rial y que era necesario un ente rector que defina claramente las funciones institucionales e integre los programas de la población anciana. Por su parte, la delegación salvadoreña convino en sensibilizar a los diferentes niveles insti- tucionales de su país con vistas a mejorar y aumentar los servicios de salud para la vejez. Por último, la delegación hondureña estableció estrategias de intervención tales como la incorporación a la política nacional de salud de los programas dirigidos al anciano, la organización de un grupo multidisciplina- rio e interinstitucional encargado de dirigir, ejecutar y coordinar las políticas y programas para los ancianos, y la legislación sobre los derechos de la pobla- ción mayor.
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EBATE SOBRE SALUD
EN EL BRASIL1
La magnitud y la representatividad convirtieron a la 8a. Conferencia Nacional de Salud en el debate sobre política del sector más importante de la historia del Brasil. Del 17 al 21 de marzo de 1986 se reunió esta Conferencia en Brasília convocada por el Minis- terio de Salud. A ella asistieron el Presidente José Sarney, autoridades de sa- lud y representantes de la sociedad en su conjunto: de partidos políticos, sindicatos, federaciones, asociaciones de profesionales de la salud. Los dele- gados y participantes se dedicaron durante cinco días a profundizar los si- guientes temas: la salud como derecho, la reformulación del sistema y el financiamiento del sector.
El Informe Final de la Conferencia muestra una sorprendente unanimidad de posiciones y un conjunto de pro- puestas cualitativamente más avanzadas que las formuladas en conferencias anteriores. El Informe refleja un proceso de discusión que se había iniciado en conferencias preparatorias, de los estados y de los municipios, y que culminó en la participación de más de 4 000 personas, reunidas en 13 5 gru- pos de trabajo y discusión y en la reunión plenaria final.
Se establecieron dos niveles de discu- sión: uno que tuvo lugar durante los trabajos de grupo y otro que se concretó en la reunión final. El proceso de participación, democrático y representativo
’ Tomado del Boletín Infomutzvo No. 4 de la 8a. Conferência Nacional de Saúde, Brasília, Brasil.
que caracterizó todo el debate de la 8a. Conferencia permitió un alto grado de consenso, a pesar de las diversidades de propuestas.
En primer lugar, se puso en evidencia que las modificaciones necesarias del sector salud no se deben limitar a una mera reforma administrativa y financiera, sino que exige una reformulación más profunda, la ampliación del concepto de salud y de la correspondiente acción institucional y una revisión de la legislación sobre salud, todo lo cual constituye, en realidad, una reforma sanitaria.
El problema que tal vez haya movili- zado más a los participantes y delegados fue la naturaleza del nuevo Sistema Nacional de Salud: si debía estatificarse o no, y , en caso afiiativo, si la estatificación debía ser inmediata o gradual. Se rechazó la idea de estatifica- ción inmediata, pero hubo consenso en la necesidad de fortalecer y agrandar el sector público.
Otro tema sumamente polémico fue el de la separación de la salud de la previsión. Se llegó a la conclusión de que la previsión social se debería encargar de las acciones del seguro social (pen- siones, retiros y demás beneficios) y de que, a nivel federal, la salud debería pasar a la jurisdicción de un organismo con características nuevas. El sector estaría financiado por rentas varias originadas en impuestos generales y en otros impuestos especiales sobre productos y actividades nocivas para la sa- lud, como el tabaco por ejemplo. Hasta que se forme ese fondo propio de la salud, la previsión social debería destinar los recursos que ahora gasta en el Instituto Nacional de Asistencia Médica de la Previsión Social (INAMPS) en el nuevo organismo y, gradualmente, ir restringiendo su aporte.
La Conferencia estableció que, en un sentido muy amplio, la salud es la resultante de las condiciones de alimenta- ción, habitación, educación, ingresos, medio ambiente, trabajo, transporte, empleo, recreación, libertad, propiedad de la tierra y acceso a los servicios de salud.
La reestructuración del sistema na- cional de salud debe desembocar en un sistema único que represente realmente la construcción de una nueva estructura institucional. Esta deberá separar completamente la salud de la previsión a través de una amplia re- forma sanitaria.
A nivel federal, este nuevo sistema debe coordinarse por un único ministerio, especialmente concebido para ese fin. La centralización de dirección debe hacerse también a nivel provincial y municipal.
Para fmanciar el sector se deberá cons- tituir un presupuesto social que integre los recursos destinados a las políticas sociales de los diversos ministerios y a los distintos fondos sociales. Este presu- puesto se repartirá por sector, correspondiendo a salud una parte de los recur- sos que constituirán el fondo único federal de salud. Lo mismo se hará en los casos de los estados y de los municipios.
La 8a. Conferencia Nacional de Salud