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Recursos financieros de la OSP

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consejo directivo comité regional

ENio

ORGANIZACION

ORGANIZACION

SANITARIA

MUNDIAL

o/

PANAMERICANA

DE LA SALUD

IX Reunión VIII Reunión Antigua Guatemala

Septiembre 1956

CD9/16 (Esp.)

15 agosto 1956 ~ ORIGINAL: ESPANOL

Tema 25: RECURSOS FINANCIEROS DE LA ORGANIZACION SANITARIA PANAMERICANA

INFORME DEL PONENTE DESIGNADO POR LA RESOLUCION IV DE LA 2a REUNION

DEL COMITE EJECUTIVO

Me es gato presentar a continuación una exposición, de carácter ge-neral, sobre los "Recursos financieros de la Organización Sanitaria

Panamericana", en cumplimiento de la Resolución IV adoptada en la Octava Sesión Plenaria de la 28a Reunión del Comité Ejecutivo celebrada el 8 de junio de 1956 en la Sala de Conferencias Internacionales del Departamento de Estado del Gobierno de los Estados Unidos de América, en Washington,D.C,

1. Consideraciones generales

La resolución mencionada fue el resultado de un estudio analítico y pormenorizado que llevó a cabo el Comité Ejecutivo al examinar en el curso de sus sesiones plenarias el Proyecto de Programa y Presupuesto de la Organización correspondiente a 1957, que el Director de la Oficina habia sometido a su consideración en cumplimiento del Articulo 12 C de la Constitución de la OSPA (Documentos Oficiales No, 12 y Documento CE28/8).

Es conveniente al examinar esta cuestión tener en cuenta la ntima correlación que existe entre los conceptos de programa y de presupuesto. En efecto, el programa abarca los proyectos y planes futuros de la

Organización y el presupuesto incluye las asignaciones a invertir en el de-sarrollo de dicho programa. De esta correlación nacen naturalmente dos métodos de trabajo opuestos, que vamos a exponer brevemente.

En-teoría, cabria hacer una planificación del programa de acción a desarrollar por la OSPA, teniendo en cuenta únicamente su alta jerarquia

internacional y sus fines esenciales. Esta planificación abarcaría los proyectos fundamentales a realizar en todo el continente, escalonándolos

segun su importancia y urgencia, y debería indudablemente comprender los proyectos integrales de erradicación que la OSPA, en virtud de acuerdos con-tinentales y mundiales, se ha comprometido a llevar a cabo abandonando el

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Este sistema implicaría que los tcnicos sanitaristas trazarían un proyecto de programa integral de salud pública independientemente de sus repercusiones financieras. De éstas, se ocuparía otro grupo de técnicos, expertos en asuntos económicos y financieros, que se encargarían de la eva-luación del programa. En esta valoración habría de incluirse no sólo el costo real requerido para dar cumplimiento cabal al programa sino también al costo administrativo y funcional de los servicios necesarios para la rea-lización del programa. La cifra que resultase de la suma de las dos valo-raciones señaladas anteriormente representarla la cifra total del presupues-to, que habría sido seialada de una manera adecuada y tcnica. En otras palabras, se puede, primero, estudiar, analizar y trazar un programa deter-minado, y luego, examinar que medios económicos son necesarios para reali-zarlo.

El otro método procede a la inversa. Analiza los recursos de que se dispone, tomando en consideración todas las fuentes de ingreso y deter-mina la cantidad de dinero a invertir. Seguidamente', se pregunta qu clase de programa se puede desarrollar con esa cantidad. En resumen, los servi-cios a prestar se serialan en función de las disponibilidades econ6micas con que se cuenta, En este método se va de la cantidad disponible al programa a aplicar, mientras que en el anterior se pasa del programa establecido a la cantidad necesaria para desarrollarlo.

2. Aportaciones de los Gobiernos Miembros a la OSPA

En su origen, la Oficina Sanitaria Panamericana reducía sus funciones a intercambios de información, de asesoramiento y esbozos de prácticas sobre el terreno, en materia de salud pública. Sin embargo, ya entonces, la Oficina se anotó brillantes realizaciones en el continente, merced a los es-fuerzos ingentes de algunos de sus representantes, que a pesar del ambiente de restricción económica en que se desenvolvía sirvieron con tenacidad y heroísmo haciendo frente a grandes problemas sanitarios como el de la peste bubónica, por ejemplo, y otras plagas

La Oficina pasados los primeros aos d su nacimiento y después de enderezar sus rumbos iniciales inauguró una nueva etapi con la designación del Dr. Hugh S Cumming, venerable figura del Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos, que le aportó su prestigio y sus apostólicos servicios. No obstante, la Oficina siguió ocupando unas modestas habitaciones en la Unión Panamericana,

.Consolidada como instrumento de derecho internacional pblico la OSPA a raiz'de la XII Conferencia Sanitaria de Caracas (11-24 de enero de 1947) recibió una nueva forma y un gran impulso. En este momento, comienza a dirigir la Oficina el Dr. Fred L. Soper que seha:la los nuevos rumbos a

seguir. La Organización se cornvierte en un órgano internacional de gran vuelo y los Gobiernos de las Américas estudianI y aceptan nuevas modalidades financieras para atender a sus ncesidades,.: y de hecho e abre una nueva era

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En la OPA se integran todas las Repúblicas Americanas y la Conferencia Sanitaria Panamericana es el foro máximo del régimen sanitario continental. El Consejo Diréctivo de -la OSPA :es el núcleo representativo de la Conferencia y su-verdadero apoderado, y el Comité Ejecutivo; fraccin permanente del Con-sejo, reducida'al tercio dé los'paises que integran la Organización, es el'

órgano que pone en marcha las resoluciones 'yacuerdos' de la Conferencia y del Consejo. Por último la Oficina Sanitaria Panamericana constituye el cen-tro orgnico permanente, de alta potencialidad administrativa, 'lue tiene a su

cargo llevar a la' práctiCa las determinaciones de los organos de gobiernio de

la Organiz ac .. o e

Todo ello enmarca un rgimen de gran envergadura; dotadoa de posibili-dades máxnáas y capaz de cubrir a plenitud las necesiposibili-dades generales que en el camo'de la salud se preséñten en nuestro continente. Con este criterio in mente, se abordó el examen del desenvolvimiento de la vida de la OSPA, y de éel nació el rgimen de aportaciones de los Gobiernos Miembros, estable-ciéndose 'a estos efectos un -'sistema obligatorio de cuotas que en el curso de los anos ha sufrido algunas variantes', on un natural aumento de su impor-te" Y'que -en 1956 ascienden a las cantidades'que aparecen en el cuadro siguiente:

Pais -' Porcentaje Cantidad

Argentina '40' 7''4' 155,400.00'

BoliVia- '': : 0.31 ' .. . .. 6,510.00 Brasil :' 8.02 - .168,420.00

Colombia ' ' '2.49 ' . 52,290.00 Costa Rica 0.24 5,040.00

Cuba 1.82 .. 38,220.00

Chile ' - - ' - 1.82 l 38,220.00

Ecuador :'. .24 0. ; 5,040.00

El Salvador 0.37

7,770.00-Estados Unidos' - - - 66.oo00 . 1,386,000.00 Guatemala' - ·. 0;43 . 9,030.00 Hait{ 0 .24' ·. 5,0- 40. 00

Honduiras - 0.- .24 5-'-' ,040.00

México - ' . 4.86: ' - '102,060.00

Nicaragua 0.24 5,040.00

Panam ' ' ' ' .' 0.31 6,510.00

Paraguay '- -' ''' ' 0.24 5,040.00

Perú '' -' ' ' ' ' . 1.09- 220890.00

República Dominicana 0.31 ," ' : 6,510.00

Uruguay 1.09 22,890.00

Venezuela 2.24 47 040.00 100.00 $2,10oo00.00 Cuotas correspondientes a los territorios de:

Francia $ 5,r44.oo

Países Bajos 2,488.eo

Reino Unido 15,000.n0

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No importa que, por circunstancias variables, se incurra en algún retardo en el pago de esas cuotas; lo cierto es que mucho se ha progresado en el porcentaje de efectividad en el pago de las mismas y que, además, el atinado régimen del Fondo de Trabajo asegura el respaldo económico

sufi-ciente a la efectividad de los trabajos de la OSPA.

Todas estas medidas robustecieron internacionalmente a la Organización y cuando en la Asamblea de San Francisco surgió el proyecto de crear un

or-ganismo encargado de la salubridad mundial, a consecuencia de la moción pre-sentada por los representantes de China y del Brasil, doctores Szeming Sz y Paula Souza, la OSP tenía ya una brillante actuación que le permiti, más tarde, resistir los embates que durante la Conferencia Internacional de la Salud (Nueva York, 19 unio-22 julio 1946) pretendieron dar al traste con

su gallarda e histórica vida.

Sin entrar ahora, a glosar de nuevo lo ocurrido en la mencionada Asamblea de Nueva York, recordaremos que la OSPA, en virtud de un acuerdo

con la Organización Mundial de la Salud de 24 d mayo da 1949, se hizo car-go de los servicios de salubridad a desarrollar por esta última Organización en América, y desde entonces, constituye su Comité Regional para el

Hemisferio Occidental. Con este carácter, la OSPA recibe una parte de las cuotas con que los gobiernos contribuyen al presupuesto de la OMS De todo-ello abarcando el origen de las organizaciones sanitarias internacionales y el papel desempeñado por América en la salud mundial, nos hemos ocupado en un reciente discurso que tuvimos el honor de pronunciar ante la Junta Nacional de Salubridad de Cuba, con motivo de la celebración del Día Mundial

de la Salud, el 7 de abril de 1956 (Anexo I).

3. Fuentes de ingresos de la OSPA

La OSPA tiene una primera fuente de recursos, que está constituida por las cantidades que recibe en concepto de cuotas anuales de los Gobiernos Miembros.

El total de las cuotas señaladas para el ejercicio económico de 1955

fue de $21100,000 y el correspondiente a 1956 es de $2,200,000. Estas. can-tidades constituyen la fuente principal de la economía de la OSPA y en ellas se basan los cálculos que sirven de base para la aplicación de los programas anuales. Por lo tanto, el régimen seguido por la OSPA se adapta al método que va de las posibilidades económicas al programa.

La segunda fuente de ingresos está constituida por la aportación de la OMS, que aparece consignada en el presupuesto bajo el epígrafe "Organización Mundial de la Salud". Esta Organización,cuyos recursos proceden también

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- ; CD9/16 (Esp,)

" .- Página 5

*'... -Tanto la'Organización Sanitaria Panamericana como..la Organización Mundial de la Salud- son organismos especializados. de carácter tecnico,. En cambio,. la Asistencia Técnica de las..Naciones -Unidas :constituye.un medio. esencialmente polltico, puesto que considera en primer. trmino y de modo-T

general, el desarrollo económico-social de los pueblos, y de un modo par-ticular,' de.los .paises insuficientemente desarrollados, La .gran extensión

de .las. aotividades de la Asistencia Tecnica debilitó su profundidad y se.. llego inclusive. a negar que los problemas de .la salud,j.considerados en sl mismos,. tuvieran. ;Jerarqu{ia..suficiente para incluirse .entre: las prioridades de. una asis.tencia..tecnica basada en fines.: económicos. No..pensaron ni por un momento, los que sostenían; tan descabellada -idea: que... las más. variadas enferm.edades diezman.y suprimen-:la actividad del- hombre. y que. ésta es la genuina- .representación, de. la potencia- económica de un pais, en función de' su capacidad.productiva. Recordemos,: a. titulo de ejemplo, el.paludismo,. que retira' de la:circulación activa-- de..los centros de trabajc millares y. millares de brazos, limitando extraordinariamente la capacidad productiva nacional y dando lugar, por lo tanto, a evidentes trastornos económicos. Hemos citado: una enfermedad .como e'jemplos, y citaremos-- ahora un,- pa4ss

Venezuela, en.:el. que personificaremos el,rmas brillante caso de comprensión de las -repercusiones económicas de- tal enfermedad.: Venezuela ha estudiado -estadisticamente estas :repercusiDnes y. hai organizado el más activo -frente

·de batalla para -combatir e paluEdismoj primero, -con los Clásicos sistemas de -control .y despues., anotándose una definitiva victoria dentro del siste-ma actual de la.' erradicacin. , - .. . .

En el seno de las Naciones Unidas, concretamente en el Consejo -Económico;y Social,: surgió el 1,rograma Ampliado de Asistencia Tcnica, que

presenta una característica esencialmente diferente de la de los: orgaanis-mos especializados., por cuanto se-nutre económicamente de contribuciones voluntarias de los gobiernos y-.no de.cuotas asignadas anualmente a los mismos. .No'-.obstante el.-carácter .voluntario .de. las ap ortaciones ·guberna-mentales:. se. recaudan- grandes. sumas, que~manejan órganos- especiales . (Conferencia.ide Asistencia: Técnica, Junta de Asistencia. Técnica y Comité de. Asistenciaá Tiécnica) ~'dependientes del ECOSOC,. .

.,,Los fondos deAsistencia Técnica se distribuyeron en un. principio con arreglo al siguiente port;entaje:. ,

-- "FAO -(Organización de las Naciones Unidas para .; · .. la Agricultrva y la Alimentacin)- . 29% .

N 'M ,(Naciones Unidas , : 3% OMS (Organización Mundial de la Salud)- 22%

.UNESCO (Organización 'de las Naciones Unidas -para'

la Educación' la- Ciencia'y la Cutura) . 14% '

:. ' "

-': ;' " ' -f': ,... ' .-. . ' ' · ·. '

OIT ..(Organización Internacional del Trabajo),. 11%

QACI,.: (Organizacion de Aviación,n Civil Interna- .' . %

cional) 1%

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Por consiguientes el 22% sealado a la OMS constituía una tercera fuente de ingresos para la OSPA, en su carácter de organismo regional, y por esta razon aparecen en el presupuesto bajo el epígrafe "Asistencia Técnica (N.U.) las cantidades recibidas por este concepto.

La aportación de la Asistencia Técnica a la OMS que en 1952 ascen-dió a $3,816,000 se redujo en 1953, a $3,575,387 y en 1954a $3,195,241, reducciones que repercutieron proporcionalmente en la contribución de la OMS a los programas de la OSPA, poniendo en peligro la ejecución de algu-nos de ellos y desde luego, imposibilitando el abordar programas nuevos. En julio de 1954, el ECOSOC (Resolución 542 BII-.XVIII) aprobó el nuevo sis-tema de programas por paises, de manera que se establece una relación di-recta entre los gobiernos y los representantes de la Asistencia Técnica con la consiguiente limitación de las funciones de la OMS y una nueva re-ducción de las actividades sanitarias a cargo de fondos de Asistencia Técnica.

Les riesgos de semejante situación y la inseguridad creada por ella han dado lugar a varios debates en el seno del Comité Ejecutivo, del Consejo Directivo y de la propia XIV Conferencia Sanitaria Panamericana, de

Santiago de Chile, en 1954. El Director de la Oficina ha puesto de relie-ve la participación de organizaciones no técnicas y de caracter predominan-temente político en el manejo de unos fondos que han de destinarse a acti-vidades tecnicas, como son las de salud pblica, intervención que no es na-da conveniente o que, por lo menos es bastante entorpecedora,

Tanto si se trata de cuotas asignadas a los gobiernos como de dona-ciones voluntarias de los mismos, las contribudona-ciones salen de los propios paises y podemos afirmar en realidad de verdad que el sistema más conve-niente y saludable seria el uso exclusivo de los canales que representan las organizaciones especializadas. En la XIV Conferencia Sanitaria

Panamericana se discutió ampliamente este asunto, al examinarse el Tema 25 del Programa, "Unidad de acción en los programas de salud piblica en la Región de las Américas". Me permito recomendar la lectura del Documento CSP14/34 y de su anexo, el Documento CE22/16, del que forma parte un grá-fico titulado "Canales que siguen los fondos de los gobiernos a través de las organizaciones internacionales", por la claridad de la exposición en ellos contenida; y que por su interés unimos al presente informe (Anexo II). El Director de la Oficina ha llamado repetidamente la atención sobre los peligros del sistema en aplicación en esta materia e incluso preparó un

magnifico alegato para la consideración de la Dcima Conferencia Interamericana (Caracas, Venezuela, 1954) eniel seno de la cual, desgraciadamente, no pudo ser considerada la cuestión.

Además de las fuentes de ingreso sePaladas, cuotas. de los Gobiernos Miembros de la OSPA, aportación de la OMS-y contribución de la Asistencia Técnica, en el Presupuesto de la OSPA figura otro epígrafe, E"0tros fondos extrapresupuestariost", en el que se anotan otras contribuciones libres como las que aporta la Organización de las Naciones Unidas para la Infancia,

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4, Conclusiones.

El importante problema que nos ocupa no ha sido objeto pr parte de la OSPA de una recomendación efectiva de la que pudiera surgir una modifi-cación favorable del sistema financiero actual. Se debe e110 en parte a que este problema ha sido objeto de un tratamiento vacilante. La XIV Conferencia Sanitaria Panamericana después de largas horas de debate y de haber designado un grupo de trabajo, del que tuve el honor de formar parte, que redacto un amplio proyecto de resolución (Anexo III), defendido espe-cialmente por las delegaciones del Ecuador y Cuba, no lo elevó a la cate-goria de acuerdo, haciendose eco de argumentos, a nuestro modo de ver, muy poco sólidos; y sólo acordó su publicación en la documentación oficial de la Conferencia El caso es que dos aos después de la Conferencia, segui-mos debatiendo el mismo punto y buscando fórmulas que puedan resolverlo.

Queremos llamar la atención del Consejo Directivo sobre materia tan esencial para el desenvolvimiento de nuestra Organización e insistimos en nuestra reiterada recomendación de que constituye una necesidad imperativa

la consideración de este asunto en todo su alcance, Recomendamos a los representantes que examinen de nuevo los documentos presentados en las dis-tintas reuniones de la Organización y que vean en las actas las opiniones expresadas al debatirse este tema. Tales documentos y actas que los

Representantes ya conocen y han tenido ocasión anteriormente de examinar y discutir, los mencionamos en una lista (Anexo IV) al final de nuestro in-forme y rogamos que los Representantes los tengan en cuenta al discutirse. el tema de que tratamos. A este fn, esperamos que la Secretaría los tenga a la disposición de los Representantes con el objeto de facilitar los de-bates en sesión plenaria del Consejo Directivo.

Seguimos hoy como ayer firmas en el criterio de la necesidad de que nuestros organismos sanitarios, ayer en la Conferencia, hoy en el Consejo Directivo, deben pronunciarse categóricamente en una recomendación expresa a los Gobiernos Miembros en la que le seialen la conveniencia de que den instrucciones a sus representantes políticos en las Naciones Unidas y por consiguiente, en el ECOSOC, a fin de que se autorice la revisión de todo lo referente al régimen del Programa Ampliado de Asistencia Técnica y a estas alturas creemos que procede específicamente solicitar de los gobiernos se

demande de las Naciones Unidas una convocatoria extraordinaria de la Conferencia de Asistencia Técnica y en el caso de que se accediese, los gobiernos debe-rán designar como representantes a plenipotenciarios bien empapados en los distintos aspectos de la materia a través del consiguiente estudio minucio-so de una amplia documentación que el Director de la Oficina Sanitaria

Panamericana pondrá a la disposición de los Ministros de Salubridad y Estado de los Gobiernos Miembros de la Organización.

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el presente informe, deliberar ampliamente sobre este asunto y sus natura-les. consecuencias de caracter sanitario., examinando al mismo tiemposu gran

repercusión politico-sanitaria, sin que ello signifique ,como algunos han pretendido, que nos apartamos de. nuestra condición de sanitaristas para inmiscuirnos en el campo de la politica general.

Dr. Flix Hurtado

-Miembro del Comite Ejecutivo de la OSPA

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CD9/16 (Esp.) ANEXO I

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DISCURSO PRONUNCIADO POR EL DR, FELIX HURTADO ANTE LA JUNTA

NACIONAL DE SALUBRIDAD DE LA REPUBLICA DE CUBA, EL 7 DE ABRIL

DE 19506, CON-MhOTIVO DE LA CELEBRACION DEL DIA MUNDIAL DE LA SALUD

' Como'ha dicho muy bien, al iniciar este acto, el Ministro, Jefe de la Salubridad cubana, Dr. Carlos Salas, celebramos hoy con el nombre de Día Mundial de la Salud, el'7 de abril de 1948, fecha en que por haberse completado el mnimum señalado de 26 paises ratificadores de..la Carta Constitucional de a OMS, cobró esta Organización toda su plenitud y dio comienzo a su vida jurídica, como organismo especializado de las Naciones Unidas. '

Creemos:sería.útil, a título de divulgación, hacer una breve sínte-sis 'histórica que nos recuerde los orígenes de esta hermosa institución, hoy la más destacada en el campo de la vida internacional de las activida-des sanitarias.

Si quisiéramos ahondar en la bsqueda de las primeras manifestacio-nes en que se hace patente el sentido de solidaridad, como imperativa nece-sidad en los'esfuerzos comunes en el campo de la salud, forzosamente tendre-mos que referirnos a la segunda mitad del siglo XIX, en que tuvieron lugar los primeros acontecimientos históricos relacionados con la salubridad mun-dial. Desde luego, en aquellos tiempos, en Europa, llamada "el Continente del: espiritu,"'.se presentaron tales. acontecimientos como obligada conse-cuencia"della acci6n devastadora.y terrible que, en forma de azotes epidé-micos, determinaron los grandes morbos. Recuérdese, por ejemplo, la fan-tástica invasión que en 1817 y en otros anos siguientes, hizo el cólera en Europa,

-Por eso,.los higienistas de la época convocaron en París en el ao de 1851,' la llamada "Primera Conferencia Internacional .Sanitaria", que tuvo carácter esencialmente europeo. Esta reuni6n, la primera de su clase, no pasa de ser una manifestaci6n de la naciente inquietud de los pueblos, que n lleg6, en realidad, a adoptar resoluciones y prácticas de aplicación inmediata. Asi continuaron las cosas hasta que en el ao de 1859, en el propio Paris, se reunió de nuevo el cónclave sanitario en la "Segunda Conferencia Sanitaria Internacional", poco exitosa,. porque a consecuencia de la guerra de Crimea, se vi6 obligada a interrumpir sus trabajos.

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CD9/16 (Esp.) ANEXO I

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Llega el ao de 1881, en que por primera vez los Estados Unidos de América inician su participación en estas actividades, convocando en Washington la "Quinta Conferencia Sanitaria Internacional", cuyo programa prácticamente llenaron los problemas relativos a la fiebre amarilla. Se-inálese y nótese que en este certamen hace su aparición nuestro genial

Carlos J. Finlay, quien ostentaba en la Conferencia la representación del Gobierno de

Espana.-Posteriormente a esta reunión, tiene lugar la de Venecia en el ao de 1892, que se repite en el 1893, en la cual por primera vez los gobier-nos, atemorizados frente a los estragos epidémicos y respondiendo a las reiteradas recomendaciones y solicitudes de las conferencias anteriores y seguramente, ¿por qué no consignarlo?, observando la conducta asumida por los gobiernos sudamericanos que establecieron una verdadera convención sa-nitaria, por primera vez, en el mundo en las históricas reuniones de la

ciudad de Lima, en 1888, repetimos, que estos antecedentes muy posible-mente, inclinaron a los gobiernos europeos a autorizar a la Conferencia Sanitaria Internacional de Venecia, en 1893, es decir, cinco aos después de la de Lima, a concertar en forma de compromiso internacional la primera convención de este género en Europa.

Véase pues, senoras y senores, cómo corresponde al Continente ameri-cano la prioridad en el orden de la creación del primer instrumento de

de-recho internacional público, creado en el mundo, en relación con la salubri-dad, fuente a su vez que aliment6 el derecho internacional privado, que fu6 desarrollándose en materia sanitaria, de modo distinto en cada pais, pero en el cual también la América alcanza prioridad por el hecho de haber sido

Cuba, país americano, el primero del mundo en instituir el Ministerio de Salubridad y Asistencia Social, en el ao de 1909, bajo la denominación de Secretaría de Sanidad y Beneficencia. Para continuar en la línea progre-sista en lo que se refiere a la evolución internacional jurídico-sanitaria ha sido también la América, Cuba, quien ha acordado para su representante

y encargado del manejo de los asuntos sanitarios internacionales, el rango diplomático de Embajador.

En resumen, puede decirse que la preocupación continental americana en materia de salud pblica ha sido siempre muy destacada en este campo que goza de una verdadera tradición y en el que América figura, desde luego, como queda probado, en muchos ángulos, como precursora. Por esos caminos, se llega a la fundación de un organismo continental, la Oficina Sanitaria Panamericana, órgano permanente dotado de un aparato cclico, las Conferen-cias Sanitarias Panamericanas, que constituyen su foro fundamental. Este

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CD9/16 (Esp.) ANEXO I

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Hasta aqui, hemos glosado hechos y acontecimientos históricos que representan los antecedentes generales del internacionalismo sanitario como instrumento de acción enraizado en una doctrina cientifica, pero que pone de manifiesto la perfecta organización en América del apropiado ins-trumento de coordinación sanitaria, Existen en esa época, en Europa, mag-níficos centros de investigación científica, oficinas, ligas, comités, etc., especialmente dedicados a estudios higiénicos, pero se producen las grandes conflagraciones bélicas que todo lo desorganizan y a menudo inclusive lc destruyen y de esta acción devastadora no podían escapar los centros

cien-tificos y las instituciones europeas, en general. Nos estamos refiriendo naturalmente al paréntesis que abrió la primera guerra mundial del l4, que

espació nuestras conferencias sanitarias panamericanas, y a la gran' Guerra Mundial, apocaliptica contorsión del mundo, terminada en su acción béiica armada pero no ciertamente de un modo absoluto y que levanta siempre en medio de una perenne guerra frla, la amenaza horripilante de un nuevo in-cendio.

A la terminación de esta Segunda Guerra Mundial los paises se movi-lizan, se acercan en la búsqueda de un camino que ofrezca fórmulas de paz y de seguridad y ello da nacimiento a la llamada Organización de las Naciones Unidas, segunda versión convenientemente corregida desde luego, de aquella Sociedad de las Naciones, asentada en Ginebra, después de la

guerra de 1914, que tanto alentó el espíritu del gran Wilson y que en lo que a nosotros específicamente nos concierne, constituyó el famoso Comité de Higiene en el que participaron las más brillantes figuras de la higiene y medicina preventiva y del que para honra nuestra formó parte nuestro ilustre compatriota el Dr. Domingo Ramos.

No completamente apagadas todavía las llamas de la conflagración mundial, que siguen humeantes, se procede, en la escombrada Europa, a es-tablecer un balance de destrucciones. Los expertos dan cifras impresio-nantes sobre las dimensiones materiales de la futura reconstrucción y se habla naturalmente de meses, de aos y aun de quinquenios y decenios de labor. En medio de todo ese espectáculo de horror que es entre otras co-sas causa evidente de la gran psicosis de la post-guerra, se echan las bases de una doctrina universalista que ha de servir de punto de apoyo

pa-ra el sostenimiento de la solidaridad. Por este camino, las espepa-ranzas renacen, las ilusiones se manifiestan de nuevo, los proyectos cunden y las

fórmulas se plantean: unidad mundial, gobierno mundial. Trabajan en esta línea hombres de buena voluntad; se estudian y replantean los'derechos humanos; se instituye el llamado Pacto del Atlántico y se prepara un gran

estatuto mundial: la Carta de las Naciones Unidas.

Para llegar a estas realizaciones se inician reuniones preparatorias y conferencias previas. La crisis del abastecimiento, las evidencias de los

estragos que el hambre dejó en los procesos nutritivos, hacen surgir de in-mediato la Primera Conferencia de Alimentación y Agricultura, celebrada en

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CD9/16 (Esp.) ANEXO I

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alimento y de. su clasificaci6n en protectores y dinamógenos, y se asienta la aristocracia de la proteina, vitamina y sales y minerales frente a una posición '.ecundaria sefialada a los. dinamógenos.. En'consecuencia, se enta-.. blan grandes debates: científicos en defensa del grupo.calórico, donde se inscriben los glucidos.y entre ellos fundamentalmente la'sacaros'a. En. esa Conferencia,. que era' al mismo tiempo que' científica de' altos vuelos 'polftico-económicos,. defendimos on calor la impcrtancia de este. grupo de alimentos. por' su acción participante en la respaldación de la reserva glucogénica, que agotada y perdida en el sujeto hambriento, lo invalida para utilizar con éxito el grupo '.protéico 'Como era natural, obtuvimos el. reconocimiento y el.respeto a la importancia del azúcar- en el mantenimiento 'de la nutrición

de la humanidad, elevándolo .a la más alta. catégoria y demandando entonces la necesaria protección a la fabricación de este'producto, cuya producción

mun-dial en aquel momeno 'no pasaba de'23 millones de toneladas, cifra muy insu-ficiente a las necesidades de azúcar del mundo entero.

A esta Conferencia preparat'oria de Hot Springs sigue la de Chapultepec, que' va a iniciar los ensayos necesarios a la primera magna asamblea de las Naciones' Unidas, que ha de seguirle en San Francisco, Estados Unidos. En la de México, en 1944, en a que el Secretario de Estado de los'Estados Unidos, Stettinius, en su discurso inaugural, se refirió'al hambre, la.ignorancia y la enfermedad como causas determinantes de.losgrandes males.de'la.humanidad, se habla. específicamente de la conveniencia de establecer. una ordenada vigi-lancia de la salud. Y todos estos principios se repiten y analizan mas. tarde, en forma amplia y profunda, en la Asamblea de San Francisco, donde las dele-gaciones de China y del Brasil, en las personas de Szeming Sze y Paula Souza, presentaron la moción tendiente a establecer una organización;de sanidad única y mundial. Esta moc.in contó con el apoyo unánime de la Asamblea y por tanto, se convirtió en específica recomendaci6n'al Consejo Ec¿nómico y

Social.de las Naciohes Unidas. para que le diera'cumplimiento en la forma pro-cedente, lo que ocurrió más tarde cuando por acuerdo del.Consejo se instituyó la llamada Comisión Preparatoria de Paris para la Organización. Mundial de la Salud, que tuvo el encargo de preparar el programa y el proyecto de estatu-tos constitucionales de' la.OMS, que habían de.discutirse y aprobarse en la gran Conferencia Sanitaria de Nueva York celebrada en 1946.'

La iniciativa de los delegados chino y brasilero'merece encomio y ha de considerarse, históricamente, muy-feliz.' Sin embargo, en torno a ella nos permitiremos hacer algunas. consideraciones. Los doctores Souza y.Sze no pormenorizaron su moción, entregaron su idea general a la-consideraci6n de los asambleístas de San Francisco y stos, 'a su vez, la retransmitieron a la potencial discreción y tacto de los miembros del Consejo Económico y Social. Eran estos,.pasos obligados para estas.grandes concentraciones écuménicas. El Consejo Econ6mico.'y'Social instaura la Comisión Preparatoria de París-integrada por una libre selección, afortunadamente'recaída en

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CD9/16 (Esp.) ANEXO I

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-Apartir/de ese momento, hay algo que realmente sorprende y que no queremos dejar pasar por' alto en este brevísimo estudio histórico-cr'ítico de estos acontecimientos. Hay una honda preocupación y gra'n urgencia por una acelerada reconstrucción del mundo en la inmediata post-guerra. Para su realización, se habla de'lo 'que los ingleses llamaron "short-term" y "long-term", que representan dos métodos distintos, cuyos-partidarios cho-caron en vivísimas polémicas, pero que en definitiva ambos preparaban la reconstrucción. ¿Pero qué reconstrucción?: ciudades total o casi totalmen-te destruidas por 'los bombardeos aéreos que las "coventrizaron" y' que repre-'' sentaban un gran interés económico-social; monedas 'desvalorizadas, algunas negativizaron, incluso, totalmente su poder adquisitivo..., y sin embargo,

todo ellb poco representa ante el'valor "humanol", hondamente afectado a con-secuencia de esta gran guerra en que las'juventudes 'mutiladas nos presentan los impactos formidables que han desequilibrado la mente de millones de se-res, en una palabra, la mayor expresión de la devastación es el impacto bé-lico sobre la humanidad propiamente dicha, 'y entonces ¿por qué no figuró inmediatamente'y con toda urgencia en las.reuniones preparatorias y auxilia-res de las Naciones Unidas, el estudio- prolijo de este aspecto?, ¿por qué no volver la mirada 'a los estudios relativos a la eugenesia y homicultura?'que, por cierto, no obstante haber nacido, desde el punto de vista científico y doctrinal, en Inglaterra y Francia, tenían ya desde antes de la guerra, un 'status orgánico en nuestro continente, fiJado juiciosamente por la Primera

Conferencia Panamericana de Eugenesia y Homicultura de 1927, que sabiamente determinó el. establecimiento de una oficina permanente de eugenesia y

homi-cultura, con sede en esta ciudad de la Habana.

'Senores, la ciencia genética ha cobrado grandes impulsos, ha develado grandes misterios aparenciales de la herencia y urge que a ella-volvamos nuestros ojos para estudiar nuestro status humano y las alteraciones que ha-yan. podido producirse en él para abrir asi anchurosos campos de estudio donde

puedan florecer conjuntamente tanto el soma como el psiquis en una arribada feliz a la salubridad integral. '

En verdad, la Comisión Preparatoria'de París dedicó todo su tiempo

a, la estructura orgánica del aparato. OMS, pero dejó sin tocar siquiera algu-nos objetivos doctrinales, yaun de aplicación inmediata muy urgente, como

los relacionados con'el sector que acabamos de comentaro tra actitud des-tacada de dicha Comisión fue su concepción exageradamente unitaria, su olvido de lo que otras instituciones. habían ya hecho en el campo de' la salud pública y de modo muy particular, de lo referente al continente americano y sus

ins-tituciones político-sanitarias, a las que en-'verdad puede decirse que se les negó 'la sal y el agua".

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CD9/16 (Esp.) AN5EXO I

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sanitario. En resumen, la gran batalla de Nueva York se concentra espe-cialmente en darle al futuro organismo una única central, unicista, rígida, dotada de control absoluto. Dichas delegaciones se muestran contrarias y hasta agresivas ante la posibilidad de aceptar autonomismos regionales, que, al decir de ellas, disminuirían la fuerza y el prestigio del organismo cen-tral.

Es interesante seguir las actas de las sesiones de esa histórica conferencia. Evidentemente mucho se luch6 y algunos ganaron blasones de reconocimiento, que hoy es justo acreditarles. Veamos: la delegación norteamericana, se inclinaba, en cierto modo, doctrinariamente, a la tesis europea, aun cuando en el caso específico que se referia al futuro inmedia-to de la Organización Sanitaria Panamericana, el presidente de su delega-ci6n, Dr. Thomas Parran, presentó una moción en la que, en verdad, se es-tablecía el más respetuoso reconocimiento histórico a la obra de la Oficina Sanitaria Panamericana y que ofrecía una fórmula decorosa para incorporar a la Oficina al nuevo organismo mundial. Desgraciadamente, la moción tex-tual de Parran no prosperó. La polémica fue viva y en algunas ocasiones el debato se ofreció tormentoso. La clara voz del higienista Carlos Paz Soldán, de la delegación del Perú, dejó en las actas de esta Asamblea, sus más bellos discursos y sus más encendidos pronunciamientos de un gran fer-vor panamericano. No podía ser de otro modo, conocía Paz Soldán la brillan-te participación de América en el campo de la salud, y a ella se refirió en la forma más bella, pero desgraciadamente la interpretación simultánea no

había alcanzado la perfección de hoy, y la belleza castelarina de la expre-sión de Paz Soldán no encontró una fiel interpretación en el lenguage de Shakespeare, y como por otra parte nuestro lder se vela imposibilitado de usar del inglés, en los múltiples coloquios que se suscitaban fuera de las sesiones, poco podía en verdad penetrar su sólida argumentación. Un Delegado del Paraguay que actuó de lugarteniente de Paz Soldán tenía un magnifico conocimiento del idioma inglés, pero desafortunadamente no domi-naba como el jefe de la delegación peruana el problema, ni tenía suficiente

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CD9/16 (Esp.) ANEXO I

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de una nueva fórmula que prolongó el debate y en definitiva, logr la aceptación de la Asamblea. Y yo me digo, tal vez en mi habitual tempe-ramento polémico: ¿por qué no se votó?, ¿por qué no se estableció la correspondiente cuestión de orden, que impidiera dar paso a la moción de Evang?

En definitiva, señores, no hemos podido dejar de comentar esta manana, estos episodios tan emocionantes de la Conferencia de Nueva York, en la que estuvo a punto de perderse el reconocimiento de casi cincuenta aos de continuada labor sanitaria por una institución neta-mente- continental americana. Resumamos diciendo que todo ello pasó.

La Comisión Interina de dieciocho países que tuvo a su cargo, hasta la celebración de la Primera Asamblea Mundial de la Salud, la gerencia de la Organización, nos ha dejado la huella del tratamiento que se otorgó a la tesis panamericana pues ninguno de los paises que la representaban a excepción del Perú en la persona de Paz Soldán (hubiese sido el colmo no designarlo) form6 parte de la Comisión Interina. Y además subráyese que los grandes colosos con Stampar al frente, que se batieron con todo aquel calor e ímpetu formidable para oponerse a la necesidad de extender el reconocimiento a la regionalización y sus progresos y que fueron por lo tanto, centralizadores outrance, más tarde llenaron largas páginas de las actas de las sesiones del Consejo Ejecutivo y de la Asamblea de la OMS, defendiendo y respaldando el régimen regional hoy vigente y senalando, en consecuencia, la peligrosa acción de la centralización.

Por eso, señoras y señores, está hoy constituida y en saludable plenitud de desarrollo la Organización Mundial de la Salud, dividida para su administración en seis regiones entre las cuales la Región de las Américas, que está integrada por la Organización Sanitaria Panamericana, nuestro magnífico instrumento continental. Cuba reafirma su más profunda adhesión a este instrumento vernáculo y a través de él, presta todos sus entusiasmos, en escala mundial, a la Organización Mundial de la Salud, de la cual somos un Estado Miembro. Hacemos una salubridad nacional con con-cepto de responsabilidad internacional. De ahí, que en el presente momento, nos atengamos a sus determinaciones: cumplimentemos a plenitud el Reglamento Sanitario Internacional, y echamos las bases de una reorganización sanitaria que nos permita acudir a la primera fila de la batalla contra la erradica-ción de las grandes enfermedades infectocontagiosas. Nos inscribimos con plena responsabilidad en la campaña de erradicación de la viruela, llevando a los más apartados rincones, la influencia beneficiosa de la vacunación, pues como dijo el sanitarista americano Victor Gessel, en su famoso lema: "Todos los detractores de la vacuna han muerto de viruela". Todos nuestros

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CD9/16 (Esp.) ANEXO I

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Para cumplir este ambicioso programa, se requiere la comprensión básica de sus fundamentos, el aprendizaje y entrenamiento de todo el

per-sonal que labora en el Ministerio de Salubridad yAsistencia Social, po-.' niendo a su disposición una fecunda ensenanza fundamental y un amplio taller de práctica experimental, todo lo cual significa la inmediata re-organización de la Escuela- Sanitaria Nacional, objetivo, inmediato de nuestro Ministro, el Dr. Carlos Salas Humara, bajo la inspiración y-los profundos anhelos del honorable seNor Presidente de la Repblica, -General. Fulgencio Batista.

Pronto, podéis estar seguros, será una realidad la "Escuela de Salud Pblica de. Cuba" con igual rango que las que hay funcionando en el Continente.

(17)

CD9/16 (Esp.)

ANEXO II

ANEXO II

(Documento CSP14/34:

(18)

Organización Sanitaria Panamericana Organización Mundial de la Salud

y,

XIV

Conferencia

VI Reunión

Sanitaria

Comite

Panamericana

Santiago, Chile

Regional

Octubre, 1954

CSP14/34 (Esp.) 16 octubre 1954 ORIGINAL: INGLES

Tema 25: UNIDAD DE ACCION EN LOS PROGRAMAS DE SALUD PUBLICA EN LA REGION DE LAS AMERICAS

De acuerdo con la Resoluci6n XVI de la VII Reunión del Consejo Directivo, el Director de la Oficina Sanitaria Paname-ricana realiz6 un estudio de los canales que siguen los fon-dos que aportan los Gobiernos a programas sanitarios interna-cionales, a través de diversas organizaciones y discutió el problema con representantes de varios Gobiernos, tanto en los

Ministerios de Sanidad como de Relaciones Exteriores. El Di-rector asistió a la Décima Conferencia Interamericana cele-brada.en Caracas a comienzos de este año, dispuesto a some-ter el problema a la consideración de la misma, pero no en-contr6 ocasión para hacerlo.

La s.ituación -es particularmente difIcil porque. las de-cisiones' se toman por diversos. organismos gubernamentales y por diferentes representaciones de los Gobiernos en distintas reuniones internacionales.

El Director está especialmente preocupado por la re-ciente decisión (julio de 1954) del Consejo Econ6mico y So-cial, en la que se estipula que, a partir de 1955. los Ton-dos de Asistencia Técnica deberán ser dedicaTon-dos a programas generales en los paises, que habrán de ser concertados

di-rectamente entre un representante de las Naciones Unidas y el Gobierno interesado, lo cual supone limitar las funciones de la Organización Mundial de la Salud y de otros organismos especializados a la prestación de servicios de asesoramiento técnico a proyectos individuales. Esta decisión tendrá por resultado, en la mayoría de los casos, una nueva reducción de las actividades sanitarias financiadas con fondos de

Asis-tencia Técnica y representará una demora en la labor encami-nada a la unificación de los programas. Es desconcertante -observar que esta decisión del Consejo Económico y Social fué

(19)

estuvieTan-CSP14/34 (Esp.) Página 2

concentrados en el organismo americano creado especialmente pare tal fin, como lo es la Organizaci6n Sanitaria Panameri-cana, que también actúa como organización regional de la Organizaci6n Mundial de la Salud"'.

En el diagrama que acompaña al Documento CE22/16 se ob-servará que los diversos fondos internacionales que reciben la ayuda de los 'Gobiernos han sido mantenidos en gran medida por las aportaciones del Gobierno de los Estados Unidos.

Si bien.el Director cree que la actual situaci.ón:es inestable y no durará mucho tiempo, es evidente, sin embargo, que slo en la medida en que las autoridades sanitarias pon-gan de-manifiesto ante los otros departamentos de los gobier-nos las dificultades de la situaci6n actual, podrán ttcmarse medidas para remediarla. Los cambios en.la s.ituacioón actual habrán:de lograrse mediante decisiones adoptadas.en el plano politic'o-internacional..

(20)

comité ejecutivo del grupo de trabajo del ~R -consejo directivo comité regional

'; ORGANIZACION

ORGANIZACION

SANITARIA

MUNDIAL

PANAMERICANA

DE LA SALUD

22a Reunión WJashington, D. C.

Abril 1954

CE22/16 (Esp.) 20 abril 1954

ORIGINAL: XMGLE

Tema 10: INFORME PRELIMINAR SOBRE UNIDAD DE ACCION EN SALUD PUBLICA EN LAS AMERICAS

De conformidad con la Resolución XVI adoptada en la VII Reuni6n del Consejo Directivo, el Director ha iniciado un estu-dio sobre la unificación de las actividades sanitarias inter-nacionales.

Se ha enfocado este estudio mediante un análisis de los canales que siguen las aportaciones financieras de las Reptdbli-cas Americanas para las actividades sanitarias internacioneles así como de la intervención de varios organismos en la determi-nación de la forma en que se deben emplear dichas aportaciones. El diagrama adjunto muestra el curso que siguen las cuotas y las aportaciones voluntarias de los Gobiernos, destinadas en su totalidad o en parte a actividades sanitarias, a través de diver-sos organismos de las Naciones Unidas y de la Organizaci6n de los Estados Americanos.

El importe total de las cuotas se destina a actividades sanitarias internacionales y se satisfacen directamente a la Organización Mundial de la Salud y a la Organización Sanitaria Panamericana. La Oficina Sanitaria Panamericana coordina las actividades de estas dos Organizaciones, puesto que sirve tam-bién de Oficina Regional de la Organización Mundial de la Salud.

Las aportaciones voluntarias, bien sean efectuadas por conducto de las Naciones Unidas o de la OEA, sólo se destinan parcialmente a actividades sanitarias.

(21)

CE22/16 (Esp,) Página 2

A pesar de lcs trámites sumamente complicados que siguen algunos de los fondos destinados a actividades de salubridad y de la multiplicidad de las fuentes de dichos fondos, no existe duplicación o superposición en los programas de salud pblica de los organismos internacionle.j. En las Americas, todos esos programas, salvo los aspectos sanitarios del programa del Ins-tituto Internacional Americano de Protecci6n a la Infancia, están bajo la supervisión de la OSP, quedando así asegurada au-tomáticamente la completa coordinación en su ejecución.

No existe, sin embargo, uniformidad en cuanto a la base de las operaciones financiadas con las cuotas y las financiadas conaportaciones voluntarias. Los programas financiados con las cuotas que satisfacen los Estados Miembros a la Organiza-ci6n Mundial de la Salud y a la Orgánización Sanitaria Paname-ricana, están sujetos a la aprobación de la Asamblea Mundial de la Salud y de la Conferencia Sanitaria Panamericana respectiva-mente, 6rganos ambos compuestos de representantes técnicos de las administraciones sanitarias de los Paises Miembros, es

de-cir, las mismas administraciones sanitarias con las que esas. dos Organizaciones colaboran en los programas de campo. La co-laboración de la OSP yla OMS es armoniosa, sin que haya dupli-·caci6n apreciable de-esfuerzos y constituye, en conjunto, un notable. ejemplo de laintegración de actividades de la

organi-zación mundial y de la organiorgani-zación regional,

Por. otra parte, las. aportaciones voluntarias siguen los canales que se indican en el diagrama adJunto interviniendo numerosos organismos no técnicos que influyen en la selección de programas, en los-.procedimientos administrativos, e incluso, a veces, en la orientación técnica.

Esta exposición preliminar se presenta nicamente a ti-tulo de información. No se han tratado todavía de celebrar

consultas con los Gobiernos Miembros y las organizaciones inter-nacionales correspondientes a fin de hallar soluciones prácticas :al problema., de conformidad con lo dispuesto en la Resolución

(22)

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(24)

CD9/16 (Esp.) ANEXO III

ANEXO III

(25)

Organización Sanitaria Panamericana Organizaci¿n Mundial de la Salud

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XIV Conferencia

VI Reunión

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Sanitaria

Comiton

Panamericana

Santiago, Chile

Regional

Octubre, 1954

CSP14/90 (Esp.) 20 octubre 1954 ORIGINAL: SPANOL

Tema 35: PQGA14AS D ASISTLNCIA TCNICA

ANTEPROYECTO DE RESOLUCION

(Presentado por el Grupo designado en la Novena Sesi¿n Ple-naria, integrado por los Delegados de Estados Unidos de América, Uruguay, Ecuador y Cuba.)

LA XIV CONFERENCIA SANITARIA PANAMeRICANA,

CONSIDERANDOs

Que la Resoluci6n WHA.7.41 d la Séptima Asamblea Mundial de la Salud (mayo 1954) declar6 que las variaciones de un ao a otro en el importe de los fondos de Asistencia Técnica puestos a disposición de la OMS desorganizan los programas planeados para ser financiados con todos los recursos de la Organizaci6n, y son perjudiciales para la estabilidad en la planificacin y ejecuci6n de proyectos individuales y retrasan la realizaci6n del prograqa gene-ral de actividades aprobado para un periodo especifico; y

La diflcil situación por que atraviesan actualmente los programas de la Organizaci6n que están en desarrollo, financiados con fondos provenientes de la Asistencia Tcni-ca con motivo de las dsposiciones dictadas por el ECOSOC en sus Resoluciones, y teniendo en cuenta las observaciones hechas por los representantes de distintos países y las in-formaciones del señor Director en relacidn con la materia,

HESUBLVEs

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CSP14/90 (Esp.) Página 2

de las Naciones Unidas e instruir al Director de la Oficina Sanitaria Panamericana para que a nombre de la Conferencia notifique a los Gobiernos Miembros de esta situaci6n, recomen-dándoles la mayor consideración al respecto, tomando la más amplia información posible de sus organismos técnicos

sani-tarios en forma que pueda instruir convenientemente a sus representantes en.la.s Naciones Unidas con el fin de promover una adecuada revisión de los acuerdos del ECOSOC en la

(27)

CD9g/6 (Esp.)

ANEXO IV

Lista de documentos

I. Documentos

CSPL4/21

CE25/27, Rev. 1 CD8/11, p. 9

CD8/37

CD8/51 II. Actas

CSPl4/97, p. 19 CSP14/98, p. 53

CE22/61, p 16 CE25/44, p, 100 CE26/8, p. 3

CD8/38 y Corr., p. 6

CD8/41,

p,

5

CD8/59, p. 17 CE28/25, p. 10 CE28/26, p. 2

III. Resoluciones

CD7/R.XVI (Doc. CD7/47, p. 31) CE25/R. XIV (Doc. CE25/42, p.23)

Referências

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