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La farmacopea y el médico: tratamiento del eczema infantil desde el punto de vista del pediatra

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LA FARMACOPEA Y EL MÉDICO: TRATAMIENTO DEL

ECZEMA INFANTIL DESDE EL PUNTO DE

VISTA DEL PEDIATRA*

Por el Dr. LEWIS WEBB HILL Boston

[Con este trabajo termina la publicación de la primera serie de 24 artículos

relativos a “La Farmacopea y el Médico”. La serie completa, con algunos

trabajos m& que no han aparecido en el Boletin de la Oficina Sanitaria Panameri- cana, va a ser publicada y vendida al costo por la Junta de Regentes de la Farma- copea de los Estados Unidos.]

A í?n de poder discutir fundadamente el tratamiento, es preciso in- dicar sucintamente de antemano lo que se sobrentiende por “eczema infantil.”

No tan sólo sería fútil, sino aventurado, que un pediatra tratara de definir el t&mino “eczema,” cuando los dermatólogos han estado desde hace años tratando de formular una definición conveniente sin haberlo logrado todavía. Baste decir que existe en la infancia un determinado grupo de dermatosis, que sería mejor denominar grupo “eczematoideo,” y que las entidades que comprende presentan ciertas caracterfsticas morfológicas y clfnicas que las diferencian de las demás dermatosis. Las formas componentes de este grupo son las dermatitis seborreica, atópica, por contacto, y micótica,l a las cuales pueden sobreponerse otros elementos de irritación traumática o qufmica, o infección piógena. Abundan las formas complicadas, y la morfologfa varía a tal punto que a veces resulta imposible clasificar correctamente un caso dado. No discutiremos las últimas dos dermatitis del grupo, o sean la de contacto y la micótica, pues aun cuando se presentan en la infancia, son poco comunes.

La mayor parte de 10s eczemas “de la infancia” pertenecen a las formas seborreica o atópica, y suelen presentarse ambas combinadas.

La dermatitis seborreica se presenta en particular en los lactantes obesos, en sus primeros meses de vida, y la iniciación es probable que tenga lugar con intertrigo de los pliegues y descarnación adiposa del cuero cabelludo, la llamada “gorra de cuna”. Después puede difun- dirse a otras partes del cuerpo, la mayor parte de las veces a la cara, el cuello, los hombros y el tronco. Trátase primordialmente de una erupción escamosa seca, rara vez supurada, a menos que haya habido frotación. En el cuerpo, las placas dermatíticas, por lo general de bordes bien definidos, pueden ser grandes o pequeñas, redondas u ovala-

* Traducido por la Oficina Sanitaria Panamericana del Jour. Am. Yed. Assn., dbre. 3,1938, p. 2113. 1 Sulzberger, M. B.: Jour. Mich. Med. Soc., fbro. 1935, p, 73.

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das, a menudo de color rosado amarillento, con tendencia a aclararse en el centro. Algunas veces se forman grandes zonas a especie de sabanas, por fusión de varias placas. Las escamas pueden ser blanco- plateadas y secas, semejando un tanto las de la psoriasis, pero más a menudo son amarillentas y grasosas. A veces se observa tendencia a eritrodermia, lo cual es típico de la enfermedad de Leiner (eritrodermia descamativa), considerada la forma más grave de dermatitis seborreica. (La enfermedad de Leiner es rara en E. U.)

El prurito es discreto o a veces nulo, y en los casos simples las cuti- rreacciones proteínicas resultan negativas. La etiologia es indetermi- nada, y no habrfa lugar a una discusión de las distintas teorías en este trabajo. No hay pruebas que indiquen que la dermatitis seborreica sea de fndole alérgica, y no se halla asociada con asma o polinosis. La reposición permanente, después de unas cuantas semanas o meses, es la regla general.

La dermatitis atópica es la forma más corriente del “eczema” de la infancia. El vocablo “atopia,” propuesto por el Dr. Arthur Coca en 1922, denota una forma especial y determinada de alergia en que se observa predisposición, a menudo hereditaria, a una sensibilización patológica por heteroproteína o substancia proteiniforme, cuyas mani- festaciones comprenden en particular dermatitis, asma o polinosis.

La dermatitis atópica en el lactante es la manifestación incipiente más corriente de atopia. La erupción suele comenzar en las mejillas, yendo a menudo precedida de manifestaciones seborreicas en el cuero cabelludo. Puede que se limite a la cabeza, pero con más frecuencia propágase a los brazos, piernas y el tronco, o puede generalizarse de tal manera que cubra casi toda la superficie de la piel. El aspecto clinico es variable, pues pueden asociarse eritema, máculas (manchas), pápulas, vesículas, escamas, costras, y hasta fhctenas, y con estas pueden coexistir piogenia y excoriaciones producidas al rascarse. La lesión primaria más caracteristica, si es que podemos hablar de lesión primaria, en una dermatitis de morfología tan variada, consiste en una papulilla exudativa que a veces progresa hasta vesfcula neta. Estas lesiones exudativas puede que revienten, o que se les elimine la parte superior por el rascado, con la formación resultante de pequeñas costras, de manera que se observa a menudo un aspecto punteado, que algunos creen es bastante característico de la dermatitis atópica. Puesto que la vesiculación es a menudo una de las manifestaciones principales, en contraposición a la dermatitis seborreica, la supuración es corriente. A veces pueden observarse zonas

bastante

grandes, algo espesadas y bastante bien definidas, formadas de una multitud de pequeñas pá- pulovesículas. Puede decirse, en general, que los bordes netos no son

caracterfsticos de la erupcibn

de la dermatitis atópica.

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Las cutirreacciones proteínicas resultan a menudo positivas, y puede que la sangre contenga anticuerpos transferibles (reaginas), y a menudo se observa eosinofilia. Algunos lactantes se reponen del todo al cabo del primer año. Sin embargo, sucede a menudo que el estado persiste, bien sea de continuo o con remisiones y exacerbaciones, hasta la segunda infancia, y aun hasta la vida adulta, manifestando despu& asma o polinosis.

RELACIÓN ENTRE LA DERMATITIS ATÓPICA Y LA SEBORREICA

La moderna dermatologla ha podido diferenciar el “eczema sebo- rreico” del adulto, que describiera Unna por primera vez en 1887, del verdadero eczema. En la infancia, la diferenciación se hace mas difícil, pues existen muchos casos bien definidos que pueden asignarse neta e inequfvocamente a uno u otro grupo, pero las manifestaciones seborreicas preceden en los lactantes, con tanta frecuencia, a la verda- dera dermatitis atópica antes de presentarse alergia observable, y las formas mixtas son tan corrientes, que evidentemente existe alguna relación entre ambas. Esa relación no ha podido esclarecerse, ni tampoco resultarfa conveniente en un trabajo práctico de esta fndole ponerse con discusiones de índole teórica. Sm embargo, es probable que en las formas mixtas los sintomas cutáneos no procedan del todo, de la reacción entre antígeno y anticuerpo de la atopia, y que existan otros factores etiológicos desconocidos.

TRATAMIENTO LOCAL

Se han recomendado numerosas preparaciones, pero muchas apenas sirven de nada, y tan sólo mencionar6 las pocas que me han resultado de mayor utilidad.

1. Dermatitis seborreica.-Cuero cubeZZ&o: La Prescripción 1 es tfpica de las que han resultado útiles para el cuero cabelludo. Este ungüento se aplica en abundancia y frota bien, a diario, durante cuatro días, cubriendo después la cabeza con una gorra de algodón barata. Al quinto día se lava la cabeza con agua y jabón, y se desprenden las escamas con un peine fino. Este tratamiento se repite cuantas veces fuera necesario. Deben obtenerse buenos resultados, pues el cuero cabelludo no presenta por lo general dificultades.

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l.-ung2lento de ácido solictlico

Ej Acidosalicniw... 2 Petrolato... 120 MBwll?se y h¿Ígaee un ungiiento.

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con brea de hulla cruda, primitivamente propuesta por el Dr. Charles J. White (Prescripción 2).

2.-Pasta de brea de hulla para LI cara

9 Breadehulla,F.N . . . 7.6 Oxido de zinc.. . . . , , . . . . . . . . . . _ . . . . . . . . . . . . . . , Ib.0 Almidón.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ao. P&olato.. . . . < . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . , . . . 120.0 MBzclese y h&gase un ungliento.

Esta pasta se aplica cuantas veces fuera necesario, a fin de mantener la cara cubierta, mas no debe utilizarse en casos de piogenia. Después de haberla utilizado por cosa de una semana, debe observarse bastante mejoría, pero conviene continuar utilizandola hasta que la piel esté un tanto arrugada y contrafda. Llegado ese momento, se suspende, y se aplica entonces un ungüento compuesto de partes iguales de ungüento de resorcinol compuesto (F. N.) y crema fria (ungüento de agua de rosa F. E. U.). Este ungüento se aplica en tanto que exista dermatitis apreciable. Cuando el estado de las mejillas es tal que acaso presenten demasiada rubefacción con tendencia a agrietarse, pero sin dermatitis grave, se aplica crema fría (F. E. U.) en lugar del ungüento de resorcinol compuesto, continuando su uso indefinidamente. Si la dermatitis es leve desde un principio, acaso no sea necesario emplear la pasta de brea de hulla cruda, obteni6ndose a menudo buenos resultados con uno de los ungüentos patentados de brea blanca (Ultroine, Taralba, Supertah).

gm 0 CC I$ Brosde hulla, F. N . . . ..<... 7.6

Petrolato.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 60.0 Grasadelana... 60.0 M6zclese y hAgase un ungiiento.

C’uerpo: Para extensas zonas del cuerpo empl6ase un ungüento de brea un tanto distinto, o sea sin óxido de zinc ni almidón (Prescripción 3). No debe cubrirse todo el tronco con ungüento de brea o pasta, pues la brea puede resultar tóxica si se absorbe demasiado. El un- güento no resulta tan satisfactorio si tan sólo hay algunas placas del tamaño de una moneda, empl6andose para éstas brea de hulla cruda sin diluir, aplicada una vez al día con una torunda de algodón (Pres-

cripción 4). 0

4.-Brea de hulla cruda sin düuir

@ Bresdehulls,F. N... 30.x s.-xaleo simple pa,nr: el intertrigo

Ff Talco purificado.. . . _. . . . . . . . . . . . . . 120 gm

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2. Dermatitis atópica.-Cuero cabelludo: Recomiéndase el mismo tratamiento que para la dermatitis seborreica.

Cara: Si la supuración es discreta, puede aplicarse en el acto pasta de brea seguida de ungüento de resorcinol compuesto, lo mismo que en la dermatitis seborreica, pero si la supuración es intensa, es preciso cohibirla antes de aplicar ungüento o pasta. No conviene emplear una loción que contenga mucho sedimento, pues se conglutina dema- siado. Las aplicaciones de liquidos con el medicamento activo en solución suelen ser las mejores, y la Prescripción 6, propuesta original- mente por el Dr. Scholtz, de Los Angeles, me ha resultado muy eficaz.

ô.-Loción para za czetmatitis atbpim facial

I$ Solwi6n de subacatata de plomo.. . . . . . . . . . . . . . . . . . 15 Soluci6n de subacetato de aluminio.. . . . . . . . . . . . . . . . . _ 15 Agua destilada, c. 8. para obtener... . . . . . . . . . . . 120 Mdezclese y hágase unslodón.

7.-L&n para la amnutitis aföpim corpomz

Fj Fenolliousdo... 4.0 Soluoibn de brea de hulla. . . . . . . . . . . . . _. . . . 16.0 Looibn de calamina, o. 8. para obtener . . . ._. . . . . . . . . . . 120.0 MéaaIeae y hkgase una locibn.

La solución acuosa saturada de ácido bórico también es eficaz, y es lo mejor si se observa tendencia a la infección.

Las lesiones pueden ser empapadas con cualquiera de estas lociones cada hora, hasta cohibir la supuración, lo cual suele tener lugar en unos tres días, aplicándose entonces la pasta de brea. Este mismo trata- miento debe aplicarse a la supuración en cualquiera otra parte del cuerpo.

8.-Acido b6ri.x o ácido aaZictZtilse0

gmoco g Ungüento de &aido bôrico.. . . _. . . _ . . . _ . . . . . . . . . 120

9.-Para Za inft?z&n pibgena

gm 0 CC SI SB OBemwA sJ3.?+naAcI6N

9 SoIuci6n de permanganato de potasio (1:2,000). . . . . . . . . 240 Mézckm y rotidese: ApZQueae con frecuemia.

Solwi6n de 6cig b6ric0, F. N.. . . . . . . . . . 240 M&clese y rotbleae: Apltguese confrecuencia.

Ungüento de mercurio amoniacal (al 5%). . . . . . . . . . . . 120

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Cuerpo: Si existe erupción consistente en pequeñas m4culas 0 pápulas por todo el tronco, un empolvamiento en seco con talco, tal vez resulte mejor que un ungüento o loción. Si existen zonas irregulares de pápulas y vesículas agrupadas, puede emplearse la Prescripción 7.

Eritrodermia: Si existe rubefaccion difusa, con escamas por todo el cuerpo (eritrodermia atópica), lo cual suele suceder en algunos de los casos peores, no deben utilizarse ungüentos o soluciones fuertes. Si bien ningún tratamiento local resulta muy eficaz contra este complejo sintomático, me ha parecido que el empolvamiento frecuente con talco es tan bueno como cualquier otro tratamiento. Si esto resulta de- masiado desecante y parece indicado un ungüento, las Prescripciones 1, 8 ó 9 no perjudica&n, y acaso puedan beneficiar algo.

TRATAMIENTO DEL PRURITO

No conozco ninguna aplicación local que resulte verdaderamente satisfactoria para cohibir el prurito, pues éste es demasiado difuso. Tal vez 0.3 gm de fenol, agregados a 30 gm o 30 CC de ungüento o loción sean lo mejor, pero si la criatura no duerme bien de noche, acaso con- venga un sedante al interior (Prescripción 10).

3 Fenobarbital.... . . . , . . . . . . . . . . . . . . . . . , . . . . 0.2 Lactosa.. ,.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1.3 M4zolese y h&anse doce papeles.

ll.-Alimentación Hipograsa e Hipmlóuminasa Lmhesl2% . . . . .._..._... 780cc Agua.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 270 co Jarabe de mafz (KW)... . . . . . . . . . . . . . . . . . . . , . . . 2 cucharadaa Caselna pulvmimda.. . . . . . . . , . . . . . . . . 4 cuahmsdaa

rasas DIETOTERAPIA

Algunas erupciones eczematoideas (mitóticas y por contacto), no tienen relación alguna con el régimen dietético, y los pediatras deben tener esto muy presente, porque según parece, se ha mostrado dema- siada tendencia a creer que todas las afecciones cutáneas de la infancia son de origen dietético. Por otra parte, la dietoterapia resulta a menudo valiosa en las dermatitis soborreicas y atopicas.

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fórmula de esta fndole para un lactante de 4 meses. Aparte de esto, deben recibir la misma alimentación que cualquiera otra criatura.

(2) Dermatitis atópica.-Asf como se han empleado numerosas preparaciones en el tratamiento local de la dermatitis atópica, se ha propuesto también una multitud de medidas dietéticas, la mayorfa de las cuales han estado de boga por un breve plazo, pasando después al olvido. En la actualidad, la mayor parte de los pediatras aceptan la dietoterapia de conformidad con las observaciones inmunológicas, pues si bien no resulta del todo satisfactoria, es sin duda superior a cualquier otro metodo jamás propuesto.

La teorfa más generalizada es que la erupci6n tiene por causa una substancia histaminoidea, la cual, o es recién elaborada, o se desprende por la unión del antígeno o antfgenos a los cuales el individuo es hiper- sensible, con los anticuerpos especffkos fijados en la capa papilar del cutis. (Véanse las publicaciones de Marion B. Sulzberger.) De con- formidad con esta teorfa, el tratamiento inmunológico corrientemente aceptado consiste en determinar, mediante las cutirreacciones, la anam- nesia y los ensayos clfnicos, el antfgeno 0 antfgenos a los cuales es hipersensible el enfermo, y en eliminar dichos elimentos, del régimen o del medio ambiente. Aun cuando puede que la hiposensibilización re- sulte útil a veces, no ocupa en cuanto a la dermatitis tópica, el puesto de importancia que le corresponde tratándose de la polinosis. En la infancia, los alergenos alimenticios son con mucho los más importantes, si bien puede que a veces se observe sensibilización a los alergenos del ambiente, de manera que es preciso tenerlos presentes.

CUTIRREACCIONES

A menudo no resulta posible determinar por la simple inspección si una erupci6n es de la variedad atbpica, y por consiguiente, conviene practicar cutirreacciones en toda criatura que presente erupciones eczematoideas, independiente de su estructura. Aunque no es dable atenerse siempre a las cutirreacciones, las cuales entrañan muchas causas de error y desengaño, éstas nos han aportado más conocimientos de la naturaleza esencial de la dermatitis atópica que ningún otro pro- cedimiento, y han ofrecido las mejores indicaciones que tengamos hasta la fecha para el tratamiento etiológico.

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método que puede utilizarse cuando la superficie total de la piel se halla invadida por una dermatitis.

Alergenos que deben utilizarse para las cutirreacciones.-No es necesario realizar cutirreacciones en los lactantes de tierna edad con un gran número de alergenos, pues solo deben realizarse con los pocos alimentos que consumen, además de la clara de huevo, haciendo caso omiso de si la consumen o no, y unos cuantos de los alergenos ambien- tales más importantes, a los cuales puede que hayan sido expuestos. Una reacción positiva no implica con toda certeza que la dermatitis se

Cutirreacciones (por escarificación) positivas a los alimentos en 100 lactantes atópi- cos menores de 1 año, todos los cuales habZan reaccionado

positivamente a uno 0 más alergenos

Albbmina de huevo.. . . . . . . . . . , . . . 86 Arroz.. . . . . . . . . . . . . . . 2

Leche. . . . . . . . . , . 26 M& . . . . . . . . . . . . . . . 2

Trigo.. ., , . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17 Espinaca... 2

Avena . . . . . . . . . . . . < . 8 Guisante.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2

Cebada . . . . . . . . , . . . . . . . . . . 3 Zanahoria.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2

Carne de rea.. . . . . . . . . . . . . . . . . 6 Naranja.. ..<...,... 2

Patatf%. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 4 Bacalao.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 1

Rbbalo. -. . . . . . . . . . . . . , . 3 Carne de Pollo. . . . . . . . 1

Tomate.. . . . . . . . . . . . . . . . . . 3

deba al alergeno determinado, y tan sólo indica el posible factor etio- Ibgico. Sin embargo, si la reacción positiva concuerda con la anamne- sis, concedásele relación etiológica hasta que se demuestre lo contrario. En el cuadro que se acompaña figuran las cutirreacciones practicadas por escarificación en 100 lactantes.

Clara de huevo: La mayor parte de los lactantes atópicos reaccionan a la clara de huevo, aun cuando la mayoría jamás la hayan consumido, y es posible que esta sensibilización sea de origen intrauterino (Ratner). A pesar de que da reacción positiva frecuente, el huevo reviste poca importancia práctica como factor etiológico en la dermatitis atópica de los lactantes tiernos, puesto que la mayor parte jamás lo han con- sumido, y a los que lo habían consumido se les suprimió del rdgimen dietético tan pronto como se presentó la dermatitis, sin percibir por lo general ningún beneficio. Sin embargo, una reacción positiva al huevo es de alguna importancia en el diagnóstico, pues suele indicar que la criatura es atópica.

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presencia de sensibilidad a la leche, debe emplearse uno de los tres regímenes siguientes: (1) leche de vaca evaporada; (2) leche de cabra, bien sea reciente o evaporada; (3) eliiación total de la leche, reem- plazándola por un aliento lactoprivo, de los cuales existen varios en el comercio.

En mi clientela la leche de vaca evaporada no ha resultado a menudo eficaz, pero es la mejor forma de leche si es que va a usarse la de vaca, y la leche de cabra, aun cuando no es muy segura, puede a veces pro- ducir magnfficos resultados. La eliminación de la leche, reemplazán- dola por un alimento lactoprivo, produce resultados más positivos, y esta forma de dietoterapia me ha resultado mejor que ninguna otra en los lactantes eczematosos atópicos. Sin embargo, no siempre resulta eficaz el m&,odo, pues la sensibilidad a la leche no es ni con mucho la única causa de la dermatitis atópica, si bien en los lactantes es la más corriente. Además, en la “eritrodermia atópica,” en que se observa rubefacción difusa de todo el cuerpo, intensa descamación grosera e hiperplasia glandular generalizada, el r6gimen lactoprivo no resulta a menudo eficaz a pesar de que la mayor parte de estas criaturas son sensibles a la leche. Tampoco deben emplearse alimentos lactoprivos en las criaturas desnutridas, o en las que manihestan tendencia a la diarrea, pues puede que no los toleren bien, dando lugar a una diarrea que resulte más grave que la dermatitis primitiva.

CereaZes: La sensibilidad a los cereales, especialmente el trigo, es corriente, pero no presenta dificultades, puesto que pueden substituirse otros productos del mismo grupo.

Vegetales: A veces se observa sensibilidad a los vegetales, especial- mente a los guisantes y las espinacas, pero es raro que sea ésa la causa principal o primordial de la dermatitis.

Jugo de naranja: Es muy raro observar escarifìcaciones positivas a la naranja, mas la intracutirreacción resulta a veces positiva. De vez en cuando, a pesar de la reacción negativa, la madre abriga la seguridad de que, despues que el lactante ingiere jugo de naranja, experimenta más prurito y exacerbación de la erupción. Es fácil reemplazar el jugo de naranja por ácido ascórbico.

Aceite de pescado: Este puede a veces ser la causa de una dermatitis atopica, pero no hay pruebas de que eso sea corriente, de manera que no debe omitirse de la alimentación, a menos que se practique una reac- ción con pescado, y ésta resulte positiva.

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Este r6gimen es el siguiente:

Leche de vaca evaporada o leche de cabra para los casos leves, o para cualquier lactante desnutrido

Alimento lactoprivo para los casos moderadamente graves o graves, si la nutri- ción es buena

Harina de mafz o avena

Zanahorias o habichuelitas tiernas Banano

Aceite de pescado Acido ascórbico

RY~GIMEN DIETI~TICO hEsPECfFIC0

Todo trastorno gítstrico puede agravar la dermatitis atópica, y si se observa tendencia a deposiciones blandas, estreñimiento o vbmito, debe atenderse el estado. Si la criatura es demasiado delgada, hagásela aumentar de peso, y si demasiado obesa, debe hacérsela enflaquecer. Si ha estado tomando demasiada leche, lo cual sucede a menudo, disminúyase la cantidad, y si la leche que ha estado tomando es de un rebaño de vacas de raza Jersey o Guernesey, cámbiese por una leche que contenga menos grasa. Rara vez se gana nada cambiando de un azúcar a otro.

Importancia del régimen dietético adecuado.-Independiente de los hallazgos cutirreactivos, no se haga ninguna modificación de la dieta que pueda comprometer la salud general de la criatura: puesto que la criatura misma es mas importante que su piel, de manera que es preciso suministrarle en todo momento una alimentación adecuada para que lo pase bien.

ALERGENOS AMBIENTALES

Muchos lactantes eczematosos presentan hipersensibilidad cutánea especifica al polvo casero y a las plumas, y si bien es diffcil probar la relación entre esos factores y el eczema, no conviene dejar que ningún lactante eczematoso atópico duerma en una almohada de plumas, y hay que eliminar también el polvo en todo lo posible de su aposento. De vez en cuando puede observarse sensibilidad a otros alergenos del ambiente, como por ejemplo seda y lana, pero ese grupo no reviste ni con mucho en la infancia la importancia que adquiere en la vida adulta.

RESULTADOS DIL TRATAMIENTO

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los resultados son únicamente moderados, y en otros definitivamente deficientes, en particular cuando existen eritrodermia y descamación profusa, para la cual sa ha propuesto la denominacibn de “eritrodermia atópica.” En este estado, a pesar de una sensibilidad especfka a varios alergenos, puede que la eliminación de Bstos no produzca efecto alguno, y el tratamiento local tampoco posee verdadero valor Curativo. Nada he visto en la literatura, sin excluir mis propios trabajos, que me haga creer que se entienda la verdadera naturaleza del eczema infantil, o que exista en la actualidad un mGtodo de tratamiento, bien sea dietético o de otro género, que resulte siempre enteramente satisfactorio. Por otra parte, hay motivos para sentirse alentado por el progreso notable observado, en particular tratAndose de la dermatitis atópica, cuya etiologfa yace muy profunda entre algunos de los más complejos y más desconocidos fenómenos de la inmunología.

Si bien el tratamiento local diestro resulta a menudo beneficioso, no puede hablarse de “curar” a una persona atópica, a menos que se cuente con algún método para convertirla en no atópica. En la actualidad no contamos con ningún método de ese gdnero, y si bien la eliminación de los alergenos resulta a menudo eficaz y el mejor medio terapeutico dis- ponible basado en la etiología, en realidad no llega a la esencia misma del trastorno, y hasta cierto punto equivale a rendirse ante una situa- ci6n anormal, sin librar un ataque directo, que no puede realizarse hasta que poseamos un conocimiento mejor de la naturaleza esencial de la atopia.

Los factores de contacto y mitóticos, que ni siquiera he entrado a discutir, complican todavía m&s la situación en el eczema infantil, y además de estos estados, los lactantes presentan erupciones eczema- toideas de etiología enteramente indeterminada e inclasificables, que llamamos simplemente “dermatitis,” sin pasar de ahí. No obstante, el cuadro va tomando gradualmente una forma más definitiva, y lo que necesitamos ahora es reunir hechos metbdica y correctamente recolectados, en particular en cuanto a clasificación y resultados de la inmunoterapia. En ninguna otra enfermedad es más difícil avaluar el tratamiento, y es preciso mostrar suma reserva al atribuir la mejoría a cualquiera terapéutica. En el estudio del eczema infantil, desde luego, necesitamos hipótesis y teorías, lo mismo que en el estudio de todo fenómeno natural. La dificultad estriba más bien en que en la litera- tura del eczema infantil se han presentado muy pocos hechos verfdicos, que justifiquen algunas de las conclusiones formuladas.

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