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Progresos de la higiene industrial en la America Latina

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Academic year: 2017

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EN LA AMERICA LATINA* POR EL DR. J. J. BLOOMFIELD

Especialista en Higiene Industrial, Instituto de Asuntos Interamericanos,

Lima, Perti

La higiene industrial se ocupa principalmente de las medidas para mejorar la salud de la persona que trabaja, y las condiciones en que desarrolla sus actividades. Un buen programa de higiene industrial debe tratar de alcanzar tres fines fundamentales: (1) un medio de tra- bajo saludable y exento de peligros; (2) un medio sano donde vive el trabajador, y (3) poner la producción industrial en manos de hombres y mujeres sanos de cuerpo y alma. Desde luego, está por demás decir que estos tres fines deben estar en concordancia con el objetivo principal de la industria: producción máxima y eficiente en la forma más eco- nómica posible.

Hace unos 40 años se inició en los Estados Unidos el movimiento que se .conoció más tarde como higiene industrial. Este movimiento, que se esparció por todas las industrias del país en esos 40 anos, ha producido una masa trabajadora sana y eficiente, que ha alcanzado índices de producción francamente maravillosos. Esto ha sido una verdadera bendición para la industria, para la misma clase trabajadora y para toda la nación.

*< es conveniente invertir grandes sumas de dinero en mantener y mejorar Los industriales de los Estados Unidos han descubierto que así como su maquinaria de producción, también conviene proteger la salud de los hombres que operan dicha maquinaria. En realidad, los industriales modernos comprenden que se debe ir más allá de la simple protección de la salud del trabajador en el lugar de su trabajo, y que es preciso incluir en su plan el mejoramiento de las condiciones del medio en que ellos viven.

En muchos de los países de la América Latina, el lento desarrollo de los riquísimos recursos naturales puede atribuirse en parte a numerosas enfermedades graves que minan la vitalidad de la masa trabajadora. Los estudios realizados por el autor en la América del Sur, indican que * alarmantemente bajo. Sin conocimientos apropiados en dietética y con el estándar de vida de una gran parte de la población trabajadora es

escasos ingresos, son presa fácil de la desnutrición. Con viviendas de mala calidad, se ven obligados a vivir en condiciones casi de hacina- miento.

J

El desnivel entre los bajos jornales y sueldos y el costo de vida siempre en aumento, impide que el trabajador mejore su modo de vida. A pesar de los encomiables esfuerzos por parte del gobierno y de los industriales,

* Trabajo presentado en la Décima Reunión Anual de la Asociación Fronteriza Mexicana-Estadounidense de Salubridad, Monterrey, Nuevo León, México, marzo 24-27, 1952.

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este desnivel subsiste, y las dificultades económicãs de estos trahaja- dores los convierten en víctimas de numerosas enfermedades.

CUADRO No. l.-Resumen de Ea población total y de la población trabajadora en

d0 paises latinoamericanos: Censo de 1949 ó 1950*

País

Argentina. Bolivia. Brasil

Colombia... CostaRica... Cuba.

Chile . Ecuador. El Salvador. Guatemala. Haití Honduras MExico.... Nicaragua Panamá. Paraguay Perú

República Dominicana Uruguay.

Venezuela Totales

t-

l

Población total

(cifras preliminares) Población trabajadora (aproximada)t

16,818,OOO 5,606,000

3,990,ooo 1,330,000

52,300,OOO 17,433,ooo

11,015,000 3,672,OOO

794,000 265,000

5,199,ooo 1,733,ooo

5,709,ooo 1,903,000

3,404,ooo 1,135,ooo

2,150,OOO 717,000

2,787,OOO 929,000

3,112,OOO 1>037,000

1,534,ooo 511,000

25,368,OOO 8,456,OOO

1,053,000 351,000

794,000 265,000

1,304,000 435,000

8,240,OOO 2,750,OOO

2,121,ooo 707,000

2,353,OOO 784,000

4,986,OOO 1,662,OOO

155,031,000 51,681,OOO * T,as cifras del año 1949 fueron tomadas del Anuario Demográfico 1949-50, Organo de las Naciones Unidas. TJas cifras del año 1950 están basadas en estima- ciones preliminares del censo de 1950 de las Ambricas, tomado de Statistics, junio 1951, Instituto Interamericano de Estadtstica.

t Basado en el hecho de que la poblaci<in trabajadora total en cualquier país c es generalmente casi el 33y0 de la población total.

Otro enemigo es el analfabetismo. Es difícil que una persona pueda velar por su propia seguridad si ni siquiera puede leer las instrucciones sobre el manejo de la maquinaria a su cargo, y mucho menos puede esperarse que aumente su capacidad productiva y mejore su condición

económica, si no puede leer para imponerse de cómo debe efectuar su 4 trabajo, o cómo vivir higiénicamente. Sin embargo, lo más importante

es la necesidad imperiosa de inculcar en estas personas el deseo sincero de mejorar las condiciones en que trabajan y viven, deseo que casi no existe en una gran parte de la clase asalariada.

Un serio obstáculo para la explotación de los grandes recursos naturales

de estos países consiste en la prevalecencia de enfermedades que debilitan 4 al trabajador, lo que a su vez restringe el volumen de la producción en

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principales causas de muerte. Son muy frecuentes las enfermedades producidas por parásitos intestinales, o por aguas contaminadas, in- dudablemente debido a malas condiciones sanitarias. En general, la expectativa de vida es baja. En la mayoría de estos países alrededor del 50% de los habitantes está constituído por menores de 20 años. Si usamos la edad de 20 años para distinguir entre las cargas familiares y el productor, salta a la vista que cada productor tiene, por lo menos, una carga familiar que mantener. Esto es el doble que en los Estados Unidos, en donde cada productor tiene que mantener solamente media carga familiar, estadísticamente hablando. En otras palabras, la baja expecta- tiva de vida, y la alta proporción de cargas familiares, contribuyen a reducir el poder productivo. Más importante es todavía que la carga familiar que muere antes de cumplir los 20 años, se convierte de hecho en un despilfarro de potencial humano del tipo más costoso, ya que habiéndose invertido dinero y esfuerzos en su crianza durante varios años, deja de existir antes de llegar a convertirse en productor.

Las condiciones económicosociales arriba mencionadas reflejan in- fluencias no ocupacionales de importancia sobre las poblaciones indus- triales de los países latinoamericanos. Cuando se estudian los problemas de salud que están directamente relacionados con el ambiente industrial, se descubre que son numerosos los accidentes y los peligros para la salud en las industrias de dichos países. Las enfermedades como la silicosis y la intoxicación por metales son corrientes, y constantemente encontra- mos trabajadores expuestos a gases, vapores y humos dañinos. Son casi desconocidas las prácticas necesarias para controlar los peligros en contra de la salud o evitar accidentes. Los estudios realizados por el autor revelan claramente que existe un gran porcentaje de enfermedades ocupacionales, pero también que la industria paga un precio excesivo por concepto de compensaciones.

En realidad, las informaciones obtenidas en los países visitados en Sur América demuestran que están gastando enormes sumas de dinero en compensar a los obreros por incapacidades ocurridas mientras traba- jaban. Estas sumas representan del 12 al 15 % de los ingresos nacionales, y del 30 al 50 % de los presupuestos nacionales de esos países. La mayoría de los países latinoamericanos cuentan con leyes sociales que figuran entre las más avanzadas y humanas del mundo. Incluyen compensación por accidentes de los trabajadores y enfermedades ocupacionales. Sin embargo, se ha concedido mayor énfasis a la indemnización, es decir, a hacer algo por el trabajador después que el daño está hecho.

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riencia. Los programas de higiene industrial que se están iniciando hoy día en los países latinoamericanos industrializados, serán de especial utilidad para dichos países, en vista de que tienen todavía mucho que recorrer en el campo de la sanidad, y un programa vigoroso de higiene industrial contribuirá mucho a estimular las prácticas generales de salubridad.

Con este breve bosquejo de los problemas de la salud entre los obreros latinoamericanos, veamos ahora que es lo que se está haciendo en lo referente a higiene industrial, y que es lo que se requiere realizar.

ESTADO ACTUAL DE LA HIGIENE INDUSTRIAL EN LA AMÉRICA LATINA

c

Los estudios mencionados fueron emprendidos a solicitud de los gobiernos de Bolivia, Chile y Brasil, y fueron llevados a cabo bajo los auspicios del Instituto de Asuntos Interamericanos. El primer programa

de higiene industrial se inició a fines de 1945, cuando el Gobierno de Bolivia solicitó a los Estados Unidos que hiciese un estudio de los pro- blemas que más afectaban la salud de sus trabajadores, especialmente de los mineros de estaño.

La mayoría de estos países tienen departamentos de higiene industrial, com parteo integrante del Ministerio de Trabajo o de Higiene. Desgracia- damente, estos departamentos no están dotados de personal con prepa- ración especial, ni cuentan con el instrumental y equipo necesarios para llevar a cabo programas verdaderamente preventivos. La industria no tiene donde acudir para la evaluación de sus problemas de higiene industrial, o para asesorarse con respecto a su solución. Careciendo de los métodos modernos necesarios para el estudio de los problemas de higiene industrial, los departamentos latinoamericanos han estado tratando de resolver dichos problemas empleando únicamente los sen- tidos de la vista y del olfato, los que, como es bien sabido, pueden fácilmente conducir a errores. Esta era pues la situacion de la higiene industrial latinoamericana a fines de 1945.

Por el momento, el Instituto de Asuntos Interamericanos concentra sus actividades en siete de los países más industrializados, esto es, Bolivia, Brasil, Colombia, Chile, México, Perú y Venezuela. Estos siete países, con una población total de unos 112 millones de habitantes, tienen una población trabajadora de un poco más de 37 millones de personas. En cinco de estos paises se ha progresado bastante, y vale la pena mencionar la forma en que se ha logrado dicho progreso.

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estudio pudieran beneficiarse con dichos servicios. Estas agencias de higiene industrial ayudaban también, y ayudan aún, a las grandes industrias a desarrollar sus propios programas de higiene industrial. Debido a la falta de una estructura similar de salud pública, se juzgó más práctico en algunos países latinoamericanos poner los programas de higiene industrial bajo la dirección de personal estadounidense,

CUADRO No. 2.-Resumen del estado de los programas cooperativos de higiene industrial en siete paises latinoamericanos -

- -- 1 -- -- -- -- -- -- 13 - Fecha Población Estudios exploratorios de ini.

trabaja- ciaciór

dora del Ser

+lXXi- vicio d

mada Higien

Año NúilleKl “a;

Agencia administrativa

PeWXlal profesional

Local 2 z 1 ._ e e -- -- -- -- -- -- -_ - País

Bolivia 1945

Trabajo

BI&l 25 industrias- 1951

38,502 tIa- Servicio Cooperativo In- teritmericano de Salud Ing. MEd. 25 6 Públfca. Ministerio de Quim. 2 Trabajo en el Gobierno Otros 12 Federal. Depto. de

Trabajo de Sáo Paulo

Colombia 3,672,OOO En progreso 1951 Servicio Cooperativo In- Ing. 1 1 teramericano de Salud Quím. 1 Pública

- Servicio Nacional de Mul6d. 2

Salud Ing. 6 1

Quím. 1 - 1,903,000 1947

~ :

21 industrias- 46,089 tra- bajadores --

8,456.OOO 1952

i /

23 industriss- 35,288 tra- bajadores

1951 Chile

México -

-

I

- -

Perú 2,750,OOO' 1947 21 industrias- 1947 22,935 tra-

Pública

I

Venezuela 1 662 OOO’ninguno I 3 I * I- --

113 industrias- 169,302 tra- bajadores

-

/ - I-

9i 7

/ /

* Estudio exploratorio actualmente en progrese.

especializado y con experiencia en la materia. Tal vez puede explicarse esto mejor con una reseña sobre el desarrollo de nuestro programa de higiene industrial en el Perú, donde lo hemos hecho alcanzar un nivel eficiente y adelantado.

En 1947 el Perú contaba con legislación adecuada para desarrollar un departamento de higiene industrial, pero nada mits. Por invitación

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junio de 1947, y llevó a cabo un estudio de los problemas de higiene industrial en dicho país. Con la información obtenida en ese estudio, se preparó un informe definiendo el problema, y presentando recomen- daciones concretas para organizar un Departamento de Higiene In- dustrial. Un Departamento de esa naturaleza fué instalado dentro de la estructura administrativa del programa cooperativo interamericano de salud pública, bajo la dirección de personal estadounidense. Durante el período de 1947 hasta principios de 1949, se adquirió el equipo nece- sario para el laboratorio y para las inspecciones fuera de él, se di6 preparación especial a profesionales peruanos, y se confeccionó el plan básico para organizar un buen programa. En abril de 1949 ya fué posible llevar a la práctica este programa, haciendo investigaciones en las industrias en las cuales se descubrieron riesgos para la salud del obrero, cuando se hizo el estudio preliminar de 1947.

Actualmente, el Departamento de Higiene Industrial del Perú está formado por 45 personas aproximadamente, de las cuales más de 20 son

profesionales. En el curso de los últimos dos años y medio, se han llevado k a cabo estudios en unas 70 industrias, dispersas en once departamentos

del país, lo que representa cerca de 5,000 exámenes médicos. Además, se han examinado 2,200 obreros que reclamaban indemnización. Estos exámenes representan la cooperación que da el Departamento a los juzgados del trabajo, que están a cargo de las decisiones sobre las recla- maciones por indemnización. Mediante esta última actividad, el De- partamento de Higiene Industrial del Perú ha quedado reconocido como

la autoridad médica en enfermedades ocupacionales. ‘( Forman parte del personal del Departamento tres médicos y un

ingeniero peruanos, que se especializaron en los Estados Unidos en el campo de la higiene industrial, y en este momento se encuentran tam- bién en dicho país, con el mismo objeto, un médico y un ingeniero, también peruanos. El resto del personal recibe preparacion práctica, tanto en el laboratorio como en viajes de estudio. El Departamento ha sido provisto de los instrumentos más modernos, de modo que en la actualidad dispone de todos los medios necesarios para estudiar los peligros existentes en la industria contra la salud de los trabajadores. Esto, naturalmente, ha convertido al Departamento en un centro de especialización para profesionales de otros países latinoamericanos. Ahora mismo se encuentran en el Perú recibiendo dicha especialización dos químicos, uno de Chile y otro de Colombia, y en unos meses más, esperamos recibir la visita de profesionales de Bolivia y Brasil.

En el Perú el programa ha sido bien recibido por la industria y por los organismos gubernamentales, como el Ministerio de Trabajo, la Dirección de Minas del Ministerio de Fomento (con cuya cooperación

I trabaja el Departamento), lo mismo que por los trabajadores del país. * La obra del Departamento ha alcanzado tal grado de desarrollo, que se

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del Perú. Se tiene pensado establecer otras sucursales similares en el norte y sur del país durante 1953. Pronto será necesario construir un edificio moderno para instalar el Departamento, porque el que ocupa actualmente ha resultado inadecuado, debido al rápido aumento de sus responsabilidades.

El programa boliviano, que ha permanecido casi inactivo desde 1947, será pronto revitalizado mediante el nombramiento de un consultor en higiene industrial, que formará parte del personal del Instituto de Asuntos Interamericanos de Bolivia, para ayudar al Ministerio de Trabajo y a la Caja Nacional de Seguro Social, a colocar sus programas sobre bases modernas. En los demás países, tales como Chile, Brasil y Colombia,’ por el momento estamos llevando a cabo investigaciones preliminares. Estos estudios no sirven únicamente para definir los problemas de higiene industrial, sino que constituyen también una excelente demostración, tanto para la industria como para el personal en acción, de cómo se puede trabajar en armoniosa cooperación hacia el objetivo común de mejorar las condiciones de trabajo. Pronto se harán también estudios de esta naturaleza en Venezuela y México, los que deberán formar la base de buenos programas en dichos países.

L

Es nuestro propósito crear y desarrollar programas de higiene in- dustrial en cada uno de los países interesados en obtenerlos, y la función principal de estos programas será la de ayudar a la industria a resolver sus problemas, y de persuadir a las grandes compañías para que creen y fomenten programas propios y completos de higiene industrial. Para lograr este objetivo, las divisiones de higiene industrial tendrían ciertas responsabilidades, que se pueden enumerar como sigue:

(1) Los deberes de estas divisiones abarcarían desde la evaluación de los riesgos de un ambiente de trabajo, recomendando las medidas necesarias para su control, hasta ofrecer los necesarios servicios clínicos y físicos de laboratorio.

(2) Las divisiones formularían normas para prácticas seguras de trabajo, al igual que reglas y disposiciones razonables para la prevención y control de las enfermedades ocupacionales; también tendrían la res- ponsabilidad de reunir y analizar los informes sobre enfermedades ocu- pacionales.

(3) Las divisiones mantendrán estrecha coordinación con otras agencias a fin de evitar duplicidad de esfuerzos y para estimular activi- dades correlativas y suplementarias. Igualmente, la división estimulará y ayudará a coordinar el trabajo de agencias voluntarias similares.

(4) También se considera que, a fin de vencer algunos de los obstá- culos del analfabetismo y la negligencia, las divisiones deberán fomentar * la creación de comités integrados por las empresas y los trabajadores para educar y dar cursos de capacitación a los trabajadores. En varios

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educacional de capital importancia que afrontará la división es la preparación de cursos de instrucción para médicos, enfermeras e in- genieros que deseen trabajar en la especialidad de salubridad industrial.

PLANES FUTUROS .-

En el presente año nuestra labor se limitará al fortalecimiento de los cinco programas ya existentes, y a iniciar otros en Venezuela y México. También esperamos sembrar las semillas de la higiene industrial, dic- tando conferencias en las facultades de medicina y de ingeniería en el Perú, Chile y Brasil. No pensamos agregar cursos adicionales al ya recargado plan de est,udios de las facultades de medicina, sino emplear técnicas de infiltración, mediante la presentación de conferencias rela- cionadas con la higiene industrial, durante los cursos corrientes de fisiología, toxicología, química, etc.

Pensamos ampliar nuestro programa de especialización, enviando el personal mejor capacitado a estudiar un año en los Estados Unidos. Durante los años venideros, esperamos ampliar aún más este tipo de preparación, con la presentación de seminarios de uno a dos meses de duración, relacionados con problemas especificos de importancia para esta parte del mundo. Por ejemplo, como la silicosis constituye uno de los principales problemas en muchos de los países que tienen grandes intereses mineros, tenemos pensado ofrecer un seminario sobre enferme- dades del tórax, que estará cargo de una de las autoridades cientificas de los Estados Unidos. Posteriormente pensamos traer al Perú a algún ingeniero distinguido, especialista en higiene industrial, para que dirija un seminario sobre el control de los peligros para la salud en la industria. Pensamos actuar en el campo de la educación sanitaria del trabajador, mediante la preparación de películas educativas relacionadas con la higiene industrial, y literatura adecuada escrita especialmente para el obrero.

Por lo anteriormente expuesto, vemos que la higiene industrial ya se ha iniciado en la América Latina, pero est’o es sólo el comienzo. Todavía queda mucho por hacer. Sin embargo, con la experiencia que ha adquirido el personal estadounidense, y el entusiasmo y el espíritu cooperativo demostrado por los pafses latinoamericanos, se harán rápidos progresos en la creación y fomento de buenos programas, los que desempeñarán un papel de vital importancia en el mejoramiento del bienestar general, y en la productividad y solvencia económica de los 155 millones de habitantes de la América Latina.

REFERENCIAS

(1) Bloomfield, J. J.: “Industrial hygiene problems in Bolivia, Peru, and Chile,”

Pub. Health Bull. No. 301, T-J. S. Govt. Print. Off., Washington, D. C. i (2) Bloomfield, J. J.: “Industrial hygiene problems in Brazil,” The Institute of

Inter-Ameritan Affairs, Washington, D. C.

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CUADRO  No.  l.-Resumen  de  Ea población  total  y  de  la  población  trabajadora  en  d0 paises  latinoamericanos:  Censo  de  1949 ó 1950*
CUADRO  No.  2.-Resumen  del  estado  de  los  programas  cooperativos  de  higiene  industrial  en  siete  paises  latinoamericanos  -

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