• Nenhum resultado encontrado

Tipos en La Cama Ghedin

N/A
N/A
Protected

Academic year: 2021

Share "Tipos en La Cama Ghedin"

Copied!
127
0
0

Texto

(1)

-l.

r-.

c::

n

ID

(j)

3

o C\ VI ::r

QJ

ID c..

S'

'< o

_.

--1

-< m '" .. 1"+ _. '"

e

(j)

3

'" .• - ."

"'C

'"

O

c.. (j)

m

'" :'«"""<:" ;" ;--_.

x O

n

O

e m

..., » ..,

(j), o-

VI

e m

n

3

» ;:c

O

'"

(1)

O O

o' O

m :2

'" »

3

(j)

:l

e

o ...,

O

- »

(j)

-O

VI

QJ

o • • ;:+ • ID

:::r

n

...

Q.J

QJ

::J:

(2)

,'"ocin.' ( (

(

l1pos en la cama es editado por EDICIONES LEA S.A, Chare., 5066 Cl41SBOD

CIudad de Bu¡;nos Aires, Argenrina. E-mail;in(o@ed¡cionc.slen.com Weh: www.c¡licinneslea.cnm.

Ilustración de mpa: Daniel LtJwy,

ISBN 918-987-6H-082,j

Queda hecho el Jep{-";'llo que eSlabiece 1:;1 Ley t 1.723.

Prdllbida Su repruducción wlat {) pnrdal, aSl como

su a!maeenamienco eleclt ónieo o mecánico.

Todos los derechos reservados. © 2008 Ediciones Lea S.A.

Primera e�.iJciün, 2000 ejemplares.

impreso en A

EH<i edtción se termínó Je impnnur en

Septiembre de 2008 éll. Printmg B00b.

Ghcain, Walter

en ¡a cama dIme cómo eres y te dllé cómo !o naces. 1, ea. - Buenos Aires. Ediciones lea. 2008,

256p. i 22,14 ,:rn - (Psicologíacol,aiana: 11

ISBN 97B-987-534-082-3

1. RelacIones Inlerpersonales, t Tllulo

CDa 158,2

violarme".

Introducción

-"Doctor, cada vez que hago el amor no puedo dejar de mirar el debo eyacular exactamente a los 45 minutos. Es una nece­ sidad que no puedo abandonar".

-"Me subl al auto y comencé a gritar como una loca.

hacerme callar. Yo empecé a patalear hasta que logré sacármelo de encima, Cuando la policía

cedido. No tuve más que decirles la verdad: mi marido intentó

-"Doctor, no se me va a parar, esa mujer es demasiado para mI." ",

-"No me interesa el sexo". a veces, muy pocas veces."

Estas y muchas otras frases se escuchan a diario de nuestros pa· cientes relatando las diversas formas que cada uno tiene de vivir, de expresar la sexualidad y sus problemas. Podemos agregar que mismas son tan variables como personas existen sobre la tierra,

La sexualidad, aspecto fundamental de la personalidad, está regl· da por las mismas reglas que confluyen y se amplia n en el armado de la trama personal.

Una de las caracterlsticas esenciales de la personalidad es la Sin· gularidad, por lo tanto, la respuesta sexual como comportamiento humano, está formulada por el mundo propio de cada Individuo. Si la personalidad es única, también lo es la sexualidad. Debe ser estudiada, evaluada, considerada a la luz de la historia del sUJeto. Sexualidad es singularidad" No existe un individuo que pueda perci­ bir, sentir, comportarse, evaluar al mundo y a sus congéneres de la

( )

(

Watter Huyo Ghedin I 5 (

ti intentó me preguntó qué habla su·

me toco", (

)

( ! ( , ! ) i ! 1 ) ( I (

(

, ( ,

(

(

(

(

(

(

(

(

Jo

(3)

r

I

, misma manera que otro. Podemos ser semejantes, compartir afini­

dades, ideas, creencias, ser compañeros de una misma ruta, mas no iguales. Sin embargo estamos habituados a formular opiniones, a enunciar conceptos sobre la vida erótica y la conducta sexual como si fueran verdades que nos competen a todos por Igual. Habría que aclarar que la tendencia científica a agrupar en "conjunto de ,ndividuos" o "muestras" es una estrategia metodológica para des­ cartar lo aleatorio de lo cierto, y que en las ciencias de la conducta la variable individual es un dato significativo a tener en cuenta. No obstante, la influencia del medio es determinante: impone concep­ tos, controla y califica el accionar de la gente e interviene en las construcciones de género. La vida sexual de las personas entra en

(

(

(

6 I Tipos en la cama Walter Hugo Ghedln 1 7

(

(

(

(

\

(

(

(

deseos, a la libre determinación sobre los cuerpos; y por otro, la "verdad" que impone el estatuto binario de género y sus rígidos

(

anclajes en la cultura del poder y la dominación

(

A pesar de la actualización de los roles sexuales, el aporte de las

(

nuevas teorías de género, el avance del concepto de diversidad sexual y otros beneficios, no creo que sean suficientes para lograr

(

una conciencia global basada en el respeto y la libertad. Diría que

(

son cambios mediáticos, más que esenciales. Las personas segui­

(

mos regidas por viejos preceptos que han alcanzado la cualidad

de mitos, engarzados con firmeza a los modelos culturales. Medir

(

con la misma vara parece ser la moneda corriente. Si existe un acto

(

que mide, existe un patrón que establece cómo se debe medir. La

(

subjetividad social coacciona para que la subjetividad individual se subordine a sus determinaciones. Lo "normal" queda establecido

(

por reglas que cumplen la generalidad de las personas. Aunque

(

muchos se fuercen por defender la libertad individual, la impronta

(

de algunos parámetros biológicos, socioculturales, religiosos echa

(

por la borda el tan mentado "cada individuo es único".

Si la singularidad es la esencia; el Si Mismo, es decir, aquello que

(

nos permite saber de nosotros, reconociéndonos, establece el mun­

(

do de relaciones. En la medida que sepa de mí podré separarme del

(

resto por los limites del cuerpo, del espacio y la subjetividad. Nada puede superar este grado de exaltación de lo humano que eS la

(

singularidad. La libertad, la confianza, la lealtad, la supervivencia, el

(

placer, el respeto por uno mismo y por los demás, derivan de ella.

(

de la personalidad es una tarea ciclópea, de múltiples fuerzas que acuden en su armado, pudiendo resultar una estructura con pobre dinamismo de adaptación por la escasa diversidad de rasgos y de estrategias de afrontamiento. En estos últimos casos, la constancia de sus conductas permite agruparlos en diferentes tipos psicológi­ cos, que sólo son indicadores de la estereotipia en la que están in­ mersos y de cómo las fuerzas de modelado social han contribuido, con sus esquemas reguladores, a generar la conflictiva interna que los sostiene.

La obra está dividida en dos partes: la primera desarrolla concep­ tos generales referidos a la personalidad y la sexualidad; la segunda profundiza en los tipOS psicológicos y cómo cada uno de ellos hace lo imposible pal'a dar respuesta a las exigencias de índole sexual.

Preferi no incluir casos clínicos (excepto los de Andy y Alberto que se citan en la primera parte y que han merecido un análisis espe­ cial para explicar el concepto de Sistemas Abiertos, Semicerrados y Cerrados de la personalidad). Los capítulos que tratan los estilos y los tipos psicológicos, van precedidos por una ficción en la que el personaje principal presenta las características dominantes que luego se desarrollan.

He abrevado en innumerables fuentes bibliográficas, autores que respeto, y en algunos casos suma el cariño por la afinidad con mi pensamiento y la comprensión piadosa, por qué no, de las vicisitu­ des humanas. Sin embargo, ha sido la experiencia de más de veinte años de trabajo, la que sostiene el contenido de este libro, y funda­

,

Puede parecer una contradicción que una obra sobre tipos psico­ lógicos, que agrupa las personalidades por rasgos comunes, resalta el valor de la singularidad. No es la Intención de estas páginas pro­ fundizar en las nomenclaturas ni abrevar en las clasificaciones para discutir los criterios diagnósticos, o la inclUSión de un trastorno en las mismas. Tampoco existe la pretensión de ampliar los anales de la psiquiatrra con reflexiones o el análisis de casos clínicos. Nada de eso ha movido mis ideas, ni la mano a la hora de expresarlas. La motivación que me gura está ligada a la curiosidad por compren­ der cómo los seres humanos organizamos nuestra vida afectiva, sexual e interpersonal, alcanzando en algunos casos el desarrollo pleno y en otros la inhibición y la patología. Creo con firmeza en conflicto. Por un lado, las fuerzas que tienden a la realización de la capacidad de superación, pero sé también que la construcción

(4)

...

( (

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

8 I Tipos en la cama

mentalmente la firme conviCCIón de que la defensa de la libertad, y el cuestiona miento de los modelos Imperantes, puede llevarnos a tener una vida rnás plena. Estaría feliz si dentro de unos años estas páginas fueran sólo el recuerdo de un tiempo de desamparo.

Walter Hugo Ghedin

(

( (

PRIMERA PARTE

Del modelo social a

la trama personal

(5)

r

conflaura

j

',1

1

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

'/Valler Hugo Ght>dln 111 Capítulo 1

Los inicios

L

os estudios bioiógicos se apartan de la singula idad para estable, ,

Cer pautas generales, Tratan de Identificar cuales son los aspec, tos comunes de la personalidad, acercándose a un concepto global: seres humanos, pertenecientes a una misma especie, emparentados con otras especies animales; con disposiciones genéticas e instintivas heredadas, donde radican las bases biológicas del desarrollo,

Desde el orden puramente biológico hay estructuras anatómicas y fisiológicas unificadoras (por la presencia y constancia de dichas es, tructllras en la especie humana), Estos sistemas de organización están controlados por la acción de los genes que traducen la Información de la especie cifrada en sitios especlficos de la cadena de ADN,

En el área psicológica definimos el rasgo como "unidades de expresión la personalidad", El conjunto de rasgos el carácter; aspecto visible o "!a forma de ser" de cada

Estos rasgos son el resultado de la organización de 1<1 trama cog­ noscitiva; la manera personal de percibir, sentir, pensar, y luego actuar, El caracter muestra el modo de ser; define "el estilo" de en relación al mundo, Los rasgos tienen más fle­ xibilidad y poder de adaptación que las estructuras biológicas, aunque aqueilos que definen nuestro carácter,temperamento SOIl

más estables y duraderos,

Los primeros años de vida tienen especial importancia en el ar­ mado de la trama personal, la influencia de las experienCias tem' pranas (carencias, traumas, exceso de proteCCión, etc.) modifican el umbral de respuesta basal con el que nacemos,

(6)

l

etapa dirioen

... " 12 ¡ ¡ípos en la cama

E! contacto con el mundo inicia una serie de procesos de madu­ y a la manera de un puzzle en el que se mezclan piezas heredadas y actuales, se irá construyendo la personalidad durante los primeros años,

Depender para crecer

los recién nacidos necesitan imperiosamente de 105 demás para sobrevivir: alimento, afecto, protección, No existen diferencias en­ tre el Yo y el entorno, Todas las experiencias son globales, totaliza­ doras, Incitan al organismo en generaL los procesos sensoriales or­ vivencias de acuerdo al principio de placer o displacer, Durante estos primeros años el medio ambiente y el niño mantie­ nen una relación necesariamente estrecha,-la maduración del siste­ ma nervioso es fundamental para que el resultado elel intercambio se establezca como Impronta personal

Según Millon, la polaridad Placer-Dolor sería efecto de estas prime­ ras transacciones con el entorno y establece las bases de los prototi­ pos fenomen()lógicos de las emociones: miedo, alegria, tristeza, ira,

En 105 primeros afIaS el niflo "aprende" a reconocer y a diferenciar las experiencias placenteras de las displacenteras, Una alta o baja e,timulación de forma invariable puede provocar cambios significa­ tivos y estables en el umbral de respuesta basaL Tanto la carencia como el exceso son perjudiciales: modifican los niveles de reactivi" dad neuronal y la ulterior expresión subjetiva en el área psicológica, los datos clínicos demuestran que los seres humanos que durante la infancia han estado privados del cuidado materno tienen más probabilidades de tener comportamientos dlsfuncionales o patoló­ gicos, Hay experiencias con animales que demuestran que la baja estimulación atrofia fibras nerviosas que nunca más se regeneran. En experienCias de aislamiento social se ha observado que los mo­ nos al llegar a la adultez tienen conductas de socialización deficien­ te y cumplen mal los roles sexuales y son incapaces de relacionarse con sus congéneres. Los niños con una estimulación inferior al nivel óptimo crecerán con una deficiente orientaCión sensorial y pobres relaciones sociaies SI se los compara con los niños que han recibido mayor estimulación En la adultez, el resultado de esta constante

(

(

Walter Hugo Ghedin 113

(

( sería la incapaCidad para dar respuestas emocionales a los hechos

de la vida: individuos distanciados del mundo, indiferentes, invaria­ bles en sus afectos, sin matices, Consfltuyen estilos de funciona­ miento solitarios, aislados, retrardos del entorno; "Indiferentes" en la escala de Normalidad: "Esquizolde"en el extremo patológico,

Existen menos trabajos sobre la hiperestlrnulación, Se puede su­ poner que si en el animal privado de estlmulación las fibras ner­ viosas se empobrecen y se atrofian, en un animal con exceso de estimulas se reproducen más, En realidad la abundancia provoca una reactividad exagerada del sistema nervioso. los receptores a los impulsos se tornan más sensibles y dispuestos para ser usados en forma urgente, Tanta inquietud interna necesitará la Imperiosa satisfacción por parte del medio ambiente, Freud suponla que tanto la infraesflmulación como la hiperestimulación originaban fijaciones en la etapa oral (lactancia), con la conSiguiente carga de energía libidinal depositada en esta primera fase del desarrollo psicosexual, trastornando el pasaje a las etapas ulteriores,

las personalidades inquietas, "buscadoras de placer", tendrlan origen en la alta estimulaclón durante la infancia, Además de "es­ tar sobre ascuas", son personas irreflexivas, impulsivas, audaces, inmaduras y dependientes, Están siempre ansiosas, qUieren que los demás se enteren de sus necesidades afectivas y exigen que sean cubiertas con rapidez,

(

El entorno asiste al niño en la construcción de la personalidad, Es

una influencia poderosa y decisiva, (

El niño aprende a diferenciar las señales que favorecen y refuer­ zan la reproducción de la vida (placer), alejándose de las que ame­ nazan su integridad (dolor),

Como organismo vivo luchará por la continuidad de su existencia y la actualización de sus potencialidades (Rogers), Los mecanismos intrlnsecos intervienen en los procesos de selección y adaptación al medio, dando prioridad absoluta a la continuidad de la vida

(

(

Separarse para ser

Más tarde el niño comienza a diferenCiarse de su entorno, ", esta las conductas se haCia el medio, El "No Yo"

(7)

( I ( ( ( I :1 ,� I

En esta etapa se establecen las bases para el segundo par de po­ laridades (Míllon): La actividad

(

modificar el medio) y la pasIVidad

Las figuras Significativas (padres, cuidadores, hermanos, etc) generan señales que gradualmente el niño aprende a df>codificar, además de reconocer las fuentes de los estímulos. Su organismo se adapta a los cambios de la interacción; adquiriendo un sentido cada vez más personal. En esta fase de contacto con el entorno el infante se siente impulsado a interactuar, a conquistar el mundo o a ser reactivo a éL Los procesos internos lo empujan a descubrir el medio en el que se desarrolla su existenCia, Acción y contracción son movimientos opuestos y persistentes en el diariO batarlar por la (

(

( 14; Tipos en la cama

aparece con total claridad en el campo perceptivo, La maduración de las estructuras del SNC y periférico, le permiten salir de la co­ modidad de su existencia para llevarla al mundo, En esta fase el niño se siente Impulsado a la actividad, iJ descubrir, d probar, a Investigar las infmitas posibilidades que esta n fUNa de él. También aprende a acomodarse, a ser paciente, plácdo, a reacCionar más que actuar, a dejarse llevar, a tolerar la obligada dependenm de sus progenitores,

WaltN Hugo Gheo¡n 115

el reto o el 0)0 vigilante que pero controla de CNca la nueva conducta. Hasta el padre más liberal, "progre", se siente perturba­ do por los juegos sexuales del niño,

Cuando el niño avanza en el reconocimiento del entorno cmnien­ za a comprender y a diferenciar las reaCCIones que provoca, Sus padres sonríen cuando juegan con él, mas cuando insista en frotar­ se los genitales verá cómo la sonnsa se convierte en desagrado, en grito repetido y sonoro: "iNO te toques ahí!",

El reto es un regaño, pero también un desafio: ¿Qué niño no vuel­ ve a realizar la conducta censurada?

En el preciso instante en que la censura imprime su acción sobre reactivo al medio),

la búsqueda espontánea del cuerpo sexuado se instala la idea de "misterio" sobre los genitales y las señales placenteras que en ell05 se originan. ¿Qué tiene de extraño esa parte del cuerpo? ¿Cómo r

puede ser que en mi propio cuerpo convivan regiones de las que es mejor apartarse?

En condiciones normales, la imagen corporal, o representación cognitiva del propio cuerpo, se incorpora al resto de las impresio­ nes del mundo interno, asl como a las del mundo externo, Es una imagen dinámica que acompañará cada cambio ffsico y emocional. En la adolescencia gana una importancia fundamental dadas las búsqueda de gratificaciones.

El niño choca con objetos, los abre, los cierra, los manipula, los r lleva a la boca. Acata los gritos de la madre o del padre,

se agita en un vaivén desenfrenado, se tranquiliza; serenamente se duerme quizás con alguna conciencia de que ha aprendido. El cuerpo acompaña ros fracasos y las recompensas con emociones bá­ sicas: temor, llanto, ti es la figura central en este proceso de au­ tonomía que se despliega en un contexto cada vez más espaCioso

El niño avanza desarrollando su autonomla en relación al entorno,

Los comienzos de la discordia

( Las experiencias erógenas también son valoradas en esta inci­

(

piente individualidad, Los órganos genitales, al ser rozados durante 1.1 higiene o cuando se "tocan" con naturalidad sus propios cuer­ (

pl)S, envlan señales placenteras. La llaneza y la espontaneidad de ( las acciones pronto se ven sacudidas por la reprimenda, la censura, (

(

complejas y rápidas variantes de esta etapa.

La extrañeza que siente el niño ante la OPOsllciélr que ejerce la pauta social es una influenCia poderosa para la interpretaCión cog­ nitiva del esquema corporal. El contacto Con los genitales y el con­ junto de sensaciones placenteras, pierden la naturalidad primige­ nia, La cultura de la oposición subordina a la curiosidad. A partir

ese momento, la vergüenza, el pudor social, la insatisfacción, el sufrrmiento, los prejuicios, la intrusión del poder, son algunos de los males que seguimos soportando sobre nuestros cuerpos

Si ia ofensiva del medio surte efecto el niño pierde la posibilidad de repetir con igual frescura la experiencia placentera. Coarta­ rá sus deseos, y por io menos mientras sus padres sostengan el estandarte de la represión del sexo, no querrán saber de ellos, Afortunadamente los niños son rebeldes, La sabiduría nace de esa rebeldía incipiente, Sí la fuerza Vital actudllLa el crecimiento, la Intensidad por "descubrir el mundo" estará Intacta en cada acción del infante. la exploración del cuerpo erógeno tiene el

(8)

.... .

m""I,t"

vidª

erógeoa q!le él<.pl.o:tilu

__

(

(

I

161 Tipos c:n la cama

direccional que la búsqueda de identidad en un entorno los niños con libertad para crecer; es decir, que han podido dar rienda suelta a su afán de conquista, estarán en mejores condiciones de adaptación y flexibilidad al medio: serán más asertlvos, maneja­ rán mejor sus emoCiones, vIvirán su sexualidad con menos tapUJos.

En cambio, aquellos que se han visto limitados a la exploración (represión, dogmas, rigidez de conceptos, agresión, etc.), tendrán que renunciar a sus deseos contra de la tendencia natural a la actualización) y adoptarán una conducta pasiva, con patrones de afrontamiento limitados, perceptiva, disminución o retraso en la competencia social, baja asertividad, relaciones interpersona­ les traumáticas y pobreza en al área sexual.

La

rebelión urge

Entre los 11 y 15 años de edad comienza un conjunto de cambios fisiológicos que alteran el cuerpo y las representaciones pslquicas construidas durante los primeros años. Sucumbe el niño, aparece el joven con su revuelta de hormonas, ansiedad, inestabilidad, torpe­ za, conciencia de grupo y una sexualidad que lo abre al mundo con unas ganas Inmensas de conquistar y ser conquistado. Además de ser una etapa que lo prepara para la independencia, la orientación hacia 51 mismo y hacia los demás, diverge para fusionarse en los distintos papeles de género.

las hormonas sexuales modelan el cuerpo de los jóvenes Sirvien­ do de gula fisiológica para la Identidad sexual, Los comportamien­ tos orientan a ios púberes hacia si mismos: atentos a la aparición de caracteres sexuales externos, a la figura corporal, a variantes emocionales que acompañan la nueva imagen. Se refuerza la sub­ jetividad asociada al género dando mayor solidez al marco de la

Será la Identidad de género pieza indispensable en esta fase de la socialización. los varones agrupados con sus pares compartirán sus de los códigos de masculinidad que fueron de tlos, cuñados, etc. Medirán sus sus para cumplir con las reglas Impuestas por la socio cultura. las niñas harán lo suyo con sus compañeritas: El

Wa te( Hugo Ghll'din 117 (

juego de té de la Infancia se transforma en "una Coca con amigas"; compartirán sus vivencias, la atracción por algún chico, la ropa de moda, hasta pueden animarse a confesar entre risas vergonzosas, sus primeras fantasías sexuales y exploraciones autoeróticas. La sexual'ldad adulta poco a poco desplaza la Inocencia, la ingenuidad hace alianzas con la sedUCCIÓn. El ánimo, los pensamientos, las fan­ tasías, los sueños se dejaran inundar por la nueva vertiente sexual. El SI Mismo pasa a ser una especie de gran receptáculo de nuevas Impresiones, fortaleciendo la imagen de si: El cuidado del nuevo cuerpo requiere dedicación y esmero. La

en el interior enciende los sentidos: la p'el se eriza al minimo roce; lós

ojos d

esgarran jeans, camisas, desanudan corbata _hj_s.t jaf cuerpo deseado al descubierto, la belleza del mundo se concen­ tra-en la figura humana y en sus Infinitas posibilidades erógenas. Por unos pocos años somos Miguel Angel Buonarrotl, esculpiendo

formas en los cuerpos de los otros deseados. Investir la figu­ ( ra apetecida es desnudar nuestra sensibilidad al grado extremo de sentir "derretirnos" cuando el otro nos mira, nos toca, o simple­ I mente nos desafla con pretendida indlte

I

Las dos tendencias que movilizan a la personalidad en esta etapa \.son El Sí mismo y Los Otros.

,

la fuerza hacia uno mismo descubre emociones, pensamientos, capacidades propias, nos empuja a la deCisión, a organizar un pro­ yecto de vida. Es "nuestra nueva realidad Interna", diferente al res­ to, aunque compartamos con los demás pautas comunes. El interés por los otros, paradoja por medio, ayuda a confirmarnos como se­ res Independientes. El entorno será una fuente de enriquecimiento i permanente de las experiencias personales. Se incorporan nuevas reglas sociales y culturales que sirven como modelos de crecimien­ to, y por qué no, de lucha y desafio.

El fervor sexual acompaña el interés eXistencial por descubrir córno somos, qué somos y para qué somos. Estas tres cuestiones fun­ damentales aparecen en la conciencia buscando alguna respuesta posible. la presión que ejerce el entorno determina la adquisición de roles sexuales fuertemente Influidos por las modelos culturales imperantes.

El medio debe servir de guia y favorecer la liberación y el desa­ rrollo de las capacidades personales. Si el medio no cumple eSa

(9)

( ( , \ ( '-,dividuo, presencia �\' ---.J. ( (

18 ¡ T,pos e:'\ !a cama

( función tutor¡¡, ° es demasiado exigente, duro, hiperprotector y as­

fixia las posibilidades innatas, convierte a los púberes en "adultos"

antes de tiempo, carentes de frescura, de espontaneidad, exigentes

y extremadamente formales, Han dejado atrás ia ingenuidad, la lor­

presa que despierta la Imaginación y, por so bre todas las cosas, han renunciado a defender su propia valía.

( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( ( .,

Walt01' Huyo Gnedlfl 11. Ca pítulo 2

Normalidad

&

patología:

Sistemas Abiertos, Semicerrados

y

Cerrados

Sistemas Abiertos a las Personalidades Normales, es de­ aquellas en las que prevalece la diversidad de rasgos, otor­

gándole a la conducta la dinámica necesaria paril afrontar las con­ tlngencías de la vida.

Los Sístemas Semicerrados se dlferer,eran de los anteriores por la acu mulación de rasgos que determinan un Estilo de funciona­ miento o Tipo de personalidad. También están incluidos dentro del espectro de la Normalidad. La conducta está levemente condicio­ nada por una trarna subjetiva algo más cerrada que en los Sistemas Abiertos.

Los Sistemas Cerrados o Anormales Se encuentran en el polo opuesto de la Normalidad. Son patológicos en tanto y en cuanto la

rig idez de los rasgos compromete la conducta. La [rama subjetiva (cognoscitiva) interpreta erróneamente los datos de la realidad, Hay respuestas invariab les y sufrimiento para sí y para terceros. Son de­ nominados Trastornos de la Personalidad

En el campo del Estudio de la Personalidad las diferencias entre Normalidad y Patolog ía son construcciones sociales o arl'ef¿lCt()s aunque tengan consenso g eneral y la respet abilidad la cienCia. A grandes rasgos se considera "normal" a comportamien­ tos o costumbres que son prototipos para el grupo de referencia del

(10)

l¡j" 1Il:: I ! ¡,}' ! , "¡ ,

, \1

( 20 I Tipos en la carna

slvas, conductas incomprensibles, reprobables, o poco frecuentes, serán consideradas anormales, pasando a ser el suíeto un enfermo o un i nadaptado sociaL Esta mirada peca de extrema parcialidad. El se arroga el derecho de determinar "lo normal y lo petoló­

que maneja arbitrariamente. Aclaro que me estoy refinendo a los móviles de la subjetividad social respecto a la per­ sonalidad y no a patologías claramente objetivas y delimitadas por la cienCia como verdaderos cuadros clinicos e incluidas en el Ele 1 del DSM IV o Manual Diagnóstico y Estadístico de las Enfermedades Mentales de la AsoCiación de PSiquiatras Americanos: depresiones, psicosis, trastornos en la alimentación, adicciones, disfunciones sexuales, trastornos de ansiedad, etc.

Toda definición de la Normalidad debe contemplar;

• La historia personal del suíeto.

• La capacidad y dinamismo para la adaptación a las exigencias de

la vida.

• Las relaciones interpersonales. • Apertura cognoscitiva.

• La imagen de sí mismo y la de los demás.

• Patrones de afrontamiento y grado para ser asertivo. • Cognición, inteligencia y afectividad.

• Libertad sexual versus censura y prejuicios. • Capacidad de introspección y empatía. • Visión democrática de la vida.

El discreto encanto de ser normal (no se

lo cuentes a nadie)

Las personalidades que funcionan como Sistemas Abiertos tienen rasgos estables, pero no rígidos: heterogéneos, variables, con pa­ trones de afrontamiento (formas de éncarar las situaciones Vitales) cambiantes; sufren )or circunstancias adversas, pero no se inhiben ni se regodean en el sufrimiento; aman sin dependencia, odian sin culpas innecesarias. Aceptan que el amor y el odio son sentimientos

I

Walter Hugo Ghli'din 121 (

humanos. no los ocultan. Viven las relaciones interpersonales con plenitud, sin entregarse a las demandas del otro con el nico fin de complacerlo. Promueven la reciprocidad, la intimidad, la soledad si es necesario; la solidaridad con conciencia social y no la candad del desuso. En el orden sexual se muestran libres de prejuicios, se en­ tregan a la relación Sin perderse de vista: sienten, gozan, redescu­ bren su cuerpo erógeno; se brindan a 51 mismos lo mejor y de esta manera se entregan al otro. Dejan de lado preocupaciones ligadas al rendimiento, a lo esperado, a las conductas asociadas rigurosa­ mente al género. La primacla es la del placer.

La Personalidad Normal es considerada un Sistema Abierto en constante interacción con el medio. Un fenómeno dinámico nlle

permite al individuo responder a las distintas circunstancias que le toca v·lvir.

Aunque aparente ser la resolución ideal, los Sistemas Abiertos agi­ lizan y mantienen constante la actualización de las potencialidades del individuo.

En el otro extremo encontramos Sistemas Cerrados que funcionan como verdaderas caías de resonancia, que además de interpretar a su modo (estático) los estlmulos del medio, los amplifican provo­ cando malestar: por ejemplo una emoción: el miedo. En la vertiente

"Normal", el miedo no tendría por qué sobresaltamos ni alterar la vida diaria (excepto en forma breve o por un estado de angustia). Podemos salir a la calle, seguir cumpliendo con nuestras obligaCiO­ nes, organizar un proyecto sin que sea un factor condiCionante. La aprenSión nos protege de una posible amenaza, La emoción puede acompaharse de sin tomas flsicos no alarmantes, breves, no inhibitorios. Nada que paralice ni comprometa nuestro accionar. En cambio, en los Sistemas Cerrados el temor es constante, (trastorno ( evitativo de la personalidad; trastornos de ansiedad, depresiones, etc). Los sujetos temerosos reaccionan con horror ante el mlnimo sensación de fraqilidad y vivencia de desintegración (Eíemplo: o de morir al sufrir un ataque de pánico).

Si el miedo produce reacciones tan diferentes en los Sistemas Normalidad) comparado con los Sistemas Cerrados (pil­ Abiertos

deducir que lo mismo ocurre con sentimientos tología), se

y el amor. placenteros como la

(11)

en torno a deseos y motivaCiones. Unas son

.

.

emo­ fruiCión, sin

Widter Huyo Ghed1n 123

Unos pocos salen más o menos indemnes de esta mntienda. otros profundamente golpeados SI para algunos la solución es atenuar el conflicto para crecer, para otros la saHda es ',a enfermedad; transfor.

"'dr el conf!lcto de la eXistenCia en un conflicto real La vida humalla g·.ra

biológicas, elementales para la superVivencia; otras son de índole afectiva; ambas promueven el desarrollo. En un Sistema Abrerto la vida emocional es congruente con el sistema de creencias que Inte­ gran la Noción de Yo (Rogers). No eXisten desacuerdos insalvables ni francos desajustes en las motivaciones. Un despliegue constante, uniforme de nuestras potencialidades más genuinas. El psiquismo tiende a actualizarse aún en situaCiones criticas al elegir estrategias de afrontamiento más eficaces Mantener la singularidad es un de.. safío crucial cuando los modelos imperantes asignan al avance hu­ mano pautas incoercibles bajo la aparienCia de éxito seguro Si en un Sistema Abierto hayaceptación ybúsqueda, en un Sistema Ce­ rrado hayfrustración e inhibición: un anclaje interno sin más salida que una espira; de insatisfacción constante yuna felícidad Inalcan­ zable. En los Sistemas Abiertos la búsqueda de estabilidad por parte del Yo admitirá la descarga de la tensión por medio de la sublima­ ción (convertir la tensión interna en actividades saludables). En Sistemas Cerrados la Intervención de varios mecanismos defenSIVOs (represión, negación, formaCión reactiva, desplazamiento, etc) in­ .. tentará a toda costa frenar o transformar la excitación interna.

El concepto de Sistema Abierto resalta la experiencia vital yen.. riquecedora con el medio. No está sujeto a fijaciones o conflictos

Internos. Hayuna percepción más clara yamplía de la reaiidad. Por el contrario los Sistemas Cerrados mantienen la tensión a ex­ pensas de fuertes ysólidos mecanismos defenSIVOs. Hayun déficit interno que hayque atender. El psiquismo no pierde de vista las brechas que se han abierto en

'su

camino (traumas) yva a hacer

lo posible para atenuar las consecuencias. El carácter yel compor­ tamiento estricto, o el desorganizado, remiten a la falla micial. la mala economra de reCUrSos Internos retroalirnenta el conflrelo au, mentando el nivel de excitación.

Entre ambos Sistemas (Abiertos y Cerrados) encontramos alter­ nativas que podrlamos considerar der¡tro del contexto de la Nor­ malidad. Llamo Sistemas Semicerradota quellas estructuras de la

se permite experi.mentar libremente

(

(

(

{

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

(

I

, "lt 22 I Tipos en la cama Un Sistema Abierto

ciones placenteras. Vive los sentimientos con

deseando que ia experiencia se repita. Es más, busca que la expe­ riencia se repita. No sufren "ansiedad por separación del objeto": no temen a la "probable" pérdida del mismo. Hayconfian2" en el otro; no postergan sus Inlereses personales, no reciaman innecesa­ riamente; tienen una viSión dara del problema e intentan resolverlo sin atajos ni golpes bajos. No hayactiTUdes de venganla ni eternos reproches No se pierden en el conflicto ni se dejan arrastrar por emociones descontroladas. Resuelven satisfactoriamente la vivencia de incertidumbre

Y

se entregan al conocimiento del otro yde sí mis­ mos en un Intercambio recíproco y prometedor. La reiteración de !a experiencia puede ser urgente sin ser ImpulSiva; medida ycauta Sin ser indiferente o despreocupada. En estas personas el Yo permite la expresión de la energía sexual, no tiene severas restricciones que se opongan. La función del Yo es relajada. Las defensas acceden, no reprimen. En términos de control SOCial las reglas incorporadas sirven de marco cognitivo

ó

de contexto para definir: el tipo de re­ !ación, el respeto, la expresión emoóona!, las medidas de cuidado de la salud fiSlca ymental, el grado de compromiso, la información que se dará a conocer, etc. Es un ajuste necesario, espontáneo, que remite a la naturaleza de ser seres sociales.

Para los hindúes existen cuatro deseos principales que mueven la vida humana:

_'" El deseo de placer, de éxito, el deber (No condicionado por el pasa·

/

do, ni eXigencias fuluras) y el librarse de las responsabilidades. Occidente, para cada

mentos de control cultural:

1)

Estrategias de represión (placer).

2)

Exaltación de determinados patrones de éxito en desmedro de olros menos exigentes ymás saludables.

3)

IlUSión, ideales, insatisfacción, pérdida de valores esendales (deber)

4)

jerarquía de responsabilidades, cuipa (desligarse de responsa­ bilidades)

Se nos hace creer que lídlar con estos deseos es ei sacrifiCIO que tenemos que pagar por ser precisamente humanos. Qué paradOja el destino del hombre: luchar contra su prop',a naturalela.

(12)

ci , ón de '''-

+

,

I

-'" ¡ ,,'

-+---�

, I ---

1

I

j

!

,,--"1

,

1--__ J

(

(

(

(

---1

24 r TipoS @n la cama

personalidad que han aglutinado algunos rasgos con el fin de dar respuestas eficaces a los estímulos, Tal convergencia será eficaz en la medida que la transacción interna no comprometa el desarrollo individuo, El Estilo seria la forma "especíal" que adquiere el carácter en el Sistema Semlcerrado, Ese "toque" o "pincelada", por mediO del cual reconocemos al otro,

Resumiendo'

En uno de los extremos del continuo hallamos los Sistemas Abier­ tos (Normalidad), en la parte media los Sistemas Semicerrados (Es­ tilos de funcionamiento o tipos psicológicos, también incluidos en el concepto de Normalidad) y en el extremo opuesto los Si

s

temas Cerrados (Patología) o Trastornos de la Personalidad,

Sistemas Cerrados (patologia) Trastorno Esquizoide Trastorno Esquizotipico Trastorno Paranoide Trastorno Histriónico

"

"'"

I

Trastorno Narcisista Trastorno Borderline Trastorno AntisOcial Trastorno Evitativo Trastorno Dependiente Trastorno ObseSIVO

Walter Hugo Ghedin ¡ 25 Supera Estilo Resentido Trastorno Negativista

,

CriSIS

Correlato Estilo Sufrido Trastorno Depresivo emocional

Caso 1

Andy es una mujer inquieta, con gracia y buen ánimo, Se po­ dría decir de ella que no es bonita pero la manera de ser, amable, abierta, expansiva, la transforma en una mujer bella, La chispa le sale por los ojos, su sonrisa es juvenil (aunque Andy esté cerca de los 40), invita a sentirse bien, Camina con pequeños saltitos, casi imperceptibles que acompaña con dóciles ondulaciones del torso y la cintura, Es suave, nunca torpe o grotesca, Puede ser muy sensual pero no se vale de atributos rlgidamente "femeninos", Cuando quiere jugar a ser "machona" lo hace en un estilo que no cam­ bia su imagen, al contrario, la refuerza como si quisiera demostrar a la mayoría de las personas que se equivocan cuando aseveran que "lo masculino" o

"10

femenino" deben inevitablemente ferencíarse, Ella dice que tanto hombres como mujeres le comen­ tan: "SOS tan transparente", Andy se rnuestra tal como es: sincera, amable, franca, fresca, vital, desprejuíciada, voluntariosa, solidaria; muestra sus ernociones sin contenerlas: acepta que puede amar y también od'lar, La pone muy triste la injusticia, la soledad, las pro­ mesas incumplidas y", la falta de amor,

Andy ha tenido un marido con quien fue feliz durante un tiempo breve, De esa unión nació un hijo a quien ama profundamente, De cómo terminó SU matrimonio no tiene buenos recuerdos: el consu­ mo de drogas de su esposo lo tornó un tipo violento, mentiroso, inestable, Dejó el trabajo, vivía a expensas de Andy, se rodeó de amigos nuevos que noche a noche, hasta bien entrada la mañana, tomaban y relan sin importarles la presencia del pequeño y de su mujer. Soportó durante un largo tiempo sin saber qué hacer. Tuvo miedo, por eJia y por su hijito, Ahora repite: "aguanté demasiado"; se dice tonta, boluda, masoquista, por haberse permitido tanta hu­ millación; se culpa por "no haber cuidado mejor a mi

Un buen día se animó y lo echó de la casa,

(1

protestó: tiró platos y revoleó algún electrodoméstico, un poco de escándalo; pero Se ,-"

(

(

(

(

(

(

(

(

(

, \

(

(

(

(

(

(

r ,

(

(

(

(

(

1-1. Normalidad Retracción social Poco convencional Desconfianza objetiva Sociabíl!dad Cu¡dado personal Emociones intensas Habilidad .. sociales Miedo Reciprocidad Pensamlento libre Sistemas Semicerrados (normalidad) Estilo solitario Estilo excentrico Estilo Desconfiado Estilo Expansivo Est¡lo Vanidoso Estilo Inestable Est1l0 Astuto Estilo Temeroso Estilo Sumiso Estilo Obstinado

I

e fué

(13)

(

(

(

26 I

TipoS

en la cama

(

Andy se reprochó pOI' no haber actuado antes; aun asi se sintió feliz y comenzó a hacer planes para vivir mejor.

Desde aqueila crisis han pasado varios años Andy no ha podido encontrar la felicidild que siempre ha deseado. Valora con creces la relación de amor que la unp d su hiJo, sabe que no cambiarla por nada su férrea voluntad y la Sln(e"ioad de sus sentimientos El fracaso matrimonral la hizo más fuerte: un nuevo trabajo, horarios

(

intransferibles para estar con su hijo: defensa del territorio ante los atropellos del ex-marido cuando el intenta alguna vuelta. Andy tlC­

ne recursos para protegerse en base a las experiencias pasadas y a la actualización de sus capaCidades, Pero Andy Sigue siendo en el amor de pareja. Ella dice: "Yo sé que soy una buena mina,

(

pero los tipos no me toman en serio. Quieren estar conmigo por­

(

que los escucho, les pongo la oreja y el corazón; me usan como su manto de lágrimas, lloran por los despechos que han sufrido o su­

(

fren con otras mUjeres. Soy una boluda, me toman de psicóloga"

(

También refiere que desde hace un tiempo no tiene orgasmos.

(

(

Evaluacíón del caso

(

Andy tiene razón respecto a sus relaciones amorosas: "la toman

(

de psicóloga", y aunque sabemos que no lo es, deja de lado sus

(

vivencias personales, sus ilusiones, sus expectativas con tal de es­ cuchar al otro, Andy disocia internamente la experiencia amorosa

(

en pos de internarse en la experiencia ajena, renunciando a sus

(

deseos. Se supone que toda relación con cierto grado de com ..

(

promiso se basa en la reciprocidad, "un ida y vuelta" constante. Andy personaliza el vinculo, lo asume como una responsabilidad

(

tácita, su "deber ser". Se obliga a cumplir con el otro brindándole

(

su asistencia, su ayuda. Ese despliegue de diligencia se traslada

(

al ámbito de la vida sexual. En la cama Andy sigue siendo de la misma manera, aunque ella pretende que el encuentro sea dife­

(

rente. Quiere que el compañero goce hasta las nubes mientras

(

ella trabaja y trabaja para que alcance la cima del placer. Cuando

(

ES el otro qUien hace, ella dice: "Me siento halagada". Para ella es hdíac¡o, para el otro excitación. Desentrañando íos fundamentos

(

Ue

la

conducta de Andy descubnmos aspectos significativos en la

(

matriz familiar: Única hija, madre enferma mental, padre rígido y

(

(

Waltcr HU9D GheUH' i

27

alejado por motivos laborales. Su pSlquismo ha tenido que elaborar una serie de recursos para afrontar las carenCias afectivas. Necesita agradar, ser querida: hace cuarenta años que está tratando de sal· dar la deuda qllt' le dejó el entorno. Comprende que la funCión de su vida ha Sido llenar un vaclo que las figuras Significativas no pu­ dieron llenar. Sólo el amor por su hIJO ie permi¡? entregarse a una relación de mutualidad. Su comportamiento general es bastante sao tisfactorio. Pasó por circunstancias desafortunadas: falta de afecto de sus padres, adicción del marido, frustración amorosa, criar sola a su hijo, etc. Ncise privó, h',zo cambios necesarios para enfrentar las fatalidades. Comprendió que su fragilidad era intima, extrema­ damente personal: los demá:; la velan "transparente, no frágil". La "transparencia" era el rasgo de carácter más conspicuo, una espe­ cie de don que le otorgaba a Andy una sabiduría innata atrayente. Con este atributo podía Intuir el dolor de los demás: incapacitados de traspasar el umbral de su propio ombligo. Aprendió a aceptar su rasgo más atrayente y a poner los limites si fuera necesario. Ahora sabe que toda entrega mereCe ante todo respetar su autonomía y estima personal.

El comportamiento de Andy cumple con las características de un Sistema Semicerrado, más cercano al polo de la normalidad que al de la patologia. La capacidad de Andy para encarar un tratamiento; "darse cuenta" de sus modos defensivos, el nivel de introspección, el cuidado de

51

misma, la amplitud del campo perceptivo, la me­

joría en las relaciones interpersonales (más Independientes), y el recupero de la actividad orgásmica, son todos signos positivos del cambio que ia psicoterapia ha provocado en el Sistema.

En la actualidad su forma de ser sigue siendo tan agradable como siempre. Sumó a su capital personal una visión más amplía de si misma y de las relaciones humanas. Ahora podemos decir que Andy ha logrado ser transparente: fundamentalmente para ella, no sólo para los demás. A lo largo del tratamiento Andy se fue acercando a un Sistema Abierto.

El caso de esta joven es un buen ejemplo para evaluar cómo las estrategias psíquicas pueden renovarse con el fin de conseguir una mirada diferente y útil sobre el

51

Mismo y sobre las cosas. También

demuestra que las situaciones críticas no son siempre motivo de inhibición, ni de fijaciones irreversibles.

(14)

"Jo

:!!"¡

li';!

,:." ,

(

(

" '--28 I Tipos en la cama :o

Caso 2

Alberto tiene más de treinta años. Su adolescencia marcó un cam­ bio que él califica como "decisIvo". De ser un jovencito flacucho, débil, sin entusiasmo por nada, pasó a tener, gracias a un discipli­ nado entrenamiento físico, un cuerpo que triplicaba sus volúmenes originales: musculatura exagerada y una facha de astronauta con traje espacial. Los conocidos comenzaron a decirle "campeón". Se sentla satisfecho, orgulloso de haber llegado a cumplir su propósi­ to. Sin embargo sus ojos no dejaron de tener una mirada triste. Fre­ cuentaba nuevos grupos y las chicas se fijaban en él. Tuvo flirteos amorosos que no llegaron a una relación estable. Asl inició su vida sexual con algunas jovencitas. Sentía atracción por el sexo opues­ to y evaluaba su rendimiento como satisfactorio; pero el placer máximo lo obtenía masturbándose. Pasaron años. Alberto siguió entrenando y mejorando el cuerpo. Llegó a ganar torneos de fisl­ coculturismo, con merecido reconocimiento social. Lo convocaban para dar clases, escribió artículos para revistas especializadas, viajó a trabajar al exterior, etc. Hasta que un buen, o mal dla, sintiÓ que perdla Interés por todo lo que hacía. Alteró el orden de las dietas, agregó suplementos, hormonas, estimulantes, pero nada modifica­ ba el malestar. Se volVIÓ ermitaño, taciturno. En poco tiempo fue abandonando todo, excepto unas pocas horas de entrenamiento, y se encerró en su cuarto (bien lejos de su familia y del mundo). Dormía y soñaba sueños interminables. Era protagonista exclusivo, en situaciones generalmente placenteras. Sentía animadversión por el mundo, mas no se irritaba; se entregaba al sueño y superaba cualquier antipatla. La familia, preocupada por este estado de las cosas, adjudicó los cambios a distintos motivos: "se habrá peleado con algún amigo ... o con alguna chica"; "Debe ser la cercanía de los 30"; y luego a cuestiones genético-sociales: "Ya pasará", dijeron "Esta familia siempre tuvo problemas". Esperaron en vano algún signo de mejoría; muy por el contrario: Alberto empeoró. Durante el dla no se levantaba ni asomaba siquiera la nariz. Se levantaba a la madrugada, cuando todos dormían. Tomaba posesión de la cocina y el living. Comía a sus anchas tirado en un sillón, miraba TV, fuma­ ba sin parar, etc. Algunas veces abría la ventana y se quedaba un rato largo mirando la calle. Con el tiempo se fueron alternando

pe-Walter Hugo Ghedin I 29

riadas de aislamiento y reaparrciones con algún interés social: volvía al gimnasio, a la disciplina de los ejercicios, las dietas hiperprotéicas. El cuerpo pasó a ser una especie de balón que se inflaba o desin­ flaba según las ganas. Los demás le pidieron que hiciera algo para cambiar. Se les rió en la cara. Para la familia pasó a ser un "vago". Sin embargo Alberto se "sentía bien así" SI uno lo confrontaba con la realidad, respondla: "me gusta dormir, soñar con cosas que en la vida jamás me ocurrirlan. El otro dla soñé que tenia una casa hermosa, moderna; nadaba en la pileta; alrededor un paisaje de montañas ... todo era tan lindo. Yo estaba en paz, feliz y en paz".

Se entregaba a los sueños con un placer indescriptible. Se desper­ taba para orinar en botellas de plástico. A la noche, aprovechaba para vaciarlas en el baño. Llegó a asearse una vez al mes; no se higienizaba los dientes, ni los genitales. En mejores etapas, cuando salla del ostracismo maloliente, se animaba con alguna chica. Con una de ellas consiguió salir varios meses. Comenzó un tratamiento psicoterapéutico, fue medicado con antidepresivos y antipsicóticos a baja dosis. La respuesta sexual fue deficiente: las mujeres le re­ clamaban un rendimiento que él no podía ofrecerles. Se excitaba durante el contacto, su pene adquirla rigidez, pero a la hora de pe­ netrar perdla la dureza inmediatamente. Reaparecieron con fuerza sentimientos de inferioridad. Les demostró resistencia. Fue inútil: el niño flacucho, esmirriado, avergonzado, volvió como un minusvá­ lido. Nunca volvió a tener el nivel de compromiso y la actividad de otros tiempos.

¿Qué pasó con Alberto? ¿Por qué no pudo continuar con los cam­ bios que se vislumbraban como promisorios?

Alberto transformó su imagen adolescente. De "tipito" escuálido pasó a "hombrote", una especie de disfraz de piedra sobre un tallo tierno, endeble, consciente de su blandura. Si su problema había pasado a ser el cuerpo, la fórmula era cambiarlo, transformarlo con férrea disciplina. No iba a esperar a que se dieran cuenta de que su cuerpo era el fiel reflejo de su impotencia, de haber nacido para ser perdedor. tilo iba a lograr antes. Para muestra basta un botón. Te­ nia la imagen de su padre disfrazado de empresario exitoso cuando el destino le deparaba una vida elemental. Y la de su madre, mujer de carácter en un cuerpo regordete; a quien la gimnasia la habla rescatado de las ollas y de dietas eternas para adelgazar. Alberto

( I f (

(

(

(

(

('

(

(

(

(

(

(

(

(

(

I

(15)

..

,�'

¡ I

¡

.i'

M

ucha se ha escrito o se ha dicho sobre la sexualidad, pero aún nos cuesta arribar a un concepto daro que pueda abarcarla. ¿Cada uno de nuestros actos está determinado ,;n mayor o menor grado por algún interés "sexual", o por una energla que tiene carga "sexual"?

Los conceptos vertidos por el psicoa.nálisis consideran que la sexualidad no es sólo procesos que entrañan el funcionamiento del aparato genital, sino una amplia gama de fenómenos, llámese excitaciones y conjunto de acciones placenteras no restringidas a la satisfacción de una necesidad fisiológica fundamental como seria el hambre, la sed, ia respiraCión, etc. Y que además, cuenta

con un desarrollo que comienza en el feto y se prolonga a 10 largo de la Vida.

(

La sexualidad se in icia temprano en la vida de las personas por la

ser parte de una experiencia cognitiva mayor, supremií, propia de nuestra especie y con capacidad de trascendencia. Parece mentira

(

(

(

30 I T,pos en la cama

(

(

pondrra f¡n de una vez por todas a tanta falsedad. Crera que la vida

(

humana era una larga batalla contra la mendiCidad con que nace­ mos. No debía mostrar su verdadero sentir Entendió que era posl­

confiar en él mISmo, entregarse a su propia motivación. Cuando se dio cuenta de que no podla mantener su objetivo, se recluyó en

(

el dormir, el soñar, en dejarse estar. Nunca la mendiCidad, más. El abandono puede ser también un estado del ser.

(

Alberto siempre funCionó a la manera de un Sistema Cerrado. En

(

estos casos los mecanismos internos se ajustan para lograr Cierto

(

grado de satisfaCCión y mantener el equilibrio.

correspondencias que trabaja con sus propios códigos de valores.

(

Alberto estaba convencido de que sólo cambiando el cuerpo podia

(

vencer el sentimiento de minusvalía in·,da!' Vive una buena etapa

(

en la que convierte los resultados del trabajo físICO en un proyecto de desarrollo personal. Mientras las defensas se lo permitan será el

(

protagonista de una breve historia de éxitos. Aunque no descollaba

(

por las relaciones sociales y 105 contactos que Uf: ellas

(

obtenida, aprendió a defenderse en el mundo con unas pocas es­ trategias de competencia social. El cuerpo habla

(

carta de presentación, exigla más que

(

mantenerlo entrenado.

(

De un dra para el otro, Alberto tomó candencia de que en realidad todo había sido un engaño. Nunca había sentido verdadero entusias­

(

mo, nunca se habra "jugado" por su destino, y lo peor: nunca más

(

Violar sus intereses más nobles, Así se encierra en su cuarto

(

al cobijo del resto del mundo. Las fantaslas y los sueños son su único conexión con el placer. Estos mecanismos remiten a un Yo que, en

(

un último intento, tramita alguna satisfacción con áreas menos en­

(

fermas. Los resultados son unas pOCilS representaciones con escaso

(

valor simbó!ico; simples migajas, como un mendigo que aguarda la

(

moneda para sentirse el más feliz de 105 seres sobre la Tierra.

(

(

(

(

(

(

(

nunca Es un circuito de haber a ser la y dedicación para

W¿¡lter Hugo Ghedml31

Capitulo 3

Una aproximación al concepto de

sexualidad

,

sencilla razón de que todo proceso estructurante de la personali­ dad tiene lugar en los primeros años

\

SI los adultos contamos con la madurez y evolución de los tejidos, órganos, y trama subjetiva es porque, a lo largo del tiempo, hubo infinidad de factores que fue­ ran confluyendo, reuniéndose para formar una estructura superior, compleja y diferente a la suma de partes, La sexualidad es un aspecto fundamental de la personalidad y está sujeta a las mis­ mas reglas del desarrollo, Dejamos atrás la actividad instintiva para

(16)

tene

!

l¡lersonas-l La identidad"

)

(

(

(

l' ,

(

\

(

(

,

(

'

(

,

(

Walter Hugo Ghedin ! 33

puesta (Ejemp!o: IntenSidad de estimulación para lograr una buena lubricación), a los impulsos, a la capaCidad de sensibilizarnos frente a los estímulos, etc. El hombre no es mente por un lado y cuerpo La sexualidad integra la dimensión biológica a la psicosocial y la

A la edad de 2-3 años los niños ya poseen la convicción de que son niños o niñas. Incluso en el caso de que las estructuras biológi­ cas sigan su desarrollo normal, las personas tenemos que hacer una

"adaptación" para "sentírnos hombres o mujeres".

(

La identidad de género está referida a los aspectos psicológicos de ia conducta y por supuesto a la trama subjetiva de la masculinidad El sexo biológico y el género pueden desarrollarse de una forma opuesta como ocurre en los desajustes de la identidad sexual, en los cuales se tiene la certeza de tener un "cuerpo equivocado", que no COIncide con lo que el sujeto siente que eS.

En Intima relación con la dimensión psicosociaL Es el "molde" que nos impone el entorno, las normas de comportamiento, los valores éticos y morales, pautas de sociaUzación, etc. Las mismas pueden ser variables, din micas y de ninguna manera deben validez un iversal ya que no pueden aplicarse a todas las fami­

luego la escuela, los clubes, las in,titudones religiosas, la influencia de los medios de comunicación, los adelantos y cambios que impone la ciencia, etc.

Todas estas dimensiones no son estables, están sometidas a cons­ la fisiología, los estimulas del me­

í

(

(

(

(

(

(

"

(

32 I Tipos €!1 la cama

que para algunos la sexualidad no debe superar el condicionamien­

!

to instintivo Volver a él es no separarnos de "lo natural".

La sexualidad no es instinto, o puls!ón en tanto y en cuanto no se puede limitar a una fuerza biológica que se une a un objeto sexo opuesto) con el único fin de la procreación y la continuidad de ia espeCie. El instinto está determinado por la biología y su fin es mantenernos como organi.mos dentro del mundo de la reproduc­ ción y maduración biológl a. Freud, al referirse a la sexualidad in­ fantil, pone de manifiesto los variados caminos que toma la energía libidinal otorgándole valor erógeno a distintas zonas corporales que nada tienen que ver con la especificídad del coito, pero son áreas productoras de placer. El objeto investido por la libido es variable y contingente. Se construye, se genera. Las pulsiones no están das a un objeto, ni al COitO. La ley de la continuidad de la especie tampoco puede subordinar al coito las pulsiones parciales que dan valor erógeno a otras regiones corporales. En la obra de Freud, la pulsión sexual es tan diferente que la separa de las otras pulsiones, como las de autopreservaClón (comer, dormir, etc). Su concepción es dualista. Las pulsiones parciales están desde el origen y tienen carácter polimorfo. Generan tensión que cede al ponerse en con­ tacto con su fuente corporal. No hay un objeto determinado, hay una fuerza, "un empuje", que se va ligando de manera peculiar a objetos y representantes de esos objetos. Diferent s uniones con el fin de lograr la satisfacción, bajando la tensión. Este destino de las pulsiones tiene carácter único en cada individuo. Es el comienzo de . la configuración de un universo personal dentro del gran mundo que nos rige como especie.

tantes cambios que nos impone Freud estaba más interesado por saber cómo el deseo sexual deter­

mina la salud individual y las patologlas que derivan de su represión.

La dimensión biológica

Abarca desde los determinantes genéticos, el sistema endocrino (hormonal), y las diferentes vlas nerviosas que confluyen en una misma estructura psicorisiolóqica, sobre la que se construye la con­ ducta sexual humana. Cuando hablamos de biolog!a de la sexua­ lidad también nos referimos a los umbrales de estimu!ación y res.

por otro. Es un todo integrado y dinámiCO. dimensión cultural.

La dimensión psicosocial

o la feminidad.

La dimensión cultural

lia es el primer "molde" o "matriz de

dio y el accionar de nuestro psiquismo.

. ---

..

(17)

.'1

)SE ti. E

U. WS .i. J ¿¡C1U2JLX;a 32 @12t&ilts _nJ ¡ ,la "2 ti a

r+

,&,U. 2& ,.&$&#&$

r

O

Vl

""O

O

Vl

""O

Vl _. n

O

-O,

lO

n

O

Vl VI m G\ e 2 o » :Al -; m

(18)

{ ( ( ( J I

J

" I, , , Walter HIJ'9.a Ghe'aAT'l137

Capitulo 4

Los indiferentes

D

esde hace un tiempo Maria se ha fjjado en Esteboo. Es el com­

pañero de facultad que más la atrae. Ella dirá: no es lindo, pero tiene misterio.

tillO

se deja ver mucho fuera de las aulas, pocas "eres concurre al bar (espera que los demás se hayan

ido);

casi no con nadie y en las clases permanece c"lIado. Maria no sabe si está atento o si vuela por otros mundos. Vive para adentro.

Una tar<le, Esteban se acercó a Marfa. EUa 1<, invitó a sentarse. Charlaron un rato de distintos temas. Le dio la impresión que Es­ teban no deda todo lo que quería decir habló de la carrera (no sabia si iba a como psicólogo), que vivla <:on sus padres, de sus libros preferidos; dijo también que le gustaba la música (María lo habla intuido: habla escuchado por ahl que los melómanos son todos tacitumos). Sólo fueron unos pocos comentarios. Maria es­ peraba algo más. "No le brillan los ojos", pensó. El pensamiento le pareció absurdo y se olvidó al segundo.

Al otro dla Maria lo esperó en el bar. Esteban marchaba directo al aula. La saludó de lejos. Maria miró el reloj, faltaba más de media hora para el comienzo de la clase: -"Ayer habré dic;ho algo que le molestó, soy tan torpe", se reprochó la joven.

Se encontraron a la salida. Fue Maria la que se acercó. Esteban contaba las monedas para el colectivo.

-Hola.

-Hola -la saludó con un beso.

ti

tenia las mejillas frias. fila le pasó la mano por la barbilla.

pinté un poquito! -mintió. Lo quería tocar.

ti

hízo t:Ji1 corte

de hombros y se rió. ( J ( ( I ( ) ( ) ( I

( I

( I

(

) (' J (

(

í

\

f )

(19)

(

v

.

j

¡

"iPor fin una''', pensó Maria De un impulso le pasó su brazo bajo el de él. hasta meter la mano en el bolsillo del sobretodo. Se aferró a la mano del joven. Esteban dejó caer la cabeza y le besó

Esas porquerías para dar calor; queman oxigeno .. es preferible

cagarse de fria.

ña. Sintió el beso en la frente y las manos de Esteban bajando Simétricamente hacia

105

muslos. No sabía por qué se los apre­

taba tanto; tampoco entendía por qué se le venia a la cabeza la imagen del vecinlto que era lisiado y andaba todo el día aferrado a las muletas. Abrió los ojos. Quería Ver a Esteban en toda la di­ mensión de su misterio. Vio los oJos cerrados, el coño fruncido,

105

labios en trompa; parecía cavilar. No había estado nunca con

un hombre asl. De haber estado lo recordaría. Todos hablan sido tan previsibles, tan llenos de mañas. Crela haber conocido todas las mañas de los hombres; de la mayoría, claro. Esteban era de otra categorla.

I

se dobló como una caña y cayeron al piso. los suaves labios

del joven bajaron dando besos, todos cortitos, suaves. le metió la lengua en la oreja. María se retorció de placer.

¿Cómo supo que era su punto de excitación?

Confirmó que estaba con un hombre cabal, un matemático del goce que toma a la mujer como un problema a resolver. Cada pun­ to eran ecuaciones. los demás los descubrían a los manotazos. Es­ teban concentraba en ellos toda su cíentifica energía.

la Cama tendida. AIII estarían más cómodos. Esteban seguia dale que dale con la oreja.

Y

ella ... El ¡rlo de las baldosas le habla bajado

la excítación. ¿O el punto aUricular se había agotado? Esteban se habría dado cuenta. Ella era el problema. Cómo podia ser, mUJer, que estando con un hombre tan perfecto se dispersara. Se puteó a sí misma y a las baldosas frías. Nimiedades. Mujer tonta. Ella no se merecía un hombre así.

Comenzó a sentir el pene de su amante cada vez mils largo, duro. Respiró aliviada y caliente. El miembro rlgido era el sable corvo que le faltaba al Rey. Se revolvió bajo el cuerpo de Esteban que no para­ ba de mover la pelvis; la parte animal separada de todo aparejo.

"Estoy con el rey y con el bárbaro", le gustó pensar a María entre tanta agitación. Estimó que gritar Un poquito no vendrl. nada mal:

ti

podla ser muy místerioso pero al fin y al cabo la naturaleza man­

da en estas cosas.

Walter Hugú Ghe-dm

139

quedó observando el recorrido del colectlVo, pareda que -Llega hasta Pompeya .. yo me bajo antes -dijo ella.

(

(

r

(

(

(

(

38 f 1 ¡pos en la ca!TIa

"Se ríe sin ganas", pensó la joven.

ti

se

balbuceaba por la forma de mover los labios. -Yo también -dijo él muy seguro.

la frente

mente de la comparación. Entraron en la casa de Maria. sorpresa no fue así.

-¿Dónde tenés el baño? Me estoy meando.

ti

se

estufita de cuarzo.

miedo ... ¿Y si era un psicópata, un degenerado?

-Ah, sí .. -dljo Maria aliviada. la trajeron de

avanzó sobre el

Bajaron antes de la Avenida Sáenz. Caminaron juntos tomados del brazo: trenzados, inseparables, uno para el otro. Cada tanto él le daba un beso, a su manera. A ella se le vino a la cabeza el rey de España besando en la frente a la reina: "Es iqual". Se olvidó rápida­

-iExacto, exacto, exacto! "Seguro me va a preguntar si no me da miedo .vivir sola". Para su

ti

siguió chupan do.

-ISí, sí,

51'

-Al fondo, después del patiecíto -respondió descolocada-. "Es diferente, es un tipo bien diferente". Aprovechó para Ir al cuarto y tendió la cama. Esteban aparecró a

105

pocos minutos. Se habla lavado la cara, tenía el pelo mojado y tirado hacia atrás.

sentó en una silla del living. Ella encendió el horno y una -Tené cuidado con "esas" cosas, -dijo Esteban con voz grave. -¿Con qué cosas? -preguntó ella con una sonrisa tensa: Por un segundo se le ocurrió que ahí se terminaba todo el misterio. Tuvo

Se rieron juntos. La palabra "cagarse" y los dientes de Esteban nuevo a la flerra de los mortales. Tomó envión y joven que permanecla sentado sin inmutarse. "Debe estar cansado", pensó María. Esteban la amarró de la cin­ tura, y apoyándose en ella, se incorporó. la acción torpe la hizo trastabillar y se fueron los dos hacia atrás. Volvieron a reírse.

ti

Referências

Documentos relacionados

Em relação ao Poleiro das Almas, este e descrito como um espaço onde as almas se recolhem por um determinado período de tempo, chegando até mesmo a se empoleirar na

(2014), por possuir abordagens em AICV com base em critérios socioeconômicos e funcionalidade de recursos. Considerando que a substituição em AICV é uma

Como as compras do período foram menores que a demanda do período (cerca de 17.612 unidades), o custo total calculado será maior se compararmos com o custo total das

Como conclusão, não se observam revistas especializadas nesta sub-disciplina de classe A sendo que, em termos comparativos, as revistas de topo são B+ e têm um

Esta primeira parte tematiza o despertar de Adèle Toussaint-Samson e de Nísia Floresta para a escrita, buscando entender como a profissão de escritora relacionou-se com o

O material utilizado para a conceção do modelo de análise foi baseado numa revisão da literatura da psicologia social e organizacional e também de alguma literatura em economia

Este conhecimento deve partir sempre do seu médico, devendo este utilizar linguagem simples e corrente (algo já referido anteriormente), de forma a que o doente perceba