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Enfermeria sanitaria en Guatemala

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ENFERMERIA SANITARIA EN GUATEMALA*

POR LB SETA. CECILIA VELASQUEZ M.t

Jefe de Enfermeras Sanitarias

La enfermería sanitaria en Guatemala es de reciente creación, pues puede decirse que se inició en 1943, año en que nuestro Gobierno y la Oficina Sanitaria Panamericana firmaron un acuerdo para iniciar estas actividades de enfermería en el programa de la Dirección General de Sanidad Pública. Ese mismo año, bajo las estipulaciones de este acuerdo llego a Guatemala la Srta. Noemi Deutsch, consultora de enfermería sanitaria de la Oficina Sanitaria Panamericana, fundadora de este campo de enfermería en nuestro país.

Como en toda nueva actividad que no tiene caracteres dramáticos, la Srta. Deutsch encontró toda clase de obstáculos a su tarea; sus planes fueron fríamente acogidos y la falta de recursos humanos y materiales hacían casi imposible la tarea. La Escuela Nacional de Enfermeras recién había iniciado sus funciones y aún no se contaba con enfermeras para este tipo especialísimo de trabajo, ni tampoco se contaba con per-

sonal auxiliar que pudiera cooperar en esta labor. Estos y otros factores que agravaban la situación no amedrentaron a la Srta. Deutsch.

En junio de 1943, y usando como sala de clases y de demostraciones el sal& de actos de Sanidad, la Srta. Deutsch inició la preparación de dos enfermeras recién egresadas de la escuela que fueron nombradas en Sani- dad. Así se inicio el lento y largo proceso de preparación para el campo de enfermería sanitaria: una maestra convencida y dos alumnas dis- puestas a aprender y rendir sus mejores esfuerzos para ampliar la ruta recién abierta a ias enfermeras. La finalidad que perseguía la enfer- mera norteamericana era la de “preparar en forma práctica a las enfer- meras para que iniciaran sus labores en el hogar y enseñaran a las madres a prevenir las enfermedades de sus hijos mediante la aplicación de medidas de higiene, del control mklico periódico, de la correcta alimentación, dentro de sus limitados recursos, y la importancia de las inmunizaciones en el cuidado de la salud.”

La preparación de las enfermeras sanitarias no es tarea fácil, como 113 lo es el enseñar a las madres en el hogar o en la clínica. Las dificultades que las propias familias presentaban a las enfermeras parecían casi in- superables; pero no le parecían así a la Srta. Deutsch, que como misio- nera, tenfa fe en los humanos y estaba convencida de que era un proceso lento y de largo aliento que pronto tendría el reconocimiento de los

* Manuscrito recibido. en mayo, 1951.

7 Estudios post-b&sicos de enfermería de salud pública en Western Reserve University, Cleveland, Ohio.

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interesados. Como para justificar esta profunda creencia de la enfermera- maestra, las madres lentamente adquirieron confianza en el médico y la enfermera que las atendfa o visitaba. Como consecuencia de este interés se creó la Clínica del Niño Sano, que en realidad fué una clínica de niños enfermos, a la que acudía gran numero de madres. En esta clínica las madres recibían atención médica, instrucciones para cumplir las indicaciones médicas, demostraciones sobre la forma de bañar y vestir al niño; de cómo preparar sus biberones; sobre la importancia de las visitas periódicas al médico y de las inmunizaciones para prevenir las enfermedades. Esta atención, simple en sus enseñanzas y demostra- ciones, conquistó a las madres y facilitó la futura labor de la enfermera en el hogar. En esta clfnica cooperaron voluntariamente la Dra. Elena Trejo de Cartens, que durante tres meses atendió diariamente 30 y más niños, y los Dres. Enrique Padilla, Epaminondas Quintana y Manuel A. Girón, médicos de Sanidad Pública. Antes de cinco meses de iniciado el plan, el personal de enfermeras lleg6 a cinco. El programa fu6 lentamente ampliándose e incluyó el control de las enfermedades infecto- contagiosas con un plan de inmunizaciones, atención escolar y se di6 más importancia al programa de atención maternoinfantil. Se organizó tambi6n el sistema de fichas de los atendidos.

En Diciembre de 1943, lleg6 la Srta. Sue E. Nickerson, también de la Oficina Sanitaria Panamericana, que tomó la dirección del programa existente, mientras la Srta. N. Deutsch se encargaba de la preparación de las enfermeras para estas funciones y a las que designó, desde el co- mienzo, con el nombre de “enfermeras sanitarias.” La Srta. Deutsch permaneció en Guatemala hasta junio de 1945. La Srta. Nickerson continuó con el programa iniciado por la Srta. Deutsch y se la recuerda como la primera enfermera que iniciara el programa de reclutamiento de alumnas para la Escuela de Enfermeras; además logró establecer el archivo técnico moderno con su sistema de folios familiares, fichas de niños, tarjetas de citación y otros detalles de administración que facilitan el trabajo de las enfermeras. En 1944, después de trabajar un año en situación por demás precaria, fueron nombrados el médico jefe de la clínica y la secretaria para el control del archivo, y se recibió la dotación de equipo y de material necesario para el trabajo de la clínica y de las oficinas.

A rafz de la designación del médico jefe de la clínica el programa de trabajo fu6 analizado y se extendieron las actividades de las enfermeras sanitarias. El nuevo programa incluía: (1) Saneamiento ambiental; (2) Control de las enfermedades infectocontagiosas; (3) Atención materno- infantil, prenatal y postnatal; (4) Atención al preescolar y escolar; (5) Higiene dental; (6) Nutrición en general.

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campaña de reclutamiento de alumnas para la escuela de enfermeras, que se llevó a cabo en las escuelas de educación secundaria, públicas y prividas de tres departamentos fuera de la capital. En 1945, la Dirección General de Sanidad Pública de Guatemala contó con la cooperaci6n del Servicio Cooperativo Interamericano de Salubridad para abrir y equipar adecuadamente cuatro dispensarios municipales en cuatro sectores opuestos de la capital. Los dispensarios fueron muy bien equipados y se nombró personal de médicos, enfermeras, auxiliares de enfermeras, secretarias y empleados. Estos dispensarios empezaron a funcionar en enero del mismo año. Todos ellos fueron colocados, en materia de en- fermería, bajo la direcci6n de la Srta. Nickerson.

La amplitud del programa esbozado encontró su más seria barrera en la falta de enfermeras adiestradas para asumir estas nuevas responsa- bilidades; por esta razón se solicitó al Ministro de Salud Pública y Asis- tencia Social que autorizara a las enfermeras graduadas del Hospital Americano (escuela privada) para que, previo adiestramiento, trabajaran en Sanidad. Con dicho acuerdo aumentaron las posibilidades de obtener más enfermeras. La enfermería sanitaria ya constituía un departamento y bajo la dirección experta de la Srta. Deutsch, primero, y de la Srta. Nickerson, después, las enfermeras habían logrado adquirir los princi- pios esenciales y las técnicas que se aplican en el ejercicio de la enfer- mería sanitaria. Cuando todavía estaban bajo la presión de más ser- vicios, se produjo otro acontecimiento significativo: se acordó recibir a las alumnas del último curso de la Escuela de Enfermeras y darles un corto adiestramiento en enfermería sanitaria durante 10 semanas. La enseñaza teórica, la práctica en el campo y las observaciones de las actividades de enfermería sanitaria dadas a‘las alumnas constituían un avance en la enfermería y, comprendiéndolo así las enfermeras sanitarias, reanudaron sus esfuerzos para dar a las futuras enfermeras sanitarias las enseñanzas que tan generosamente recibieron de las enfermeras norteamericanas. El programa de las alumnas fué cuidadosamente pla- neado y se inició bajo la supervisión directa de la Srta. Nickerson pri- mero, y de las enfermeras supervisoras del servicio después.

c La trascendencia de esta tarea no pasó desapercibida para las enfer- meras de las escuelas de enfermería nacionales y privadas, quienes han cooperado en esta labor de capacitación del personal desde sus cargos, ya sea proporcionando los elementos teóricos o facilitando las prácticas e interesando a las alumnas-enfermeras en este extenso campo de la enfermería. Mientras tanto, en el servicio se iniciaba el sistema de re- uniones mensuales destinadas a mantener al día a las enfermeras sani- tarias en su campo, a discutir los problemas que se presentan a diario y cooperar en la adaptación de los objectivos, los métodos y los procedi- mientos que exige todo programa activo de salud pública.

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fué posible obtener tres becas para enfermeras sanitarias que estudiaron en diversas universidades de los Estados Unidos.

En 1946 fu6 organizada la Clínica Infantil de Chichicastenango que fue sostenida, durante un año, por los representantes del Hotel Mayan Inn, quienes dieron el local, los equipos y las medicinas y Sanidad nombró una enfermera y un médico sanitario que atiende la clmica una vez por semana. Actualmente, funciona en un local proporcionado por los misioneros evangélicos, con el mismo personal y tratando de realizar el programa que se lleva a cabo en la capital.

En 1947 se resolvió abrir una nueva sección dedicada exclusivamente a atención prenatal. Y en 1948 se iniciaron las jiras de las unidades m6- viles, una vez por semana, a los pueblos vecinos. El programa que desa- rrollaban estas unidades era acentuar especialmente el control de las enfermedades trasmisibles de alta incidencia. Este trabajo sería más efectivo si se dispusiese de médico residente y de un cuerpo permanente de enfermeras, a fin de que la labor preventiva y de educación que se realiza en estas localidades rinda lo que se espera en programas de esta naturaleza.

PROGRAMA DE TRABAJO

Nuestro programa de trabajo en los centros no difiere fundamental- mente de lo que se hace en otros países, pues ha sido tomado casi total- mente de los programas de Estados Unidos, se ha adaptado a nuestros

problemas y a los recursos de que disponemos y trata, como en todas 1 partes, de prevenir las enfermedades, disminuir su incidencia y fomentar

la salud. Un estudio previo permitió preparar un programa adaptado a nuestros problemas y sus objetivos fueron expresados para combatir activamente los que más gravemente afectan a la masa de nuestra población. Lo que se persigue en cada rubro del programa se menciona a continuaci&n:

1 Enfermedades trasmisibles de alta incidencia

(a) Organizar la pesquisa de casos y sistema de referencia, especialmente de instituciones privadas o públicas.

(b) Enseñar a la familia las precauciones que deben tomarse para evitar la propagación de la enfermedad y supervigilar al paciente y a la persona que en la familia cuidará del mismo.

(c) Controlar los contactos para evitar nuevos casos, consiguiéndolo ya sea por separación inmediata del paciente, sometiéndolo a cuarentena o por in- munizaciones.

(d) Cuidar especialmente durante la convalecencia y prevenir secuelas. (e) Enseñar cuidados higiénicos, que significa en general asegurar la salud y prevenir las enfermedades.

II Higiene Maternal

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(b) Cuidado del niño y de la madre en el puerperio como medida preventiva de mortalidad maternoinfantil.

(c) Atender y controlar a los niños con vitalidad insuficiente y de desarrollo anormal.

(d) Evitar secuelas congénitas.

III Higiene ~n~untz’l (lactantes y preescolares).

(a) Orientar y ayudar a las madres durante el desarrollo de los niños en todas sus edades.

(b) Asegurar el examen médico periódico en las clínicas.

(c) Instruir a la madre sobre la importancia del r6gimen alimenticio de su niho. (d) Instruirla en la higiene diaria de la familia.

(e) Cuidar que sus niños sean vacunados a tiempo.

(f) Proveerles el cuidado e indicaciones necesarias cuando el ni?ío está enfermo y vigilar el cumplimiento exacto de las órdenes del médico.

(g) Participar en programas para la prevención de defectos y para el cuidado y educación de los niños lisiados.

(h) Ayudar a la familia a poner en práctica enseñanzas médicas generales y específicas respecto al cuidado y la educación del niño durante los primeros años.

Esta enseñanza es llevada a cabo a través de visitas a los hogares, por medio de demostraciones que se dan a la familia o grupo de familias que se reúnen especial- mente o por la labor educativa que se efectúa diariamente en la clfnica, y tiene como propósito esencial que los adultos adquieran una comprensión mayor de las necesidades basicas de la niñez.

IV Higiene escolar

(a) Orientar a los padres de familia en el mantenimiento de la salud y el desarrollo ffsico de los escolares.

(b) Participar en el desarrollo de programas educativos escolares de salud pú- blica basados en las necesidades del alumno.

(c) Ayudar en el control de enfermedades transmisibles, enseñando a reconocer los primeros síntomas, la importancia del aislamiento, y el valor de las inmuniza- ciones.

(d) Controlar periódicamente la salud de los escolares.

(e) Referir a los niños a las clínicas para corrección de defectos.

V Higiene para adultos

(a) Educación sanitaria con el prop6sito de inculcar los conocimientos necesarios para que cada ciudadano sea capaz de proteger su salud y la de otras

personas.

(b) Enseñar los fundamentos de la higiene personal para ayudar en la pre- vención y curación de enfermedades especfficas en los adultos.

VI saneamiento

Su objetivo es crear o mejorar el ambiente hasta que sea saludable.

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VII Hospitalización

Gestionar la debida atención médica para las personas que la necesiten, mediante la referencia a las instituciones médicas, sociales y benéficas.

VIII Higiene industrial

Fomentar la salud enseñando a individuos y grupos de trabajadores la higiene personal y la prevención de las enfermedades.

IX 0 rtopedia

Ayudar en la pesquisa de casos ortopédicos. Prestar los cuidados de enferme& necesarios, enseñar los mismos por medio de demostraciones y vigilar los cuidados prestados por familiares y ayudantes.

X Demograffa

Cooperar con el Registro Civil a fin de que las inscripciones de natalidad y mortalidad sean exactas.

OmaivIzacIóN ACTUAL Y LABOR

La Sección de Enfermeras Sanitarias quedó organizada como de- pendencia de Sanidad Pública y aquí se lleva a cabo la capacitación de las enfermeras graduadas que desean trabajar como enfermeras sanitarias en los dispensarios, y donde las alumnas de tercer año de la Escuela de Enfermería reciben un curso de 10 semanas de orientación en enfermería sanitaria. El personal de esta sección está formado por una enfermera graduada, especializada en salud pública en la Universidad de W’est,ern Reserve, Cleveland, Ohio, y cuatro enfermeras graduadas especialmente preparadas en este Centro. Un m6dico jefe de clínica lleva a cabo con ayuda de las enfermeras, las consultas de higiene maternoinfantil y preescolar, Bstas últimas por la tarde. Durante la mañana se cumplen las indicaciones médicas dadas durante las consultas, así como la in- munización periódica de los niños que están bajo control de este dis- pensario.

De las cuatro enfermeras que componen el personal tres de ellas tra- bajan alternándose en consultas, visitas a los hogares, inmunizaciones, tratamientos, enseñanza de grupos en la clínica, e instruyendo individual- mente a las madres que asisten, sobre las dietas y los cuidados de los niños. Otra enfermera está a cargo de un dispensario en un pueblo pe- queño, que dista más o menos 140 km de la capital, cuya población en su mayoría está compuesta de naturales quienes dominan muy poco el idioma español, por lo que se hace necesario darles enseñanza en su dia- lecto materno. El trabajo allí está en sus comienzos, y ha sido arduo y difícil por la ignorancia y el temor de sus habitantes. Sin embargo, se ha logrado que algunos adquieran confianza en el médico y en la enfermera.

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funcionan bajo otra dependencia, las responsabilidades de las enfermeras son las mismas, confrontan los mismos problemas y disponen de 10s

mismos recursos para solucionarlos. Estos dispensarios municipales están ubicados en cuatro diferentes barrios de la ciudad, Norte Oriente, Sur, Sur Poniente y Oriente. Esta disposición ha facilitado la asistencia de muchas familias que por la distancia y condiciones económicas estaban anteriormente imposibilitadas para concurrir a estos centros. En cada dispensario trabajan tres enfermeras sanitarias, quienes se turnan dia- riamente para atender las clínicas y hacer las visitas a los hogares, cola- borando con los médicos encargados de las consultas, vigilan el personal auxiliar, enseñan a las madres y atienden a todos los pacientes de las consultas. Se han instalado consultorios en cuatro de los pueblos cir- cunvecinos a la capital; un médico y una enfermera sanitaria van dos veces a la semana a cada consultorio, para dar por ahora servicio curativo e inmunizaciones; este trabajo se irá extendiendo gradualmente hasta que sea posible lograr desarrollar un programa igual al que se lleva a cabo en la capital.

Como se puede notar por lo ya expuesto, el programa de la enfermera sanitaria está en pleno desarrollo. En las visitas a los hogares se atienden principalmente lactantes, niños preescolares, prenatales, postnatales, pacientes tuberculosos, venéreos y de otras enfermedades contagiosas. Estos titimos casos son referidos por el Departamento de Epidemiología, el Dispensario Antituberculoso, el Dispensario de Enfermedades Vené- reas y por al,mos médicos particulares. Estas visitas tienen como ti primordial el aislamiento del paciente y si este se queda en casa, enseñar a la persona que lo cuida las medidas que son necesarias de tomar para evitar la propagacion de la enfermedad. Adem&s, se controlan los con- tactos directos y se realizan las inmunizaciones que el caso requiera. Este trabajo ha venido desarrollándose en los hogares mas modestos atrayéndolos, en primer lugar, por medios de ayuda directa para luego orientarlos hacia el lado educativo. Los medios de estimulo han sido: medicinas, premios, o sorteos en algunas de las conferencias o clases proporcionando leche a aquellos niños muy desnutridos y a madres que amamantan, siempre controlándolas en sus hogares.

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progreso. Falta el apoyo moral y material, así como también la com- prensión de parte de la profesión médica y de las instituciones públicas y privadas; en general, de todas aquellas personas que gozan de un alto nivel económico y social y que no comprenden ni reconocen los peligros que representa para sus vidas, la presencia de estos problemas que azotan a los hogares modestos.

En resumen, la familia es el centro de acción de la enfermera sanitaria, que interesándose por la salud de cada uno de los miembros del hogar que visita, vela y trabaja para la comunidad. Es también la unidad básica de la prevención y control de las enfermedades infectocontagiosas y el punto de partida de la educación sanitaria que tan lentamente cambia los hábitos, costumbres y creencias de nuestro pueblo. Las condiciones poco favorables para la enfermería han servido en cierto modo de aliciente, y nunca como un medio de retroceso y, se espera que los esfuerzos coordinados de las enfermeras sanitarias han de contribuir gradualmente a la elevación de la profesión en Guatemala. Y sobre todo debemos pensar que ~610 tenemos seis años de vida en este campo profe- sional.

LA ENFERMERA JEFE DE SALA COMO PROFESORA*

POR LA SRTA. GENEVA FUCHSI

Una alumna enfermera expone sus puntos de vista sobre la forma en que la enfermera jefe de sala pueda ayudarla más efectivamente.

La enfermera jefe de sala tiene la oportunidad única de interesar a las alumnas en la práctica actual de enfermería, de estimular su interés, de ayudarlas a aplicar los principios y a correlacionar la teoría con la práctica en la sala. Ella conoce muy bien los pacientes individualmente, y podrá instruir a las alumnas sobre cada caso; es la que posee los conocimientos y por lo tanto debe también ser la que los imparta.

La enfermera jefe tiene la responsabilidad precisa de velar porque las alumnas adquieran las destrezas y las actitudes necesarias que se rela- cionan con el cuidado de los pacientes en su departamento. Planear la asignación clínica de las alumnas no es suficiente. La enfermera jefe debe orientar a la alumna en las diversas tknicas de enfermería y ayudarla a aplicar los conocimientos cientfficos en la atención de sus enfermos. También acepta la obligación de ayudar a las alumnas a adquirir actitudes favorables hacia sus enfermos y a comprender la importancia de la ética y la etiqueta profesional en el desempeño de sus funciones.

$Xmo puede la enfermera jefe llevar a cabo este programa de ense-

* Traducido y publicado con autorización del American Journal of Nursing, 256, ab. 1948.

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