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Culture, Religion and State: the Imaginary Homeland of the Dominican Republic and the Religious Language

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Academic year: 2020

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CULTURA, RELIGIÓN Y ESTADO:

EL IMAGINARIO PATRIO

DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

Y EL LENGUAJE RELIGIOSO*

BELKYS JULISSA MOYA BASTARDO**

L

a modernidad desde sus diversas facciones ha querido particularizar las áreas y funciones de las personas, por ejemplo, el arte, la política, el ocio, la religión, etc. Por lo tanto, podríamos compararla a una enciclopedia con varios com-partimentos. Pero en todas estas divisiones se encontraban el ser humano, la persona siendo una en todas, y el Estado siendo el gestor y el articulador de estas áreas y sus funciones. Sin embargo, la religión con su forma simbólica que se expresa en todas las

Resumo: para Yuri Lotman, estudioso da semiótica da cultura, a linguagem possui dois níveis, que são natural e cultural, influenciando-se mutuamente. A República Dominicana, país caribenho de colonização española e de maioria católica, possui inúmeros símbolos pátrios que conservam esta história. Diante disto, com este artigo propomos conceitualizar os níveis de linguagem a partir da teoria de Yuri Lotman, analisar símbolos e recortes históricos da constituição da República Dominicana e, a partir disto, apresentar como a linguagem religiosa e a linguagem política se relacionam no sentido de construir um imaginário pátrio, dando sentido à identidade do povo dominicano. A metodología se baseia na investigação biblio-gráfica e análise de conteúdo, em que, analizando alguns símbolos e espaços, demostramos a conexão entre as esferas religiosa e política. Enfim, pensamos que, apesar do secularismo do Estado, os símbolos religiosos tem desempenhado um papel fundamental na construção do imaginário pátrio.

Palavras-chave: Linguagem. Religião. Imaginário Patriótico. República Dominicana. Semiótica da Cultura.

* Recebido em: 03.12.2017. Aprovado em: 10.03.2018.

** Mestranda em Ciências da Religião (PUC Minas). Graduada em Teologia (Instituto Santo Tomás de Aquino). Bolsista CAPES. E-mail: bekysmoya@gmail.com

DOI 10.18224/frag.v28i1.6105

DOSSIÊ

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estructuras favoreció al Estado la adhesión al lenguaje religioso para estar y transitar en todas esas áreas.

En este artículo presentaremos el lenguaje y sus dos niveles, natural y cultural, los cuales son un medio de relacionar las dos estructuras tanto, política (Estado) y la religiosa. También traemos un ejemplo de esta unión que ocurre en la Republica Dominicana en es-pecial en el imaginario patrio del pueblo a partir de los símbolos patrios que representan el Estado libre, independiente y soberano, pero con características religiosas bien marcadas que representaron al Estado con una estructura religiosa.

LENGUAJE Y CULTURA

La Modernidad, además de haber sufrido la especialización del conocimiento, ha-ciéndolo plural, pero fragmentado. También reconoció innumerables vueltas en la manera como el ser humano se veía como constructor de conocimiento. En este sentido, el ser huma-no moderhuma-no pasó a pensar las dimensiones de su vida como producto de sus construcciones lingüísticas. Entre estas vueltas, está el giro lingüístico con la reflexión sobre la exégesis, her-menéutica, lógica, semiótica, entre tantos otros.

Entre varios autores, uno que ha ganado notoriedad, en los días actuales es Lotman (1922-1993). Este desarrolló una teoría llamada Semiótica de la Cultura, en la cual “[...] estu-dia la interacción de sistemas semióticos diversamente estructurados, considerando el hecho de que no hay uniformidad interna en el espacio semiotico [...]” (NOGUEIRA, 2012, p. 18). El autor rompe con la idea de que todo texto tiene un mensaje que alcanza un receptor. Para Lotman (1996, p. 57-8), existen dos niveles de lenguaje:

Desde el punto de vista genético, la cultura se construye sobre la base de dos lenguajes primarios. Uno de ellos es la lengua natural, utilizada por el hombre en el trato cotidiano. [..]Menos evidente es la naturaleza del segundo lenguaje primario. Se trata del modelo estructural del espacio. Toda actividad del hombre como horno sapiens está ligada a modelos clasificacionales del espacio, a la división de éste en «propio» y «ajeno» y a la traducción de los variados vínculos sociales, religiosos, políticos, de parentesco, etc., al lenguaje de las relaciones espaciales. La división del espacio en «culto» e «inculto» (caótico), espacio de los vivos y espacio de los muertos, sagrado y profano, espacio sin peligro y espacio que esconde una amenaza, y la idea de que a cada espacio le corresponden sus habitantes —dioses, hombres, una fuerza maligna o sus sinónimos culturales—, son una característica inalienable de la cultura.

Por lo tanto, para él el primer nivel es la lengua natural, es decir, los idiomas con los que nos comunicamos en el día a día y por medio de los cuales estructuramos el mundo y nuestra experiencia cotidiana. Y el segundo nivel es el lenguaje cultural que modela el mundo y es diversa, posibilitando múltiples interpretaciones. A partir de esto comprendemos que nuestra manera de entender nuestras estructuras establecidas en la sociedad estará condicio-nadas por un lenguaje cultural que modela la realidad.

RELIGIÓN Y ESTADO

Este modelo puede servirnos como medio condicional para la comprensión de la realidad, en comparación a las estrechas relaciones que las demás estructuras poseen entre

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sí, sean ellas política, religiosa y jurídica, las cuales siempre serán doblemente interpretadas, pues, estamos lidiando con dos lenguajes dentro de la misma estructura.

Sobre este prisma, investigaremos la manera como la religión y el estado están in-terconectados en la modernidad y como, a pesar de la idea de ruptura establecida, el estado buscó en los significados propios de la religión la fundamentación de sí en cuanto generador de sentido y de unidad.

Para Lenharo (1986, p. 20), en la coyuntura actual, el Estado:

[...] surge, pues como único sujeto político y como único agente histórico real, anticipán-dose a las clases sociales para constituirlas como clases del sistema capitalista. El Estado cumple esta tarea transformando las clases sociales regionalizadas en clases nacionales, exigiendo que todas las cuestiones económicas, sociales y políticas sean consideradas como cuestión de la nación.

Sabiendo que el Estado, en la modernidad, contiene el poder, podríamos decir que éste representa para la nación algo trascendental. Su acción se construye simbólicamente en el imaginario del pueblo. Para ello, el Estado Moderno, fruto de las Revoluciones Francesa e Industrial, buscó en la religión los conceptos para la construcción de su teoría.

Como nos dice Schmitt (2009, p.39): “[...] todos los conceptos centrales de la moderna teoría del Estado son concepto teológicos secularizados [...]”. De esta manera, la ruptura afirmada en los libros de historia entre Edad Media y Edad Moderna, a pesar de su pertinencia bajo diversos aspectos, esconden un hecho importante de la continuidad y de la relación que las diversas esferas de la vida humana establecen entre sí. Bajo esta perspectiva que en el lenguaje, cultura, religión y estado se encuentran.

IMAGINARIO PATRIO DE LA REPÚBLICA DOMINICANA

Habiendo recorrido el camino hasta aquí, analizaremos en este punto el caso de la República Dominicana. Todavía hoy, los símbolos y los conceptos nacidos dentro de la reli-gión cristiana dan sustentación para la construcción de su imaginario patrio, que podrían ser abordados de diversas formas, pero aquí lo haremos a partir de la experiencia de una persona de la cultura dominicana, que estando actualmente en otra cultura, la reinterpreta. A continuación vamos a presentar algunos símbolos patrios describiendo su significado a nivel popular

La Bandera

Juan Pablo Duarte considerado el padre de la patria fue que quien creó la bandera de la Republica Dominicana, pero fueron mujeres convencida de ser patriota que confeccio-naron la bandera, entre ellas se encuentran: María Trinidad Sanchez, María de Jesús Pina, Isabel Sosa y las hermanas Villa, entre otras. El 28 de febrero de 1844 se enarbola la bandera en Baní, día de la independencia dominicana.

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Figura 1: Bandera de la República Dominicana Fuente: Portal São Francisco

La bandera de la República Dominicana es la bandera que representa al país y en conjunto con escudo y el himno, tiene el estatuto de un símbolo nacional. Es el más sublime símbolo de libertad y soberanía nacional. Es la única bandera en el mundo que tiene una Biblia abierta. En la mayoría de las casas de la Republica la bandera se expone en la puerta en todo el mes de febrero, el cual representa la independencia del país.

Según se describe en el interior del artículo 31 y 32 de la Constitución, la bandera tiene un cruce al centro, que se extiende hacia las extremidades y está dividida en cuatro rectángulos: encima son de color azul (en el lado de la grúa) y roja; y debajo son rojos (del lado del asta) y azul. En el centro de la cruz, hay el escudo de la República Dominicana. El rojo representa la sangre derramada por nuestros libertadores; Azul dice que Dios protege a la nación Dominicana; y la cruz blanca es el símbolo de la lucha de nuestros libertadores de legar una patria libre. (REPUBLICA DOMINICANA, 2010, p.16).

El Escudo

La constitución, luego en su preámbulo, invoca a Dios como guía en la elección de los representantes del pueblo y la religión oficial es la Iglesia Católica. En el escudo de la nación se incluye el nombre de Dios y una biblia abierta con la citación del evangelio de Juan, capítulo 8, versículo 32. Sobre la Biblia está la cruz, ligada a dos lanzas y cuatro banderas que se comparan a un trofeo o premio. Además, hay una rama de olivo en el lado izquierdo y una de palmera en el lado derecho (REPUBLICA DOMINICANA, 2010, p.1).

Es coronado por una cinta azul ultramarina en la que se lee el lema “Dios, patria y libertad”. En la base hay otra cinta en rojo, cuyos extremos están orientados hacia arriba con las palabras “República Dominicana”. La forma del Escudo Nacional es rectangular, con los ángulos superiores proyectados y los inferiores redondeados, cuyo centro termina en un punto y está dispuesto de tal forma que un cuadrado perfecto resulta al dibujar una línea horizontal que une las dos verticales del cuadrado de donde los ángulos inferiores comienzan.

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El actual escudo fue declarado por el presidente Adolfo Alejandro Nouel, conocido como Monseñor Nouel. Es el escudo que ilustra el decreto del poder ejecutivo, nº 2337 de 22 de febrero de 1913, de autoría de Casimiro N. de Moya.

Figura 2: Brasão da República Dominicana Fonte: Wikipédia, a enciclopédia livre.

El escudo de la República Dominicana es el emblema de que estar solo o al lado de la bandera representa el Estado libre, independiente y soberano.

El Himno Nacional

Es la música para la patria que narra en su composición poético-musical el honor de los ideales de libertad de nuestro pueblo. En él se hace una relación de los hechos que, con su sacrificio, contribuyen a lo que hoy es la patria, libre y soberana.

El himno fue escrito por Emilio Prud’Homme con la composición musical de José Rufino Reyes Siancas. Por la primera fue presentado el 17 de agosto de 1883.

Quisqueyanos valientes, alcemos Nuestro canto con viva emoción, Y del mundo a la faz ostentemos Nuestro invicto glorioso pendón. ¡Salve! el pueblo que, intrépido y fuerte, A la guerra a morir se lanzó,

Cuando en bélico reto de muerte Sus cadenas de esclavo rompió.

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Ningún pueblo ser libre merece Si es esclavo indolente y servil; Si en su pecho la llama no crece Que templó el heroísmo viril, Mas Quisqueya la indómita y brava Siempre altiva la frente alzará; Que si fuere mil veces esclava Otras tantas ser libre sabrá. Que si dolo y ardid la expusieron De un intruso señor al desdén, ¡Las Carreras! ¡Beller!, campos fueron Que cubiertos de gloria se ven. Que en la cima de heroíco baluarte De los libres el verbo encarnó, Donde el genio de Sánchez y Duarte A ser libre o morir enseñó.

Y si pudo inconsulto caudillo De esas glorias el brillo empañar, De la guerra se vio en Capotillo La bandera de fuego ondear. Y el incendio que atónito deja De Castilla al soberbio León, De las playas gloriosas le aleja Donde flota el cruzado pendón. Compatriotas, mostremos erguida Nuestra frente, orgullosos de hoy más; Que Quisqueya será destruida Pero sierva de nuevo, ¡jamás!

Que es santuario de amor cada pecho Do la patria se siente vivir;

Y es su escudo invencible: el derecho; Y es su lema: ser libre o morir. ¡Libertad! que aún se yergue serena La Victoria en su carro triunfal, Y el clarín de la guerra aún resuena Pregonando su gloria inmortal. ¡Libertad! Que los ecos se agiten

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Mientras llenos de noble ansiedad Nuestros campos de gloria repiten ¡Libertad! ¡libertad! ¡libertad!

La letra y la música tuvieron el éxito inmediato, pero después de críticas de eruditas dominicos, se constataron errores en la letra, hasta que en 1897, Emilio Prud’Homme, envió la reformulación que sólo sería aceptada como himno oficial en 1934 después de los años confusos la vida política de la República Dominicana.

Desde entonces, todos los días el himno es cantado en todas las escuelas del país antes del inicio de las actividades escolares y también está entonado en las fiestas patrias. Otros Símbolos

Acabamos de ver los tres símbolos patrióticos que representan a la nación domini-cana. La bandera, el escudo y el himno nacional. Sin embargo, hay otros símbolos que, en la imaginación del pueblo dominicano, son considerados símbolos nacionales y todavía son venerados hasta hoy. Uno de ellos son los Padres de la patria los cuales son visitados durante todo el año en su tumba, o mejor, en el panteón nacional. Ellos formaron la sociedad trinita-ria y, de esto, hicieron todo el movimiento de la independencia nacional.

Tenemos Francisco del Rosario Sánchez a la izquierda, Juan Pablo Duarte en el centro, y Matías Ramón Mella a la derecha. Ellos son considerados héroes nacionales o más reconocidos por los pueblos como los Padres de la Patria. Estos monumentos, junto con las tumbas que están debajo de cada uno, son venerados durante todo el año por el pueblo dominicano y los turistas, ya que están en la zona colonial, frente a la puerta del conde, uno de los lugares más turísticos del país.

Figura 3: Altar da pátria Fuente: archivo personal.

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Ellos reciben una corona de flores y cambian de armas cada hora como señal de respeto y memoria en relación a la historia de la independencia. Hay también una llama siempre iluminada, como un símbolo de que es la luz que ilumina la nación dominicana en cada época de la historia.

Figura 4: Tumba de Duarte Sanchez y Mella Fuente: archivo personal.

También existen símbolos considerados monumentos históricos que unen el senti-do patriótico y la fe católica del pueblo senti-dominicano, como la plaza de la bandera, por ejemplo.

Figura 5: Vista panorámica de la Plaza de la Bandera Fuente: Imagenes de Nuestra Historia, R.D (2000).

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Como podemos ver, la bandera está en el centro de una cruz, representando que el Estado y la Iglesia andan de la mano. Este símbolo está en el centro de la capital, ubicado en una de las avenidas principales, que es el 27 de febrero, en referencia al día de la inde-pendencia dominicana, como ya mencionamos antes. Esta plaza es relativamente cercana al peaje, que divide una ciudad de otra, lo que significa que hay un gran número de personas que transitan en ese lugar.

También la Iglesia Católica es considerada un símbolo patrio e influye en muchas facetas de la vida en la República Dominicana, incluyendo los vínculos fuertes con el gobier-no y el sistema educativo del país, a pesar de problemas en el pasado con Rafael Leónidas Trujillo1. Las escuelas públicas están obligadas a incluir la Biblia como parte de su currículum.

Por su parte, las escuelas privadas no están sujetas a esta ley, donde no es fuertemente imple-mentada.

La influencia de la Iglesia Católica también afecta a las leyes matrimoniales. Sólo las bodas realizadas en ceremonias católicas son reconocidas por la ley. Los otros únicos casa-mientos legalmente reconocidos por el gobierno del país son las uniones civiles no religiosas, que se pueden realizar fuera de la Iglesia Católica. Además de representar una estructura de toma de decisiones frente al Estado, ella posee una representatividad simbólica a nivel físico, ya que fue la primera Iglesia de América Latina a ser construida, llamada Catedral Primada de América.

Figura 6: Catedral de Santo Domingo

Fuente: archivo personal.

A partir de estos ejemplos, podemos percibir la fuerte influencia del lenguaje religioso en los símbolos patrios, en la forma de gobernar e incluso en la forma de interpretar la realidad en lo cotidiano. Por más que en la Modernidad el divorcio entre Religión y Estado fuera sacramen-tado, allá donde la cultura se hace el ser humano transita de una dimensión de la vida a otra en el intento de construir un mundo de significados que tenga sentido y dé unidad.

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CONCLUSIÓN

En este artículo ofrecemos una visión de conjunto donde podíamos percibir la estricta relación que tiene las estructuras entre sí, en especial cuando se trata del lenguaje. Al presentar el lenguaje en dos niveles, natural y cultural, nos damos cuenta que desde nuestra habla hasta el entendimiento estamos condicionados por los moldes culturales en que la so-ciedad se construye. Por otro lado, vemos cómo las estructuras en especial jurídicas (Estado) y religiosas (símbolo religioso) están en el mismo nivel de lenguaje, y cómo se relacionan construyendo una a otra.

Al percibimos concretamente la influencia del lenguaje religioso en el imaginario del pueblo dominicano en sentido patrio, reconocemos la fuerza simbólica que tiene la reli-gión en este país. Siendo así, el pueblo opera a partir de fundamentos religiosos secularizados en el estado, influenciando la construcción de la realidad. Ante lo que aquí se ha expuesto nos queda el desafio, para investigaciones futuras, de pensar el proceso de laicidad en un contexto como este en la República Dominicana.

CULTURE, RELIGION AND STATE: THE IMAGINARY HOMELAND OF THE DOMINICAN REPUBLIC AND THE RELIGIOUS LANGUAGE

Abstract: for Yuri Lotman, a student of semiotics of culture, the language has two levels, to know, natural and cultural, both of which influence each other. The Dominican Republic, a Caribbean country of spanish colonization and Catholic population, has numerous symbols that preserve this history. In view of this, with the present article, we propose to conceptualize the levels of language from Yuri Lotman’s Theory, to analyze the historical symbols and clippings of the constitution of the Dominican Republic, from dispose, to present how the religious language and political language are related in the sense of construction an imaginary fatherland giving meaning to the identity of the Dominican people. Our methodology is based on bibliographical research and content analysis that analysis some symbols and spaces demonstrating the connection between the religious and political spheres. Finally, we think that despite the state’s secularity, religious symbols played a fun-damental role in the construction of the imaginary country.

Keywords: Language. Religion. Fatherland Imaginary. Dominican Republic. Semiotics of

Cul-ture.

Nota

1 Dictador dominicano. Rafael Leónidas Trujillo era comandante de la Guardia Nacional, una base militar creada por Estados Unidos para perseverar su interés en la isla. En 1930 dio un golpe de Estado y se proclamó presidente de la República Dominicana. La dictadura aproximadamente desde 1930 hasta 1960.

Referências

IMÁGENES DE NUESTRA HISTORIA. Vista panorámica de la “Plaza de La Bandera” y su entorno. Instituto Cartografico Militar. Santo Domingo: Facebook, 2000. Disponível em: < https://www.facebook.com/imagenesdenuestrahistoriard/photos/a.512689108766464.1073

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741828.512660898769285/1516333271735371/?type=3>. Acesso em: 25 nov. 2017. LENHARO, Alcir. Sacralização da política. Campinas: Papirus, 1986.

LOTMAN, Iuri. La semiosfera I: semiótica de la cultura y del texto. Madrid: Catédra, 1996. NOGUEIRA, Paulo Augusto de Souza. Religião como texto: contribuições da semiótica da cultura. In: NOGUEIRA, Paulo Augusto de Souza (Org). Linguagens da Religião: desafios, métodos e conceitos centrais. São Paulo: Paulinas, 2012.

REPUBLICA DOMINICANA. Constitución de la República Dominicana. Disponível em: <http://www.oas.org/juridico/mla/sp/dom/sp_dom_const.pdf>. Acesso em: 25 nov. 2017. SCHMITT, Carl. Teología política. V. 1 y 2. Madrid: Trotta, 2009.

PRUD’HOMME, Emílio; SIANCA, José Rufino Reyes. Himno Nacional. Disponível em: ht-tps://pt.wikipedia.org/wiki/Himno_Nacional_(Rep%C3%BAblica_Dominicana). Acesso em: 29 nov. 2017.

Imagem

Figura 1: Bandera de la República Dominicana Fuente: Portal São Francisco
Figura 2: Brasão da República Dominicana Fonte: Wikipédia, a enciclopédia livre.
Figura 3: Altar da pátria  Fuente: archivo personal.
Figura 5: Vista panorámica de la Plaza de la Bandera  Fuente: Imagenes de Nuestra Historia, R.D (2000).
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