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Pascual Ahumada Tomo V

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(1)

G U E R R A

D E L P A C I F I C O

RECOPILACION COMPLETA

DE TO D O S LOS

DOCUMENTOS OEICIAIES, CORRESPONDENCIAS

I DEMAS PUBLICACIONES REFERENTES A LA GUERRA

Q U E H A H A D O A L U Z

I.A PRENSA EE CITILE, PERÚ 1 BOTHVIA

CONTENIENDO DOCUMENTOS INEDITOS DE IMPORTANCIA

T O K

PASOUAL AHUfVIADA MORENO

T O M O V

> ' I

i-VALPARAISO

i l i e . _ A . n v n E E , i C - A _ i s r _ A .

DE FEDERICO T. L A T H R O P

1888

(2)

A P É N D I C E .

\m m INÍIWS DEL iClllíO CIIIU

I.

l*crtrechos, inuiiicioiics i buques de guerra encargados a Inglaterra.

NÚM. 371.—MINISTERIO DE GUERRA I MARINA.

Santiago, M arzo 3 de 1379.

El Comandante Jeneial de Marina, me dice lo siguiente: “ Faso a manos de V, S. una lista de municiones i pertrechos de guerra, que creo indispensable se adquieran a la brevedad posible, para formar en arsenales el depósito de donde puedan surtirse los buques de la escuadra.

Esta lista se ha formado en concepto a que con lo pedido aliora i con lo e.Kistente aquí, pueda quedar dotado cada cañón que hai a bordo, con el número de proyectiles que señalan los reglamentos inglese^ como indispensable para una nave arma­ da de guerra.

La lista lleva esplicaciones que creo facilitarán mucho su pedido por el encargado de hacerlo en las fábricas de Europa. Con este mismo objeto, incluyo una otra lista en inglés, para evitar las equivocaciones que pudieran en la traducción de es­ tas especies, que tienen nombres técnicos desconocidos por uno que no sea de la profesión.

Por fin, todos ios artículos que forman esta lista han sido suministrados ántes por la casa de Armstrong i C. , i seria mui conv6»l®nte que ella los diera también esta vez, pues en el establecimiento de estos señores existen los modelos orijina- les de nuestro ai-mameuto naval.”

Lo que trascribo a V. S., acompañándole la lista (traducción inglesa) de que se hace referencia, a fin de que V. S. proceda a adquirir sin demora los pertrechos i municiones mencionados, para remitirlos en seguida a Valparaiso.

Zinc para los blindados.— llernito también a V. S. adjunta

otra lista que enumera los elementos necesarios para cambiar las planchas de zinc que sirven de forro de los blindados, i que V. S. debe asimismo proceder a comprar i enviar a Chile con la posible brevedad, tomando en consideración la advertencia con que termino la espresada lista.

Dios guarde a V. S.

CORNELIO SaAVEDRA. Al Ministro rienipotenciario de Chile en Francia i Qran Bretaña.

N tíM . 379.—MINISTERIO DE GUERRA I MARINA.

Santiago, M arzo 4 de 1879.

El Gobierno ha acordado hacer construir en Inglaterra, dos cañoneras i una lancha lanza-torpedos para destinarlas al ser- ‘ vicio de la armada de la llepública, i confiar al celo e inteli­

gencia de V. S. la contratación de esos elementos.

|El tipo i condiciones esenciales de las cañoneras deben ser los que d e ,una manera jeneral se mencionan en el informe que ad­ junto i en copia autorizada acompaño a V. S. Según los datos consignados en ese informe, se hace subir el precio de las dos cañoneras a 250,000 pesos, i aun hasta 300,000 pesos, i es de presumir que realmente ese costo no pase de esta última suma, d.ado precio que tuvieron los buques arjentinos del mismo

tipo que se construyeron en 1875. Sin embargo, la adquisición de pertrechos i artículos de repuesto podria esceder aquella cantidad. Como no es posible fijar en estas materias un precio determinado iidlexiblemente, me limito a recomendar a V. S. que procure mantenerse en los gastos, masom énos, en la suma de los 300,000 pesos.

Por lo que toca a la lancha lanza - torpedos, .sus condiciones serán las mismas a que se refiere el citado informe, i que son las que anteriormente remití a V. S. con mi nota de Noviem­ bre del año próximo pasado, de que V. S. me ha acusado recibo.

Casi es necesario agregar que las cualidades que deben reu­ nir las cañoneras i las lanchas, según las especificaciones refe­ ridas, no son absolutamente invariables. Como en casos aná­ logos al presente, conservando las condiciones esenciales de las embarcaciones que se trata de adquirir, V. S. queda autorizado para introducir todo.s aquellos cambios (pie la esperiencia acon­ seje como convenientes.

Tanto para la vijilancia en la construcción de los elementos e.spresados, corno para el exámen profesional de las bases del constructor que debe celebrarse, el Gobierno envia en comi­ sión al capitán de uavío, graduado, don Luis Lynch Zaldívar, a quien acompañará como ayudante el teniente 1. graduado, (ion Luis A. Lynch.

El plazo en que deben estar terminados los buques conviene que sea breve; pero esta brevedad no debe perjudicar a la buena construcción de ellos ni a su perfecta conclusión.

Dios guarde a V. S.

CoRN ELIO SaAVEDRA. Al Ministro PleniiJOteuciario (le Chile en Francia i Gian Bretaña.

NÚM. 1153.—MINISTERIO DE GUERRA I MARINA.

Santiago, Junio 20 de 1879.

Trasmita V. S. por el primer vapor que se presente, a nues­ tro Ministro en Francia, la siguiente comunicación:

El Gobierno acepta la idea propuesta por V. S., en telegrama del 14 del presente, de construir una sola cañonera de mil to­ neladas, casco de acero, con armamento poderoso i quince mi­ llas de marcha, en vez de las dos naves a que se refieren las instrucciones de 4 do Marzo último, a pesar de que el precio indicado para dicha cañonera escede en cien mil al de estas dos naves. V. S. procederá, en consecuencia, a celebrar el contrato res lectivo.

Dios guarde a V. S.

B. U r r u t i a . A l señor Ministro Plenipotenciario de Chile en Buenos Aires.

II.

Instrucciones enviadas al Ministro de Marina, en comisión, en Antol'agasta.

NÚM. 473.—m i n i s t e r i o d e g u e r r a i MARINA.

Santiago, Alarzo 25 de 1879.

Las jestioues que tenernos entabladas ante el Gobierno del Perú para definir la actitud de esa Kepública en nuestra con­ tienda con Bolivia, llegan casi a su tórmino. Todos los datos d eq u e estamos en posesión, tanto los que nos trasmite el M i­ nistro chileno en Lima, como los que recibimos por otros con­

(3)

G U E R R A DEL PACÍFICO.

Ú f i : '

ductos, manifie.stan ya, de una manera clara, que el Perú nos es hostil i que en un término mas o ménos breve, talvez en el curso de la presente semana, la guerra con esa nación habrá estallado.

Después de los preparativo.s bélicos de aquella República i la declaración del Presidente Prado sobre la efectividad de la existencia de un Tratado secreto de alianza con Bolivia, corres- pondia a nuestro Gobierno pedir al Perú su neutralidad o su participación con Bolivia en la guerra contra Chile. Este es justamente el paso dado por el Gobierno, i, como acabo de es­ presarlo a V. S., se e.spera de un momento a otro, o la declara­ ción de guerra del Perú o una contestación evasiva que nos obligue, para no dar mayores ventajas al enemigo, a romper las bostilidade.s.

Conocidas estas circunstancias, V. S. debe dar conocimiento de ellas al Comandante en Jefe de la escuadra, a fin de qne esté plenamente apercibido para obrar contra las fuerzas ene­ migas en el instante en qne la guerra se declare. Conviene de­ jar al espresado Jefe toda la latitud de acción que requiere su cargo, sobre todo cuando del buen éxito de nuestras armas en el mar depende tan principalmente el resultado final de la lucha.

V. S. sabe que los principales buques de la armada están en ese Litoral, listos para emprender campaña, i que solo quedaban en Valparaíso la Magallanes i la Govadonga. Las reparacio­ nes que se ejecutan en este último buque marchan con acti­ vidad, pero no estarán concluidas ántes de mediados del próxi­ mo mes.

La Magallanes zarpó ayer tarde con destino a e.se puerto conduciendo pertrechos. Los elementos que la escuadra pueda necesitar i que fuese menester enviar de.sde Valparaíso, puede pedirlos V. S., o al Comandante en Jefe de la escuadra, a la Comandancia Jeneral de Marina, o directamente a este Minis­ terio, empleando al efecto el telégi'afo, si así lo requiere el buen servicio.

Dios guarde a V. S.

A. F i e r r o . A don Cornclio S.iavedra, Mini.slro de Malina en comisión en el Litor.-il del

Norte de la República, o en .su defecto, al Comandante en Jefe del ejército del Norte.

III.

lustriiccioiics <líula.s al €oiiiaiulantc cii Jefe cíela escnaclr.i.

NÚM. 542.—MINISTERIO DE GUERRA 1 MARINA.

Santiago, A bril 5 de 1879.

Hallándose la República en estado de guerra con las del Perú i Bolivia, he creído conveniente trasmitir a V. S. las si­ guientes instrucciones para que, sujetándose a ellas, al hostili­ zar esas dos repúblicas con la escuadra de su mando, se evite todo daño a las naciones neutrales que sostienen comercio con dichas repúblicas:

1. ° Desde esta fecha está V. S. autorizado para perseguir i apresar lorio buque de las repúblicas peruana i boliviana, ya sea de guerra, corsario o mercante, bien se halle en la mar o en puertos de las mismas repúblicas.

A este respecto debo recordar a V. S. que la República del Períi accedió, como la de Chile, al Tratado de Paris de 1856, por el cual declaró abolido el corso, i que. por consiguiente, no puede, .sin violar ese pacto internacional, espedir patentes de cor.so. Bolivia no se «adhirió al referido tratado i se halla, por tanto, en libertad para otorgar esas patentes.

2. ° Del mismo modo, queda V. S. autorizado para apode­ rarse de los cargamentos de los buques mercantes peruanos i bolivianos, siempre que estos cargamentos no pertenezcan a ningún neutral. Pero puede V. S. apresar esos cargamentos, aunque .sean de propiedad neutral, .si los componen efectos de contrabando de guerra.

Caso de que el cargamento de propiedad neutral encontrado en buque enemigo, se componga de efectos de contrabando de guerra i de otros que no lo sean, solo podrá V. S. apresar aque­ lla parte ilícita del cargamento, dejando libre la otra, aunque ésta pertenezca al misino dueño de la parte ilícita.

3. ® Queda V. S. también autorizado para detener i apresar

cualquier buque neutral que trasporte con destino al enemigo, o de este mismo enemigo, despachos oficiales o tropas de tierra o de marina o marinería para los buques de ese enemigo.

4. ° Tiene V. S. asimismo autoriza.cion para apresar todo cargamento que ,se baile en buque neutral, i se componga de efectos de contrabando de guerra; entendiéndose que el buque queda libre de.spnes de alejado el cargamento. Si una parte de este cargamento fuese de lícito comercio, e.sa parte quedará también libre aun cuando pertenezca a ciudadano o ciudadanos peruanos o bolivianos, porque el buque libre hace también libre, la mercancía lícita.

5. ° Está V. S. también autorizado para apresar aquellos buques cuya neutoalidad no aparezca comprobada por los do­ cumentos correspondientes.

6. ® Podrá V. S. detener todo buque neutral que por la construcción de su casco, por sus repartimientos o por otras cir­ cunstancias especiales, no deje duda de que ha sido con.struido para la guerra, aunque aparezca como mercante, i su carga no .sea contrabando de guerra; pue.sto que podria suceder que el tal buque hubiese sido construido por laiudu.stria particular pa­ ra el enemigo, o haber sido espedido de un puerto neutral para vendérselo al mismo enemigo, porque en ámbos casos el tal buque debe clasificarse contrabando de guerra como instrumen­ to indudable para esto.

7. ° Se considerarán buques sospechosos i quedarán some­ tidos a exámen, los que lleven documentos dobles o que apa­ rezcan falsos.

Los que carezcan de la documentación requerida por los re­ glamentos del país de su nacionalidad.

I los que no detengan su andar cuando sean intimados para ello por un buque de esta escuadra qne sostiene el bloqueo, o también los que se resistan al rejistro de aquellas partos del buque donde se sospeche que bai contrabando de guerra.

Estos buques sospechosos serán tr.atados como enemigo.s, si­ no logran de algún modo destruir la .sospecha que sobre ello.s recaiga.

Tendrá V. S. mui en cuenta, que es de la mayor importancia el exámen de la documentación del buque, puesto que esta do­ cumentación ha de ser la base sobre que se ha de fundar la validez o no validez de su apresamiento.

8. ® Los buques mercantes neutrales que naveguen convoya­ dos por buque o buques de guerra neutrales, no podrán .ser vi- .sitados, bastando la declaración escrita del comandante del convoi, de que no pertenecen al enemigo ni conducen contra­ bando de guerra. Si a pesar de esta declaración creyese V. S. qne pudiera haber sido sorprendida la buena fe de aquel oficial, .se lo manifestará V. S. para que él solo visite el buque o buques sobre los cuales recaigan las sospechas.

9. ® Caso de encontrar algún corsario con bandera enemiga, lo apresará V. S. i lo tratará como cualquiera otra embarca­ ción mercante enemiga, salvo si del exámen de sus papeles re­ sultase no tener los requisitos para ejercer el corso, pues en este caso debe con.siderar3e como pirata.

Esos documentos han de ser: 1. Patente de corso espedida a sn favor por el Gobierno de .su nación i en la cual se esprese el tiempo i las localidades en que puede hostilizarse al enemi­ go; 2. ° todo.s los comprobantes necesarios para demostrar la nacionalidad, debiendo, además, estar el buque tripulado en su mayoría por súbditos de la nación a, que pertenecen.

10. No embarazará a V. S. la pesca en la costa enemiga, aun dentro del mar territorial; es decir basta el límite del mayor alcance de la artillería de la e.scuadra de sn mando, .suponiéndola disparada en la línea de baja mar desde la orilla de esa costa; pero cuidará V. S. de que esta concesión no sea oríjen de abu.sos que perjudiquen al bloqueo o a las operacio­ nes que puedan emprenderse.

11. Para que un bloqueo .sea efectivo, i por consiguiente respetado, es indispensable que esté sostenido por fuerzas su­ ficientes para hacer del todo peligroso el acceso al puerto o puertos en que se sostenga.

1. ° De aquí la precisión ab.soluba de que los buques que V. S. manda se conserven en situación adecuada para lograr la efectividad del bloqueo que sostiene, .salvo fuerza mayor verda­ dera que se lo impida; pues bai que tener pre.seute que es lejí- tima la violación de un bloqueo, en el momento que cesa esa efectividad.

2. ° La única escepcion lejítima de esta regla jeneral, e.s la que reconoce por cansa la ausencia accidental o temporal de los buques bloqueadores, dimanada do mal tiempo. Por

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consi-DOCUMENTOS INÉDITOS.

guíente debe considerarse como tentativa fraudulenta la que se baga para r omper el bloqueo, pr evaliéndose de la retirada acci­ dental de los buques que lo .sostienen.

12. Constituye violación del bloqueo la tentativa de en­ trar a un puerto bloqueado o salir de él. Pero puede verificarse esto último, es decir la .salida de todo buque neutral que lo ha­ ga en lastre o con un cargamento embarcado ántes del bloqueo o dentro del plazo fijado por V. S. Por consiguiente, no podrá V. S. apresar las embarcaciones neutrales que se hallen dentro de esas condiciones.

15. El buque neutral que se dirije a un puerto, no tiene obligación de saber que existe tal bloqueo sino después que se le ha notificado, i esta notificación ha de constar inscrita en el rol, o en otro de los documentos (pie debe llevar el buque. Por lo tanto, cuando una embarcación neutral se dirija al puer­ to (pie V. S. bloipiea, .sin couociniiento de ello, hará que el ofi­ cial que lo reconozca estampe en su rol esa notificación, dejando que la embarcación se dirija en seguida al punto ipio le con­ venga, per'áUio al bloipieado.

El capitán del buque a quien se notificque el bloqueo, dará recibo de la notificación, i en ésta ha de e.spresaise el dia, el paraje o la situación astronómica en que .se le hace.

El buipie a quien se notifica el bloipieo no puede ser vi.si- tado.

Si una vez estampada la notificación intentase meterse o se metiese el mismo buque en la zona del blocpieo, o metido en ella trata de tomar el puerto bloqueado o de comunicar con la costa enemiga, lo apre.sará V. S. con todo .su cargamento.

De lo cual se deduce, (jue una vez conocido de todo buque neutral la existencia del blocpieo, deberá V. S. apresar el cpie intente violarlo.

14. Notificada como lo está ya al Perú i Bolivia la declara­ ción de guerra, puede V. S. apresar todos los buques de esas repúblicas, ya de guerra o mercantes, con toda la propiedad enemiga que se encuentre a sus bordos, aunque se hallen fuera de la línea de blocpieo, i.auncpie ni intenten romper éste.

La parte de sus cargamentos que sea neutral, si no se compo­ ne de contrabando de guerra será libre.

15. Si por arribada forzosa, ya sea a caii.sa del mal tiempo, de falta cíe víveres, etc., qui.siere un buque neutral entrar en el puerto bloqueado, le permitirá V. S. que lo verificpue, prévia ju.stificacion ele la fuerza mayor cpie a ello le obliga.

Pero si el tal buque llevase contrabando de guerra, deberá V. S. hacer que lo deposite en el de su mando i en los demás cpie sostienen el bloqueo, o si lo prefiriese su capitán, obligarse éste por escrito a conservarlo a su bordo ha.sta su salida. En este caso, liará Y. S. ciue el respectivo documento sea lo mas esplí- cito posible.

16. Como délos antériores^artículos resulta que tendrá V. S. que ejercer el derecho de visita, paso a manifestarle la manera cómo ha de verificarlo, a fin de que no pueda surjir dificul­ tad alguna desagradable de semejante derecho, i si bien la lei de la guerra permite ejercerlo en todos los parajes, prevengo a

V. S. terminantemente que no lo ejerza sino en los parajes i

circunstancias que den fundados motivos de que, ejerciéndole, ha de resultar la confiscación del buque visitado.

La manera como debe proceder, es la siguiente:

1. ° Luego que se trate de reconocer i visitar un buque mer­ cante, la nave de la escuadra encargada de hacer el reconoci­ miento, largará el pabellón nacional, disparando un cañonazo sin bala, a cuya indicación debe el mercante detenerse para esperar el.reconocimiento i largar su bandera. Si no lo hiciese, deberá obrarse convenientemente hasta que lo haga.

2. ° Si desde luego se detuviese el mercante i largase su bandera, se quedará el de la escuadra a la distancia que se aprecie conveniente, segnn el estado del viento i de la mar, o según otras cuale.squiera circunstancias que no es posilile pre- veer, i contando siempre con la seguridad de la embarcación (lue se envie al reconocimiento.

llccomiendo a Y. S., en este punto, la mayor cordura, de mo­ do que pueda armonizarse en el acto de que se trata la mode­ ración con el ausilio (lue pudiera necesitar el bote que vaya al reconocimiento.

3. ° Luego de detenerse el buque mercante, se le enviará ’ un bote equipado con un oficial. Este, acompañado solo de dos

o tres hombres, subirá a bordo, i procederá a cerciorarse de la nacionalidad i de la clase del buque i de su carga, i de si se em­ plea o no en el comercio ilícito: esto es, si lleva artículos de contrabando de guerra. Para ello exijirá el oficial que el capi­

tán le presente la patente, la li.sta de la tripulación i los pape­ les de sanidad del puerto de salida, de cuyos documentos po­ drá deducir la nación a que pertenece i la lejitimidad de su i navegación.

Bi del antedicho exámen resultare que el visitador es neu­ tral i se dirije a jmerto también neutral, queda concluida la visita, i debe el oficial dejar en libertad al buque, sin proceder, al de la naturaleza de su carga, haciéndole constar en los pa­ peles del buque.

Si el buque reconocido se dirije a puerto enemigo, entónces el oficial, a mas del exámen de los dichos documentos, debe proceder a reclamar del capitán los que acrediten la naturaleza de la carga, i si de ellos resultase ([ue no hai en ella contraban­ do de guerra, queda terminada la visita i el biupie en libertad, haciendo también la anotación ántes espresada. Pero si de esos documentos apareciere Inexistencia a bordo de contrabando de guerra, procederá Y. S. a la captura del biupie, debiendo Y. S. tener entendido, (pie ni aun en este último ca.so puede Y. S. proceder a abrir escotillas, armarios ni cajones, con el objeto de ver si hai otros papeles ni mercancías sospechosas.

4. ° Es bien entendido que lo preceptuado en los párrafos de este artículo, en nada altera lo que le marcan a Y. S. lo que se lleva prevenido respecto al bloipieo que sostenga.

5. ° Debe Y. S. tener presente, por si circunstancias for­ tuitas le hacen separarse del bloqueo e ir sobre costa del país neutral, que el derecho de visita cesa en las aguas territoriales de semejante país; yo ya he prevenido a Y. S., en el artículo 10, que la estemsion de esas aguas e.stá marcada por el mayor al­ cance de la artillería de los buques de esta escuadra. Esto es, que dentro de esa estension no podrá Y. S. ejercer el derecho de visita.

6. ° Debo repetir a V. S. aquí lo que le prevengo en el úl­ timo párrafo del artículo 7. ° “ que es de la mayor importancia el exámen de la documentación del buque, puesto que esta do­ cumentación ha de ser la base sobre que se ha de fundar la va­ lidez o no validez de su apresamiento.'’

17. Si a consecuencia de la visita, fuese apresado el bu- c ue, el oficial se quedará con todos .sus papeles, dando recibo de ellos al capitán, i hará que éste lo ponga en vela hasta acercarlo al reconocedor, que entónces volverá a fachear.

Lu'ego que el visitado .se halle próximo, lo marinará Y. S. i prevendrá al oficial, a cuyo cargo haya de quedar, que proceda a formar inventario de todo lo que contenga el buciue, sellan­ do las e.scotillas luego deformado.

18. Deberá Y. S. conservar a bordo del buque capturado, sea mercante o corsario, los individuos que lo tripulan; pero tanto las mujeres como los niños, i en jeneral todas las perso­ nas que no pertenezcan al ejército o marina enemiga ni tengan conexión con ámbas armas, podrán desembarcar en el primer puerto a que recale el buque cle,spue.s de apre.sado.

Siendo de guerra el apresado, observará Y. S. la escepcion que prevenida queda, i si lo creyese Y. S. conveniente, podrá trasbordar una parte de la dotación, i hasta conducirla al puerto que también Y. S. juzgue conveniente, pero exijicndo promesa formal, por escrito, de que no podrán componer parte de la.de otro buque de guerra o corsario enemigo.

19. Para (que no tenga Y. S. duda alguna acerca de los artículos que consideran contrabando de guerra, además de los buques de las circunstancias marcadas en el artículo 6. es a continuación la enumeración de ellos:

Cañones, morteros, íusiles i toda especie de armas, así como toda clase de proyectiles, cureñaje, estopines, fulminantes, cápsulas, me(3has, pólvora, salitre, carbón de piedra, azufre, prenda cíe vestuario militar, correaje, silla de caballo i bridas, tienda de campaña i, en jeneral, todos los instrumentos u ob­ jetos fabricados para la guerra.

20. No ,se opondrá V. S. a la entrada o salida de los buque.s de guerra neutrales en el puerto que Y. S. blocpiea.

_ Por lo demás, Y. S. tendrá pre.sente, en jeneral, las prescrip­ ciones del Derecho de len te que dicen relación con el eistado de guerra, i especialmente aquéllas que se refieren a su ejerci­ cio en el mar.

Dios guarde a Y. S.

COENELIO SaAVEDRA. Al Comandaiite ea Jefe de la escu.adra. Capitán de Navio don Juan Willinrns

(5)

G U E R R A 'DEL PACÍFICO.

IV.

Envío <le trop.ií! p.ara el Norte, se pirtc iin l>uauc p.ara aconii)afi!uTa.s.

NÚM. 591,—MINISTERIO DE GUERRA I MARINA.

Santiago, A b ril 11 de 1879.

El dia 20 o 21 del corriente debe salir de Valparaiso una porción considerable del ejército con destino al Norte, embar­ cada en diverso.s vapores, contratados al efecto i convoyados por el A btao, i acaso por la Govadonga, si este último bu­ que está listo p,ara eutóuces. Como el movimiento de tropas de

ne .se trata es importante, conviene reforzar el convoi con uno e los buques de esa escuadra, que al instante despachará V. S. con dirección a Caldera. El buque que V. S. designe, sea la

Magallanes, sea un blindado, .sea cualquiera otro, quedará

listo en el puerto ántes e.spresado, para unirse al convoi i acom­ pañarlo hasta su destino, despnes de lo cual volverá a incorpo­ rarse a esa escuadra.

Para que el buque de que se trata .se una al convoi al paso de éste por Caldera, sedarán de aquí las instrucciones necesa­ rias, tanto al comandante del Abtao, como al que aguar-de en Caldera.

Conviniendo guardar reserva sobre el movimiento en cues­ tión, V. S. recomendará al comandante del buque que V. S. envie en comisión, recomendándole, finalmente, que tan pronto como arribe a Caldera dé avi.so de su llegada al Comandante Jeneral de Marina, por telégrafo.

Debo prevenir a V. S. que’ habiéndose contratado vapores de la Compañía Sud-Araericanapara el trasporte de la tropa, es probable que se divulgue la noticia del movimiento que se pro- jmcta, i acaso podria suceder que llegase a noticia del enemigo.

Esta circunstancia debe empeñar a V. S. a ser mas vijilante auu de la situación i niovimientos de los buques de la escuadra peni ana.

Dios guarde a V. S.

COBNELIO SAAVJ5DRA. Al Comanclantc en Jefe de 1.a escuadra.

V.

Im portantes iinstruccioiics dcl Ministro interino <Í

2

la Guerra don Antonio Varas al Goinandautc en .Jefe de la escuadra.

NÚM. 682.—MINISTERIO DE GUERRA I MARINA.

Santiago, A b ril 26 de 1879.

lie creido conveniente poner eii conocimiento de V. S., como Jefe de la escuadra, el pensamiento del Cobierno respecto de la guerra, apreciado esto en su estado actual i en las causa.s que la han provocado. Parecía indispensable determinar, vistos es­ tos antecedentes, el objeto que debíamos perseguir, dada la si­ tuación actual, así como preveer los otros objetos a que debía­ mos estendernos, ,si para dar actividad a la guerra desde luego, como nos importa, hubiere de emprenderse otras operaciones que precisaren, sobre todo al Perú, a mi combate, sea en mar .sea en tierra.

La violación del Tratado de 1874, es la causa de la guerra a Bolivia, violación que motivó la ocupación, por nuestra parte, del territorio de que Chile estaba en pose.sion ántes de 1866.

De la causa de la guerra se deduce su objeto, cual es con- •servar el territorio ocupado como piarte de Chile. Una vez reconocido por Bolivia nuestro derecho a ese territorio, la guerra no tiene razón de ser.

Atendida sn causa, la guerra no tiene el carácter de defensiva respecto a Bolivia. Debemos, pior consiguiente, con.servar i de­ fender el lerritorio ocupado. Para precisar a Bolivia a un reco­ nocimiento estable de este hecho, se ocupó, después que ella ..declaró la guerra, parte de su territorio al Norte de.Antofogasta i Caracoles. Deben pensarse i empilearse oportunamente, i en ocasión favorable, medidas análogas a la precedente, que obren como apremio sobro Bolivia.

Operaciones bélicas de otra clase no las acornsejan ni autori­ zan ni las causas ni el objeto de la guerra a Bolivia. Mas como debemos conservar i defender el territorio ocupado como parte

de Chile, vCl ejército de ocupación de Antofa.gasta debe esbar preparado i listo para resistir a las fuerzas bolivianas o perua­ nas si intentaren recuperarlo.

Para prescindir de esta actitud defensiva, seria necesario la aglomeración de fuerzas enemigas a las orillas del Loa, i que pi’olongándo.se la permanencia de éstas en esta situación de amago, hubiera ventaja en qne el ejército de Antofagasta fuera a atacarlo. Esta operación no es del presente, puede serlo de una época posterior si se realiza.n hechos que son posibles, que quizas están en via de realización, pero que hasta hoi no se han verificado.

En la situación actual de la guerra a Bolivia, i teniendo en cuenta sn objeto, solo se requieren operaciones militares de defensa i actos aislados de hostilidad, cuyos perjuicios o con- .secuencias puedan impulsarla a arreglos de paz.

La guerra del Perú tiene por causa su actitud beli ¡erante i hostil i el Tratado secreto con Bolivia, i por objeto obtener la revocación de dicho Tratado i seguridad para lo futuro. Al pre­ sente, en esta guerra, no se trata de mantener actos nuestros por medió de la fuerza; se trata de obligar al Perú a la ejecu­ ción de los actos indicados como objeto de la guerra.

A conseguir este resultado no eran conducentes operaciones terrestres. Aun alcanzando el éxito, su eficacia seria dudosa, porque solo se domiuariael territorio que se ocüpase. Exijirian un 'ejército mas numeroso que el que tenemos disponible o me­ dios superiores de trasporte. A esas operaciones quedaría tam­ bién ligada la escuadra, en cuanto solo podrían intentarse por mar. De este modo, la marina/nuestra principal fuerza de com­ bate, se convertiria en fuerza de defensa.

Las divisiones de invasión terrestre deberian marchar apo­ yadas en lo principal de la escuadra, i esto dejaría libre a la escuadra peruana para pre.star sus servicios en todas las costas del Perú i aun para hacer daños en las de Chile. Se optó, pues, como debia optarse, por las operaciones marítimas.

En este órden de operaciones, se ha tratado de realizar el bloqueo de Iquique, pa,ra privar al ■ Perú de sus entradas por salitres i especialmente para precisar a la escuadra peruana a biLscar a la nuestra en protección de los intereses peruanos ra­ dicados en Iquique.

Los resultados no han correspondido, porque, a mas de Tqni- qne, era necesario bloquear a Pisagua, Huanillos i Pabellón de Pica, o una estension de costa que exijia una reparación con- , siderable de nuestros buque.s, lo que liabia permitido a la es­ cuadra peruana atacarlos en detalle. El salitre que no .se es­ portaba por Iquique, se estrala, aunque con mayor demora i costo, por otros puntos. Pa.ra privar al Perú de recursos con el bloqueo, eran menester roas elementos marítimos que los que tenemos.

Además, el bloqueo fijaba nuestra escuadra en Iquique i nos irapedia valernos de ella en operaciones en que podia esperarse resultado.

Como el bloqueo de Iquique no ha bastado para obligar a la e.scnadra peruana a buscar a la nuestra, .se ha ideado la ocu­ pación de Iquique por una división de nuestro ejército. Mas Iquique no es puerto militar ni ofrece ningún jénero de recur­ sos al ejército inva.sor, es preciso que éste lo lleve u obtenga todo de afuera. E.sa ocupación no puede ser considerada como permanencia en territorio enemigo, será transitoria, i como nada puede ¡sacar el ejército del lugar qne ocupe, tendrá que ser pro­ visto por mar. La división de ocupación necesitaría ta.mbien .ser protejida contra la escuadra jrernana. Por consiguiente, nuestra escuadra quedaría ligada a las operaciones terrestres, i nuestra principal arma de combate convertida en arma de de­ fensa; i esa operación de dudosa eficacia nos trabaría en la.s operaciones de la guerra.

El resultado del bloqueo de Iquique aconseja no persistir en él i dar a. la marina otro empleo.

Si el provocar a la escuadra peruana a buscar a la nuestra, fué uno de los fines del bloqueo de Iquique, es mas eficaz, a ese fin, el bloqueo del Callao. .

B.ste bloqueo, establecido cuando se sepa qne todos los bu­ ques de la escuadra peruana están en el Callao, priva desdo luego al Perú de los servicios que sn escuadra le presta. Esto solo es una gran ventaja. Cuando el encierro de la escuadra enemiga en el Ca.llao .so prolongue algunos dias, el Gobierno se sentirá humillado ante la opinion, i se decidirá a hacerla salir para que obligue a la mie.stra a levantar el bloqueo. Así se ob­ tendrá, i mas pronto, el combate naval que se quería alcanzar con el bloqueo i ocupación de Iquique.

(6)

DOCUMENTOS INÉDITOS.

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Miéntras dure el bloqueo del Callao, podrá mantenerse el bloqueo de Iquique con los buques de segundo órden que que­ dan acá, el Covadonga, Áhtao i Tolten, pues aquel bloqueo in­ habilita a los buques peruanos de mas fuerza que pudieran combatirlos.

El bloqueo del Callao inutilizará la escuadra del Perú i la precisará a un combate naval, en el cual, si somos mas fuertes, tenemos probalidades de triunfo. En la guerra, lo que es real­ mente probable es lo que debe buscarse.

En la situación actual de esta guerra, bloqueado el Callao, debe esperarse el resultado de este bloqueo para trazar las operaciones ulteriores. No hai por ahora otra resolución que anticipar, sino es la de adquirir nuevos elementos para el caso de que se prolongue.

Mas, tanto la guerra cuii Bolivia como la guerra con el Perú, nieden desarrollarse i tomar proqjorcioues que obliguen a Clii- e a señalar algún otro objeto mas a la guerra, i lo precisen a invadir u ocupar el territorio enemigo, estos eventos debe tenerse presente el siguiente; no es inverosímil que Bolivia llegue a aliarse con Cliile a condición de que Chile la apoye para agregar a Arica i Tacna a su territorio.

En una guerra, cuyo desarrollo i proporciones ulteriores no conocenios, no debe pre.scindirse de tentar ese medio de roni- jier la alianza de Bolivia o el Perú. Pero esto exijirá siempre algún tiempo; i si podemos entendernos con el Perú ántes de que nos hayamos ligado a Bolivia, por tratado deberíamos ha­ cerlo. No es interés chileno que Bolivia posea a Moquegua i Puno; i solo por un interés chileno debemos hacer la guerra.

En vista de esa eventualidad, debemos pensar en aumentar nuestra marina i en adiestrar i disciplinar tropas que, llegado el caso, aumenten el ejército de operaciones.

En órden a la guerra en su estado actual, lo espuesto es el plan que debemos trazarnos.

De la esposicion precedente,' resulta que la operación que creemos mas indicada como inmediata esel bloqueo del Callao, que quedará siempre sujeta a la operación que debe hacerse de los elementos que contamos para ella, i de sus resultados probables. Pero si ese hloipieo, que tendrá por principal objeto provocar a la escuadra peruana a buscar a la nuestra, sea para romperlo o para obligarnos a levantarlo, no diese resultado pa­ sado un cierto tiempo, seria del caso deliberar si un desembar­ que en Iquique, para combatir al ejército, peruano, no podria verificarse, no con el propósito de ocupación permanenio sino de provocar un combate que nos fuese favorable. Sobre estos dos puntos capitales me ocuparé en nota especial. En la pre­ sente solo he tenido por objeto indicar a V. S., mas o ménos, el ])lan de operaciones que parece debe seguirse si es que, aprecia­ dos los elementos bélicos con cxue contamos por los que los tienen a su cargo i dirección, puede verificarse con éxito.

Dios guarde a V. S.

An t o n io Va r a s.

VI.

Consideraciones sobre el i>lau de oi»eraciónes que debe adop tarse: el bloqueo del C.allao o el <lcsembarco en Iquique con uu cuerpo de ejército.

NÚM. 691.—MINISTERIO DE GUERRA I MARINA.

Santiago, A bril 25 de 1879.

Refiriéndome al telegrama que dirijí a *V.'S. con fecha de ayer, a mi nota de hoi, señalada con el número 682, i al me­ morándum adjunto a este oficio, juzgo todavía conveniente ha­ cer a V. S. algunas consideraciones acerca de los dos puntos primordiales de que en e.sos documentos se trata: el bloqueo del Callao i el desembarco en Iquique con un cuerpo de ejército.

El primero de esos proyectos, es .sin duda, el que parece de realización ménos dificultosa, el que corresponde estimar a V. S. mas inmediatamente, como que debe ejecutarse solo con las fuerzas navales de su mando, i, eii concepto del Gobierno, el que acaso podria dar un resultado ]|mas importante en la guerra con el Perú. Como yá lo he espresado a V. S. en otras comunicaciones, el bloqueo del Callao es seguramente la pro­ vocación mas directa para obligar a la escuadra peruana a presentar combate a la nuestra; i, en todo caso, será el mejor meaio de impedir que desde aquel puerto, centro principal de los recursos del Perú, se despachen, sin estorbo alguno, las es- pediciones parciales de naves enemigas que vienen a la costa del Sur conduciendo ausilio de hombres i de toda clase para

ife '

el ejército que defiende a Iquicpie i a los demás puntos vecinos. Por otra parte, después de nuestros actos en Huanillos, Pa­ bellón de Pica o Pisagua, aquellas espediciones podriau tomar un carácter de amenaza conti-a nuestros indefensos puertos, i esto seria una razón mas, mui digna de tomarse en cuenta, para decidirse por el bloqueo del Callao, abandonando el in­ fructuoso de Iquique. Si al abrir las hostilidades contra el Perú pudo estimarse que el bloqueo de ese último puerto seria bas­ tante para determinar a la escuadra enemiga a librar combate a la nuestra, la esperiencia ha demostrado sobradamente que se­ mejante hecho no tendrá logar, i que ya es oportuno buscar un estímulo mas poderoso para lograr el fin que V. S. ha deseado desde el principio.

lla i aun otra consideración que debe inducirnos a buscar una solución de la cuestión de mar, que es esencial en la presente guerra. En eso, la consideración de tiempo, la inactividad puede sernos fatal i, en todo caso, nos será perjudicialísima. Sabe V. S. mui bien, que si dilatando las operaciones de la guerra podríamos aumeutar i perfeccionar las condiciones del ejército, es mui dudosa la posibilidad de que alcancemos venta­ jas análogas para nuestra fuerza naval. Son obvias las dificul­ tades que ofrece la adquisición de naves de guerra; i aun cuan­ do, en jeneral, el Perú tropezará también con inconvenientes a ese respecto, ha estado, no obstante, en mejor situación que Chile para pi'ocurárselas. No significa esto que se acepte por nuestra parte, como verdadero, el rumor público do haber el Perú adquirido una nave poderosa, pues no se tiene en ese punto seguridad o fundamento sólido; i solo hago mención co­ rno de asunto probable de que el Perú pueda adquirir buques u otros elementos navales con ménos dificultad que Chile.

No obstante lo que dejo espnesto a V. S. acerca de los moti­ vos que parecen aconsejar el bloqueo del Callao, el Gobierno está, ,siii embargo, léjos de indicar a V. S. esta medida para que sea llevada a cabo inmediatamente por la escuadra de su man­ do. Sin entrar en apreciaciones técnicas, que naturalmente son de la couqietencia de V. S. i de los jefes que están bajo sus órdenes, acerca de la ejecución de la medida de que se trata, el Gobierno comsidera que ella pre.senta dificultades mas o iné- nos graves i que no podria precederse a realizarla sin que la precediera un atento exáineu por parte de V. S., no solo por lo que atañe a los medios de que V. S. dispone para el objeto, sino por lo que se refiere a las consecuencias inmediatas i ul­ teriores a la guerra. Efectivamente, el Gobierno no podria mé- nos de subordinar la operación que propone, a la naturaleza i a la eficacia de los elementos con íjue la escuadra cuenta, i deferir, en la apreciación de ellos, el concepto que V. S. se hubiese formado sobre el particular en el campo mismo de la acción.

Creo haber espresado a V. S., con suficiente claridad, cual es el pensamiento del Gobierno sobre el bloqueo del Callao, i pa.saré ahora a tocar la cuestión del desembarque de Iquique, idea que también se ha tratado en las comunicaciones citadas al principio.

, En esas comunicaciones puede ver V. S. los diferentes aspec­ tos bajo los cuales se ha considerado esa proyectada operación bélica, i la parte que en ella corresponde tomar a la e.scuadra. Si el bloqueo del Callao requiere ser sériameute estudiado án­ tes de emprenderse, el ataciue de Iquique, por un ejército do desembarque apoyado por la escuadra, es aun asunto de mas atenta consideración o ipie exije elementos i aprestos especiales. Admitiendo, pues, que se acordase esta operación, ella no po­ dría, por tanto, verificarse sino dentro de uu tiempo suficiente para asegurar un buen éxito. .Para esta empresa en que la es­ cuadra deberla desempeñar asimismo un papel principal, V. S. tendriaque adoptar con la anticipación necesaria todas las medi- das conducentes a su buen resultado. Pero, sobre todo, V. S, deberla manifestar su opinión sobre el ataque, principalmente en todo lo que se refiera al concurso que la escuadra debe pres­ tar para que él pueda realizarse.

Aun en el supuesto de que se optase por la ocupación de Iquique, la preparación de.ese acto, como ya he indicado a V. S., demandaria un e.spacio de tiempo mas o ménos largo, pero que no me es dado fijar en este momento. Con todo, creo que seria suficiente para que la escuadra de .su mando e.stableciese el blo­ queo del Callao, .si V. S. creyese que esta operación, según lo manifestado mas arriba, era conveniente para la consecución del fin de la guerra.

Dios guarde a V. S.

An t o n io Va r a s. Al Oom&ndante en .Tefe de la e.scuadra don J. 'Williams Rebolledo.

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G U E R R A D EL PACÍFICO.

O B S E R V A C IO N E S A L M E M O R A N D U M D E L S E Ñ O R M I N IS T E O D E R E L A C I O N E S E S T E R I O R E S .

COMANDANCIA JENERAL DE LA ESCUADRA. /

Bloqueo del Callao.— El bloqueo del Callao i de la escuadra

peruana con el material que constituye la escuadra chilena, amparada la primera por las fortificaciones de aquel puerto, miéntras la segunda se tendría que conservar en son de comba­ te, importarla dar al enemigo todas las ventajas posibles, i comprometer, en consecuencia, mas allá de lo qne aconseja la prudencia, la suerte o porvenir de la República, lo que paso a demostrar.

Establecido el bloqueo en la forma indicada, tendríamos a la escuadra peruana, compuesta de dos blindados, dos monitores (estos cuatro bucjues con poderosa artillería), una corbeta bien artillada i una cañonera. Estas fuerzas, que se encontrarian en sus propias aguas i con todos los recur.sqs nece.sarios a su buen servicio, se conservarían a la defensiva, protejidas como ya lo be manifestado, por las poderosas baterías del Callao, acechando, como es de suponer, el momento de un ataque o de una celada con torpedos u otros medios, o bien dando tiempo a qne el enemigo se debilite en .su material (que lo conoce tan bien como nosotros), i lo peor de todo, tratando talvez de conseguir que el espíritu que alienta al personal chileno se abata o decaiga pol­ la impotencia de su situación.

La escuadra bloqueadora, entre tanto, estaría formada de dos blindados, tres corbetas (todas con ,sus calderos en mal estado) i de una cañonera, puesto que el vapor Á htao i goleta Cova-

donga se necesitarían po,ra continuar el importante bloqueo de

Iquique. Estos buques tendrían que estar constantemente sobre todos sus fuegos, para en un momento dado levantar el vapor necesario para el andar máximo de todos ellos— lo contrario seria peligroso.

Las tripulaciones se veriau obligadas a permauecer en una vijilancia permanente a fin de prevenir nn ataque, o bien cvitar ima sorpresa— que es mui po.sible que no se intentasen, pero que se debe aguardar.

Aparte de todas csta-s consideraciones, bai también otra >de órden inferior que es necesario tener mui presente, por ejem­ plo: el trasbordo de combustible en alta mar, con todas las di­ ficultades que presenta esta faena a la vista del enemigo; repa­ raciones parciales en las máquinas, que el buque en mejor condicion, pero obligado a un con.stante servicio, necesita de vez en cuando; el trasbordo de víveres, pertreclios, etc., i diferen­ tes otros inconvenientes que considero innecesario enumerar.

Dada esta situación de ámbas escuadras, creo deja.r demos­ tradas las infinitas circunstancias que favorecen a una respecto a la otra.

r e s u l t a d o s:

En primer lugar, el bloqueo efectivo seria imposible, dadas las ventajas de la bahía del Callao para el enemigo, desdo que cuenta con dos entradas, lo que baria ineficaz el propósito per­ seguido por la escuadra bloqueadora.

Segundo: dada la situación anterior, los buques de la marina peruana podrían en todo tiempo burlar el bloqueo establecido por las fuerzas chilenas, lo que nos espondria a una sorpresa, • o nos podria obligar a suspender el bloqueo, pues no seria

prudente destacar"uno o mas buques en persecución del buque o buques enemigos qne se hicieran a la mar.

Tercero: su.spendido el bloqueo por alguna de estas causas, o cualquiera otra de las muchas que pudieran sobrevenir, ten­ dríamos, como consecuencia de esta medida., qne sus efectos .se­ rian perniciosos en el ánimo de los tripulantes de la escuadra,

de efectos trascendentales en los países belijerautes. En conclusión i como regla aceptada, jamás debe establecerse un bloqueo con fuerzas iguales o aun superiores, cuando el enemigo se encuentra protejido por las baterías de un puerto bien fortificado, como en realidad se encuentra el Callao.— Ejemplo: Cron.stad, Cbarleston, Wellingtou i otros casos re­ cientes cu que jefes audaces i e.sperimentados fueron impoten­ tes para lograr su objeto.

Como las medidas que basta hoi se han tomado para provo­ car a la escuadra peruana ajin combate lian resultarlo inefica­ ces, i considerando que esté órden de cosas debe tener un término, es pues indispensable adoptar algún otro camino que

nos permita conseguir el fin que se persigue.- Para llegar a este resultado, no diviso otro medio que el de ir a bu.scar al enemigo al Callao i comprometerlo a nn combate por algún acto de hosti­ lidad o de violencia, pero del todo estraño al propósito de nn bloqueo i a las formalidades consiguientes a este acto.

También creo que si se piensa sériamente en la ocupación de Iquique, es probable que la guerra tome una nueva faz, obli­ gando al Perú a cambiar radicalmente su actual política da ofertas i vacilaciones. Es indudable, que e.sta ocupación traería, como consecuencia ine-vitable la caida de Prado i elüespresti- jio de su ejército.

A bordo del blindado Blanco Encalada, frente a la rada de iquique, Mayo 9 de 1879.

J . W iL L A M S Re b o l l e d o.

Y ll

Instraceioncs ni Coiiiandaiitc cii Jefe de In escuadra referentes al salitre i bombardeo de plazas indc- fcusas.

NÜM. 718.—MINISTERIO DE GUERRA I MARINA.

Santiago, A b ril 26 de 1879.

Con el fin de que V. S., al bostilizo.r con la escuadra de .su mando a la.s repúblicas del Perú i de Bolivia, proceda en la mejor manera con rc.specto a los neutrales i ajustándose a las prescripciones del derecho moderno, sin qne por ello dejemos de hacer uso de todo,s los medios lejítimos para lograr el fin do la actual guerra, be creido oportuno hacer a V. S. las siguien­ tes observaciones:

1. En la nota que este Ministerio dirijió a V. S. con fecha 5 del presente, acerca de la manera cómo debia precederse en los casos de bloqueo, apresamientos i visitas de naves i confis­ cación de artículos de contrabando de guerra, se comprendió el salitre en la enumeración de estos artículos.

V. S. no ignora que las naciones marítimas no están de acuerdo acei-ca de las mercaderías qué merecen coloca.rso bajo aquella denominación, i qne por este motivo, el catálogo délos artículos de contrabando ha variado en las diversa~s épocas, se­ gún el u.so mas o ménos directo que de ellos puede hacerse para la fabricación de elementos bélicos i en las artes de la paz.

El salitre se encuentra en esta situación dudosa; i como el haberlo incluido en las listas do los artículos de ilícito comer­ cio, pudiera inducir a V. S. a atribuirle este carácter de un modo absoluto, he juzgado necesario manifestarle que el refe­ rido artículo solo debe considerarse contrabando de guei-ra por accidente. Las circunstancias harán ver a V. S. en qué casos el salitre debe reputarse merca.dería lícita i en cuáles nó.

2. El otro punto bácia el que deseaba llamar la atención do V. S ., era el bombardeo de plazas indefensas. V. S. conoce cual es la práctica en la guerra, civilizada acerca de la materia. Por nuestra parte, ea la lucha que sostenemos con el Perú i Bolivia, no debemos emplear e.se recunso como .simple medio de ataque para obligar al enemigo a acceder al objeto de la guerra. Es ese uu recurso estreino i doloroso, a que no apelan las naciones modernas sino en raros c<asos.

Pero esta recoraendarion no es absoluta; pues si las naves ríe la escuadra fuesen atacadas desde tierra, V, S. tendrá el deber de rechazar la agresión bombardeando la plaza, aunque no esté debidamente fortincada. La grave responsabilidad de este acto caerá sobre los qne provocan una jn.sta defensa, pre­ tendiendo e.scudarse tras de una población inerme.

A.simisrao, el bombardeo de una plaza puede resultar como uu accidente inevitable en el encuentro de la escuadra con las fuerzas navales enemigas, i, en semejante circunstancia, no po­ dría dudarse de su lejitimidad.

Por lo demás, siempre que lo consientan el tiempo i la natu­ raleza de las cosas, debe manifestarse la intención de bombar­ dear la plaza.

Dios guarde a V. S.

An t o n io Va r a s. Al Oomaudantc en Jefe de la escnadra.

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DOCUMENTOS INÉDITOS.

v i i r .

Inconvenientes de las publicaciones por la prensa de documentos oücialcs i correspondencias de la escua­ dra que puedan conipcometcr el éxito de la guerra.

NÚM. 755.—MINISTERIO DE GUERRA I MARINA.

Santiago, A bril 29 de 1879.

En uno de los diarios de Valparaiso, Eo M e r c u r i o , han prin­ cipiado a ver la luz pública correspondencias que se dicen es­ critas por personas que se hallan a bordo de uno de los buques de la escuadra, líl objeto especial de esa.s correspondencias es dar a conocer todos los actos que la escuadra ejecuta con mo­ tivo de la presente guerra; pero ellas entran también a referir, con pormenores circunstanciados, muchos otros asuntos del servicio interior de cada buque, que es imprudente dar a cono­ cer al enemigo en las actuales circunstancias, sin tener por lo demás Ínteres alguno para el público, como simple noticias.

Si esas correspondencias no partiesen de una persona que navega a bordo de la escu.adra misma i que por este motivo re­ visto cierto carácter oficial e inspiran mayor crédito, no habria para qué ocuparse de ellas ni merecerían mas atención que la que se presta a las publicaciones ordinaria.s de los diarios. Mas el oríjeu i procedencia que se les atribuye, me induce a llamar sobre el particular la atención de V. S., a fin de que puedan precavérselas consecuencias desagradables i aun graves que po­ drían derivarse de revelaciones inoportunas o indiscretas.

Entre otros hechos de que hacen mención las citadas corres- pondencia.s, hai algunos que implicarían faltas en el servicio del rancho i que manifestarían que los contadores o funciona­ rios superiores no atendiaii con la solicitad deseable los deberes de su cargo. Sin dar crédito a esa .aseveración, citada como ejemplo, me limito solo a ob.servar que habria conveniencia en que cada empleado de a bordo, dentro del círculo de sus atri­ buciones, procurase cunqilir coa su deber, contribuyendo al buen éxito de la causa que se defiende, i que no la hai eu hacer pu­ blicaciones que acaso podrían comprometer e.ste éxito o menos­ cabar la disciplina.

Dios guarde a V. S.

An t o n io Va r a s. Al Comandante en Jefe de la escuadra.

NÚM. 1,129.—MINLSTERIO DE GUERRA I MARINA,

Santiago, Junio Id de 1879.

líu otra ocasiou tuvo este Miuisterio oportunidad de llamar la ateuciou de V. S. acerca de ciertas correspondencias que se enviaban a los diarios por personas existentes a bordo de la escuadra. Con ese motivo, V. S. manifesté que ya se habia preocupado de ese asunto i, al efecto, trasmitió a este Ministe­ rio una órden del dia que habia espedido para impedir que los oficiales que están bajo sus órdenes pudieran dar a la publici­ dad noticias u opiniones inconvenientes acerca de los asuntos del servicio.

Sin embargo, las correspondencias han continuado publicán­ dose, tanto en los diarios de Valparaiso como eu los de esta ca­ pital, i, según parece, redactadas por personas embarcadas eu la escuadra con el especial carácter de corresponsales. Las úl­ timas correspondencias, que se refieren a las operaciones de la escuadra eu. la segunda quincena de Mayo i en los primeros dias del corriente me.s, .son todavía mas indiscretas de lo que habían sido hasta ahora. En ellas se han irublicado los detalles que V. S. mismo recomendaba al Comandante Jeneral de Ma­ rina en reserva, junto con otros hechos i circunstancias dignas de callarse.

Para poner- término a este enojoso proceder, que podría acar­ rearnos, en un caso dado, graves contrastes, conviene prolilbir en absoluto, a bordo de la escuadra, la presencia de esos corres­ ponsales, o el que se euvien las correspondencias por oficiales o funcionarios de los buque.s, de cualquiera especie que sean. Este será el medio de poner a la escuadra a cubierto de todo accidente desagradable, ocasionado por la imprudente revela- V t 'r ' ujj' - cion de su estado o de sus propósitos.

' Este Ministerio confia eu que V. S tornará las medidas ne- cesarlas para el fin indicado.

Dios guarde a V. S.

B . Ur r u t i a. Oamaadaate en Jefe de la escuadra.

t . : To m o y.— 2

M U '

NÚM. 616.—MINISTERIO DE GUERRA I MARINA.

Santiago, Alarzo 6 de 1880.

Por conducto de la Comand.ancia Jeneral de Marina .se ha recibido en este Ministerio el oficio de V. S. relativo a una pretendida carta de un oficial del Cochrane, publicada por don B. Vicuña Mackenna en los diarios bajo el título de “ Bloqueo de Ventanas.”

Este Ministerio ba creido mni acertada la medida de V. S., por la cual ha mandado averiguar qué oficial es el autor de la referida carta. De la investigación solo ha resultado que nin­ gún oficial acepta la responsabilidad de semejante documento; i aun cuando e.sto bastarla, hasta cierto punto, para desautori­ zarlo, ello no prueba, sin emljargü, <[ue la carta no baya sido e.scrita por algún oficial dé aquel buque.

Con este motivo, i uo obstante que V. S. se ha propuesto im­ pedir que los oficiales do la e.scuadra euvieii a la preu.sa artícu­ los apreciativos de las operaciones de hi campaña., lie estimado oportuno recomendar a V. S. que no omita dilijenciapara con­ seguir este fin, i (que, asimismo, reprima con toda la severidad posible a los culpables de esas qmblicaciones, que sin tener co­ nocimiento completo de la situación de l.as cosas hacen aprecia­ ciones eri-adas o dan noticias indi.scretas o perjudiciales a los iuterese.s de la camqjaña.

Dio,s guarde a V. S.

Jo.sÉ

A . Ga n d a r i l l a s. Al Comaudante en Jefe de la e.seuadra.

NÚM. 3,142.—MINISTERIO DE GUERRA I MARINA.

Santiago, Octubre 21 de 1880.

En el diario de Valparaiso titulado E l M e r c u r i o han vi.sto la luz pública, el dia 19 del presente, innchos de los documen­ tos que V. B. ha dirijido a este Ministerio por el último vapor. Esos documentos son los partes oficiales de lo.s bombardeos de Chorrillos, Ancón i Cliancai, los referentes al desembarco de tropas peruanas en la i,sla de San Lorenzo i demás .sucesos ocurridos eu la rada del Callao el 16 de Setiembre último i una parte del sumario indagatorio acerca de la pérdida de la goleta Covadonga. Es probable (que se liayan publicado o que se publiquen en breve otros documeutos emanados de la ma­ yoría de la escuadra o de los arcliivo.s de los buques que están bajo el mando de V. S., qmes este Ministerio tiene noticias de que la administración de arqnel diario ha recibido copias exac­ tas de las últimas corre.spondencias que esa e.scnadra ha man­ tenido, ya con el Gobierno, ya con los comandantes de los bu­ ques, ya con otras autoridades.

Desentendiéndoine, por ahora, de los documeutos oficiales que se me asegura se hallan en la imprenta de E l M e r c u r i o ,

queda el hecho indudable de la publicación, en ese diario, de notas i documentos que solo este Ministerio era dueño de en­ tregar o no a la publicidad. Está también fuera de toda duda, que las copias recibidas por dicha imprenta le han sido remi­ tidas de la escuadra misma, sea por empleados de la mayoría, sea por comandantes u oficiales de los buque,s, sea por unos i otros o con su consentimiento.

Mas, cualquier,a que haya sido el conducto por donde los documentos referidos hayan venido hasta las columnas de un diario, la re.spousabilidad del hecho cae sobre todos los que tienen intervención en el manejo de la corre.spondencia; i es menester (que V. S. haga qiracticar las investigaciones del caso para esclarecer la parte, mas o ménos directa, que a cada cual corresponda, i para determinar, en coirsecuencia, las medi­ das de represión que deben adoptar,se.

Desgraciadamente, no es esta la quámera vez que e.ste Minis­ terio ha tenido que dirijirse al Jefe de la escuadra durante la actual guerra para poner atajo a la punible indiscreción de los individuos que enviaban correspondencia a los diarios^ o las graves ialtas de disciplina de los que se apoderaban franca o subreqrticiamente de documentos oficiales para darlos a la qmblicidad. Ya se ejecuten estos actos con dañada intención, ya por falta del mas elemental criterio, siempre es necesario que V. S. les ponga eficaz remedio, adoptando las medidas de rigor que estime necesarias o proponiendo a este Ministerio las que V. S. uo se considere autorizado para dictar por sí mismo.

Dios guarde a V. S.

M. G a r c í a d e l a H u e r t a . Al Comandante en Jufe de la escuadra.

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10 G U E R R A DEL PACÍFICO.

NÚM. 1,349.—COMANDANCIA EN JEFE DE LA ESCUADRA.

Iquique, Noviembre 19 de 1880.

Señor Ministro;

Acompaño a V. S. el informe dado por el Mayor de órdenes de la escuadra a su nota número 3,142, referente a la publica­ ción de ciertos documentos oficiales en la prensa de Valpa­ raíso.

Como verá V. S. en dicho informe, el jefe que lo suscribe asegura que jamás se liau sacado copias de los documentos ofi­ ciales del archivo de la mayoría de la escuadra, ni franca ni .subrepticiamente, i no bai motivo para dudar de lo que ese jefe asevera.

Es efctivo que la correspondencia publicada formaba parte de la que conducía el trasporte Lamar, que zarpó del Callao el 1. ® de Octubre i que fué abierta a bordo del vapor Abtao en pre­ sencia del señor Ministro de Cnerra i Marina en campaña i del que suscribe i devuelta en seguida al contador del trasporte.

Respecto a las correspondeueia,s particulares que con tanta frecuencia aparecen en la prensa diaria, e.sta Comandancia ha hecho cuanto está a su alcance para reprimir ese abuso; mas, publicándose siempre anónimas, es imposible descubrir a sus autorc.s, i las únicas per.sonas que podiaii dar luz sobre este punto se encuentran escudadas por la lei de imprenta.

Me es grato decir a V. S. que esas faltas de disciplina, en cuan­ to se ha podido descubrir, solo han sido cometidas por aquellas personas que propiamente no pertenecen al cuerpo de marina i que han ingresado a él solo por el tiempo de la guerra.

En conclu.sion, debo decir a V. S. que miéntras no se dicte una lei que prohiba la publicación de todo asunto concerniente a la guerra, sin el permiso de la autoridad o que obligue a los editores de los diarios a descubrir al autor de esos artículos, el Jefe de la escuadra o del ejército no impedirá nunca que la prensa sorprenda los asuntos mas reservados, como V. S. pue­ de mui bieu juzgar por lo que sucede con frecuencia con los asuntos de igual naturaleza que salen a luz de los ministerios i auu de las cámaras lejislativas.

Lo que digo a V. S. en contestación a la nota citada. Dios guarde a V. S.

Ga l v a b i n o Ri v b r o s. ALsefíor Ministro de Marina.

MAYORÍA DE ÓRDENES DE LA ESGU.ADRA I COMANDANCIA DEL “b l a n c o e n c a l a d a. ”

Iquique, Noviembre 18 de 1880.

Señor Comandante en Jefe;

Los documentos a que se refiere el señor Ministro de Mari­ na en la nota anterior i publicados en ElM e r c u r i o del 19 de Octubre, fonnanban parte de la correspondencia que conducía a Valparaíso el vapor Lamar, que zarpó del Callao el _1. ® de Octubre. Esa correspondencia, según be .sabido, fué abierta en Arica pava darle lectura al señor Ministro de Guerra i Marina en campaña, i me parece mui probable qiie de esa . circunstan­ cia se haya aprovechado para sacar la copia que aparece en El

M e r c u r i o . _ . ,

Lo que puedo asegurar a V. S., es que dcl archivo de la Ma­ yoría de la escuadra no se han tomado esas copias, pues, corno es natural, jamás se ha pennitido copiar documento alguno oficial, i tengo la convicción de que tampoco nunca se han sa­ cado copias subrepticiamente.

Como Comandante del Blanco Encalada, bago también la misma aseveración de que jamás .se han enviado a la prensa do­ cumentos oficiales pertenecientes al archivo del buque o que pudieran haber sido copiados de él.

En cuanto a la corre-spondencia privada, publicada en los diarios de Chile, basta su lectura i el modo de apreciar los he­ chos, para convencerse de que los autores de esas coiTespon- dencias no eslán en po.se^ion de documentos u otros datos oficiales que les sirvan p.ara formar nn juicio cabal de las di­ ferentes operaciones que ha tenido qne emprender la escuadra. Con lo e.spue.sto, creo dejar informada, por lo que a mí me corresponde, la nota del señor Ministro de Marina que V. S. se ha .servido trascribirme.

Dios guarde a V. S.

L u i s A. C a s t i l l o . Al señor Contra Almirante, Comand.ante en .Jefe de la escnadra.

NÚM. 3,G33.—MINISTERIO DE G U E R R A ! MARINA.

i Santiago, Noviembre 27 de 1880.

Por la nota de V. S., número 1349, de 19 del actual, quedo impue.stq de la vijilancia que se guarda a bordo para evitar la publicación de documentos oficiales.

Pero como a pesar de esta vijilancia las publicaciones se repiten, como ha sucedido últimamente a propó.sito de la e.spedicion Lynch, cuyo.s documentos no solo no han sido dados a la prensa sin la anuencia del Ministerio, sino aun á.ntes do que hubiesen llegado a mi poder, me veo en el caso de tomar algunas medidas para las cuales exijo el mas estricto cumpli­ miento.

Imparta V. S. órdenes terminantes para que no se admita a bordo de la armada nacional a persona alguna ajena al servició de la marina, sino cuando lleve comisión especial del Gobierno, completamente comprobada para evitar una impostura.

Por lo demás, dejo a la discreción de V. S. las re-stantes me­ didas que juzgue oportunas para alcanza,r la. debida reserva, durante las operaciones que so comienzan, i pa,ra estar en ap­ titud de poder haber al culpable para inflijirle un ejemplar castigo en caso de repetirse los actos de que me ocupo.

Dios guarde a V. S.

M. R e c a b á r k e n . . A l Comandante en Jefe de la escnadra.

IX.

El Comandante en .lefe de la e.scnadra don Juan William.s Kebolledo no eomnníca al Golúcrno su plan de operaciones sobre el Callao.

NÚM. 1,038.—MINISTERIO DE GUERRA I MARINA.

Santiago, M ayo SI de 1879.

En la nota que V. S. dirijió a este Ministerio con fecha 10 del actual, contestando la que le fué pasada el 2.5 de Abril úl­ timo sometiendo a su consideración la,s ideas del Gobierno res­ pecto dcl plan de operaciones que podria adoptarse en la guerra que .sostenemos contra el Perú i Bolivia, V. S. se pronuncia por la ocupaciou de Tarapacá, considera que el bloqueo del Callao será una operación que no debe emprenderse por ahora i piensa que la escuadra no debe dividirse.

En notadirijida el 14, también del actual, al Comandante Je­ neral de Marina, V. S. comunica qne va a emprender el blo­ queo de Arica. Debia suponer que esta operación se ejecutaba de acuerdo con el Jeneral en Jefe del ejército del Norte, quien también so habia pronunciado por la ocupación de Tarapa,cá, una vez que se le enviara el refuerzo de tropas i municiones que solicitaba.

V. S., sin embargo, se ha dirijido privadamente, con fecha 15 del corriente, al señor Enlojio Áltamirauo, Comandante Jeneral de Marina, haciéndole saber que es falso todo lo que se dice en la nota oficial en que se le anunciaba el próximo bloqueo de Arica con parto de los buques de la escuadra; agrega en su car­ ta que sus propósitos son otro.s, i termina pidiendo al señor Altainirano comunique al Gobierno el contenido de dicha car­ ta, pidiendo se le e.scuse por no participar oficialmente su pro- pósito.

Este procedimiento ha creado a este Ministerio uua rara si­ tuación, de.sde que no sabe adonde d irijira V . S. comunicación alguna. Ha salido V. S. de Iquique con el grue.so de la escua.- dr<a el 15 del actual dejando allí dos de nnestro.s mas débiles buques, uno de los cuales ha sucumbido en glorioso combate. Suspendido el bloqueo de Iquique, se ha reforzado el enemigo i el Huáscar lia bombardeado a Antofagasta, bien que sin cau­ sarle daño alguno.

El Gobierno, como debe presumirlo, se encuentra en una pe­ nosa incertidumbre. Ignorando el punto en que V. S. puedo encontrarse, no puede impartir órden alguna en consonancia con lo.s sucesos que se han verificado.

Sin desconocer la latitud de acción que debe tener el Jefe de una escuadra, tendente a realiza,r el plan de operaciones com ­ binado con el Gobierno, o para aprovecliar circunstancias im­ previstos, habrá de convenir V. S. que en todo caso debe man­ tener al corriente a esto Ministerio de las determinaciones que V. S. tome, por reservadas i apremiantes que ellas sean. La

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