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Adopción del nuevo sistema internacional de unidades (SI)

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Bol Of Sanir Panam 85(Z), 1978

Reseñas

ADOPCION DEL NUEVO SISTEMA INTERNACIONAL DE UNIDADES (SI)’

Con objeto de facilitar la comunicación inequívoca y el intercambio de información entre

el personal de salud del mundo entero, es indispensable que todos los miembros del perso-

nal médico y paramédico de todos los países del mundo adopten sin demora el sistema in-

ternacional de unidades de medición (unidades SI), para lograr un acuerdo y una confor-

midad universales en este importante sector de la actividad sanitaria. La experiencia de las

instituciones ubicadas en países que han adoptado el SI ha sido de gran utilidad para la

preparación de las normas y orientaciones que figuran a continuación y que facilitarán

la transición al nuevo sistema en otras instituciones y en otros países. La OMS tiene la

convicción de que es esta una cuestión de importancia fundamental y espera que los minis-

terios de salud y los demás órganos interesados de todos los países tomen cuanto antes lar

disposiciones oportunas para que en las profesiones de la salud se adopte el SI.

NORMAS QUE FACILITAN LA TRANSICION AL NUEVO SISTEMA DE UNIDADES SI

En mayo de 1977, la 30” Asamblea Mundial de la Salud aprobó

por unanimidad el uso del Système international d’Unités (SI)

en medicina y, en su resolución WHA30.39, recomzndó ‘(a toda

la comunidad científica y, en particular, a los médicos de todo el

mundo” que lo adoptasen. La Secretaría de la OMS, en colabo-

ración con especialistas de países que han ensayado ya las nue-

vas unidades, ha preparado algunas normas de transición al

nuevo sistema de unidades (SI) a fin de que sirvan de base a

los profesionales de la salud de todo el mundo.

La 30” Asamblea Mundial de la Salud, al órgano intergubernamental que ha estable- aprobar el uso del Système international cido el SI) y de varias organizaciones inter- d’Unités (SI) en medicina y recomendar su nacionales no gubernamentales interesadas en adopción en todo el mundo pidió, además, la aplicación práctica de las unidades SI que se preparase un folleto para facilitar la en distintas especialidades médicas, la OMS adopción del nuevo sistema de unidades por acaba de publicar un pequeño volumen2 los miembros de las profesiones de la salud. que contiene una descripción completa de Con la aprobación del Rureau international las unidades SI y un resumen de las reco- des Poids et Mesures (oficina central del mendaciones para su aplicación en el sector

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162 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA - Agosto 1978 .

Portada del folleto The SI for the heolth professions (75 phginas), en el que se describe el sistema SI y su aplicación a lo práctica médica general y a ciertas especialidades médicas, asi como la unificación de los resultados de laboratorio (principalmente en química clínica]. El folleto contiene adem6s cuadros de equiva- lencias entre unidades “antiguas” y unidades SI (para las pruebas m¿s importantes) y listas de factores de conversidn.

de la salud ; en la obra figuran asimismo amplias listas de factores de conversión y tablas de equivalencias entre las unidades antiguas y las SI. En este folleto no se da ninguna orientación, sin embargo, acerca de las medidas necesarias para planificar e introducir el cambio.

Los detalles sobre la manera de hacer el cambio diferirán de unos países a otros, se- gún las circunstancias propias de cada uno de ellos. (Influirán muy especialmente a este respecto los dos factores siguientes: a) la

existencia o la ausencia de un servicio nacio- nal de salud; y h) el grado de centralización de la asistencia de salud y, sobre todo, de los servicios de laboratorio). Ahora bien, basán- dose en la experiencia de los países que ya han hecho el cambio, cabe sugerir algunas normas que faciliten la transición ordenada y sin tropiezos del sistema internacional. La Secretaría de la OMS, en colaboración con especialistas de países que han adoptado ya las nuevas unidades, ha preparado las nor- mas con la esperanza de que los profesionalps de la salud de todo el mundo aprovechen los éxitos cosechados-y eviten los errores cometidos-por los demás. Aunque estas nor-

El presente artículo sobre Adopción del

nuevo sistema de unidades SI ha sido pre-

parado por la Secretaría de la OMS si- guiendo las indicaciones de numerosos

miembros de la Federación Internacional

de Química Clínica y de la Sección de Química Clínica de la Unión Internacio- nal de Química Pura y Aplicada, que han colaborado en la preparación del folleto

The SI for the health professions y a 10s

que se da nominalmente las gracias en di- cha publicación. Para la preparación del presente artículo se contó además con el concurso de los siguientes especialistas : Profesor D. N. Baron, Departamento de Patología Química, Universidad de LOW dres-Roya1 Free Hospital, Londres, In- glaterra; Sr. P. M. G. Broughton, Depar- tamento de Patología Química, Universi- dad de Leeds-The General Infirmary, Leeds, Inglaterra; Dr. A. Kallner, Institu- to Karolinska y Departamento de Química Clínica, Hospital Clínico de Huddinge, Huddinge, Suecia.

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* RESEÑAS 163

mas se han preparado pensando sobre todo en instituciones del tipo de hospitales y la- boratorios centrales, no será difícil adaptar- las a otros casos.

La clave del éxito de la transición reside en tres factores: planificación, fijación de un plazo para el cambio y adiestramiento.

Planificaci6n del cambio

Nunca se insistirá bastante en la necesidad de una planificación detallada del cambio. Puesto que la adopción de las unidades SI

(al menos en la práctica médica general) repercute mucho más en la química clínicas que en otros sectores, gran parte de esa pla- nificación deberá estar a cargo de la asocia- ción nacional de químicos clínicos, incluso en los países que cuenten con un servicio nacional de salud. La planificación debe comprender: a) adopción de una decisión acerca de las mediciones que se verán afec- tadas por el cambio; b) selección de las unidades que han de emplearse ; c) estable- cimiento de valores de referencia en unida- des SI; y d) difusión de estos datos, junto con recomendaciones acerca de los factores que han de tenerse en cuenta para el cambio. La asociación de químicos clínicos tal vez decida adoptar al mismo tiempo (como se ha hecho en la mayoría de los países que utilizan ya las unidades SI) el sistema es- tandarizado de comunicación de datos de laboratorio recomendado por la Federación Internacional de Química Clínica y por la Unión Internacional de Química Pura y Aplicada, cuyas características se describen en la obra The SI for the health professions. La duración de esta fase preparatoria va- riará, por supuesto, de unos países a otros; en general, sin embargo, hay que prever nueve

i En algunos países se utilizan las expresiones “patologia química” 0 “laboratorio clínico” en vez de “química clíni- ca”. Así pues, siempre que en el presente articulo se utilice esta última exprrsih debe entenderse que engloba las dos precitadas.

meses como mínimo. (En la página 167 se propone un plan cronológico de las diferentes medidas requeridas para la transición a las unidades SI.)

Importa que todos los “productores” de datos de laborato,rio estén de acuerdo sobre 10s detalles de los cambios que se necesitan. En los países más grandes, por consiguiente, siempre que la organización profesional lo permita será útil establecer un comité nacio- nal integrado por químicos clínicos, hemató- logos, patólogos, técnicos de laboratorio clí- nico y demás personal que efectúa pruebas de laboratorio, con inclusión de fisiólogos clí- nicos y físicos médicos, así como, si procede, de representantes del Ministerio de Salud o de otro departamento gubernamental per- tinente.

Es conveniente que los proyectos de pla- nes nacionales se transmitan a las organiza- ciones que representan a los médicos clínicos

(tanto de hospitales como de consultorios privados), enfermeras, farmacéuticos y otros “usuarios” de datos de laboratorio. Aunque ello entrañará una ligera prolongación de esa etapa, el cambio se logrará más fácil- mente si se recaba la colaboración de esos grupos en una fase inicial del proceso y si se les concede la oportunidad de formular observaciones sobre los planes.

Mediciones afectadas por el cambio. Aun- que en la publicación The SI for the health professions se formulan recomendaciones acer- ca de las pruebas más corrientes y muchas de las menos frecuentes, en el caso de algunas es preciso optar entre dos soluciones. Por ejem- plo, iel tiempo de coagulación se ha de co- municar en minutos o en kilosegundos? El sector más importante a este respecto es, pro- bablemente, el de las proteínas. iconviene expresar la hemoglobina en concentración de cantidad de sustancia (o de materia) (mili- moles por litro) 0, temporalmente, en concen- tración de masa (gramos por litro) ? i Qué

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164 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA - Aposta 1978

proteínas solo pueden expresarse en concen- tración de masa, pero en el caso de la albú- mina cabe muy bien decidir que, cuando lo que más interesa es la relación entre proteínas

(por ejemplo, albúmina e inmunoglobulinas) , deberá usarse la concentración de masa, pero que cuando se trata de determinar la relación entre la albúmina y, por ejemplo, la bilirru- bina, tendrá que utilizarse la concentración de cantidad de sustancia. También deberán adoptarse decisiones sobre pruebas nuevas o muy poco frecuentes que no queden compren- didas en ninguna serie de recomendaciones detalladas. Con respecto al pH y a las valo- raciones enzimáticas, es muy posible que se desee mantener el st,atu quo en espera de que las organizaciones internacionales compe- tentes formulen recomendaciones detalladas

(como se propone en el folleto de la OMS). Conviene también adoptar una decisión acer- ca de las mediciones de medicamentos, de preferencia (en lo posible) en consulta con una organización que represente a los farma- cólogos clínicos.

Selección de unidades. En el SI se especi- fican las unidades que han de utilizarse para la medición de determinadas magnitudes (la “cantidad de sustancia” o “cantidad de ma- teria”, por ejemplo, se miden en moles), pero no el submúltiplo que ha de emplearse en un trabajo determinado, con respecto al cual se deja una absoluta libertad de elección. Así, el mol es una unidad demasiado grande para medir la concentración de adrenalina en la orina durante 24 horas; es pues indispensable utilizar un submúltiplo. Hay que optar, pues, entre el nanomol o el micromol. A este res- pecto (como respecto de cada una de las de- terminaciones que se efectúan en química clí- nica), la decisión ha de ser adoptada en el ámbito nacional (en la mayoría de los casos, por la asociación de químicos clínicos). Esta decisión es casi siempre sencilla y podrá ba- sarse en el submúltiplo que permita expresar valores numéricos del orden que convenga. Por lo general, se entiende por “valores nu- méricos de un orden conveniente” los que

quedan comprendidos entre 0.1 y 999.4 Así es evidente que no sería nada conveniente dar una concentración de glucosa en el plasma del orden de 4800 micromoles por litro o de 0.0048 moles por litro. Como es obvio, la relación indicada para expresar esa concen- tración ha de ser milimoles por litro con lo que, en el ejemplo mencionado, el valor nu- mérico sería 4.8.

Para gran número de análisis clínicos, en el folleto de la OMS sobre las unidades SI se proponen submúltiplos que permiten ob- tener valores numéricos de un orden conve- niente. Quizá algunos países decidan adoptar los submúltiplos tal y como se han propuesto, mientras que otros, por diversas razones vá- lidas, opten por submúltiplos diferentes; sin embargo, no hay duda de la conveniencia de que, en lo posible, se utilicen submúltiplos estandarizados en todo el mundo. (Con todo, es infinitamente más importante que se uti- lice un denominador común único, es decir, que todas las concentraciones se expresen “por litro”.)

Establecimiento de valores de referencia. Al decidir el submúltiplo de unidad que ha de utilizarse para la determinación de cada compuesto químico o para cada prueba, la asociación de químicos clínicos establecerá también para el mismo compuesto o la mis- ma prueba un valor de referencia (“normal”) o un intervalo de referencia en la misma unidad.j Influyen en los valores de referen- cia numerosos factores (sexo, edad, clima, hora del día, dieta, grado de actividad físi- ca, etc.). Las concentraciones de muchas

4 Otra regla que ES preciso observar pala la selección de submúltiplos de unidades es que han de evitarse los prefijos hecto, deca, deci y centi.

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. RESEÑAS 165

sustancias difieren considerablemente según que el paciente esté hospitalizado o no y, por ese motivo, algunas asociaciones de químicos clínicos estiman preferible indicar, en el caso de cada una de esas sustancias, valores o intervalos de referencia para cada uno de esos dos grupos. Por lo demás, en la lista de valores de referencia han de señalarse a la atención de los usuarios las sustancias que acusan variaciones importantes según la edad, el clima, el ritmo circadiano o la dieta y, sobre todo, según el método de labo,ratorio utilizado.

Es posible que en algunos países se siga un criterio diferente para la fijación de los valores de referencia, que puede estar a car- go de cada laboratorio local. Con todo, cual- quiera que sea el método utilizado, lo esen- cial para la adopción de las unidades SI es que se indiquen valores de referencia en es- tas unidades cuando los resultados de los análisis de laboratorio se expresan en ellas.

Difusión de datos. La lista completa de nuevas unidades, con los correspondientes valores de referencia, se imprimirá o se re- producirá en forma clara, legible y rápida- mente comprensible. Se evitarán a toda costa las listas complicadas que obligan al usuario a recorrer un laberinto de números y símbo- los. Es muy aconsejable que la lista sea de un formato pequeño para que quepa en el bolsillo. A este respecto, los químicos clíni- cos de muchos países encontrarán apropiada la lista que figura en la publicación de la OMS; de ser así, bastará que la completen con los valores de referencia apropiados para su país o localidad (por razones fáciles de comprender, en la publicación de la OMS, destinada a un uso mundial, no se inclu- yen valores de referencia). .

Además de las mencionadas listas de nue- vas unidades y valores de referencia, puede ser útil preparar fichas de bolsillo con no- mogramas de las pruebas más corrientes. En algunos casos, tal vez sea preferible que estas fichas se preparen en el ámbito local y no

en el nacional. En la última página de cu- bierta de The SI fiar the health professions fi- gura una serie de nomogramas de ese tipo.

El material debe distribuirse de modo que llegue a cada institución antes de iniciarse el período de adiestramiento (véase más ade- lante) ; convendría que se recibiese con tres meses de anticipación. Dicho material irá acompañado de una carta en la que se for- mularán recomendaciones acerca de la or- ganización del adiestramiento y la introduc- ción del cambio, y se señalarán ciertos factores prácticos (por ejemplo, la necesidad de modificar ligeramente el equipo automá- tico de análisis) .d

Al enviar el material a cada institución, la asociación de químicos clínicos o el comi- té nacional de planificación especificará con claridad las tareas que han de efectuarse en el plano local. Cabría facilitar indicaciones acerca de:

a) La planificación del programa de adiestra- miento

b) La forma de lograr que todos los “produc- tores” de datos de laboratorio sepan lo que tie- nen que hacer

c) La fecha de adopción de las nuevas unida- des (por lo general, esto solo es aplicable a los países grandes)

d) La disponibilidad de formularios para los laboratorios y de otro material (con inclusión de valores de referencia)

e) El examen de los problemas que pudieran plantearse localmente; en particular las modifi- caciones que quizá sea preciso introducir en el equipo automático de análisis.

Fijación de un plazo para el cambio

Al final del período de planificación ha- brá que fijar un plazo para el cambio. La

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BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA . Agosto 1978

fecha correspondiente deberá consignarse en la carta anteriormente indicada. En la reso- lución de la 30” Asamblea Mundial de la Salud se recomienda que, para reducir al mí- nimo las confusiones, “no se prolongue inne- cesariamente el período de transición al nue- vo sistema”. La experiencia adquirida en los países que ya han realizado el cambio confirma en forma concluyente que este pe- ríodo deberá ser lo más breve posible. Ha- bida cuenta de esta experiencia, se recomien- da firmemente que, en lo posible, se prevea una fecha precisa y no un período. Ejemplo,: “el cambio se efectuará a las 24 horas del 31 de diciembre de 1978”, en vez de “el cambio se efectuará en 1978-79”. Cualquiera que sea la fecha escogida, habrá de preverse un período de adiestramiento de seis meses.

En algunos países, sobre todo en los más grandes, distintos factores locales no permi- tirán fijar una fecha única de cambio para todas las instituciones nacionales. Lo impor- tante es que el período de transición sea lo

más breve posible; por ejemplo: una semana determinada para una región de un país grande, o un mes determinado para ese país en su conjunto.

Preparación de los planes en cada institución

Durante el período (duración propuesta : tres meses) transcurrido entre la recepción del material anteriormente indicado (cuya distribución suele estar a cargo de la aso- ciación de químicos clínicos) y el comienzo del período de adiestramiento, cada institu- ción deberá preparar planes minuciosos pa- ra el cambio, con inclusión del programa de adiestramiento. Como se indica más adelan- te, si es posible se recabará el concurso de personalidades ajenas a la institución para que den algunas clases. Además de preparar gráficos con escalas de equivalencias entre unidades “antiguas” y unidades SI (figura 1)

FIGURA l-Representación gráfica de lar equivalencias entre unidades “antiguas” (a la derecha) y unida- des SI (a la izquierda) de bilirrubinas, colesteroles, presión, glucosa y hemoglobina (Fe).

BILIRRUBINAS pmol/l mgMI pmol/l mg/dl

wo- -35

- -25 400-

COLESTEROLES mmolll mg/dl

16- L

14- -

‘3- .-500 12- _

ll - lo- -400

o-

8- -300 ?-

6-

s- -200

4- -

3- - _ -100 24 -

PRESION kPa mmHg 40-- -300

- - 250

30-

- -200

20- - 160

- -100

10-

1 - 60

o-- 0

GLUCOSA Hb (Fe1

mmolll mgldl mmolll g/dl

20- r ‘5- !-24

- le- - -350 19-l F”“”

1s.l t --”

“1 t

ll -

le- _ 14- ;;

l’- -300 13- - -21 16

16- - l2

-20 -19 15

15- -

ll- -16

14- -250 - -17

13- _ ‘o- -16

12-

- e- -15

_ -14 ll- -200

8- -13

lo- - - -12

9

e- - 7- -11

-

-11

8

e- - -150 150 6- -lo

7- - --9

5- - 8 6- -

- -100 4- - - 7

5- - --6

4- - 3- - 5

--4 3-

--50 2- - 3

2- -

l- - l- - 2

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. RESEÑAS 167

para las pruebas más importantes (que, en el momento oportuno, se exhibirán en sitios bien visibles), se prepararán fichas pequeñas

(formato de bolsillo) con escalas similares (nomogramas) para distribuirlas a todo cl personal, en caso de que la asociación de químicos clínicos no las facilite. Convendría exponer una de esas fichas en un lugar bien visible, cerca del teléfono, en cada sala o consultorio donde se reciban por comunica- ción telefónica los resultados de los análisis de laboratorio. Todos los formularios utili- zados para consignar los resultados de los análisis se estudiarán con el fin de determi- nar si es preciso revisar alguno de ellos, en cuyo caso se dispondrá lo necesario para la impresión del nuevo modelo. (En algunos hospitales todos los formularios han sido ob- jeto de revisión y llevan impresa una adver- tencia de que los resultados están expresa- dos en unidades SI; en otros se ha evitado este gasto mediante el empleo de un sello de goma, como se menciona más adelante.) De ser el caso, el departamento de química clínica determinará qué modificaciones ha- brá que introducir en el equipo automático de análisis y dispondrá su introducción en el momento oportuno. (La experiencia ha de- mostrado que esas modificaciones son sen- cillas.)

ES importante que, desde el comienzo, to- dos estén clara y exactamente informados de lo que sucede. Quizá sea conveniente que las instituciones importantes establezcan un comité de coordinación compuesto de quími- cos clínicos y de personal de laboratorio de otras categorías, así como de representantes de los médicos y del personal de enfermería.

Adiestramiento para el uso de las unidades SI

En la resolución de la Asamblea Mundial de la Salud se recomienda “que, al proceder al cambio, las instituciones. . . se asesoren e

CALENDARIO PROPUESTO

D* menos 18 meses: La asociación de quími- cos clínicos (0 el comité nacional de planifica- ción) empieza a prepa- rar los planes

Selección de unidades y valores de referencia

D menos 12 meses : La asociación de quími- cos clínicos (0 el comité nacional de planifica- ción) fija la fecha de adopción del SI

Impresión de a) la lista de unidades recomenda- das y valores de referen- cia y b) la carta con las normas de aplicación D menos 9 meses : La asociación de quími-

cos clínicos (0 el comité nacional de planifica- ción) distribuye el mate- rial antedicho

Cada institución empie- za a planificar el período de adiestramiento y la aplicación

D menos 6 meses: Cada institución inicia el adiestramiento general de su personal

D menos 1 mes: Cada institución inicia el adiestramiento intensivo + La letla D designa la fecha de adopción del sistema SI.

informen del mejor modo posible y den a sus miembros o personal un curso de formación intensiva sobre teoría y práctica del SI antes de que se efectúe el cambio”. Como ya se ha dicho, conviene que esta formación no se prolongue más de seis meses. En menos tiempo no sería fácil adiestrar al numeroso personal especializado de cada institución, mientras que un período de adiestramiento más prolongado acabaría suscitando apatía o tedio.

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168 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA . Agosto 1978

estructura del SI y de las razones que mo- tivan su adopción. Los detalles se dejarán para el final. Se preverán para el último mes un programa breve e intensivo de formación sobre el cambio y sus efectos, así como am- plias ocasiones de examinar en detalle los problemas que pudieran plantearse.

La capacitación estará principalmente a cargo del jefe del departamento de química clínica pues, como se ha indicado, el cambio es para esta especialidad mucho más impor- tante que para todas las demás.

El adiestramiento ,comprenderá los siguien- tes puntos (con respecto a los puntos 1) y

2)> conviene recordar que en los institutos

de segunda enseñanza y en las escuelas de medicina de muchos países el SI forma ya parte del programa corriente y, por lo tanto, es probable que los médicos que se gradúen en un próximo futuro estén más familiari- zados con las unidades SI que con las an- tiguas) :

1) Información general sobre el SI : cómo se originó, quiénes lo establecieron y por qué es indispensable. A este respecto, impor- ta subrayar que la adopción del SI no su- pone un cambio gratuito sino que, en cl mundo de hoy, hace falta un sistema de medición universal. (Sin embargo, no debe darse a entender que el día en que se adopte el SI se habrán resuelto todos los problemas).

2) Descripción completa del SI y de su estructura, haciendo hincapié en la suma sencillez del sistema (en la formación de uni- dades derivadas no interviene ningún factor matemático distinto de 1).

3) Examen detallado de la aplicación práctica del SI en las profesiones sanitarias. Gran parte de esta fase del adiestramiento se dedicará a la utilización del mol; se ex- plicarán en forma completa, clara y sencilla sus ventajas ,en relación con las unidades tradicionales de masa. Deberá quedar perfec- tamente establecido que el mol no es solo una unidad nueva cuya utilización requiere

un factor de conversión únicamente (como, por ejemplo, en el caso del cambio de gra- nos a miligramos), sino que supone además un cambio conceptual de dimensiones (de “masa” a “partículas activas”).

4) Información detallada acerca del mé- todo de introducción del cambio dentro de la institución. Se distribuirán en esta etapa las listas de nuevas unidades y valores de referencia, junto con modelos de los nue- vos formularios para trabajos de laborato’rio que se hayan preparado.

Convendría que en las fases 1) y 2) del período de adiestramiento interviniesen en las discusiones, de ser posible, expertos aje- nos a la institución. A este respecto, para que las instituciones “se asesoren e informen del mejor modo posible”, conforme a la reco- mendación de la Asamblea Mundial de la Salud, con frecuencia hay que recurrir al personal de otras entidades, incluso de espe- cialidades distintas de las disciplinas sanita- rias. Por ejemplo, en los hospitales clínicos sería muy aconsejable que participasen en estas fases de la instrucción profesores de ciencias naturales que, a menudo, son quie- nes pueden “asesorar e informar del mejor modo posible” sobre la esencia del SI. Por lo demás, esas reuniones conjuntas pondrán de relieve la universalidad del SI y su cali- dad de lenguaje común “a toda la comu- nidad científica” (en los propios términos utilizados por la Asamblea de la Salud).

En la fase 3) el adiestramiento estará principalmente a cargo del personal de la institución, pero con frecuencia también es posible que participen especialistas o consul- tores exteriores (químicos clínicos, bioquí- micos, fisiólogos, etc.). La fase 4) dependerá enteramente de la propia institución.

Es esencial que, durante todo el período de adiestramiento, cada charla, clase o exa- men vayan seguidos de un coloquio.

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. RESEÑAS 169

quen al ejercicio privado de su profesión y farmacéuticas que trabajen en sus propias farmacias) estarán en evidente desventaja en relación con el personal de las instituciones y deberán depender, en gran medida, de la información publicada en las revistas profe- sionales y del material distribuido por el ministerio o departamento de salud o por las asociaciones profesionales. Con todo, en muchos casos las asociaciones profesionales locales podrán organizar co’nferencias o se- minarios para facilitar información y respon- der a las preguntas; se recomienda viva- mente que se despliegue esta actividad siem- pre que sea posible.

Aplicación

Si se aplican las medidas anteriormente indicadas, el día señalado para el cambio (día “Dy’ en el calendario de la página 167) apenas se plantearán dificultades. Sin em- bargo, es indispensable prestar una atención cuidadosa a los detalles y, en particular, lo- grar que todo el personal de laboratorio ten- ga conciencia de la necesidad de preparar los informes en forma meticulosa, legible e inequívoca. Se advertirá al personal que de- be poner sumo cuidado al comunicar por teléfono los resultados de las pruebas de labo- ratorio. Solo en casos de urgencia ha de utilizarse el teléfono con este fin, y el técnico que comunique los resultados deberá cercio- rarse de que se han comprendido claramente el valor numérico y la unidad. Todas las

comunicaciones telefónicas irán inmediata- mente seguidas de una confirmación por es- crito de los resultados.

Durante los primeros días todos necesita- rán que se les recuerde continuamente el cambio de unidades (y la mayoría de los valores numéricos). Podrá utilizarse un sello de goma para estampar en rojo en los in- formes las letras “SI”, y se señalarán los resultados insólitos. Los errores que se come- tan durante esta fase se deberán invariable- mente a un olvido del cambio de unidades (por ejemplo, durante la noche).

Por último, conviene mencionar un factor de suma importancia. Los clínicos que utili- zan los informes de laboratorio no ignoran, naturalmente, el riesgo de una interpretación errónea de los valores en las “nuevas” uni- dades y, por consiguiente, quizá estimen que, durante un período de transición, los valores tendrían que comunicarse tanto en unidades SI como en las unidades “antiguas”. No obs- tante, la experiencia ha demostrado que esta práctica no ha presentado nunca ventaja al- guna; por el contrario, solo crea confusiones y puede incluso malograr los resultados del cambio. Así pues, se recomienda firmemente que no se prevea ningún período de transi- ción durante el cual los informes de los la- boratorios se preparen en un doble sistema de unidades (SI y unidades antiguas; por ejemplo, glucosa en plasma, 4.5 mmol/l

Imagem

FIGURA  l-Representación  gráfica  de  lar  equivalencias  entre  unidades  “antiguas”  (a  la  derecha)  y  unida-  des  SI  (a  la  izquierda)  de  bilirrubinas,  colesteroles,  presión,  glucosa  y  hemoglobina  (Fe)

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