El abastecimiento de agua: Un problema del medio rural Mexicano

EL ABASTECIMIENTO DE AGUA: UN PROBLEMA DEL MEDIO RURAL MEXICANO

ING. HUMBERTO ROMERO ALVAREZ

Ing. Sanitario de la Secretaria de Recursos Hidráulicos de México

Nada más representativo de las condi- ciones de insalubridad que predominan en el medio rural mexicano que el suministro de agua potable, problema cuya magnitud y trascendencia no es posible juzgar sin tener presentes factores de orden económico, social y cultural.

del campo son la miseria, la ignorancia y la insalubridad.

México, país agrícola.-Clasificado dentro del grupo de naciones de economía semi- colonial, México presenta todas las ca- racterísticas de un país fundament,almente agrícola, a pesar de los esfuerzos que en materia de política económica ha venido realizando el Gobierno para acelerar el proceso de industrialización. Por una parte es lógico pensar que la evolución completa requerirá aún mucho tiempo y que no obstante las limitaciones de su suelo y de sus recursos de agua, la población mexicana seguirá dedicándose preponderantemente a la agricultura.

Por otra parte, como resultado de sus adversas condiciones, el campo va siendo paulatina, pero persistentemente, aban- donado por sus moradores, que buscan en la urbe y en su industria mejores niveles de vida. Así, las localidades con menos de 2.500 habitantes (medio rural) que en 1940 comprendían el 65 % de la población, en 1950 solamente absorbfan el 58 %.

Hasta ahora, no ha habido aspecto alguno del problema agrario, por insignifi- cante que sea, que no haya sido estudiado y discutido ampliamente. Agrónomos, econo- mistas, sociólogos, educadores, representan- tes del pensamiento de México, sin discri- minación de ideologías y credos políticos, han aportado sus luces a la resolución de este problema. Todas han coincidido en

Los resultados de estos estudios han servido para orientar una acción construc- tiva constante, que ha sido característica de los programas gubernamentales en materia de mejoramiento económico, social y ma- terial de la población rural.

Lucha contra la miseria.-Se puede observar desde luego que ha habido una acción positiva para elevar el nivel econó- mico del hombre del campo: la reforma agraria con el “ejido” asegurando el usu- fructo de la tierra para el mayor número de familias (ya en 1950 habia 17.579 ejidos con 6.800.000 ejidatarios y sus familiares, esto es, el 26,5% de la población total); la política constructiva en materia de obras de riego, que hacen menos incierta la producti- vidad de la tierra, tan expuesta a la in- certidumbre de nuestros climas (de 1939 a 1950 inclusive se beneficiaron del riego 970.500 hectáreas de terreno, es decir, aproximadamente 81 .OOO hectáreas por año) ; el progreso de la técnica agrícola, con el empleo de abonos y semillas mejoradas (~610 de 1945 a 1950, la producción nacional de fertilizantes creció de 13.000 a 42.600 toneladas); el fomento y expansión de las instituciones especializadas de crédito, etc.

Sin embargo, el éxito, que es evidente en varias regiones del país, todavía no ha llegado a las vastas e inhóspitas zonas de algunos Estados del Centro y Sur de la República, donde el ingreso individual sigue siendo bajo, inferior a la cifra pro- medio de todo el país (1.465 pesos en 1950) ; pero su progreso económico, aunque a más largo plazo, está garantizado por la política firme que sigue el Gobierno en esta materia. Lucha contra la ignorancia.-La igno- sus conclusiones: los problemas más graves rancia secular de la gente del campo ha

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sido eficientemente combatida mediante la

Escuela Rural, aunque el tiempo ha venido a

demostrar que ésta por sí sola no basta para

liberar al campesino de su triple condena.

De aquí parten

los varios intentos

de

promover

y dirigir

en forma integral

y

simultánea

los esfuerzos de la colectividad

rural por mejorar su rango cultural,

eco-

nómico y social. Las Misiones Culturales,

.desde hace dos décadas,

y ahora los Centros

,de Bienestar Social Rural, son ejemplos de

tales intentos.

La capacitación magisterial, los programas

.de construcción de escuelas y la campaña

de alfabetización

complementan

la acción

,en materia

educat’iva. Los resultados, a

juzgar

por este último

aspecto, ya son

perceptibles: en 1940 el 58 % de la población

mayor de 6 afios de edad era analfabeta;

<en 1950, el porcentaje de los que no saben

leer ni escribir era 43.

Insalubridad

del medio.-El

problema de

la insalubridad,

con su secuela el de la

enfermedad, completa el cuadro trágico de

la vida en el medio rural. Basta observar el

predominio de las enfermedades transmisi-

bles como causa principal de mortalidad y el

hecho de que sean los padecimientos gastro-

DEL MEDIO RURAL MEXICANO

365

intestinales

los que mayor

número

de

defunciones causan en IMéxico (67.505 en

1952; es decir, el 16,7% de la mortalidad

general) para pensar desde luego en la

gravedad del problema de la insalubridad del

medio.

En la lucha contra las enfermedades, la

acción ha sido, hasta ahora, de carácter

preponderantemente

médico

(sanitario-

asistencial),

con buenos resultados

para la

salud colectiva. Un ejemplo notable es el

programa de protección antivariólica,

que

constituye

un gran triunfo

tanto por su

efectividad

como por su alcance, ya que

puede considerarse como el único programa

que ha llegado hasta el más alejado rincón

del medio rural.

Sin embargo, sólo una pequeña parte de

la actividad médica ha beneficiado directa-

mente a la gente del campo. La asistencia

hospitalaria,

la asistencia materno-infantil,

los programas de lucha contra padecimientos

transmisibles,

etc., son servicios que casi

han quedado circunscritos

a la llamada

población

urbana,

y apenas de manera

eventual se han ampliado a núcleos aislados

de población rural, salvo en casos especiales

como el de los Servicios AMédicos Rurales

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I’

FIG. 2.-El rio como fuente de abastecimiento de agua. Xótese como se lavan trastos de cocina y como se acarrea el agua por medio de “botes” y de “cántaros”,

medio rural mexicano.

que son las formas más

Cooperativos, que sirven a una población

media de 751.705 campesinos.

Independientemente

de estas limitaciones,

se considera que, en realidad, poco puede

esperarse de la efectividad

de una acción

médico sanitaria que no tenga como ante-

cedente, o que no esté respaldada, por un

programa racional y sostenido de sanea-

miento del medio ambiente. Puede afirmarse

que hasta ahora esta coordinación no se ha

realizado con la eficacia debida. En forma

excepcional, y sólo en ciertas áreas rurales,

se han emprendido programas de construc-

ción de letrinas o se han llevado

cabo

campañas de aplicación de insecticidas de

acción residual en forma más o menos

sistemática, que, evidentemente, han consti-

tufdo un éxito porque han llegado hasta las

colectividades más aisladas y porque sus

resultados han sido, más que una medida

específica contra la fauna anofelina, una

verdadera lección de sanidad para el hombre

del campo.

Abastecimiento

de agua.-La

escasez y la

falta de protección sanitaria son las caract,e-

rísticas del abastecimiento

de agua en el

medio rural, problema cuyo análisis es el

objeto de este trabajo. Excepcionalment’e se

encuentra una localidad

rural con agua

entubada en cantidad suficiente, pero aun

en estas condiciones, el servicio exclusivo

por fuentes públicas,

es decir, de uso

común, limita

de manera considerable el

empleo del agua, y el acostumbrado sist,ema

de acarreo por medio de “botes” o “cán-

taros” sin tapa alguna, facilita el contacto

con manos contaminadas.

Por los resultados obt#enidos en el censo

de 1950 se estima que sólo alrededor de un

15 % de la población rural cuenta con agua

ent.ubada, en tanto que el 85 % restame se

A bril

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FIG. 3.-Práctica común de lavado de ropa en el medio rural mexicano. Se aprovechan generalmente r&s y manantiales.

FIG. 4.-En algunas poblaciones serranas hay sistemas primitivos de conducción de agua, por medio de canales de madera, como el que aparece en esta fotografia de Tancítaro, Michoacán.

domésticas,

en aljibes, muchos de ellos

Aquí, como en todos los aspectos de la

descubiertos, como el típico “jagüey”

de la

vida rural, la miseria y la ignorancia le

Meseta Central,

en pozos o norias de

imprimen, cada una, un carácter especial al

construcción

primitiva

0 en corrientes

problema. Por una parte, la baja capacidad

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FIG. S.-En las poblaciones que cuentan con un sistema de agua entubada, ésta se distribuye por medio de fuentes públicas, de uso común, como la que aparece en esta fotografía.

servicio de agua, le impide afrontar

la

situación y, en tales circunstancias,

tiene

que depender del Gobierno Federal o del

Estat’al y de la ayuda de los part,iculares.

A su vez, el Gobierno Federal, que a partir

de 1946 creó la Secretaría de Recursos

Hidráulicos

para

at’ender,

además

del

programa de riego, las obras de dotación de

agua, se ve limitado en su acción sobre el

medio rural, por razones de orden econó-

mico.

La iniciativa

privada es un recurso muy

importante,

ya que el campesino general-

mente se muestra bien dispuesto a colaborar

en la solución de su problema del agua.

Esta cooperación, que comprende mano de

obra especializada y dinero en efect’ivo,

puede valorarse, según la experiencia, en

una t!ercera parte del costo total de la obra,

como promedio.

El bajo nivel cult’ural es el otro factor que

agrava el problema del agua. Desde este

punto de vista, con reducidas excepciones, el

panorama general que domina en todo el

campo mexicano se manifiesta por una igno-

rancia grande de los preceptos higiénicos y

al mismo tiempo por un desconocimient,o

casi absoluto de las técnicas más elementales

para resolver1 0.

Cabe mencionar, por último, dos circuns-

tancias que agravan

este problema : la

gran dispersión de los núcleos rurales, que

hace más onerosa su atención (de las 99.028

localidades que integran el territorio

na-

cional, 97.607 son rurales) y la presión

grande de los núcleos urbanos por su elevada

tasa de crecimiento (2,68 % anual).

Medidas.-Son

los mismos

aspectos:

capacidad económica y características cul-

turales, los que a su vez definen la naturaleza

de las medidas más viables para su solución.

Desde el punt’o de vista económico, y

dada la imposibilidad

de que un organismo

gubernament,al afronte por sí solo el pro-

blema de abastecer de agua potable a las

colectividad rurales, es menester que para

tal propósito se multipliquen

y coordinen

FIG. 6.-En los nuevos centros de población, creados en las zonas agricolas, se ha tratado de substituir la fuente aislada por un sistema múltiple de

servicios que comprenden, ad<mhs de las fuentes

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los esfuerzos aislados de las instituciones oficiales y privadas que tienen ascendientes en la vida del agro mexicano. Por la misma razón, es necesario que la acción se cir- cunscriba a las áreas de mayor importancia, tales como las zonas agrícolas desarrolladas o en proceso de desarrollo econ6mico, ya que en esta forma, una vez asegurada la adquisi- ción de bienes satisfactorios básicos, la colectividad rural está en condiciones de elevar, por sí sola, su nivel de bienestar social y material, y dentro de esta actitud, será seguramente el abastecimiento de agua uno de los problemas a los que dé mayor aten- ción, siempre y cuando haya una promoción y un asesoramiento oportunos que eviten los gastos dispendiosos en otras obras de menor trascendencia.

Hay que tener en cuenta también que siendo el abastecimiento de agua, como ya se dijo, un punto importante para el éxito de los trabajos de salud pública, es evidente que en su promoción se requiere una or- ganización sanitaria que responda eficiente- mente a las necesidades del hombre del campo. En primer lugar, es necesario modificar los presupuestos de los organismos oficiales que hacen labor aplicativa de tal manera que se considere como función básica el saneamiento del agua.

En segundo lugar, respondiendo a un principio elemental de administración sani- taria, debe instituirse el adiestramiento del personal técnico encargado de realizar los programas de aplicación, es decir, del oficial sanitario, sin cuyo concurso cualquier equipo de trabajo que actúe en el campo de la salud pública, es incompleto.

En este aspecto, puede considerarse que aún no han sido ultizadas convenientemente las facilidades de instituciones que cuentan con vasta esperiencia y con medios suficien- tes para la preparación de este t,ipo de personal.

CONCLUSION

Siempre será discutible el establecimiento de normas generales para la resolución de un problema tan complejo como es el de la insalubridad en el medio rural; pero en el caso especial de México es evidente que si! sólo pudiésemos proporcionar agua en cantidad y calidad adecuadas y al mismo tiempo asegurásemos las facilidades para una eliminación sanitaria de las excretas humanas, el panorama de la salud pública cambiaría favorablemente.