VENÉREAS
Frecuencia en Argentina.-Durante el año 1928, en los 12 dispen-
sarios anti-venereos del Departamento Nacional de Higiene de la
Argentina, se trató a 11,779 enfermos, comparados con 10,775 en 1927.’
Epidemia de chancro blando en Buenos Aires.-Carrera2 declara que,
en su Servicio de Enfermedades de la Piel y Sífilis del Hospital Sala- berry, de Buenos Aires, ha notado en los últimos meses un aumento
considerable del número de chancros blandos. El número de chan-
cros sifilíticos disminuyó de trece en el año 1926-27, a cinco en el año 1927-28, subiendo a ocho en el segundo semestre de 1928, y descen- diendo a cuatro en los primeros cuatro meses de 1929, en tanto que
las cifras correspondientes al chancro blando fueron de doce, tres,
siete y veintinueve, respectivamente. Investigando el posible origen,
el autor descubrió que entre los enfermos examinados en el segundo semestre de 1928 y que tenían chancro duro, cuatro lo obtuvieron
en prostíbulos autorizados de la capital federal, y otros cuatro en
determinado prostíbulo de un pueblo limítrofe, en tanto que de los
chancros blandos, dos fueron adquiridos en prostíbulos autorizados, y cinco, junto con un chancro mixto del mismo prostíbulo ya mencionado.
De los chancros sifiliticos vistos en los cuatro primeros meses del
año en curso, tres procedían del susodicho prostíbulo, lo mismo que
tres chancros mixtos y veinticuatro chancros blandos; tres chancros
blandos de prostíbulos autorizados y solamente dos de prostitutas
clandestinas. Carrera deduce de su reseña, que en la provincia de
Buenos Aires no existe prácticamente vigilancia sanitaria de los
prostíbulos (o al menos de algunos), cargando en ocasiones los hospitales
con las consecuencias de ese abandono, y que la prostitución clan-
destina, inmensamente mayor que la reglamentada, desempeña un
papel menor en el contagio venéreo en Buenos Aires, en oposición a lo que ocurre en otras grandes capitales.
,-
S$~&is en Brasil.-Según da Silva hraujo3 es difícil determinar la
fecha de la aparición de la sífilis en Río de Janeiro. Parece casi
seguro que no existía entre las tribus indígenas, y los primeros
viajeros y escritores no la mencionan. La primera descripción de
síntomas imputables a ella apareció en los escritos de Thévet y Léry, que visitaron el país hacia 1550. Para el autor, los marinos franceses
y portugueses fueron los que importaron la sífilis. A partir de 1700
1 Puente, Jo& J.: Semana MBd. 36: 405 (agto. 8) 1929. 2 Carrera, J. L.: Prensa MBd. Arg. 16: 176 (jun. 30) 1929. 3 Da Silva, Araujo, 0.: Rb de Janeiro, 1928.
la enfermedad se volvió bastante frecuente, y en 1798 el Gobierno
trató de determinar su frecuencia y origen. La comisión nombrada
imputó la causa a la prostitución. En el Brasil la infección extra-
genital es a menudo diagnosticada como leishmaniasis y la propor-
ción de esos casos extragenitales en 1916 era de 9 a 10 por ciento.
Da Silva Araujo ha observado esta diferencia con respecto a la zona templada: el chancro duro parece desaparecer con mayor rapidez
y se presenta de 8 a 10 dfas después del coito. La roseola no es
observada tan a menudo como en Europa, quizás porque la piel parda
dificulta más distinguirla. La fiebre es rara y la ostealgia común.
En la sífilis congénita el pénfigo es raro. En un pequeño grupo la
neurosífilis fué 4 veces más frecuente en los negros que en los mestizos y 3 veces más que en los europeos.
Si$lis en São Paulo.-La mortalidad de sífilis 4 por 100,000 habi-
tantes ha variado en la ciudad de São Paulo, Brasil, de 5.33 en 1894 a 26.79 en 1927, y de un máximo de 26.79 en 1927 a un mínimo de
3.46 en 1899. Por quinquenios, la distribución ha sido ésta: 1898-
1902, 9.38; 1903-1907, 14; 1908-1912, 13.92; 1913-1917, 12.63; 1918- 1922, 15.18; y 1923-1927, 23.49.
S$$lis en Bogotá.-Durante el primer semestre de 1928, se hicieron 5
en Bogotá 4,389 Wassermanns y 1,479 (33.7 por ciento) resultaron
positivas. Uribe, en 1921, encontró un porcentaje de 33.6, es decir,
que el indice permanece estacionado.
Campaña en Costa Rica.-En una circular del 6 de septiembre de
1929, el Secretario de Salubridad Pública y Protección Social de Costa
Rica declara que la campaña antivenérea es, ante todo, social.
Recomienda, pues, que se organicen los dispensarios antivenéreos de manera que cumplan las finalidades que tuvo en mira la Secretaría al crear el Servicio de Asistencia Pública: fijando horas diarias para el examen cimico de los pacientes; en presencia de un caso positivo,
investigando el origen de lainfección y si fuere prostitucional, ponii?ndo-
se de acuerdo con el Jefe de Profilaxia y además, convocando a examen a la familia del enfermo para proceder al tratamiento de los infectados. Como el tratamiento incompleto es más bien perjudicial, deben hacerse
visitas domiciliarias a los que estén bajo tratamiento. El médico
debe complementar su labor educativa, dando conferencias a los
escolares y a los enfermos, y proponiendo la publicación de avisos, T
hojas sueltas y folletos relativos al asunto. (La Gaceta, sbre. 13,
1929.)
Honduras.-El Dr..Salvador Paredes manifiesta que en 400 Kahns
realizadas en su servicio de cirugía del Hospital General, hubo un
40 por ciento de positivas, Además, de 5 a 10 por ciento de sifilíticos
dan reacciones negativas por causas diversas. En las oficinas de la
salubridad pública hacen exámenes, y ofrecen tratamiento gratuita-
518
OFICINA SANITARIA PANAMERICANA [Mayomente a los pobres. Podría hacerse algo más, pues la salubridad
tiene a su alcance los delegados de sanidad y a los médicos escolares que podrían buscar la sífilis en las escuelas; en los hospitales, donde
habría servicios especiales de investigación y tratamiento gratuito;
los médicos tienen sus clientelas y los cirujanos militares los cuarteles, en tanto que la prensa puede divulgar por todos los ámbitos del país
el modo de evadir la sífilis. Paredes espera que muy pronto la recién
organizada Asociación Médica Hondureña tome cartas en el asunto. (El Cronista, sbre. 24, 1929.)
Trabajadores de la United Fruit Company.-El peligro venéreo
reviste creciente importancia en las fincas de la United Fruit Company
en los trópicos.6 En una de las divisiones, el número de días de
hospitalización por esa dólencia aumentó de 3,634 en 1927 a 5,292 en
1928, y se calcula que el costo representó por lo menos $íO,OOO. De 6,000 Wassermanns realizadas en uno de los laborat’orios desde enero,
1923, a abril, 1926, 15.5 por ciento resultaron positivas. Desde abril,
1926, en que se abandonó la Wassermann en favor de la Kahn, se han realizado 8,435 reacciones hasta diciembre, 1928, resultando 21.74 por ciento positivas.
Disminución en los Estados Unidos.-Snow T declara que en el Area
de registro de los Estados Unidos la mortalidad sifilítica (incluso
ataxia locomotriz y otras enfermedades debidas a la sífilis), disminuyó de 20.7 a 13.4 por 100,000, o sea en 35 por ciento, de 1917 a 1928.
Nueva Yo&.-Esta memoria es la primera sobre una serie de investi-
gaciones realizadas en los cinco condados del Gran Nueva Yolk por la Asociación de Tuberculosis e Higiene de Nueva Yorl~.8 Sólo 250 de los 17,000 médicos de Nueva York denuncian sus casos venéreos. Se enviaron cuestionarios a los médicos, hospitales y clínicas de la Isla Staten, pidiéndoles que comunicaran los casos tratados el 23 de mayo de 1928. Contestaron 97 médicos y 8 hospitales, denunciando
566 casos venéreos: 311 de sífilis y 255 de blenorragia. Un 72.1 por
ciento de los casos correspondieron a los médicos. El coeficiente
venéreo por 1,000 habitantes fué de 3.9; sífilis 2.1, y blenorragia 1.8, y es probable que muchos enfermos se tratan en el barrio de Man- hattan, y por lo tanto, no figuran en el censo. La opinión de los mhdicos varía en cuanto a si el mal venéreo va en aumento o disminución.
El segundo de la serie de censos venéreos g realizados recientemente en los cinco condados que forman la Ciudad de Nueva York, correspon-
dió al Condado de Kings (Brooklyn), y fué realizado el 28 de junio
de 1928. En dicho distrito hay 2,625 médicos en ejercicio activò, de
los cuales 997, o sea 37.3 por ciento, comunicaron en el susodicho día --___
6 XVII An. Rep. U. F. Co. 32, 1929.
uno o más casos de blenorragia o sífilis en observación. En 16 hospi-
tales, clínicas y otras instituciones también había casos. En conjunto,
el 28 de junio de 1928 había 10,696 casos venéreos en tratamiento, o
sea 4.63 por 1,000 habitantes. La proporción de sífilis y blenorragia
fué 2.14 y 2.49, respectivamente. El total quizás sea mucho mas
elevado, pues muchos enfermos que viven en Brooklyn se hacen
tratar en Manhattan. Los varones constituían 64.4 por ciento y 74.9
por ciento, respectivamente, de los ca,sos de las dos enfermedades.
Holyoke, Mass.-En un censo tomado en la ciudad de Holyoke,lO en
el Estado de Massachusetts, E. U. A., el 13 de junio de 1928, de los 77 médicos de la población, setenta y dos contestaron, y de ellos, 24 por ciento trataron sífilis, 32 por ciento blenorragia, y 38 por ciento una u otra, o ambas. De 139 casos de sffilis, 44 por ciento fueron
tratados por médicos, 55 por ciento en la clínica, y menos de 1 por
ciento en el hospital, y de 133 de blenorragia, 88 por ciento fueron
tratados por médicos y 12 por ciento en la clínica. Hubo más varones
con sífilis (55 por ciento) que mujeres (45 por ciento). Los casos
tardíos constituyeron 78 por ciento del total, correspondiendo una
proporción mayor de 1-a sífilis tardía a las mujeres (82 por ciento) que
a los hombres. Hubo más hombres (71 por ciento) que mujeres (29
por ciento) con blenorragia. La sífilis alcanzó una proporción de 227
por 100,000 habitantes, 263 en los hombres y 195 en las mujeres; y la blenorragia de 218 por 100,000 habitantes, 324 en los hombres y 120
en las mujeres. La frecuencia anual calculada de la sífilis nueva fue
200, y de la blenorragia 422 por 100,000 habitantes.
FiladelJia.-En un censo venéreo realzado el lo de febrero de 1929
en la ciudad de Filadelfia”, de 3,193 médicos en ejercicio activo tenían
casos venéreos a su cargo un 32.1 por ciento, de los hospitales, clínicas
e instituciones benéficas, 45 por ciento y de los osteópatas, 9.5 por
ciento. Los médicos trataban 44.2 por ciento, las clínicas y otros
establecimientos 55.2 por ciento, y los osteópatas 0.5 por ciento. El
total de casos en tratamiento u observación llegó a 18,809, 6 sea 9.11
por 1,000 habitantes: 12.55 en los hombres y 5.7 en las mujeres. La
proporción de blenorragia fué de 3.3 por 1 y la de sífilis de 1.5 por 1,
respectivamente. En los hombres la proporción de casos agudos o
incipientes fué mayor que en las mujeres. Había mas casos de bleno-
rragia tratados particularmente que de sífilis. Durante el mes de
enero hubo un total de 4,270 casos nuevos de blenorragia, y de ellos
60 por ciento recibieron tratamiento privado. En ese grupo, de los
casos de sífilis los tardíos formaron la mayoría, y de las gonococias los
agudos. Aplicando la proporción acostumbrada, puede calcularse
que en un ario se tratan en Filadelfia 47,754 casos venéreos, o sea 22.17 por 1,000 habitantes.
- _____~
520
OFICINA SANITARIA PANAMERICANA [MayoEstado cle Misisi@.-El estudio de Milovich y Riley l2 comprende
16 de los 82 de Misisipí, esparcidos por todo el Estado, con una población de 557,498, 44 por ciento de ellos blancos y 56 por ciento negros. El censo fué tomado un día del mes de mayo de 1928.
(‘ontestaron casi todos los interrogados, comprendiendo 449 médicos,
35 osteópatas y quiroprácticos, y 38 clínicas, hospitales e institu-
ciones. Un 61 por ciento de los médicos tenían uno o más casos
venéreos, siendo el promedio de casos por médico de 8.25. Un 12
por ciento de los casos eran tratados en clínicas y otras instituciones. El total de casos comunicados el día del censo fué de 4,202, o sea un
coeficiente de 7.5 por 1,000 habitantes. El coeficiente fué de 6.67
para los blancos y 8.21 para los negros por blenorragia y sífilis, de 3.63 y 3.48 por blenorragia, y de 3.04 y 4.73 por sífilis, variando de
13.46 a 1.56 en distintos condados. En los hombres más de la mitad
de los casos de blenorragia eran agudos, y en las mujeres poco más
de la mitad crónicos. Más de la mitad de los casos de sffilis se
hallaban en el período avanzado. Un 88 por ciento de los casos
correspondían a la clientela particular. Estudiando el número de
casos denunciados en todo el Estado desde 1918 a, 1927, se observa que en los 16 condados, que representan 31 por ciento de la población
total del Estado, había de 36 a 42 por ciento de todos los casos de
blenorragia, y de 42 a 52 por ciento de todos los casos de sífilis comu-
nicados anualmente, o sea una proporción mayor que en todo el
Estado. La proporción de casos en los condados estudiados parece
ser unas cuatro veces mayor en lo tocante a blenorragia durante el ano que durante el día estudiado.
St. Louis.-En una encuesta realizada el 16 de mayo de 1928 entre
los mbdicos, osteópatas y quiroprácticos de la ciudad de St. Louis,
E. U. A., contestó un 98.2 por ciento de los circularizados. De los
2,157 informes recibidos, 1,910 procedieron de médicos, 186 de osteó-
patas y quiroprácticos, y 61 de instituciones. Del total, 15,102, de
casos venéreos comunicados en dicho día, 77 por ciento fueron denun- ciados por médicos, 0.5 por ciento por osteópatas o quiroprácticos,
. y 22 por ciento por instituciones. La frecuencia fué mayor para el
distrito urbano que para los barrios circundantes. El coeficiente
venéreo por 1,0000 habitantes fué de 15.78 para la ciudad de St.
Louis, y de ll.73 para la ciudad y los condados adyacentes. El
coeficiente por sífilis y blenorragia fué de 8.76 y 7.02, respectivamente, en la ciudad, y de 6.44 y 5.29 en toda la zona. La proporción fué mucho mayor entre los negros que los bancos, llegando a 28.20 y
14.54, respectivamente, en la ciudad, y a 23.80 y 10.71 en toda la
zona. Hubo menos diferencia en lo tocante a la blenorragia que a la sífilis, pues para la primera las cifras fueron de 8.46 y 6.87, respec- tivamente, en la ciudad, y de 7.32 y 5.12 en toda la zona, y para la
sífilis, 19.74 y 7.66 en la ciudad, y 16.57 y 5.58 en toda la zona. ,4un- que los negros sólo representan 7.8 por cient,o de la población total,
contribuyen más de 20’por ciento de t,oda la sífilis. De los casos
venéreos, 78 por ciento eran tratados por médicos particulares, y
el resto en clínicas particulares. El promedio de casos por médico
fué de 6.12. Aunque un 53 por ciento de los médicos comunicaron
uno o más enfermos, la mayor parte de los casos se hallan concentrados en manos de algunos especialistas, de modo que 8.8 por ciento de los médicos asisten a 59.6 por ciento de todos los casos. La proporción de
casos tratados en la clientela particular fué mayor para los varones
(83 por ciento) que para las mujeres (68 por ciento), y también mayor para los blancos (83 por ciento) que para los negros (52 por
ciento). De todos los casos venéreos tratados en la práctica par-
ticular, 27.2 por ciento eran de blenorragia aguda y 23.9 por ciento de
blenorragia crónica; 18 por ciento de sífilis incipiente, y 30.9 por ciento
de sífilis tardía, en tanto que en las clínicas públicas los porcentajes
fueron 11.6, 12.2, 8 y 68.3, respectivamente. La ciudad de St.
Louis tiene un coeficiente venéreo mayor que ninguna otra población estadounidense estudiada hasta ahora.
FVassermanns entre los prisioneros de Sing S+ng.-Entre los 4,822 -
blancos y 1,178 negros prisioneros de Sing Sing, Estado .de Nueva York, E. U. A., 581 (12 por ciento) de los primeros y 480 (41.9 por
ciento) de los últimos acusaron una Wassermann positiva.14 Gracias
al tratamiento, las positivas se volvieron negativas en 7 por ciento,
revelaron marcada disminución en 35 por ciento, ligera disminución
en 47 por ciento, y no han variado en 7 por ciento
Tratamiento en México.-En los dispensarios venéreosifilíticos de
México se dieron 29,811 consultas durante el segundo, tercero y cuarto .
trimestres de 1928.15 El total de enfermos fué de 25,925. En el Hospital Morelos para Mujeres se dió de alta por curación a 2,394 enfermas en los tres trimestres, y quedaban 323 el 31 de diciembre de 1928.
Día antivenéreo en el Uruguay.-El Instituto Profiláctico, de Monte-
video, celebró por primera vez el 3 de noviembre un día antivenéreo, dedicado a realizar un máximo de propaganda antivenérea por medio de folletos, carteles, volantes, conferencias, etc. (La Mañana, nbre. 3, 1929.)
Prostitución clandestina en Montetideo.-Refiriéndose a una consulta
relativa a la supresión de la prostitución clandestina en los cabarets
de Montevideo, que pasan por ser el principal foco de ella, el Consejo
Nacional de Higiene del Uruguay declara lg que, de acuerdo con las .
tendencias modernas, cree más bien en la eficacia de la educación sexual de la prostituta, haciéndole comprender la necesidad de adoptar
522 OFICINA SANITARIA PANAMERICANA [TVldYO
medidas de profilaxia para que no sea un vehículo dc contagio, y
hasta la conveniencia para olla misma dc mantenerse sana. En el
caso concreto planteado, esas medidas sustitutivas parecen más opor-
tunas que nunca, tratándose de mujeres que realizan el comercio carnal
en una forma que no acaba de conformarse a la prostitución clásica.
Por lo demás, es en ellas que las reglamentaciones actuales imponen
la inscripción de oficio en el Registro de la Prostitución, lo cual para
el Consejo es el procedimiento menos adecuado en esa ocasión.
Caracas.-En el Consultorio Antivenéreo dependiente de la Direc-
ción de Sanidad Nacional de Caracas, recibieron tratamiento en 1928
11,329 hombres y 1,781 mujeres.
Frecuencia en Europa-En la Gran Bretaña de acuerdo con los
métodos que permitieron calcular unos 50,000 casos anuales al prin-
cipio del siglo actual, el número de casos nuevos de sífilis sólo llega
ahora a unos 7,000. La mortalidad infantil atribuída a la sífilis
llegaba en 1917 a 2.03 por 1,000, y hoy día no pasa de 0.71. En Alemania en 1919 los casos nuevos representaban 87 por 10,000, y
en 1927 sólo 58: 43.6 de blenorragia y 13.1 de sífilis. La ley de 1927
instituyó la declaración obligatoria y el tratamiento prolongado
obligatorio, y gratuito si fuere necesario. En Italia la mortalidad
infantil debido a la sífilis en 1926 sólo era la cuarta parte que en 1917. Un importante factor en la disminución de las afecciones venéreas ha
sido la institución gubernamental “Dopo Iaboro,” con todas las
ventajas y recreaciones que ofrece. En Bélgica el método implan- tado después de la guerra logró resultados muy rápidos, pero desde
hace tres años la situación se ha estacionado. Va a probarse otro
método, que consiste en despachar medicamentos gratuitamente a los
enfermos fuera de los dispensarios y clínicas venéreas. En Dinamarca
la disminución de la sífilis ha sido continua desde que se dictó la ley
de 1906, y hoy dfa sólo representa 1 caso por 100 habitantes. En
Suiza también ha disminuído la enfermedad, y se va a hacer una
investigación para compararla con la de hace 10 años, que rindió un
coeficiente de 1 a 2 por ciento. En Holanda las únicas estadfsticas
proceden de los marinos, en los cuales la disminución ha sido de 1.2 a 0.4 en los últimos años, y hace 15 años la cifra era mucho más alta.
Luxemburgo es el único país europeo en que se haya comunicado
recientemente aumento en la sífilis. (Sesión de obre., 19d9, del Comité
Permanente de la O$cina Internacional de Higiene Pública.)
Estudio internacional.-En la reunión de la Defensa Social contra
laSífilis, de Bélgica, Dekeyser”presentó ciertas estadísticas procedentes
de los países en los cuales la notificación de la sífilis es obligatoria, o
han levantado censos. En Dinamarca ia mortalidad sifilítica aumentó de 1 por 1,000 a principios del siglo, a 1.4 en 1915-1920, disminuyendo
a 0.60 en 1924. En Suecia la mortalidad fue de 0.34 y 0.15, res-
- -~.~
pectivamente. En Rusia la morbidad fué de 7 a 8 por 1,000 de 1900
a 1913; y en Alemania, en un censo de 1913, de 2.47. En Checoeslo-
vaquia calculan que los casos recientes representan 4, y en Austria
y Polonia 0.42 por 1,000. Varias indagaciones realizadas en Francia,
Gran Bretaña y Bélgica pat,entizan que hubo una recrudescencia de la enfermedad después de la Guerra Mundial, seguida de una disminu-
ción en los años siguientes. La mortalidad por sífilis es más difícil de
determinar que la morbidad. Al parecer, no ha aumentado la mortali-
dad por tabes, parálisis general o aneurisma. En la Gran Bretaña
la parálisis general representó de 0.03 a 0.04 por 1,000 habitantes de
1911 a 1924; y en Holanda cifras menores. La neurosíais motivó
una mortalidad de 0.02 a 0.027 por 1,000 en el Japón entre 1910 y
1920; de 0.012 a 0.016 en la Gran Bretaña; y en Holanda de 0.013 a 0.018.
ProJihia en Europa.-En Francia se está tratando de fortalecer la
lucha antivenérea, y el presupuesto para 1929 contenía ll millones de
francos para ese propósito. El número de consultas en dispensarios y
servicios antivenéreos llegó a 2,200,OOO. En la Unión de las Repúblicas
Soviet Socialistas hay 427 dispensarios venéreos y el tratamiento es
obligatorio. En Turquía el tratamiento también es obligatorio coope-
rando en ello el gobierno central, los dephrtamentos y los municipios.
En Yugoeslavia es obligatorio crear centros de tratamiento y profi-
laxia, respectivamente, en las comunidades de 10,000 y 20,000 habi-
tantes. En Egipto hay 14 dispensarios y servicios hospitalarios. En
Argelia funcionan 200 centros antivenéreos, y en Marruecos, además de 7 grandes dispensarios, todas las organizaciones sanitarias llevan
a cabo propaganda antivenérea. (Sesión de obre., 1929, del Comité
Permanente de la Oficina Internacional de Higiene Pública.)
Alemania.-En el censo nacional venéreo tomado en 1927 en Ale-
mania, participaron 93.6 por ciento de los médic.os generaIes, 95.5
por ciento de los especialistas, y 97.5 por ciento de los hospitales.18 El número anual de enfermos llega a 370,000, habiendo 8 varones y
3.5 mujeres por cada 1,000 habitantes. La mayor frecuencia en los
hombres corresponde principalmente a la blenorragia nueva. Cuatro
quintas partes de 10s hombres y dos terceras partes de las mujeres tenían blenorragia, correspondiendo el resto a la blenorrea, el chancro blando y la sífilis congénita, que forma 5 por ciento o menos del total,
y principalmente a la sífilis primaria y secundaria, con un predominio
de hombres en la sífilis primaria. Ha habido una marcada disminución
del mal venéreo, comparado antes con despúes de la guerra, en particular en el chancro blando y también la sífilis. La disminución se
atribuye a la difusión del control y al tratamiento temprano. Las
demoras corresponden principalmente a las mujeres, pues en tanto
que sólo hubo un caso crónico por cada 17 recientes en los hombres
,
524 OFICINA SANITARIA PANAMERICANA [Mayo
en la primera consulta, 20 por ciento de las mujeres se presentaron en
el período crónico. Aunque 40 por ciento de los hombres fueron
tratados durante el período primario de la sífilis, sólo 10 por ciento de
las mujeres se presentaron antes para tratamiento. La sífilis secun-
daria latente fue a menudo descubierta en las mujeres, mientras se les practicaban exámenes físicos generales. Como la mitad de los hombres y tres cuartas part,es de las mujeres eran tratados por especialistas, y la décima parte de los hombres y quinta parte de las mujeres en
hospitales. Entre la edad de 20 y 29 años había un coeficiente anual
de 26 hombres y 10 mujeres por 100,000 habitant,es En las poblaciones de menos de 10,000 habitantes, el coeficiente no fué ni la mitad que el total nacional, pero en las grandes poblaciones fue casi el doble y
todavía mayor en los puertos. La frecuencia en la armada nacional
fue bastante elevada, pero menor que en los habitantes de los puertos de la misma edad y en el ejército mucho menor que en los grupos de la misma edad en las poblaciones grandes.
Alemania y ChecoesEovapuia.-El censo venéreo levantado en Ale-
mania lo en 1927 reveló, por cada 100,000 habitantes, 39 casos de
blenorragia, 1 de chancro blando, 3 de sífilis reciente y 1 de heredo- sífilis, en tanto que las cifras de 1919 fueron 42, 7, 19 y 1.3, respectiva-
mente. Como se verá, todos los males nenéreos han disminuído en
Alemania recientemente.
En un censo levantado en Checoeslovaquia en 1926, las cifras
fueron: 18.4 casos de blenorragia por 100,000 habitantes, 1.25 de
chancro blando y 5.7 de sífilis.
Disminución en Bél&a.-En Rélgica la campaña emprendida
después de la Guerra ha hecho disminuir la sífilis en nueve décimas partes.20 De 2,504 casos de chancro tratados en los dispensarios y
clínicas en 1920, el número ha disminuido a 204 en 1927. La sifilis
primaria por 1,000 soldados alistados decreció a 0.43 en 1926, subió a 0.59 en 1927, y volvió a bajar a 0.4 en 1928. Sin embargo, en algunas partes se nota cierto aumento del número de contaminaciones nuevas y queda sobre el tapete el punto de si esos focos esporádicos
son inevitables o si dimanan de haberse restringido las medidas
aplicadas desde 1926.
Armadas.-En las divisiones navales de Francia en el Lejano
Oriente, la frecuencia venérea ha aumentado de 12.93 por ciento en 1925 a 20.18 por ciento en 1927.*l De 100 casos de enfermedad 20
fueron venéreos. El coeficiente es más bajo en los buques pequeños.
En los buques americanos en China la frecuencia fue de 47.7 por ciento, comparado con un promedio de 12.5 por ciento para toda la Armada
americana. La blenorragia y el chancro blando aumentaron paralela-
mente a la sífilis. De 233 soldados que emplearon profilácticos (la
pomada de Metchnikoff) de una a tres horas después del coito, se
infectó un 26 por ciento. En 77 que empleaban el profiláctico habi-
tualmente la sífilis fué rara. Desde 1928 no se ha dejado bajar a
tierra a ningún marinero sin un paquete profiláctico, pero diciéndoles
al mismo tiempo que lo único seguro es la continencia. De 77 ql?e
se enfermaron a pesar de los profilácticos, 39 utilizaron la pomada
mercurial de abordo, 27 el salvatil y 7 el gelotubo No. 29. El autor recomienda el último, pues parece conservarse bien en los trópicos. .
Holanda.-En el Laboratorio Higiénico de la Haya 22 17.71 por
ciento de 508 frotes uretrales, vaginales y cervicales resultaron posi- tivos, y 2.12 por ciento de 47 casos revelaron gonococos en la orina. De 24,500 Wassermanns sanguíneas 22.35 por ciento, y de 23,865 Sachs-Georgi 24.24 por ciento resultaron positivas, y de 658 Wasser-
manns cefalorraquídeas un 24 por ciento, y de 532 Sachs-Georgi
cefalorraquídeas 25.37 por ciento. De 5,476 Wassermanns positivas,
726 resultaron negativas con la Sachs-Georgi.
Inglaterra.-Burke 23 basa sus cálculos sobre la frecuencia de la
sífilis en los censos, las investigaciones patológicas, el análisis de las
tablas de mortalidad, y las observaciones en 3 centros antivenéreos.
Los censos generales revelan una positividad serológica de 14 a 25 por
ciento, según la experiencia y competencia del laboratorio. Las
investigaciones patológicas en las autopsias ponen de manifiesto
sífilis casi en 40 por ciento de los casos. Para el autor el número de sifilíticos’en Inglaterra y Gales no debe ser menor de 2,000,000, o sea
5 por ‘ciento de los habitantes. El problema sanitario consiste en
atender a unos 6,000,OOO de enfermos venéreos no diagnosticados. El
número anual de infecciones nuevas debe llegar a unas 200,000, y en
los centros venéreos sólo atienden a unos 50,000. Como el total de
casos que asisten a todos los centros es mucho menor de 250,000,
quedan más de 5,000,OOO por atender. De los enfermos que van a
la clínica 30 por ciento dejan de tratarse antes de curar, es decir, que
15,000 de ellos siguen esparciendo sífilis y gonorrea. La profilaxis de
la heredosífilis consiste en curar a todos los infectados y rehusar la
sanción del matrimonio, de no presentarse un certificado médico de
salud. Para el autor las medidas actuales resultan insuficientes y el
tratamiento obligatorio es factible, urgente, e impedirá, mucho derro-
che económico.
Según el informe anual del Primer Médico del Ministerio de Sanidad el número de siíilíticos tratados en Inglaterra y Gales durante el año 1927 Uegó a 62,700, comparado con 58,752 en 1926. La sífilis y la blenorragia revelaron aumento, y el chancro blando ligera disminu-
ción. La proporción de mujeres y hombres fué ésta: sífilis 1: 1.6;
blenorragia, 1: 4, respectivamente. Durante el año 1926 se denuncia-
ron 5,896 casos de oftalmía neonatal, o sea 8.5 por 1,000 nacimientos.
526 OFICINA SANITARIA PANAMERICANA [Mayo
En Inglaterra, 24 los casos nuevos en los centros antivenéreos han
aumentado de 1,488,514 en 1920, a 2,179,707 en 1927, es decir, en un
46.4 por ciento. La sífilis es un problema menos grave hoy día que en 1914, y se ha calculado ante una comisión real, que el número probable de nuevas infecciones sifilíticas llega a 50,000 anuales en
Inglaterra y Gales. Se necesita aumentar los servicios para el
descubrimiento y tratamiento de los casos antenatales. Queda
mucho por hacer para aumentar la asistencia a las clínicas de las
mujeres sifilíticas.
Según la revista anual del Registrador General de la Gran Bretaña
para el año 1927,25 en Inglaterra y Gales la mortalidad atribuida a la
sifilis, después de disminuir de 60 por millón en 1917 a 30 en 1925, se
elevó de nuevo en 1926 a 32 y en 1927 a 36. Sin embargo, la mortali-
dad infantil imputada a esa causa ha continuado disminuyendo, y el
aumento en los adultos quizás dimane de haberse introducido un
nuevo certificado de muerte en que se llama la atención del médico sobre los antecedentes del enfermo.
En la reunión de la Sociedad Médica para el Estudio de las Enferme-
dades VenEreas de Inglaterra, celebrada el 5 de abril de 1929, Han-
schellze declaró que, en la clínica que ha encabezado durante diez años,
ha atendido unos 7,000 enfermos venéreos de todas nacionalidades,
credos y colores. La disminución en la sífilis reza con los marineros,
lo mismo que con los paisanos. Más de la mitad de los marineros
atendidos en la clínica adquirieron la infección en Inglaterra, princi-
palmente en Londres, y la mayoría por conducto de las prostitutas. Cada vez aumenta más la proporción de sujetos que piden consejos
por temor a algún resultado contraproducente del último coito. De
700 marineros blancos, 124 no tenían afección venérea. La edad de
los marineros infectados varió de 18 a 27 años. De los últimos 900
casos consecutivos, 200 fueron en asiáticos 0 negros. El mal venéreo
es llevado de país a país por pasajeros mucho más que por marineros,
pues no es tan fácil que los últimos oculten la dolencia. Algunos de los
médicos de buques no tienen experiencia práctica en el diagnóstico y
tratamiento de las enfermedades venéreas, y pocos son los buques que
posean buenos aparatos de irrigación o medicamentos como salvarsán
y bismuto. A. 0. Ross manifestó que pocos marineros continuaban
el tratamiento antivenéreo hasta curarse. Criticó los alojamientos
de la tripulación en muchos buques ingleses. En una serie numerosa
había un 61 por ciento de blenorragia, un 29 por ciento de sífilis, y un
10 por ciento de chancro blando. Para él, los puertos sudamericanos
_ son grandes focos venéreos. De 3,000 casos de su clínica, 18 por
ciento fueron en extranjeros.
~~_~~~~~~~~-~ -________
24 XIII Am. Rop. British Soc. Hyg. Coun., 1927, 1928. *s Brit. Med. Jour. 1: 873 1929.
Rusia.-Los muchos médicos que han tomado cursos en el Insti- tuto Venereológico del Gobierno en Moscou han ayudado a dar a
comprender a la profesión la obra emprendida.27 En Moscou han
establecido los llamados “profilactorios,” o sea instituciones en que
las mujeres pueden trabajar y permanecer recluídas durante el
período de infecciosidad. La legislación relativa a los exámenes
obligatorios ha ayudado a distinguir las fuentes de infección. Se ha
distribuido literatura a las masas recalcando el peligro que encierran
las enfermedades venéreas. En el dispensario del Instituto Venereo-
lógico se han realizado 6,766,698 consultas, 72 por ciento de ellas en
personas aseguradas por el Gobierno. En las ciudades ha disminuído
mucho la sífilis desde 1913. Lo mismo ha sucedido con el chancro blando, pero no con la blenorragia.
Suecia.-He aquí los principios fundamentales de la ley antivenérea
de Suecia:29 tratamiento gratuito de todos los enfermos; obligación de
éstos de seguir las instrucciones del doctor; propaganda guberna-
mental con respecto al mal venéreo; abolición de la reglamentación; castigo de la transmisión venérea con multas y, a veces, con encarcela-
miento. En 1919 se denunciaron 5,823 casos de sífilis y 20,471 de
blenorragia, y en 1925 sólo 682 y 11,361 respectivamente; hubo un
aumento en 1926 y 1927, habiéndose denunciado 1,168 casos de sífilis y 12,439 de blenorragia en este último año, lo cual se atribuye al
aumento del comercio marítimo. En Estocolmo, Edward Welander,
sifilólogo y filántropo, estableció asilos para niños heredosifilíticos.
Por regla general, se atiende primero a los recién nacidos con las madres en los hospitales, siendo trasladados luego al asilo “Lilla
Hemmet” donde permanecen 3 ó 4 años, y más si es necesario. Un
estudio realizado en 1925 reveló que de 158 enfermos dados de alta, 118 pasan por hallarse curados y 18 habían muerto de afecciones no
sifilíticas. Esos enfermos han sido observados de 4 a 25 años, y 74
más, 10 años. En Suecia, Noruega, Dinamarca y Alemania han
establecido “Asilos Welander” por el estilo del “Lilla Hemmet” de
Estocolmo.
Encuesta serológiea en Austdia.-A fin de descubrir la frecuencia
de la sífilis insospechada, el Departamento de Sanidad de Australia 2g
decidió llevar a cabo una investigación serológica en los hospitales
de mujeres de Melbourne, correlacionando los hallazgos serológicos
y clínicos en 3,040 enfermas consecutivas a partir de 1928. De ellas 196, o sea 6.4 por ciento, acusaron Wassermanns positivas, y en
muchas de ellas los datos clínicos comprobaban el resultado. Seroló-
gicamente, aproximadamente 3 por ciento de los casos prenat*ales
-
2: Bronner, W. M.: Mitt. deutsch. Gesellsch. Bek. Gesehr. 27: 266, 1929. 211 Bull. Prot. 1’Enf. 80: 445 (ab.) 1929.
528 OFICINA SANITARIA PANAMERICANA IMayo
eran sifilíticos, en tanto que clínicamente sólo 15 de las 26 franca-
mente positivas podían pasar por sifilíticas. Las precipitorreacciones
aportaron un auxiliar valioso. La microrreacción de Kline resultó
ser tan fidedigna c,omo la Kahn, y más económica y sencilla. Las
reacciones dudosas fueron algo más frecuentes con la Kahn y la Kline
que con la Wassermann. En las sifilíticas tratadas las 2 primeras
continuaron positivas más tiempo que la última.
Szflis en el embarazo.-En las clínicas prenatales de Santa Mónica,
,en el Cabo, desde 1921 practican la Wassermann en todas las enfer-
mas, y desde 1925, también en la sangre placentaria.30 Hasta julio,
1928, habían realizado 1,000 reacciones, todas en negras, y sólo 150
casadas. La sangre placentaria resultó positiva en 28.2 por ciento,
y entre 339 más, en 25 por ciento. En el Hospital Simpson, de
Edimburgo, en 2,000 exámenes en gestantes la Wassermann resultó
positiva en 6.6 por ciento, y en 7 por ciento negativa, pero había
otros hallazgos sifilíticos. E n 1 a maternidad de Glasgow calculan
que la proporción de sífilis es de 7 por ciento, y Gammeltoft, de
Copenhague, descubrió 5.5 por ciento en 23,383 partos. La Kahn
parece rendir resultados todavía más exactos que la Wassermann en el embarazo .
S@% en los médicos.-En 314 respuestas a un cuestionario enviado
a los miembros del Sindicato Médico de la Ucrania, hubo 43 casos de
sífilis profesional.31 Con 8 ya publicados, el total sube a 51, de los
cuales 24 correspondieron a la capital, Kharkov. Los casos se sub-
dividen así: médicos, 25; dentistas, 2; practicantes, 10; comadronas,
10; enfermeros y enfermeras, 4; en conjunto, 35 hombres y 16 mujeres.
Como Hallot sólo pudo encontrar 530 casos en la literatura hasta 1924,
la proporción en Rusia parece ser más elevada. En la mayor parte de
los casos, la contaminación tuvo lugar durante el parto (17); durante
el tratamiento (10); durante intervenciones ginecológicas (6); y en
actos quirúrgicos (5). En 67 por ciento de los 43 casos el chancro
fue digital. La evolucibn fué, en general, muy grave. Para los
autores esa forma de sífilis es más frecuente que lo que se cree, y . entraña un gran peligro social.
Solteros.-Según el
censo realizado en Alemania en 1927, unos 37,000 sujetos contraen cada año alguna afección venérea en dicho país. La frecuencia parece ser mayor entre las personas divorciadas,viniendo después las solteras. Las edades más afectadas son de los
20 a los 39 años. En los hombres la proporción es muy baja en los casados, comparados con los solteros, pero en las mujeres ladiferencia no es muy pronunciada.
Tabes y parálisis general en Alemania.-La proporción de tabéticos
por 10,000 habitantes en los hospitales alemanes era, para el sexo
masculino, de 1 en 1911-1913, 0.9 en 1924, y 1.1 en 1926; para el sexo
femenino, 0.3, 0.4 y 0.4, respectivamente; y en los establecimientos
para enfermos mentales, para el sexo masculino, 0.14 en 1911-1913, 0.2 en 1924 y 0.2 en 1926; y para el femenino, 0.03, 0.1 y 0.1, res-
pectivamente. La proporción por 100,000 ingresos en los hospitales
era de 1.9, 1.6 y 1.7, y en los establecimientos para enfermos mentales,
4.3, 4.2 y 4.9, respectivamente. El número de enfermos por 10,000
habitantes admitidos por parálisis general a los establecimientos de
enfermos mentales fué de 1.52 en 1911-1913, 1.4 en 1924 y 1.5 en 1926 para el sexo masculino, y 0.43, 0.5 y 0.5 para el femenino, y la pro- porción por 100,000 entradas fue de 59, 47 y 44, respectivamente. No ha habido, pues, ninguna modificación notable en los ingresos de
tabéticos y de paralíticos generales. Los pocos aumentos observados
proceden del mayor número de lechos disponibles, y los hay, hasta mayores, en otras enfermedades.
Parálisis general en los asilos poíacos.-El número de admisiones
por parálisis general en 5 asilos polacos que tienen unas 6,000 camas,
no ha revelado ninguna disminución en los 18 años transcurridos
desde el descubrimiento del salvarsán.33 El porcentaje con respecto
a las admisiones totales era de 20.2 y 3.7 para hombres y mujeres,
respectivamente, en un asilo en 1920, y tras muchas fluctuaciones,
de 16.1 y 12.7 en 1927; en otro las cifras fueron 18.3 y 0 en 1910, y 14 y 4.7 en 1927; en otro, de 13.8 y 4 en 1911 y 21.3 y 3.3 en 1927; en otro de 11 y 0 en 1918 y 11.8 y 2 en 1927; y en otro de 10.9 y 5.4 en 1920 y 14.4 y 5.1 en 1927. Esas estadísticas no confirman, pues, el optimismo de Kolle y Robertson, ni el pesimismo de Oppenheim. La prevención de la parálisis general debe, sí, ser buscada por otros medios que los disponibles hoy día.
Neuros%&is en los árabes.-Longo, 31 después de repasar las varias
hipótesis que tratan de explicar la rareza de la sífilis nerviosa entre
los musulmanes, describe sucintamente 10 observaciones personales
entre los árabes de Trípoli. Confirma así los resultados obtenidos en
Argelia por Goëau-Brissonnière, y hace notar el alto porcentaje de
metalúes. Niega, pues, la rareza de la neurosífilis entre los árabes,
pues por lo contrario, es entre ellos casi tan frecuente como en los europeos.
Tabes y parálisis general en Túnez.-Para Cassar,35 los modernos
métodos de tratamiento de la sífilis pa.recen haber mermado el número
de tabéticos y paralíticos generales de origen europeo o israelita, que
son tratados larga y enérgicamente. Los musulmanes tunecinos,
que pagan un fuerte tributo a la sífilis (75 por ciento de la población), conservan todavía una inmunidad real del sistema nervioso, y en ellos
33 Chodzko, W.: Bull. Mens. Off. Int. Hyg. Pub. 21: 1906 (nbre.! 1929. >* Longo, Domenico: Riforms Med. 45: 1213 (sbre. 7) 1929.
530 OFICINA SANITARIA PANAMERICANA [Mayo
la tabes es excepcional y la parálisis general rara. Desde 1920, SC
ha examinado y tratado a 1,978 sifilíticos nuevos (europeos o judíos) en el Hospital Civil Francés de Túnez, y ni uno ha vuelto con mani-
festaciones de tabes o parálisis general. Entre 10,982 musulmanes
sifilíticos tratados desde 1920 en el Hospital Sadiki no se ha podido observar más que un caso de tabes y ninguno de parálisis general, si bien hay que hacer constar que esos casos irían más bien a los
servicios de medicina general o de psiquiatría. h la Sociedad dc
Ciencias Médicas de Túnez apenas si le han comunicado 2 ó 3 casos de tabes en 20 años.
T$eredosl$lis entre los niños asilados.-Al practicar Jenks y Don-
nelly 36 la Wassermann sanguínea en 1,000 niños asilados de 4 meses a 16 años de edad, un 2.3 por c.iento acusaron reawiones positivas, En tres había lesiones de sífilis adquirida, de modo que la proporción
de sffilis congénita bajó a 2 por ciento. IXI porcentaje de Wasser-
manns positivas fué cuatro veces mayor en los negros que en los
blancos. El porcentaje de niños ilegítimos en un grupo de 200 îué
de 52.5, pero en esc grupo no había Wassermanns positivas. En
todo el grupo la proporción ilegítima era 17.3 por ciento, pero sólo
uno acusó una Wassermann positiva. Los signos físicos de la heredo-
sífilis son a menudo tan obscuros que pa.rece conveniente, por lo
menos en una clínica para niños dewmparados, practicar una Wasscr- mann sangufnea en todos los enfermos.
Parálisis general conyugal.-& una serie de 86 casos de parfilisis
general, 37 la Wassermann resultó positiva en 22 por ciento de los cónyuges y en 8 de los 19 había signos clínicos y serológicos de parsilisis
general. En 42 familias en que uno o ambos padres padecían de
parálisis general, 7 de los 49 niños padecían de sífilis congénita, aunque ninguno de ellos manifestó signos de neurosífilis.
El retraso intelectual y la heredosi$lis.-Babonneix 38 cita 50 casos
para demostrar que la sífilis es, a menudo, encontrada en los niños
0 jóvenes que manifiestan trastornos intelectuales y afectivos. Cuan-
do existe independiente de toda otra causa morbosa, es imposible
considerarla romo coincidencia y obligatorio concederle un papel
activo, y aun asociada con otras causas y en particular, traumatismos
obstétricos, interviene todavía. Por lo tanto, puede resumirse cl
asunto en la fórmula de Hamel y López Albo: “inteligencia justo-
minor, heredosffilis.” Para defender su teoría, Babonneix cita casos
de atraso mental, de imbecilidad e idiotez, dc malformación cardiaca,
y casos complejos en los cuales existen síntomas o antecedentes
hereditarios de sífilis. Sus 50 casos fueron tomados de dos grupos
de 200 casos de encefalopatía infantil.
30 Jcnks, H. IT , y Domclly, J. D : Am Jour. Dis. Child. 37: 1198 (jun.) 1929. 37 I-Iinsie, L. E : Psychiat. Quart. 3: 90 lo29.
La síjilis como .íuctor di&ójko.-R~lcreira,3g apoyándose en sus observaciones, deckra que en el Brasil como en otros países, los
hechos no refutan la afirmación de que los heredoluéticos pueden
dar a luz hijos también tarados. En 100 matrimonios con sífilis
congénita, hubo 330 partos que terminaron en 115 abortos, 53 mor-
tinatos, y sólo 168 vivos, de los cuales sólo 26 eran sanos. El influjo
del padre fué más o menos casi idéntico al de la madre, como se ha
observado en Francia. En 10 uniones en que el hombre era heredo-
sifilítico, hubo 34 partos y 18 abortos, con 16 hijos vivos, de los
cuales sólo 3 no acusaron taras manifiestas. En otros 10 en que la
mujer era la enferma, las cifras fueron 33, 17, 16 y 2, respectivamente.
La heredosífilis no cuidada de la segunda generación es, pues, en el Brasil como en Francia, casi tan grave como la de la primera.
Afecciones cardiovasculares en la sQZis.-En un total de 949 sifilíticos
tratados por Carrera, 4o 15.5 por ciento tenían aortitis perfectamente
diagnosticable, y al aplicar métodos más cuidadosos el porcentaje
fué mucho más alto. El grupo con lúes desconocida rindió una alta
proporción de aortitis (75 enfermos). Entre estos la aortitis fué más
frecuente en los hombres que en las mujeres (31 y 22 por ciento,
respectivamente). De 200 enfermos en que se ha practicado el
examen radiológico últimamente, no menos de 45 por ciento revelaron
modificaciones aórticas.
Frecuencia de la s/jlis congénita en niños desamparados.-En 1,000
niños desamparados de 4 meses a 16 años de edad en Filadelfia la mayor
parte asilados y 20 por ciento de ellos negros, la Wassermann resultó positiva en 2.3 por ciento.41 Como en 3 la sífilis era adquirida, la
frecuencia heredosifilítica bajó a 2 por ciento: 5.77 en los negros y
1.39 en los blancos. En un grupo de 200 niños estudiados más a fondo, la ilegitimidad llegó a 52 por ciento, pero en ninguno fué la Was-
sermann positiva. En todo el grupo de 1,000 niios, 17 por ciento
eran ilegítimos, pero sólo uno reveló signos de sífilis.
Meningitis siji;ftica aguda.-En el Hospital Barnes 42 ingresaron de -
1921 a 1928, 22,650 enfermos, de los cuales un 2.3 por ciento padecían
de neurosífilis meningovascular. Hubo 12 casos de meningitis sifilítica
aguda en los 530 neurosifiliticos o sea 0.00053, es decir, 0.05 de 1 por
ciento. La mayoría de los enfermos se hallaban al final de los 20 ó
principios de los 30 años, y 8 eran varones. El cuadro clínico es
típico, y la iniciación tiene lugar por lo general de 2 a 8 meses después
de la lesión inicial. La mayoría de los enfermos habían recibido
tratamiento temprano e intenso. De los 12 enfermos, 8 han sido
seguidos, y la mayor parte se hallan clínicamente bien. La Wasser-
mann es invariablemente positiva. ’ El pronóstico inmediato es bueno.
38 Moreira, J.: Arch. Bras. Hyg. Ment. 2: 116 (dbre.) 1929. 40 Carrera. J. L.: Prensa Méd. Arg. 16: (eno. 30) 1930.
532
OFICINA SANITARIA PANAMERICANA [MWOCefalalgias s$i&icas.-De 4,300 enfermos, 882 eran sifilíticos, y
632 se quejaban primordialmente de dolor considerado sifilítico, y
131 de cefalalgia como síntoma principal.43
Rlenorragia anorrectak-Hayes 44 declara que la blenorragia del ano
y el recto no tiene nada de raro, pero que se pasa a menudo desaperci-
bida. De 1,231 casos de uretritis blenorrágica, sólo en 7 se presentó
proctitis blenorrágica. El autor ha observado 75 casos, casi la mitad
de ellos durante el año 1928, quizás por no haber buscado más la enfermedad antes. De los 75, la infección se debió a prácticas contra- naturales en 4 hombres; a un absceso roturado en 1; a infección de 2 niños por descuido; a infecciones fortuitas en 3 varones adultos; y en
los otros 65, presuntamente, a autoinoculación. De 1,218 casos
observados por el autor, en 6.2 por ciento había infección blenorrágica. En 40 casos de estenosis rectal había antecedentes de trastorno feme-
nino, manifiestamente blenorragia o hemorroides graves, pero debido
a ser negativos los frotes, no se les enumeró, aun creyéndose que la
estenosis era blenorrágica. La estenosis es la complicación más grave
y es rara en los blancos, pero frecuente en los negros.
La prostitución y el venéreo en Pa&.-Fundándose en las respuestas
de los enfermos tratados en 1928 por Gougerot y Burnier,45 la prostitu- ción fué la causa de 67 por ciento de los casos de sífilis primaria, y de
72 por ciento de los casos de chancro blando. Los enfermos tratados
de 1926 a 1928 inclusive en la Clfnica del Hospital San Luís llegaron a 1,665.
Espiropuetos en el cerebro de los paraliticos generales.-h fin de averi-
guar si el Treponema pallidum prefiere ciertas partes del cerebro
Aars 48 examinó una serie de cortes de neurosifilíticos. Encontró el
treponema principalmente en la corteza, en tanto que la médula se
hallaba indemne, salvo en un caso. Muy pocos casos revelaron
espiroquetos en la circunvolución occipital. En la mayoría existían en
la corteza, las circunvoluciones frontales, temporales, y no tanto en
las centrales. En el tálamo se hallaban unidos principalmente a los
fascículos nerviosos. Tampoco fueron encontrados en la substancia
negra. Fueron más fáciles de descubrir alrededor de los capilares.
La médula oblongada rindió siempre resultados negativos.
Casamiento y venéreo.-En Noruega, desde la ley dictada en 1928, y
en Alemania desde 1927, los enfermos venéreos no pueden casarse a menos que se haya eliminado el peligro de contagio, o por lo menos,
que el otro contrayente esté enterado de la enfermedad y los dos
conozcan los peligros que corren. En Yugoslavia esos enfermos no
pueden casarse sin presentar un certificado de curación, y toda persona
que contamine a otra mientras se halla en tratamiento queda sujeta
*3 Kopecky, J.: Am. Jour. Syph. 13: 332, 1929.
a las penalidades de la ley. En Turquía rige una disposición sema- jante. En Egipto las partes contrayentes tienen que presentar, antes del casamiento, una declaración por escrito de que no padecen de
dolencias venéreas. (Sesión de obre., 1929, del Comité Permanente de
la OJicina Internacional de Higiene Pública.)
Herencia si$l$tica.-Mönckeberg 47 estudia en dos artículos el pro-
blema de la transmisión hereditaria de la sífilis, basándose en observa- ciones clfnicas y repasando la historia del asunto. No cree que deba admitirse la infección del huevo por el padre, ni de la madre por el
hijo durante la gestación. La ley de Colles es verdadera, pues el hijo
nacido sifilítico jamás infecta a la madre, no porque la madre esté
inmunizada, sino por hallarse infectada. La ley de Profeta es falsa,
pues el hijo puede nacer sano si la madre ha sido infectada durante
los 2 últimos meses de la preñez. Por otra parte, si la madre no
infecta al hijo durante la lactancia, no es porque se halle inmunizado,
sino porque es sifilftico. Los descubrimientos modernos de la sífilis
han demostrado la transmisión de la sífilis por vía placentaria; la
presencia del microbio en la madre, en el hijo y en la placenta; la infección de toda mujer que da a luz un hijo sifilítico; la infección del niño hijo de padres sifilíticos, salvo cuando la madre se infecta al final del embarazo; y la presencia del treponema en el esperma en
algunos casos. Son discutibles: la infección directa del huevo por el
padre y, por lo tanto, la infección de la madre por el hijo durante el
embarazo. Para el autor, el hijo de padres sifllfticos debe ser consi-
derado como infectado, y toda madre de un hijo sifilítico debe ser
sometida a un tratamiento específico, aunque no acuse síntomas, y
el hijo de sifilíticos debe ser cuidadosamente vigilado y tratado apenas aparezcan síntomas sospechosos.
Origen de la s@?is.-Para Sudhoff,48 el origen americano de la sífilis
ha dejado de ser un problema histórico para quien haya estudiado en
las verdaderas fuentes el asunto. Hasta ahora no se ha encontrado
en América ningún hueso humano de época seguramente precolombina con signos indudables de sítiis; por el contrario, la frecuencia de esos
signos en las sepulturas indias de los siglos XVII y XVIII impone la
conclusión de que la enfermedad fu6 introducida por los europeos.
De todos modos, no ha llegado hasta nosotros conocimiento de la
epidemia inicial, que según la teoría colombina hubiera debido desa-
rrollarse en España de 1493 a 1495, y en cambio, tenemos informes
fidedignos en sentido muy contrario. Münzer, de Nuremberg, que
viajó por España en 1494 y 1495 , inspeccionó con ojos de médico
durante cinco meses los puertos y el interior de la Península, anotando
concienzudamente todo lo observado, y encontró a España comple-
tamente libre de epidemias. No quiere esto decir que no hubiese
sífilis; existía, por el contrario, indudablemente, pero sin salir a la
534 OFICINA SANITARIA PANAMERICANA LMayo
superficie, y en ninguna parte en forma epidémica. El relato de ese
facultativo releva a los médicos españoles-que 150 años antes des-
cribieron tan bién la irrupción de la peste-de la injustificada sospecha
de que no hubiesen tenido ningún conocimiento de la epidemia inicial
de sífilis. Otro relato auténtico es el de Scillacio, que también estuvo
en España en 1495, y recibió en Barcelona explicaciones de los médi-
cos relativas a la sífilis, que al parecer, ya conocían desde varios años antes, después de haber recibido de Francia las primeras noticias
sobre la enfermedad. Allí, como en otras partes, la lúes aparece
como un mal francés. Quizás en el siglo XIV en Italia fu6 donde se
separó, gracias al tratamiento por las unciones mercuriales, el com-
plejo sintomático de la sífilis del conjunto de enfermedades generales,
llamándola “scabies” y “variola grossa”; sin embargo, el desarrollo
del conocimiento de la sífilis correspondió al sur de Francia, donde la enfermedad recibiera los nombres de “grosse vérole ” y “gros mal”
(según comprueban documentos judiciales de 1463 en Dijón). Con
respecto a la “horrible epidemia de sífilis” en Italia en 1494-1496, no
se encuentra ni una palabra en los cronistas de aquel tiempo, por ejemplo, el veneciano Sanuto.
,
Deidier precursor.-Beeson 4g declara que Deidier, un francés,
publicó en 1723 una obra relativa a la etiología de la sífilis, siendo uno de los primeros, sino el primero, en sospechar su causa verdadera. Su idea de que la mejoría acarreada por el mercurio tal vez denotara la existencia de sífilis, corresponde a la moderna prueba terapeutica.
S~JZis y frambesia.-Para Manteufel y Herzberg 6o existe una
diferencia morfológica entre el Treponema pallidum y el Treponema
pertenue, que no es siempre constante. Las diferencias inmunológi-
cas no pueden ser consideradas como pruebas diferenciales, pues
obsérvanse también en reconocidos virus pálidos. No cabe
comparar la frambesia tropical con la sífilis terciaria de los países
civilizados, pues la primera constituye generalmente una endemia
infantil, y la última una enfermedad esporádica de los adultos.
La sífilis tropical no es exclusivamente sexual. Para los autores, la
frambesia es una sífilis endémica con algunas características propias.
La sffilis moderna se ha desarrollado, de la sffilis endémica en la
zona templada, y la civilización puede transformar gradualmente la
forma endémica de los trópicos en la sífilis moderna. Para Powell
ese argumento no tiene razón de ser, y la frambesia ha sido intro-
ducida recientemente a las Indias Orientales, de Ceilán, aunque la
sífilis ha sido endémica allí mucho tiempo.
Schobl 61 hace notar, en su trabajo, que el descubrimiento del
treponema de la sífilis y del de la frambesia tuvieron lugar casi al
mismo tiempo, uno en Alemania y el otro en Ceilán. Hasta ahora no se han podido encontrar métodos para diferenciar morfológica-
mente y tintorialmente los dos espiroquetos, por lo cual el diagnóstico
diferencial entre ambas enfermedades se basa en datos puramente
clínicos. Sin embargo, ciertas diferencias fundamentales separan
ambos treponemas, pues el frambésico es muy susceptible una vez fuera de los tejidos del huésped sin que sobreviva más de una hora, en tanto que el otro es mucho más resistente y puede sobrevivir
fuera del huésped hasta 24 horas, y probablemente más. El fram-
bésico desaparece del ganglio linfático una vez curada la lesión, y
puede sobrevivir en la piel meses enteros, en tanto que el sifilítico
sobrevivirá en el ganglio por muchos meses después de cicatrizar la
lesión cutánea, y en vez de ser dermotropo, posee tendencias meso-
dérmicas. Por eso, la frambesia se limita a los trópicos, en los que
la temperatura es más favorable para la sobrevivencia fuera del
cuerpo, y en donde el contacto directo es más intenso debido a la manera de vivir.
Léon 52 aplicó el método obstétrico a fin de comparar la frambesia y la s@lis. De 225 partos, en 50 no había antecedentes ni otros signos de sífilis o frambesia, y en 49 de las gestantes la Kahn resultó
negativa. De 124 madres consideradas sifilíticas, en 67 por ciento
la Kahn resultó positiva (y también en 60 por ciento de las criatu-
ras), y en 58 por ciento había hipertrofia placentaria. De 40 madres
con antecedentes positivos de frambesia, la Kahn resultó positiva en 97 por ciento de ellas (y en 50 por ciento de las criaturas), y en
63 por ciento había hipertrofia de la placenta. Aplicando, pues, el
método a un grupo de casos de frambesia, los resultados son algo
semejantes a los obtenidos en un grupo sifilítico: serología positiva
en madre e hijo, e hipertrofia placentaria, aborto, mortinatalidad y
hemorragias umbilicales. La mortalidad fetal parece haber sido
unas cinco veces mayor en la sífilis que en la frambesia. Es posible
que la frambesia sea hereditaria.
Reasoner 53 describe sus experimentos, de los cuales deduce que la
sífilis y la frambesia son dos enfermedades absolutamente distintas,
pero probablemente originadas en la misma cepa. La existencia de
una lesión frambésica en el testículo durante cierto período de tiempo, parece impedir por un espacio de tiempo impreciso la aparición de una
lesión sifilítica inicial en el mismo órgano. Los conejos que han
experimentado esas lesiones frambésicas en los testículos no se mues-
tran inmunes a la inoculación intravenosa de la sífilis, y los inoculados
intravenosamente con la frambesia, no revelaron inmunidad contra la
inoculación testicular de la smis. Un conejo inoculado intravenosa-
mente con sN.is y dejado reposar 40 días no reveló una lesión testicular ,
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dentro de 30 días de la inoculación de frambesia. La inoculación
coincidente de sífilis y frambesia en testículos separados del mismo
animal, no impidió la aparición mutua de ambas enfermedades.
Las inoculaciones intravenosas de sífilis protegieron contra las ino-
culaciones intratesticulares de sífilis, y probablemente, también de
frambesia. Las inoculaciones intravenosas de frambesia al parecer
no protegieron contra la frambesia intratesticular. Las inoculaciones
intratesticulares de sífilis parecen proteger contra las inoculaciones
intratesticulares, bien de frambesia, o de sífilis, y las de frambesia
otorgan protección absoluta contra la frambesia testicular y parcial
contra la sífilis. Al hablar de la inmunidad cruzada, debe recordarse
que es posible infectar bien con frambesia o sífilis sin provocar una lesión primaria, y que la frambesia no pasará fácilmente del hombre al
conejo, pero hay que pasarla primero por el mono. Estas investi-
gaciones fueron realizadas en 1917, después de lo cual importantes
pesquisas han sido llevadas a cabo por Nichols, Sellards y Good- pasture, y Lacy y Schöbl.
S(filis d’emblée.-La sífilis d’emblée, declara Feldmann,54 ha sido
conocida desde hace mucho tiempo, aunque ha sido negada por los
sifilógrafos. La posible aparición de sífilis sin chancro ha sido
demostrada por una serie de experimentos en animales, y puede
faltar el período primario y hasta el secundario. El número de casos
fidedignos de esa forma es todavía demasiado pequeño para poder construir teorías.
S~jZis y transfusión.-La única infección sifilítica consecutiva a
transfusión sanguínea hasta ahora era la de Spillman y Morel. Quizás
los casos sean raros, y los médicos se muestren poco dispuestos a
comunicarlos. Feldmann 55 comunica otro caso, en que se adminis-
traron dos transfusiones el 25 de noviembre de 1926 y el 3 de febrero
de 1927, y el 6 ó 7 de febrero, se presentó una roséola sifilítica, que
fue, diagnosticada el 18 de marzo. A la donante le habían practicado
una Wassermann negativa diecinueve días antes de la transfusión, pero después que la enferma manifestó roséola, otra serorreacción
resultó positíva. La donante no reveló signos de chancro ni de infarto
ganglionar, pero probablemente se trataba de una prostituta clandes- tina.
Freuchen 66 cita tres casos para demostrar el posible peligro de
‘sífilis debida a la transfusión: el de Feldmann, el de Levy y Ginsburg,
y el de Spillmann y Morel. También recuerda la observación de
McNamara, en Panamá, en que 10 sujetos no sifilíticos recibieron
sangre procedente de sifilíticos terciarios, sin que ninguno presentara signos de sífilis al cabo de 16 a 24 semanas. En el caso de Spillmann