La Contaminación
Atmosférica
en
f
América
Latina*
RICARDO HADDADl Y JOHN J. BLOOMFIELD2
.
Antecedentes
La población de conjunto de las 20 re-
públicas latinoamericanas era en 1960 de
unos 206 millones de habitantes, aunque la distribución de éstos entre ellas es muy
v desigual. Por ejemplo, la de cinco países
era menor de 2 millones; otros diez tenían entre 8 y 10 millones, y los cinco restantes, ll, 15, 21, 35 y 71 millones, respectiva- mente. En cuanto a su economía, todas deben considerarse dentro del grupo de las naciones subdesarrolladas, pero, en igual forma, su grado particular de desenvolvi- miento presenta grandes contrastes. Todas aspiran a una creciente industrialización, la que algunas han logrado en parte, mien- tras otras están aún en la fase inicial. Estos países tienen en general un sector muy vasto de población rural, pues el porcentaje
L respectivo va desde el 87 % al 29%, y el
promedio de todos ellos es de 54%; las condiciones de vivienda y saneamiento de esta población son deficientes y se reúne
generalmente en pequeños centros pobla-
dos. La población urbana, el 46% de la
4 total, vive en ciudades de tamaño reducido,
y en cada uno de los países hay una sola
ciudad, rara vez dos, habitualmente la
capital, donde vive no menos de un 25 % de la población. Diez de estas ciudades tienen más de un millón de habitantes, y algunas de ellas, como Buenos Aires, Río de Janeiro, Sâ;o Paulo y Ciudad de México, sobrepasan
1 Director Adjunto, Instituto de Higiene del Trabajo, Servicio Nacional de Salud, Chile.
? Asesor Regional en Higiene Industrial, Or- ganización Panamericana de la Salud, Santiago, Chile.
ya los 4 millones, mientras Lima y Santiago alcanzan a 2 millones cada una.
Las demás ciudades no llegan al medio millón de habitantes, y son muy pocas las que sobrepasan los 100.000. En su mayor parte, los centros de población varían entre 1.000 y 50.000 habitantes. La contamina- ción atmosférica rara vez suele ocurrir, por lo tanto, fuera de estas ciudades de
cierta importancia, donde residen el go-
bierno y la administración pública, así
como las principales industrias y centros culturales, lo que significa, al mismo tiempo, un foco de atracción de la población rural o de la de pueblos más pequeños que tien- den a gravitar cada vez más hacia la capi- tal del país, lo que ocasiona un crecimiento
fuertemente desequilibrado. Esto se acen-
túa por efecto de la “explosión” demo-
gráfica, que, como es sabido, alcanza en
América Latina su más alta expresión,
un 2,9 % anual que tiende a aumentar. Como en el resto del mundo, en estos países existe además una marcada tenden- cia a la urbanización en forma irregular, que ha llevado la población urbana de 61
millones (39 %) en 1950, a 95 millones
(46%) en 1960.
Por efecto de su grado de industrializa- ción, en algunos de estos países se plantean
graves problemas de contaminación atmos-
férica, y no es de extrañar que esto ocurra si se considera que, por querer obtener una industrialización rápida y el consiguiente
* Trabajo presentado en el Simposio Interre- gional sobre Pureza del Aire y Métodos de su Medida, celebrado en Ginebra, Suiza, en diciembre de 1963. (Documento Symp./AP/21, Organización Mundial de la Salud, agosto, 1963.)
242
,
BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA . Xeptbnbre 1964
aumento de la producción, se ha permitido la instalación de fábricas sin muchas exigen- cias de tipo sanitario o urbanístico. En este
trabajo se pretende presentar aquellos
problemas que han sido ya estudiados, al menos en cierta medida, como los que afectan a las ciudades más importantes de
Argentina, Brasil, Chile, México y Perú.
En los demás países, sea porque la indus- trialización no ha alcanzado el grado sufi- ciente para ello o porque la población es
menor-circunstantias generalmente interre-
lacionadas-, no ha llegado a nuestro cono- cimiento que tales problemas hayan surgido
en grado tal que provocasen inquietud a
las autoridades y fuesen objeto de estudio en mayor o menor grado.
Argentina
Este es uno de los pafses que ha alcan- zado un alto grado de desarrollo industrial, sólo parcialmente detenido en los últimos años por trastornos propios del desarrollo mismo : una clase obrera numerosa, con grandes aspiraciones socioeconómicas que la economía del país no ha permitido satis-
facer plenamente. Como suele ocurrir en
estos países, en Buenos Aires, la capital, se concentra el 33% de sus 21 millones de habitantes. El Gran Buenos Aires alberga algo más de 7 millones de habitantes, un núcleo muy extenso que ocupa un área igualmente extensa, parte de una llanura, a orillas del Río de La Plata. De estas con- diciones topográficas surgen a su vez con- diciones meteorológicas adversas a la con-
taminación atmosférica. Las lluvias son
relativamente abundantes, existen vientos
casi permanentes, aunque débiles y, al
parecer, no hay serias dificultades de ven- tilación natural de la ciudad. Aunque no se ha estudiado ni la estabilidad ni las inver-
siones de temperatura de la atmósfera,
éstas no parecen ocurrir a bajas altitudes. La municipalidad y las universidades de Buenos Aires, junto con otras entidades, se han preocupado, sin embargo, de la contami-
nación atmosférica, a la que no puede
sustraerse una metrópoli de más de 7
millones de habitant’es, sean cuales fueren su topografía y meteorología. Esta inquie- tud cristalizó en el Primer Congreso Latino-
americano de Contaminación del Aire, _
celebrado en Buenos Aires a fines de octubre de 1962, donde se presentaron numerosos trabajos sobre el particular. Faltan todavía mediciones sistemáticas y no es posible, por lo tanto, saber qué gravedad alcanza. Observaciones personales del presente estado de la atmósfera bonaerense permiten señalar
que la contaminación atmosférica no ha
llegado aún a ser un riesgo grave para los 7
habitantes, si bien debe prevenirse antes de que llegue a serlo.
Esta prevención es posible de seguro y en una forma eficiente. El Congreso men- cionado despertó gran interés, y por ello un grupo numeroso de investigadores entre ellos médicos, ingenieros, arquitectos, quími-
cos, urbanistas, etc., han comenzado a
preocuparse del problema, han organizado la
Asociación Argentina contra el Aire Con-
taminado y aspiran a que se celebre en un
futuro próximo un Congreso Mundial de
Contaminación del Aire.
Existe una legislación, que tal vez re- ’
quiera ser modernizada, pero que permite ya efectuar cierta labor. Se puede confiar, si este interés continúa, en que en Buenos
Aires la contaminación atmosférica nunca
llegará a ser grave, ya que este problema
puede ser resuelto antes de que alcance un c
grado peligroso.
Potencialmente, sin embargo, esto podría ocurrir. La densidad del tránsito en Buenos Aires, sus sistemas de calefacción y sus servicios de agua caliente, sus numerosas industrias y la disposición de basuras irán
produciendo una descarga de contami-
Haddad y BloomJield . LA CONTAMINACION ATMOSFERICA EN AMERICA LATINA 243
en cursos de agua de escaso caudal, suelen
pudrirse y por consiguiente producir mal
olor y atraer insectos; es asimismo seria la
incineración de basuras en tres hornos
crematorios de la Municipalidad de Buenos
L Aires, de los cuales escapa de un modo
permanente un abundante penacho de
humo y de materias orgánicas. Estos inci- neradores tienen una capacidad conjunta de 1.450 toneladas de basura por día, o sea, 45 % del total recogido. El mayor de ellos lleva ya 54 años de uso, y los otros dos, 43.
Brasil ñ
Brasil, cuya población asciende a más de 70 millones, es al mismo tiempo el país más
extenso de América Latina. El est4ndar
económico de su población y la distribución geográfica de ésta son muy irregulares. Las dos terceras partes de sus habitantes se dedican a la agricultura, y tienen un están- dar económico sumamente bajo en ciertos casos, mientras el resto forma una clase obrera muy numerosa debido al intenso proceso de industrialización ocurrido en la última década. Su antigua capital, Rio de
d. Janeiro, tiene más de 4 millones de habitan- tes, pero, al revés de lo que ocurre en otros países, la industrialización no se ha de- sarrollado fundamentalmente en la capital, sino en la ciudad de Sao Paulo, capital del Estado del mismo nombre, el más poblado y
4 pujante del país.
En Río de Janeiro no existe práctica-
mente un problema de contaminación
atmosférica. Ubicado a orillas del Atlántico, sobre una amplia zona de abundantes lluvias y vientos y con una concentración indus-
. trial relativamente escasa, no vierte de-
sechos en la atmósfera en cantidad sufi- ciente para ocasionar un grado de conta- minación peligroso. Los Servicios de Salud Pública han estudiado en parte este asunto, y se puede concluir que, por el momento, no reviste gravedad.
La situación es totalmente distinta en la ciudad de Sao Paulo. El Gran Sao Paulo,
que sobrepasa también los 4 millones de habitantes, ha experimentado en los últimos años un proceso de industrialización masivo, con no menos de unos 40 mil estableci- mientos industriales de diversos tamaños, y algunos de los municipios que lo componen constituyen las zonas más industrializadas y las que acaso tengan la atmósfera más contaminada de toda América Latina.
Según un estudio hecho por uno de los autores del presente trabajo, la contami- nación atmosférica en Sao Paulo se debe ala siguiente:
Actividad industrial
Los 40 ó 50 mil establecimientos indus- triales de Sao Paulo se han instalado sin preocuparse de las posibles consecuencias que la actividad industrial pueda tener en la salud de la comunidad. No existe prcocu- pación alguna por los desechos industriales, sea desde el punto de vista económico o sanitario, y se lanzan a la atmósfera 0 a los cursos de agua. Casi sin excepción, las chimeneas lanzan grandes masas de humo, y es fácil observar nubes de hollín, de gases
de plomo, anhídrido sulfuroso, óxidos de
nitrógeno, etc., y percibir olores de ácido sulfhídrico, solventes, hexacloruro de ben- zol, etc. Se estima que las fábricas de super- fosfatos lanzan al aire cerca de 10 toneladas diarias de ácido fluorhídrico. El total del anhídrido sulfuroso vertido en la atmósfera debe aproximarse a las 1.000 toneladas por día.
Desechos de origen dom&ico
La disposición de basuras de procedencia
doméstica es bastante deficiente. En las
afueras de la ciudad se queman en cantidad apreciable, lo que produce gran cantidad de humo y hollín, además de malos olores, a los
que contribuyen, igualmente, los desechos
244 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA . Septiembre 1964
de aguas negras. Es lo corriente que, en ellos, la materia orgánica se pudra y se
desprenda ácido sulfhídrico como conse-
cuencia.
Transporte
El número de vehfculos ha aumentado en cuatro años a más del doble, y se puede estimar en unos 300.000. Gran parte de ellos son ómnibus y camiones de tipo diesel, y sus motores suelen estar en malas condi- ciones. De casi todos salen grandes masas de humo negro, debido a combustión de- ficiente, lo que contamina fuertemente la atmósfera de la ciudad. La estrechez de las calles dificulta el tránsito, y se evapora gran cantidad de gasolina, bien sin quemar o quemada parcialmente.
Condiciones topográficas y meteorológicas
La ciudad se encuentra en una meseta, de la que forma parte un valle extenso rodeado de montañas de baja altura. Su
clima es semitropical y su vegetación
abundante. La temperatura es relativa-
mente alta, y lo mismo la precipitación pluvial, en especial en el verano, lo que im- plica alta humedad; los vientos son modera- dos. Algunas mediciones efectuadas sobre la estabilidad de la atmósfera acusan la formación de inversiones de temperatura a baja altura, lo que aumenta la concentra- ción de los contaminantes.
Consumo de combustible
Casi todo el combustible de consumo
consiste en derivados de petróleo, y asciende
a un total aproximado de 4 millones de
toneladas por afío, lo que equivale a una tercera parte del consumo total de com- bustible del país. Debido a su contenido de azufre, esto significa la descarga en la atmósfera de no menos de 350 toneladas diarias de anhídrido sulfuroso, que agre- gado al producido por las industrias, al-
canza a 1.000 toneladas diarias, como se dijo antes.
Como es lógico, esto representa serias I
consecuencias tanto para la economía
como para la salud de las habitantes de São
Paulo. El humo y el hollfn, aparte de la .
pérdida económica que implican, contribu- yen considerablemente a ensuciar edificios, calles y la ropa de los habitantes. La corro- sividad que confieren a la atmósfera es bastante alta. Aun cuando no se han hecho observaciones sistemáticas sobre el efecto de los contaminantes en la vegetación, es fácil encontrar plantas parcialmente daña-
das por ellos. *
En cuanto a los efectos sobre la salud, parece haber una cierta relación entre la mortalidad por bronquitis y la contamina- ción del aire, ya que la tasa de mortalidad
por esta enfermedad ha aumentado en
São Paulo de 4,72 a ll,24 por 100.000 _I
habitantes entre 1952 y 1960, mientras en Río de Janeiro, que tiene una población similar, la tasa ha disminuido en el mismo lapso de 4,28 a 1,66. Aun cuando estas cifras
debieran ser analizadas más cuidadosa-
mente, inducen a sospechar que puede
haber una relación bastante estrecha entre
el grado de contaminación atmosférica en b
São Paulo y las afecciones de las vías respira- torias.
Hasta la fecha las autoridades de Sao Paulo han adoptado muy pocas medidas para el control del problema. Existe alguna legislación, no muy completa, pero no hay todavía un grupo de personas suficiente- mente entrenadas y equipadas para hacer
efectivo este control. Sin embargo, esta
tarea ha comenzado. A principios del año en curso las autoridades municipales solici- taron la ayuda económica y la asesoría técnica, tanto de la Junta de Asistencia Técnica de las Yaciones Unidas, como de la Oficina Sanitaria Panamericana, Oficina
Regional de la Organización Mundial de
Haddad y Bloomfield - LA CONTAMINACION ATMOSFERICA EN AMERICA LATINA 245
cooperación entre los Servicios Municipales y el Ministerio de Salud Pública del Es- tado, se espera llevar a cabo una acción
enérgica conducente a la disminución
gradual de la contaminación.
Chile
La población total de Chile es de 8
millones de personas y, como en otros países latinoamericanos, no hay más de diez ciu- dades por encima de los 100.000 habitantes, y más del 25 % de la población vive en la capital, Santiago, que tiene más de 2 millo- nes. Por este motivo, los efectos más serios
de la contaminación atmosférica se hacen
sentir casi exclusivamente en dicha ciudad. En Valparaíso y en Concepción, ciudades
más o menos industrializadas y que no
llegan a los 300.000 habitantes cada una, la contaminación es mucho menor. Existen además problemas específicos en pueblos más pequeños, debido, en cada caso, a una industria determinada.
El Servicio Nacional de Salud, de Chile, se ha preocupado, desde hace ya cerca de diez años, de este problema. Ha efectuado
esporádicamente algunas mediciones que
4
demuestran que el contenido de polvo en el aire sobrepasa los 600 microgramos por metro cúbico y que el polvo sedimentable alcanza a cerca de 20 toneladas por kiló- metro cuadrado y por mes, cifra que dis-
4 feria de la ciudad. No se han hecho otras minuye considerablemente hacia la peri-
mediciones que permitan precisar más el
problema.
Las causas de la contaminación atmosfé- rica en Santiago son, como de costumbre, la actividad doméstica, la industria y el transporte, es decir: unos 3.000 edificios dotados de equipo de calefacción e incinera- ción de basura, unas 10.000 industrias y unos 100.000 vehículos a motor. La concen- tración de los contaminantes se agrava con-
siderablemente debido a las condiciones
topográficas y meteorológicas. Santiago
está en el fondo de un valle casi todo rodeado
de montañas. Estas alcanzan una altitud de unos 300 m. hacia el oeste y de más de 1.000 m. hacia el este. Esto impide que el viento barra los contaminantes. Las lluvias son muy escasas, pues el total de precipita- ción apenas excede de 200 mm. por año, si bien se concentran entre 3 ó 4 meses y no más de 30 días de lluvia en total. Las inversiones de temperatura atmosférica son habituales y en consecuencia la atmósfera es estable, en especial por la mañana, lo que restringe la ventilación natural hasta el mediodía, y más aún en invierno.
Todo lo dicho hace que la contaminación del aire, en especial por polvo y hollín, alcance en Santiago un grado mucho más elevado del que corresponde a su escasa concentración de industrias y a sus vehí- culos motorizados. Agrava la contaminación, además, el hecho de ser el carbón de piedra
el combustible más común, que tiene un
elevado porcentaje de azufre y cenizas y,
por consiguiente, produce más humo y
hollín que otros combustibles. Esto se ha
agravado recientemente con la puesta en
marcha de una planta termoeléctrica que
consume al año 150.000 toneladas de carbón, y si bien está dotada de precipitadores electrostáticos para eliminar el humo, ello no basta para evitar que vierta 15.000 m3. diarios de anhídrido sulfuroso.
246 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA . Septiembre 1964
nación. Con este objeto, el Servicio Nacional de Salud obtuvo del Fondo Especial de las Naciones Unidas y de la Organización Mundial de la Salud, la creación del Instituto de Higiene del Trabajo y Contaminación Atmosferica, lo que permitirá instalar labo- ratorios mediante una inversión en equipo de cerca de 200.000 dólares, y llevar a cabo la aludida investigación; al mismo tiempo, prepara el personal especializado necesario para esta labor. El Instituto está recién organizado y entrará en funciones a comien- zos del pr6ximo año, con lo que se espera dar un paso importante hacia la soluci6n del problema.
México
Ciudad de México, la capital del país, al igual que Santiago, Chile, está ubicada en el fondo de un valle, rodeada por altas montañas que llegan a los 3.300 m. de alti- tud. La ciudad misma está ubicada sobre el fondo de un lago, hoy desecado, lo que da origen a una intensa contaminación atmosférica natural ocasionada por polvo levantado por el viento. Su población, que ya sobrepasa los 5 millones de habitantes, casi se ha duplicado en los últimos diez
años en la forma característica en las
grandes capitales latinoamericanas. Este
aumento de la población ha sido una conse- cuencia, entre otras cosas, del proceso de industrialización del país, muchas de cuyas industrias se han instalado en la propia capital. Igualmente, ha aumentado constan- temente el número de vehículos motoriza- dos, en la actualidad muy grande.
La tragedia de Poza Rica en 1950, que costó la vida de más de 22 personas en pocos minutos, ha puesto en guardia a los
investigadores mexicanos en relación con
la contaminación atmosférica. Ya en 1922
había ocurrido un problema similar en los municipios de Amatlán y Zacamixtle, Es- tado de Veracruz, donde una falla de la ignición de los gases de un separador de petróleo crudo ocasionú numerosas muertes
de niños, mujeres y trabajadores. Con esta tradición de accidentes graves ocasionados por la contaminación del aire, los especialis-
tas mexicanos de higiene industrial han
estudiado extensamente el problema de la
contaminación en Ciudad de Mexico. En
los últimos años se han hecho estudios siste-
máticos con medición de polvo en sus-
pensión, polvo sedimcntable, anhídrido sul- furoso, óxido y dióxido de carbono, substan-
cias orgánicas, benzopireno, etc., además
de las condiciones meteorológicas.
Estos estudios han demostrado la existen- cia de una cantidad muy elevada de polvo sedimentable, normalmente alrededor de 25 toneladas de polvo por kilómetro cuadrado y por mes, y según una medición efectuada en febrero de 1958 en una zona industrial, dicha cantidad sobrepasó las 140 toneladas. El contenido de SO:, es igualmente elevado, pues su promedio se estima en 0,16 p.p.m. y el valor máximo ha llegado a 1,6 p.p.m. en volumen. Las cantidades de óxidos de nitrógeno y de oxidantes son bajas, lo que
parece indicar que la contaminación es
más bien del tipo reductor, como la de
Londres. Dado que la concentración de
vehículos a motor es relativamente baja,
la cantidad de contaminantes orgánicos no es muy alta, como tampoco lo es la de benzopireno. Sus valores son inferiores a los correspondientes a muchas otras ciudades norteamericanas.
Los factores meteorológicos favorecen
Haddad y Bloomjield . LA CONTAMINACION ATMOSFERICA EN AMERICA LATINA 247
lo que la visibilidad es mínima alrededor de las 8 de la mañana y máxima a las 4 de la tarde. Después del mediodía, la inversión desaparece paulatinamente y la dispersión vertical permite la eliminación parcial de los contaminantes.
Se considera como principales agentes de la contaminación a las refinerías de petróleo, los ferrocarriles, las plantas de energía electrica y los incineradores de basuras, ademas de la industria de la construcción y la industria en general. Entre sus consecuen- cias más notables están la falta de visibili- dad y la suciedad ocasionada por la gran cantidad de hollín y polvo en el aire.
Hasta donde sabemos México no ha em- prendido todavía ninguna acción tendiente
a eliminar el problema, limitándose por
ahora a hacer los primeros estudios indis- pensables y a la preparación del personal, tanto en el país como mediante becas en el extranjero. El Servicio de Higiene Indus-
trial ha continuado a cargo del estudio
del problema, y el gobierno ha aceptado un programa reducido con el objeto de preparar personal. Se ha instalado un la- boratorio, y con la ayuda de varias or- ganizaciones se viene haciendo un estudio sistemático, tanto de la concentración de con- taminantes, como de las condiciones meteo- rológicas. Es evidente que el siguiente paso debe ser una política tendiente a controlar el problema mediante una reglamentación
i. que otorgue a las autoridades gubernamen-
tales las atribuciones necesarias para su corrección.
.
Perú
El conjunto de la ciudad de Lima, capital del Perú, y su vecino puerto de El Callao, sobrepasa ya los 2 millones de habitantes, alrededor del 25 % de la población total del país, y del 50% de su población urbana. Si bien las condiciones meteorológicas son
i desfavorables por su habitual inversión
de temperatura, la escasa concentración
industrial en la propia ciudad de Lima y los
vientos dominantes, influidos por la condi- ción de ciudad costera, aun cuando de baja velocidad, han hecho que, hasta hace pocos años, Lima se viese libre de contaminación del aire.
Pequeñas fábricas de harina de pescado originaban malos olores en el puerto de El Callao las que, en 1955, exportaban aproxi- madamente 18.000 toneladas de harina al año. A partir de 1958 ya tenían una produc- ción de 100.000 toneladas por año, y se fueron ensanchando a ritmo acelerado hasta producir 520.000 toneladas dos años después, y 860.000 en 1961, 10 que, convirtió al
Perú en el primer país exportador y el
segundo productor de harina de pescado en el mundo.
En dicho año, 1961, había en El Callao 37 fábricas, que produjeron 356.000 tonela- das, y en Chimbote, ciudad más pequeña, 30 fábricas, cuya producción fue de 307.000. El resto de las fábricas, con un total de
producción algo inferior a las 200.~~1
toneladas, se hallaban en otros puntos del país. El problema de los malos olores en la ciudad de Lia, a menos de 10 Km. de El Callao, llegó a ser muy grave, ya que, como en la mayoría de los países latinoameri- canos, se había permitido que la industria se desarrollara libremente con miras prin-
cipalmente a una mayor producción, sin
pensar debidamente en las consecuencias
sanitarias y de otra índole que esta indus- trialización indiscriminada podía acarrear. Fue así como la capital del país se encontró envuelta en los malos olores que la convir- tieron en una ciudad donde la vida se hacía desagradable. Esto trajo, como es lógico, una violenta reacción de parte de sus pobla- dores y el gobierno creó una comisión técnica especial para estudiar el asunto. Esta comisión, con la asesoría de algunas firmas norteamericanas, ha llevado a cabo una labor bastante efectiva. Como primera medida, y en atención a las condiciones
meteorológicas, se prohibió el funciona-
248 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA4 PANAMERICANA . Septiembre 1964
exigió la instalación de desodorantes en
todas ellas. Estos son principalmente de
dos tipos: incineración de los gases y capta- dores de éstos en una torre con agua. Se exigió que el secado de la harina de pescado se hiciese a una temperatura por debajo de los 500” C., y que ésta se regulase mediante
instrumentos automáticos revisados por
la autoridad competente. También se
fijaron las condiciones de la incineración de gases y la temperatura máxima del agua de lavado en las torres. Esto culminó en una disposición por la cual se prohibe que el efluente de cualquiera de las chimeneas tenga un olor perceptible por un jurado de seis personas, al diluirlo en la proporción de
1: 100 bajo condiciones controladas. Esta última disposición está actualmente vigente y más de 50% de las fábricas ya están cumpliendo con ella. Si bien la situa- ción no es todavía ideal, se espera que en
poco tiempo más, la Comisión Técnica
Especial haya reducido la molestia de los olores procedentes de las fábricas de harina de pescado al mínimo absolutamente indis- pensable.
Pese a su población bastante extensa,
que como ya se dijo sobrepasa los 2 millones, no existen otros problemas serios de con- taminación del aire. La ciudad tiene bas- tante extensión, sin un numero excesivo de edificios de departamentos y su clima semi- tropical hace innecesarias la calefacción doméstica y el agua caliente en gran canti- dad. El consumo de petróleo está bastante difundido, lo que contribuye a evitar el humo y el hollín. El número de automóviles no es muy elevado y no hay en Lima una
gran concentración industrial. Aun cuando
algunas de las condiciones meteorológicas son adversas, no son de esperar graves daños por contaminación del aire en el futuro.
Otras ciudades
Que sepamos, no hay problemas serios de contaminación atmosférica en otros países
de América Latina. Como es lógico, hay
algunos que afectan a pequeños núcleos de población, en general debidos a una sola fábrica ubicada en ellos que puede acarrear molestias al vecindario, daños a la agricul- tura y a la salud, así como perjuicios econó- micos por corrosión, desgaste de pinturas, suciedad, etc. Sin embargo, todos estos
problemas son relativamente pequeños,
pues los más importantes atañen a las
capitales mencionadas.
El intenso aumento de la población por
que está pasando América Latina, sin
embargo, y su afán por industrializarse, al que se supedita cualquiera consideración sanitaria, pueden hacer surgir estos proble- mas. Es de esperar que la conciencia que se está despertando en las autoridades sani- tarias y en las universidades y centros de in- vestigación, en torno a la contaminación del aire, impidan que emerjan otros proble- mas serios y consigan atenuarlos en las ciudades donde han alcanzado ya propor- ciones graves.
Conclu5ión
América Latina está toda ella en una
fase de expansión muy rápida, tanto demo- 5
gráfica como industrial. Aunque este cre- cimiento es muy irregular, de año en año aumenta el número de ciudades que exceden del millón de habitantes, y es en ellas donde se concentra la industria. Esto ha originado
ya problemas graves en Sao Paulo, Santiago L
y ciudad de México, los que hay que inves- tigar a la mayor brevedad y controlar dentro de las posibilidades de los países respectivos. Existen problemas potenciales en Buenos
Aires, y en todas las grandes metrópolis a .
medida que crecen y se industrializan. La situación creada en Lima por las fábricas de harina de pescado, parece estar dominada en su mayor parte.
La mayor necesidad en estos momentos es la de personal competente y capaz de llevar a cabo la labor de medición y control de la contaminación del aire, así como de
Haddad y BìoomJield * LA CONTAMINACION ATMOSFERICA EN AMERICA LATINA 249
despertar la conciencia de la gravedad que del Instituto de Higiene del Trabajo y
estos problemas entrañan, tanto entre las Contaminación Atmosférica de Santiago,
autoridades como entre el público en general. contribuya eficazmente al logro de estos
Cabe esperar que la futura organización objetivos.
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Atmospheric Pollution in Latin America (Summary)
Latin America is an area which is experiencing a very rapid population and industrial expansion. Although this growth is very irregular, the cities which exceed a million inhabitants and the in- dustrial concentration in them is growing yearly. This phenomenon has resulted in serious prob- lems of air pollution in Sao Paulo, Santiago, and Mexico City, which are in need of further investi- gation and control as quickly as possible. There are potential problems in Buenos Aires, and in all those large metropolitan centers which are g-rowing and industrializing rapidly. The situation
created in Lima, because of the fishmeal iu- dustry, seems to be fairly well controlled.