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OFICINA SANITARIA PANAMERICANA [Febreropoblación de 680,000 habitantes; y en Puerto Rico, 27.7 durante el año 1928-29, lo cual constituye un gran aumento sobre el año anterior, debido al reciente huracán.
RECONOCIMIENTO GUBERNAMENTAL
Prueba palmaria del reconocimiento que conceden los gobernantes a la sanidad, la ofrecieron los mensajes presentados durante el año a los Congresos nacionales por los Presidentes del Brasil, Colombia, Estados Unidos y Perú.
DEFUNCIONES
La medicina americana perdió durante el año a algunos de sus representantes más distinguidos. Díganlo asf estos nombres de fama internacional: en la Argentina, Cabred; en el Brasil, Azevedo Sodré, Moural Brasil y Seidl; en Colombia, Lombana Barreneche; en Chile, Commentz; en el Ecuador, Coronel; en los Estados Unidos, Gold- berger y Vaughan; en México, León; en el Perú, Valdizán ; en la República Dominicana, Báez; y en el Uruguay, Quintela.
LOS MONOS Y LAS ENFERMEDADES DEL HOMBRE
Al discutir las afecciones bacterianas de los monos, incluyendo en el término antropomorfos y cinomorfos, Pocock * declara que no se conocen casos auténticos en la vida natural, de modo que todo estudio del asunto debe limitarse a las infecciones, ya espontáneas o experimentales, en los cuadrumanos cautivos. Las espontáneas comprenden, por un lado, la neumonía y la tuberculosis, y, por otro, las afecciones del aparato digestivo. Por ejemplo, Blake y Cecil estudiaron en 1920 un brote espontáneo de neumonfa en un carga- mento de monos, y en 1928 Wisner observó 8 casos entre 76 monos del Instituto Serológico de Rumanfa. Scott, en 1925, relató una epi- demia de colitis en los babuinos, aislando en 12 de 15 casos fatales el Bacterium aertrycke, y en 4 un bacilo del grupo disentérico. Causa frecuente de la muerte de los monos cautivos, la tuberculosis, en 1923 Fox la describió en monos capturados para experimentos, pero sin poder excluir la posibilidad de haber adquirido la infección del hombre. En los monos también se han encontrado otros microbios, tales como Staphylococcus aureus, Staphyíococcus equinus y una pas- teurebla.
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Entre las enfermedades producidas experimentalmente en los monos, figuran la fiebre melitense, la fiebre amarilla, la neumonía, la meningitis meningocócica y la lepra. Para Hindle, debido a su proximidad biológica al hombre, los monos, tanto antropoides como inferiores, se prestan para el estudio de las afecciones humanas, y en particular las producidas por virus filtrables, algunas de las cuales no
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pueden subsistir en ningún otro huésped. Sin embargo, exceptuada la rabia, hay muy pocas pruebas directas de que los monos silvestres sean susceptibles a los virus’humanos, y aunque son susceptibles a la hidrofobia, no se conoce ningún caso comprobado de transmisión del mono al hombre. No obstante, Balfour comunicó en 1915, que en Trinidad las epidemias de fiebre amarilla van siempre precedidas de una mortalidad elevada entre los monos locales. En el Africa Occi- dental, todas las especies de monos son naturalmente inmunes a la fiebre amarilla, mas fu6 precisamente allí donde los estudios del malogrado Stokes pusieron de manifiesto que el Macacus rhesus y en menor grado el Macacus sinicus, es decir, dos monos asiáticos, podían ser usados para la inoculación del virus. Esos estudios en los monos, de paso, capacitaron a Hidle para descubrir la vacuna, todavía en su etapa experimental.
La poliomielitis fué transmitida por primera vez a los monos por Landsteiner y Popper en 1909, y el sarampión fué reproducido en ellos en 1905 y de nuevo por Blake y Trask en 1921. Hay otras enferme- dades virulentas que pueden ser reproducidas en el mono, a saber: la viruela, la rabia, el tifo, la fiebre maculosa de las Montañas Roco- sas, la fiebre fluvial de los japoneses, el tracoma, y la fiebre de la Oroya, pero para la mayor parte de ellas, pueden utilizarse otros huéspedes.
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OFICINA SANITARIA PANAMERICANA [Febreropero mucho menos frecuentemente que en el hombre, con la peculiari- dad de que en los monos la localización es a predominio pulmonar, como en los carnívoros, los roedores y el ganado vacuno, mientras que en el hombre la preponderancia es hepática como en el cerdo y el caballo. De los nematodos humanos, el ascáride rara vez aparece en los antropoides, mas, por otro lado, los cinomorfos albergan varias especies pertenecientes al mismo género del enterobio u oxiuro peculiar del hombre, y el tricocéfalo es muy común en ambas especies. Los monos albergan el necator, pero no el anquilostoma. El esofagostomo, el termidens y la fisalóptera son ‘propios del hombre, pero pueden encontrarse en el mono, y la triquina puede ser transmitida al último, pero sin existir en el naturalmente. Otro parásito, común en el hombre, pero sólo fortuito en el mono, es la filaria.
De los piojos, los malófagos predominan en las aves, pero también se observan en varios mamíferos. De los sifunculatos, propios de los mamíferos, el pedículo no se encuentrabfuera del hombre y los antro- poides, con la sola excepción del cinomorfo ateles de Sudamérica. La ladilla se consideraba peculiar al hombre, hasta que se descubrid una nueva especie, la Phthirus gorillae, en un gorila del Congo Belga. Hamerton describe los siguientes ejemplos de anatomía patológica cuasihumana en los monos: placenta previa; tuberculosis respira- toria y digestiva primarias; micosis y tuberculosis combinadas; sarcoma pulmonar con metástasis hepatoesplenorrenales; endotelioma pulmonar con metástasis toracoabdominales; endocarditis con infartos encéfalorrenales; úlceras disentéricas del intestino grueso con abscesos hepáticos; y cenurosis generalizada.
El higienista se contentará con estudiar la importancia sanitaria de estos datos. Dejemos al zoólogo, versado en la anatomía comparada, que profundice en su significación biológica.
LOS DEPARTAMENTOS DE SANIDAD Y LOS MÉDICOS