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Cursos preparatorios y suplementarios de salubridad para personal escolar

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Academic year: 2017

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ENFERMERfA*

CURSOS PREPARATORIOS Y SUPLEMENTARIOS DE SALUBRIDAD PARA PERSONAL ESCOLAR

CONTRIBUCIÓN DE LA ESCUELA DE ENFERMERÍA Y DEL CURSO POST-GRADUADO DE EmmmxmfA DE SALUBRIDAD**

El presente an8lisis de la contribución que hace la escuela de enfermería y el curso post-graduado de enfermeria de salubridad en la preparación y especialización de enfermeras para las actividades de higiene escolar, se basa en la premisa de que la enfermera asumirá una responsabilidad cu&druple en la escuela:

1. Aconsejará sobre higiene a las estudiantes.

2. Moviliiará todos los recursos de la escuela, del hogar y de la colectividad para resolver problemas de salubridad.

3. Servid al personal escolar como ‘kentro de informaci6n.”

4, Ayudar& a controlar los factores ambientales que afectan la higiene. Para poder cumplir satisfactoriamente con estas responsabilidades, la enfer- mera escolar deberá poseer la siguiente preparaci6n:

1. Amplio conocimiento de los patrones de desarrollo social, mental y ffsico del niño y del adolescente.

2. Conocimiento de las facilidades para una buena asistencia médica preven- tiva y de salubridad en la colectividad.

3. Estar familiarizada con los métodos actualmente en uso para la evaluación de la salud.

4. Conocer la filosoffa general que posee el país sobre educación pxíblica y administración educacional.

5. Poseer habilidad para aconsejar.

La contribución de la escuela de enfermería en la preparaci6n de enfermeras se limita a proporcionarles la instrucción básica y la habilidad en que descansara una preparacibn más especifica. La enfermera graduada que no ha recibido adiestramiento especial en salubridad, deberá por lo menos, poseer conoci- mientos de las ciencias b&icas relacionadas con la enfermerfa, de los factores sociológicos y económicos en lo que afectan la salud y la asistencia médica, y comprender las necesidades médicas y psicológicas del niño sano.

* Esta sección del Boletín est& a cargo de la enfermera Srta. Mary J. Alberti, de la División de Enfermeria de la Oficina Sanitaria Panamericana en Washing- ton, D. C.

** “Contribution of the School of Nursing and the Graduate Course in Public Health Nursing in the Preservice and Inservice Preparation in Health of School

Personnel.” Presentado por Ruth Freeman, R.N., en una Sesión Conjunta de las Secciones de Salud Escolar, Salud Maternoinfantil, Educación de Salubridad,

Enfermería de Salubridad y Alimentación y Nutrición, en el 750. Congreso Anual de la Asociación Americana de Salubridad celebrado en Atlantic City, en octubre de 1947. La Srta. Freeman es actualmente Administradora Nacional de los Servi- cios deEnfermeríade IaCrus RojaAmericana.

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Agosto 194.91 ENFERMERfA 827

El grado en que las estudiantes adquieren estos conocimientos es variable. Hay unas 1,300 escuelas de enfermería en los Estados Unidos que varían grandemente en cuanto a la cantidad y calidad de las facili- dades de educacidn de que disponen. Las oportunidades para la adquisi- ción de experiencia clínica también están desigualmente distribuidas.

Si suponemos que la escuela universitaria de enfermería es el summum de la perfecci6n, y estudiamos su contribución potencial, observaremos que mucho puede hacerse para perfeccionar la habilidad de la enfermera en la vigilancia de la salud del escolar.

El perbodo preclinico proporciona instrucción en las ciencias básicas que ayudan a la enfermera a desarrollar técnicas sobre una base sólida, y más tarde interpretar a los alumnos la relación existente entre ciertas prácticas recomendadas de higiene y las ciencias que estén estudiando. Recientemente la psicología que ha sido incluída en el programa de muchas escuelas, ayuda a la enfermera a comprender mejor los impulsos, las necesidades emocionales y los patrones de desarrollo de los niños. La sociología le permite comprender las necesidades y problemas de salu- bridad en relación con los patrones ambientales, así como el lugar que corresponde al niño en la familia y en la colectividad. Por medio del servicio de salud que ella misma recibe, la enfermera también se orientará en la medicina preventiva, preparándose a la vez para los estudios m&s intensos que emprenderá más tarde.

Hay que admitir la posibilidad de que la estudiante no derive estos resultados de los cursos que estudie. Las horas asignadas al estudio de la psicología podrian usarse para distinguir entre las escuelas de psicologfa Bond y Gestalt, o para estudiar los descubrimientos de la experimenta- ción animal, en vez de hacer un verdadero esfuerzo para comprender al ser humano y su comportamiento. El estudio de la sociología podría limitarse a enseñar una serie interminable de definiciones que deberán ser aprendidas de memoria, ignorando tal vez las fascinantes interrelaciones del ambiente cultural con la adaptación personal. Es igualmente cierto que algunas escuelas de enfermeria que no poseen medios palpables para su sostenimiento en sentido académico, pueden lograr estos objetivos gracias a la paciencia y sabidurfa de sus instructores, quienes, ya sea con intención o por intuición, enseñan estas apreciaciones en forma in- formal. Si estos cursos requeridos se relacionan adecuadamente a las necesidades de la vida ordinaria, contribuyen significativamente a aumentar el equipo intelectual de la enfermera e, indirectamente, a mejorar su habilidad para cooperar con el programa de salud escolar.

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828 BOLETfN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA

tratan primero de presentar un cuadro del niño sano-su comportamiento, la historia de su desarrollo, y sus necesidades ffsicas y emocionales. La asistencia del niño enfermo se enfoca entonces desde el punto de vistadel modo cómo dijere de la asistencia del niño sano. La estudiante tiene la oportunidad de ayudar en la asistencia del niño sano como parte básica de su trabajo. Desgraciadamente, para facilitar el curso esta experiencia se ofrece al nivel pre-escolar, y la estudiante encuentra menos oportunidades para adquirir experiencia con el niño de edad escolar.

Un segundo progreso de la educación de enfermerfa que está íntima- mente relacionado con nuestra discusión, es el uso generalizado del

“estudio del enfermo” en el punto cuando se empieza a integrar la in- formación de enfermería con el caso general. Por ejemplo, la estudiante recibe cursos de enfermerla de asistencia médica en los cuales se destacan la enfermedad y sus manifestaciones. Más tarde, como parte de su adiestramiento clinico, estudiará el caso del niño Fulano de Tal, quien sufre de reumatismo. Vemos, pues, cómo el enfoque ha cambiado de la enfermedad al enfermo. Se concede la debida importancia a la enferme- dad en sí, discutiéndose a la vez los múltiples factores que envuelve la orientación de enfermería, los hábitos alimentarios del enfermo, los alimentos que le agradan y le desagradan, lo que para él significan sus limitaciones físicas, el efecto de la actitud de sus padres sobre su condi- ción emocional, las adaptaciones escolares necesarias, etc. Este enfoque constituye la base de técnicas de consultorfa más complejas que necesita la enfermera escolar.

La tercera tendencia importante que hallamos en la preparación de la enfermera escolar es la inclusión de experiencia en la colectividad como parte del curso de enfermería clfnica, lo que se logra en varias formas. Con frecuencia la estudiante acompaña a la enfermera de salubridad en sus visitas, o a la trabajadora social, o tal vez es enviada a una agencia de salubridad o a un hospital de la colectividad a adquirir experiencia, la cual luego es aumentada al aplicarla a la colectividad, o tal vez en los aspectos del trabajo escolar rutinario. Estas oportunidades de trabajar con niños se presentan tanto en la escuela, junto a la enfermera escolar, como enseñando enfermerfa del hogar o clases de primeros auxilios a los alumnos.

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Agosto r9&] ENFERMERa 829

Se ofrecen cursos de salubridad tanto al nivel no-graduado, como post- graduado. Hay una creciente tendencia a considerar la preparación para puestos subalternos como de naturaleza no-graduada, y la preparación para la labor de supervisión y consulta, como de carácter realmente post-graduado.

Con el propiisito de examinar los cursos de salubridad que ofrecen las escuelas de enfermería, se han enviado cuestionarios a los directores de aquellos cursos que han sido aprobados para la Organización Nacional de Enfermerfa de Salubridad, y a las escuelas de salubridad, observándose en las treinta respuestas recibidas, ciertas tendencias generales.

1. En general, se considera que la enfermería escolar es parte integral de la enfermería de salubridad, y no una especializaciún.

De estas 30 escuelas, 6 informaron que ofrecían cursos especiales de enfermería escolar, y 2 indicaron que tenían cursos de educación en salud escolar abierto a enfermeras. Solamente 8 recomendaban una serie de cursos para las interesadas en especializarse en enfermerfa escolar.

2. La mayorfa de las escuelas ofrecen instrucción en enfermerfa escolar como parte del curso de salubridad; 18 ofrecían el curso separada- mente, y en 14 de Bstas era requisito indispensable. Veintiuna escuelas brindan experiencia de campo en la materia, 13 de ellas en forma obli- gatoria para todas las estudiantes. La mayoría de las escuelas que no ofrecen dicho curso, señalan que cubren el tema dentro del curso general de enfermería de salubridad.

3. En algunas escuelas se observa un esfuerzo por ofrecer cursos preparatorios y suplementarios. Trece escuelas ofrecen el curso de enfermería escolar en las últimas horas de la tarde o por la noche.

El curso postgraduado de enfermerfa de salubridad puede hacer una contribución notable en la educación de las enfermeras aspirantes a puestos escolares asf como de las ya empleadas. Como estos cursos funcionan bajo administraciones tan distintas, es natural que se ponga énfasis a temas muy diversos en cada uno de ellos no obstante el hecho de que los cursos son aprobados por un consejo nacional. En las escuelas de pedagogía se ofrecen cursos comprensivos sobre filosoffa y psicología de la educación, organizaci6n y administración escolar, con menos énfasis en los aspectos epidemiológicos, análisis estadfstico, y organización administrativa de salubridad. Sin embargo, los cursos que se ofrecen en escuelas de salubridad hacen hincapit? en las medidas de control y de organización en la colectividad, con interés secundario en la estructura y función educativa. No obstante, deben considerarse algunos fundamentos como requisitos mínimos para la labor de salubridad escolar, haciendo los reajustes administrativos necesarios para asegurar a la enfermera escolar la preparación más adecuada.

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830 BOLETfN DE LA OFICINA BANI!MRIA PANAMERICANA

colectividad escolar. No hay substituto para el conocimiento completo de los métodos de control de enfermedades infecciosas y los estudios epidemiológicos, para los fundamentos de un buen saneamiento ambien- tal, y para los procedimientos y problemas de salubridad en relación con enfermedades no-transmisibles,

Xegundo, deberían ofrecerse oportunidades para efectuar estudios especializados en el desarrollo y psicología del niño y del adolescente, combinados, si es posible, con observación clfnica y experiencia de campo. Este estudio deberá poner énfasis en los frecuentemente olvidados años medios de la niñez, así como al período pre-escolar y el adolescente, permitiendo la observación del comportamiento bajo tensión en la forma que se observan en la clínica de comportamiento y de higiene mental, y que tanto valor tiene en la comprensi6n de la conducta del niño normal.

Tercero, deberfa profundizarse en los métodos actuales para evaluar la salud, y participar en ellos, aprendiendo a utilizar el audiómetro, a examinar la vista, y observar las pruebas de laboratorio usadas para determinar algunos aspectos de la nutrición. La enfermera escolar deberá familiarizarse con el uso de microrroentgenografias, en comparación con las de tamaño estándard, con las pruebas tuberculinicas en comparación con los rayos X para descubrir casos tuberculosos, así como también a interpretar con facilidad los m&odos usados para descubrir avitaminosis y otros procedimientos de evaluación similares. Muchas escuelas en este país estAn situadas en colectividades pequeñas, razón por la cual deberán conocer las observaciones ikcnicas simples que podrán utilizarse en ausencia de equipo’m& completo.

Cuarto, la enfermera poseerá un conocimiento general sobre educación. Por lo menos, deberá conocer los fundamentos filos6ficos y psicol6gicos de las prácticas pedagógicas modernas y de estructura dentro de la cual funciona la educación pública.

La enfermera no podr& actuar como consultora para maestros y directores escolares sin antes conocer algo del tipo de trabajo que éstos hacen. Deberá comprender que no debe interrumpirse una unidad de estudio importante para realizar una enseñanza de salubridad ajena al estudio; que los directores escolares no pueden ajustar el presupuesto escolar a su voluntad, ni fijar requisitos más allá de los que señala eI departamento de salubridad, sin antes considerar la actitud que sobre el particular puede tener la Junta Escolar. Tendrá que comprender por qué el director escolar tiene que asumir la responsabilidad total de todo lo que sucede dentro de la escuela.

Serfa sumamente ventajoso que tanto las enfermeras, como los maestros y los directores escolares pudieran asistir a las mismas clases, ya que estudiando juntos aprenden también a trabajar juntos.

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Ageato 19.491 ENFERMERIA 831

fesional. El trabajo académico en la enseñanza individual y de grupos, deberá ser complementado con la práctica bajo dirección, ya como parte del trabajo de campo de salubridad general, o como entidad separada. Para desarrollar esta capacidad, es necesaria la preparación, aunque sea en el nivel de orientación, en trabajo social de casos.

Si ha de trabajar con maestros, padres y estudiantes, la enfermera deberá poseer el mayor grado posible de adaptabilidad y de habilidad para vigilar la salud de los demás.

Al examinar todos estos requisitos, observamos que con la excepción del cuarto, (el cual es también controvertible), todos estos conocimientos y habilidades son fundamentales tanto para el campo general de la salubridad, como para el de la enfermería escolar. Esto puede llevarnos a la conclusión de que una buena preparación en enfermería de salubridad necesita poca instrucción adicional para convertirse en buena preparación de enfermería escolar.

Si el colegio o universidad que auspicia el curso de enfermería de salubridad comprende a perfección su responsabilidad para con la colectividad, seguramente se interesará en ofrecer cursos comple- mentarios, conjuntamente con la enseñanza preparatoria. Esto puede lograrse ofreciendo cursos diversos de repaso durante el verano, en clases nocturnas, seminarios, proyectos y cursos extramuros que no solamente corrigen las deficiencias del adiestramiento básico, sino que también desarrollan mayor grado de especialización en la enfermera graduada. Se puede añadir, además, que este programa ayuda a renovar y a modernizar los cursos regulares universitarios.

Tanto los cursos regulares de enfermería de salubridad como los avanzados, han de desempeñar un importante papel en la preparación de la enfermera escolar. Por lo general, esto puede lograrse mejor mediante el desarrollo óptimo del programa regular, más bien que estableciendo cursos separados sobre enfermería escolar.

PRESERVICE AND INSERVICE PREPARATION IN HEALTH OF SCHOOL PERSONNEL (Summary)

The contribution of the school of nursing to the preparation of the nurse in the school is largely one of providing background information and skills upon which more speciíic preparation must rest.

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832 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA

The postgraduate course in public health nursing at the graduate or under- graduate leve1 can make a vital contribution to both the preservice and inservice education of the nurse in the school. There are differences in emphasis in the approved courses in public health nursing, due in some measure to differences in the administrative structure in which they operate, but certain fundamentals should be considered as minimum requirements. These are: (1) intensive and rigorous preparation in the general aspects of preventive medical care, (2) opportunity for advanced study in Child development and Child and adolescent psychology, (3) thorough groundig in present-day methods of health appraisal, (4) acquaintance with the general field of education, and (5) intensive prepara- tion in counseling techniques. Summer workshops, evening classes or seminars, extramural projects or studies can be used for the inservice education of nurses not only to compensate for deficiencies in basic training, but to develop higher levels of skill and appreciation in the more experienced worker.

Both schools of nursing and advanced courses in public health nursing have a big part to play in the preparation of nurses for school health work. In general, this can best be accomplished through fullest possible development of regular curricular offerings rather than by the establishment of separate courses of study in school nursing.

EL PAPEL DE LA ENFERMERA DE SALUBRIDAD EN PROGRAMAS PARA NIROS LISIADOS*

El término “niño lisiado” incluye todo individuo menor de 21 años de edad que padece algún impedimento ffsico causado por defecto congénito, enfermedad o traumatismo, o un individuo que posee una condición de la cual puede resultar un impedimento.

Todo servicio generalizado de enfermería de salubridad deber& tener asignaciones especiales para la prevención de invalidaciones innecesarias, reconocimiento de defectos ortopédicos, y la asistencia de casos orto- pédicos. Para lograr el desarrollo de este programa es necesario mantener estrecha colaboración con todos los servicios que trabajan por la salud y el bienestar de este grupo etario, incluyendo su rehabilitación vocacional. A menudo, la presión de problemas más graves y urgentes, como el de la poliomielitis, hacen descuidar los puntos de vista preventivos del pro- grama y los aspectos de rehabilitación vocacional.

¿Cuáles son, pues, las verdaderas responsabilidades de enfermería en un programa total para niños lisiados? Primero, el descubrimiento de casos, y especfficamente de casos tempranos, para lo cual el certificado de nacimiento es el mejor medio. En el estado de Nuevo México, donde

* “The Role of the Public Health Nurse in Crippled Children’s Programs.” Trabajo presentado por la Srta. Portia Irick, Directora de la División de En- fermeria de Salubridad, Departamento de Sanidad de Nuevo México, Santa Fe,

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Agosto 19.491 ENFERMERfA 833

la mayorfa de los alumbramientos son atendidos por comadronas nativas, se recalca la inspección cuidadosa del recién nacido para descu- brir anormalidades. La comadrona notifica cualquier desviación de lo normal al Departamento de Salubridad del Condado. Por desgracia, no siempre descubrimos un caso así de temprano; a menudo pasan varios años antes de ser sometidos a atención médica o de enfermería. Un ejemplo de esto es la visita de una enfermera de salubridad al hogar de un caso prenatal. La enfermera observó que un niño de dos años no hacía esfuerzo alguno por moverse o levantarse; al ponerse bajo asistencia médica, se descubrió que padecía de parálisis cerebral. En otro caso, mientras una enfermera escolar investigaba casos de pediculosis, observó lma niña de diez años que tenía un hombro más elevado que el otro. Se hizo un diagnóstico de escoliosis postura1 (deformidad fija). Otro caso más, de lesión neo-natal, fu6 descubierto por una enfermera de salubridad al visitar un caso denunciado de tuberculosis. En el trabyo cotidiano de las enfermeras de salubridad se pueden enumerar infinidad de casos similares.

Nuestra segunda responsabilidad en el programa, es la prevención de lesiones. Esto puede lograrse en varias formas:

1. Reconociendo y ayudando a corregir factores ambientales que pueden ocasionar invalidez, tales como asistencia maternal adecuada, tuberculosis, raquitismo, accidentes, asientos y luz defectuosos en la escuela.

2. Ayudar a evitar la propagación de enfermedades infecciosas que pueden producir invalidez, tales como poliomielitis, tuberculosis y queratitis.

3. Evitando contracciones y deformidades atendiendo la posición de enfermos encamados durante enfermedades agudas y crhicas. La enfermera debe conocer los efectos dañinos del encarnamiento prolongado en la tonicidad muscular y en la extensión de la movilidad articular.

4. Evitando incapacitación ulterior o permanente como resultado de de- formaciones congénitas o lesiones neo-natales, reconociéndolos a tiempo y sometiéndolos a atención m&ica. Algunas condiciones tales como la dislocación congénita de la cadera, talipes, y labio leporino, responden mejor a tratamiento temprano.

5. Evitando invalidacih ortopkiica producida por postura deficiente. 6. Ayudando a conservar la visión, evitar la ceguera, y restableciendo la vista.

Resumamos brevemente algunos métodos empleados por la enfer- mera de salubridad en la implantación del programa para niños inválidos. Supervisión Sanitaria:

Rindiendo un servicio completo de salubridad a una familia, donde todos los miembros lo reciben.

Programas de Inmunzka&ón:

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8&i BOLETfN DE LA OFICINA SANITARIA PANAiiERICANA

Higiene Mental:

Ayudando al enfermo y a la familia a lograr una adaptación psicológica al tratamiento de cualquier incapacidad residual.

Atención y Supervisión de Enfermer4a a la Cabecera del Enfermo: Para enfermos que tienen enyesados, férulas, marcos y soportes. Enseñanza y Auxilio a la Familia:

Para comprender y efectuar órdenes específicas tales como dietas especiales, ejercicios, masajes, andar con muletas, baños de sol y períodos de descanso.

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Estos métodos promotores se efectúan por medio de la relación en- fermera-familia-enfermo. Otros factores serán inclufdos mediante la consulta e integración con otras agencias. Algunos factores a considerar son recreo, educación, rehabilitación vocacional, problemas sociales y económicos, necesidad de reexamen, y cambio de dirección o residencia del enfermo para asegurar servicio continuo de enfermería.

No se ha hecho esfuerzo alguno por entrar en el vasto campo de condiciones invalidantes, tales como hemiplejfa, cardiopatia reumática, defectos de enunciación, parálisis espástica, etc., que constituyen la mayoría de los enfermos crónicos del hogar que tienen que ser atendidos por otros miembros de la familia.

Basta decir que deben proveerse más y mejores enfermeras de salu- bridad a las distintas colectividades, para asegurar un mínimo de servicio de enfermerfa en este programa de niños lisiados.

THE ROLE OF THE PUBLIC HEALTH NURSE IN CRIPPLED

CHILDREN’S PROGRAMS (Summary)

Referências

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