• Nenhum resultado encontrado

Recientes adelantos en los hospitales de las Américas

N/A
N/A
Protected

Academic year: 2017

Share "Recientes adelantos en los hospitales de las Américas"

Copied!
8
0
0

Texto

(1)

RECIENTES ADELANTOS EN LOS HOSPITALES DE LAS

AMGRICAS

Por el Dr. MALCOLM T. MAcEACHERN

Director Asociado del Colegio Americano de Cirujanos de Chicago

Un promedio elevado de salud constituye un haber en particular cuantioso a toda nación en tiempos de guerra, además de representar constantemente una meta muy deseable, sin que jamás la alcance ningún país en que no exista un esfuerzo ardiente y persistente en- caminado a dominar la enfermedad. Sc510 puede obtenerse mediante una labor intimamente integrada, en escala nacional e internacional, y llevada a cabo por organismos de salud pública, médicos, investiga- dores y hospitales. Al discutir la labor de los últimos, comprendase bien que me doy cuenta exacta de que su eficacia se gobierna por la cooperación que presten y reciban de las otras fuerzas que militan en aras de la salud y de la beneficencia, y que gran parte de la gloria de los recientes progresos logrados en los hospitales, corresponde a las otras instituciones y organismos con los cuales van estableciendo una correlación cada vez más efectiva.

Cabe justipreciar los recientes adelantos observados en los hos- pitales de las Américas, de dos modos distintos: uno de ellos, consiste en tomar cualquier hospital notable tal como es hoy dfa, y ver qué resultados consigue, para comparar esto con lo que fué y lo que realizaba hace medio siglo. El otro método consiste en considerar a la mayoría de las personas que viven hoy, y los beneficios que pueden esperar del servicio hospitalario, comparándolas con la gente de 1892 y lo que a ésta le tocaría si necesitara hospitalizarse. Es en esta última rama que se han realizado progresos verdaderamente memorables, progresos estos que reflejan la ambición decididamente americana de ofrecer los mismos beneficios a todos, ya se trate de la consecución de riquezas o de salud. A los americanos no les basta con que los mejores hospitales de la ciudad de Nueva York o Buenos Aires, sean modelos de eficacia y obtengan el resultado máximo posible en la salvación de vidas y re- posición de la salud, por virtud de la aplicación de los últimos adelantos * de la ciencia médica a la curación de la enfermedad y a la corección de lesiones. El ideal supremo hacia el cual nos encaminamos, consiste en poner excelentes servicios hospitalarios a la disposición del mayor numero posible de los 265 millones de personas que habitan el Hemis- . ferio Occidental. A fin de que el nivel general de la asistencia hos-

(2)

1194

OFICINA SANITARIA PANAMERICANA [Diciembre

A mi entender, el mayor adelanto de los hospitales en los tiempos re- cientes, adelanto este que ha estimulado avances indecibles en todo sentido, ha consistido en implantar y ver crecer y florecer un espíritu de cooperación mutua, para bien de los enfermos.

Hace casi medio siglo, en junio de 1893, durante la Exposición Mun- dial Colombiana de Chicago, tuvo lugar allf una Conferencia Inter- nacional de Hospitales, en la cual se sembró la semilla de cooperación interhospitalaria que iba a florecer en el siglo XX. En un trabajo leído en dicha sesión, Florence Nightingale, declaró:

La Exposición de Chicago representa una gran combinación del esfuerzo uni- versal para demostrar la interdependencia de los hombres. No existe la decantada independencia. Cuanto Éxito alcanzamos depende del esfuerzo colectivo. La competencia . . . constituye el enemigo de la salud. El antfdoto es el esfuerzo colectivo.

Un orador de Valparaíso, Chile, el Dr. Louis Asta-Buruaga, expresó un deseo interesante, despues de describir los hospitales de su país:

Para mi seria halagüeño ver algGn dfa los hospitales de Chile basarse en las mismas leyes que pueda creer oportuno proponer la Conferencia Internacional de Hospitales de Chicago, para la construccibn y manejo de tales instituciones.

(3)

.

ciones de los hospitales y aprobación de los que cumplían las normas que ya conoce el mundo hospitalario en general.

En 1920, el Dr. William J. Mayo y el Dr. Franklin H. Martin visitaron a Panamá, Perú, Chile, Argentina y Uruguay, países esos en los cuales encontraron una acogida cordial, y copiamos a continuación algunos de los comentarios del Dr. Mayo acerca de su visita:

Los cirujanos de la América Latina han reconocido desde hace mucho tiempo la necesidad de realizar frecuentes viajes clfnicos a 6n de observar el trabajo de los cirujanos extranjeros, y en los últimos años, muchos de ellos han venido a los Estados Unidos, habiendo sido siempre un placer para nosotros conocerlos. Sus Facultades de Medicina son magnificas instituciones que dictan cursos de 7 años, y en lo tocante a instalaciones y métodos de enseñanza teórica son iguales a las mejores del mundo. En la América Latina el Dfa de Graduación significa el comienzo de un nuevo curso, porque después de su graduación el joven cirujano comienza un curso especial de preparación quirúrgica. En vez de tallarse con el escalpelo la senda que conduce al saber y a la experiencia, se le adoctrina durante un periodo de 8 a 10 años, conforme a principios que nosotros en los Estados Unidos hemos aceptados muy recientemente bajo la designacion general de becas en medicina y cirugía post-graduada. Los hospitales de los países americanos son edificios imponentes, construfdos para los trópicos y asociados alas facultades de medicina. Los protocolos hospitalarios son los mejores que jamás haya yo visto.

En particular son interesantes los comentarios del Dr. Mayo acerca de los 30 hospitales de Buenos Aires en 1920:

Muchos de los hospitales son antiguos, pero casi todos se hallan en vía de reconstrucción conforme a principios modernos. Poseen cielos rasos altos, mucho espacio dedicado a ventanas, balcones y jardines, y son apropiados al clima, pero no estAn protegidos con tela metalica. Las enfermeras preparadas, según interpretamos este término en el norte, no existen. . . . Sin embargo, se ha elevado el nivel general de educación y se van estableciendo nuevas escuelas de preparación, teniendo a su frente enfermeras de Estados Unidos. Los proto- colos son extraordinariamente buenos.

El Dr. Martin comentó en la forma siguiente algo que observó du- rante una visita que hizo en 1921 al gran hospital público de Montevideo: . Observamos varias operaciones ejecutadas por el Dr. Alfredo Navarro, una

de ellas en un anciano que padecía de obstrucción intestinal aguda. Este caso había sido bien estudiado minuciosamente, con pruebas de laboratorio y exámenes roentgenológicos. Todo lo observado en la sala de operaciones indicaba que una cirugía segura y buena era lo acostumbrado.

.

En su comentario general, el Dr. Martin declaro:

(4)

1196

OFICINA SANITARIA PANAMERICANA [Diciembre

las salas de operaciones eran modernas y contenfan los aparatos de esterilización mejor comprobados, abundando también los medios de diagnósticos y los instru- mentos quirúrgicos. En casi todos tenían medios para autopsias y anfiteatros. Las medidas relativas a internos parecian adecuadas, en particular en los hospitales afiliados cVn los establecimientos de enseñanza. Casi todos los grandes hos- pitales pontaban con departamentos bastante completos para casos ambulantes. Algunos eran deficientes en plomería moderna, pero un porcentaje elevado de los hospitales importantes estaban excelentemente provistos. Algunos poseian departamentos de hidroterapia de lo mejor, y en casi todas las grandes insti- tuciones observamos lavanderías y cocinas modernas. Casi todos los hospitales que carecian de instalaciones completas se encontraban en vlas de rApida renova- ción, siendo esto en particular un hecho, visto que los profesores se dan cuenta perfecta de los requisitos de un hospital moderno. Como patr6n para todos los

hospitales situados en clima semejantes, puede muy bien tomarse el Instituto Modelo de Clínica Médica de Buenos Aires, que es uno de los m&s bellos en lo tocante a arquitectura y terrenos, y cuyas instalaciones, en lo que pudimos apreciar, con excepción de la organización de enfermería, son completas en todos sus pormenores. Lo construyó como modelo, el gobierno de la República Argen- tina, y lo mantiene como tal, lo cual patentiza el ansia del pueblo y de la profesión del pafs de obtener lo mejor que pueda conseguirse.

Estos comentarios y otros muchos semejantes demuestran que el deseo de tener buenos hospitales es y ha sido por muchos años, com- partido por todos los países americanos, y que para 1920 la mayoría de ellos ya contaban con sistemas hospitalarios que les hacfan honor. Desde entonces los adelantos han sido rápidos e impulsados por la tendencia de parte de los trabajadores de cada hospital, de observar, discutir y emular las mejoras realizadas en otras instituciones. Prác- ticamente en todos los pafses han formado asociaciones de hospitales que luego se han visto complementadas por obras semejantes en los pafses adyacentes, y por fin por asociaciones internacionales de amplia esfera de acción.

En 1927, la VIII Conferencia Sanitaria Panamericana celebrada en Lima, aprobó un voto recomendando el estudio de la organización hospitalaria de Estados Unidos, y autorizando a la Oficina Sanitaria Panamericana para iniciar la colecta sistemática de informaciones relativas a la situación hospitalaria en todo el continente. En 1929 se fundó la Asociación Internacional de Hospitales, y la cual celebró su Primer Congreso en Atlantic City. Esta cooperación mundial ~610 rek

\- lt6 factible por unos 10 años, pues en septiembre de 1939, cuando iba a celebrarse el VI Congreso Bienal en Toronto, la declaración de guerra que tuvo lugar precisamente antes de dicha fecha, obligó a cancelar la reunión. En aquel entonces la meta siguió siendo la co- operación, pero hasta donde la permitiera un mundo en armas. La Asociación Americana de Hospitales designó una comisión que estudiara la forma de organizar una asociación interamericana de hospitales, y

.

(5)

por virtud de su recomendación se formó dicha asociación en la Conven- ción celebrada por la Asociación Americana de Hospitales en Atlantic City en 1941. Argentina, Brasil, Canadá, Colombia, Chile, Ecuador, República Dominicana, Haitf, México, Paraguay, y Estados Unidos estuvieron representados en la reunión organizadora por de uno a tres delegados, formando 19 en conjunto. Los funcionarios elegidos fueron: Dr. José A. Jácome Valderrama, de Bucaramanga, Colombia, presidente; Dr. Malcolm T. MacEachern, de Chicago, presidente honorario; Dr. Federico Gómez, de México, vicepresidente; y Sr. Félix Lamela, de San Juan, Puerto Rico, secretario-tesorero. Como objetivos de la nueva organización se enunciaron los siguientes: (1) Fomentar la coope- ración y colaboración entre los hospitales de las Américas. (2) Ofrecer cursos de enseñanza y estimular el progreso en la organización y ad- ministración de hospitales. (3) 0 g r arrizar periódicamente cursos de enseñanza para administradores de hospitales y celebrar congresos interamericanos con el fin de realizar la eficacia de la obra hospitalaria por medio de un intercambio de ideas que beneficien la solución de los problemas inherentes al servicio de los hospitales en las Américas. (4) Fomentar la organización, coordinación y cooperación entre las asociaciones nacionales de hospitales en las Américas con el fin de aplicar las mejores prácticas en el cuidado del enfermo. (5) Establecer un intercambio de información sobre administración de hospitales por medio de publicaciones y otros medios de expresión. (6) Fomentar el intercambio de directores de hospitales, médicos y personal técnico y administrativo concediendo becas de estudio para el perfeccionamiento de los conocimientos para la administración de los hospitales.

.

En la reunión celebrada por la Comisión de Relaciones Latinoameri- canas de la Asociación Americana de Hospitales durante la Convención de San Luis, el Sr. F6lix Lamela presentó, el 12 de octubre de 1942, un informe relativo a los adelantos y progresos de la Asociación Intera- .

mericana de Hospitales, comunicando las ofertas de cooperación que había recibido de la Oficina Sanitaria Panamericana, de la Oficina de Coordinación de Asuntos Interamericanos, y de la Escuela de Medicina Tropical, que funciona en San Juan bajo los auspicios de la Universidad . de Colombia. Otros organismos y oficinas interesadas que mencionó,

(6)

1198

PAN AMERICAN SANITARY BUREAU [Dwember

Instituto Inter-Americano de Administradores de Hospitales; y prepara- ción, publicación y redacción de un glosario o diccionario de términos hospitalarios. La Escuela de Medicina Tropical de Puerto Rico ha concedido un año de ausencia con pago al Sr. Lamela, a fin de que pueda dedicar todo su tiempo al trabajo de la asociación que tiene ahora su sede en Wáshington.

En particular es digna de nota en los planes, la idea de que todas las solicitudes de los hospitales que deseen formar parte de la asociación vengan acompañadas de completas descripciones del hospital respec- tivo, con fotografías de los eficios y otros datos pertinentes, por medio de los cuales se obtendrán gradualmente un censo de hospitales y un caudal de informaciones minuciosas. En el plan figura la publicación de las informaciones recibidas de cuando en cuando, en una serie de trabajos en revistas apropiadas. Prop6nese también extender los servicios de la asociación a la traducción de trabajos pertinentes y con el tiempo, quizás, a publicar un anuario que sirva de medio de inter- cambio de información entre los hospitales de Norte, Centro y Sur América.

(7)

mente organizados y comprobados, y respaldados por las últimas instala- ciones y aparatos de terapéutica.

En todos los pafses latinoamericanos existen hospitales que se com- paran favorablemente en muchos sentidos, y en algunos hasta superan a las mejores instituciones dedicadas a la atención del enfermo en Estados Unidos. Por ejemplo, no tengo nada más que encomio para los hos- pitales en vías de formación en los diversos distritos de Puerto Rico, desenvolvimiento este que ha tenido lugar en los ÚItimos años.

El buen servicio hospitalario, accesible a todos, ha tenido mucho que ver con el hecho de que en los Estados Unidos la mortalidad tuber- culosa anual media sea solamente de 47.2 por 100,000 habitantes, mien- tras que en otros paises llega a 250. A estos enfermos hay que aislarlos para impedir la propagación del mal y hay que atenderlos bien si van a curarse. La expectativa media de vida en los Estados Unidos es algo mayor de 62 años, en tanto que en ciertos paises no llega a 40. Hay razones de clima, economía, clase de población y naturaleza de ocupación, que explican en parte tan grandes diferencias, pero pueden disminuirse en todas las Américas, si Qstas se unen para combatir enemigos tales como el tifo, la tuberculosis, la viruela, la malaria, la fiebre amarilla, y otras enfermedades infecciosas, que digamos de paso, son viajeros rápidos, que en estos dias de navegación abrea, no pueden considerarse vencidos en ningún país, mientras existan en alguna otra parte. Como se ha dicho a menudo, los gérmenes son internacionalistas ardientes.

(8)

.

1200

PAN AMERICAN SANITARY BUREAU [December

Abrigo la esperanza de que haya sido tomada en cuenta esa suges- tión, y si no 10 ha sido todavfa, que se haga esto pronto. Las expresiones. de buena voluntad interamericana y de organizaciones y conferencias dedicadas a fomentar la comprensión mutua, tienen que ser comple- mentadas con pruebas tangibles de interés sincero, según han hecho la Fundación Rockefeller y otras colectividades. Tenemos que re- conocer que los países tropicales poseen problemas sanitarios mucho más difíciles de resolver que los de las zonas templadas. Todos nuestros ciudadanos deben interesarse activamente en los peligros que rodean allí a la vida y la salud, y deben enterarse de las denodadas batallas que libran contra la enfermedad en los trópicos de Centro y Sur Am&ica, batallas estas en que norteamericanos, tales como Walter Reed y William Gorgas, han prestado y siguen prestando ayuda decidida.

Al considerar la creación de un servicio hospitalario adecuado para los pueblos de los países americanos, no debe darse por sentado que lo que constituye una proporción adecuada en un país, también lo sea en otro.

La meta de la labor interamericana en hospitales, consiste en lograr que la duración potencial de la vida de la gente de todas las AmBricas, sea de 62 años o más. El mismo concepto de la solidaridad interameri- cana en hospitales, ya representa un adelanto de la mayor importancia, que debe dar por resultado agregar una salud mejor y una vida más larga, a las bendiciones de la libertad y democracia, de que disfrutan en el Nuevo Mundo. La guerra nos ha unido para combatir a las naciones agresoras y también fomentado la unidad, en lo tocante a la lucha contra fuerzas más destructoras: las enfermedades que pueden ser cohibidas por medio de un ataque poderoso. He ahí una de las formas más eficaces en que podemos fortalecer la América para la vic- toria, además de prometer mayor felicidad y utilidad a sus doscientos sesenta y cinco millones de personas, que deben ser todos ellos buenos

vecinos desde un polo al otro polo. .

Referências

Documentos relacionados

Sumario y conclusiones.-Durante el último año y medio hemos tratado a 1,500 personas con síndromes clínicamente asociados con enfermedad de deficiencia sin una

Comparación de las vacunas.-En la misma Conferencia Interna- cional de la Rabia, celebrada en 1927, acordóse llevar a cabo en algunos de los principales

En México, el Instituto de Salubridad y Enfermedades Tropicales, creado en 1939, es el primer centro donde se ha instalado un laboratorio especialmente dedicado a

Si bien es cierto que en las condiciones actuales no es posible en nuestro medio, como no lo ha sido en muchos otros países más adelantados, llevar a cabo estos

Es indudable que la educación sanitaria (que consiste en asesoramiento, enseñanza y orientación en materia de salud) está im- plfcita en la mayoría de las

Las distribuciones por edad de los médicos en 1957, de los recientes graduados en las escuelas de medicina norteamericanas y de los recientes licenciados en

En años recientes se ha observado en Estados Unidos un considerable progreso en la prestación de servicios de planificación de la familia a las personas que los necesi-

los gobiernos del Caribe por los problemas de salud perinatal, y de la falta de recursos para llevar a cabo programas de capacita- ción en materia de