230 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA Marzo 1984
SIMIENTE DE SALUD
Mensaje del Dr. Halfdan T. Mahler
Director General de la Organización
Mundial de la Salud
El tema nos brinda la oportunidad de transmitir a todos los públicos del globo el mensaje de que los niños constituyen un recurso inapreciable y que cualquier nación que los descuide lo hace a su propio riesgo. El Día Mundial de la Salud
1984 refleja la verdad fundamental de que todos debemos resguardar los cuerpos y las mentes saludables de los niños de todo el mundo, no solo por constituir un elemento esencial para alcanzar la salud para todos en el año 2000, sino como una base primordial de la salud de cada país en el siglo XXI.
Invertir para el futuro
La inversión en la salud infantil es el punto inicial que conduce al desarrollo social, productividad y mejor calidad de vida. Puesto que hombres y mujeres no solo son el objeto, sino el recurso y el sujeto más importante del desarrollo socio- económico, la salud infantil es un tema en permanente cambio en todo momen- to y para todas las naciones, por ello, la salud del niño es la riqueza del mañana. El cuidado de la salud del niño comienza en la familia, aun antes de la con- cepción, mediante el aplazamiento del primer embarazo hasta que la madre al- cance la plenitud de su desarrollo físico y con prudentes intervalos entre naci- mientos. Prosigue, sucesivamente, desde la concepción hasta un cuidado apro- piado durante el embarazo, el nacimiento y la infancia. En los países en de- sarrollo debe protegerse al niño por todos los medios posibles en especial de las enfermedades mortales. Las enfermedades diarreicas constituyen una amenaza constante y recurrente, sin embargo, con el uso difundido de la terapia de rehidratación oral por madres en sus propios hogares pueden salvarse millones de vidas cada año en todo el mundo. Una inmunización efectiva puede prevenir diversas enfermedades infecciosas que matan o incapacitan a los niños. Las in- fecciones respiratorias agudas que también cobran un subido número de víctimas deben tratarse adecuadamente. Todo esto significa que se deberá efec- tuar un mejor uso de la atención primaria de salud en las comunidades.
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medio en que viven, lo que significa disponibilidad de agua potable, eliminación de desperdicios y ayuda para mejorar su hogar. Aun más, nada puede disminuir la importancia de una buena comida, suficiente alimento y nutrición adecuada, no solo para los niños sino también para sus madres.
Brindar protección
Más allá de las necesidades físicas inmediatas, son igualmente importantes los requisitos de cariño y comprensión, que estimulan el desarrollo saludable del ni- ño. La buena salud de la madre y del niño es una medida de la capacidad de protección que brinda la sociedad, pero esa salud no puede mejorarse en forma aislada o solo mediante el esfuerzo maternal. El medio debe ser aprovechado pa- ra fortalecer la salud; la sociedad debe permitir a las madres contar con el tiem- po que necesitan haciendo una pausa del trabajo agobiante y evitando dietas de- ficientes. Una mejor educación, salud y nivel social de la mujer en general son fundamentales para la salud infantil y para toda la sociedad.
Debería tenerse en mente el surgimiento de nuevos problemas de salud tanto para las madres como para los niños en los países desarrollados y en los en de- sarrollo, incluyendo aquellos que viven en las barriadas urbanas; asimismo deberían tomarse en cuenta los problemas derivados del superdesarrollo, tales co- mo el abuso de la tecnología y las medicinas y la sobreespecialización del cuida- do maternoinfantil, especialmente en el mundo desarrollado.
Debe haber mejores servicios de salud para aquellos que los requieran. El concepto de atención primaria de salud, entre otros, ha llevado hacia temas importantes: A menudo se ha descuidado el principal contacto entre individuos-en este caso madres e hijos - con aquellos a cargo del cuidado de la salud; la elevada inversión de la alta tecnología, con frecuencia circunscrita a las ciudades capitales donde pocos recursos están disponibles para la gran masa de la población. En estrecha relación con esto, el concepto de equidad, como el derecho de todos a un nivel básico de salud no solo para la población urbana o un sector de la sociedad, sino para todos y cada uno. Y, finalmente, para que esto sea posible, individuos y comunidades deberán participar en los programas de salud. La salud del niño es la responsabilidad del individuo o de la familia, sobre todo de las madres, pero el papel principal que los gobiernos desempeñan es el de proveer el apoyo necesario que haga posible a los padres, las familias y las comunidades cumplir sus propias responsabilidades ante la sa- lud infantil, como por ejemplo, el otorgamiento de licencia por maternidad y cuidado infantil.
