CONTROL DE RABIA EN EL CALLAO, PERU, DURANTE 1952 A 1957* DR. OTONIEL VELASCO F.
Médica Veterinario de la Unidad Sanitaria del Callao, Direccidn General de Salud Pdblica, Ministerio de Salud Pública ?/ Asistencia Social, Perú
El Callao es el primer puerto de la Re- pública y está ubicado a 12”03’49” de lati- tud Sur, y a 77”09’13” de longitud W. de Greenwich; su clima es templado y húmedo; tiene una extensión de 37 Km2. y limita con el área rural de la ciudad de Lima por el Este, Norte y Sur, y por el Oeste con el Océano Pacífico. Forma con dicha ciudad una unidad geográfico-social y muchas per- sonas que viven en uno de estos lugares, tra- bajan en el otro. Su población es de 143.800 habitantes según la Dirección Nacional de Estadística, al 30 de junio, 1957, y la mayoría reside en zonas urbanas. Las principales ac- tividades están relacionadas con labores por- tuarias y de pesca, aunque también hay algunas fundiciones, fábrica de cerveza, mo- linos, etc.
En 1951 se organizó el programa de salud pública del Callao, con asesoría de la Oficina Sanitaria Panamericana, para unificar los servicios sanitarios dispersos mediante la creación de la unidad sanita ia.
Antes de 1951 no se hakía hecho ninguna labor sist,emática de control de rabia, por carecer de los servicios organizados y técni- camente preparados que pudieran efectuar- los. De ahí que no se pueden presentar dataos fidedignos sobre la incidencia de rabia tanto animal como humana y sobre los problemas conexos.
Al iniciarse las labores en la unidad sani- taria en 1952, se confirmo que había 30 casos de rabia en animales (29 perros y 1 gato), y que 4 personas fallecieron de rabia (cuadro No. 1). Esto mostró la gravedad del pro- blema de la rabia, por lo que, como medida inmediata, se hizo una encuesta, casa por casa, para determinar el número de perros de esta zona, obteniéndose una población aproximada de 15.000 perros.
* Manuscrito recibido en septiembre, 1958.
Por falta de los medios necesarios para un control técnico, se procedió en el último tri- mestre de dicho año a eliminar los perros vagabundos por medio de estricnina; de este modo se dio muerte a 7.218 canes. En el pri- mer trimestre de 1953 se vacunó, a domicilio y gratuitamente, con vacuna fenolada, a 6.218 canes, lo que representa el 79,9 % de los perros restantes. Durante este año siguen presentándose casos de rabia (1 persona falle- cida y 7 perros) ; hubo que suspender la eliminación de perros con estricnina por la reacción desfavorable de la población y por gestiones de la Sociedad Protectora de Animales.
En julio y agosto de 1954 se comprobaron dos perros rabiosos, si bien es ya notoria la baja de la curva de incidencia, como puede apreciarse en la Fig. 1; en noviembre del mismo año se organizó una revacunacion ma- siva de perros, con vacuna de embrión de pollo, en forma grat’uita y a domicilio, y se consiguió inmunizar en tres meses (hasta enero de 1955) a 9.629 canes, los que represen- tan el 70 % de la población canina estimada.
Las medidas de control se abandonaron casi a partir de febrero de 1955, por falta de dinero y se reanudó la eliminación de perros a fines de dicho año, con la ayuda del Muni- cipio y de algunos donativos particulares; se capturaron los perros mediante una camio- neta y se eliminaron con gas CO; la vacuna- ción masiva y grat,uita se suspendió y se es- tableció el pago de derechos por vacunacion, la que se hace en un puesto fijo. Esta falta de control adecuado hace que muchos perros deambulen por las calles y que las nuevas generaciones queden sin protección, lo que explica la reaparición de casos de rabia ani- mal en diciembre de 1957.
Aunque el número de casos de rabia ani- mal ha ido en franco descenso, el número de denuncias por mordeduras de animales sos-
Marzo 19591 CONTROL DE LA RABIA EN EL PERU 223
CUADRO No. l.-Personas fallecidas. casos de CUADRO No. 2.-Denuncias mensuales de morde- rabia animal, número de perros eliminados y de duras ocurridas en el Callao, de 1962 a 1957. perros vacunados en el Callao de í952 a 1957.
Mes 1952 1 953 1954 1956 1957 Aiio fallecidas PeWXla5
por rabia
Número de peïros --
Eliminados Vacunados
1952 1953 1954 1955 1956 1957 4 1 - - - - 7.218"
- 6.218'
- 9.6299
929
1.325 789
2.571 1.751
Enero . Febrero, Marzo. Abril . Mayo.. Junio. . Julio.
Agosto. .
Septiembre n En 1952 hubo un gato con rabia; los demás Octubre . Noviembre. casos son perros.
b Ocurridos de julio-agosto. c Ocurrido en mayo. d Ocurridos en diciembre.
Diciembre. Totales.. 64 181 126 100 165 118 75 76 66 62 70 84 - _- 75 99 93 67 45 66 60 77 69 64 58 69 - _-
42 1 - 125 103 94 85 66 56 71 81 98 68 87 88
0 De octubre a diciembre. f De enero a marzo.
g De noviembre de 1954 a enero 1955.
- 1955 - 78 75 93 76 89 65 59 66 66 84 95 111 - --
157 1 -
130 84
119 91
82 74
66 78
57 77
95 69
68 65
92 67
98 84
79 158 83 160 93 282
--
.l .187 8
- ,022 ,062
- .289
pechosos de rabia (cuadro No. 2) va en au- mento, por lo que fue necesario organizar un servicio especial para atender a las personas mordidas. En octubre de 1957 se produjo en la ciudad de Lima un brote de rabia canina y hubo un caso humano, por lo que se or- ganizó una campaña de urgencia; la difusión que los diarios y radio-emisoras dieron a este
brote, así como la intensificación de los pro- gramas de educación sanitaria, se refleja en el incremento del número de denuncias por mordeduras que llegó en dicho mes a casi el 100% del correspondiente al mes anterior. Sucedió lo propio en el mes de diciembre a consecuencia de presentarse tres casos de ra- bia canina en el Callao.
Esto lleva a pensar que, ordinariamente, no se conocen más del 50% de las mordedu- ras ocurridas en una zona dada, lo que pone
FIG. l.-Personas fallecidas por rabia; casos de rabia animal, número de perros eliminados y ntimero de perros vacunados contra rabia en el Callao, 1952-1957.
PERSONAS
FALLECIDAS POR RABIA -224 BOLETIN DE LA OFICINA S~WTAR~A PANAMERICANA
CUADRO No. 3.- Número de personas inmuni- CUADRO No. 5.-Ntimero de mordeduras de
zadas contra la rabia 2/ número de dosis de vacuna acuerdo con los grupos de edad ajectados, ocurridas utiliqadas en el Callao de 1962-1957. en el Callao, de 1965 a í967.
Año No. de personas inmunizadas Dosis de vacuns empleadas
1952 185 2.775
1953 173 2.076
/ 1954 169 1.690
1955 79 796
1956 63 635
1957
I
85 864de manifiesto el grave peligro que corre la población si la rabia. animal permanece ig- norada.
También se nota que la denuncia de mor- deduras aumenta ligeramente en el verano (enero-marzo), lo que puede explicarse por el hecho que los niños están de vacaciones y juegan en las calles, por lo que están más ex-
puestos que en otros meses.
Durante estos años fue necesario someter a tratamiento antirrábico a un considerable número de personas (cuadro No. 3) un 90 % de las cuales fueron mordidas por perros desconocidos. En el mismo cuadro se ob- serva el apreciable número de dosis de va- cuna antirrábica que es preciso emplear.
En el cuadro KO. 4 se advierte que el ma- yor numero de mordeduras se localizan en las extremidades inferiores, siguiendo las su- periores y, finalmente, el tronco y la cabeza.
CUADRO No. 4.-Número y porcentaje de la denuncia por mordeduras, de acuerdo con la locali- zación de las heridas, ocurridas en el Callao, de 1963 a 1967.
Extremidades Año
Inferior ____
1953 y 1954 1.232
1955 576
1956 664
1957 842
__-__-- ---
Totales. 3.314
Porcentaje de
todas las
mordeduras 64,l -
-
Supe-
rior
274 215 240 254
. . ---
1 1.083
20,Q 132
67 87 85
7,2
Cabeza Total -__
126 1.864
99 957
71 1.062 108 1.289
404 5.172
7,8 100,O
Año
1953 y 1954 1955 1956 1957
Totales. Porcentaje
de todas las mor- deduras
-
168 86 86 124
464
448 406 199 205 203 223 232 263
_- ---
1.082 1.097
20,Q 21,2 __~-
185 657 1.864
93 374 957
130 420 1.062 146 524 1.289
554 1.975 5.172
LO,7 38,2 100,O
En el cuadro No. 5 se observa la distribu- ción de las mordeduras por grupos de edad de las personas; en el grupo de 0 a 4 años las mordeduras revisten generalmente grave- dad, porque el 80 % de ellas se localizan en la cabeza; tambien se nota que los grupos más afectados son los menores de 15 años, lo que debe tenerse en cuenta en los planes de pro- tección de la primera y segunda infancia.
En el cuadro No. 6 se observa que la dis- tribución de las mordeduras de acuerdo con el sexo de las personas afect,adas, no es uni- forme; el 66,4% son hombres y el 33,6 % mujeres, lo que se explica por el hecho de ser los varones los que se dedican a mayor nú- mero de ocupaciones fuera del hogar.
En estos años de labor se ha perfeccionado un manual de procedimientos sobre la rabia, que define las responsabilidades de las per- CUADRO No. 6.-Número de mordeduras de acuerdo con el sexo de las personas afecíadas, ocurri- das en el Callao, de 1963 a 1967.
Año Mujeres Hombres Total
1953 y 1954 624 1.240 1.864
1955 321 636 957
1956 344 718 1.062
1957 448 841 1.289
~-- Totales
Porcentaje’ de
1.737 3.435 5.172
todas las mor-
i!-!tarxo 19591 CONTROL DE LA RABIA EN EL PERU 225 sonas que intervienen en la lucha contra esta
zoonosis (médico veterinario, médico epi- demiólogo, persona encargada de trámites, visitadora e inmunizadora).
El médico veterinario es el responsable de la lucha contra la rabia; 8 organiza las cam- pañas de vacunación y de captura de perros, las visitas de observación a los animales mor- dedores, ordena el envío de muestras al Ins- tituto Nacional de Salud, donde se hace el diagnóstico de laboratorio, coordina con otros servicios (educación sanitaria, enfer- mería, inmunizaciones) las medidas de con- trol adecuadas.
El médico epidemiólogo, observa las heri- das por mordeduras y ordena la vacunación de las personas.
La encargada de los trámites recibe las denuncias de mordeduras, y toma los datos de la persona mordida en la correspondiente
“ficha epidemiológica de rabia” y los del animal mordedor en la “ficha del animal mor- dedor”; instruye adecuadamente a la per- sona damnificada y lleva el archivo general. La visitadora está encargada de la obser- vación clínica de los animales mordedores en el domicilio de los dueños, efectuando por lo general tres visitas durante el período de ob- servación, que dura 12 días.
La inmunizadora aplica las dosis de va- cuna antirrábica indicadas por el médico epi- demiólogo.
Objetivo primordial es resolver cualquier problema planteado por la rabia a la mayor brevedad, y se ha conseguido la estrecha colaboración de la policía, la que ayuda a localizar las personas que dan direcciones fal- sas o abandonan el tratamiento. Las denun- cias de mordeduras, que en ocasiones se reci- ben en las comisarías de policía, se remiten a la unidad sanitaria para el hallazgo de casos de rabia.
Se intentó que las visitas de observación a los animales mordedores estén a cargo de los inspectores sanitarios o de las enfermeras de sector, pero dado el apreciable número de visitas, que recarga en exceso las tareas de
estas personas, es preferible utilizar para ello personal dedicado exclusivamente a esta ocupación.
CONTROL ACTUAL
El obstáculo más importante para la adop- ción de medidas antirrábicas ha sido su- perado con la promulgación de la ley No. 12665, sobre el control de la rabia, que dis- pone que el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social sea la entidad responsable y ejecutora de estas actividades; que asigna fondos especiales y hace obligatoria la ins- cripción y vacunación de canes, previo pago de derechos, e impone multas a los dueños de perros capturados en la vía pública antes de su devolución, aunque hubieran sido va- cunados e inscritos anteriormente.
Con este instrumento legal se ha organi- zado el control sistemático de los perros vagabundos y se espera aminorar el riesgo de mordeduras y, eventualmente, erradicar la rabia.
CONCLUSIONES
1. La intensa eliminación de perros en 1952 y su vacunación masiva en los dos años siguientes, ha permitido un franco descenso de la curva de rabia, pero al interrumpir, por dificultades económicas, la eliminación sis- temática de los perros vagabundos, la pobla- ción canina susceptible aumemó e hizo posi- ble la reinfección procedente de zonas vecinas. 2. Constituyendo el Callao y Lima una unidad sociogeográfica, el intent,o de erra- dicar la rabia en una de dichas zonas exige la erradicación simultánea en la otra.
3. La ausencia de vectores silvestres fa- cilita la posible erradicación de rabia en la zona estudiada.
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