• Nenhum resultado encontrado

El yacimiento romano del sector 9 del PGOU de Torrejón de Velasco. Nuevos datos para el poblamiento rural tardorepublicano, Julio-Claudio y Flavio en el SE de la Comunidad de Madrid

N/A
N/A
Protected

Academic year: 2021

Share "El yacimiento romano del sector 9 del PGOU de Torrejón de Velasco. Nuevos datos para el poblamiento rural tardorepublicano, Julio-Claudio y Flavio en el SE de la Comunidad de Madrid"

Copied!
16
0
0

Texto

(1)

MUSEO

ARQUEOLÓGICO

REGIONAL

Zona Arqueológica

VIDES MONUMENTA VETERUM

MADRID Y SU ENTORNO EN ÉPOCA ROMANA

(2)

CONSEJO DE ADMINISTRACIÓN DEL MUSEO ARQUEOLÓGICO REGIONAL PRESIDENTE:

CONSEJERO DE PRESIDENCIA, JUSTICIA Y PORTAVO-CÍA DEL GOBIERNO

Ángel Garrido García

VOCALES:

DIRECTOR DE LA OFICINA DE CULTURA Y TURISMO Jaime Miguel de los Santos González

DIRECTORA GENERAL DE PATRIMONIO CULTURAL Paloma Sobrini Sagaseta de Ilúrdoz

DIRECTORA GENERAL DE PROMOCIÓN CULTURAL María Pardo Álvarez

DIRECTOR GENERAL DE UNIVERSIDADES E INVESTIGA-CIÓN

José Manuel Torralba Castelló ALCALDE DE ALCALÁ DE HENARES Javier Rodríguez Palacios

CATEDRÁTICA DE ARQUEOLOGÍA DE LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE MADRID Mª del Carmen Fernández Ochoa CATEDRÁTICO DE PREHISTORIA DE LA UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID Gonzalo Ruiz Zapatero

SECRETARIO DEL CONSEJO:

SECRETARIO GENERAL TÉCNICO Pedro Guitart González-Valerio

MUSEO ARQUEOLÓGICO REGIONAL DE LA COMUNIDAD DE MADRID

DIRECTOR

Enrique Baquedano

JEFE DEL SERVICIO DE DIFUSIÓN Y COMUNICACIÓN Luis Palop Fernández

JEFE DEL SERVICIO DE ADMINISTRACIÓN José María Pérez Mármol

JEFA DEL SERVICIO DE EXPOSICIONES María Carrillo Tundidor

La revista ZONA ARQUEOLÓGICA ha sido evaluada por el Grupo de Investigación de Evaluación de Publicaciones Científicas (EPUC), asociado al Consejo Superior de Invesigaciones Científicas (CSIC), y está incluida, entre otras, en las siguientes bases

de datos: Arts & Humanities Citation Index ® , DICE y LATINDEX ZONA ARQUEOLÓGICA, Nº20-I

VIDES MONUMENTA VETERUM

MADRID Y SU ENTORNO EN ÉPOCA ROMANA

EDITOR Enrique Baquedano COMITÉ CIENTÍFICO Antonio Alvar (Universidad de Alcalá) Manuel Bendala

(Emérito Universidad Autónoma de Madrid) Pilar Fernández Uriel

(Universidad Nacional de Eduación a Distancia) Julio Mangas

(Emérito Universidad Complutense de Madrid) María del Carmen Fernández Ochoa

((Universidad Autónoma) COORDINADORA

Isabel Baquedano Beltrán (MAR) SECRETARIA

Sandra Azcárraga Cámara

DISEÑO, MAQUETACIÓN Y PREIMPRESIÓN Vicente Alberto Serrano / Esperanza Santos

IMPRESIÓN Y ENCUADERNACIÓN B.O.C.M. ISSN 1579-7384 ISBN 978-84-451-3594-5 978-84-451-3583-9 (obra completa) 51-3497-9 DEPÓSITO LEGAL M-5074-2017 © De la presente edición: Museo Arqueológico Regional Plaza de las Bernardas s/n 28801 Alcalá de Henares © De los textos: sus autores

(3)

El yacimiento romano del sector 9 del

PGOU de Torrejón de Velasco.

Nuevos datos para el poblamiento rural

tardorepublicano, Julio-Claudio y Flavio

en el SE de la Comunidad de Madrid

(4)

Resumen

La intervención arqueológica desarrollada en el Sector 9 del PGOU en Torrejón de Velasco ha permitido documentar la existencia de un hábitat rural de época romana conformado por estructuras de habitación y produc-tivas. Entre éstas últimas destaca la presencia de un horno cerámico de cámara rectangular con pasillo central, con la cúpula y el praefurnium. La cronología del yacimiento está comprendida entre los años finales del siglo Ia. C. y el siglo IId. C. La proximidad del enclave a una vía subsidiaría de la principal entre Mérida y Zaragoza le dió acceso a una importante red de caminos que, sin duda, permitieron un fluido intercambio comercial con toda la Península, como atestiguan los restos materiales. Este asentamiento formaría parte de la densa red de poblamiento rural que se fué conforman-do a partir de las épocas Julio-Claudia y Flavia y que se materializó en forma de pequeños asentamientos campesinos disperso que caracterizaron, social y económicamente, el territorio de los diferentes municipios y colonias.

Palabras clave

Torrejón de Velasco, Julio Claudio, Flavio, horno, tardorrepublicano, pobla-miento rural.

Abstract

The archaeological intervention carried out in the Sector 9 of PGOU of Torrejón de Velasco has documented the existence of a Roman rural habitat made up of room structures and productive structures. Among these stands out the presence of a rectangular oven of ceramic with central aisle, dome and praefurnium. The chronology of the site is between the final years of the first century B.C. and the second century A.D. Proximity to a subsidiary road between Merida and Zaragoza gave him access to an extensive network of roads that certainly allowed a fluid trade with the entire peninsula as evi-denced material remains. This settlement would be part of the dense net-work of rural bending which grew from Julio-Claudian and Flavian times and took the form of small scattered rural settlements that characterized social and economically the territory of the different municipalities and colonies.

Keywords

(5)

El yacimiento romano del sector 9 del PGOU de Torrejón de Velasco.

Nuevos datos para el poblamiento rural tardorepublicano,

Julio-Claudio y Flavio en el SE de la Comunidad de Madrid

Jorge Morín de Pablos *

Rui Roberto de Almeida **

Isabel María Sánchez Ramos ***

I. Introducción

La intervención llevada a cabo en el Sector 9 del PGOU de Torrejón de Velasco conllevó la excavación de un yacimiento hispano-romano de características eminen-temente rurales. La intervención permitió documentar una ocupación comprendida entre la segunda mitad del siglo Ia. C. y finales del siglo II/inicios del siglo IIId. C.,

que se subdivide en dos grandes fases. En la segunda fase, con inicio a principios del siglo Id. C., además de

la realización de considerables remodelaciones en las construcciones precedentes, que las convierten en construcciones más acordes a los parámetros construc-tivos típicamente romanos, se dotó el asentamiento de un horno en su zona inmediatamente periférica.

A pesar de existir una elevada destrucción de los restos arqueológicos debido a las labores agrícolas modernas, la planta conservada permite verificar que se trata de un horno de tipología claramente romana. Los escasos desechos cerámicos recuperados en su interior indician una producción principalmente cerámi-ca, atribuible al cambio de Era/siglo Id. C., y con

carac-terísticas particulares, que deben ser encuadradas en el marco de los momentos iniciales de la producción cerá-mica de ámbito romano en contexto rural.

II. Estructuras y secuencias estratigráficas

documentadas

II.1. Sector 1

El Sector 1 se encuentra en la zona situada hacia el NE, conformando con el Sector 2 la parte más oriental del yacimiento. Se han podido diferenciar hasta 5 estancias diferentes, de características muy diversas.

De todas ellas, el conjunto formado por los Ámbitos 1 y 2 es el único que mantiene una coherencia en cuan-to a orientación, siendo exactamente iguales las articu-laciones murarias de ambos espacios. Además, ambas comparten el mismo muro de cierre en el lado septen-trional y se ha documentado la presencia de un mure-te, de pequeñas dimensiones, que se adosa a ambas por el lado S.

Se trata de dos estancias cuadrangulares, con los muros compuestos por un zócalo de piedra para el que se ha empleado un aparejo de opus incertum. Sobre éste se dispone un alzado de tapial que, a su vez, reves-tía el interior de ambas estancias. El espesor de sus muros es de 55 cm y su estado de conservación difiere de una estancia a otra.

La estancia denominada “Ámbito 1” tiene unas dimensiones de 2,50 m de anchura por 4 m de longitud. La estancia denominada “Ámbito 2” se encuentra situada a unos 2 m del “Ámbito 1”, y sus dimensiones son inferiores (unos 2,50 m de ancho por 3 de largo). Su articulación muraria, como se ha comentado

anterior-* AUDEMA

** Fundaçao para a Ciencia e Tecnología *** Institut Ausonius, Bordeaux/UCO

(6)

Fig.1. Yacimiento de Torrejón de Velasco. Estructuras en al área N (Sectores 1-6) y el horno Ámbito 10.

mente, es idéntica a la desarrollada para edificar la estancia contigua, con un zócalo de piedra sobre el que se sitúa el alzado de tapiales. El muro de cierre del sec-tor N está compartido por ambas estancias, y su com-posición es bien diferente, ya que se trata de un muro de mampostería a base de rocas calizas de tamaño mediano y pequeño, que se han colocado sobre una fosa cortada en el sustrato geológico de arcillas verdo-sas que constituye la base de la loma.

En el interior del “Ámbito 2” se ha podido documen-tar un hogar constituido a base de bloques de adobes, con marcas evidentes de haber sufrido un proceso de combustión intenso. En el interior del “Ámbito 1” tam-bién se ha localizado una estructura de combustión, de contornos vagamente circulares, junto a la que se loca-lizó la boca de un dollium.

El denominado “Ámbito 3” se encuentra situado a 1,5 m en dirección SE. Se trata de una estancia de aspecto cuadrangular, con unas dimensiones de unos 4,50 m en su lado mayor y unos 2,50 m de anchura. El

espesor de sus muros y su factura varía enormemente de unos a otros. El muro de cierre situado en el sector más oriental está elaborado con sillarejo, mediante rocas calizas de gran tamaño, y constituye, a su vez, un muro de contención situado sobre una fosa cortada en el nivel de arcillas verdosas. Su solidez contrasta con la de los muros situados en los lados S y O, realizados mediante un aparejo de opus incertum a base de rocas calizas de tamaño mediano y pequeño. El espesor medio de estos muros es de unos 50 cm presentando el muro de cierre situado en el lado O un recubrimiento de tejas en su zona superior.

Finalmente, el muro N de esta estancia, a pesar de estar muy arrasado por haber sufrido el saqueo de sus bloques de piedra, presenta un aspecto mucho más sólido que los anteriores. Está constituido por mam-puestos de roca caliza de tamaño mediano y grande y, al igual que sucede con el muro de cierre este, se ha cimentado sobre una fosa que corta la base geológica de arcillas.

VIDESMONUMENTAVETERUMMADRID Y SU ENTORNO ENÉPOCAROMANA

(7)

En el límite del Sector 1 con el Sector 3 se ha docu-mentado la existencia de otra estancia, de la que sólo se ha podido constatar la existencia de dos muros (UUEE 1079 y 1080) y el negativo de sus contornos por las fosas de cimentación y saqueo de los bloques que configuraban el resto de la estancia. Es el denominado “Ámbito 4”, una pequeña habitación que se encontra-ría formando el lado norte de la estancia porticada cen-tral, y a una cota inferior respecto al resto de estancias del Sector 1. Su estructura muraria es similar a las del resto de las estancias del yacimiento: zócalo con apare-jo de opus incertum a base de bloques de roca caliza sin trabajar, de tamaño mediano y pequeño, sobre el que se asienta el alzado de tapial que, a su, vez revestía completamente los muros. Solamente se han conserva-do los muros de las caras N y O, y las fosas de saqueo y cimentación (excavada en el nivel de arcillas verdo-sas) de los lados E y S respectivamente.

El resto de las estancias del Sector 1 no tienen una delimitación tan nítida como las que se han descrito hasta ahora, ya que el saqueo de muchos de los blo-ques de los muros empleados en épocas posteriores como material de construcción ha acabado por hacer desaparecer unidades murarias enteras, dejando tan sólo como huella de su presencia una sucesión de fosas de expolio. Es el caso del “Ámbito 5”, del que tan sólo permanece el muro de cierre S (parte del apoyado sobre la esquina de los muros O y S del “Ámbito 3”).

El resto de los muros de esta estancia han desapa-recido, y su contorno sólo puede reconstruirse a partir de la huella de las fosas de saqueo de sus bloques. El muro E de esta estancia aprovecharía, al menos en par-te, el muro O del “Ámbito 3”, lo que se ha podido cons-tatar también por la presencia del revestimiento parie-tal de este muro en el interior del espacio de “Ámbito 5”. Está elaborado mediante mampuestos de roca cali-za, de tamaño pequeño y de muy mala calidad (hecho éste que justificaría su conservación frente al saqueo de los mejores bloques del resto de los muros). Sus dimensiones serían de 4 m de longitud para los lados mayores y unos 2,50 m para los menores, ya que su aspecto original configuraba una forma rectangular.

Al S del “Ámbito 3” se ha podido constatar la pre-sencia de una zona de uso que también aprovecharía en parte el muro S de esta estancia. Se trataría de una zona que se articularía mediante un voladizo que se debió de apoyar en la pared S del “Ámbito 3” y en un poste de madera que se asentaría sobre la base de pie-dra cuapie-drangular UE 1037. Respecto a la cobertura de

este espacio, es muy probable que ésta se articulara mediante ímbrices, ya que se han hallado algunos res-tos de este material, aunque no se descarta una posible techumbre de elementos vegetales. El resto del espacio de esta zona, a la que hemos denominado como “Ámbito 6”, quedaría al descubierto, quedando limita-do al S por un murete de rocas calizas, muy arrasalimita-do, que se asienta sobre un corte en el nivel de suelo geo-lógico de arcillas verdosas.

El resto de la superficie del Sector 1, que quedaría delimitada al N por un muro de mampostería compues-to por grandes bloques de roca caliza (de unos 60 cm de espesor) sería empleado fundamentalmente como zonas de paso. No obstante, la presencia de varias estructuras de adobe asociadas a restos de combustión y materia orgánica (UUEE 1015,1017 y 1042) junto al “Ámbito 2” constatan que en estas zonas también debieron de desarrollarse otro tipo de actividades vin-culadas al uso del fuego.

Por último, en el extremo S del Sector 1 se constató la presencia de un horno cuadrangular de pequeñas dimensiones (1 x 1 m) elaborado mediante la creación de una falsa bóveda por aproximación de las hiladas de bloques de adobes que lo componen. Su empleo, a juz-gar por el tamaño de sus dimensiones y al carácter úni-co que tiene respecto al yacimiento, no debió de pasar del ámbito meramente doméstico.

II.2. Sector 2

En este sector, que constituye la zona situada más al SE del área de intervención, se han podido documentar una serie de estructuras que van a configurar diversas estancias, aunque su grado de conservación ha variado en gran medida de unas a otras. La estancia mejor con-servada es, sin duda, el denominado “Ámbito 7”. Se trata de una estancia cuadrangular, de unos 6 m de lon-gitud en sus lados mayores y unos 4,25 m en sus lados menores.

El muro de cierre de la cara E (UE 2013) es en reali-dad un muro de contención dispuesto sobre una fosa cortada en el sustrato geológico, a base de mampues-tos de roca caliza de gran tamaño, al que se adosa el muro que cierra la estancia por su lado N (UE 2003). Este último, junto al muro de cierre O (UE 2004) presen-ta una característica que les diferencia del resto de los muros documentados durante los trabajos realizados en el yacimiento. Se trata de una cresta central, sobre la parte superior del muro, cuya funcionalidad es difícil de asegurar, pero que posiblemente debió servir para

J. MORÍN DEPABLOS, R. M. ROBERTO DEALMEIDA, ISABELMARÍASÁNCHEZRAMOS/ El yacimiento romano del sector 9 del PGOU de Torrejón de Velasco. Nuevos datos para el poblamiento rural tardorepublicano, Julio-Claudio y Flavio en el SE de la Comunidad de Madrid

(8)

366 VIDESMONUMENTAVETERUMMADRID Y SU ENTORNO ENÉPOCAROMANA

reforzar la unión del zócalo de piedra de la base con el alzado superior del muro. Las dimensiones del muro O son 4,25 m, y las del muro N 2,25 m. Entre ambos muros se sitúa el acceso a estancia, de 1,25 m de anchura, en el que se depositaron 4 ímbrices en posi-ción vertical, apoyados sobre la cara interna del muro O, en su lado más septentrional. Este mismo muro se desdobla en ese mismo punto hacia el O, conformando un saliente de 1,50 m, en cuya esquina interior se pudo documentar una preparación en el suelo mediante ímbrices que disponía un espacio circular que pudo ser-vir de apoyo para un gran recipiente cerámico.

En el extremo S del Sector 2 se ha podido documen-tar la existencia de una serie de estructuras murarias, prácticamente arrasadas, junto a algunos elementos de cerámica y algunos restos, muy deteriorados, de tejas ímbrices. De este modo, la mayor parte de la superficie de este sector debió de funcionar como un espacio de circulación.

II.3. Sector 3

El Sector 3 configura el espacio más septentrional de los dos espacios centrales de la intervención. En él se han documentado algunos de los elementos más inte-resantes del yacimiento, como es el caso de la decora-ción parietal conformada por los estucos (UE 3006). Esta decoración formaría parte de la estancia “Ámbito 8”. Se trataría de una estancia a la que se accedería a través de la zona S mediante un acceso flanqueado por 2 columnas, cuyas basas (UUEE 3009 y 3010) todavía se conservaban in situ. El muro de cierre por el lado O sería la UE 1079, y por los lados N y O los muros UUEE. 3007 y 3009.

En su interior se dispondría una sala, de pequeñas dimensiones, sobre la que se dispusieron los estucos que conformaban la decoración parietal. Alguno de los muros, como es el caso del muro UE 3007, se encontra-ba muy degradado y muchos de sus bloques debieron de ser robados en épocas posteriores para servir de material de construcción tras su abandono.

La gran abundancia de ímbrices que cubrían buena parte de la zona no deja lugar a duda respecto al mode-lo de cubrición de estos edificios. Todos mode-los muros están compuestos en su base inferior mediante mam-puestos que configuran un aparejo de opus incertum sobre el que se situaría el alzado superior de tapial rematado por una techumbre de tejas.

El “Ámbito 9” es una pequeña estancia que se sitúa en el lado septentrional del “Ámbito 8”. Se trata de un

espacio de contornos rectangulares, de unos 4 m de longitud en su lado mayor por unos 3 m en sus lados menores, y no presenta ningún cierre en el lado N. Su muro de cierre por el lado S estaría constituido por el muro UE 3009 (el muro de cierre de la estancia central con estucos) al que se adosan los muros UUEE 3024 y 3053.

El primero de ellos, que configura el cierre O de este ámbito, está configurado mediante un aparejo de opus

incertum, y tiene unas dimensiones de 3 m de longitud

por 50 cm de anchura. El muro E, configurado por la UE 3024, es tan sólo una hilada de rocas calizas, de tama-ño mediano y pequetama-ño, de la misma longitud que el muro de cierre O. Parte de este muro se localizó deba-jo del derrumbe de tejas UE 3008, que cubría gran par-te de la zona y que debió de formar parpar-te del par-tejado de esta estancia. La ausencia de un muro de cierre en el sector N puede deberse a que este ámbito se cerraba mediante una gran puerta de madera, probablemente de dos hojas o bien con una sola fijada a uno de los dos muros.

En el sector más oriental de este sector se han docu-mentado algunas estructuras, de interpretación com-pleja, como es el caso de la UE 3026. Se trata de una estructura de mampuestos de roca caliza, de pequeño tamaño, que configuran un espacio en forma de U. En el interior de ésta se colocó una losa plana, de grandes dimensiones. La estructura debió de presentar en su estado original una estructura de adobes, que se han podido documentar en un estado muy fragmentario (UE 3043). Por la presencia de algunos restos de com-bustión en ciertas zonas de esta estructura, es posible que se trate de un horno de pequeñas dimensiones. II.4. Sector 4

El Sector 4 es el más meridional de los dos que compo-nen el espacio central del área de intervención. En él no se ha podido documentar ningún ámbito con claridad, ya que al igual que ocurre en el extremo S del Sector 2, las condiciones de arrasamiento de las estructuras murarias impiden una lectura clara de la disposición original de las mismas. Tan sólo se ha podido docu-mentar un enorme revuelto de material de construcción (UE 4006, compuesta por fragmentos de rocas calizas junto a abundantes restos de ímbrices) y algún elemen-to murario aislado, como el muro UE 4004.

Lo más significativo de este sector son las abundan-tes estructuras de adobes, alineadas de forma paralela (como las UUEE 4012, 4013 y 4014) y de 1 m de

(9)

longi-tud, que aparecen asociadas a restos de com-bustión y elementos de origen orgánico que confieren a la tierra un color negruzco (UUEE 4002 y 4005). Probablemente, estas estructu-ras debieron de estar relacionadas con una unidad de explotación vinculada al uso del fuego. Esta zona de transformación se sitúa enfrente de la entrada a la estancia central que presenta pintura mural.

II.5. Sector 5

El Sector 5 configura el cuadrante más occi-dental del área de excavación en la que se ha constatado la presencia de restos arqueológi-cos, muy limitados además a la zona más oriental de este sector. En éste sólo se ha podido documentar la presencia de algún muro en estado muy fragmentario (UE 5002) y todas las estructuras de este tipo están com-pletamente arrasadas, salvo por algún lienzo en muy malas condiciones de conservación. También se ha podido documentar algunos res-tos de ímbrices (UE 5003).

II.6. Sector 6

El Sector 6 configura el sector SO del área de interven-ción. En esta zona no se ha podido identificar ningún resto arqueológico, ya que la estratigrafía de la zona sólo ha permitido documentar elementos cerámicos, de épocas diversas aunque con preponderancia de los per-tenecientes a época romana, en los estratos superficia-les de labor agrícola. Bajo estos nivesuperficia-les (UUEE 6000 y 6001) se documento el nivel geológico de arcillas par-duzcas.

III. El horno. Descripción de los trabajos y

caracterización de la estructura

El “Ámbito 10” del Sector 7 de la intervención en el yacimiento romano del PGOU 9 de Torrejón de Velasco consiste en un horno. Se localizaba en el área al E del Sector 2 en una plataforma superior, y ubicado en una zona claramente separada de los espacios construidos de carácter doméstico. El horno se presentaba bastante destruido, seccionado por la mitad en sentido NO-SE, debido a las intensas labores agrícolas de época moderna y contemporánea, así como a probables explotaciones de arenas y arcillas, también ocurridas durante estos períodos. A pesar de las destrucciones que sufrió, la alteración del sustrato geológico en

épo-ca antigua provoépo-cada por la cremación del horno en el área de la cámara y del pasillo (UE 7138), permite reco-nocer la forma y las dimensiones originales de la totali-dad de la estructura. Así mismo, no obstante las referi-das condicionantes de lectura estructural, es posible constatar que se trata de un horno de morfología clara-mente romana, con planta rectangular y pasillo central, que se puede adscribir al tipo IIb de Cuomo di Caprio (Idem, 2007), y la cámara al tipo 4a de la reciente tipo-logía de J. Coll (Idem, 2008: 119).

En lo que se refiere a la estructura propiamente dicha, hay que referir en primer lugar que la totalidad del área de la estructura fue debidamente adecuada mediante la excavación del sustrato geológico de base, con el claro objetivo de reducir las pérdidas de calor en el proceso de trabajo y facilitar su construcción. En el área exterior, y circundando la cámara de combustión, fue intencionalmente colocado un pequeño relleno entre la pared externa del horno y el corte en el sustra-to geológico.

Por otro lado, en lo que concierne a los distintos ele-mentos que la componen, son aún posibles algunas observaciones, permitiéndonos tener una imagen algo más fidedigna de cómo pudo haber sido el horno de Torrejón de Velasco.

En lo relativo a la cámara de combustión, sus pare-des se encontraban construidas exclusivamente con

Fig. 2. Planimetría del horno y planta esquemática 367 J. MORÍN DEPABLOS, R. M. ROBERTO DEALMEIDA, ISABELMARÍASÁNCHEZRAMOS/ El yacimiento romano del sector 9 del PGOU de Torrejón de

(10)

Lámina 1. Aspectos del Horno. 1.- Vista general O-E.

2.- Detalle desde la boca hacia la cámara de combustión

3.- Detalle de la cámara hacia el

praefurnium 368 VIDESMONUMENTAVETERUMMADRID Y SU ENTORNO ENÉPOCAROMANA

ladrillos de adobe, con una clara función refractaria, ado-sados al corte realizado previamente en el sustrato de base. La pared oriental, la única preservada, presentaba una altura media de 40 cm. Por otra parte, la alteración cromática y los distintos grados de compactación y alte-ración del suelo interno, permitieron reconocer perfecta-mente su planimetría rectangular –con 2 m de largo por 1,8 m de ancho, resultando en una anchura útil de pasi-llo de 80 cm– y su perfecta horizontalidad, no presentan-do algún tipo de desnivel hacia el praefurnium.

En su interior se identificó un único estrato de relle-no, formado por restos de ladrillos de adobe de la pro-pia pared colapsada, y envueltos en un denso estrato de cenizas, dentro del cual se pudieron recuperar

algu-nos fragmentos cerámicos que, no siendo desechos o fallos de cocción, presentaban señales de alteración de la superficie por excesivo calor.

En función de la evidencia disponible se pudo docu-mentar la existencia de tres pilastras, las mitades infe-riores del arranque de los arcos, si bien hay que rese-ñar la posible existencia de una cuarta más, de la que no se habría conservado evidencia alguna. Éstas fueron construidas de forma intercalada, dotándolas de gran robustez. De las pilastras de ladrillos arrancarían los arcos, seguramente también de ladrillos de adobe, y probablemente realizados por aproximación de hiladas, que sujetarían la parilla. De ésta no se pudo documen-tar ningún tipo de evidencia.

(11)

369 J. MORÍN DEPABLOS, R. M. ROBERTO DEALMEIDA, ISABELMARÍASÁNCHEZRAMOS/ El yacimiento romano del sector 9 del PGOU de Torrejón de

Velasco. Nuevos datos para el poblamiento rural tardorepublicano, Julio-Claudio y Flavio en el SE de la Comunidad de Madrid

Las paredes de la parte inferior e interior del horno, es decir, de la cámara de combustión, además de las pilas-tras, mostraban un elevado grado de deterioro, provoca-do por una intensa y continuada acción refractaria, que ha producido la práctica disgregación de las mismas. Asi-mismo, presentan en su cara interna una coloración entre el ocre pálido y gris ceniza, seguidas de áreas exteriores de color rojizo o rosado. Este aspecto indica claramente que las temperaturas más elevadas han actuado directa-mente en la parte más blanquecina y, consecuentedirecta-mente, en menor grado en la parte interior del muro, hacia la cara exterior de la cámara de combustión.

A pesar del deficiente estado de conservación se eli-gieron los ejemplares de mayor dureza para la realiza-ción de analíticas, concretamente la datarealiza-ción por paleo-magnetismo, para poder fechar debidamente la crono-logía de su uso/abandono. Estos estudios analíticos siguen en curso, motivo por el cual no podemos aún avanzar dichas dataciones absolutas.

La ausencia de arranque de algún tipo de pared de la bóveda no nos permite saber se seria móvil o fija. No obstante, dadas las dimensiones del horno y de las pare-des de la cámara de combustión, una cámara móvil de menor grosor y que permitiera un mejor aprovecha-miento del espacio de carga interno, sería quizás, la solu-ción técnica adoptada. La presencia en las cercanías de fragmentos informes de arcilla cocida de reducido gro-sor podría estar relacionada con este tipo de cobertura.

En cuanto al praefurnium, sus dimensiones siguen los cánones de las medidas tradicionales, con cerca de un metro y medio de longitud. La alteración del estrato geológico por los sucesivos episodios de cocción per-mite afirmar que el hogar se situó preferentemente en la parte final del praefurnium, en el inicio de la cámara de combustión y en una posición anterior. De este modo, la forma del túnel de carga nos indica indirecta-mente que la cámara de combustión debería de ser relativamente baja. Por este motivo, se necesitó realizar el fuego en el área referida, evitando que las llamas lle-garan directamente a las piezas en las primeras horas de cocción. Asimismo, dicha evidencia puede de igual modo apuntar hacia la práctica de cocciones largas, generalmente necesarias para la cocción de pastas depuradas (Coll Conesa, 2008: 115).

Al igual que la cámara de combustión, también éste presentaba una perfecta horizontalidad, sin cualquier tipo de rampa hacia la boca o alguna dependencia excavada que pudiera servir también de leñero, hecho que no debería sorprender dadas las dimensiones del

horno. Igualmente, cabe suponer que el suelo exterior en uso estaría a la misma cota que el interior del

prae-furnium, de manera que permitiera una correcta

ali-mentación de combustible. Este aspecto se ve corrobo-rado en la ausencia del bancal geológico en el cual fue excavada la cámara, así como en el potente depósito de limos arcillosos mezclados con ceniza que colmata la parte frontal del praefurnium.

IV. Una posible lectura de la producción

cerámica

La evidencia disponible en el área circundante inmedia-ta no permite precisar la producción cerámica a la que habría sido destinado, ya que no se identificó ningún tipo de testar o de vertidos resultantes de desechos de cocción. No obstante, y tal y como nos hemos referido con anterioridad, en su interior se recogieron varios fragmentos de cerámica común con señales de altera-ción por fuego. Además, en otras áreas del yacimiento se pudieron recoger algunos fragmentos de cerámica común y de construcción con evidentes señales de fallos de cocción.

Gran parte de las cerámicas recogidas en el yaci-miento hispano-romano de Torrejón de Velasco pueden ser adscritas a cerámica tardía de la II Edad del Hierro. Estos conjuntos tardíos comienzan a formarse una vez concluidas las Guerras Sertorianas y siguen fabricándo-se en momentos posteriores, con algunos pequeños matices, ya bajo el dominio romano, sólo diluyéndose completamente en los conjuntos típicamente romanos entrado ya el siglo Id. C., tal como bien demuestran las asociaciones contextuales documentadas. Buen ejem-plo de estas es la frecuente presencia de estas formas con cerámicas de cocina locales de “tipología romana”,

sigillatas itálicas y sudgálicas, particularmente en una

fosa de vertidos domésticos donde se recuperó un numisma de ceca de Segobriga de Tiberio-Claudio.

En lo que concierne a las morfologías de ese reper-torio cerámico, son prácticamente las mismas de la ple-na II Edad del Hierro, pero han sufrido pequeñas evolu-ciones. Rasgos formales como la disminución y subida del lóbulo terminal de las ollas/urnas con “pico de ána-de”, el adelgazamiento de las paredes de los vasitos y ollas con borde vuelto (exvasado), el aumento de las base planas y del aumento de los pies anulares, con sus respectivas molduraciones, son claros síntomas de esa evolución.

Técnicamente hablando, estas cerámicas se produ-cen según los mismos procedimientos, pero las pastas

(12)

Lámina 2. Fotogrametría del horno

(13)

Lámina 3. Reconstrucción tridimensional del horno

371 J. MORÍN DEPABLOS, R. M. ROBERTO DEALMEIDA, ISABELMARÍASÁNCHEZRAMOS/ El yacimiento romano del sector 9 del PGOU de Torrejón de

(14)

Fig. 3. Cerámicas recuperadas en el horno.

1 y 2. Ollas de borde vuelto con superficie aguada/pintada

3. Olla de cerámica común reductora 372 VIDESMONUMENTAVETERUMMADRID Y SU ENTORNO ENÉPOCAROMANA

de muchos de estos recipientes y formas comienzan a ser un poco menos elaborados y con menor dureza, presentando pastas de tonos más rojo ladrillo, anaran-jado fuerte u ocres tostados. Las superficies siguen ostentando aguadas o baños coloreados, recordando las anteriores “cerámicas jaspeadas”, pero más dilui-dos y de colores más cercanos a la pasta.

Los fragmentos recuperados en el interior del horno se adscriben a las ollas de pequeño tamaño con bordes vueltos simples (exvasados) y con suaves molduras, de pastas anaranjadas poco compactas y frecuentes des-grasantes, y las superficies con aguadas diluidas de color más oscuro y poco cuidadas aplicadas con bro-chazos o con técnica similar, que les confiere un aspec-to heterogéneo.

En lo que se refiere a las cerámicas comunes, los fragmentos recogidos en otras áreas del yacimiento pertenecen a ollas reductoras de cocina, que se carac-terizan por una boca amplia y exvasada, con cuello mínimamente desarrollado, borde vuelto al exterior y labio redondeado y engrosado. Otros ejemplares análo-gos, pero sin algún tipo de problemas de cocción per-miten observar que se trata de un recipiente que pre-senta cuerpo redondeado, convexo, cuya máxima cur-vatura se encuentra en la parte superior, disminuyendo progresivamente a medida que se desciende hacia la base. El fondo es plano o ligeramente umbilicado. Se trata de una forma con clara influencia de la tradición indígena, asemejándose a las ollas y urnas de borde vuelto.

(15)

373 J. MORÍN DEPABLOS, R. M. ROBERTO DEALMEIDA, ISABELMARÍASÁNCHEZRAMOS/ El yacimiento romano del sector 9 del PGOU de Torrejón de

Velasco. Nuevos datos para el poblamiento rural tardorepublicano, Julio-Claudio y Flavio en el SE de la Comunidad de Madrid

V. Conclusiones

En primer lugar, hay que mencionar la localización del horno de Torrejón de Velasco es la idónea para la pro-ducción alfarera, que se ve condicionada por los recur-sos naturales. Asimismo, viabilizando el éxito de una instalación con estas características, su ubicación en áreas inmediatas a la existencia de materiales arcillo-sos asegura una disponibilidad permanente de materia prima, a la vez que la presencia de un curso de agua en la base del asentamiento garantiza el aprovisionamien-to de agua dulce para tareas de decantación de las arci-llas y del modelado de los recipientes cerámicos.

En segundo lugar, por lo que todo indica, al contra-rio de los vecinos complejos de Loranca, Fuenlabrada (Oñate Baztán et alii, 2009: 433-436) o de Arroyo de Pra-do Viejo, Torrejón de la Calzada (Sanguino Vázquez y Delgado Arceo, 2009: 447), y del madrileño complejo alfarero de Villamanta (Zarzalejos Prieto, 2002), se trata de un alfar independiente asociado a un asentamiento de tipo villa, u otro de carácter más rustico de clara ocu-pación del espacio rural, donde el propietario o propie-tarios del asentamiento serian probablemente los del alfar.

En lo relativo a su posible producción, se avanza la posibilidad de que se trate de un horno con un período de actividad centrado en el sigloId. C. –tal como

pare-cen indicar sus tipos cerámicos y la propia topología del horno– destinado a la producción de parte de la cerámica doméstica y de construcción destinada al con-sumo local. Este aspecto concuerda por lo general con la información actualmente existente para las restantes áreas peninsulares, y que se puede con algunas reser-vas extrapolar hacia el área madrileña. A pesar de no ser conocida la producción en los vecinos complejos

alfareros de Fuenlabrada y Arroyo de Prado Viejo, la bien conocida y estudiada producción del alfar de Villa-manta nos indica que se tata un complejo alfarero espe-cializado, sobretodo en material constructivo.

Tal diferencia con Torrejón de Velasco no resulta anómala, puesto que, por norma general, los talleres rurales de baja tecnología y entidad tenderán a una mayor variedad productiva, adecuada a sus necesida-des (tegulae, imbrices, dolia, cerámicas comunes, etc.), mientras los centros con productos cualificados ten-drán una mayor especialización y menor variedad de productos (Coll Conesa, 2008: 114).

BIBLIOGRAFÍA

COLL CONESA, J. (2008): “Hornos romanos en España. Aspec-tos de morfología y tecnología”. En D. Bernal Casaso-la, y A. Ribera Lacomba, (eds), Cerámicas

hispanorro-manas. Un estado de la cuestión. Universidad de

Cádiz: 113-125.

OÑATE BAZTÁN, P. et alii (2009): “Conjunto industrial del yaci-miento romano de Loranca 8P.P.I.-3 El Bañuelo, (Fuen-labrada)”. Actas de las Terceras Jornadas de

Patrimo-nio Arqueológico en la Comunidad de Madrid: 433-436.

Madrid

SANGUINO VÁZQUEZ, J. y DELGADO ARCEO, M. E. (2009): “Yacimiento arqueológico “Arroyo de Prado Viejo”. Torrejón de la Calzada, Madrid”. Actas de las Terceras

Jornadas de Patrimonio Arqueológico en la Comuni-dad de Madrid: 445-448. Madrid.

ZARZALEJOS PRIETO, M. (2002): “El alfar romano de Villa-manta (Madrid)”. Património Arqueológico de Madrid. 5. Universidad Autónoma de Madrid. Madrid.

(16)

Imagem

Fig. 3. Cerámicas recuperadas en el horno.

Referências

Documentos relacionados

Entre la II Guerra Mundial y la década de 1970 se produjo un predominio del poder político sobre el financiero, no solo en los países centrales, sino asimismo en los periféricos que

Otro tema sobresaliente dentro del campo de la intervención se vincula con el impacto de la crisis del Estado y en la propia práctica del Trabajo Social, <en el caso de la

Regarding solubility studies, two different types of profiles were noted: the β-CyD and HP-β-CyD systems exhibited an A P type phase solubility curve while the

DISSERTAÇÃO SUBMETIDA A UNIVERSIDADE FEDERAL DE SANTA CATARINA PARA A OBTENÇÃO DO GRAU DE MESTRE EM ENGENHARIA MECÂNICA.. SILVIO FRANCISCO

El interés parece radicar en el incremento del número de alumnos en las escuelas del sector privado y, en particular, de la participación de la matrícula privada sobre el total de

La RGE, en el sentido de contribuir para la divulgación del conocimiento en el área de la salud, y considerando el compromi- so social de la Enfermería en la colaboración

According to the researchers several paths have been opened up for further studies. Further study can be done related to the other EPC cours- es and how they are helping

Flexor ulnar do carpo, no lado mais ulnar da face volar do punho, insere-se na base do quinto metacarpo e faz, além da flexão, um forte desvio ulnar do punho;. O