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La sanidad en Colombia

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de la

Oficina

Sanitaria

Famamericana

(REVISTA ~~ENSUAL)

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AVISO-Aunque por de contado despIi&gme el mayor cuidado ee Za setecdón de tos traãajqa publicadas in tato o compendiados. 8~20 los autores son solIdarios de Lo opiniones

oertidas, a menos que conste explícitamente Ib conrrario

Año 23 MARZO de 1944 No. 3 LA SANIDAD EN COLOMBIA*

Por el Dr. JORGE ELIl?CER GAITAN iifinistro de Trabajo, Hig;ene y Previsión hcial

Hay tres elementos que particularizan el problema social propiamente dicho, tipicamente social. Será, en primer lugar, la realidad biológica, el hecho de la existencia, el hecho humano. ¿Por qu6? Porque él es base fundamental, elemental de la existencia misma de la sociedad. Pero para esa existencia biológica, para esa realidad hombre, hay otro hecho fundamental, y es el hecho económico. No puede la realidad biológica sostenerse sin una serie de elementos económicos para au vivienda y au nutrición. Y como elementos intermedios entre estos dos, fundamentales a la existencia misma de la sociedad, tenemos uno de gradación, indispensable para la realidad biológica de la vida misma, que se nutre por esos elementos económicos, y que se llama de la capa- citación. Ea decir, la vida nos coloca con una serie de instrumentos, más o menos aptos, más o menos recortados o mas o menos extensos, para conseguir loa elementos económicos indispensables a la primera realidad enunciada.

Entonces, cuando se trata de estos tres fenómenos esenciales, hombre, hecho económico, capacitación, que los liga y permite establecer la reali- dad en ese binomio, tenemos los llamados, y loa que deben llamarse, por esencia problemas sociales, a pesar de que, como ya lo insinué, hay una serie de problemas que juegan su papel en el orden coIectivo y social que, no por ser sociales, pueden merecer la denominación de problemas propiamente sociales.

Un gran drama nacional.-Enunciaré el primero y fundamental de los problemas sociales, el referente al hecho hombre, dentro de la vida colombiana, anticipando que al analizarlo enuncio uno de los dramas más conmovedores de la realidad nacional. Pero no me bastará enunciar ante vosotros el hecho hombre colombiano, sino que será obligatorio de mi parte deciros cómo vamos a acometer la solución de ese problema.

l Discurso pronunciado en la C4mra de Representantes de Colombíí el 6 de noviembre de 1343.

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OFICINA SANITARIA PANAMERICANA pxarzo \,

¿Cuál ea esa realidad biológica del problema colombiano? Criterio indispensable éste, cuya importancia, a través de mi exposición, podrá ser señalada muy nítidamente, porque no podemos aplicarle a la solución de problemas que son de orden eminentemente colectivo, como loa pro- blemas sociales, un criterio individualista, que los contradice y que no ’ puede resolverlos.

La mortalidad infantil.-Tenemos, primeramente, como llamada de alarma en este primer capítulo del objetivo, que preguntarnos cuál es la cifra de mortalidad infantil en Colombia, no la de toda la mortalidad de niños, sino aquélla que se registra entre los de menos de un año. Ya mostraré las relaciones que tiene con el problema social, en el estricto sentido que entre nosotros equivocadamente se le da a esta denominación de problema social, limitándolo exclusivamente a los conflictos sociales, a los incidentes sociales, porque aqui se cree que problema social ea únicamente la huelga, saber si al obrero se le dan diez o quince centavos más o menos, y es ahí, dentro de esa concepción de inspección de policia, donde hemos estado actuando frente a los problemas sociales. Colom- bia tiene el 160 por mil de mortalidad infantil, en niños de menos de un año. Anualmente’ mueren en Colombia, y veremos después las causas sociales y las causas económicas del problema, 41,226 niños menores de un año, lo cual quiere decir que en este aspecto probablemente no hay otro país del mundo que nos supere.

El paludismo.-Y si seguimos analizando este objetivo humano, llegamos, en primer lugar, a otra de nuestras típicas enfermedades sociales: el paludismo. Tenemos una mortalidad anual de 18,000 hombres por paludismo y 3,500,OOO hombres enfermos de paludismo cada año. Pero hemos hecho estadística harto curiosa, cual ea la de sacar el ren- dimiento económico que la República pierde anualmente a causa del ataque palúdico, y según esa estadística, en ausencia de producción, por merma de capacidad laborante, se pierde una suma de cincuenta millones de pesos al año.

Nosotros solemos conmovernos en estos recintos cuando una per- turbación económica ataca a cualquiera de loa productos nacionales o a cualquiera de nuestras industrias, y estamos listos y dispuestos a dotar de todas las posibilidades de salvación al hecho económico que se ve cómpelido por dificultades de momento; pero lo que yo pregunto angus- tiado, es si nosotros le prestamos, le hemos prestado al factor humano, al factor hombre, la misma importancia, y tengo que contestar que no tenemos la misma sensibilidad para defender la materia, para defender el producto, que para defender el elemento humano, el hecho hombre, que ea lo primordial.

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de bocio. No tengo que hacer aquí la explicación porque es obvia y es . clara para todos que tal anomalía ocasiona profundas perturbaciones,

no solamente en la capacidad física y volitiva, sino especialmente en la capacidad intelectual, en la capacidad psíquica.

La anemia tropical.-Pero en ese cuadro que le hizo escribir a un gran colombiano, el Dr. Laurentino Muñoz, un libro con el título, no por cierto equivocado, “El drama biológico del pueblo colombiano,” tenemos algo que va mucho más adelante. Me refiero a la anemia tropical, y en términos generales, al parasitismo intestinal. Tomo el caso del examen hecho en 80 municipios de una temperatura de 18 a 30 grados. Pues . bien, nos encontramos con que hay afectados de parasitismo 98,648 sujetos, lo cual quiere decir que en aquellas poblaciones cálidas hay un 95 por ciento de parasitismo intestinal, de anemia tropical. En el Departamento de Cunclmamarca, en poblaciones del mismo clima, se examinaron 10,000 escolares y se encontró que de los 10,000 escolares analizados el 96% tiene parasitismo intestinal.

LCreéis, que en presencia de este cuadro, alarmante y tremendo como pocos, podemos encontrar una solución que se base simplemente en la retórica? CCreéis que sin acometer en forma metódica la lucha en favor de este elemento primordial, vale la pena hablar de reivindicaciones, de derechos, de democracia y de justicia? iCuál es la democracia, cuál es la justicia, cuál es la belleza, la concepción ética, cuál es la concepción moral que puede tener un pueblo roído por el paludismo cuya niñez , perece, y que presenta un fndice que no registra ningún otro pueblo de

la tierra, que se halle infestado según aquí lo hemos visto por las cifras que acabo de dar a conocer? CA qué hablar entonces de democracia de verdad y de justicia, si no hemos comenzado por hacerla para el hombre?

La realidad humana.-Me dirán, desde luego, que este primer objetivo, el objetivo biológico, es un problema demasiado grande, que hace falta demasiado dinero, y se aducirá toda esa serie de complejos que tenemos, para excusar nuestra incapacidad de realización. En general, los colombianos, y otros pafses con nosotros, encontramos como excusa para no realizar el hecho externo, el valorarlo subjetivamente y con ello disculpamos la falta de acción. En cuanto se enuncia un gran problema de esta naturaleza, cuya solución requiere esfuerzo, trabajo, acción,. podemos tener la certeza de que nos sobrarán excusas para obrar. Sin embargo, voy a anticipar uno de los prospectos que tiene el Gobierno en esta materia y hacer conocer a la Cámara una estadística, ésta sí exacta, que por primera vez se ha hecho.

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Para averiguar si nosotros estamos derivando los efectos transcenden-

tales que podrían derivarse de las inmensas sumas que el pafs invierte 1 en estas atenciones, voy a citar en cifras. Tenemos en primer lugar

que el Ministerio de Higiene gasta 7,313,674.24 pesos; el Ministerio de Obras Públicas, en labor del mismo tipo, 1,548,913.80 pesos; el Minis-

terio de Guerra, en atenciones del mismo orden, 300,320, lo cual da un l

total, por el tesoro nacional, de 9,162,908.04 pesos. Veamos lo que gastan los departamentos, y ello exclusivamente en aquella parte que se conoce aquí, por ser cuotas dadas para refundirlas con otras cuotas que la nación da, a fin de buscar los mismos objetivos. Los departa-

mentos gastan 1,879,194.40 para esta lucha. Los municipios apropian, . no en cuanto a sus partidas autónomamente gastadas y personal o indi-

vidualmente invertidas, sino en cuanto a contribuciones para obras que conjuntamente se hacen con la nación, un presupuesto de 1,005,509 pesos. Los departamentos y municipios destinan para obras de fomento municipal, 619,565.62 pesos. El Servicio Cooperativo Interamericano de Salud Pública (aporte de Estados Unidos), 1,750,OOO; Fundación Rockefeller, 80,000; Federación de Cafeteros, 788,069.63; loterfas, 1,530,-

276.11; producto de legados varios, 1,020,271.26; rentas propias de I beneficencia, 2,025,339.44; y subrayo el hecho de que aquí no están

contenidas las partidas votadas individualmente por los municipios para gastos separadamente señalados. Tenemos asf que en Colombia se gasta anualmente en esta lucha de higiene y asistencia social la suma

de 19,241,567.88 pesos; es decir, sumadas todas esas partidas, estamos ’ gastando actualmente en esta lucha más de veinte millones de pesos,

cerca de veinticinco millones.

¿Es una suma despreciable? ¿Es poco lo que el país gasta? Y si no,

Lqué sucede? Aquí está una de las cosas que el Gobierno desea hacer y I cree que podrá hacer. El servicio cooperativo labora por su lado. La

nación tiene su plan y hace su proyecto a su amaño y acomodo. Los departamentos realizan otro tanto. Otro tanto la federación de cafe- teros. Otro tanto los legados. Otro tanto los institutos propios de la beneficencia. Y todo eso sin sometimiento a plan de ninguna naturaleza, sin miras a ningún objetivo, sin que haya división de trabajo ni cen- tralización o federación para esta lucha.

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o de diez años, si se quiere algún resultado? ¿No sería conveniente para . ciertos ramos de la administración, especialmente éste, el que se refiere al primer elemento, o sea el elemento humano, que la Constitución dijese que los planes o soluciones que se acuerden han de llevar un lapso durante el cual se puedan cumplir, sin que puedan ser modificados por . nadie? CES posible, en estas materias, someter los planes y la actividad

a la contingencia electorera? LES posible que los hospitales y la sanifica- ción se hagan únicamente, como sucede con la mayoría de los problemas sociales, en razón de los votos que con determinado micro se pueden obtener para determinada persona, o tenemos necesidad de un plan? . El Gobierno se propone convocar a los entendidos en esta materia a los

delegados de todas estas entidades, para formar una federación; una federación que, desde luego, tenga en primer lugar el objetivo de su lucha. Necesitamos el mapa de la República; necesitamos que haya una dirección tecnica y que todos esos organismos estén actuando en razón de la coordinación general, a fin de que su labor tenga un criterio, una orientación sistemática.

El día en que se estudie y se haga ese plan, o ese mapa sanitario de la República, y cada una de estas organizaciones tenga una determinada .

tarea que cumplir, pero sin que esa tarea sea individualista, egoistamente realizada, que sea convergente a un fin previamente analizado, entonces podremos decir que esos veinte millones que no son dinero escaso, sino, al contrario, gran cantidad-creo que suficiente y que la República da I en todos sus órdenes-han de servirnos mejor para solucionar este

primer problema.

PUBLIC HEALTH IN COLOMBIA

Referências

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