O impacto da duração do mandato do auditor na qualidade da auditoria

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Uma Aproximaqão ao Conceito de Goodwill

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Los grupos empresariales

Maria João Major

lnovação e Estagnação na

Conlahilidade de Geslão: Algumas ReÍlexões

lVanuel lVìendes da Cruz Sónia R. Bentes

A gestão dos Biscos Empresariais: Processo de Conlrolo e Financiamento Dos Biscos

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La inÍormación financieta de las entidades públicas en la UE: entender

el lenguaje para asumir los resultados

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Rentabilidade do Ativo: será

indiÍerenle a deÍinição adotada?

Pedro

Rivero

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lnnovación, flexibilidad, Ìransparencia

y RSC

José lVÌiguel

Rodriguez

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Espafra-y Podugãl como

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lurísticos. Un estudio comparado de su competilividad inlernacional

,osé Manuel Pereira 4méiia Ferreira da Silva

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0 que esperar desta triangulação?

LuÌs Rubio

El aeropuefio imagen de un destino

turíslico: los casos de Espafra y Pofiugal

lVarÍa Dolores Urrea

Normalización y derecho contable:

maÍcos nacionales en un contexlo

internacional

Fernanda Pedrosa AlbeÍto José Carlos Lopes

A taxa de juro sem risco e a inÍormação

Íinanceira

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José Luís

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lnveslir em lempos de crise:

diversiÍicação geográÍica ou industrial?

Ricardo J. Server/Natalia Lajara-Camilleri

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La inlernacionalización del

cooperativismo agroalimentario

espafr ol. Faclores coadyuvanles

Jorge

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Varì'tagens comparativas e

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Vãntagens e desvantagens da admissão à coÌação de ações em bolsas internacionais

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hlensuraqão do Ativo lmobilizado

Autárquico: convergência enlre o P0CAL e as IPSAS

Enrique 0rtega Rocío Arias

cOué norma deÍine en Espaía al grupo de sociedades para eÍectuar la consolidación?

Manuela Silva PaÌricio

Regime jurídico dos empreendimenlos turísticos (A Realidade Portuguesa)

Fátima David RuÌe Abreu

lmpoÉância da Contabilidade Pública nos sislemas de apoio à decisão

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Asociacion

Espafrola de

Contabilidad

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Administnción

de

Empresas

DECLARADA

DE

UïÏLIDAD PUBLICA Rafael Bergamín 16-8

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:sDeõoia de Contabitidad y Administración de Empresas (AECA) promueve y contrìbuye

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cesarolio oe estudios e invesligaciones en el campo de tas ciencias empresarìates.

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-ejorar tas técnjcas de gestión y tos nivetes de información de la empresa.

de que estas sean emitidas, o sea, a partir de la diÍusión

ce

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borrador que se publique sobre las mismas.

A tal efecto, la Asociación ha comenzado a estimular

_i,asJi-

-. a

través de los correspondientes grupos de proÍesionales _i

Êxpe-tos,la preparación de comentarios que den respuesta a los

borra-dores de futuras NllF abiertos a comentarios,o a otras disposicio-nes emitidas por distintos organismos relevantes. considerando

preÍerentemente las necesidades de los usuari0s4 de los esÌados

financieros ya que, generalmente, siendo éstos los destinatarios

de la inÍormación, tienen actualmente menos peso en el proceso que otros colectivos involucrados en la elaboración de las n0rmas contables internacionales.

El Experto Contable

Acreditado

(ECA)

Habida cuenta de la experiencia adquirida en el ámbito de la norma-ìización contable nacional e internacional y de sus contribuciones al

ámbito proÍesional, durante sus treinta y cinco afros de existencia, AECA ha considerado necesario, en el marco de sus Estatutos,

abor-dar el reconocimiento dela figura del Experto Contable Acreditado

como proÍesional que se encuentra en posesión de un superior conocimiento y experiencia, que pueda ser un referente para poder aclarar y ayudar a interpretar Ia inÍormación económico-Íinanciera-contenida en las cuentas anuales de las sociedades mercantiles y

otro gánero de entidades, para lo cual se plantea una acreditación rigurosa de estos expertos mediante un proceso que permita gene-rar conÍianza a la demanda social que existe al respecto.

En la actualidad no existe un reconocimiento formal en EspaÍa de la

actividad de experto contable. A diÍerencia de otros países de nuestro entorn0 (Francia y Portugal entre otros), el experto contable n0

cuen-ta con una titulación académica especíÍica, en tanto en cuanto hls-tóricamente los planes de estudios universitarios espaõoles no han abordado la creación de dicho título, aunque las materias relativas a

la contabilidad e inÍormación Íinanciera son ampliamente estudia-das en distintas titulaciones y pr0gramas universitarios, tales como los Grados de: Administración y Dirección de Empresas, Economía, Contabilidad y Finanzas, Gestión y Administración Pública, Turismo, Derecho empresarial, lngenierías diversas, etc. La contabilidad es una disciplina que Íorma pafte de los estudios empresariales y que se da por incluida también dentro de los conocimientos y competen-cias propios del auditor de cuentas, si bien está adquiriendo mayor relevancia en la actualidad

y

en los últimos afros ha ido trazando un camino en nuestra normativa que hoy permite identiÍicar lo que desde el punto de vìsta jurídico se ha denominado como Derecho Contable, tal y como ya hemos sefralado.

En consecuencia, no nos referimos a tareas puramente de gestión contable c0m0 son la mera llevanza de libros contables, su custodia

y

_{cumplimiento de formalidades sino a otras distintas} actividades que se desarrollan desde y en la contabilidad como son, entre otras, la propia Íormulación de las cuentas anuales de las empresas, la

in-terpretación de la información allí contenida, la intervención como expertos o peritos en procesos judiciales o arbitrales, la consultoría contable y la cada vez más amplia utilización de ciertas magnitudes contables en los contratos de distinta naturaleza, no pueden ser res-paldadas en Espafra por medio de ningún título de Expefto Clntable

Acreditado, homologable, a su vez, a nìvel internacional.

Esta situación está provocando, cada dÍa con mayor Írecuencia,

cierto desconcierto a la hora de identificar y acreditar unos

con0-cimientos y una experiencia en el área específica de la contabilidad

e información Íinanciera, que perjudica seriamente la credibilìdad,

la movilidad

y

la competitividad de una actividad profesional alta-mente especializada.

La competencia de AECA para p0ner en marcha este tipo de acredi-Ìación, tanto en este área de la contabilidad y la inÍormación

finan-ciera como en cualquiera de las otras áreas de trabajo

desarrolla-4

AECA es consìderada en el ámbito de la UE como representante de los usuarios de los estados Íinancieros.

das en su seno, se Íundamenta y justiÍica _{en los fines Íundacionales}

expresados en sus Estatutos, y en su legitimidad y autonomía para p0ner en vaìor la cualiÍicación de sus asociados, estableciendo Ios cauces necesarios para el desarrollo de conocimientos e intercam-bio entre ellos y la sociedad en su conjunto, sobre la base tambión

del reconocìmiento como entidad de utilidad pública otorgado a la

Asociación por el Gobierno espaR0l. En este contexto, el proceso de acreditación ya puesto en marcha porAECA, dirigido a un

colec-tivo proÍesional selecto, resultará de gran utilidad para

determina-dos organismos y corporaciones de proÍesionales que busquen el

reconocimiento de una cualiÍicación diÍerencial determinada. El citado proceso se basa en el reconocimiento de méritos

acre-ditativos de ìa competencia

y

experiencia de los candidatos,

ob-tenidas durante los quince

aíos

anteriores a su solicitud, la cual será analizada y objetivamente valorada, en Íunción de los datos y documentación aportados, por un Comité de Evaluación en el que, aparte de los responsables de AECA, participarán autoridades de la

Administración (ICAC), del Registro Mercantily de ìa Universidad,

con el Íin de considerar en su caso, la idoneidad de los distintos

candidatos, atendiendo a la puntuación obtenida por éstos. Para Íacilitar la presentación y gestión de las correspondientes

so-liciÌudes, AECA ha dispuesto una Plataforma inÍormática5 a través

de la que los interesados han comenzado ya a solicitar la

acredi-tación de acuerdo con los requisitos e instrucciones indicadas en

la misma.

La condrción de tendrá una vigencia de cinco aflos

y,

una vez

vencido dicho plazo, deberá ser solicitada su renovación, lo que

supondrá una reevaluacìón, para la que se aportarán ìos móritos

y experiencia acumulados durante el periodo de los cinco anos in-mediatamente anteriores. Con ello, se desea garanÍizar la necesaria actualización de conocimientos, dado el incesante ritmo de cambio y sofisticación de las prácticas Íinancieras y contables y de la regu-lación que aÍecta a las mismas.

Entendemos que con el desarrollo de este nuevo e ilusionante

pro-yecto sobre el reconocimiento c0mo , AECA da un paso más en el

camino emprendido muchos aÍos atrás en el ámbito de la

normali-zación contable, en el que comenzó incorporando en Espana unos

principios

y

_{normas contables que han alcanzado una aceptación} generalizada entre los proÍesionales y, ahora, poniendo a la dispo-sición de los mejores proÍesionales una vía para el reconocimiento generalizado de su alta cualiÍicación proÍesional.

Francisco Carreira

Professor Coordenador da Escola Superior

de Ciências Empresariaìs do lnstituto Politécnico de Setúbal

Paula Heliodoro

ProÍessora da Escola Superior de Cìências Empresariais

d0 lnstituto Politecnico de Setúbal

0

impacto da duração do mandato

do

auditor

na

qualldade

da

auditoria

A principal responsabilidade de um auditor é expressar uma opinião sobre se as demonstrações financeiras da empresa estão em conÍor-midade com 0 n0rmativo contabilístico que lhe seja aplicável.

Perante esse objetivo. a emissão do relatório de auditoria reveste-se da _{maior importância paraos shareholderse stakeholders,uma}

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vez que a administração da empresa pode ser tentada a " _pressÌo'

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audìtor para que este emita um reìatório de auditoria sem reservas, o que poderá afetar 0 valor das ações e as remunerações da administração (Chow & Rice, 1982).

0

escândalo empresarial envolvendo a Enron e a empresa de

au-ditoria, Arthur Andersen, lançou uma série de discussões sobre a

independência do auditor ao longo do processo de auditoria Íinan-ceira, uma vez que,

o

período de tempo de contratação entre as empresas rondava os 1 0 anos.

Assim, quando a Sarbanes-)xley esÌava sendo implementada

hou-ve a sugestão de implementar a obrigatoriedade de mudança de

audìtor nos EUA, facto que aliás nunca se veio a concretizar

(De-Íond & Francis,2005).

Todavia,

a

mudança de auditor

Íoi

implementada em várìos paÊ

ses, nomeadamente, india, Austrália, Singapura, Coreia do Sul e

Hong-Kong. Tambóm no n0ss0 país a Comissão do Mercado de Valores Mobiliários (CMVM) instituiu a mudança de auditor para as empresas de capital aberto.

A

relação enÌre

o

relaÌórìo de auditoria modiÍicado e a mudança

do auditor não

é

unidirecìonal nem consensual, como podemos constatar pela análise dos estudos realizados nas últimas décadas.

Estudos desenvolvidos apontam, de Íacto, para

a

tendência da mudança do auditor poder inÍluenciar a opinião do mesmo, pois a

ameaça de afasÌamento causada por dìvergências sobre a política de comunicação poder determinar a opinião do auditor (De Angelo,

1982; Magge & Tseng,1990; Dye,1991; Teoh,1992; Krishnan &

Stephens,1996).

A mudança obrigatória dos auditores teve origem no debate políti-co do Comité Metcalf, em 1976. Desde entã0, a nível internacional

tem ocorrido um debate com argumentos a Íavor e contra a imple-mentação da mudança obrigatória dos auditores.

Vários organismos c0m0 AICPA (1992), ICAEW (2002)

e

FEE

(2004), têm argumentado que a implementação de medidas de ro-tação obrigatórias ó prejudicial para a qualidade da auditoria. Esta opinião é sustentada pelo Íacto que quanto mais tempo o

au-dìtor permanecer na empresa, maior o conhecimento e inÍormação

sobre a atividade da empresa e do sector de atìvidade onde a

em-presa 0pera, tendo como produto Íinal uma auditoria de melhor qualidade (Barbadillo, Aguilar & Pena,2006).

Também Arruflada e Pay-Ares (1997) sustentam que a mudança

obrigatória dos auditores tem como efeito imediato a destruição do

conhecimento criado em torno do cliente o que coloca em causa a

qualidade da auditoria, uma vez que o conhecimento do auditor é

um input importante que aumenta a capacidade do auditor para

de-tetar erros materiais nas demonstrações Íinanceiras dos clientes.

A possibilidade de ocorrerem falhas do auditor, isto é, a emissão

por parte do auditor de opiniões de auditoria inadequadas, decor-rentes da realização de auditoria com qualidade inÍerior tenderá a

ser maior nos primeiros anos do auditor na empresa.

Vários têm sido os organismos reguladores (U.S. Senate, 1976; SEC, 1994; 2000) e autores como Petty e Gugaresan (1996) que

defendem a necessidade de impor medidas de mudança

obriga-tória aos auditores, baseando-se no Íacto que a longevidade dos

contratos reduz os incentivos para que os auditores mantenham uma atitude independente em relação aos clìentes.

ConÍorme 0 tempo decorre aumenta a concordância e reduz-se o

ceticismo proÍissional sendo possÍvel a criação de uma clara

iden-tiÍicação com os interesses do cliente.

Neste sentido, (U.S. Senate,1976,

p.211:

PetÌy

e

Guganesan,

1996) alegam que o trabalho realizado pelo audiÌor requer um lon-go período de tempo de contacto entre o auditor e a administraçã0.

Assim, com o decorrer do temp0 o auditor pode começar a identifi-car-se mais com os interesses da administração do que com os dos stakeholders, e desta Íorma é diminuída a sua capacidade de auditar as demonsÌrações da empresa de forma imparcial. Uma relação de

longa duração pode ocasionar ao auditor uma dependência econó-mica. uma vez que, se o auditor percecionar o cliente c0mo um ren-dimento perpeÌuo, a sua independência pode ser colocada em causa (Commìssion on Public Trust and PrÌvate Enterprise, 2003; Palmore, 1989; Deis e Giroux, 1992; Raghunanthan eial.,2002).

Por sua vez Chi, H.,

Y

e H.

(2009) realizaram um estudo, em Taiwan, onde constataram que a mudança obrigatória de auditores está, diretamente, associada à qualidade de auditoria e

encontra-ram evìdências de que é incoerente a suposição de que um exa-me obrigatório aumente a qualidade de auditoria ou a perceção de

qualidade.

Esta ideia é partilhada por Banimahd (2013), ao afirmar que, se o

contrato do auditor é duradouro, a independência do auditor pode enÍraquecer e, assim, o valor da relevância da inÍormação Íinancei-ravai diminuindo ao longo do tempo e é um sinal "negativo" que á

transmitido ao mercado de capitais.

Para Myers, Myers e Omer (2003) a sugestão de lìmitar o mandato

do auditor é Íundamentada pelo Íacto de que períodos longos

re-sultam numa maior cumplicidade nas decisões relativas à apresen-tação das demonstrações financeiras.

As empresas têm interesse em obter uma opÌnião de auditoria sem

reservas devido aos custos que uma opinião qualÌficada tem n0

impacto no mercado de capitais (SEC,1988).

Nesse sentido, os organismos reguladores têm debatido os

impac-tos da mudança de auditor ter um caráter obrigatório, uma vez que

cria um mercado importante que Íacilita a rotação ou substituição de clientes, pelo que os auditores deixavam de estar economica-mente dependentes de nenhum cliente.

A mudança de auditor consegue, assim, ìimitar a capacidade da ad-ministração da empresa de inÍluenciar 0 comp0rtamento do cliente e, simultaneamente, aumentar a qualidade de serviço prestado pelo aud itor.

Logo, os auditores podem não ser menos avaliadores da prova, mas n0 m0mento de emissão de uma opinião são sensíveis aos as-petos económicos que podem advir da referida opinião (Wilkerson,

1987; Krishnan e Krishnan, 1996; Louwers, 1998).

Apesar da importância do tema, ainda são escassos os estudos

empíricos que abordam

a

relação existente entre

a

duração do mandato do auditor e a qualidade da auditoria.

Como reÍerido anteriormente existem duas abordagens contra-ditórias no que concerne ao impacto que a longevidade da

per-manência

do

auditor na empresa cliente

tem

na qualidade da aud itoria.

Ghosh e Moon (2003) realizaram um estudo empírico onde testa-ram a relação entre 0 que chamaram de permanêncÌa do auditor na sociedade cliente e a "qualidade da auditoria".

Neste sentido, 0s autores utilizaram medidas contabilísticas e me-didas de mercado, como proxy da qualidade da audÌtoria. A medida

contabilÍstica da qualidade da auditoria

foi

baseada nos earnings

management. Se

os

auditores com maior quaìidade

têm

maior probabilidade de detetar e de se oporem à prática de normas

con-tabilísticas questionáveis p0r parte dos seus clientes, é esperado que os ganhos de gestão diminuam à medida que a qualidade da

auditoria aumente.

0s referidos autores, Ghosh e Moon (2003) encontraram algumas

evidências em que os auditores tendem a ajustar as

demonstra-ções financeiras das clientes empresas, se

o

risco de perderem

Em Portugaì, segundo a revista Exame (2005) não há tradição de

mudança dos auditores pelas empresas clientes, ou seja, as em-presas mudam de auditor, unicamente, por razões pontuais ou por

imposição legal.

As sociedades por quotas, quando seja aplicável a revisão legal de

contas, compete aos sócìos deliberarem a designação do revisor

of icial de contas (art.o 262 no 2 do CSC) ou audÌtor oficial. Para as

sociedades anónimas os membros efetivos do conselho Íiscaì, os

suplentes e o fiscal único são eleitos pela assembleia geral, pelo período estabelecido n0 c0ntrato da sociedade, mas não superior a

quatro anos (art." 41 3 e arï.o 414 conjugados).

Em suma, existem duas correntes quanto à mudança de auditores. Uma corrente deÍende que se devem impor limites à permanêncìa

do auditor por um longo período de tempo a

fim

de melhorar a

qualidade da auditoria, por via da "vigilância contínua de diÍerentes audiÌores".

A outra corrente preconiza o contrárì0, a permanência do auditor na empresa cliente melhora a tomada de decisão por parte dos

auditores, uma vez que, estes a0 permanecerem p0r um longo pe-rÍodo de tempo nas empresas detêm maìs informação sobre a so-ciedade, nomeadamente, ao nívei dos negócìos dos seus clientes.

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Francisco

Dias

Membro do GITUR

Grupo de Ìnvestigação em Turismo do L P de Leiria

Aprender

Gom

os erros

para se ser competitivo

Resumo

0

presente artigo surge na sequência de um convite a0 autor para

participar no painel " _{Sector turístÌco: conpetitividade}

y

recupera-cion econonica", integrado n0 XVI Encuentro AECA, e aborda um

tema que, embora se afigure muito simples e consensual numa perspetiva de senso c0mum, pOde na realidade parecer mais

c0m-plexo se analisado de Íorma criteriosa e cientíÍica. 0 autor recorre

a alguns indicadores estatísticos para demonstrar que,

contraria-mente a0 discurso dominante, geralmente revestid0 com as cores

do otimismo, o setor turístico português tem perdido

c0mpetitìvi-dade e quota de mercado desde o ano 2002.

lntrodução

Tornou-se um lugar-comum quase consensual na sociedade

por-tuguesa aÍirmar que o setor turístic0 é um d0s poucos que esca-param à crise, sendo também um dos (poucos) setores com ca-pacìdade para alavancar a econ0mia nacional, retirando-a do ciclo

negativo em que mergulhou a partir de 2010.

Neste contexto, ao investigador d0 turismo não restaria outra 0p-ção que não fosse simplesmente conÍirmar com recurso a dados

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