EPIDEMIA DE POLIOMIELITIS EN COSTA RICA Año 1944
Por el Dr. SOLÓN NÚÑEZ Secretario de Salubridad Pública
Hasta el aíío 1931 la poliomielitis o parálisis infantil había pasado inadvertida en Costa Rica. Digo inadvertida, porque secueIas seme- , james a la que ella deja se observan en personas de diferentes edades. En 1931 se diagnosticaron 9 casos de poliomielitis, todos, prácticamente, en un solo distrito rural. En 1936 se observa un segundo brote con 17
Edad
O-laño...
l-2 afíos... 2-3 años... 3-5 años... 5-10 años... Mãs deloaños...
Se233
MWXllinO F~&I¡O
6 6
18 15
13 18
13 16
8 9
10 2
Total.. . . . . . . _ . . . . . . . . . . . 68 66
Provincias Habitantes
I San José. ...
Alajuela ... Cartago. ... Heredia ... Guanacaste. ... Puntarenas. ... Limón. ...
... 235,590 ... 152,713 ... 108,445 ... 54,039 ... 87,133 ... 47,828 ... 39,401
I
Distritos kfectados
30 14 15 5 1 2 8
70 18 24 9 2 2 9
_- 0.30 0.12 0.22 0.17 0.02 0.04 0.23
_ _ 0.18 4
Muertes
República.. . . . . . . . . .I 725,149 1 75 1 134
casos. Si el primero fue rural, el segundo fué urbano. En 1941- obsérvese el ciclo de 5 años que separa estos 3 brotes-se presentaron 24 casos, con localización en el campo y en los barrios suburbanos de la capital. Nótese el aumento progresivo de la enfermedad, que no es por entero atribufble a un mejor diagnóstico.
El brote a que se refiere especfficamente este comentario se inició en marzo de 1944 en una población rural, y sin ninguna relación aparente
681
682 OFICINA SANITARIA PANAMERICANA [Agosto -.
con el primer caso aparecen otros y otros en diferentes lugares de la repfiblica, hasta alcanzar un total de 134 casos. Es ésta la epidemia
70
65
60 55 50
25
20 15 10 5 0
70 65 60 55 50 45 40 35 30 25 20 15 10 5 0
.
POLIOMIELITIS 683 No obstante el aislamiento defectuoso, sólo en una oportunidad hubo dos víctimas de la enfermedad, manifestAndose los síntomas con 48 horas de intervalo. De dos gemelitos que comparten juntos todas las activi- dades de la vida, uno contrajo la enfermedad y el otro no.
OBSERVACIONES
Salvo en eI caso de los dos hermanos que bien pudieron haber adquirido la enfermedad en una fuente común, no fu6 posible establecer como causa de la enfermedad el contacto directo con pacientes.
De los 134 casos, 105 fueron en menores de 5 años, correspondiendo el mayor 4 número a nifios entre 1 y 3 ahos de edad.
En cuanto al sexo la epidemia alcanzó casi matemáticamente igual número de hombres y mujeres.
La epidemia se caracterizó por una amplia diseminación incluyendo los distritos más apartados del país, y en ntimero de 75.
No fu6 posible establecer relación de contagio entre caso y caso; ni zona y zona. Los reportes a6n dentro de una misma localidad se amontonaban diariamente sin que transcurriera el período cl.&ico de la incubación para atribuirlo a contacto personal.
Aun cuando la tesis del Dr. Leake parece Ia m&s lógica, es decir, el contagio humano, la caprichosa localizacibn de los casos hace pensar en 1s trasmisión por vectores desconocidos.
La influencia del agua y de las materias fecales en la difusión de la enfermedad no ha sido posible dilucidarla. Enfermos ha habido como queda dicho, en la capital donde se consume agua clorada y donde hay un buen sistema de cloacas, como en los campos con agua de potabilidad dudosa y con muy deficientes servicios sanitarios.
La no existencia anterior de brotes”epid6micos que podría hacer pensar en una inmunidad de la población pierde valor al observar el aumento progresivo de las epidemias.
La concurrencia de grandes epidemias de poliomielitis en los Estados Unidos m. en la Bpoca en que se presentaron los primeros casos en Costa Rica podría hacer pensar en la influencia de portadores sanos procedentes de este país, si los casos no se hubieran observado primero en zonas rurales sin ninguna relación con la capital y por lo tanto con inmigrantes extranjeros.
En relación con las condiciones econ6micas de los hogares el 66 por ciento de los casos correspondió a familias de muy escasos recursos.
De 10s 134 casos solamente 8 evolucionaron sin secuelas paralíticas. En ll casos hubo manifestaciones cerebrales y las parálisis de las piernas fueron el doble de las de los brazos.
L
Al hablar de las secuelas paralíticas me refiero a las observadas inmediatamente después del ataque agudo, porque no ha sido posible continuar el control de los pacientes.
La benignidad genera1 de Ia epidemia, en cuanto a mortalidad, se revela en el total de defunciones que fu6 de 4, es decir, un 2.9 por ciento.
La no estrieta relación entre las localizaciones rurales de esta epidemia y las de las anteriores, pareciera descartar la posibilidad de la influencia de portadores sanos.
684 OFICINA SANITARIA PANAMERICANA [Agosto f .9&1 grados. En cuanto a la estación, el mayor número de casos se observó en los meses de junio y julio, que no son ni los mas fríos, ni los nlás calientes del año.
Pienso y así me permitoinsinuarlo a la Oficina Sanitaria Panamericana que la tesis “Epidemiología de la Poliomielitis” figure en el programa de la Duodécima Conferencia Sanit,aria Panamericana.
POLIOMYELITIS EPIDEMIC IN COSTA RICA (Summa~y) From 1931, for the first time, to 1941,24 cases of poliomyelitis were altogether reported in Costa Rica. There were obviously cases before 1931 as sequels of the disease are still seen in local people previously affected. During March of 1944, and starting with one case in a rural district, apparently without any relation to the first case, the disease spread epidemically throughout the country with a total number of 134 cases, of which 105 were in children under five years old, and mostly from 1 to three years of age. This is the worst epidemic in Costa Rica and in pro- portion to population, one of the largest ever to occur in Latin Ameriea. Seventy- five different districts in the country were affected, and contact transmission from case to case or from one district to another was not established nor could thc period of incubation be verified in order to attribute the cases to personal contact. In one case involving baby twins, one contracted the disease and the other did not. The scattered cases give some support to a belief in the possibility of unknown vectors. The r8le of water and human discharges remains doubtful as the City dwellers with chlorinated water suffered just as much from the disease as rural people who drink unsafe water and lack sanitary facilities.
The maxíy epidemics which occurred in the United States during the same period might arouse some thought of introduction by human carriers, were it not for the fact that the first cases in Costa Rica were in people in remote rural dis- tricts. Of the 134 cases al1 but 3 became paralyzed and in ll cases thcre were cerebral manifestations. Paralyses in the legs were twice as common as in the arms. Of the total number only 4 (2.9%) died. Neither the climate nor the sea- son apparently had anything to do with tho appearance or the progress of the disease, the greater number of cases appearing during June and July which are of average temperature.
La influencia francesa en Medicina.-LCuál el resultadode la influencia francesa en nuestra educación medica? ¿Cuales sus frutos? Excelentes. El país, de uno a otro extremo, ha estado regido en lo político, en lo social como en lo científico, por la clase médica, clase de élite, de selección, que ha contribuído, casi diría que ha formado, la colombianidad. Como en Argentina, Brasil, Chile, Perú, Venezuela y otras naciones de América, los médicos hemos formado la raza, hemos forjado nuestras nacionalidades defendiendo la salud del pueblo y construyendo en él la conciencia sanitaria que no le dan ni la escuela ni la universidad. Ese sentimiento lo hemos tomado del alma médica francesa; de sus libros admirables que contienen capítulos en los que la ciencia esta vestida con el rico ropaje del pensamiento noble y elevado; lo tomamos de nuestros maestros que tuvieron la fortuna de beber en la fuente misma, es decir con el doble sentido de la vista y del oído, las lecciones de clínicos y cirujanos cuya fama ser8 imperecedera.-Jonos BEJARANO: he. Fac.
Med. (Bogotá) 325, eno. 1944.