Funcion de la enfermera de salud pública en la campaña antituberculosa

ETHEL SPRINGER y HERMELINDA VILLALAZ

L Jeje encargada y Supervisora, respectivamente, del Sewicio de 9nl1rd Pública de Pannrrxí

Un hecho mundialmente reconocido hoy es que, para llevar a cabo cualquier pro- grama de salud pública es necesario contar con equipos compuestos de personal de diferentes profesiones afines, entre las cuales figura la de enfermería.

Finalidad del servicio de enjermwia de salud pública en tuberculosis

Las funciones de la enfermera de salud pública están intimamente relacionadas con la finalidad de ese servicio, a saber:

1. Hacer que el individuo reconozca la responsabilidad que le incumbe como per- sona y como miembro de la colectividad de mantener la salud y evitar la propagación de la tuberculosis. La aceptación de esta responsabilidad la demostrará con buenos hábitos higiknicos y con su participación en los programas de mejoramiento de la salud.

2. Contribuir al mejoramiento de la salud del enfermo tuberculoso.

3. Participar en la búsqueda y control de casos.

Un buen servico de enfermería de salud pública en tuberculosis debe basarse en los principios fundamentales de enfermería de salud ptiblica. Para alcanzar esta finalidad las enfermeras deben desempeñar algunas actividades especiales que se detallan a continuación.

Funciones de la enfermera de salud pGblica en la campaña antituberculosa

1. Contribuir a que los individuos obten- gan el mayor grado de salud y felicidad posibles (para aumentar asf la resistencia del pueblo).

* Trabajo preparado con la asesoría de la En- fermera Consultora de la OMS, Srta. Franziska Glienke.

2. Participar en la búsqueda de casos, ya sea por medio de su colaboración en el programa de radiografías en masa y vacuna- ción, ya estimulando a todas las personas a que se hagan examinar por un médico (es- pecialmente las gestantes, los que padecen de catarros frecuentes y prolongados, y los que hayan tenido otras enfermedades dc las vías respiratorias).

3. Ayudar a conseguir rl diagn’ístiro de casos sospechosos.

4. Hacer que los casos con diagntjstico confirmado reciban tratamiento adecuado y se adopten con ellos medidas de nisla- miento.

5. Participar cn la investigación del medio

donde ha de vivir el paciente. i( 6. Ayudar a preparar el medio ambient.e

para recibir al paciente cuando salga de la instituci6n en que estuvo confinado.

7. Ayudar al paciente a su rehabilitacicin. 8. Mantener todos los casos y sus contac- tos bajo control.

Todas estas funciones se deben realizar en estrecha colaboración con el médico jefe inmediato, quien a su vez está subordinado a los fines de la campaña. También la en- fermera colahora con okas instituciones sani- t’arias y sociales. La educación sanitaria

representa un papel muy importante en cl _t desempeño de estas funciones.

La enfermera de salud pú.blica necesita ciertos conocimientos fundamentales y cier- tras habilidades que la capaciten para estas funciones.

Conocimientos básicos 2~ habilidades de la enfermera de salud pública

Para rendir un servicio efectivo de control de la tuberculosis, la enfermera de salud pública debe :

1. Conocer la importancia de esta cam- ’

Septiembre 19551 LA ENFERMERA EN LA CAMPAÑA4 ANTITUBERCULOSA 287 paña desde el punto de vista de salud

pública.

2. Conocer la enfermedad, los medios de prevenirla, su tratamiento y control.

3. Tener una cierta noción de las diferen- cias entre los individuos en cuanto a las reacciones físicas, mentales y emotivas hacia su enfermedad.

4. Entender los problemas que surgen en la vida familiar cuando hay un miembro afectado por la tuberculosis.

5. Una simpatía tolerant,e hacia las personas.

6. Un deseo de ser útil.

Debe además conocer los efectos de la raza, edad, sexo y posición económica del individuo o familiar sobre el desarrollo de la enfermedad.

Debe estar capacitada para reconocer y vigilar constantemente los síntomas de la tuberculosis en cada familia que ella visita.

Debe estar alerta para reconocer las necesidades de la familia y por medio de este conocimiento de los recursos de la colecti- vidad y el Estado, guiarla a la entidad que pueda ayudarla a resolverlos.

Debe tener presente que el objeto prin- cipal de un servicio es ayudar al individuo a asumir la plena responsa.bilidad del control de su propia enfermedad.

Debe gozar de buena salud.

Cómo trabaja la enfermera de salud pública Pertenece al equipo de salud publica y en muchas de las actividades que se desenvuel- ven y administran conjuntamente, represen- ta uno de los miembros más importantes y le incumbe una gran parte de responsabilidad.

Al realizar su labor no se limita a cumplir órdenes médicas y seguir procedimientos rutinarios. Desempeña una función creadora al prestar sus servicios de enfermería, de educación higiéncia y de supervisión de la familia. Tiene que usar su iniciativa y adaptarse a la situación que encuentre en cada caso.

Es esencial su contacto con la familia en el hogar. El Departamento de Salud Pública, por medio de la campaña antituberculosa,

pone los últimos conocimientos ya apro- bados, experimentados y bien maduros a la disposición de los servicios locales. Pero es la enfermera de salud pública, en los aparta- mentos y cuartos urbanos o en las chozas rurales, quien entra en contacto con la madre, con el padre, Juan y María. Ella es el último eslabón de la cadena que lleva los descubrimientos tan brillantes y benéficos de la ciencia a la familia en el hogar.

Tiene singulares ocasiones debidas al contacto continuo con la familia y muchas veces está a tiempo para actuar como con- sejera preventiva antes de que la familia pierda la salud y el equilibrio. El papel que desempeña en un programa puede describirse de la siguiente manera:

Se asemeja al médico por su interés en la medicina; a la enfermera de hospital por su adiestramiento básico; a la trabajadora médico-social, por su conocimiento de la colectividad y sus conocimientos médicos; a la trabajadora social por conocer a fondo la colectividad y tener un interés en la familia como unidad fundamente1 de su práctica. Pero, por su situación especial, puede ayudar más a las familias en la prevención de la tuberculosis. “Ella comienza a actuar antes que los demás; aún antes de que los tras- tornos familiares se conviertan en enferme- dades”.

De todo lo dicho deducimos que el servicio de enfermería de salud pública en la lucha antituberculosa tiene un especial alcance para el servicio que se presta a las familias y a la colectividad.

AVúmero de Enfemeras de Salud Pública por haDi¡antes

Provincia Población

__.__ Co16n. Bocas del Toro. Coclé

Chiriquí Darién.. Herrera. Los Santos. PanamA Veraguas.

90.144 22.393 73.102 138.136 14.660 50.095

’

61.422 3

248.335 32

106.998 0

Polivalente

-

l

.-. 6

16

Total ll

4x

So. de habitantes por enfermera

___. 1x s.ooo*

0 x 22.000 \r

1 x 15.000 1 x 17.000 0 x 1‘4.000 1 x 10.000 1 x 20.000 1X 5.100*

0 X 106.900 F

* Indica el número dc hahitatttcs por enfermera si todas las rnfermcras fueran polivd~ntc‘: o gcnera- lizadas, pero en Coltítt y cn I’attamx~ aprosimadamentr Ia mitad dr Ins rttfrrtnrtxs s ílo hwert servi- cios especializados.

situación y acometer un programa de educa- ción para preparar al pueblo antes de la realización de un trabajo intensivo.

Hasta este momento hemos delineado las funciones y actividades que deben de- sempeñar las enfermeras de salud públicaa en un programa antituberculoso. Entre nosotros estas funciones y actividades se efectúan independientemente, debido a ciertos pro- blemas que impiden una labor organizada y efectiva. A continuación enumeramos y analizamos algunos de estos problemas. Problemas que encuentra la enjermera de

salud pública en Panamú

1. Número reducido de enfermeras de salud pública: El número de enfermeras de salud pública por población es muy bajo. En toda la Repú.blica hay 81 enfermeras de salud pública (véase el cuadro), de las cuales 22 trabajan en servicios especializados, distribuidas así :

Campaña antituberculosa 11

Clfnicas de higiene social 6

Clfnica escolar. 4

Clinica de la Cruz Roja 1

El resto (59), trabaja en servicios gene- rales; 2 enfermeras de este último grupo trabajan en la Oficina Central de la Seccihn de Unidades Sanitarias.

De acuerdo con el Quinto Censo Nacional de Viviendas y Población efectuado en 1950, la República tiene 805.285 habitantes.

Como se puede wr hay 1111 promc-lio de 1 enfermera no especializada por rada 14.000 1 habitantes. Esta proporci(>n no está re- part,ida por igual en toda la Rcpúhlira. En la provincia de Panamá hay I rnfwmera por 7.700 habitantes, mient’ras que en la provincia de Veraguas, que tiene una

poblaci6n de 106.998, no hn!r enfermera 4 alguna de salud pública.

Est’a carencia dr enfermeras de salud pública no permite prestar un wrvicio completo de enfermería de salud públicri y. específicamente, en la campaña antituher- culosa.

2. Aprovechamiento de los serkcios dis- ponibles de la enfwmera de salud pública: En cuant’o a la campaña antit’uherculosa SC refiere, existen dos tipos de servicios de en- fermería :

1) La enfermera especializada que se dedica

exclusivamente a los problemas relacionados con una enfermedad especificia (la tuberculosis).

2) La enfermera general 0 polivalente que se dedica al cuidado de la familia, ayudándola a resolver todos sus proMemas, entre ellos el de la tuberculosis.

Considerando que el número de enfer- A meras de salud pública es pequeño, con-

viene comparar estos dos tipos de servicio para darnos cuenta de si estamos utilizando los servicios disponibles de la manera más eficaz y económica para llenar las necesi-

dades del pueblo panamefio. h

Septiembre 19551 LA ENFERMERA EN LA CAMPAÑA ANTITUBERCULOSA ENFERMERAS DE SALUD PUBLICA

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Polivalente Especializada

Objetivo:

Promover la salud y eficiencia de todas las perso- nas.

Cuidar a un grupo de pacientes específicos.

Prevenir las enfermedades. Colaborar en la erradicación de una enfermedad específica.

Responsabilidad:

Prestar servicio al individuo y a la familia, y asu- mir la responsabilidad de guiar a la familia en

la solución de sus problemas, ya sean de fndole social, médica o de otra de todos los miembros.

Es responsable del problema de su especializa- ción sin responsabilidad en la solución de otros problemas de la familia.

Area de trabajo:

Más reducida, mayor accesibilidad, mejores co- nocimientos de los problemas de las familias y de los recursos disponibles en dicha localidad.

Más extenso: Menos accesibilidad. Escaso co- nocimiento de los problemas familiares y poco contacto con los recursos.

Aceptación:

Mejor aceptación de la familia, la cual facilita el descubrimiento precoz de la enfermedad, porque no es identificada con una enfermedad específica.

Menos aceptación en la familia, especialmente cuando se trata de una enfermedad de signi- ficado social. Generalmente se relaciona con el

paciente después de confirmado su diagnós- tico.

Medios:

En casos de resistencia del paciente o de la fami- lia, hay muchos medios de captar su confianza y conseguir la colaboración de la familia. Por ejemplo : a través del servicio prestado a un in- fante 0 una gestante.

En caso de resistencia no tiene medios.

Educación en Servicio:

Mayores facilidades, por ser miembro de un grupo mayor. Educación basada en temas relaciona- dos con enfermería: nutrición, higiene mental, métodos adecuados para realizar la educación sanitaria y otros.

Xenos facilidades por ser miembro de un grupo menor. Cuando se efectúa, es de un grado ele- vado de especialización.

Xupervi&n del Personal Auxiliar:

Mayores facilidades. Menores facilidades.

Como se puede ver, la enfermera poliva- lent#e en la campaña antituberculosa no se limita al paciente y sus problemas, sino a todos los miembros de la familia y de la colectividad.

de la tuberculosis encargada de: 1) La coordinación de todos los servicios relaciona- dos con los de enfermería; y 2) Educación en servicio.

campaña antituberculosa, ya sean de salud pública o de otras instituciones del Estado, impide la realización de una labor efectiva por parte de la enfermera.

La función de la enfermera de salud pública dependerá de la eficiencia de estos servicios y de algunos arreglos especiales para satisfacer las necesidades existentes. El médico director de unidades sanitarias menciona estas necesidades en su trabajo, y repetimos que para que la enfermera de salud pública realice la labor que de ella se espera, son necesarias normas adminis- trativas adecuadas, es decir, un claro en- tendimiento de la división de responsabilidad y autoridad y un mecanismo eficaz de colaboración. Entre estas normas debe haber algunas que tiendan a proteger la salud del personal de salud pública que participa en esta campaña.

La enfermera de salud pública no puede practicar la medicina, pero la clase de ser- vicio que preste a la familia dependerá de las indicaciones médicas y de los acuerdos relativos a sus responsabilidades respec- tivas.

La falta de estas normas trae como con- secuencia una de las fallas mencionadas a continuación: Duplicación de servicios, ausencia de cuidados de enfermería, falta de continuidad de los servicios prestados a la familia y, en otros casos, un trabajo no ajustado a la necesidad de ésta. Como prueba de ello tenemos los siguientes ejemplos:

1. La enfermera de salud pública recibe un informe incompleto del Dispensario Nacional; con frecuencia no sabe el grado de actividad de la infección. Luego visita a la familia, hace la investigación corres- pondiente y devuelve un informe a la ins- titución mencionada anteriormente. De allí no recibe más informes sobre el curso que sigue la enfermedad del paciente, ni las indicaciones médicas. Sigue visitando a la familia, que es la única fuente de informa- cibn. Esto desprestigia y perjudica la labor de la enfermera de salud pública.

2. No se ha establecido criterio de priori- dad para prestar los servicios de acuerdo con

las necesidades del paciente y con las exigencias de salud públicas. Esto es de suma importancia para poder aprovechar de la mejor manera posible los servicios del personal con que se cuenta. Es imprescindi- ble la orientación de los médicos para la realizacion de este trabajo. Al establecer estas prioridades debe tenerse en cuenta, no solamente el exacto diagnóstico del paciente, sino también los factores psicológicos, ambientales, económicos, sociales, número de los contactos y edades de los mismos, y otros.

Otra de las pruebas de las dificultades producidas por la falta de las normas antes mencionadas, es la situación que existo entre la trabajadora social de los asegurados y la enfermera de salud pública. Una y otra se han encontrado en el momento de visitar a un paciente asegurado. La trabajadora social indica a la enfermera de salud pública que no es de la incumbencia de ésta visitar ese caso. La familia recibe consejos sobre su enfermedad y sobre las medidas de pro- filaxis de la trabajadora social mientras la enfermedad permanezca activa. Al final de este tiempo cesa la atención de estos casos porque pierden sus derechos de seguro. Como no se reciben informes sobre el cese de la atención del paciente, el cuidado de esta familia queda interrumpido al no seguir recibiendo las atenciones de la t’rabajadora social, que ha sido el único contact’o con la familia. Por regla general, las enfermeras de salud pública no visitan las familias de los pacientes asegurados, porque reciben in- formes de estos pacientes solo en raras ocasiones.

Esto nos ayuda a evaluar la situacion actual, que es mucho mejor que la situacion existente en años anteriores.

Septiembre 19551 L.4 ENFERMERA EN LA CAMPAÑA ANTITUBERCULOSA 291

enfermera de salud pfiblica debido a la falta de coordinación de los servicios y de acuerdos administrativos que indiquen las funciones 4 y responsabilidades de cada persona que _{participa en esta campaña, sea cual fuere la}

institución en que trabaje.

3. El número de enfermeras de salud pú.blica por una población dada es muy pequeño. En vista de este problema, hemos llegado a la conclusión de que sería pre- ferible que trabaje una enfermera de salud pfiblica especializada en el control de la tuberculosis en esta campaña y que todas las demás enfermeras de salud pública sean polivalentes.

k

4. La labor de la enfermera de salud pública es de gran complejidad ; de aquí que necesite cuantiosos conocimientos, destreza, técnica de enfermería, criterio justo, tacto, iniciativa propia, ingeniosidad, habilidad e interés por trabajar con la gente, excelente salud física, equilibrio emocional e interés por mantenerse al día en el avance de la enfermería de salud pública, no importa lo alejada que esté de los centros urbanos. Solo de esta forma podría enfrentar con éxito las responsabilidades que traen consigo las actividades de la campaña antituberculosa.

5. El servicio de enfermería debe partici- par en el planeamiento y ejecución de la campaña.

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