La salud de venta

LA SALUD DE VENTA’

Por el Dr. EDWARD S. GODFREY, JR, Comisionado de Sanidad del Estado de Nueva York

Por más de 20 años, en los documentos del Departamento de Sanidad del Estado de Nueva York ha aparecido el membrete: “La salud pú- blica es comprable. Dentro de las limitaciones impuestas por la naturaleza, toda comunidad puede determinar su propio coeficiente de mortalidad.” Adoptado ese lema por el Dr. Hermann M. Biggs al ser designado Comisionado de Sanidad del Estado, ninguno de sus sucesores ha podido concebir una declaración mas concisa y atinada que exprese un hecho de tanta importancia material para el público que es el que paga los impuestos y utiliza el producto de los mismos.

CQué quiere decir ese lema? iQué quiere decir “la salud pública es comprable?” ¿Qué quiere decir “limitaciones impuestas por la naturaleza?”

Todo eso quiere decir que en nuestra civilización moderna si el pu- blico va a disfrutar de buena salud, permanecer indemne de epidemias prevenibles, mantener una mortalidad baja, o rebajar una elevada, tiene que gastar dinero para ello. No quiere decir que todos los indi- viduos serán mantenidos exentos de enfermedad, pero si que se les ahorrará en todo lo posible el riesgo que entraña la vida comunal, y que si enferman, se hará cuanto se pueda para devolverles la salud.

Por limitaciones de la naturaleza se sobrentienden las que rodean a nuestros conocimientos de los procesos biológicos de la enfermedad y de la muerte, aunque hay que colegir también que nuestros conoci- mientos actuales se han adelantado tanto a sus aplicaciones, que la principal traba con que se tropieza hoy es la falta de mayor apoyo económico.

¿Cómo se compra la salud pública? ¿Qué compramos cuando invertimos en ella?

La salud pública se compra principalmente por medio de los fondos derivados de los impuestos, secundados por donativos y servicios volun- tarios, tanto grandes como pequeños. Cómpranse así conocimientos, ideas, servicios, y una multitud de artfculos que varían de tubos de ensayo y máquinas de escribir, a hospitales y establecimientos de purif+ cación de aguas servidas.

En los 20 años que lleva de existencia ese lema, la mortalidad tifoidea ha sido disminuída en 94% en el Estado de Nueva York, la diarreica en 85%. Los contribuyentes han comprado esas disminuciones

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gastando millones de dólares no meramente en agua, sino en higieni- zarla, en atender a las aguas servidas a fin de que nuestros rfos y playas no entrahen peligro para los que en ella se bañen o recreen en otra forma. Han comprado asf los conocimientos que permiten afirmar que la leche sucia es sospechosa y la infectada peligrosa, y también creado los servicios de inspección y las disposiciones que han obligado a pasteurizar la mayor parte del abasto de leche.

Al comprar salud pública, han erigido laboratorios que ayudan en el diagnóstico, a fin de que el doctor y el jefe de sanidad sepan lo que deben hacer. Han comprado microscopios, estufas de cultivo, e instrumentos de precisión de todo género. Han comprado cobayos, conejos, cabras, ovejas, y caballos, a fin de poder preparar sueros preventivos y curativos, y comprobarlos debidamente en cuanto a inocuidad y potencia: sueros que curan muchos casos de enfermedades tales como neumonfa, meningi- tis, septicemia, y difteria.

Compran medicamentos y establecen clfnicas para el tratamiento de la lúes que esterilizan al enfermo a fin de impedir la propagación del mal. Compran clfnicas para el diagnóstico de la tuberculosis, y construyen hospitales para asistir a los enfermos, con mira no tan sólo a devolver a estos la salud y su capacidad para ganarse la vida, sino también a impedir que transmitan la enfermedad a sus familiares y allegados.

Aparte de esas cosas materiales y tangibles, compran los servicios de un grupo de hombres y mujeres, cada vez mejor preparados para la obra que realizan, hombres y mujeres dedicados absolutamente a sus tareas, e impulsados primordialmente por el deseo de servir al pú- blico. Aun más, esos fondos permiten mejorar la calidad de dichos servicios, pues también compran educaci6n perfeccionada y ampliaci6n

de estudios

para enfermeras,

ingenieros,

o doctores,

pues en cada una

de dichas ramas trátase de una obra especializada.