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Vivir para Contarla: escritura del yo y memoria en Gabriel García Márquez

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Academic year: 2021

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(1)UNIVERSIDADE ESTADUAL DA PARAÍBA CENTRO DE EDUCAÇÃO DEPARTAMENTO DE LETRAS E ARTES CURSO DE LICENCIATURA EM LETRAS – LÍNGUA ESPANHOLA. JOSÉ VERANILDO LOPES DA COSTA JUNIOR. VIVIR PARA CONTARLA: ESCRITURA DEL YO Y MEMORIA EN GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ. CAMPINA GRANDE – PB 2014.

(2) JOSÉ VERANILDO LOPES DA COSTA JUNIOR. VIVIR PARA CONTARLA: ESCRITURA DEL YO Y MEMORIA EN GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ. Trabalho de Conclusão de Curso apresentado ao curso de Letras do Departamento de Letras e Artes da. Universidade. Estadual. da. Paraíba,. em. cumprimento à exigência para obtenção do título de Graduado em Letras – Língua Espanhola.. ORIENTADORA: ALBUQUERQUE.. CAMPINA GRANDE - PB 2014. THAYS. KEYLLA. DE.

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(5) “Saudade dentro do peito É qual fogo de monturo Por fora tudo perfeito, Por dentro fazendo furo. Há dor que mata a pessoa Sem dó e sem piedade, Porém não há dor que doa Como a dor de uma saudade. [...] Saudade é canto magoado No coração de quem sente É como a voz do passado Ecoando no presente.[...]”. A Risolene Sucupira [In memorian].

(6) AGRADECIMIENTOS A Thays Keylla de Albuquerque, mi querida orientadora e incentivadora en el mundo académico. Pues, una referencia en mi formación académica y literaria. A Ariadne Costa da Mata por la capacidad de, a lo largo de las clases, a las 7 de la mañana, después de un puente de feriado, encantarnos con sus verdaderas conferencias literarias. A Gilda Carneiro Neves Ribeiro por la preocupación en ayudarnos a superar nuestros límites y por incentivarnos a ser lo mejor que podemos ser. A mis padres Ana Paula y Nildinho, las dos personas que se vuelven felices por mis conquistas. A mi familia que hoy comparte la felicidad de este día. A todos los amigos que comparten conmigo los momentos felices y que a lo largo de mi vida han sido verdaderos hermanos. Y a todos los demás que de algún modo han contribuido con la escritura de este trabajo. ¡Muchísimas Gracias!.

(7) VIVIR PARA CONTARLA: ESCRITURA DEL YO Y MEMORIA EN GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ José Veranildo Lopes da Costa Junior (UEPB) RESUMEN Literatura, imaginación, ficción, olvido, escrituras del yo, Gabriel García Márquez, estas son algunas de las palabras que envuelven las discusiones en esta investigación. Nos preocupamos en discutir desde Vivir para contarla (2007), la biografía de Gabriel García Márquez, puntos que se relacionan a la literatura del yo. Para tanto, utilizamos las contribuciones teóricas de Bakhtin (2003), Costa Lima (2006) Klinger (2007), Lejeune (2007), entre otros. De esa forma, pretendemos establecer diferencias entre la autobiografía y otros géneros de memoria para tratar de algunos puntos importantes, como la memoria y la noción de Pacto Autobiográfico presentada por el teórico francés Philippe Lejeune (2008). Así, discutiremos sobre cómo la memoria se presenta en la obra de García Márquez, señalando el olvido y la memoria como estrategias de la escritura autobiográfica. En síntesis, nos proponemos a reflexionar sobre los límites entre realidad y ficción, imaginación y realidad en la obra del escritor colombiano, además de discutir si Vivir para contarla (2007) es literatura autobiográfica o ficción y cuáles son los puntos de encuentro que nos permiten comprobar nuestro análisis. Palabras-clave: Escrituras del yo. Memoria. Pacto Autobiográfico. García Márquez..

(8) VIVIR PARA CONTARLA: ESCRITURA DEL YO Y MEMORIA EN GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ José Veranildo Lopes da Costa Junior (UEPB) RESUMO Literatura, imaginação, ficção, esquecimento, escritas de si, Gabriel García Márquez, essas são apenas umas das palavras que permeiam as discussões nessa pesquisa. Nos preocupamos em discutir a partir de Vivir para contarla (2007), a biografia de Gabriel García Márquez, pontos relativos a escrita de si. Para tanto, utilizamos as contribuições teóricas de Bakhtin (2003), Costa Lima (2006) Klinger (2007), Lejeune (2007), entre outros. Dessa forma, pretendemos estabelecer diferencias entre a autobiografia e outros gêneros memorialísticos para tratar de alguns pontos importantes, como a memória e a noção de Pacto Autobiográfico apresentado pelo teórico francês Philippe Lejeune (2008). Assim, discutiremos sobre como a memória é aplicada em García Márquez, apontando para o esquecimento e a memória como estratégias da escrita autobiográfica. Em sínteses, nos propomos a refletir sobre os limites entre realidade e ficção, imaginação e realidade na obra do escritor colombiano, além de discutir si Vivir para contarla (2007) é literatura autobiográfica ou ficção e quais são os pontos de encontro que nos permitem comprovar nossas análises. Palavras-chave: Escritas do eu. Memória. Pacto Autobiográfico. García Márquez..

(9) ÍNDICE 1. Introducción ………………………………………………………………… 09. 2. Vivir para contarla: literatura del yo y memoria en Gabriel García Márquez ………………………………………………………………………………… 12 3. Consideraciones finales ……………………………………..……………….. 36. 4. Referencias bibliográficas …………………………………………………… 39.. 8.

(10) INTRODUCCIÓN Estudiar la obra de Gabriel García Márquez, es percibir, ante todo, en el goce de la lectura literaria los elementos mágicos que permean su literatura. Me acuerdo que en la Navidad de 2010 recibí de regalo el libro Relato de un naufrago, esta obra, probablemente, fue el primer libro completo que tuve contacto con la escritura del autor colombiano, ya que antes había leído solamente algunos cuentos. Leerlo fue como hacer un viaje y naufragar, como si yo estuviera a deriva, como si la sensación de quedarse mareado por cuenta del movimiento del mar fuera realidad. Desde entonces, algo me había llamado la atención en la literatura de Márquez y tuve contacto con otras obras. Asimismo, leer otros textos no me llenaba, era necesario conocer un poco más sobre la vida del colombiano. Nacido en la ciudad de Aracataca, Colombia, en 1927, Gabriel García Márquez, íntimamente conocido como Gabo, es uno de los escritores más importantes del siglo XX y el ganador del Nobel de Literatura en 1982. Estudiar su obra es dedicarse al estudio de uno de los representantes máximos del realismo mágico en Hispanoamérica. Tales informaciones no me parecieron suficientes. Un día buscaba en Internet la biografía del brasileño Chico Buarque, cuando sin pretensiones, he encontrado un artículo sobre la autobiografía de Gabriel García Márquez. En la quinta edición de Vivir para contarla Carlos Fuentes (2007) comenta sobre el libro: El libro más esperado de la década, compendio y recreación de un tiempo crucial en la vida de Gabriel García Márquez. En este apasionante relato, el premio Nobel colombiano ofrece la memoria de sus años de infancia y juventud, aquellos en los que se fundaría en imaginario que, con el tiempo daría lugar a algunos de los relatos y novelas fundamentales de la vida, a través de cuyas páginas García Márquez va descubriendo ecos de personajes e historias que han poblado obras como Cien años de soledad, El amor en los tiempos de cólera, El coronel no tiene quien le escriba o Crónica de una muerte anunciada, y que convierten Vivir para contarla en un guía de lectura para toda su obra, en acompañante imprescindible para iluminar paisajes inolvidables que, tras la lectura de estas memorias, adquieren una nueva perspectiva.. Con la obra en manos me faltaba transformar el goce de la lectura literaria en un trabajo de grado basado en teorías de la literatura. De esta forma, nuestro objetivo en esta investigación es analizar Vivir para contarla la autobiografía de Gabriel García Márquez bajo la perspectiva de la escritura de yo. Abordaremos la obra ante el desafío de pensar en un escritor que escribió sobre su propia vida y hacer un puente entre algunas paradojas, tales como memoria versus ficción y realidad versus imaginación. Sabemos que la “muerte del autor”, es decir, el olvido del escritor en la 9.

(11) literatura, por mucho tiempo, ha influenciado perspectiva literaria en las universidades, sobre todo la edición y venta de libros autobiográficos en el mundo académico. A lo largo del tiempo, la literatura autobiográfica estuvo en el olvido de la crítica pues se la pensaba como una literatura menor y sin prestigio por tratar de contar la vida de alguien sin los elementos literarios que constituyen la literatura canónica. Ahora, en el siglo XXI, las discusiones sobre la autobiografía vuelven a pauta académica porque se entiende que el regreso del autor es uno de los puntos más característicos de este siglo. Así que, este trabajo se vuelve a la preocupación de la teoría literaria actual en entender las razones por las cuales el escritor publica parte de su vida y cuáles son los artificios utilizados por este autor. La primera edición de Vivir para contarla lanzada en noviembre de 2004, en Argentina, fue exitosa. En pocos días los libros desaparecieron de las librerías. Tal hecho nos lleva a pensar en el retorno del autor y en una literatura autobiográfica que va más allá de la posibilidad de narrar la vida del escritor simplemente por contar eventos de su vida. Nos parece que García Márquez consiguió vender su libro no solamente por su historia de vida sino por el atrayente modo de contarla. Señalamos, bajo la perspectiva de Lejeune (2008) que el concepto del autor como (des)conocido puede ser aplicado a la literatura de Márquez para explicar el éxito en la venta de su autobiografía Vivir para Contarla (2007), pues nos parece que los lectores se vuelven más interesados en conocer la vida de un escritor conocido así que mucho se puede especular sobre la exposición del yo. El colombiano es uno de los más conocidos e importantes escritores de Hispanoamérica y había lanzado muchos libros antes de la publicación de su autobiografía, incluso recibió importantes premios como el Nobel de Literatura en 1982. En síntesis, el nombre García Márquez, antes de la publicación de su autobiografía ya era referencia en la Literatura, por esto, probablemente, los lectores tuvieron tanto interés por su autobiografía, lo que de acuerdo con la teoría francesa, el escritor es intitulado como conocido en el mundo de la literatura. Por tanto, mucho más que tratar de la “muerte del escritor” se nos parece importante tratar del retorno del autor en las producciones autobiográficas para explicar el éxito de Vivir para contarla en la contemporaneidad bajo la exposición del “yo”. La autobiografía es uno de los géneros más actuales, pues se percibe una predilección por la exposición de la intimidad, como los reality shows y el facebook. En esta investigación nos preocupa entender cómo el escritor escribió su obra reflexionando 10.

(12) sobre la memoria y los recuerdos contados. La biografía, como género literario, se caracteriza básicamente por un elemento básico: narrar la vida de alguien, generalmente en primera persona. Tratamos del concepto de memoria pues partimos de la hipótesis que esta nos traiciona y nos lleva al olvido o a la reelaboración del propio pasado. ¿Quién se acuerda con detalles de todos los hechos transcurridos en los primeros años de vida? Como seres humanos, nuestra memoria se va a lo largo del tiempo perdiéndose y el olvido es inevitable. Pensamos que el escritor puede utilizarse de la ficción para contar eventos de su vida que pueden haber ocurrido de modo que se caractericen como creaciones de la imaginación. ¿Quién nos garantiza que nuestros recuerdos son totalmente factibles y reales? No nos proponemos a juzgar si lo narrado por el escritor es verdad o no, hasta porqué nosotros no hemos vivido su vida, además de que nuestra memoria nos traiciona de la misma manera que la del escritor. Para tanto, nos basamos en las contribuciones teóricas sobre el pacto autobiográfico y el retorno del autor en la literatura autobiográfica del crítico francés Philippe Lejeune (2008). Para caracterizar el discurso autobiográfico utilizamos los estudios sobre la Estética de la creación verbal de Bakhtin (2003). Nos basamos en las contribuciones teóricas sobre la escritura de yo y la escritura del otro de Diana Klinger (2007) para reflexionar sobre el retorno del autor. Nos basamos aun en las contribuciones de Silva (2013) para discurrir sobre la memoria en el discurso autobiográfico, de Bezerra (2011) para reflexionar sobre la ficción en la autobiografía. En síntesis, nos proponemos a reflexionar sobre los límites entre realidad y ficción e imaginación y realidad en la obra del escritor colombiano. Además, nos proponemos a pensar si Vivir para contarla es literatura autobiográfica o ficción y cuáles son estos puntos de encuentro que nos permite comprobar nuestras hipótesis.. 11.

(13) VIVIR PARA CONTARLA: ESCRITURA DEL YO Y MEMORIA EN GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ Desde que el hombre se descubrió como individuo perteneciente a un mundo en constantes transformaciones, la escritura fue y es una de sus más importantes invenciones y descubiertas. Perfeccionada a partir de la evolución del hombre, las letras permitieron desde la antigüedad la comunicación entre algunos de los pueblos existentes. Las imágenes dibujadas en las cuevas indígenas son las primeras demonstraciones de la necesidad de registro de lenguaje y de transmisión de un mensaje en el mundo. Con el tiempo, el hombre descubrió nuevas formas de transmitir mensajes, pasando de la escritura rupestre hasta llegar a la comunicación instantánea proporcionada por la Internet. De hecho, en la historia de la humanidad las formas de comunicación se presentan como una importante conquista de la sociedad. A partir del desarrollo de la escritura, el hombre utiliza las letras para formar su identidad en el mundo. Siglos después nace el escritor, hombre de carne y hueso que se dedica, sobre todo, a los hechos del lenguaje, utilizando las letras para narrar y contar los más diversos tipos de historias. Así, la literatura nos presenta textos escritos sobre el otro y textos escritos sobre el propio escritor, que se convierte en personaje. Escribir sobre el otro y sobre el propio yo son prácticas presentes en el mundo desde hace mucho tiempo. La Odisea griega, escrita en el siglo VII a.c, es un poema épico que cuenta hechos ocurridos en la Guerra de Troya. Escrita por Homero, la Ilíada y la Odisea son consideradas como los primeros y más antiguos textos literarios occidentales y fundamentales para la escritura occidental. Pensando en la escritura a partir de la narración de la vida de Cristo y en una perspectiva cristiana, señalamos que, probablemente una de las historias más conocidas de la humanidad es el nacimiento, la vida y la muerte de Jesús. Los discípulos desde entonces cuentan historias sobre la vida del otro, marcadas por el discurso biográfico. La experiencia singular de haber presenciado la vida de Jesús también es narrada a partir de una visión propia y autobiográfica a partir de la memoria de los discípulos. En el mundo occidental, uno de los primeros representantes del discurso autobiográfico reconocido como escritura del yo, es la literatura producida por Agostinho. Así, para Klinger (2007, p.27): 12.

(14) Embora exacerbada na cultura burguesa da Ilustração, a escrita de si não é nem um aspecto moderno nascido da Reforma, nem de um produto do romantismo; é uma das tradições mais antigas do Ocidente – uma tradição já bem estabelecida, profundamente enraizada quando Agostinho começa a escrever suas Confissões, que geralmente são citadas como o primeiro referente de uma escrita autobiográfica.. Durante mucho tiempo los diarios fueron la principal manera de conservar las memorias y los recuerdos. La escritura autobiográfica, permítenos inmortalizar nuestras experiencias en el mundo a partir de la escritura sobre nuestro propio yo y sobre la vida del otro. Uno de los clásicos de la historia de la literatura, el relato judío de Anne Frank es, quizás, el relato memorialista más leído en todo el mundo. Conocer la experiencia y los relatos del otro nos ayuda a comprender nuestra propia realidad, sobre todo, por la identificación con las historias narradas. En el contexto de la Literatura Hispanoamericana, los textos memorialísticos no son creaciones literarias nuevas. Fíjenos en la llegada de Colón en Hispanoamérica, cuando se produjeron diversos relatos de viaje que narran el encuentro entre el hombre europeo y el hombre hispanoamericano. Tales relatos están marcados por el discurso memorialista y por las experiencias del sujeto. Así, se nombra los escritos en primera persona de inúmeras formas: literatura de confesión, diarios, memorias, escritura del yo, entre otros. Pensando en el contexto de la literatura global, Diana Klinger (2007) reflexiona sobre la presencia de la primera persona en la literatura contemporánea mundial, lo que suelen intitular de retorno del autor. Para la estudiosa, las novelas escritas en primera persona introducen elementos característicos de los textos biográficos. La escritura del yo, en este contexto, no es una tendencia literaria relativamente nueva, pues en la historia de Hispanoamérica se la encuentra como una tendencia literaria establecida. Pensamos en la literatura del yo como una manera de escribir sobre sí y sobre el otro de modo que la vida de un personaje sea el centro de la historia narrada. Un claro ejemplo de memorias son las autobiografías y las biografías, estás poseen características semejantes con diferencias de matices. “Entendo por biografia ou autobiografía (descrição de uma vida) a forma transgrediente imediata em que posso objetivar artisticamente a mim mesmo e minha vida” (BAKHTIN, 2003 p. 139). Ante todo, nos parece importante aclarar las características que marcan la escritura del yo y la escritura del otro, es decir, el discurso autobiográfico y el discurso biográfico. Estas dos formas de narrar la vida de alguien son bastante semejantes, 13.

(15) pensamos que las dos cuentan la vida de una persona y se diferencian a partir de la presencia del narrador/personaje, en primera o tercera persona. Para Bakhtin (2003), el autor en la biografía está bastante cerca del personaje a causa de la aproximación entre quién escribe y el personaje de la historia, de modo que los dos pueden cambiar de lugar en la narración y vivir, ora la vida del propio escritor, ora la vida del propio personaje. Este cambio, de acuerdo con el estudioso, es posible por cuenta del acercamiento de la vida del personaje por quién narra su historia, de modo que el autor de biografía vive una vida que no es la suya, cómo si viviera su propia vida y conoce el alma del personaje narrado tan a fondo que puede acordarse de eventos que el propio “yo” no se le acuerda porque él se dedica a estudiar los eventos narrados. El autor postula: Entre todos os valores artísticos, o biográfico é o menos transgrediente à autoconsciência; por isso na biografia o autor está mais próximo do herói desta, os dois como que podem trocar de lugar, e por esta razão é possível a coincidência pessoal entre personagem e autor além dos limites do todo artístico. O valor biográfico pode organizar não só a narração sobre a vida do outro, mas também o vivenciamento da própria vida e a narração sobre a minha própria vida, pode ser forma de conscientização, visão e enunciação da própria vida. (BAKHTIN, 2003, p.139).. Nos ponemos contrarios a la teoría presentada por Bakhtin (2003), por creer que uno no puede vivir la vida del otro, tampoco puede invadir la conciencia de otro ser. De acuerdo con la perspectiva de Bakhtin, el autor de biografía puede trasladarse de su vida para vivir otra vida, lo que va de contra a nuestra hipótesis pues creemos que a lo máximo el escritor puede imaginar como el personaje vivió un evento. Creemos que en muchos casos el biógrafo está cerca de la historia de vida del personaje, pero ni siempre este acercamiento puede ocurrir. El autor puede imaginarse en situaciones cotidianas y cerca de un evento de la vida del personaje. De la misma forma puede estar tan lejos de un evento que crea una versión imaginativa o basada en su conocimiento de mundo para tal narración. Diferentemente de la perspectiva presentada por Bakhtin (2003), defendemos que el biógrafo puede imaginar cómo fue la sensación que tuvo García Márquez al reencontrar su madre en Barranquilla, pero no puede sentir la sensación real que tuvo el colombiano. Nuestros recuerdos, así como las sensaciones causadas por nuestras memorias son tan personales y singulares como los secretos más escondidos por Márquez. Pues, en el plano de la narrativa, el biógrafo puede, a través de una escritura 14.

(16) imaginativa, vivir las memorias del personaje, pero éste no puede trasladarse al plano de la realidad, quedándose en la imaginación. Bakhtin (2003, p.140) destaca que el autor de biografia “É o outro possível, que se infiltrou na nossa consciência, com quem a vida exterior pode ser suficientemente móvel”, afirmación que nos hace reflexionar si el biógrafo puede invadir la consciencia del biografiado, así que no creemos en un autor que invade la consciencia del biografiado, pues es imposible que el autor de biografía invada su memoria y conozca todos sus recuerdos, esto porque él tiene vida propia, es decir, no vive la vida del otro, a lo máximo se dedica a estudiar esta vida partiendo de informaciones, periódicos, revistas, charlas personales, videos y fotos, pero siempre partiendo de la memoria del otro. En síntesis, creemos en el alejamiento del autor de biografía pues el material utilizado por este es la memoria del otro y no la memoria del personaje. Gabriel García Márquez, como escritor de su biografía, utiliza de la memoria del otro para contar sus propios recuerdos, además utiliza de los testigos de otras personas para crear su propia memoria, teniendo en cuenta que él no vivió tales historias. Una de las memorias del escritor fue narrada desde los recuerdos de su abuelo: “<<el que viaja en camión no se sabe dónde se muere>>, recordé con la memoria de mi abuelo (GARCÍA MÁRQUEZ, 2007, p.333)”. Éste episodio nos ayuda a comprender que el colombiano escuchó la recordación de su abuelo, sabe que no la vivió, pero la recreó como si fuera una memoria indirecta suya. En un otro episodio, el escritor nos ayuda a entender que sus memorias fueron escritas desde los recuerdos de otras personas, el escritor cuenta que un día estaba en una audiencia en el Palacio de Justicia para discutir el cataclismo que amenazaba Colombia. Lo que señalamos en este episodio es que la historia fue narrada a partir de la memoria de otras personas, lo que nos ayuda a comprender que el propio García Márquez utiliza de la memoria del otro para contar sus propias memorias. Lo que se sabe de aquella audiencia se lo debemos a lo poco que contaron los mismos protagonistas, a las raras infidencias de algunos y a las muchas fantasías de los otros, y a la reconstrucción de aquellos días aciagos armados a pedazos por el poeta e historiador Arturo Alape, que hizo posible en buena parte el sustento de estas memorias. (GARCÍA MÁRQUEZ, 2007 p. 320). El punto clave en la biografía es el carácter realista de la narración. Una vez que el autor intenta describir la historia de alguien de la manera exacta que se le ocurrió. No 15.

(17) debe tener una visión romántica de los eventos de la vida. Debe tener la realidad descrita en las páginas de un libro como se le ocurrió, esto porque el biógrafo no debe tener el objetivo, por lo menos teóricamente, de crear un héroe, de esconder algunos eventos negativos de la vida del personaje ni debe poner énfasis en eventos positivos. A lo mejor, la memoria nos puede traicionar, incluso al autor, de modo que la descripción biográfica esté íntimamente basada en un gran número de eventos que de hecho ocurrieron, pues son resultados de un estudio sobre la vida del personaje. La visión del otro es una característica esencial en la biografía. Se trata de una tercera persona, llamado biógrafo, que estudia la vida del yo narrado. El otro discurre sobre la vida e historia del protagonista de modo singular y propio y la narración es un producto de la memoria de este otro si fuera una autobiografía. Por supuesto, es resultado de los estudios a fondo sobre la vida de alguien. El “yo” narrado por el otro, no entra en conflicto con el “yo” protagonista, esto porque la narración en tercera persona está asociada a la visión de un cuerpo extraño que no pertenece al alma del yo narrado, es decir, el narrador en tercera persona. El biógrafo se apropia de la historia y de la vida del protagonista para crear su versión de la vida del otro, lo que resulta en una narración basada en hechos reales y/o en una historia contada basada en la memoria del escritor. El biógrafo puede participar de parte de nuestra vida, pero no está presente en todos los eventos que vivimos, hasta porque él tiene vida propia. Además, creemos que el biógrafo se acerca a la historia de vida del biografiado, pero sabe que su vida es otra y que nunca vivirá la vida del personaje narrado en esencia. Os valores biográficos são valores comuns na vida e na arte, isto é, podem determinar os atos práticos como objetivos das duas; são as formas e os valores da estética da vida. O autor de biografia é aquele outro possível, pelo qual somos facilmente possuídos na vida, que está conosco quando nos olhamos no espelho, quando sonhamos com a fama, fazemos planos externos para a vida; é o outro possível, que se infiltrou na nossa consciência e frequentemente dirige os nossos atos, apreciações e visão de nós mesmos Ao lado do nosso eu-parasi. (BAKHTIN, 2003, p.140).. Partimos del presupuesto básico que la escritura autobiográfica se caracteriza por la presencia de un narrador en primera persona que narra su propia vida. Tal característica está presente, sobre todo, en los discursos políticos de Hispanoamérica, que introducen la primera persona a través de relatos fuertemente marcados por los. 16.

(18) recuerdos. Klinger (2007, p. 23), reflexiona sobre la literatura autobiográfica en Argentina: De fato, na Argentina do século XIX, a literatura autobiográfica, que remete a figuras públicas relevantes no processo de construção da nacionalidade, é inseparável da construção dessa identidade. A importância da escrita autobiográfica é tal que Noé Jitrik chega afirmar que “o que chamamos de literatura argentina para o século XIX é memórias, como as do General Paz, autobiografias, como as de Sarmiento, ou diários, como os de Mansilla, por dar alguns exemplos contundentes”.. Tratando aun de la literatura autobiográfica en nuestro continente, se percibe la producción de relatos en primera persona a partir de las dictaduras militares entre los años 70 y 80. De acuerdo con Santiago (1988) apud Klinger (2007): “Nesse contexto aparecem inúmeros relatos memorialísticos das experiências dos jovens políticos ou dos exilados [...] podem ser considerados como testemunho de uma geração” (p.24). El colombiano Gabriel García Márquez fue y es hasta la actualidad uno de los escritores que tuvieron la historia de su vida contada desde la narración de diferentes biógrafos. En 2004, Dasso Salvídar lanzó García Márquez: El viaje a la semilla – La biografía. En 2008, la periodista argentina Graciela Cravino narró la vida del colombiano en su biografía intitulada Gabriel García Márquez: Mucho más que Macondo lanzada pela editora Capital Intelectual, en Buenos Aires. En 2010, Gerald Martin publicó en Brasil la biografía intitulada Gabriel García Márquez – Uma vida. Además nos parece relevante ubicarnos en la obra, propiamente dicha. O sea, queremos caminar por las calles que nos llevan a la crítica literaria, y esto es posible, por el reconocimiento de la estructura del libro y de la narrativa. Para tanto, nos proponemos a describir la estructura del libro y discutir los puntos más relevantes en la construcción de la historia. Gabriel García Márquez publicó en 2007 en la ciudad de Buenos Aires la quinta edición de su autobiografía intitulada Vivir para Contarla cuya primera edición fue lanzada en el año de 2002. Vivir para Contarla (2007) es el libro de memorias del representante máximo del realismo mágico en Colombia, Gabriel García Márquez. Nacido el 06 de Marzo de 1927 en Aracataca, es considerado uno de los escritores más importantes de Hispanoamérica por haber ganado algunos de los premios más codiciados de la Literatura, como el Nobel y el Premio Internacional de Literatura Neustadt. Gabriel es para Colombia el responsable por recrear el realismo mágico y llamar 17.

(19) la atención del mundo para la literatura que se produce en Latinoamérica. El 21 de Octubre de 1982, García Márquez recibió el Premio Nobel de Literatura, que no representa solo la calidad estética literaria de sus obras, sobretodo la importancia que tiene Cien Años de Soledad para el occidente, como marco de una nueva estética basada en el real maravilloso. Con el Nobel de Literatura, Colombia e Hispanoamérica se vieron en el centro del mundo y de la crítica literaria. Después de mucho tiempo, un escritor de Latinoamérica recibía el Premio más importante de Literatura del mundo. En 2002, García Márquez publicó la primera edición de su autobiografía Vivir para Contarla, pocos días antes de haber sido diagnosticado con cáncer, lo que puede haber destruido parte de sus memorias por cuenta de un grupo de factores, como la brusca enfermedad, las muchas medicinas y de su edad avanzada. En esta investigación nos interesa analizar la autobiografía, Vivir para Contarla (2007), lanzada en Buenos Aires, Argentina. Nos parece importante ubicarnos en algunas características de la obra, que fue lanzada en Buenos Aires por la editora Debolsillo y es considerada una de las principales fuentes de conocimiento sobre la vida del escritor y de la historia de Colombia. La capa del libro nos presenta elementos importantes que nos ayudan a ubicarnos en la literatura autobiográfica, tales como la firma de Gabriel García Márquez y la foto del escritor en la niñez. El epígrafe de abertura del libro nos revela que el texto está lleno de elementos que se encuentran en la frontera entre la realidad y la ficción: “La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla” (GARCÍA MÁRQUEZ, 2007, p. 08). La anteportada de la autobiografía trae una breve presentación del libro y cita algunas de las principales obras del escritor, como Cien años de soledad y El amor en los tiempos de cólera. Además, Carlos Fuentes (2007) cita a García Márquez: “A los que un día dirán: “Esto fuiste”, “esto hiciste” o “esto imaginaste”, Gabo se les adelanta y dice simplemente: soy, seré, imaginé. Esto recuerdo. Gracias por la memoria.” Esta cita nos hace inferir el sentimiento de inmortalización del escritor colombiano a través de la escritura de su autobiografía, ésta una característica de la escritura del yo. La quinta edición de la autobiografía cuenta con 527 páginas distribuidas en 08 capítulos cuentan la trayectoria de García Márquez y la historia de Colombia. En el primer capítulo, el escritor narra sus recuerdos en la ciudad de Aracataca, pero son memorias indirectas, pues algunas de ellas fueron vividas antes del nacimiento 18.

(20) del escritor. De acuerdo con Silva (2007), en este capítulo tres tiempos se mezclan en la historia: el tiempo de la narrativa, el tiempo de lo narrado y el tiempo de una narración contada por otras personas, pues se trata de eventos vividos indirectamente, pues fueron narrados antes del nacimiento de García Márquez, lo que no le permite acordarse. En este capítulo, Aracataca es la ciudad donde todo empezó, está llena de recuerdos y de memorias, buenas y/o malas, pues esta ciudad es un marco en la vida del escritor. En el segundo capítulo, se percibe que hay un cambio de perspectiva en la narrativa, ahora García Márquez ya se encuentra vivo, sin embargo la niñez aun le impide de contar algunos recuerdos, luego él se utiliza de la memoria de otras personas para continuar la narración. Se percibe el tema de cómo García Márquez se descubrió como escritor, así que él siempre narra sus ganas de estudiar Literatura yendo en contra con el destino que su familia le había planeado, de estudiar una carrera universitaria que le diera una vida estable. En toda la narrativa, el escritor cuenta cómo se volvió escritor, cuáles son sus primeras impresiones como escritor, la resistencia de su familia a la decisión de dedicarse a la literatura y narra cómo escribió algunas de sus obras. Es de hecho, una narración de afirmación como escritor, don divino que no podría ser abandonado para dedicarse a una carrera universitaria, que no fuera la Literatura. A partir del tercer capítulo hay algunos marcos importantes en la vida del escritor, como la muerte de su abuelo causada por el desastre en Aracataca por las guerras civiles en Colombia. De acuerdo con Silva (2007), a partir de este capítulo, García Márquez presenta puntos que estarán en la narrativa hasta el último capítulo, como el aprendizaje de las letras, que cambió su vida por haber salido de la pobreza extrema y la publicación de su primer libro como merito de su ardua vida. El cuarto capítulo muestra el escritor en su adolescencia en las ciudades caribeñas de Colombia y cuenta la vida del chico que se fue a la escuela y empezó a estudiar, aprender las primeras letras y hacer las primeras lecturas bajo la escolarización recibida. Silva (2007), señala que el tono en la narrativa es de formación del escritor Gabriel García Márquez, llevándose en consideración que el trabajo con la literatura empieza desde los primeros pasos del escritor en la escuela de Zipaquirá. El capítulo seis trata de la vida de García Márquez en la ciudad de Cartagena de Indias y la importancia que esta ciudad tiene en la formación cultural del escritor, pues a él le gustaba admirar las principales iglesias de la ciudad y escuchar sus historias de 19.

(21) luchas. El capítulo siete, narra la vida adulta del escritor y su pasaje por la editorial El Heraldo a través de las primeras notas periodísticas que se publicaban en la ciudad de Barranquilla. Este capítulo cuenta un poco de la historia de la publicación de los primeros cuentos del escritor, de la publicación de La hojarasca y el proyecto del libro La casa. Por fin, el último capítulo trata de la gloriosa vida del escritor Gabriel García Márquez y del reconocimiento de sus obras literarias por diversas autoridades y por la crítica literaria alrededor del mundo. No se trata del fin, tampoco de una conclusión sobre la vida del escritor, así que esta autobiografía es un poco de lo que Gabriel García Márquez quiere inmortalizar en las páginas de la Literatura, su vida y el pasaje del niño pobre al ganador del Premio Nobel de Literatura. Antes de reflexionar sobre la escritura del yo nos parece importante discurrir sobre las características que definen un texto autobiográfico y le diferencia de los demás tipos de textos, como, por ejemplo, los diarios, los poemas autobiográficos, las memorias, la biografía, la novela personal y el ensayo. Bakhtin (2003), discute en el libro Estética da Criação Verbal temas relacionados con la literatura de ficción. El autor se preocupa con el hombre y su autoconocimiento sobre su propia vida e historia planteando como cuestión central el descubrimiento del yo. Así, en esta perspectiva, el estudioso discute sobre las características y las funciones de los textos autobiográficos, caracterizados por la presencia de una primera persona que narra su propia historia. Las memorias, la biografía, la novela personal, el poema autobiográfico y el diario son géneros que pertenecen a la categoría de memorialísticos pero no son considerados autobiográficos. Para Lejeune (2008, p. 15), la autobiografía se caracteriza por: O texto deve ser principalmente uma narrativa, mas sabe-se a importância do discurso na narração autobiográfica; a perspectiva, principalmente retrospectiva: isto não exclui nem seções de auto-retrato, nem diário da obra ou do presente contemporâneo da redação, nem construções temporais muito complexas: o assunto deve ser principalmente a vida individual, a gênese da personalidade: mas a crônica e a história social ou política podem também ocupar um certo espaço. Trata-se de uma questão de proporção ou, antes, de hierarquia: estabelecem-se naturalmente transições com outros gêneros da literatura íntima (memórias, diário, ensaio) e uma certa latitude é dada ao classificador no exame de casos particulares.. 20.

(22) La concepción de autobiografía en la crítica literaria está relacionada con el Pacto Autobiográfico, defendido por el escritor francés Phillippe Lejeune (2008). Así, algunas características singularizan el discurso autobiográfico, tales como la situación del autor y la posición del narrador. En el discurso autobiográfico la identidad entre el autor, el narrador y el personaje es una clave para aclarar la concepción sobre la escritura autobiográfica. La autobiografía se caracteriza por un discurso en primera persona, lo que nos revela una identidad acordada entre el personaje y el narrador, pero es la inclusión del autor en esa identidad lo que distingue el género. En Vivir para Contarla (2007), el narrador se presenta en primera persona, es decir, el narrador y el personaje principal son la misma persona. Así, la historia contada es la aproximación real entre el personaje, el narrador y el autor, o sea, Gabriel García Márquez narra su propia vida en primera persona. En los estudios referentes a escritura de yo, el teórico francés Philipe Lejeune se presenta como una de las referencias más importantes por haber iniciado las discusiones sobre el texto autobiográfico. Para Lejeune (2008) el texto autobiográfico posee importantes características que le diferencia de los demás géneros. La autobiografía, debe ser, ante todo, una narrativa en prosa cuya temática principal es la historia de una persona, es decir, su vida individual. Sin embargo, es necesario que exista una identidad entre el narrador y el personaje principal, marcados por la presencia, en general, de la primera persona del discurso. Así mismo, según el estudioso, lo que evidencia y marca el texto autobiográfico es el pacto autobiográfico establecido en la narrativa. O conceito de ‘pacto autobiográfico’ nasce como “solução para o problema de estabelecer fronteiras entre os modos discursivos fictícios e os modos discursivos factuais. O pacto autobiográfico pressupõe um compromisso duplo do autor com o leitor: por um lado, ele se refere à referencialidade externa do que o texto anuncia, quer dizer que o que se narra se apresenta como realmente acontecido e comprovável. Por outro lado, o autor deve convencer o leitor de que quem diz eu no texto é a mesma pessoa que assina na capa e se responsabiliza pelo que narra, quem escreve se compromete a ser sincero e quem lê passa a buscar revelações que possam ser confirmadas extratextualmente. (KLINGER, 2007 apud BEZERRA, 2011, p. 27). El pacto autobiográfico definido por Lejeune señala la importancia del lector para que el texto sea reconocido como autobiográfico. Así, pensamos que la noción de pacto autobiográfico presentada por el escritor francés puede ser contestada porque ni siempre el compromiso entre el escritor y el lector de modo que lo narrado sea un 21.

(23) evento comprobado y ocurrido es respectado por el escritor, éste que puede tener la ficción como un elemento clave en el texto autobiográfico. El propio escritor no puede garantizar que lo narrado, de hecho, ocurrió, pues él escribe ante sus recuerdos y sus memorias. Como se pode ainda, no século da psicanálise, acreditar que o sujeito seja capaz de dizer a verdade sobre si mesmo? [...] A própria idéia do pacto autobiográfico lhes parece ser uma quimera, já que pressupõe a existência de uma verdade externa, anterior ao texto, que este poderia copiar. (LEJEUNE, 2008, p. 103).. Por supuesto, no es nada fácil clasificar los géneros literarios, sobre todo la autobiografía, pues la literatura es una representación social, y así como la sociedad cambia, las perspectivas literarias y sus representaciones, al mismo modo, siguen en constante transformación. Sin embargo, es importante señalar que la noción de pacto autobiográfico es necesaria para discutir los límites entre la realidad y la ficción en la literatura del yo. En síntesis, la autobiografía debe contar eventos vividos por el personaje, de modo que, el compromiso con la verdad, en esencia, debe ser el elemento más importante. Assim, a meu ver, meu correspondente descreve a função constante da literatura e do mito: propor formas “gerais” que ajudem os leitores a estruturar sua identidade. Mas isso não quer dizer que uma autobiografia “autêntica” deva forçosamente se reduzir à anedota e à contingência, e não possa, mesmo estando escrupulosamente preocupada com a verdade, atingir também essa generalidade. (LEJEUNE, 2008, p. 106).. Por mucho tiempo, la “muerte del autor” fue una de las razones por las cuales la crítica literaria estigmatizó el género autobiográfico. Por esta perspectiva, el autor y sus producciones literarias memorialísticas, tales como diarios, biografías y autobiografías estuvieron olvidadas por la literatura, porque se pensaba que se trataba de una literatura menor, basada en contar la vida del autor sin una escritura literaria, es decir, contar por contar, sin una finalidad estética. Bajo la muerte del autor, Klinger (2007) reflexiona sobre la influencia de la filosofía de Nietzsche para la muerte del autor. Según la escritora, a partir de la filosofía de Nietzsche sobre el sujeto cartesiano se acepta la muerte de la tradición filosófica moderna como la tradición cristiana, representados por la muerte de Dios y de los hombres. Después de un período de discusiones, la crítica de la muerte del autor se evoluciona por las ideas de Foucault en el siglo XX, así que el filósofo señala la muerte del autor en la crítica literaria. 22.

(24) Hasta mediados del siglo XX, la autobiografía era considerada un género menor, cuya estética literaria era banalizada por los críticos literarios tradicionales de la época, como la novela, pues toda la crítica no conseguía definir la literatura del yo. Los textos autoficcionales tuvieron su valor cuestionado por representar las fronteras entre el campo de la realidad y de la ficción, lo que por mucho tiempo, provocó dudas y discusiones en el canon literario por la difícil conceptualización en la teoría de los géneros literarios. Tal vez, este límite oscuro entre realidad y ficción es una de las características que singularizan el texto autobiográfico. Así, es necesario discutir y reflexionar sobre el concepto de auto-ficción y el regreso del autor en la literatura del yo. En el campo de la ficción, muchos tipos de textos son clasificados en ficcionales o no ficcionales, estas dos categorías son las posibles razones por la versatilidad de la literatura del yo por encontrarse en los límites entre la ficción y la realidad. Klinger (2007) reflexiona sobre la autobiografía como texto literario o como texto meramente ficcional desde las contribuciones teóricas de dos importantes estudiosos: Lejeune y Costa Lima. El teórico francés Lejeune señala que una de las características principales que permite diferenciar la autobiografía de los textos ficcionales es por medio del pacto autobiográfico establecido por el autor, que por un lado indica que la narración debe ser comprobada y ocurrida, característica esta que puede ser cuestionada pues la literatura no puede ser completamente comprobada, así creemos en la ficción como elemento clave. Además, para algunos críticos es más importante el modo como se narra la historia que la comprobación que se trata de un hecho verdadero. En esta perspectiva, se puede señalar la libertad imaginativa del autor, pensando en la memoria, como característica central de la literatura del yo, que a través de la recreación imaginativa y los “fallos” de la memoria pueden crear historias ficcionales sin que el escritor perciba. El pacto defendido por Lejeune (2008) señala aun el principio de identidad, de modo que el escritor debe convencer a su lector que el narrador, el autor y el protagonista son las mismas personas. De esta manera, el pacto de identidad debe convencer el lector que la narración es fruto de la memoria de una sola persona, el autor, que ora se convierte en narrador, ora en personaje principal. Pero pensamos que muchas veces el escritor puede utilizarse indirectamente de la memoria del otro o de la memoria colectiva para contar su historia, sin embargo el escritor debe convencer al lector que esta es una memoria suya, mismo que de modo indirecto, forneciendo señas para 23.

(25) convencer el lector. Percibimos las señas fornecidas por Gabriel García Márquez a través de elementos como la foto y la firma de la capa y de la presencia del “yo” en la narración. Sin embargo, Klinger (2007) sigue con su reflexión comparando la perspectiva de Lejeune con los cuestionamientos de Luiz Costa Lima, éste. señala que la. autobiografía y la ficción se encuentran en diferentes planos, de modo que la literatura del yo no es considerada un documento puro por encontrarse entre la ficción y la realidad. Klinger (2007, p. 43) concluye que: O argumento de Costa Lima tem, a respeito do de Lejeune, a vantagem de “abrandar” a noção de pacto. Uma vez que o estatuto da autobiografia é ambíguo, nenhum pacto definitivo pode ser estabelecido. Porém, ele estabelece a equivalência entre os termos “literatura” e “ficção” de maneira que não somente exclui a autobiografia da literatura – a diferença de Lejeune, que a considera um valor literário (Lejeune, 1996, p. 7) – mas também não inclui os casos híbridos.. Pensamos que la noción de límites entre la ficción y la realidad nos parece un buen aspecto para analizarnos la autobiografía de Gabriel García Márquez y así, nos proponemos a discutir cuáles son estos límites y se podemos apuntarlos. Defendemos que Vivir para Contarla se encuentra entre la realidad y la ficción porque el escritor colombiano nos permite entender que lo narrado muchas veces es creación de su imaginación, sin embargo, esta misma narración no es solamente una historia creada, parte de un trabajo con el lenguaje literario. A seguir, presentamos dos citas de García Márquez (2007) que nos ayudan a entender nuestras consideraciones. Sobre los límites entre la realidad y la ficción: Sobre los escombros todavía calientes construyó la familia su refugio definitivo. Los cuartos eran simples y no se distinguían entre sí, pero me bastó con una mirada darme cuenta de que en cada uno de sus incontables detalles había un instante crucial de mi vida. (GARCÍA MÁRQUEZ, 2007, p. 42) Quienes me conocieron a los cuatro años dicen que era pálido y ensimismado, y que sólo hablaba para contar disparates, pero mis relatos eran en gran parte episodios simples de la vida diaria, que yo hacía más atractivos con detalles fantásticos para que los adultos me hicieran caso. Mi mejor fuente de inspiración eran las conversaciones que los mayores sostenían delante de mí, porque pensaban que no las entendía, o las que cifraban aposta para que no las entendiera. Y era todo lo contrario: yo las absorbía como una esponja, las desmontaba en piezas, las trastocaba para escamotear el origen, y cuando se las contaba a los mismos que las habían contado se quedaban perplejos por las coincidencias entre lo que yo decía y lo que ellos pensaban. (GARCÍA MÁRQUEZ 2007 p. 94). 24.

(26) Estas dos citas nos permiten comprobar que la autobiografía Vivir para Contarla (2007), escrita por el colombiano es de hecho un texto que se encuentra entre los límites de la realidad y de la ficción. La primera cita nos muestra que la casa descrita uno es de los recuerdos reales de Gabo, de modo que él reconoció en los detalles su historia de vida. Mientras que la segunda cita nos comprueba que el Márquez inventaba muchas historias basadas en las conversaciones que él escuchaba de los mayores y las recriaba a partir de su imaginación ficcional. Así, pensamos en la narración autobiográfica como una mezcla entre lo que sucedió de hecho, que sirve como punto base del relato, y su visión particular e imaginativa sobre su propia vida, que pasa por la visión que uno tiene de lo propio y la imagen que quiere pasar a los demás. Ahora queremos tratar del tema de la autobiografía como literatura, de modo que a lo largo de este trabajo hemos señalado marcas que caracterizan la literatura del yo como escritura literaria, tales como la presencia de la primera persona, el pacto establecido por el autor basado en la perspectiva de Lejeune, la narración debe ser escrita en prosa entre tantas otras características. Como parte central e importante de esta investigación, queremos comprobar que la autobiografía escrita por García Márquez, a pesar de encontrarse entre los límites de la realidad y de la ficción, se puede señalar como texto literario a partir de la preocupación con el lenguaje literario. Partimos, para tanto, de una concepción clara y sencilla: el escritor de Vivir para Contarla ora se preocupa en narrar hechos reales y ocurridos, ora se preocupa con la ficción en su obra, de modo que, de acuerdo con nuestra concepción de Literatura, creemos que el texto literario autobiográfico debe ser una mezcla entre ficción, realidad y el trabajo con el lenguaje literario. Desde la primera línea tuve por cierto que el nuevo libro debía sustentarse con los recuerdos de un niño de siete años sobreviviente de la matanza pública de 1982 en la zona bananera. Pero lo descarté muy pronto, porque el relato quedaba limitado al punto de vista de un personaje sin bastantes recursos poéticos para contarlo. (p. 399). Es cierto que el libro que García Márquez se refiere no es Vivir para Contarla sino el proyecto de La Casa, sin embargo, podemos creer que el mismo parámetro utilizado por el escritor para narrar uno de sus libros es el mismo para narrar su autobiografía. Y lo creemos por el siguiente motivo, ya hemos comprobado en este trabajo que García Márquez, cuando niño, recreaba las historias que escuchaba de los mayores y les daba un tono fantástico e imaginativo. Así que no se trata de describir lo 25.

(27) que de hecho ocurrió, sino de dar a los hechos, que ni son tan atractivos, características imaginativas para que el lector pueda sentirse en un mundo que huye de la realidad y se encuentra en la fantasía. Por tanto, creemos en la escritura literaria de García Márquez para escribir su autobiografía basada en el mismo carácter utilizado por el autor para escribir otro de sus libros. Así, una de las características más importantes en el texto autobiográfico es el tema de la memoria. La escritura del yo, establece con la ficción una relación de difícil comprensión. Se trata de las fronteras entre la realidad. El escritor de autobiografía, como establece a partir de sus narraciones cuáles son los eventos de su vida que el autor debe saber y cuáles serán escondidos y apagados desde los recuerdos del escritor. En síntesis, quién escribe literatura autobiográfica proyecta una imagen que será conocida por el lector. No es cierto que todos los escritores de autobiografía sean capaces de inmortalizar todos los eventos vividos, incluso los eventos menores. Además, es importante llevar en consideración que existe en la autobiografía una sola versión de la vida de alguien y de modo general, esa versión es contada a partir de lo que es conveniente al escritor que el lector conozca. La situación de ficción entra en el juego de la Literatura del yo cuando el escritor cuenta algunos eventos de su vida y pone unos elementos más encantadores y hermosos para que el lector lo vea con otros ojos, con los ojos de quien cree en el protagonista que esta narrando. Sin embargo, mucho más que apuntar para la narración y decir si es ficción o no, pensamos que el pacto firmado entre el escritor y el lector es más importante. La literatura se materializa cuando el lector coge un libro y lo lee. A partir de ahí, hay un vinculo implícito entre quien escribe y quien lee. Es como si el lector firmase un pacto de creer en la narrativa. Luego, para este lector que aceptó el pacto, la ficción no es más importante que lo narrado. No le importa si la narración trata de eventos que no sucedieron, que son creaciones imaginativas de la cabeza del escritor. El pacto solo existe con el lector que acepta y cree en la narrativa. Si la Literatura permítenos volar en experiencias que no son nuestras, si permítenos aprender y vivir una vida que no es la nuestra a través de la lectura, la autobiografía cumple esta función y en ella el lector cree. La literatura del yo, por tanto, se caracteriza por el uso de la ficción como herramienta para narrar eventos vividos por el escritor de memorias. Así, el material 26.

(28) contado y narrado es producto de la memoria del escritor. Nos cabe pensar en la memoria como facultad psíquica que se relaciona íntimamente con las emociones y con los recuerdos de lo que llevamos de la vida y de lo que vivimos. En el texto literario, pensamos en la memoria y la asociamos al olvido, pues creemos que no podemos contar todo lo que hemos vivido, pero podemos haber vivido momentos tan singulares e importantes que podemos guardarlos en nuestra memoria y contarlos con una riqueza de detalles que nos permite revivir tal recuerdo. Silva (2007, p. 02) nos ayuda a ubicarnos en el concepto de memoria: Historicamente, o termo “memória” era usado, no século XVII, para o relato de testemunhos pessoais de fatos históricos, assumindo um caráter moral e pedagógico. Mesmo quando associado a experiências pessoais, seu caráter de verdade histórica estava resguardado. Já no século XVIII, ao termo são acrescidos romances intitulados memórias, mas que abordavam personagens ficcionais. No século XIX e XX, o termo serviu para designar textos tanto de caráter histórico quanto de caráter ficcional. O caráter híbrido foi o responsável pela marginalização do gênero, tanto na história, quanto na literatura até ser resgatado por estudiosos.. Hay en el concepto de Memoria una relación muy fuerte con la Historia y con el historiador. De acuerdo con Silva (2007), notamos que a lo largo de los siglos, hubo nuevas concepciones para la conceptualización de la memoria. Por primero, se relacionaba a los relatos personales con el objetivo de presentar una moraleja. Después, en el siglo XVIII, la memoria empieza a relacionarse con la Literatura a través de las novelas. A partir del siglo XIX se utiliza la memoria para tratar de textos históricos y ficcionales. Nos parece que para Luis Costa Lima (2006), la literatura presenta una forma híbrida que se relacionan con la Historia y con la Literatura. Sin embargo, opinamos que sería viable pensar que existe entre la historia y la literatura un hibridismo marcado por la ficción y por la realidad. Señalamos que la autobiografía es un texto ficcional y pensamos que es difícil que el escritor escriba todo lo que le sucedió de la manera exacta como se le ocurrió, así que el pacto de creer que es acordado entre el escritor y el lector es el punto clave. De todo modo, la memoria es lo más interesante en una relación basada en la ficción y en la narración. Así, Silva (2007), discute: Hoje já não é possível ler uma autobiografía sem atentar para o seu principio de ficcionalização, ou seja, como toda obra de ficção, as memórias são feitas de construções artificiais que não se deve, no entanto, entender este principio de ficcionalização como uma mentira, mas como pistas de verdades anteriores, que, como as lembranças recalcadas, se valem de lembranças encobridoras para falar mais alto. (p. 01). 27.

(29) Desde una perspectiva biológica y física, en algún momento de nuestras vidas nuestros recuerdos serán poco a poco borrados de nuestra memoria, por muchos factores, entre ellos, el avance de la edad. Gabriel García Márquez nos cuenta que su tío Esteban señalaba su mala memoria, lo que nos lleva a creer en la recreación de las narrativas, desde la ficción. Tan decidido estaba mi tío Esteban, que se sacó el revólver del cinto y lo puso en la mesa para no perder tiempo mientras acababa de interrogarme. […] La última vez que lo vi en Cartagena de Indias, ya viejo y con el corazón agrietado, se despidió de mí con una sonrisa triste: - No sé cómo has podido ser escritor con tan mala memoria. (p.138).. Contamos momentos de nuestra vida con tantos detalles, pues ellos son tan importantes que activan en nuestra memoria el carácter emocional de la vida. Recuerdos pasados que, por el tiempo, deberían haber sido apagados de nuestra memoria son guardados como reliquias de nuestra vida, pero esto tiene una razón, se trata de recuerdos importantes y como seres humanos, guardamos en nuestra memoria todo lo que nos fue importante y que nos marcó. García Márquez (2007) nos cuenta sobre la matanza de los obreros. Este evento fue tan fuertemente marcado en la memoria emocional del escritor porque cuando niño vivió la experiencia del masacre colectivo en Colombia. Es importante destacar que a pesar de tratar de una memoria emocional, este evento forma parte aun, de la memoria colectiva de Colombia, de modo que, está inmortalizado en los recuerdos del escritor. Los últimos vestigios del miedo que me causaba de niño aquel paria olvidado se me disiparon de pronto, mientras mi madre y yo, sentados junto a su cama, escuchábamos los pormenores de la tragedia que había abatido a la población. Tenía un poder de evocación tan intenso que cada cosa que contaba parecía hacerse visible en el cuarto enrarecido por el calor. El origen de todas las desgracias, por supuesto, había sido la matanza de los obreros por la fuerza pública, pero aún persistían las dudas sobre la verdad histórica: ¿tres muertos o tres mil? Quizás no había sido tantos, dijo él, pero cada quien aumentaba la cifra de acuerdo con su propio dolor. Ahora la compañía se había ido por siempre jamás. (p. 35).. El caso de la masacre es un recuerdo inmortalizado en la memoria de Gabriel, tal vez, por las muertes y por la sangre que se vio en la historia de Colombia. Memorias como esta son la prueba de lo que vivimos nos puede dejar memorias eternas. El niño García Márquez no se puede olvidar del masacre, por la violencia y por las muertes, lo que generó en él una memoria de un hecho negativo. Pero, la memoria emocional también se relaciona a los eventos positivos de nuestras vidas. 28.

(30) Gabriel no se olvida, por ejemplo, del día en que su madre le invitó a ir a vender la casa de Aracataca. En este caso, pensamos que el lugar donde vivimos y nos criamos, como la ciudad y la casa, son por mucho tiempo nuestras referencias de la niñez y contribuyen con la formación personal de cada uno. O sea, la casa, es la prueba del recuerdo más fuerte del amor materno. Otro ejemplo de memoria emocional positiva, se debe a la amistad entre el colombiano, Aida y Margot. Lo que no previeron mis padres fue que las hijas iban a defenderse con los mismos recursos que ellos. A Margot la mandaron a estudiar en Montería y Aida fue a Santa Marta por decisión propia. Estaban internas, y en los días francos había alguien prevenido para acompañarlas, pero siempre se las arreglaron para comunicarse con los Rafaeles remotos. Sin embargo, mi madre logró lo que sus padres no lograron de ella. Aida pasó la mitad de su vida en el convento, y allí vivió sin penas ni glorias hasta que se sintió a salvo de los hombres. Margot y yo seguimos siempre unidos por los recuerdos de nuestra infancia común cuando yo mismo vigilaba a los adultos para que no la sorprendieran comiendo tierra. (GARCÍA MÁRQUEZ, 2007 p. 250). Las memorias de cómo Gabriel García Márquez se descubre como escritor también son narradas en Vivir para Contarla (2007), de modo que, pensamos en estas memorias como especiales para el escritor. La vivencia de Gabriel en un ambiente sucio y feo forma parte del proceso de reconocimiento y formación del escritor García Márquez, pues en este ambiente oscuro el colombiano percibe que tiene en manos una buena historia para contar como escritor. “Es decir, que no se trataba de un prejuicio de higiene sino de una contrariedad estética, y por la forma como perdura en mi memoria creo que fue mi primera vivencia como escritor” (GARCÍA MÁRQUEZ, 2007, p. 44). En muchos casos, además de personas con las cuales hemos vivido, objetos y lugares forman parte importante de nuestras memorias. Para muchos, la escuela donde estudiaron en la primaria es un lugar que produce memorias afectivas inolvidables. Para otros, un olor o un regalo son tan especiales que perduran por mucho tiempo en la memoria. Para Gabriel García Márquez, los cuartos de la casa son parte importante de lo que jamás podrá olvidar de su niñez, además contribuyen con el reconocimiento de su historia. “Los cuartos eran simples y no se distinguían entre sí, pero me bastó con una mirada para darme cuenta de que en cada uno de sus incontables detalles había un instante crucial de mi vida”. (GARCÍA MÁRQUEZ, 2007, p. 44). Al lado de la memoria se encuentra la ficción, pues lo que contamos puede nos parecer totalmente verdad y puede ser una creación imaginativa de nuestra memoria.. 29.

(31) Gabriel García Márquez (2007, p. 428), como escritor de autobiografía, plantea la duda entre el mundo de la realidad y de la ficción en Vivir para Contarla: Al final de la noche me sentaba a escribir <<La jirafa>> que mandaba a El Heraldo por el único medio moderno de entonces que era el correo ordinario, y con muy pocas faltas por fuerza mayor, hasta el pago de la deuda. La vida con la familia completa, en condiciones azarosas no es un dominio de la memoria sino de la imaginación. Los padres dormían en una alcoba de la planta baja con alguno de los menores. (p.428). En el espacio autobiográfico, sobre todo, en la escritura del yo, la memoria es un elemento que nos permite reflexionar sobre la experiencia de vida. Así como los recuerdos, la memoria nos puede traicionar, de modo que algunos eventos de nuestra vida se pueden olvidar y otros eventos estarán tan guardados en nuestra memoria hasta que podemos acordarnos de los detalles. Con el transcurso del tiempo y por explicaciones biológicas, la memoria camina a la dirección del olvido. “Pensar a memória como elemento que possibilita a presentificação de um passado [...] compreende colocar a lembrança e o esquecimento como movimentos intrínsecos ao sujeito que se narra.” (SILVA, 2013, p.51). Los recuerdos son apagados gradativamente de nuestra memoria. El olvido se nos llega, apaga nuestras memorias más preciosas como se nada fueran. Al pasar de los años, el hombre adquiere más experiencia de vida, y con esto más recuerdos que están guardados en la memoria. Partimos del presupuesto que la memoria es un elemento frágil y su consecuencia es el olvido de los eventos vividos. Para García Márquez, la vida es contada desde la memoria que uno retiene. La epígrafe introductoria del libro de recuerdos del colombiano es un reflejo de las trampas de la memoria: “La vida no es la que uno vivió, sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla” (GARCÍA MÁRQUEZ, 2007). Así, la vida puede ser ficción al modo que lo que contamos esté íntimamente relacionado a nuestra memoria, ésta que nos traiciona con el olvido y con una creación narrativa de eventos empíricos a partir de la perspectiva de uno. O sea, la memoria puede cambiar nuestra aprehensión de lo vivido en diferentes momentos de la vida a partir de nuestras experiencias. Podemos pensar en la memoria en García Márquez a partir de la epígrafe introductoria del libro y reflexionar sobre la relación entre ficción y memoria. Nuestra hipótesis es que algunos de los recuerdos vividos por García Márquez fueron olvidados y recreados por el proceso de olvidarse y resignificarse, y que, por consecuencia de esto, algunos recuerdos se encuentran en el campo de la ficción y de la imaginación, de modo 30.

(32) que lo contado pueda no ser lo exactamente vivido por Gabo. En Vivir para Contarla (2007), el escritor plantea la duda en sus memorias sobre si lo narrado es de hecho realidad cuando habla de La noche negra de Aracataca justificando la inseguridad de la narración en la memoria colectiva de los habitantes de la ciudad: “[Sólo así se explica el horror de <<La noche negra de Aracataca>>, una degollina legendaria con un rastro tan incierto en la memoria popular que no hay evidencia cierta de si en realidad sucedió.]” (GARCÍA MÁRQUEZ, 2007, p. 51). Cuando se narra el episodio de la matanza de las bananeras, hay también la duda sobre si lo narrado es realidad o no. Tantas versiones encontradas han sido la causa de mis recuerdos falsos. Entre ellos, el más persistente es el de mí mismo en la puerta de la casa con un casco prusiano y una escopetita de juguete, viendo desfilar bajo los almendros el batallón de cachacos sudorosos. Uno de los oficiales que los comandaba en uniforme de parada me saludó al pasar: - Adiós, capitán Gabo. El recuerdo es nítido, pero no hay ninguna posibilidad de que sea cierto. El uniforme, el casco y la escopeta coexistieron, pero unos dos años después de la huelga y cuando ya no había tropas de guerra en Cataca. (GARCÍA MÁRQUEZ, 2007, p. 73).. Partiendo de la hipótesis que el escritor, pueda haber olvidado de sus memorias, uno de sus recuerdos se nos permite pensar que él se le olvidó de la imagen de su madre al momento de su llegada a Barranquilla. “Algo había cambiado en ella que me impidió reconocerla a primera vista” (GARCÍA MÁRQUEZ, 2007, p. 09). En este caso, podemos pensar en dos tipos de olvido: el causado por cambios de tiempos, en general, son olvidos temporales y el olvido propiamente dicho, causado por la pérdida de memoria. Pensamos que el olvido de Gabo a la imagen de su madre se dio por cambios de tiempo, ella ya no era la misma, el tiempo le dio características físicas que Gabo no conocía. Una autobiografía es un intento de inmortalizar las memorias del personaje en el plano de la narrativa, esto porque nos podemos recordar y olvidar de nuestras memorias con mucha facilidad. La primera persona de la autobiografía, tal vez, quiere escribir las páginas de su vida y marcarlas en la narrativa, pues sabe que el olvido llegará y transformará en polvo todo lo que un día fue vida. En Vivir para Contarla, Carlos Fuentes (2007) comenta en la contraportada del libro que recuerda el discurso de García Márquez del siguiente modo: “A los que un día le dirán: “Esto fuiste”, “esto hiciste” o “esto imaginaste”, Gabo se les adelanta y dice simplemente: soy, seré, imaginé. Esto recuerdo, gracias por la memoria”. Pensamos que el colombiano deja claro que tiene ganas de inmortalizarse a través de su autobiografía, por el discurso marcado por el uso 31.

Referências

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