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Día Mundial de la Salud. Vacunación: derecho de cada niño

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(1)

C

RON-KA

‘Vacunación:

derecho de cada niño

DIA MUNDIAL DE IA SALUD 1987

El Día Mundial de la Salud se celebra todos los

años el 7 de abril para conmemorar la entrada en

vigor de la Constitución de la

OMS

aprobada en

1948. El tema seleccionado cada año permite cen-

trar la atención en un aspecto de la salud pública.

El lema de este año:

Vacunación: derecho de cada

niño, nos recuerda que con las vacunas descu-

biertas hace años se puede evitar que millones de

niños mueran y un número incontable quede dís-

capacitado.

(2)

264

P

ROTECCION PARA LOS NIÑOS

Dr. Carlyle Guerra de Macedo Director Oficina Sanitaria Panamericana El tema del Día Mundial de la Salud de este año es I&czcnac&: derecho de cada n&o. Todos nosotros podemos enorgullecemos de este lema porque nuestra Región, las Américas, se reconoce en todo el mundo por la función directiva que desempeña en el esfuerzo desplegado para proteger a los niños contra afecciones y muerte innecesarias causadas por enfermedades prevenibles por vacunación.

Ya han transcurrido 10 años desde que se lanzó el Programa Am-

pliado de Inmunización en las Américas (PAI). Con esta dinámica iniciativa de la Organización Panamericana de la Salud y de la Organización Mundial de la Salud se ha buscado proteger a todos los niños contra las seis principales enfermedades de la infancia, a saber, sarampión, difteria, tos ferina, tétanos, poliomielitis y tuberculosis.

En 1977 cuando se inició el programa, menos de un tercio de la

población infantil de América Latina y el Caribe estaba vacunada contra estas enfermedades; hoy en día más de la mitad de los niños nacidos este año estarán inmunizados al cumplir un ano. En los últimos 10 años, gracias prin-

cipalmente al PAI, se ha reducido por la mitad la incidencia de sarampión,

tétanos y difteria; un 75 % la de tos ferina, y cerca de 5 % anual la de tubercu- losis, esta última en forma continua.

La poliomielitis, por su parte, cobra ahora un décimo del número de víctimas que cobraba hace solo 10 anos. En 1978 únicamente 35 % de los niños menores de un año de América Latina y el Caribe estaban inmunizados contra este antiguo mal paralizante y exterminador que es quizá la más temida de todas las enfermedades de la infancia. Hoy en día, casi 75 % de los niños están protegidos; sin embargo, aun ese reducido grado de incidencia es todavía demasiado alto. Por eso, la OPS, en cooperación con muchos otros organismos como el UNEEF y el Club Rotario Internacional, se ha dedicado a

la tarea de erradicar por completo la poliomielitis de este continente en 1990.

El año de 1990 no solo será una fecha memorable en la erradica- ción definitiva de la poliomielitis a nivel mundial sino que será digno de recordarse en la lucha contra las otras cinco enfermedades de la infancia, ya que la meta de la OPS es inmunizar a todos los niños menores de un ano al final de ese plazo improrrogable.

La poliomielitis será la segunda enfermedad que se erradique de nuestra Región, que también fue la primera en eliminar la viruela en 1973.

(3)

comienzos del presente siglo en las Américas causó hasta 122 000 casos en un solo año, se convirtió en la primera enfermedad en desaparecer de la faz de la tierra. En el Día Mundial de la Salud de 1987, subrayamos este importante acontecimiento en la historia de la salud pública y esperamos ansiosos el día de poder celebrar una segunda victoria.

La erradicación no se habría podido efectuar sin el firme compro- miso y la activa cooperación de todos los países del mundo, ni sin la coordina- ción de la OPS/OMS. Debemos valernos de la ocasión que nos brinda el Día

Mundial de la Salud para subrayar los beneficios de la cooperación interna- cional en el campo de la salud y para reafirmar el compromiso de la OPS y la OMS de fomentar la meta de salud para todos en el año 2000 por todos los

medios a nuestra disposición.

La mejor forma de conmemorar el Día Mundial de la Salud y de celebrar nuestros logros pasados en el campo de la vacunación es prestando un apoyo más sólido a las metas que se ha fijado el PAI para 1990 y a la

iniciativa de erradicación de la poliomielitis. La vacunación infantil universal y la erradicación de la poliomielitis son responsabilidades de todos:

Cl Los padres de familia deben asegurarse de que sus hijos pequeños no solo estén inmunizados contra las seis enfermedades citadas, sino que reciban toda la serie de vacunaciones a intervalos apropiados. Además, todas las mujeres de edad fecunda deben hacerse vacunar contra el tétanos para poder proteger a sus hijos recién nacidos contra esta enfermedad generalmente mortal.

Cl El sector de salud debe cumplir con su parte asegurándose de que todos los lactantes estén vacunados, ofreciendo las enseñanzas y capacitación necesarias en la comunidad y conscientizando a los padres de familia, los maestros y los dirigentes de la comunidad de la importancia primaria de la vacunación para proteger la salud de nuestros hijos. Además, el sector de salud debe garantizar la disponibilidad de recursos y suministros para que esas iniciativas puedan tener éxito.

Cl Por último, todos los sectores de la sociedad deben comprome- terse a colaborar más y a desplegar un nuevo esfuerzo. La inmunización debe recibir la mayor prioridad y el más amplio apoyo de los gobiernos, los diri- gentes nacionales y mundiales, los organismos no gubernamentales y las enti- dades bilaterales y multilaterales. De otro modo, no podremos alcanzar nues- tras metas.

Los beneficios del PA1 son muchos y se prolongan más allá de 1990. Esta pujante iniciativa fortalecerá los sistemas nacionales de salud, brindará a los países la oportunidad de encontrar medios más efectivos para llegar a todos los sectores de la población, inclusive a las mujeres y a las per- sonas muy pobres. El PAI trabaja actualmente por introducir tecnología apro-

(4)

mantenimiento de registros y otras esenciales para proteger la salud. Ade-

más, la información de salud obtenida como resultado del programa facili-

tará la introducción y utilización de nuevas vacunas que la “revolución bio-

tecnológica” promete.

Los pueblos de las Américas deben darse cuenta de la importancia

de prevenir las enfermedades por medio de la vacunación. En este Día Mun-

dial de la Salud comprometámonos a acabar con el sufrimiento y la muerte

innecesarios e intolerables de nuestros hijos. Convirtamos nuestro compro-

miso en acción asegurándonos de que todos los países de las Américas consi-

gan suficientes recursos para vacunar a todos los niños y que los programas

sean eficaces y eficientes. Los niños de nuestra Región y del mundo merecen

una mejor suerte: la vacunación es uno de sus derechos básicos.

(5)

U

N DERECHO DE LOS NIÑOS

Dr. Halfdan ‘I’. Mahler Director General Organización Mundial de la Salud Tenemos ya al alcance de la mano el objetivo que, a modo de reto, nos había propuesto en 1977 ese parlamento sanitario de todas las naciones que es nuestra Asamblea Mundial de la Salud: lograr que todos los niños del mundo estén inmunizados en 1990.

Pero no nos durmamos en los laureles. Todavía queda mucho por hacer y, por ello, he decidido dedicar el Día Mun- dial de la Salud de 1987 a la vacunación. Por generosa que sea la ayuda exte- rior, nada puede reemplazar a la participación activa de los individuos y de las comunidades, de los dirigentes nacionales y de las estructuras guber- namentales.

El planeta Tierra no puede aceptar ya que en nuestra era tecnológica sigan muriendo millones de niños a causa de enfermedades que pueden evitarse con las vacunas existentes.

Desde que en 1974 iniciamos el Pro- grama Ampliado de Inmunización que avanza de consuno con el fortaleci- miento de la atención primaria de salud, los progresos han sido importantes. Cada año se salvan 800 000 vidas infantiles en los países en desarrollo donde los niños pueden beneficiarse de las vacunas y de los servicios de salud. La

OMS tiene una especial deuda de gratitud con el UNICEF, cuyo apoyo activo a la vacunación de todos los niños en 1990, a más tardar, ha tenido y tendrá

una importancia capital para el éxito del Programa.

La vacunación es sin duda alguna un derecho de cada niño. La cooperación inteligente de la población, el compro- miso indefectible de los dirigentes, la abnegación del personal de salud, el amor, el interés y los cuidados de los padres, la obtención del material y de los fondos necesarios son ingredientes indispensables de este elixir que es vital para todos los niños del mundo.

(6)

LA

CREACIONDEUNPROGRAMA

Ante la situación de salud del mundo

en la que se reunió la Asamblea Mundial de la Salud en 1974 surgió la pre-

gunta: Si se estaba abatiendo la viruela, ese flagelo de la humanidad, aludido

y nombrado en los textos más antiguos, (por qué no se podía terminar con el

sarampión, la polio y la tuberculosis, incluso? Y la pregunta se amplió: ipor

qué no la difteria, la tos ferina y el tétanos?

lograr la “vacuna perfecta”,

expresó el delegado de Tanzanía, pues las que

No había necesidad de investigar para

tenemos son efectivas. Los expertos de la

OMS

pensaron que la única posibili-

dad era movilizar a la gente que, a su vez, movilizaría a las comunidades, a

las regiones y a los países, y no meramente a los funcionarios de salud. Se

empezó a trabajar con los líderes de la comunidad, con los políticos, periodis-

tas, dirigentes religiosos, maestros y hasta con las fuerzas policiales.

Los delegados de todo el mundo estu-

vieron de acuerdo. El delegado de la República Federal de Alemania instó

a que la experiencia con que se contaba se usara en el control de otras enfer-

medades contagiosas que aniquilaban millones de niños de los países en

desarrollo.

(7)

decir que había que ampliar la cobertura y, en particular, multiplicar los ser- vicios para llegar a los olvidados, los pobres de las ciudades y del campo, por igual. Significaba también vacunar a los recién nacidos durante el primer año de vida, que es crítico, pues entonces muere el 50% de los niños. Esto signifi- caba también que había que enseñar a los trabajadores de salud a organizar ese movimiento expansivo que llevaría a la vacunación de todos.

El delegado de los Países Bajos, hablando en nombre de los Estados Unidos de América, Etiopía, la India, Polonia, Quatar, Somalia y Venezuela, dio forma a las medidas que había que tomar en un proyecto de resolución que fue aprobado y en el que instaba a mantener programas de vacunación y vigilancia contra las seis enfermedades.

Cuando otra Asamblea Mundial fijó el año 1990 como la fecha máxima para proteger a los niños de esos flagelos, el

PAI había encontrado su camino.

En esos anos el problema parecía insu- perable. En los países en desarrollo la vacunación prácticamente no existía, y se tenía poca conciencia del tributo de vidas que cobraban esas enferme- dades. Agreguemos que la notificación era incompleta.

En ll años todo cambió. El número

de niños inmunizados en los países más grandes del Tercer Mundo oscila ac- tualmente entre 20 y 90 % debido en parte a los días nacionales de inmuniza- ción pero, sobre todo, porque las comunidades han asumido como suya la meta para 1990, y en esto se han visto apoyadas por los más altos dignatarios.

La India ha vacunado al 65 % de los menores de un año contra la tuberculosis, al 5 1% contra la difteria, tos ferina y tétanos, y al 37% contra la poliomielitis. Las cifras del Brasil son de 75% contra la tuberculosis, 67 % contra la difteria, tos ferina y tétanos, 58 % con- tra la poliomielitis y 30% contra el sarampión. Las Filipinas ostenta las si- guientes cifras: 76, 61, 58 y 30%, respectivamente. América y Europa se han puesto como metas erradicar la poliomielitis en 1990.

Todavía no se notifican todas las muertes que se producen, pero la OMS considera que el sarampión cobra 2,l millones de vidas; el tétanos neonatal más de 800 000 y la tos ferina otras 600 000. Sin embargo, la tecnología y la organización han logrado establecer la cadena de frío para conservar las vacunas a menos de 8 OC, para lo cual se ha adiestrado a miles de trabajadores de salud.

El mismo Director General de la OMS

afirmó que actualmente ningún país embarcado en un programa realista de vacunación necesita acortar sus miras por falta de vacuna, cadena de frío o suministros. Los organismos internacionales gubernamentales y no guberna-

(8)

$US

100

millones y el Club Rotario Internacional con

120

millones para su

campana PolioPlus.

Resta mucho por hacer; por ejemplo,

bajar la tasa de abandono del 30% entre la segunda y tercera dosis de la

vacuna triple

DFT

y de la antipoliomielítica; adiestrar más trabajadores de

salud en la utilización de técnicas necesarias y hacer más hincapié en la reduc-

ción de la incidencia de las enfermedades que en la cobertura de vacunación.

Se cree que la mayoría

de

los países

del

Tercer Mundo alcanzarán la meta, pero es muy posible que

10

de los países

más pobres azotados por la guerra y el hambre en las Regiones de Africa y del

Mediteráneo Oriental no lo puedan hacer.

Mientras los países, las autoridades y la

gente no abandonen el objetivo de proteger a sus niños y el 80% esté va-

cunado, las seis enfermedades prevenibles por vacunación están en camino

de erradicarse.

(9)

E

L PAI EN LAS AMERICAS

Y LA ERRADICACION DE LA POLIOMIELITIS

En las Américas el Programa Am- pliado de Inmunización (PAI) se inició en 1977, con el fin de prevenir las seis enfermedades. Para ello se creó un fondo rotatorio para compras de vacunas con aportaciones especiales de varios países, con un monto superior a $US 4,5 millones. Dicho fondo ha contribuido a mejorar la calidad de las vacunas y a facilitar su adquisición por los países participantes al menor costo posible, lo que se ha traducido en un mayor número de niños inmunizados.

Desde que el PAI se estableció ha lo-

grado muchos adelantos: más de 15 000 trabajadores de salud han recibido adiestramiento en talleres organizados por el PAI, se han organizado cadenas

de frío que conservan adecuadamente las vacunas, y se han capacitado más de 250 técnicos en el manejo, mantenimiento y reparación del equipo necesario. Como resultado de los esfuerzos del PAI, hoy en día la inmunización se ha

convertido en una de las prioridades de los planes de salud de los países de la Región, y la cobertura de vacunación se ha duplicado, de solo 25 a 30% de la población infantil en 1977, al 60% de los niños expuestos a contraer esas enfermedades.

Desde 1980 la OMS ha colaborado con

los países en la realización de amplias evaluaciones del PAI, y ha cooperado

con las escuelas de salud pública en la capacitación de personal para diversas actividades del PAI. La mayoría de los países han progresado mucho en el mejoramiento del equipo y en los procedimientos que se aplican para garan- tizar la actividad de las vacunas.

La OPSIOMS también ha venido ofre- ciendo información actualizada y datos recientes sobre los programas por me- dio del BoZeth Informativo PAI, que se publica cada dos meses (en español e inglés) y se distribuye a más de 10 000 trabajadores de salud.

No hay duda de que los resultados más espectaculares del PAI se han conseguido en el campo de la inmunización

antipoliomielítica, en el que la cobertura de la población menor de un año alcanza actualmente al 70%. Sin embargo, la enfermedad no se ha vencido, por lo que es preciso redoblar los esfuerzos para evitar que el número de víctimas que cobra cada año se mantenga, pues de ser así para 1990 habría una importante cantidad de niños paralizados por la enfermedad.

Teniendo en cuenta estas circunstan- cias, en 1985 el Consejo Directivo de la OPS aprobó un Plan de Acción para la erradicación de la transmisión autóctona del virus salvaje de la poliomielitis

(10)

han aceptado este gran reto es una demostración evidente de su compromiso

para cumplir

las

metas del

PAI.

La erradicación de la poliomielitis no se reali-

zará de una forma aislada, sino qtie llevará consigo la aceleración y el reforza-

miento de todas las actividades de inmunización, especialmente los sistemas

de vigilancia epidemiológica y el apoyo de laboratorios. Al mismo tiempo, el

proceso exigirá mejoras en los sistemas de atención de salud que redundarán

en beneficio no solo para los programas de inmunización sino también para

otras intervenciones de atención primaria.

El costo de la campana se calcula en

unos $US 24 millones por año en toda la Región -una cifra realmente baja

comparada con lo que se gastaría en rehabilitación y hospitalización de las

víctimas en ausencia de este esfuerzo - y esto sin contar los costos incalcula-

bles del sufrimiento humano y productividad perdida.

La decisión se ha tomado, existe la vo-

luntad política para hacerla realidad, se dispone de la capacidad técnica para

llevarla a cabo. También se cuenta con la colaboración técnica y económica de

importantes organismos internacionales

-AID, UNICEF, BID,

Club Rotario In-

ternacional. La meta fijada para

1990

está a la vista.

(11)

LA

S VACUNAS SALVADORAS

EL calculo de la OMS es que 800 000

niños del Tercer Mundo se salvan como resultado del PAI que se puso en

marcha en 1974, frente a cinco millones que quedaban discapacitados y cinco millones que moríal por año. El lema de este año: Kzwnación: derecho de cada niño expresa un reconocimiento de este hecho y la urgencia de que esto no suceda más.

De acuerdo con los últimos datos, un 41% de 118 millones de niños que sobreviven al primer año han sido vacuna-

dos contra el sarampión, la enfermedad que produce la mayor mortalidad enue los niños, y un 46 % ha recibido la vacuna contra la tuberculosis. La inmunización contra estas dos enfermedades requiere una sola dosis de vacuna.

Agreguemos que al 47 % se le aplican todas las dosis indicadas de vacunas contra la difteria, la tos ferina, el tétanos y la poliomielitis, Si sabemos que menos del 5 % estaba protegido cuando se lanzó el PAI, el cálculo es sencillo: la protección se ha multiplicado por ocho

en solo 10 años. El precio de la inmunización contra las seis enfermedades oscila entre 5 y 15 dólares y los países asumen un 80 % de los costos.

A

marcha redoblada

Aunque el trabajo de las organiza- ciones que cooperan en esta tarea no está terminado, la vacunación ya es un éxito que hay que asegurar, por ejemplo, fortaleciendo los servicios de salud; con esta acción hay muchas razones para esperar que hacia 1990 la cobertura total de vacunación alcanzará del 60 al 70% de los niños.

Entre los puntos a favor con los que ya podemos contar está el adiestramiento de miles de trabajadores de salud en las técnicas de administración y evaluación de los programas nacionales, y el perfeccionamiento constante de la cadena de frío para mantener refrigeradas y activas las vacunas desde que salen de la fábrica hasta que las recibe un niño, hecho que no debe callarse por sabido.

Sin embargo, a pesar de los grandes avances de estos 10 anos, un informe de la OMS expresa que todavía prota- gonizamos la tragedia de no vacunar cuando podemos hacerlo. Como conse- cuencia, ues millones y medio de niños mueren de sarampión, tos ferina y tétanos, y 275 000 quedan inválidos por la poliomielitis. (China está ex- cluida de estas cifms.)

(12)

274

La OMS recalca que es prioritario re-

doblar la marcha y recomienda:

0 Que se vacune a todos los niños -aun a aquellos que sufren de desnutrición, de malnutrición o de alguna afección leve- práctica que no se sigue actualmente.

0 Que todos los servicios de salud puedan vacunar y no solo los precisamente señalados para eso, como ocurre hoy en muchos lugares.

0 Que las tasas de abandono se reduzcan educando a los padres sobre la necesidad de llevar otra vez a sus hijos a los centros de salud para recibir la segunda y tercera dosis de vacuna contra la poliomielitis y la triple DFT Hoy en las encuestas aparecen promedios del

30 % de abandono.

q Que los programas de vacunación tengan como objetivo la gente pobre de las ciudades, que no siempre entra en la mira de los planificadores.

III Que se otorgue importancia decisiva no solo a la cobertura sino a la reducción de la incidencia de las enferme- dades, especialmente el sarampión, la poliomielitis y el tétanos neonatal. Este tipo de tétanos se produce por infección del cordón umbilical, en el momento en que se corta o cuando se aplican remedios caseros para cicatri- zarlo. Esta enfermedad causa la muerte de 800 000 recién nacidos por ano, mientras que dos dosis de vacuna administrada a embarazadas evitarían tal tragedia.

CUADRO 1. Cobertura de vacunación en las Regiones de la OMSa

Porcentaje de niños Porcentaje de vacunados antes de mujeres embarazadas

cumplir un año vacunadas Poliomieliis Tétanos Regiones Sarampiónb Triple DPT (3 dosis) Tuberculosis (2 dosis)

Africa 23 23 18 30 12

Amérlcasc 59 52 67 54 2

Asia Sudoriental 39 46 46 51 12

Europa 75 81 84 70 -

Mediterrhneo Oriental 5 29 31 31 Pacífico Occidental 71 z 76 65 4

Total 41 47 48 46 14

a Sobre la base de la información disponible en agosto de 1986.

(13)

LA

ERRADICACION DE LA POLIOMIELITIS

EN EL NORDESTE DEL BRASIL

El gigantesco programa de inmuniza- ción contra la poliomielitis en el Brasil depende fundamentalmente de que se vacunen más niños menores de cinco años en las planicies del Nordeste, tan enormes y aisladas y, según funcionarios de ese país, de que se abandone por un momento el sentido de autocomplacencia que se sintió después de las primeras victorias contra la enfermedad, Del Nordeste, región de tres millo- nes de kilómetros cuadrados de superficie, proviene entre el 70 y el 80% de los casos notificados.

Hasta 1979, Brasil notificó un prome- dio de 2 500 casos de polio anuales. En 1980, durante el primer año de una campana nacional de vacunación, después de haber vacunado a 2 200 000

niños, la incidencia de la enfermedad se redujo casi a la mitad totalizando

1 290 casos.

La disminución continuó hasta 1983, cuando solo se notificaron 45 casos. A partir de ese momento, según parece, todos se quedaron tranquilos pensando que el problema se había terminado y actuaron en consecuencia. Por ejemplo, la educación en salud y la informa- ción pública se volvieron rutinarias y se concentraron todas las actividades en las dos semanas previas a los dos días nacionales de vacunación.

Como consecuencia, disminuyó la va- cunación a 85 % de los niños y el numero de casos subió de 130 en 1984 a más de 300 a mediados de 1986. La mayoría de los casos provenían del Nordeste. En Bahía, Ceará y Alagoas se notificaron brotes realmente graves.

Para salir al cruce de esta situación de urgencia, el Ministerio de Salud distribuyó 5 800 000 dosis de vacuna oral antipoliomielítica a las secretarías de salud de los estados con la esperanza de que se vacunarían aproximadamente cinco millones de niños.

Al problema geográfico de la exten- sión y al psicológico de la autocomplacencia y la tranquilidad, se agregó el hecho de que hubo un cambio en el tipo dominante de la cepa de po- liomielitis y de que la vacuna tenía un grado bajo de eficacia. En 1985, el poliovirus tipo 1 era la cepa dominante; un año más tarde, el 70% de los casos correspondían al tipo 3.

Un estudio posterior a los brotes de- mostró que la circulación intensiva y extensiva del tipo 3 en el Ngrdeste es- taba asociada con la poca eficacia de la vacuna, aunque no como único factor. Los niños menores de dos años que representaban el 40% del grupo objetivo

(14)

En 1985 se informaron 470 casos de 14

países: Argentina,

2

casos; Brasil, 138; Colombia,

18;

Ecuador, 1; Estados

Unidos, 5; El Salvador, 6; Guatemala,

26;

Haití, 80; Honduras, 4; México,

144; Paraguay, 3; Perú, 39; República Dominicana, 2 y Venezuela, 2. Hacia

mediados de 1986, aunque solo siete países notificaron casos, el número total

aumentó a 540 y la mayoría eran del Nordeste del Brasil. La distribución era

la siguiente: Brasil, 361

(260

del Nordeste); Colombia, 55; Guatemala, 3

1;

Haití, 15; México, 53; Perú, 23 y Venezuela, 2.

Las autoridades de salud del Brasil se

refieren al programa de vacunación como la guerra contra la poliomielitis y

libran las batallas en la costa, en las llanuras y en la selva, a lo largo y a lo

ancho de ocho millones y medio de kilómetros cuadrados de superficie,

donde nacen cuatro millones de niños por año.

El

programa se concentró en

vigilar la enfermedad y en detenerla, para lo cual, durante un período, se

vacunó a todos los miembros de un hogar donde se había detectado o sos-

pechado un caso.

(15)

zaban para administrar vacunas en más de 90 000 centros de salud de todo el territorio. Para contrarrestar el brote del Nordeste se estableció un día extra en abril.

Indudablemente son importantes es- tas campanas destinadas a que la gente tome conciencia; pero las autoridades de salud saben que lo esencial son las vacunas administradas de manera ha- bitual en todas las instalaciones de salud sin excepción.

No hay que olvidar tampoco la impor- tancia de la información y de la educación que se transmite por los medios de comunicación. En el Brasil hay más de 100 canales de televisión y más de

1 200 estaciones de radio, además de 3 000 vehículos equipados con alto- parlantes que deben utilizarse como fuente de información popular.

Es notable como en ese país se busca el apoyo de los líderes de la comunidad y de las personalidades nacionales, políticos, artistas, deportistas. El público brasileño tiene figuras muy queri- das cuya voz y cuya imagen influye en la conducta popular. La decisión política en el nivel presidencial es apoyar la vacunación de todos los niños de su país. Esta situación ha inspirado confianza a las autoridades de salud sobre las posibilidades reales de éxito.

Lo

GROS DE LA LUCHA

POR LA VACUNACION DE TODOS LOS NIÑOS

EN LAS AMHUCAS

Caribe de habla inglesa

El Centro de Epidemiología del Ca- ribe (CAREC), situado en Trinidad, coordina los esfuerzos de inmunización y de vigilancia de enfermedades de los 19 países del Caribe de habla inglesa afiliados a él. En todos ellos se exige que antes de ingresar en la escuela los niños sean vacunados conua las seis enfermedades principales: sarampión, poliomielitis, tétanos, tos ferina, difteria y tuberculosis. En varios de esos países se han aprobado leyes nacionales al respecto.

Las naciones del Caribe han logrado la disminución más notable, con amplio margen, en la ocurrencia de saram- pión y actualmente tienen una incidencia global entre las más bajas de la Región de las Américas. La poliomielitis se considera erradicada de la subre- gión; desde el brote de 1982 ocurrido en Jamaica, no se han vuelto a notificar casos. En 1985, por vez primera no se notificó un solo caso de difteria. Al mismo tiempo, únicamente cuatro países notificaron casos de tos ferina.

s

2

8

(16)

En la actualidad siete países del Caribe

de habla inglesa han ampliado sus programas de inmunización para incluir la

vacuna combinada contra sarampión, parotiditis y rubéola; ellos son Antigua

y Barbuda, Barbados, Bermuda, Islas Vírgenes Británicas, Islas Caimán,

Montserrat y Santa Lucía.

Los esfuerzos de vacunación se están

concentrando en los niños menores de un año, en cumplimiento de las re-

comendaciones del Programa Ampliado de Inmunización de la

OPS.

En los

19 países adheridos al

CAREC

cada mes se supervisa sistemáticamente la co-

bertura de inmunización; si esta es menor que el objetivo mensual fijado, los

funcionarios de salud pueden actuar rápidamente y adoptar medidas para

identificar el problema y corregirlo.

La meta: vacunación universal

En México se han llevado a cabo, con

excelentes resultados, dos jornadas nacionales de vacunación cada año, dirigi-

das específicamente contra la poliomielitis. Las estadísticas de esas campañas,

que duran un día cada una, revelan que recibieron la vacunación antipo-

liomielítica completa más de

80%

de los niños, según el objetivo fijado. Esta

es la cifra que se necesita para asegurar la interrupción total de la transmisión

de la enfermedad. México es además un país que ha adelantado mucho en la

producción de sus propias vacunas, pues actualmente elabora las seis vacunas

(17)

primordiales del PAL Cada año se fabrican en ese país 25 millones de dosis de vacuna antipoliomielítica oral.

Por su parte, el Paraguay ha logrado impresionantes progresos, ya que ha podido vacunar contra la poliomielitis a 95 % de los niños menores de cuatro anos.

Más vacunas

El Gobierno de Costa Rica ha decidido reforzar su programa de inmunización mediante la adición de las vacunas contra la hepatitis vírica, la parotiditis y la meningitis. La decisión de un gobierno de ampliar el numero de vacunas del programa nacional es suma- mente positivo, pues suele indicar que el programa funciona bien y es eficaz. A decir verdad, las tasas de cobertura siempre han sido altas en ese país, que tiene en su haber una larga historia de protección de sus habitantes contra las principales enfermedades contagiosas. Los programas costarricenses de in- munización contra la poliomielitis datan de 1960, y ese país fue el primero de la Región que consiguió erradicar la enfermedad.

Cooperación internacional

Escuelas de salud pública de la Argen- tina y el Brasil, con ayuda del PAI en la sede de la OPS, han tomado la delan-

tera en lo que se refiere a la elaboración de materiales didácticos eficaces para ayudar en los cursos de capacitación para la vigilancia del PAI. México tam-

bién colaboró en la organización y dirección de un curso de capacitación diri- gido a trabajadores de salud de toda América Central que se llevó a cabo en Managua, Nicaragua.

Fomento de la vacunación

La República Dominicana se ha ganado merecido reconocimiento por sus esfuerzos para lograr la extensión masiva de su programa de vacunación; miles de voluntarios visitaron li- teralmente casa por casa a fm de identificar niños que no habían sido vacuna- dos. En El Salvador, durante las jornadas de la campaña nacional de vacuna- ción -que han llegado ha conocerse como “los días de la tranquilidad”- se organizan desfiles de pancartas, se presentan orquestas y cantantes en las es- quinas, y se utilizan altavoces y unidades móviles, todo con el propósito de conseguir que los padres lleven a vacunar a sus hijos.

(18)

Imagem

CUADRO  1.  Cobertura de vacunación en las Regiones de la OMSa

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