Leche

LECHEI

Sáo Paulo.-Em 100 amostras de leite crú, de estibulo, submetidos na cidade de S. Paulo & exame para pesquisas do M. lubercuìosis, obteve-se o seguinte: Em 6 casos tuberculose generalizada (cobais); em 24, tuberculose localizada (cobaia); em 46, alergia tuberculinica; em 2, presenpa de granula@es ou de germes ácido-resistentes, no sedimento-creme; e em 12 vezes isolamento do M. tuber- culosis, em meio de Lowenstein, a partir das lesões tuberculosas da cobaia. Veri- ficou-se, em tais circunst&ncias, a presenga de 30 amostras de leite crú portadoras de germes tuberculosos, o que permite estabelecer a percentagem de 30%. 0 presente trabalho continua a ser feito no sentido de coligir-se material de estudo mais volumoso. (Mello, Alexandre, e Mastrofrancisco, Natalino: Rsv. Id Anim., 25, obro. 1938.)

Reglamento de leche en Costa Rica.-Por un decreto dictado el 1” de abril de 1938 por el Presidente de la Republica de Costa Rica, se aprueba el reglamento sobre producci&, conservación, transporte, reparto, y venta de leche. Los distintos capftulos versan sobre definiciones generales, disposiciones generales, producción, plantas de pasteurización, conservación, transporte, reparto, y expendio de productos hkteos. (La Gaceta, 713, ab. 10, 1938.)

Disposfci611 sobre polvo para helados en Cuba.-La Junta Nacional de Sanidad y Beneficencia ha aprobado las siguientes providencias relativas a la importación de productos para la fabricación de helados: Se acompañar& de certificados expe- didos por las autoridades del pais productor, debidamente legalizados, ’ en los que conste que la distribuci6n de los productos es permitida en aquél, y que son de la misma calidad que los allf consumidos; se acompaña& de los r6tulos o etiquetas con que son distribuidos en el pafs productor, que indicarán la com- posición de los mismos, consignando su naturaleza en forma de un an8lisis químico y mencionando el colorante, derivado de la hulla que contengan; indicarán en qué forma y proporci6n han de emplearse para elaborar los helados, y si van a fabricarse en lo adelante en Cuba cumplirán lo dispuesto en el Decreto presiden- cial del 11 de mayo de 1927, que modifica el Art. 8 de las Ordenanzas Sanitarias. (Arch. & Rev. Hosp., 553, meo.-ab. 1939.)

Control en Estados Unidos.-El Servicio de Sanidad Pública de Estados Unidos emprendió en 1936 un estudio de los abastos de leche y control higiénico de los mismos por las autoridades locales, en poblaciones de más de 1,000 habitantes. Bas&ndose en las 2,654 (41% del total) respuestas recibidas, por cada 1,000 habi- tantes existen: 0.81 distribuidores de leche cruda, 0.17 plantas de pasteurizaci6n, y 5.5 granjas lecheras, aumentando las ultimas con el tamaño de la población, pero disminuyendo los primeros. Para el pafs, el consumo diario per cápita as- ciende a: leche, 0.33 lt; crema, 0.018 lt, y babeurre, 0.016 It, o un total de 0.364 lt, aumentando el consumo total en relación directa con el tamaño de la ciudad, y siendo m&s bajo en el sur y mayor en Nueva Inglaterra. Por termino medio, los distribuidores de leche expenden 116 lt diarios, las plantas de pasteurización 1,600 It, y las granjas lecheras 50. El tamaño de las plantas de pasteurización aumenta con el de la ciudad, y las granjas lecheras de mayor capacidad quedan en los Estados del Pacifico. Aproximadamente la mitad de las poblaciones clasifican la leche, aumentando la, proporci6n con el tamaño de la ciudad, y consis- tiendo la pr&ctica mds frecuente en vender leche cruda de una. clase y pasteurizada de otra. La leche pasteurizada certificada, disponible en 1.4% de las poblaciones a un precio medio de 20.4 centavos el litro, constituye 0.02% del abasto total.

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la pasteurizada de alta calidad, vendida en 39% de las ciudades a 12.4 centavos, representa la tercera parte de la producción, y la leche no clasificada, así como la pasteurizada de calidad inferior, vendida en 38y0 de las poblaciones a 10.7 cen- tavos, representa 4Oyo del volumen. La leche cruda certificada, vendida en 1270 de las poblaciones al precio medio de 18 centavos, constituye 0.5%; otras leches crudas de alta calidad, vendidas en 37% de las comunidades a 12 centavos, com- prenden 14% del volumen; y las leches no clasificadas y crudas de calidad inferior, vendidas en 62% de los municipios a 9.8 centavos, constituyen 12% del total. De toda la leche vendida en las poblaciones de más de 1,000 habitantes, 74.7Q/, es pasteurizada, 99.4% procede de rebaños comprobados con tuberculina, 35.2y0 de rebaños comprobados en cuanto a la brucelosis, 35’% de rebaños comprobados en ambas formas, 74.1% de vacas comprobadas con tuberculina y además pasteuri- zada, 20.5% de vacas comprobadas en cuanto a brucelosis y pasteurizada, y en 20.3% se aplican los tres procedimientos. La tercera parte de los municipios no consumen leche pasteurizada; en 135, o sea 5.9yo de las que contestaron, toda la leche de venta es pasteurizada, y en 1.9% toda es pasteurizada, salvo la certifi- cada. En cuanto a control, 36% de los municipios cuentan con ordenanzas, utilizando la cuarta parte la ordenanza del Servico de Sanidad Pública. En 22 Estados el organismo estadual encargado del saneamiento de la leche es el departamento de sanidad; el de agricultura en 12; ambos en 10, y en cuatro otro organismo. 5610 11.8% de las ciudades con ordenanzas locales emplean cuando menos un inspector de a tiempo completo para la fiscalización de la leche, cuyos sueldos varian de $700 a $4,200, con un promedio de $1,764. Algunos Estados 9610 fiscalizan las plantas de pasteurización o distribuidoras, pero la mayoría también las granjas productoras. Siete Estados tienen menos del equivalente a un inspector de leche de tiempo completo, y ~610 cinco cuentan con mas de 10. En las poblaciones con control local de la leche, los distribuidores de leche cruda son fiscalizados oficialmente 12 veces al afio, las plantas de pasteurización 24, y las granjas lecheras 8, tomando muestras 15,22, y 8 veces al año, respectivamente. La fiscalización es más eficaz en las poblaciones grandes que en las pequeñas, y en la regibn del Pacifico que en la del sur del Atlántico. El laboratorio del de- partamento municipal de sanidad examina muestras locales de leche en 25’% de las poblaciones; el laboratorio de distrito en 17’$&; el del Estado en 17y0; algún otro laboratorio en 17yo, y el 13yo restante no cuentan con laboratorio. El costo medio de la fiscalización asciende a 7 centavos per cápita al año, o sea un diecisei- savo de centavo por litro, o $14 por granja o planta lechera por año. (Pucha, A. W., y Frank, L. C.: “Milk Supplies and their Control in American Urban Com- munities of over 1,000 Population in 1936,” Pub. Health Bull. No. 245, Wásh- ington, 1939.)