el terreno, el laboratorio y el hospital for- maría parte integrante de la educación de todo el personal que la requiera.
En los centros regionales y en las divisio- nes locales de ciencias de la salud se toma- rán las disposiciones necesarias para el desa-
rrollo de programas de adiestramiento a corto plazo-del tipo de los de ayudante de salud de la comunidad-para preparar per- sonai voluntario de las comunidades para desarrollar actividades de fomento de la sa- lud, prevención de enfermedades y trata- miento de afecciones y lesiones de menor im- portancia. Esta labor de adiestramiento de personal voluntario estará vinculada a las actividades de fomento comprendidas en el proyecto de las asociaciones para la salud de la comunidad a fin de lograr, a través de estas, el mayor grado posible de participa- ción de la comunidad. Estas asociaciones favorecerán también los ideales del servicio entre los estudiantes de las profesiones de salud y el respeto mutuo entre el personal de campo afines de la salud. Con la asistencia de la Secretaría Ejecutiva de la Conferencia de Ministros de Salud del Caribe, la OPS/ OMS y el Commonwealth Fund de Londres, ya se ha iniciado un movimiento en ese sen- tido.
Uno de los aspectos generales del pro- yecto será la promoción de normas uni-
formes razonables para todos los programas de los centros regionales que otorgan certi- ficados y diplomas, de manera que sean re- conocidos en toda el área del Caribe, Con este fin, se utilizará al máximo el sistema de examinadores externos, y se patrocinarán reuniones regionales de profesionales de la salud.
El futuro
Mediante la ejecución de este proyecto regional en los próximos cinco años se es- pera llegar a establecer un verdadero sis- tema regional en los países de habla inglesa del Caribe para la formación planificada de personal auxiliar. Es posible que a través de un proceso de interacción con la Facultad de Medicina de la Universidad de las Indias Occidentales, los departamentos, divisiones y colegios de ciencias de la salud que parti- cipan en el proyecto lleguen a preparar profesionales en salud pública y medicina más adecuados a las necesidades de la población. La estructura del programa per- mitirá abordar la formación del personal, en todos los niveles, basándose en los princi- pios de integración docente-asistencial. De esta manera, el sector salud estará preparado para cumplir con su función frente al desa- rrollo y mejoramiento de los demás sectores.
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ELIMINACION DE LA EQUINOCOCOSIS EN ISLANDIA *
Hace un siglo la prevalencia de hidatidosis humana registrada en Islandia era la más elevada de todas las regiones. A partir de 1864, la enfermedad se ha ido controlando poco a poco, y actualmente los casos nuevos no llegan a uno por decenio. Sobre una población ovina de alrededor de un millón de cabezas, que en un 95% está sujeta a inspección al ser sacrificada, en los últimos
1 Reseña del artículo “The elimination of echinococcosis from Iceland,” por Trevor C. Beard, publicado en Bu11
WHO 48(6) :653-660, 1973.
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Islandia. Entre ellos se destacan la reducida población humana y la tasa elevada de alfabetismo; la tasa elevada de mortalidad canina debida al moquillo en el siglo XIX, que coincidió con una importante exporta- ción de ovejas vivas; la alimentación de los perros con restos cocidos de la comida casera, lo que limitó el riesgo de infección a la breve estación de sacrificio de las ovejas y, en raras ocasiones, de una vaca o un cerdo; la ausencia de mano de obra empleada en las granjas del país, ya que el propietario, hombre con instrucción y con valores de clase media, sacrificaba a su propio ganado; el cambio de la zootecnia a partir de 1920 en el sentido de sacrificar borregos de cinco meses, demasiado jóvenes para padecer quistes viables, y el subsidio de la carne que, desde 1947, ha conducido a utilizar los mataderos para todos los ani- males salvo unos pocos sin valor comercial, que se sacrifican en las granjas.
Cada otoño en Islandia, grupos de hombres, caballos y perros acampan en las montañas durante dos o tres semanas para reunir a las ovejas y llevarlas al redil. Estos pequeños grupos, estrechamente vinculados, inevitablemente establecen y refuerzan todos los años normas en materia de zootecnia y alimentación canina. Durante la breve esta- ción de sacrificio de las ovejas que sigue de inmediato, un gran número de campe- sinos reciben constante instrucción práctica cuando trabajan como matarifes estacio- nales. Asimismo, en Islandia ningún niño termina la escuela sin conocer la gravedad de la afección, el peligro de tener un perro y las consecuencias lamentables de darle una alimentación impropia. Los niños no suelen jugar con los perros, y no se permite la en- trada de estos en la vivienda. Raramente el veterinario atiende un perro enfermo (se le sacrifica).
Es ilegal que los perros pastores se acer- quen a los locales donde se sacrifican las ovejas, ya sean estos cerrados o abiertos, o a cualquier otro lugar donde puedan tener
acceso a las vísceras crudas de los ovinos. También existen restricciones tradicionales de menor importancia, tales como la pro- hibición de que los perros pastores entren en la vivienda, al henil o al redil. En el verano los perros permanecen inactivos porque, salvo unos pocos borregos domés- ticos, todos los ovinos se encuentran en las montañas. Durante el otoño, cuando se juntan las ovejas, los perros trabajan activa- mente durante dos o tres semanas, termi- nadas las cuales solo se ocupan de las ovejas que pacen durante el invierno en las cer- canías de la vivienda y de conducirlas al redil en la noche.
No se suministra ninguna clase de carne a los perros sin antes cocerla a la manera acostumbrada de los campesinos. Las dis- posiciones legales que prohiben el suministro de restos de animales muertos sin cocer cuentan con el apoyo de la creencia tradi- cional de Islandia (y también de Escocia) de que el perro que come carne cruda, sea cual fuera su clase, muerde a las ovejas.
Las ciudades y la mayoría de pueblos grandes de Islandia (mayores de 2,000 habi- tantes) han hecho uso de su opción legal de prohibir por completo la posesión de perros. Oficialmente, en Reykjavik no existen pe- rros, salvo los que pertenecen a diplomáticos. A partir de 1909 quedó prohibida la im- portación de perros de otros países, princi- palmente para evitar el moquillo. Las exenciones que concede el Ministerio de Agricultura son muy difíciles de conseguir a menos que el dueño del animal tenga el propósito de residir en Islandia con carácter permanente, y los animales deben ir acom- pañados de un certificado de salud en el que conste que han sido tratados con un antihel- míntico y que el examen de muestras fecales para determinar la presencia de huevos ha resultado negativo. Todos los perros im- portados deben someterse a cuarentena.
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oficiales médicos de salud locales. Para eliminar la ,tenia, en una población de 10,000 perros, se cuenta con 120 encargados de desinfectar a dichos animales una vez al año. El gobierno local, que en Islandia está autorizado a establecer un impuesto sobre la renta, se encarga del financiamiento de esIta operación. Para tales fines, los condados cooperan en 22 distritos rurales, cada uno de los cuales está administrado por un magistrado de distrito, quien preside un comité integrado por un miembro de cada condado. Este sistema, fácil de justificar, en virtud del cual las autoridades locales re-
tienen su identidad al mismo tiempo que aúnan sus recursos, podría ser copiado con facilidad en otros lugares.
La legislación de Islandia que rige el control de la equinococosis consiste en las
disposiciones siguientes :
l La posesión de perros puede ser controlada
o prohibida por un reglamento local.
l En su declaración anual, todo contribu-
yente debe especificar el número de perros que
mantiene en el local que habita, independiente- mente de quién sea su dueño.
l Los dueños de perros que poseen ganado
ovino o bovino tienen que pagar un impuesto anual de 15 kronur (EUA $0.93, en 1953). Otros dueños de perros pagan 150 kronur
(EUA $9.30).
l Todas las personas que maten ovejas in-
fectadas con quistes deben incinerar de inme-
diato las entrañas y la cabeza o enterrarlas a una profundidad que impida el acceso de los perros a estos restos.
l Corresponde a las autoridades locales la
desinfección canina anual para eliminar la tenia y la atención de los gastos de este servicio.
l Cada junta sanitaria establece regulaciones
(que han de ser aprobadas por el Director de Salud Pública y el Veterinario Jefe) relativas a la desinfección de perros y a la eliminación de ovinos infectados.
Una regulación implantada en 1957 con- tiene, entre otras disposiciones, la relativa a la educación de los niños y adultos; la pro- hibición de alimentar con vísceras crudas a los perros y que estos animales entren en los mataderos; la destrucción de los despojos de ovinos infectados, la utilización de des-
infectadores de perros, y el procedimiento de purgarlos con hidrobromuro de arecolina. Un elemento importante que contribuye a controlar la equinococosis en Islandia, del que carecen otros centros endémicos, con- siste en la gran preocupación que muestra el público en relación con es,ta enfermedad. Su prevalencia alcanzó tales proporciones que el recuerdo de dicha afección despierta todavía el mismo temor que la tifoidea y la lepra, e incluso en la actualidad crea una considerable motivación del público para combatirla.
De importancia análoga tal vez fuera la singular simplicidad de los requisitos de la campaña. Con la matanza de ovejas en el otoño, obligada por el clima, las entrañas de ovinos disponibles no duran ni dos meses, y el resto del año los perros pastores se alimentan de los restos cocidos de la comida doméstica. Y lo que simplemente se necesi- taba durante la breve temporada de la matanza era que se continuara alimentando a los perros de la manera acostumbrada. El clima no permite cocinar con facilidad al aire libre, de suerte que la comida para los perros se cuece debidamente en la cocina. En resumen, cuesta creer que exista una conformidad universal y que con solo la educación de la población se haya casi erradicado la enfermedad. Pero en la ac- tualidad no hay otra explicación de la desaparición casi total del E. granulosus en los mataderos.
El control de los perros en Islandia’tiene todas las apariencias de una medida pura- mente de salud pública, pero puede haber influido en el ciclo de vida del E. granulosus
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Es admirable que pudiera llegarse tan grosa en Australia y Nueva Zelanda donde cerca de la erradicación mientras los uerros se solía alimentar deliberadamente a los L
