AtiELANTOS EN INGENIERIA SANITARIA
Los utensilios
ae'
la mesa corno fuentes de hfección tuberculosa.(Tomado de Iü American Review of TubercuCosk, Val. 6, No. 1, marzo
de 1922, pág. 51-62.)-Los utensilios de la mesa usados por tuberculo- sos reconocidos, de cuando en cuando pueden contener el bacilo tuberculoso virulento, aún después de lavarse con mayor cuidado del que generalmente se desplega en la generalidad de los hogares. Debe tenerse en cuenta que el agua que se usa para lavar dichos utensilios
con mucha frecuencia contiene el bacilo tuberculoso virulento. En
vista de estos experimentos, parece evidente que los utensilios de cocina usados por un tuberculoso reconocido, no sólo pueden constituir una amenaza para el mismo paciente y para los demás miembros de su familia, sino también una amenaza general, cuando el paciente comc en lugares públicos. También parece tener fundamento la cieencia dc que las toallas que se usan para enjugar 0 secar estos utensilios tienen que contaminarso con el bacilo tuberculoso virulento, y mien- tras mayor sca la frccunccia con que se usan mayor será el número de bacilos que acumulan, dc manera que, si dichos cxtensilios se em- plean durante varios días sin lavarlos completamente-lo cual sucede comímmcnte en muchas casas-se convierten cada vez más en un dcpbsito dc bacilos tuberculosos en los utensilios que se acaban de lavar. Por lo tanto, parece que la única manera de evitar el peligro de la propagacibn de la tuberculosis en cuanto a dichos utensilios,
CS cstcrilizar por completo los pacientes, los cubiertos, vajilla y
las toallas que SC usan para secarlos despuks de cada comida, y creemos que el mí?todo más sencillo para lograr esto es hervirlos durante varios minutos.
La walaria cn Belawan durante la construcción del puerto. (In-
formes del Dutch-Indian Medical Civil Service, Parte 1, 1922, pág.
17-79).-Bclawan, en la isla de Java, Snmatra, está sieuada en la delta
que haY cutre los ríos Deli y Belawan, y en las cercanías de la bahía se cnrucnt ran nuwhos manglares. Anteriormente los manglares y la malaria o paludismo wtaban identificados, pero ahora se sabe que los manglares vírgenes están exentos de malaria. Esta enfermedad la trajeron a Belawan en 1885-86, durante la construcción del puerto y
los fcrrocarrilcs. Otro ejemplo de la malaria introducida por el
hombw, lo ofrcwn las excavaciones que se hicieron a lo largo del camino, las cuales se convirtieron en criaderos de los mosquitos que producen la malaria, enfermedad que se considera muy peligrosa en
las áreas de las costas. Díeese que el alcance máximo del vuelo del mosquito transmisor de la malaria es 6 kilómetros, en tanto que el alcance común de su vuelo es 1000 metros. En la actualidad s& -< .
prohiben las operaciones de limpiar y excavar dentro de una distancia de dos kilómetros de Belawan. La construcción de los diques de ferro- carriles aisló de la bahía varias lagunas cuyas aguas se dejaron salir por
medio de esclusas de válvula. La vegetación se transformó gradual-
mente de una vegetación de agua salada en una vegetación de agua dulce, lo cual dió por resultado el desarrollo de criaderos de mosquitos.
Rasgos caracteristicos de los mosquitos de Belawafb.-Los mosquitos Lulowi empezaron a procrear en la primavera, desparecieron en diciembre, y se encontraron procreando en cl alga y flora de dichas ciénagas. Desde febrero hasta junio, estos mosquitos se encontraron en una proporción de 130 en las viviendas de los chinos, contra 1 en los hogares de los javaneses. Después de junio, la proporción se aumentó grandemente, pero ya a fines de diciembre habían desa- parecido casi por completo : Encontráronse otras especies de mos- quitos, pero no eran numerosas. Se calcula que de junio a septiembre un 10 por ciento de la población murió a causa de la malaria. No se ha llegado a comprender la causa de la desaparición del mosquito hdlOWi, pero el autor de este informe cree que puede atribuirse a lo vientos húmedos y fuertes del estío, mas lo cierto es que la procrea- ción no comienza cuando cesan dichos vientos. Tal vez se deba a la acción de algunos enemigos hasta ahora desconocidos. Los criaderos siempre se encuentran en las areas desmontadas, donde las malas yerbas han empezado a crecer en el agua, pero donde los charcos no han llegado a cubrirse de matorrales. El número de quistes entre 10s chinos por cada mosquito infectado varía según la intensidad de la enfermedad. Esto da lugar a que se haya concebido la teoría de que la intensidad de la fiebre subterciana varía según la cantidad
del veneno, es decir, los esporozoos que se inoculan mediante la picada
del mosquito. Cuando entre los mosquitos se encuentra un gran número de quistes, entre los chinos occurre una alta proporción dc defunciones. El primer día de la infección dc los mosquitos ocurrió
una gran proporción de defunciones, debiendo agregarse que sólo
unos cuantos mosquitos Ludlowi llegaron a la etapa final de infección.
Métodos que se emplean para combatir la invasión de la enfernze- dad entre los obreros chinos. (a) Captura sistemática.-La opera- ción de coger los mosquitos se empezó demasiado tarde para detener la epidemia. Puede decirse que los mismos chinos, lejos de ayudar, estas operaciones de coger a los mosquitos, mas bien las interumpie- ron, siendo así que sacudían sus mosquiteros y permitían que los mos-
quito5 se fueran. Sin embargo, se cree firmemente que esta opera- ción sistemática de coger a los mosquitos puede contribuir en gran
manera a evitar una epidemia. (b) El empleo de establos de trampas
para coger mosqzcitos.-Cerca de cada cobertizo ocupado por los obre- ros, se construyó un establo que podía alojar desde 1 hasta 3 carabaos 0 vacas. En tres ocasiones el establo se hallaba bajo un cobertizo que se construyó sobre postes adecuados. Parece que los mosquitos preferían los carabaos. Los establos recogían más mosquitos cuando los lados se cerraban por completo, en vez de dejarse abiertos. Se construyó un piso de tabla sobre el piso de concreto, y luego se construyó un cielo raso de percal blanco porque el espacio que quedaba del techo no resultaba de fácil acceso. Por un lado del establo se construyó una trampa de mosquito, tal como lo aconsejó el Dr. Bass. En estas trampas se cogieron muchos mosquitos los cuales murieron de hambre, se secaron o se los comieron las hormigas, arañas, lagartos, etc. Los establos situados al aire libre cogieron más mosquitos que los que se situaban a la sombra de las palmeras. De un 75 a un 88 por ciento de los mosquitos que se cogieron durante los 10 primeros días, se cogieron en cuartos, y de un 25 a un 12 por ciento se cogieron en los establos. Posteriormente estas cifras se cambiaron como sigue : De un 10 a un 61 por ciento en cuartos, y de un 90 a un 39 por ciento en establos. En la época en que en los establos se cogió un 90 por ciento, todos los trabajadores habían sido sacados o trasladados de los cobertizos y, en consecuencia, los mosquitos no se atraian hacia adentro
de los cobertizos. (c) Tratamiento de los crtieros.-( 1) Aplicación
del petróleo. Se tropezó con la dificultad de costumbre para aplicar una delgada capa sobre la superfxe del agua. Cuando se agregó una pequeña cantidad de aceite de palma cristi a los residuos, el aceite pudo
esparcirse con mayor facilidad. (2) Desagüe de los charcos más
grandes. (3) El trasplante de la yerba de pato no dió buenos re- sultados porque dicha yerba no creció con lozanía. Finalmente, se efectuó el desagüe y relleno de los terrenos, y así desaparecieron los
criaderos. (d) La ud mhistración de la quinina fue necesaria como
una medida terapéutica más bien que como una medida profiláctica. (e) Se encontró que la distribución de los mosquiteros y la construc- ción de casas a prueba de mosquitos era muy difícil desde el punto de vista práctico, y resultó bastante costoso construir casas de obreros temporales a prueba de mosquitos. Los mosquiteros son útiles para coger los mosquitos y desviarlos hacia los animales, haciéndoseles así difícil tener acceso al hombre.
Para impedir las catástrofes consiguientes a la malaria-siempre que se están llevando a cabo obras en las costas de terrenos bajos
donde haya manglares, como sucede en el presente caso-varios escritores recomiendan :
(1) Que no se efectúe el desmonte antes de que los terrenos desmon- tados puedan ser desaguados y rellenados, puesto que el mosquito*” Ludlowi no se cría en los manglares vírgenes.
(2) Desde el principio las colecciones de agua aisladas, ya sean grandes o pequeñas, deben regirse mediante la aplicación de aceite, y con el tiempo debe trasplantarse la yerba de pato.
(3) Deben usarse los mosquiteros y-si fuere posible-aplicarles
mamparas a las casas.
(4) Los mosquitos que entren deben ser capturados o matarse. (5) Deben construirse establos de carabao al aire libre, situados a una distancia de los cobertizos que varía desde 10 hasta 20 metros. Un local propicio es muy importante, y debe elegirse por medio de experimentos. Estos establos deben estar provistos de mamparas de trampa automáticas (del modelo Bass), o deben hacer las veces de trampa. En este último caso, es necesario coger y destruir los mos- quitos diariamente.
(6) La quinina debe administrarse a medida que se necesite, basa’n- do el cálculo de la dosis en los mosquitos cogidos en el establo. Desde el principio deben tomarse medidas profilácticas.
(‘7) Si es posible, los obreros que están acostumbrados a la malaria de la costa deben preferirse para la construcción de obras en dichos terrenos bajos.
(8) La brigada que hace la campaña contra la malaria debe apli- carle petróleo a los terrenos desaguados y rellenos.
(9) Debe prohibirse el corte de los manglares dentro de una dis- tancia de 3 kilómetros.
(10) Debe obtenerse la cooperación de los habitantes en los men- cionados traba jos.
Los autores de este informe creen que no occurre una mezcla diaria de mosquitos Ludlowi, sino que éstos permanecen en el lugar donde se propagan. Los vuelos de varios kilómetros son excepcionales. La infección de la malaria es tan dañina para los mosquitos como para el hombre, y el primer día causa una gran mortalidad entre los mos-
quitos infectados. Un carabao en un establo adecuado, atrae tantos
mosquitos como 80 personas. Es necesario que los establos se sitúen en los lugares donde abunden los mosquitos. No pueden establecerse reglas, excepto que los establos deben estar al aire libre en terrenos desmontados y situados de 10 a 20 metros de distancia de los cobertizos.
