no considera

I as determinaciones pol í t i cas, sus referencias hacia loque

serian las características organizacionales, pueden

suminis-trarnos elementos particulares para el análisis de lo

ad-ministrativo.

está en La capacidad de adaptabi I idad de 1 as ~nsti tuciones,

relación por ejemplo, con la capacidad de adaptarse a los

cam-son los bios ambientales. Mientras más viejas, más frecuentes

desafios que tuvieron que enfrentar las instituciones.

Mien-trdS más jóvenes las organizaciones son más rigidas.

Por otro lado, mientras más a menudo supera la organización el

problema de la sucesión y reemplazo de su equipo de lideres

por otro, más es el grado de institucionalización.

La adaptabi I idad segLIn Huntington, puede medirse en términos

funcionales: se crean las instituciones para cumplir funciones

determinadas, cu ando ésta ya no es necesar ia, 1 a organi zaciÓn

tiene que hacer frente a la crisis, o encuentra una nueva

fun-ción o se resigna a una muerte lenta.

Otra característica organizacional es la dupla com~lejidad­

(23)

elevado es su nivel insti tucional. La complej idad es def inida

como la multiplicación de sub-unldades organizativas en el

plano jerárquico y funcional.

EI grado de autonomia frente a la subordinación es una medida

para eva 1 uar has ta qué pun to 1 a organ i zac ión e)( is te con

in-dependencia de otros agrupamientos y métodos de consu 1 ta

so-ciales. La autonomia de una institución seria el resultado de

relaciones entre fuerzas sociales y organizaciones politicas.

La coherencia en contraposición a la desunión, es otra

carac-teristica a distinguir en las organlZaCl.Ones, estando és tas

más institucionalizadas en proporción directa, con su grado de

unificación y coherencia. La autonomia se convierte en un

me-dio para lograr la coherencia y permi te distinguir una

or-ganización de otra.

De los aportes de Max Weber a la comprensión de la

or-ganización burocrática, también distinguimos elementos que

orientan en su estudio. Entre ellas, el reconocimiento de una

legalidad sustentada en normas juridicas, la definición de

roles, la determinación de tareas que rutinizan, la existencia

de un sistema de reclutamiento y promoción a través de la

ca-pacitación deI recurso humano.

inherente a la imagen de la

burocra-cosa que la repetición diaria de una

decir de O' Donnell "Una de las

con-deI Estado Objetivado en burocracia Esta rutinización que es

cia, y que no es otra

rutina de trabaj o, es a

tribuciones fundamentales

a la reproducción de la

1984) •

sociedad capitalista" (O'Donnell,

Ello coloca un elemento más a ser abordado, y es la burocracia

y su relación con diferentes clases sociales, asi como su rol

(24)

pa-pel en la pe .... manencia del Estado capitalista como sistema de

dominación.

La Burocracia Estatal

Si bien este constituye en si mismo un tema apasionante y

am-plio, .... eque .... imos hace .... una .... eferencia aunque sea gene .... al sob .... e

el mismo.

Creemos que se puede identifica .... los niveles pa .... a la comp ....

en-sión de la buroc .... acia: uno que la ca .... acte .... iza y ot .... o que la

define. El p .... ime .... o, casi descriptivo, el segundo nos da

pau-tas para ana 1 i za.... sus dete .... minaciones. Los dos nos per-mi ten

ap .... oxima .... nos a su comp .... ensión.

En cuanto a las car-acte .... isticas de la bu .... oc .... acia, Ma .... x y Webe ....

dan algunos elementos que su .... gen de sus .... espectivas expe ....

ien-cias en los momentos histó .... icos en los que vivie .... on.

Sintetizando lo que Ma .... x desc .... ibe de la bu .... oc .... acia de su

épo-ca, obse .... vamos que muchas de sus pun tua 1 i zaciones pa .... ece .... í an

.... epeti .... se hasta el pr-esente. Desde afi .... ma .... y a .... gumenta .... sob .... e

su ca .... ácte .... pa .... asita .... io, que la condena a una actividad

in-cesante de justificación aI no tene .... una función .... eal, hasta

da ... asgos tan p .... ecisos que no .... ebasan la opinión común que se

tiene de ella, como cuando afi .... ma que la bu .... oc .... acia se conduce

como co .... po .... ación ce ... ada que "vive pa .... a el sec .... eto .. , que eje ....

-ce un r-eal culto a la auto .... idad y qLle hace el objetivo deI

Estado, su objetivo p .... ivado que se mate .... ializa en la caza pe ....

-manente de los puestos más elevados.

Po .... su pa .... te Max Weber- a .... gumenta que la bu .... oc .... acia es un modo

de o .... ganización pa .... ticula .... que nut .... iéndose de elementos de las

clases medias, se justifica plenamente en el sistema

(25)

1. Una racionalidad juridica basada en normas y reglamentos;

2. Un sistema jerárquico integrado por funciones claramente

definidas;

3. Un registro de la actividad administrativa en documentos

escritos (papeleo);

4. La capacitación profesional de recursos humanos;

5. La dedicación a tiempo completo para su trabajo;

6. La tendencia a la especialización en el trabajo.

La burocracia eternamente ocupada en la conservación y legiti-mación de los marcos en los cLlales efectLia sus actividades

está condenada aI formalismo, si bien es un grupo que tiende a

hacer prevalecer ese modo de organización antes caracterizadc,

se desarrolla en condiciones determinadas, se extiende debido

a un cierto estado de la economia, de la técnica. Es 10 que

es, a decir de Claude Lefort, en su esencia, en virtud a una

actividad social. Existe porque los burócratas 10 quieren,

por su intenciÓn común de constituir su medio aparte, a

distancia de los dominados, de participar en su poder

socializado, de determinarse unos y otros en función de una

jerarquia que garantiza a cada uno y a un estatuto material, y

a un estatuto de peligro (Claude Lefort, 1984).

Lefort es quien se acerca más a una definición de la

burocra-cia, cuando af irma que es una determinación: no posee una

e-xistencia Objetiva que puede ser separada en rigor de una

for-ma social de poder, y a nivel más profundo, no es una

catego-ria econOmica, sino que se constituye en una participación en

un sistema de dominaciÓn.

(26)

v~s de la administración de los asuntos públicos en el marco

de un r~gimen dado, aI no ser ella una simple secciÓn de la

clase dominante, puede obrar contra algunos de sus

y adquirir autonomia relativa. La configuraciÓn de

intereses,

las

rela-ciones sociales le dicta siempre los limites de su poder.

Lefort (1984) la define como "un cuerpo social" en la

sociedad. Especial porque lo que caracteriza su definiciÓn es

el mantenimiento de la estructura establecida y porque su

separación significaria el fin de la dominación burguesa.

1.2 LA POLITICA SOCIAL

Las revisiones conceptuales precedentes se hacen con el fin de

buscar elementos que orienten en la comprensión de la politica

social y de salud y que apoyen en la construcción de una

defj-nición de la misma. Pareceria que la conclusiÓn a la que

arribamos es que la politica social cumple un papel tanto en

la acumulación cuanto en la legitimación. Estos parâmetros

resultan insuficientes aI momento de ser confrontados con una

realidad concreta. i.,Por qu~, por ejemplo, la salud es un

de-recho cuya consecusiÓn o ejercicio desde el punto de la

pobla-ción, no se enmarca dentro de estas dos dimensiones?

Muchas son las concepciones elaboradas desde diferentes

teo-rias sobre lo social Desde la teoria funcionalista de

Tal-con Parsons que lega a la política social la funciÓn de

in-tegración de la sociedad como elemento de cohesión y armonía

entre las personas (Silvia Goerschman, 1989), que no estaria

muy lejos de los conceptos de legitimidad, hasta la llamada

visión pluralista que identifica actores sociales, los pasos

para e laborar pol i ti cas, I as inf 1 uenci as reci bidas y los

im-pactos (Vicente Faleros, 1990). Entre ellas aparecen otras

corrientes como la teoria de las influencias (Roberth Dahl,

(27)

fuerza como la persuación; hasta la perspectiva de Clauss Dffe

(1984), quien para Silvia Goerschman (1990), establece un

puente metodológico entre el mar~ismo y la concepción

weberia-na.

Entre las caracteristicas de ésta última podemos sintetizar lo

siguiente:

EI Estado se vale de la politica social para regular el

mercado de trabaj o, no solo reacciona a 1 as demandas de

la clase obrera sino que contribuye a la constituciÓn de

esta clase obrera: mantiene más tiempo a la fuerza de

trabajo en el sistema educacional para retardar la

entra-da aI mercado de trabajo, o regula la jubilación, o

es-timula o no a la mujer a incorporarse aI mercdo (Silvia

Goerschman, 1989).

La interpretación de Goerschman (1989) aI pensamiento de Dffe

es una propuesta para analizar el Estado actual de las

politi-cas que a criterio de la misma autora merece ser mejor

es-tudiada. Sin embargo, en el plano singLtlar deI análisis que

abarca el punto de vista de la realización administrativa y de

las innovaciones políticas, su aplicabilidad a estudios de

corte histórico retrospectivo, se tornan dificiles por la

au-sencia de datos que puedan servir para reconstruir los efectos

e~ternos o los conflictos sociales que ciertas decisiones

pue-den traer. En ese sentido, en el estLldio institucional que

nos ocupa, la reconstrucción -por ejemplo- deI proceso de toma

de decisiones, fue casi imposible realizarlo, debido a que los

documentos existentes (comunicaciones y actas de sesiones) no

suministraban datos que permitieran armar la dinámica

or-ganizacional, o la fluidez y relación entre las instituciones

y SLIS impactos.

Un aporte interesante para poder orientar la reflexión de la

(28)

sentido de definición de la misma, hecho que supera una

con-cepción maniqueista de lo social, y que permitiria inclusive

evitar caer en otro determinismo, que podria ser el político;

sin perder de vista la dialéctica relación estructura-procesos

politicos. Ella afirma que las determinantes de la

interven-ción estatal están; en las necesidades deI proceso de

acumula-ción capitalista y en la lucha por la hegemonia.

Ampliando esta afirmación Fleury dice que:

1. La política social es la resultante posible y

nece-saria de las relaciones que históricamente se es-tablecen en el desarrollo de las contradicciones

ca-pital-trabajo, y aI mismo tiempo es factor

deter-minante en el curso posterior de la relación entre las fuerzas sociales fundamentales.

2. Para el campo de las pol.íticas sociales confluyen

in terec:;es de na tura 1 eza d i versa y aI mi smo t iempo contradictoria, que devienen de la presencia de los actores en la escena política,de suerte que la pro-blemática de la emergencia de la intervención esta-tal sobre las cuestiones sociales está multideter-minada.

En esta definición la noción de ciudadania permite ser

enten-dida como enfrentamiento de proyectos de hegemonia. Este es

el espacio que permite salir de un campo de luchas

cor-pora ti v i zado para i r a demandas soc i a I es mucho más genera 1 es

que permiten aglutinar a diferentes y amplios sectores de la

sociedad.

Y en la concepción de hegemonia gramsciana, en el caso de

nuestras sociedades. Esta es el proceso de construcción de un

nuevo bloque histórico.

1.3 LA DEFINICION DE LA POLITICA DE SALUD

(29)

elementos fundamentales de análisis han transitado ya por aI

gunos momentos comentados por Sonia Fleury (1989), y que

Sln-tetizamos asi:

La noción de determinación social oriunda de la categoria

determi nac ión soci a 1 de I proceso sa 1 ud en fermedad,

per-mitió superar modelos multicausales, aI introducir la

noción de determinaciones contradictorias y simultáneas

decurren tes de I as necesidades de I capi ta 1 y de 1 trabaj o

(Sonia Fleury, 1989).

para garantizar la superación de

que intentan explicar la

inter-ángulos: o la acumulación o la Esta no fue suf i cien te

posiciones mecanicistas

vención estatal bajo dos

legitimación.

Las pr iorz ac i ones que responden aI proceso produc ti vo y

que intentan corresponderse con los nuevos modelos de

or-ganización de los servicios no ha podido dar cuenta de

las determinaciones pol i ticas en la esfera de la

repro-ducción de los valores y las ideologias que se reproducen

en el campo de la salud.

Las politicas de salud reducidas a un enfoque

estruc-tural-funcionalista, terminan siendo meros papeles de

reproducción deI modo de producción en los niveles

econó-mico y superestructural. La noción de interes de clase

no garantizan que se rebase este nivel.

La cuestión deI análisis de las determinantes de la

in-tervención estatal requieren que se profundice en la

re-f 1 ex ión mi sma de 1 a propia na tura 1 ez a deI Estado en sus

manifestaciones históricas concretas (Sonia Fleury,

1989) .

(30)

de un proyecto de las clases subalternas no es más un concepto

unicausal y biológico que se limita a acciones puntuales,

pla-nes y programas para resolver hechos aislados, curativos e

individuales. La salud es un objeto concreto que parte de las

necesidades generadas por el proceso salud-enfermedad (Arouca,

citado por Fleury, 1989), en torno al cual organiza su

práctica y su saber. Proceso que es el resultado y es parte a

la vez, del proceso histórico, social, económico, cultural y

politico de un determinado pais.

La salud es una forma de medir la existencia puesto que tiene

que ver con la vida y la muerte (Sarah EscoreI, 1989). Por

ello también su relación con lo cultural. Siendo ésta, entre

otras, la cosmovisión, la forma de ser, el espiritu enmanado

de la relación deI hombre con la naturaleza. En el caso de

sociedades multiétnicas, multiculturales (como la ecuatoriana)

ese peso de 1 a cu 1 tura se re 1 ac iona profundamen te con lo qllP

es la salud para los distintos grupos. Concluiremos con Ec:.

coreI (1989) diciendo que "la salud es, un elemento

potencial-mente revolucionario y de consenso".

La salud se expresa también en una forma administrativa que

debe reflejar una comprensión de varios elementos:

La propia concepción de la salud como efecto de

deter-minantes sociales y biológicos, y que marca pautas para

la definición de la imagen-objetivo a conquistarse.

La relación población - trabajadores de la salud ins

tituciones que está atravesada por el ejercicio

democrá-tico de un derecho que no sólo convierte a los actores

sociales en receptores pasivos de un servicio, sino en

protagonistas deI ejercicio de su derecho, incorporando a

lo institucional estatal sus componentes culturales y

(31)

La concretización de un estilo de atención que rebase los

limites de lo curativo y que permita ejerc1tar una V1S1Ón

epidemiológica Gocial deI proceso salud-enfermedad, en el

que la noción de redes y de potencialización de lo local

como rescate de la diversidad de la realidad, permita

construir lo total a partir de lo particular.

La relación entre propuesta de abordaje de la salud y un

proyecto histórico de sociedad y de Estado que no puede

dejar de lado un planteamiento de desarrollo peculiar de

las sociedades latinoamericanas.

1.4 REGIMEN POLITICO Y POLITICA5 50CIALE5

Las reflexiones de las páginas precedentes cumplen la

necesi-dad de sustentar teóricamente los hallazgos empíricos que

provocó la extensa recolección de datos proveniente de fuentes

primarias.

El objeto central de este trabajo es la búsqueda de ejes

meto-dológicos que se fueron decantando en ese ir y venir de lo

teórico a lo empírico, y a lo teórico, sin que los elementos

conceptuales hayan podido resol ver de manera acabada las·

in-terrogantes surgidas.

regimen político-políticas

so-elemento metodológico antes que

de los otros elementos ya

anota-En esa búsqueda, la relación

ciales la abordamos, como un

conceptual, como fue el caso

dos en este trabajo.

Siendo las políticas sociales mediaciones entre el Estado y

sus ciudadanos, en su formulación se expresan los intereses

de los distintos grupos de la sociedad, su capacidad de

negociación, de establecer alianzas y de conseguir la

(32)

permite analizar a las poll.ticas públicas no como meras

propuestas tecnÓcratas apoll. ticas, sino como resul tantes de

variados intereses de clase, diferentes proyectos poll.ticos y

de relaciones en el marco de la correlación de fuerzas a nivel

in ternaciona 1 •

Creemos necesario profundizar un poco más en cada uno de estos

elementos para poder entender lo que significa la formulación

de la poll.tica pública. No podemos dejar de destacar, una vez

más, que estas reflexiones son guiadas por una realidad

histórica de lo que fue la conformación deI Estado

ecuatoriano.

PRIMER ELEMENTO

El proyecto histórico estratégico deI Estado, en algunos

paises dependientes y de incorporación tardia ai capitalismo,

presenta una tendencia a transformar a este Estado, pn

protagónico en la transición aI capitalismo. O, como hemo~

senalado, convertir a dicho Estado de oligárquico (de una

clase), a otro que representa los intereses deI capitalismo.

Este proyecto histórico estratégico trae como consecuencia

reformas estructurales dei Estado para cambiar sus formas

despóti cas y 01 igárqui cas, y desarroll ar una maquinar ia

moderna que funciona por si misma, "que sea capaz de percibir

el movimiento objetivo deI capital y de las fuerzas sociales,

y tradLlcirlo en políticas estatcdes" (Alejandro Moreano,

1989) •

La creciente despersonalización y despolitización de las

relaciones internas de la maquinaria estatal y de su

tecnoburocracia es una de

modernización. El Estado

las consecuencias de este proceso de

(33)

Estado-instituciÓn en el sentido de que él además de ser un sistema

de dominación es también una máquina que se mueve sola y que

est~ conformada por una cúpula burocrátia expresada en

procesos administrativos aparentemente despol itizados. Se

podría hablar que tiene una propia lÓgica, posee un saber

(estadístico), y un cuerpo de especialistas (tecnócratas).

Todo ello porque la propia organización interna de la

maquinaria estatal responde a una necesidad de conocimiento y

de intervenciÓn reguladora. Ese saber (estadístico) es para

entender y percibir el movimiento objetivo deI capital y

responderIa con políticas estatales.

En este nivel se configura el carácter estratégico de la

politica deI Estado. Ese carácter no es sólo en el terreno

económico sino en el terreno politico, en el ámbito de la

organizaciÓn deI poder (Alejandro Moreano, 1989).

Esa organizaciÓn deI poder se materializa en el orden juridicr

const i tuciona I y en I a fun c iÓn de 1 as fuerzas armadas corr,Q

garantes deI orden y como "monopolio de la violencia

legitima". Su papel es el de marcar los limites permitidos a

la acciÓn política. Ese poder de freno (o de veto) de los

militares se articula aI poder imperial dado el carácter

dependiente de nuestros paises. Esa relación con el

imper ia 1 ismo tambíén se traduce en 1 a co 1 ocac iÓn de 1 ími tes

tolerables y de hitos dentro de los cuales se da el movimiento

posible de la política estatal. En este sentido los límites

que coloca el imperialismo a través de organismos, por

ejemplo, económicos, como el Fondo Monetario Internacional, y

el Banco Mundia 1, también están presentes cuando el propio

gobierno norteamericano consolida o no, desautoriza o apoya a

SU manera las acciones estatali:!s nacionales colocándoles LIn

tope, que en este caso corresponde aI juego politico o a la

(34)

Lo que nos lleva a plantearnos interrogantes con respecto aI

segundo elemento que hemos destacado que sería:

Cuál es la relación deI Estado dependiente con el

imperialismo, bajo qué forma» se presenta, cuál es su

influencia en la formulación de políticas públicas?

SEGUNDO ELEMENTO

Especialistas en ciencias políticas y en dependencia, desde el

punto de vista de la comprensión de los paises

tercermundistas, han formulado algunas reflexiones con

respecto aI Estado en nuestros países.

Según Gunder Frank (citado por Martin Carnoy, 1988) el

carácter de la dependencia se expresa a nivel de la relación

deI Estado con la burguesia imperialista de la metrópoli, y no

de la burguesia local:

De hecho, este carácter dependiente y, en este sentido,

frágil dei Estado dei Tercer Mundo -dependiente de la

burguesi internacional y de sus E~tados metropolitanos en

los aspectos financiero, tecnológico, institucional

ideológico, militar; en suma, en el aspecto politico

puede ser considerado la caracter istica fundamental dei

Estado dei Tercer Mundo. (Gunder Frank, citado por Martin Carnoy, 1988)

En esta reflexión es la flaqueza de la burgLlesia local la qLle

aparentemente le da la fragilidad ai Estado. Del análisis dei

caso ecuatoriano, no podriamos afirmar que el Estado es frágil

luego de que él se convierte en el eje de la acumulación y es

el que consolida las reformas estatales para garantizar ai

sistema capitalista. Esto es confirmado con la afirmación de

Mar tin Carnoy cLlando destaca que 1 a fi aquez a de 1 a bLlrguesi a

local, en relación a la imperialista, lleva a ésta a intentar

fortalecer un Estado nacional (tornando así aI Estado más

autónomo en relación a la burguesia local), como parte dei

proceso de negociación entre las burguesias locales e

(35)

EI Estado dependi~nte pa~a Gunder Fran~ y otros analistas es

diferente deI Estado de la metrópoll, porque es organizado de

forma significativa para atende~ a las necesidades de una

poderosa bu~guesia internacional y porque las burguesias

locales son relativamente frágiles.

Frank y Amin concuerdan con Marini (citados por Martin Carnoy,

1988) aI afirmar que la burguesia local en las economias deI

Tercer Mundo es relativamente débil y que el Estado

dependiende es relativamente fue~te y autónomo, con respecto a

su burguesia local.

Cardoso y Faletto, asi como O'Donnell (citados por Martin

Carnoy, 1988), a quienes se los califica de teóricos de la

dependencia politica, colocan más énfasis en los conflictos

locales, en sus análisis deI Estado dependiente. Tendiendo a

ver aI Estado dependiente como subordinado de muchas de 1 as

mismas fuerzas deI sistema mundial, pero también subordinado

aI conflicto de clases nacional, y a la crisis de hegemonia.

Destacan ademAs, la dependencia con el capitalismo

transnacional, a través de 1 a burguesia local. O' Donnell, plir

ejemplo, lo conceptGa asi:

E 1 Estado coerción, nacionales intereses nalizaciÓn 1988)

debe contar con el consenso tácito, con la

el miedo y el apoyo de las fracciones menos

de su sociedad -la alta burguesia- cuyos

están intimamente ligados a la

transnacio-de la economia. (Carnoy, citando a O'Donnell,

Por otro lado, el problema de la crisis actual de la deuda

ex-terna ex pone, a cri ter io de Carnoy, otro aspecto: 1 a ex trema

dependencia de los Estados y de la burguesia financiera de la

metrópoli con cualquier crecimiento que haya ocurrido en

nuestros paises, y el poder concomitante de aquella burguesia

y de aquellos Estados (imperiales) sobre la economia nacional.

Referências

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