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Publicaciones científicas del Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá - Recopilación Nº 5. 1966

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INDEn£D

PUBLICACIONES CIENTIFICAS

DEL

INSTITUTO DE NUTRICION

DE CENTRO AMERICA

Y PANAMA

Recopilación No. 5

ORGANIZACION PANAMERICANA DE LA SALUD Oficina Sanitaria Panamericana, Oficina Regional de la

(2)

El Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (INCAP), es un organismo internacional de carácter científico, crea-do para estudiar los problemas nutricionales de la región, buscar medios de solucionarlos, y asesorar y ayudar a los Gobiernos Miembros a hacer efectivas las medidas recomendadas con este propósito. Para cum-plir con sus funciones, el INCAP lleva a cabo encuestas nutricionales y estudios de campo en los paises miembros y realiza investigaciones en sus laboratorios centrales. Elabora informes diversos y publicaciones científicas, prepara material educativo y colabora activamente con las autoridades nacionales y otros organismos en el desarrollo de programas de nutrición. Mediante su extenso programa de adiestramiento contri-buye también a la capacitación de personal profesional en los varios aspectos de la nutrición y disciplinas afines

Los paises miembros del INCAP, son: COSTA RICA, EL SAL-VADOR, GUATEMALA, HONDURAS, NICARAGUA Y PANAMA.

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s4

PUBLICACIONES CIENTIFICAS

DEL INSTITUTO DE NUTRICION

DE

CENTRO

AMERICA Y PANAMA

Recopilación No. 5

Publicaciones Científicas No. 136 Junio de 1966

ORGANIZACION PANAMERICANA DE LA SALUD

Oficina Sanitaria Panamericana, Oficina Regional de la

ORGANIZACION MUNDIAL DE LA SALUD 525 - 23rd Street N. W.

Washington, D, C., 20037, E. U. A.

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Página

jiTRODUCCION ... ... vi

-- ECONOCIM IEN OS ... ... ... ... XCIE l ENT ...

ARTICULOS SOBRE TEMAS DE NUTRICION EN SALUD PUBLICA

A. NUTRICION EN GENERAL

El futuro de las actividades de la Organizaci6n Mundial de la Salud en el campo de la nutrición.

Nevin S. Scrimshaw ... 3 Efectos de la fiebre producida artificialmente sobre las proteinas y niveles de vitaminas en el suero y sobre los valores hematológicos en seres humanos.

José Méndez, Nevin S. Scrimshaw, Carlos Salvadó y Manuel L6pez Selva ... ... 10 Patrón electroforético de sueros hiperproteinémicos en un grupo de po-blación rural de Panamá.

Guillermo Arroyave, Nevin S. Scrimshaw, Oscar Pineda y Miguel A . Guzm án ... ... 18 El estado nutricional de niños de edad preescolar en la población de Amatitlán, Guatemala. 1. Comparación de las dietas de la familia y del niñio.

Marina Flores y Berta Garcia ... 25 El estado nutricional de niñios de edad preescolar en la población de Amatitlán, Guatemala. 2. Comparación de hallazgos dietéticos, cli-nicos y bioquimicos.

Moisés Béhar, Guillermo Arroyave, Marina Flores y Nevin S. Scrim shaw .. ... ... ... 37 Haciendo frente a la necesidad de alimentar al mundo.

Wilhelm Anderson, Cyrus French, Nevin S. Scrimshaw y Jean W. M cN aughton ... ... 55 Nutrición e infección.

Nevin S. Scrimshaw ... 69 Recomendaciones nutricionales diarias para las poblaciones de Centro América y Panamá. Revisadas, junio de 1965.

Instituto de Nutrición de Centro America y Panamá ... 75

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CONTENIDO

Pagina

B. DESNUTRICION PROTEICA

Epidemiología de la desnutrición proteica.

Moisés Béhar y Nevin S. Scrimshaw. ... ... 79 La desnutrición proteica y las infecciones.

N evin S. Scrim shaw ... 91 Adelantos en la comprensión y prevención de la desnutrición proteica en Centro América.

C arlos Pérez ... .... ... ... 103 Algunos índices para la evaluación general, en grupos de población, de la magnitud de la desnutrición proteico-calorica en niños pequeños.

José María Bengoa, D. B. Jelliffe y Carlos Pérez ... 114 Infección y sindrome pluricarencial de la infancia (kwashiorkor).

Nevin S. Scrimshaw, Dorothy Wilson y Ricardo Bressani ... 127 Valores de creatinina sérica y urinaria en niños con desnutrición

pro-teica severa.

Guillermo Arroyave, Dorothy Wilson, Moisés Béhar y Nevin S.

Scrimshaw ... ,,,,,,,,,..,,,,,..,,,..,,,.137

Estudios de mortalidad y morbilidad en niños de comunidades rurales de Guatemala.

Werner Ascoli y Hans Bruch ... , ... 144

C. ATEROSCLEROSIS

Aterosclerosis coronaria en Nueva Orleáns y en Guatemala.

Jack P. Strong, Carlos Tejada, Henry C. McGill, Jr. y Russell L.

Holman .147

Factores que influyen en los niveles de colesterol sérico de niños cen-troamericanos. I. Efecto del agregado de grasa y proteinas de origen animal a la dieta.

José Méndez, Nevin S. Scrimshaw, Werner Ascoli y Miguel A. G uzm án ... ... 149 Factores que influyen en los niveles de colesterol sérico de niños cen-troamericanos. II. Efecto de cambios radicales en la dieta.

José Méndez, Nevin S. Scrimshaw, Marina Flores, Romeo de León y Moisés Béhar ... , 157 Niveles de colesterol en sangre materna y fetal, al momento del parto, en grupos de distinto nivel socioeconómico de la ciudad de Guatemala.

José Méndez, Barry S. Savits, Marina Flores y Nevin S. Scrimshaw 167 Niveles de colesterol sérico de mujeres norteamericanas residentes en la ciudad de Guatemala.

José Méndez, Nevin S. Scrimshaw y Marina Flores ... 175 Lipidos séricos y valores de yodo ligado a la proteina en mujeres em-barazadas de dos grupos socioeconómicos diferentes de Guatemala.

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Página

Niveles de colesterol sérico en diversos grupos de población de Guatemala.

José Méndez, Carlos Tejada y Romeo de Leóln ... -,... 190

D. BOCIO ENDEMICO

El bocio endémico.

Nevin S. Scrimshaw 193

Deficiencia de yodo (bocio).

N evin S. Scrim shaw ... ... ... 199 El bocio endémico en la América Latina.

Nevin S. Scrinishaw ... ... 203

E. OTROS ESTUDIOS DE SALUD PUBLICA

Infección por los virus de la poliomielitis en Guatemala.

Margaret I. Sellers, A. F. Rasmussen Jr. y Nevin S. Scrimshaw ... 217

ESTUDIOS SOBRE COMPOSICION Y MEJORAMIENTO DE ALIMENTOS

A. MEZCLAS VEGETALES

Mezcla de proteínas vegetales para consumo humano. I. Uso de ratas y polluelos en la evaluación de mezclas vegetales a base de maíz.

Robert L. Squibb, Miriam K. Wyld, Nevin S. Scrimnshaw y

Ricardo Bressani 227

Mezclas de proteínas vegetales para consumo humano. II. El valor nu-tritivo del maíz, maicillo, arroz y trigo sarraceno como substitutos del maíz tratado con cal en la mezcla vegetal INCAP ocho.

Ricardo Bressani, Alvaro Aguirre y Nevin S. Scrimshaw ...,,, --- 241 Una mezcla vegetal, rica en proteínas y de bajo costo, para consumo humano.

Nevin S. Scrimshaw, Ricardo Bressani, Moisés Béhar, Dorothy Wilson y Guillermo Arroyave ... 249

B. OTROS ALIMENTOS

Contenido de niacina del café de Centro América.

Ricardo Bressani y Delia A. Navarrete .. . ... 253 Cambios en la composición química y en la distribución de nitrógeno

del maíz en diferentes etapas de desarrollo.

Ricardo Bressani y Rodolfo Conde ... ... 265 Suplementación con aminoácidos de las proteínas de los cereales. III. Efecto de la suplementación con aminoácidos de la harina de trigo, determinado por la retención de nitrógeno en niños pequeños.

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CONTENIDO

Página

Niveles óptimos de aminoácidos para la suplementación del maiz tra-tado con cal.

Ricardo Bressani ... 291 El valor nutritivo del aceite de la nuez del Brasil.

Luiz G. Elias y Ricardo Bressani .. . ... 292 Enriquecimiento de harina de maíz tratado con cal, con proteínas de

origen animal o vegetal, o con aminoácidos.

Ricardo Bressani, Emelina Marenco y Ana Teresa Valiente ... 300

ESTUDIOS SOBRE NUTRICION ANIMAL

Efectos quimicos e histológicos de la deficiencia de lisina sobre el fémur

de pollos de la raza New Hampshire.

J. Edgar Braham, Carlos Tejada y Ricardo Bressani ... ... 303

RESUMENES DE OTROS ARTICULOS CIENTIFICOS DEL INCAP, PUBLICADOS EN

ESPAÑOL 307

TRABAJOS DE TESIS

Realizados en 1960-1963 ... ... 317

OTRAS PUBLICACIONES

Educación en materia de nutrición ... 319

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Uno de los rasgos que caracteri. zan la época de desarrollo científi-co y tecnológicientífi-co del momento - sin precedentes en la historia del hom-bre - es el crecido número de pu-blicaciones científicas que sobre to-das las ramas del saber humano surgen continuamente en la litera-tura moderna. Este desbordamien-to, como bien podría calificarse tan trascendental suceso, realmente ha llegado a constituir un serio proble-ma para el científico, el técnico y el estudioso en general, ya que es im-posible absorber ese constante fluir de conocimientos, de enfoque muy diverso y en campos tan distintos. Por otro lado, sin embargo, es in-negable el hecho de que esas publi-caciones han sido y continúan sien-do hasta la fecha, el medio más efec-tivo de difusión y aprovechamiento de nuevos conceptos, experiencias y conocimientos.

La América' Latina, para orgullo nuestro, no ha quedado a la zaga en ese impresionante despertar, ya que el acopio de sus publicaciones, tan-to de orden técnico como científico, en el campo de nuestra principal preocupación, es decir, de la nutri-ción en general y en particular la de los seres humanos, también ha crecido en considerable proporción. No obstante, su evaluación en tér-minos numéricos y en relación con la naturaleza, magnitud y comple-jidad de los problemas aún por es-tudiar y resolver en un área tan vasta como ésta, revela que ese caudal todavía no, alcanza las di-mensiones que sería de desear.

El Instituto de Nutrición de Cen-tro América y Panamá (INCAP), en su carácter de organismo inter-nacional, cuyas responsabilidades incluyen la investigación y la do-cencia, adoptó desde el inicio de sus labores, la política de publicar re-gularmente los resultados de sus es-tudios y experiencias, así como las recomendaciones que se derivan de los mismos. Aun cuando el INCAP se encuentra particularmente al ser-vicio directo de sus países miem-bros, es decir, de las Repúblicas que integran el Istmo Centroamericano, en lo concerniente a sus funciones de investigación y de docencia ha podido, con gran satisfacción, con-tribuir a los esfuerzos de aquellos investigadores y organizaciones que en otras regiones del mundo, sobre todo en los países hermanos del res-to de Latino América, se interesan en disciplinas similares.

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INTRODUCCION

glés, dado que en la actualidad es-tas publicaciones, aún con las limi-taciones de idioma que ello entraña para los países de habla hispana, cumplen efectivamente el propósito de lograr la más amplia difusión e, incluso, de que los resultados de sus trabajos también sean de utilidad para muchas otras regiones del mundo donde otros idiomas impe-ran, pero que enfrentan problemas similares a los nuestros. Este curso de acción es, pues, en nuestro cri-terio, muy deseable, puesto que los frutos de los estudios del INCAP trascienden las fronteras y pueden ser aprovechados en esos países donde el idioma inglés es general-mente del dominio de los interesa-dos y, a la vez, de la mayoría de científicos y técnicos de la América Latina.

A pesar de ello, el INCAP desea primordialmente que sus trabajos sean conocidos en sus países miem-bros y en el resto del Continente Americano, en nuestro propio idio-ma. Para lograr esa finalidad, adop-tó desde un principio la política de reproducir periódicamente, en es-pañol, en volúmenes especiales, to-dos los trabajos previamente dato-dos a conocer en otras lenguas. La Ofi-cina Sanitaria Panamericana, Ofici-na RegioOfici-nal para las Américas de la Organización Mundial de la Sa-lud, como en todas las actividades del INCAP y muy particularmente en lo que respecta a aquéllas de in-terés general para todos los países del Hemisferio, acogió esta idea con entusiasmo y nos brindó su más de-cidido apoyo. Fue así como el IN-CAP pudo publicar, en 1953, el Su-plemento No. 1 del Boletín de la Oficina Sanitaria Panamericana, marcando así la iniciación de una

serie que, afortunadamente, ha lo-grado mantener a través de sus die-ciseis años de existencia. A éste si-guieron, en 1955 y 1959, respectiva-mente, los Suplementos Nos. 2 y 3. Posteriormente, en 1962 se publicó el cuarto volumen, pero ya no como Suplemento del Boletín sino como Recopilación No. 4 del INCAP y co-mo Publicación Científica No. 59 de la Organización Panamericana de la Salud.

El presente volumen, que consti-tuye la Recopilación No. 5, incluye un total de 36 artículos que, como el lector podrá apreciar, han sido agrupados en diversos Capítulos. Estos, a grandes rasgos, reflejan las diversas áreas en que el Instituto ha concentrado primordialmente sus esfuerzos, por considerar que son los renglones en los que su aporte puede ser de mayor provecho en el desempeño de las atribuciones que le corresponden y que le fuesen en-comendadas en el momento de su creación. En síntesis, éstas son: el estudio de los problemas nutricio-nales de mayor trascendencia en la región centroamericana y Panamá, la búsqueda de posibles medios de solucionar estos problemas, y el ase-soramiento y ayuda a los Gobier-nos Miembros y a otros organismos responsables de aplicar las medidas recomendadas para este propósito.

Se incluye, además, una breve sección destinada a extractos de ar-tículos publicados en otras revistas de habla hispana durante el período que cubre esta Recopilación, así co-mo una enumeración de los traba-jos realizados en el Instituto por es-tudiantes procedentes de diversos países del mundo, con base en los cuales elaboraron sus tesis de

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duación. Estos trabajos de investi-gación, cabe señalar, los ejecutan los estudiantes bajo la supervisión directa y tutoría de los profesiona-les del INCAP, quienes cumplen así una de las actividades académicas de las cuales son responsables. Fi-nalmente, consta una lista de publi-caciones de educación nutricional que con fines de divulgación técnica y científica, y adaptadas a los dis-tintos niveles, prepara el Instituto y distribuye ampliamente a manera de modelos de publicaciones que, con este mismo objetivo, pueden utilizar las instituciones o trabaja-dores responsables de hacer llegar a la población en general - a través de los distintos canales organizados de la educación - los conocimien-tos fundamentales en este rubro. Por su medio se trata de proporcio-nar, en la forma más adecuada po-sible, los conceptos básicos sobre te-mas de interés en nutrición, deriva-dos de los conocimientos generales y de las experiencias y trabajos pro-pios del Instituto.

Se abriga la esperanza de que la Recopilación No. 5 tenga la misma entusiasta acogida que merecieron los volúmenes precedentes y que, por su medio, se conozca la forma en que el INCAP está empeñado en continuar colaborando con todas las personas o grupos de investigadores con intereses comunes a los que nos impulsan, esto es, servir a nuestros pueblos, aunando esfuerzos en la compleja y ardua tarea de tratar de mejorar su estado nutricional, como fundamento indispensable para el mejoramiento de la salud y para el logro de las condiciones de vida a que, con justicia, aspira todo ser humano.

Como guia para el lector en lo re-ferente al sistema de enumeración utilizado para las publicaciones del INCAP, y según explicación ya pro-vista en la Introducción de los cua-tro números que anteceden a este volumen, cada artículo científico elaborado por el Instituto se acom-paña de un número de serie. Este va precedido por la letra E en el caso de los trabajos publicados en español, y por una I para aquéllos dados a conocer originalmente en inglés o en otros idiomas. Asimis-mo, los informes mimeografiados de distribución limitada llevan el número de serie precedido por la letra L, las monografías se designan con la letra M, los trabajos de edu-cación nutricional con una N y las tesis de graduación, con la letra T. Por último, las publicaciones de tra-bajos cooperativos se identifican con la C, y otras publicaciones va-rias, con una V.

Animados del ferviente deseo de que la presente Recopilación sirva al máximo los propósitos que persi-gue, ésta será distribuida por la Ofi-cina Sanitaria Panamericana y por el propio INCAP, a todas las institu-ciones, organismos y personas que han manifestado o que expresen in-terés en este tipo de publicaciones. Además, de acuerdo con la política adoptada desde la iniciación de la serie, también se hará disponible, libre de costo, a quienes puedan uti-lizarla y la soliciten directamente del Instituto de Nutrición de Cen-tro América y Panamá, a la siguien-te dirección:

INSTITUTO DE NUTRICION DE CENTRO AMERICA Y PANAMA

Carretera Roosevelt, Zona 11 Ciudad de Guatemala,

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RECONOCIMIENTOS

El Director del Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá y los autores de los diversos trabajos que incluye este volumen, así como el cuerpo de profesionales del INCAP en general, expresan su más sincero agradecimiento a la Oficina Sanitaria Panamericana por la valiosa con-tribución que hizo patente a través de muchos y muy diversos medios, en cuanto a la impresión de este nuevo volumen.

Muy especialmente, a la Sra. Amalia G. de Ramírez, Jefe de la Ofi-cina Editorial y de Informes del INCAP, y al personal de esa dependen-cia, por su arduo, entusiasta y eficiente empeño en cuanto a traducción, labor editorial y corrección de pruebas de los trabajos que integran este número. A ello se debe en gran medida que la Recopilación No. 5 de las "Publicaciones Científicas del INCAP" haya plasmado en realidad.

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DE LA SALUD EN EL CAMPO DE LA NUTRICION'

NEVIN S. SCRIMSI-AW2

Oficina Sanitaria Panamericana e Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (INCAP), Guatemala, C. A.

Para poder comentar sobre el fu-turo de los programas de la Organi-zación Mundial de la Salud y de su Oficina Regional para las Américas, la Oficina Sanitaria Panamericana, en el campo de la nutrición, es ne-cesario examinar primero las acti-vidades que este organismo ha de-sarrollado en los últimos diez años para estudiar los problemas, los programas realizados y las tenden-cias que éstos hagan manifiestas. Todas y cada una de las organiza-ciones especializadas de las Nacio-nes Unidas, gozan hoy de una si-tuación más favorable de las que tenían cuando principiaron sus

ac-1 Presentado en la sesión "The Next 10 Years of WHO" como parte del pro-grama de la 6a. Reunión Anual del "National Citizens Committee for the World Health Organization", celebrada en St. Louis, Mo., el 29 de octubre de 1958, y publicado en las Actas de la Conferencia con el titulo "The Future of Nutrition Activities in the World Health Organization", No. INCAP I-121. (Un resumen de este trabajo fue publicado también como "Mortality from Infections Blamed on Malnutri-tion", bajo el rubro general "WHO

tividades, en vista de que cuentan ya con la experiencia necesaria

pa-ra servir como dirigentes y

prede-cir el futuro gracias a los datos que han logrado acumular a través de los años.

No existe ningún medio más con-vincente para determinar los gran-des aportes que estos organismos han hecho ya en el campo de la nutrición, que comparar los cono-cimientos sobre los problemas

mun-diales de nutrición y la situación

de los esfuerzos organizados por

cada nación para hacerles frente, en 1948, con los de hoy, en 1958. Las cinco reuniones que el Comité

Looks Ahead", en Public Health Re-ports, 74:355-356, 1959).

2 En la época en que se preparó este

trabajo, el Dr. Scrimshaw desempeña-ba el cargo de Asesor Regional en Nu-trición de la Oficina Sanitaria

Pa-namericana, Oficina Regional para

las Américas de la Organización Mun-dial de la Salud, y Director del Insti-tuto de Nutrición de Centro América y Panamá. En la actualidad es Direc-tor del Departamento de Nutrición y Ciencia de los Alimentos del Instituto

Tecnológico de Massachusetts.

Publi-cación INCAP E-283.

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PUBLICACIONES CIENTIFICAS DEL INCAP

Mixto FAO/OMS de Expertos en Nutrición ha celebrado, y las diver-sas conferencias regionales sobre nutrición, han definido gradual-mente la magnitud de los principa-les trastornos nutricionaprincipa-les y sen-tado normas de gran ayuda para los organismos gubernamentales y pri-vados, así como para el UNICEF, la OMS y la FAO.

No es ésta la ocasión de pasar revista a las actividades internacio-nales en el campo de la nutrición, pero sí deseo llamar la atención ha-cia ciertos programas y normas cu-ya importancia se ha logrado com-probar. Algunos son sencillamen-te técnicas usadas por la OMS para abordar cualquier problema de sa-lud, y en ningún sentido se limitan éstas a la materia nutrición. Sin embargo, es alentador el hecho de que al ser evaluadas a la luz de sus efectos sobre las actividades nutri-cionales de cada país, han demos-trado ser eficaces.

Una de estas pautas es el uso de Comités de Expertos y Grupos de Estudio. Hay pruebas más que su-ficientes de que las recomendacio-nes emitidas por estos Comités han sido ejecutadas en múltiples oca-siones; de que han servido para es-timular la investigación en áreas con respecto a las cuales no se dis-ponía de suficientes conocimientos, y para fomentar programas de ac-ción sobre problemas para cuya so-lución se disponía ya de medidas efectivas de control. Las conferen-cias regionales, precisamente, han sido un mecanismo importante pa-ra destacar las conclusiones a que han llegado los Comités de Exper-tos y Grupos de Estudio, así como para determinar los problemas que

ameritan atención principal tanto por parte de estos cuerpos de con-sultores, como del propio personal de la OMS. Ya que entre los in-tereses de la OMS y de la FAO exis-te una asociación inseparable en lo que a aspectos mutuamente com-plementarios de la nutrición se re-fiere, la mayoría de las actividades de estos Grupos se han llevado a cabo como empresas conjuntas de

ambos organismos.

Me gustaría comentar en esta oportunidad sobre algunas de las actividades en que la OMS ha pues-to especial empeño, tales como la prevención del bocio, la lucha con-tra la pelagra en Yugoeslavia, Egip-to y Rodesia del Sur, la prevención del beriberi infantil en Tailandia, Cambodia y Viet Nam, la evalua-ción del problema de las anemias nutricionales en Africa e India, la ceguera en los niños provocada por una deficiencia de vitamina A en Indonesia, y otros programas de ín-dole semejante. Ya que el tiempo no lo permite, me limitaré a citar la prevención del síndrome pluri-carencial de la infancia o kwashior-kor, como ejemplo específico de la atención que se presta a las suges-tiones expresadas por los Comités de Expertos y Grupos de Estudio.

Antes de que tuviera lugar la pri-mera reunión del Comité Conjunto FAO/OMS de Expertos en Nutri-ción, no se tenía plena conciencia de la naturaleza común de esta gra-ve enfermedad carencial que se pre-senta en los niños pequeños y que ya había sido notificada bajo nom-bres muy diversos en más de 40 países; no existía tampoco acuerdo general en el sentido de que este síndrome es debido a la desnutri-ción proteica. Muchos médicos,

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da uno por su parte, publicaban descripciones de la enfermedad, en muchos casos sin percatarse del trabajo que otros estaban realizan-do sobre el mismo problema y, más aún, las autoridades de salud pú-blica no habian aceptado la existen-cia de tal enfermedad.

Fundados en la recomendación que tan enfáticamente formuló el Comité de Expertos en su reunión de 1950, la FAO y la OMS acorda-ron auspiciar la visita de los Dres. John F. Brock y Marcel Au-tret a veinte países y territorios de Africa, al sur del Sahara; la de los Dres. Autret y Moisés Béhar a los cinco países de Centro América y Panamá, y la de los Dres. John C. Waterlow y Arturo Verga-ra, al Brasil. Los informes de es-tos consultores hicieron ver a los investigadores en nutrición, a los pediatras y a aquellas personas in-teresadas en actividades de salud infantil de más de 60 países en los que el SPI se observa, que la en-fermedad era causa principal de los altos índices de mortalidad en ni-ños preescolares, y un problema de salud pública que debía ser resuel-to en alguna forma.

La política de la OMS de adjudi-car becas o bolsas de viaje ha ayu-dado enormemente a una mejor comprensión del problema y a en-contrar medios de solucionarlo, ya que ello ha permitido a investiga-dores que trabajan aisladamente en regiones donde se observan trastor-nos nutricionales graves, aunar co-nocimientos, estimularse mutua-mente y coordinar la experimenta-ción de medidas preventivas. To-do esto se ha traduciTo-do no sólo en investigaciones realmente eficaces y en el desarrollo de los recursos

humanos en las áreas en que más se necesitan para combatir las en-fermedades carenciales, sino ha ayudado también a impulsar la cam-paña contra la desnutrición protei-ca, haciendo que ésta, a semejanza de una "bola de nieve", crezca a medida que va cobrando fuerza. No encuentro mejor símil que éste pa-ra describir los eventos conducen-tes a una coordinación de los es-fuerzos en que intervienen OMS, FAO, U1NICEF, y los fondos de la Fundación Rockefeller que adminis-tra el Consejo Nacional de Investi-gaciones de Estados Unidos de Nor-te América. Más importanNor-te toda-vía, ello ha sido un estímulo para los trabajos que persiguen el des-arrollo de nuevos productos alimen-ticios ricos en proteínas para su uti-lización en la alimentación suple-mentaria y mixta de lactantes y ni-ños pequeni-ños; estos trabajos se lle-van ya a cabo en más de 25 centros de 18 de los países donde el pro-blema se presenta con mayor se-veridad. En verdad, nuevos acon-tecimientos han surgido que, pode-mos afirmar con certeza, no ha-brían ocurrido sin la iniciativa a nivel internacional.

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recur-6 PUBLICACIONES CIE

sos disponibles en esas regiones. De ser esto cierto, las mejoras perma-nentes Unicamente se lograrán au-mentando el número de individuos capaces y bien entrenados. La cons-trucción de caminos y de diques, y la instalación de plantas generado-ras de energía tienen un valor li-mitado a menos que traigan consi-go, ya sea directa o indirectamen-te, un mayor nivel de competencia humana. Una buena parte de la solidez y estabilidad de los aportes de la OMS a los trabajos de nutri-ción en el campo internacional ha sido, precisamente, el efecto esti-mulante de sus actividades en los logros individuales.

Otros organismos especializados de las Naciones Unidas, así como algunas fundaciones privadas tam-bién participan, por supuesto, en la capacitación y adiestramiento de personal técnico. Todos debemos reconocer que lejos de requerir un nivel inferior de adiestramiento y competencia, por la magnitud y complejidad de los problemas que se enfrenta en las regiones poco desarrolladas, este personal necesi-ta, por el contrario, de los más al-tos estándares. Es necesario que OMS, FAO, ICA3 y otros

organis-mos interesados en el problema, in-crementen sus actividades docentes y de adiestramiento y que, igual-mente, den más énfasis y prioridad a un entrenamiento concienzudo y no solo superficial de aquéllos que se estime como dirigentes en po-tencia. Habrá que encontrar los medios de financiar programas do-centes de postgraduados para

pro-3 La Administración de Cooperación

Técnica de los Estados Unidos (ICA), hoy día se denomina Agencia para el

Desarrollo Internacional (ADI).

N'PIFICAS DEL INCAP

fesores e investigadores que conduz-can a un doctorado en ciencias bá-sicas o en salud pública. Las becas a que se hagan merecedoras perso-nas capaces no deberán limitarse al período convencional de uno o hasta dos afos. También habrá que tener en cuenta que mientras más alto es el nivel de adiestramiento y de desempeño de funciones, más útil es el intercambio subsiguiente de visitas entre personas clave que la OMS ha logrado orientar con gran provecho hacia el campo de la nutrición.

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inaugu-ración hace nueve años, inició la preparación técnica de personal centroamericano, hasta dotarlo de un alto nivel de competencia pro-fesional. Su cuerpo de personal cla-ve incluye hoy día médicos debida-mente capacitados, con especialida-des tan diversas como salud públi-ca, pediatría, medicina interna, pa-tología y endocrinología, expertos en ciencias básicas que ostentan los títulos de "Doctor of Philosophy" en disciplinas como la bioquímica, química agrícola y de alimentos, fi-siología, nutrición animal y bioes-tadística; nutricionistas que han cursado estudios avanzados, y va-rios más aún bajo adiestramiento, El flujo de los servicios de consulta se ha revertido, puesto que varias de estas personas han servido ya como consultores para la propia OMS.

Los consultores y técnicos de to-dos los organismos internacionales y de ayuda bilateral, deben aceptar como parte de sus obligaciones el ayudar al desarrollo de los recursos humanos de aquellos países a los cuales han sido asignados para tra-bajar. Abrigo la esperanza que ICA, así como los organismos de las Na-ciones Unidas, han de dedicar aún más atención a este enfoque, no sólo porque representa un medio eficaz de utilizar los fondos dispo-nibles, sino también porque es el tipo de colaboración que los países acogen con beneplácito y aprecio. Cuando un país ha recibido ayuda técnica continua por un largo perío-do y no logra aminorar el graperío-do en que depende de los técnicos extran-jeros, a pesar de que la economía y el bienestar del país hayan mejo-rado a través de esa ayuda, surge rencor y resentimiento entre el per-sonal nacional. Los programas

bi-laterales son especialmente vulne-rables a esta crítica.

Dejando a un lado las técnicas y entrando ya en materia, es verdad que disponemos de los conocimien-tos necesarios para eliminar el bo-cio endémico, el síndrome plurica-rencial de la infancia, el marasmo, la deficiencia de vitamina A, la pe-lagra, el beriberi y otras deficien-cias nutricionales, pero no siempre sabemos cómo aplicarlos. Estamos tan sólo iniciando la tarea de lograr que la nutrición sea aceptada como parte de las actividades rutinarias de los trabajadores de salud públi-ca, y estamos comenzando también a utilizar los recursos de la antropo-logía cultural, educación sanitaria, tecnología de alimentos, extensión agrícola y otras disciplinas afines, en la solución práctica de los pro-blemas de índole nutricional. Los años venideros han de ser muy esti-mulantes, ya que los programas de nutrición en salud pública avanzan cada día más, de la teoría a la prác-tica.

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com-PUBLICACIONES CIENTIFICAS DEL INCAP

pilación de datos y estimulará las investigaciones en este renglón.

La relación entre la desnutrición y la resistencia a las infecciones e infestaciones parasitarias está co-brando también nueva importancia y significado a medida que se logra una mejor comprensión de las ci-fras de mortalidad en los niños pe-quefios. En los países subdesarro-llados, las tasas de mortalidad du-rante el primer año de vida son de 2 a 5 veces más altas que en Esta-dos UniEsta-dos y en Europa Occidental y en los niños de 1 a 4 años de edad, estas tasas son de 10 a 40 veces mayores. Las estadísticas vitales oficiales atribuyen estas cifras prin-cipalmente a las infecciones, pero los estudios de campo revelan que tal vez la tercera parte muere con los signos y síntomas de la desnu-trición severa que un episodio in-feccioso agudo precipita a menudo, y que una proporción considerable del resto de los niños fallecen a causa de infecciones que en un ni-fo bien nutrido generalmente no se-rían fatales. Según se puede ver, la nutrición desempeña un papel mucho más importante de lo que hasta ahora se creía en las altas ta-sas de mortalidad que entre los ni-ños pequeni-ños se observan en algu-nas regiones. La relación sinérgica entre la desnutrición y las infeccio-nes debe aceptarse como base para el desarrollo de programas futuros de prevención y control.

Es conveniente tener presente, asimismo, que la revolución en ma-teria de tecnología de alimentos que se ha hecho sentir en los Es-tados Unidos y Europa Occidental

está alcanzando ya a las regiones técnicamente menos desarrolladas.

Es probable que en el período de transición surjan problemas nutri-cionales agudos, como sucedió con el beriberi infantil cuando, en al-deas de algunos de los países del Sureste de Asia, se introdujo el uso de molinos de arroz impulsados por energía eléctrica. Más aún, el pro-blema de la posible toxicidad de substancias aditivas alimenticias usadas intencionalmente, adquirirá mayor importancia. La OMS y la FAO han convocado ya Comités de Expertos y Conferencias, y emitido un boletín informativo sobre este tema, pero es indudable que en los años venideros los países miembros de la OMS requerirán mayor ayuda en este sentido.

Las tendencias de los programas internacionales de nutrición a que me he referido pueden resumirse brevemente. La nutrición se con-vertirá en una rutina cada vez más propia de las actividades de salud, y gradualmente se logrará solucio-nar los problemas específicos de la nutrición que hoy día se enfren-tan. El personal permanente de que la OMS y la OSP disponen para sus trabajos en nutrición tendrá evi-dentemente que aumentarse, para que dichos organismos puedan res-ponder a las demandas cada día mayores de las autoridades de sa-lud pública de recibir guía en el fo-mento de los aspectos nutricionales de sus respectivos programas. La información que se derive del estu-dio de los efectos de la nutrición so-bre diferencias en la prevalencia de enfermedades crónicas, eventual-mente ha de resultar en la implan-tación de regímenes conducentes a una mayor longevidad y mejor sa-lud entre los ancianos. Al otro ex-tremo de la balanza, el

(21)

miento creciente de la relación si-nérgica entre la desnutrición y las infecciones como causa primaria de mortalidad entre los niños peque-ños, conducirá a programas de sa-lud pública más efectivos para este grupo de edad. La experiencia de los últimos diez años indica, pues, que las reuniones de Comités de Ex-pertos y de Grupos de Estudio, las conferencias regionales y los servi-cios de Consultores a corto y largo

(22)

EFECTOS DE LA FIEBRE PRODUCIDA ARTIFICIALMENTE SOBRE LAS PROTEINAS Y NIVELES DE VITAMINAS EN EL SUERO Y SOBRE

LOS VALORES HEMATOLOGICOS EN SERES HUMANOS'

JOSE MENDEZ, NEVIN S. SCRIMSHAW

Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (INCAP), Guatemala, C. A.

CARLOS SALVADO y NlANUEL LOPEZ SELVA

Hospital Neuropsiquiátrico de Guatemala, Guatemala C. A.

Según se sabe, la fiebre aumenta los niveles séricos sanguíneos de las globulinas (1-3), el fibrinógeno (1) y los recuentos de glóbulos blancos y de granulocitos (4), y disminuye los valores de albúmina (1, 3), vi-tamina A (5-7), carotenos (5) y vitamina C (8,9). Sin embargo, pocos son los conocimientos de que se dispone en lo concerniente a los efectos de una elevada temperatu-ra corpotemperatu-ral, producida artificial-mente, sobre constituyentes séricos tales como la riboflavina, la vita-mina E y la fosfatasa alcalina, aun-que se ha demostrado aun-que la fiebre se traduce en una mayor utilización de las vitaminas del complejo B

(10, 11). Son contradictorios los informes publicados en relación con cambios en los niveles de carotenos (7) y ácido ascórbico (12-14) en el suero.

1 Publicado originalmente en el

Jour-nal of Applied Physiology, 14:768-770,

1959, bajo el titulo "Effects of Artifi-cially Induced Fever on Serum Pro-teins, Vitamin Levels and Hematologi-cal Values in Human Subjects", No. INCAP I-128. Publicación INCAP

E-286.

En este trabajo se comentan los efectos de elevadas temperaturas corporales, del tipo que a menudo se utiliza por cortos períodos, con fines terapéuticos, en pacientes hu-manos. El estudio incluyó el regis-tro de valores de las concentracio-nes séricas de proteínas y de vi-tamina A, carotenos, vivi-tamina E, fosfatasa alcalina, riboflavina, áci-do ascórbico, recuento de glóbulos rojos, hemoglobina, hematocrito, índices de eritrosedimentación, y recuento total y diferencial de gló-bulos blancos. También se anotó la frecuencia del pulso y la presión sanguínea.

PROCEDIMIENTOS EXPERIMENTALES

(23)

de fiebre. La edad, estatura, peso, frecuencia inicial del pulso y

pre-sión sanguínea de cada paciente se

detallan en el Cuadro No. 1. Al principio y al final del tratamiento, así como 2 horas después de termi-nado éste, se obtuvo la tempera-tura corporal, presión sanguínea y frecuencia del pulso, y se recolecta-ron también muestras de sangre ve-nosa. Durante la primera hora de tratamiento la temperatura corpo-ral se mantuvo entre 380 y 390C, y durante la segunda hora ésta osciló

de 390 a 39,80C, con un promedio

máximo de 39,60C. La temperatu-ra corpotemperatu-ral de cada individuo to-mada antes, durante y después del tratamiento figuran asimismo en el Cuadro No. 1.

El recuento de glóbulos rojos, los recuentos total y diferencial de gló-bulos blancos, la hemoglobina, la tasa de eritrosedimentación y el he-matocrito fueron determinados de acuerdo con técnicas hematológicas estándar (15). La proteína sérica total se midió según el método de

desintometría de Lowry y Hunter (16), y el fraccionamiento de pro-teínas séricas se efectuó emplean-do el aparato de microelectroforesis Kern (Kern and Co., Aarau, Suiza, Modelo LK-30). La riboflavina fue determinada por el procedimiento de Burch y colaboradores (17), los carotenoides totales y la vitamina A por el de Bessey et al. (18), el áci-do ascorbico siguienáci-do el métoáci-do cde Lowry y colaboradores (19), la fos-fatasa alcalina según Bessey y sus asociados (20), y la vitamina E de acuerdo con el usado por Quaife y colaboradores (21).

El significado de los resultados se evaluó utilizando la prueba "t" para comparaciones pareadas.

RESULTADOS

Los cambios en la frecuencia de pulso, presión sistólica y diastólica sanguíneas, y presión del pulso, se dan a conocer en el Cuadro No. 2. Como se esperaba, el aumento de la temperatura corporal produjo un incremento en la frecuencia del

CUADRO No. 1.- Caracteristicas generales del grupo.

Edad Estatura Peso

años metros kg

64 25 35 58 30 35 36 35 23 49 1,60 1,30 1,56 1.70 1,72 1,58 1,55 1,55 1,55 1,52 58 61 57 58 59 50 69 46 57 51 Frecuen-cia del pulso/ minuto 80 72 64 92 80 84 84 90 72 Presión sanguí-Temp.

nea inicial,

oC

140/80 36,5

120/80 37,0

120/70 36,2

110/70 36,5

120/70 36,7

120/80 36,5

140/80 37,0

110/60 36,5

130/80 36,5

140/85 36,0

I Los pacientes 2, 5 y 9 recibieron tratamiento durante 3 hr, 15 min. Pacien-tes 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10

Temp. final trata-miento de 3 hr,

OC 39,8 39,7 39,5 39,8 39,7 39,5 39,5 39,5 39,7 39,3

(24)

PUBLICACIONES CIENT[FICAS DEL INCAP

pulso que, 2 horas después de des-continuado el tratamiento, todavía

podía apreciarse, aunque en menor

grado. No se observaron cambios significativos en la presión sistó-lica sanguínea en el curso del ex-perimento, mientras que la

pre-sión diastólica sanguínea disminuyó significativamente al final del tra-tamiento pirético, recobrando su nivel original 2 horas después de que éste había terminado. La pre-sión del pulso reveló un patrón si-milar de respuesta.

CUADRO No. 2.- Cambios en la frecuencia del pulso y en la presión san-guinea resultantes de la fiebre producida artificialmentel.

Valores Valores 2 hr

iniciales icilsfnls finales después deltratamiento

Frecuencia del pulso/minuto 81+10,0 122+ 9,8** 102± 8,8**

Presión sanguínea sistólica,

mm Hg 125+11,8 122-- 8,5 117+11,5

Presión sanguínea diastólica,

mm Hg 76+ 7,6 62+ 7,5** 74± 7,3

Presión del pulso, mm Hg 49__+ 7,6 60±11,4' 43+ 9.7

1 Los valores citados representan X - D. E.; N = 10. (X = Promedio Aritmético; D. E. = Desviación Estándar).

** Diferencia significativa al nivel del 1% de probabilidad. * Diferencia significativa al nivel del 5% de probabilidad.

CUADRO No. 3.- Cambios hematológicos resultantes de la fiebre producida artificialmentel.

Valores Valores Valores 2 hr

iniciales finales desTuts delTratamiento

Recuento de glóbulos rojos,

millones/mm3 4,91+ 0,34 4,92±0,36 4,80±f+0,34*

Hemoglobina, g/100 ml 15,2 + 0,7 15,6 ±0,5 15,5 +-0,7

Hematocrito, % 47,7 + 2,3 48,4 ±2,2 46,9 ±+2,3

Recuento de glóbulos blancos

miles/mm3 8,52±+ 1,91 9,30±+2,44 13,54+3,39'*

Eritrosedimentación, mm/hr 9,4 + 6,9 8,3 +8,0 10,7 +8,2

Eosinófilos, % 3,7 + 4,2 2,0 +1,9 1.0 ±2,0*

Cayados, % 0,8 ± 0,8 0,4 ±0,7 0,8 ÷-0,7

Neutrófilos, % 63,8 ±_12,9 72,2 +5,7 74,8 ±6,8*

Linfocitos, % 25,4 +_ 9,2 21,0 ±4,0 18,9 -+6,6

Monocitos, % 6,3 + 3,0 4,3 +2,4 4,4 +-2,3

1 Los valores citados representan X + D E. (X = Promedio Aritmético; D. E. = Desviación Estándar). En los recuentos de glóbulos rojos y blancos, hemoglobina y eritrosedimentación, N = 10; en el hematocrito y en los recuentos diferenciales, N = 9.

* Diferencia significativa al nivel del 5% de probabilidad.

(25)

Como se indica en el Cuadro No.

3, no se observaron cambios de im-portancia ni en lo referente a la hemoglobina y al hematocrito, ni en cuanto a la eritrosedimentación. Sin embargo, el recuento de

glóbu-los rojos disminuyó, si bien el de glóbulos blancos aumentó significa-tivamente en la muestra que se ob-tuvo 2 horas después de que el tra-tamiento llegó a su término. Los

recuentos diferenciales mostraron

CUADRO No. 4.- Cambios en la proteina sérica resultantes de la fiebre producida artificialmentel.

Valores Valores Valores 2 hr

iniciales finales tratamientodespués del

Proteínas séricas totales,

g/100 ml 7,22_+0,44 7,38+0,62 7,06+0,6

Albúmina + globulina alfa,

porcentaje relativo 53,8 +3,1 53,5 ±2,9 53,9 ±2,5

Globulina alfa2, porcentaje

relativo 8,9 +1,9 8,8 +-2,8 9,3 +-2,4

Globulina beta, porcentaje

relativo 13,7 +-2,2 13,8 +3,0 14,4 +2,5

Globulina gamma, porcentaje

relativo 23,6 +3,0 23,8 +4,1 22,5 +3,4*

1 Los valores citados representan X - D. E. (X - Promedid Aritmético; D. E. = Desviación Es-tándar). En las proteínas séricas totales, N = 10; en porcentajes relativos de globulina, N = 7. * Diferencia significativa al nivel del 5% de probabilidad.

CUADRO No. 5.- Cambios en las vitaminas séricas resultantes de la fiebre producida artificialmentel.

Valores Valores Valores 2 hr

iniciales finales después del

tratamiento

Vitamina A, mcg/100 ml 30,9 ±10,0 29,9 + 9,7 26,0 + 7,4**

Carotenos, mcg/100 ml 36,4 +15,3 36,9 +16,4 34,9 ±15,6

Riboflavina2, mcg/100 ml 3,25_+ 2,2 3,59± 1,7 3,38+ 2,1

Vitamina C, mg/100 ml 0,35+- 0,10 0,41+ 0,17 0,39+ 0,15

Vitamina E, mcg/100 ml 0,80- 0,32 0,78± 0,29 0,78± 0,34

Fosfatasa alcalina, mM/l/hr3 2,45+ 0,90 2,32+ 0,71 2,32+ 0,69

: Los valores citados representan X -+ D. E. (X = Promedio Aritmético; D. E. = Desviación Estándar). N = 10 en todos los casos a excepción de la riboflavina en que N = 9. 2 Se excluyó de los cómputos de medios de riboflavina un caso que consistentemente mostró

una fluorescencia sumamente alta. Los valores observados fueron 19,27, 22,95 y 25,66, res-pectivamente. Esta omisión de ninguna manera modifica las conclusiones.

3 Milimoles por litro, por hora.

(26)

PUBLICACIONES CIENTIFICAS DEL INCAP

aumento de leucocitos neutrófilos y una disminución de eosinófilos, en contraste con los valores obteni-dos antes del tratamiento.

En el Cuadro No. 4 se presentan los niveles de las diversas fraccio-nes de proteínas séricas antes, du-rante y después del tratamiento. No se observó ningún cambio ex-ceptuando cierta reducción en la globulina gamma del suero. Los da-tos relativos a los valores séricos de vitaminas que se consignan en el Cuadro No. 5 indican que sólo la vi-tamina A del suero disminuyó con el tratamiento pirético, mientras que los cambios en lo que respecta a carotenos, riboflavina, vitamina C, vitamina E y fosfatasa alcalina, no tuvieron ningún significado es-tadístico.

DISCUSION

Cuando hay fiebre se produce va-sodilatación periférica ya que el or-ganismo trata de eliminar el exceso de temperatura, y como consecuen-cia de dicha vasodilatación, la pre-sión sanguínea disminuye. Al igual que sucede con el ejercicio, el resul-tado de ello es el aumento de los latidos y del volumen de expulsión sanguínea del corazón. En los pa-cientes que integraron este estudio la frecuencia del pulso aumentó significativamente no sólo durante el tratamiento, sino también dos

horas después de terminada la

tera-pia. Es de presumir que esto últi-mo se haya debido a que la alta temperatura corporal persistió du-rante todo ese tiempo. La presión sistólica sanguínea no se vio muy afectada, pero al final del trata-miento se observó que ésta tendía a disminuir. Por otro lado, la pre-sión diastólica mostró una merma

muy significativa durante este pe-ríodo, que desapareció rápidamente al descontinuar el tratamiento. El hecho de que la presión sistólica sanguínea se hubiese mantenido es-table y que la presión diastólica se recuperase rápidamente no es más que un reflejo de la eficacia del me-canismo homoeostático del indivi-duo normal.

Es posible que varios de los cam-bios en los constituyentes sanguí-neos que se observaron en el curso del tratamiento pirético se hayan debido a una reducción del volumen del plasma. Sin embargo, Osborne (22) en el curso de sus investiga-ciones no ha podido determinar una mayor hemoconcentración en casos de hiperpiroxia. En el presente ex-perimento no se observaron cam-bios en la hemoglobina ni en el he-matrocrito sugestivos de

hemocon-centración. Por consiguiente, los

aumentos significativos en el re-cuento de glóbulos blancos no se pueden explicar a partir de esta ba-se. Además, esta leucocitosis se ob-servó no sólo al final del tratamien-to sino, por el contrario, era aún más pronunciada 2 horas después de haberse descontinuado. Simon (4) informa que la respuesta leuco-cítica se debe principalmente a un aumento significativo de las células neutrófilas, hallazgo que el presen-te trabajo viene a confirmar. Es probable que el efecto eosinopénico que también se observó haya sido una reacción del "stress" agudiza-da por el hecho de que los pacien-tes por primera vez recibían trata-miento pirético en el gabinete in-ductotérmico.

El único cambio observado en re-lación con las proteínas séricas, que está en contraposición con

(27)

llazgos previos (1, 3), fue una dis-minución de la fracción globulina gamma que no se puede explicar en función de cambios en el volumen plasmático.

El descenso altamente significa-tivo de vitamina A que se observó 2 horas de3pués del tratamiento concuerda con los resultados notifi-cados en estudios anteriores (5-7). Puesto que el hígado constituye el depósito principal de vitamina A en el organismo, es posible que tales efectos sean el resultado de la re-tención de esta vitamina en el hí-gado. Sin embargo, Thiele (23) se-fiala que cuando hay fiebre se re-duce la capacidad del hígado como depósito de reserva, y atribuye esta disminución al daño que la fiebre produce en cl sistema retículoendo-telial.

Los valores de riboflavina, mina E, fosfatasa alcalina y vita-mina C no presentaron cambios en el curso del tratamiento pirático. Varios autores ya han dado a co-nocer reducciones en los niveles sé-ricos de vitamina C, y para explicar este efecto sugieren cierto aumento de la tasa de su utilización (8, 9). Por otra parte, Osborne y Farmer (12) y Craig y colaboradores (13) no pudieron encontrar ningún cam-bio en los niveles séricos de dicha vitamina durante períodos de fie-bre producida artificialmente. Es posible que el no haber encontrado cambios en los niveles séricos de esta vitamina en el curso del es-tudio de que aquí se da cuenta se haya debido, al menos en parte, a que los valores iniciales eran

rela-tivamente bajos. Por ejemplo,

bien puede suceder que la pequeña cantidad de vitamina circulante es-té en forma ligada, protegida así

contra la destrucción y, por lo tan-to, no se encuentre disponible para trasladarse rápidamente a los sitios

en que el aumento de utilización

habría de ocurrir. Las observacio-nes de Zoak y Sharpless (14) su-giercn igual punto de vista, ya que observaron una reducción de los ni-veles séricos de vitamina C en co-nejillos de Indias sometidos diaria-mente a hiperpirexia por períodos de 2 a 6 horas y alimentados con una dieta escorbutogénica. Dichos autores encontraron que cuando los animales sometidos a estos experi-mentos se aproximaban a un

esta-do escorbútico, les era imposible

demostrar diferencias en los nive-les de vitamina C debidas al trata-miento térmico. Aun cuando en el sudor se excretan pequeñas canti-dades de las vitaminas solubles en agua, es de presumir que cualquier pérdida vitamínica adicional, aso ciada con la producción extra de sudor durante el período experi-mental, de que se da cuenta en el presente estudio, habría sido muy pequeña para influir de modo sig-nificativo en los niveles séricos de

vitamina encontrados (24, 25).

Puesto que 103 efectos de la fie-bre sofie-bre los constituyentes sanguí-neos se relacionan tanto con el ni-vel de la temperatura corporal co-mo con el tiempo en que están ex-puestos a la misma, siempre es

po-sible que en el presente estudio,

(28)

comple-PUBLICACIONES CIENTIFICAS DEL INCAP

ta. En el supuesto de un efecto re-tardado, apreciable sólo después del tratamiento, los cambios bien po-drían haberse encontrado 2 horas después de terminado el tratamien-to.

RESUMEN

Diez sujetos del sexo masculino que aparentemente gozaban de bue-na salud fueron sometidos, por pe-ríodos de 2 horas, a hiperpirexia

artificial de 20 a 3°C por encima de su temperatura corporal inicial, la cual se determinó oralmente. La frecuencia del pulso aumentó mar-cadamente mientras que la presión diastólica sanguínea disminuyó, también en forma significativa. Otros cambios de mayor cuantía fueron la disminución altamente significativa de los niveles séricos

de vitamina A y el aumento, tam-bién muy significativo, del recuen-to de glóbulos blancos, debido pri-mordialmente a un incremento de los neutrófilos. Se cree que el efec-to eosinopénico que se observó es-taba relacionado con el tratamiento pirético. Se comprobaron cambios menos importantes en el recuento de glóbulos rojos y en la fracción sérica de globulina gamma, que dio muestras de una reducción retarda-da. No se observaron cambios en los valores de carotenos, vitamina E, fosfatasa alcalina, riboflavina o

ácido ascórbico.

RECONOCIMIENTO

Parte del estudio descrito se lle-vó a cabo con fondos otorgados por la National Vitamin Foundation, Nueva York, N. Y., EE. UU.

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(30)

PATRON ELECTROFORETICO DE SUEROS HIPERPROTEINEMICOS EN UN GRUPO DE POBLACION RURAL DE PANAMA 1

GUILLERMO ARROYAVE, NEVIN S. SCRIMSHAW, OSCAR PINEDA Y MIGUEL A. GUZMAN

Instituto de Nutrición de Ccntro América y Panamá (INCAP), Guatemala, C. A.

Diversos investigadores han des-crito altos niveles de proteína séri-ca, de etiología desconocida, en va-rios grupos específicos de población (3, 6, 11, 14, 15). En la región cen-troamericana, la hiperproteinemia es especialmente común entre las personas adultas del medio rural de Panamá (11). El presente estudio fue diseñado con el fin de determi-nar si estos altos valores se debían al incremento de cierta fracción o fracciones de proteína sérica en particular, o si todas ellas aumen-taban proporcionalmente. Los re-sultados conciernen al problema bá-sico de los mecanismos que inter-vienen en la producción de las hi-perproteinemia. investigadas.

MATERIAL

El estudio se llevó a cabo duran-te el mes de mayo en La Arena, Provincia de Chitré, República de Panamá, aldea que se encuentra si-l Pubsi-licado originasi-lmente en esi-l Ame-rican Journal of Tropical Medicine and Hygiene, 9:81-84, 1960, bajo el titulo "Electrophoretic Pattern of Hyperpro-teinemic Sera in a Population Group of Rural Panama", No. INCAP I-135. Publicación INCAP E-292.

(31)

totales se analizaron, por medio de electroforesis, 9 submuestras de tres grupos seleccionados como si-gue: Grupo I, que presentaba un contenido de proteínas totales por debajo de la mediana; Grupo II, con valores comprendidos entre la me-diana y el tercer cuartil, y Grupo III, cuyos niveles proteicos sobrepa-saban el tercer cuartil. Los valores de proteína sérica total de este úl-timo grupo eran excepcionalmente elevados. Para propósitos de com-paración se emplearon datos obte-nidos previamente sobre la proteí-na sérica de 98 adultos sanos que gozaban de situaciones económicas media y superior de la ciudad de Guatemala.

METODOS

Las muestras de sangre venosa se colectaron tanto por la mañana como por la tarde, de individuos aparentemente sanos y se centrifu-garon pasados 30 minutos de obte-nidas. La mayoría de los especíme-nes de los sujetos guatemaltecos que sirvieron como testigo se ha-bían tomado a media mañana. Las proteínas séricas totales se deter-minaron inmediatamente después por el método de densidades pro-gresivas de Lowry y Hunter (9). La concentración de hemoglobina se estimó en una muestra de sangre fresca, valiéndose de un hemoglo-binómetro Sahli estandarizado. El resto del suero de cada muestra se empacó en hielo y se envió por la vía aérea a los laboratorios centra-les del Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (INCAP) en Guatemala, donde se hizo el aná-lisis de las fracciones proteicas del suero, por electroforesis de flujo libre, en un aparato microelectro-forético de Kern. Se usó una

solu-ción tampón de barbital, con una potencia iónica de 0,1 y a un pH de 8,6 aplicándose luego una co-rriente eléctrica a la intensidad de 200 milivatios durante 35 a 45 mi-nutos. Puesto que con este método no se logra una separación perfec-ta de la globulina alfa1 de la

albú-mina, estas dos fracciones no pu-dieron ser estimadas individual-mente.

RESULTADOS

Los valores cuartiles y límites de la proteína sérica total de 98 suje-tos panameños se presentan en la Figura 1 comparados con los co-rrespondientes al grupo testigo de 98 adultos de la ciudad de Guate-mala. Según revelan los datos, el número de valores clevados de pro-teína sérica encontrados entre los sujetos panameños fue relativa-mente grande. En el Cuadro No. 1 se dan a conocer los promedios y valores extremos de proteína sé-rica total que presentaron cada uno de los tres grupos de panameños que fueron seleccionados para estu-dio electroforético, juntamente con la concentración relativa de frac-ciones proteicas por 100 ml de sue-re. Los valores promedio de he-moglobina de 79 de los sujetos pa-nameños fue de 13,8 + 0,18. No se pudo observar ninguna relación entre los niveles séricos de proteí-na y los valores de hemoglobiproteí-na.

El análisis de los datos sugiere que la variación en proteína que hubo dentro del Grupo I (valores proteicos por debajo de la media-na) se debió principalmente a di-ferencias en cuanto a globulina gamma (r = 0,846, 7 g. 1.2).

(32)

PUBLICACIONES CIENrIFICAS DEL INCAP

que también se observaron peque-fas correlaciones positivas entre las fracciones albúmina-globulina alfal

y globulina beta, éstas no fueron

estadísticamente significativas. La

variación en el contenido de pro-teínas séricas totales que se deter-minó en el Grupo II (valores com-prendidos entre el segundo y ter-cer cuartiles), en cambio,

aparente-FIG. 1.- Proteinas séricas totales (gramos por 100 ml) en sujetos adultos

de La Arena, Panamá, y de la ciudad de Guatemala (98 individuos por grupo).

9,0

0 8,5 C

0

o * CIUDAD DE GUATEMALA

2 8,0 - [ REGION RURAL DE PANAMA

7,5

7,0

6,5 _

LIMITE

INFERIOR

10 20 30

CUARTILES

LIMITE SUPERIOR

CUADRO No. 1.- Fracciones electroforéticas de proteinas séricas en su-de La Arena, Panamá, y su-de la ciudaU su-del Guatemala (98 individuos por grupo).

Fracciones proteicas en por ciento

Proteína sérica | de las proteinas totales

Grupo total Albúmina + Globulinas

g/100 ml globulina

alfal Alfa_ Beta Gamma

X Variación X D.E. X D.E. X D.E. X D.E.

I 7,24 6,54-7,39 59,0 3,51 9,6 1,93 13,7 2,16 17,7 1,98

II 7,72 7,63-7,90 61,6 2,15 7,7 2,52 14,6 3,06 16,1 2,61

III 8,34 8,21-8,55 60,4 4,18 8,5 2,33 14,4 3,06 16,7 5,99

D.E. = Desviación Estándar. 0

o o u0,

c , 0 o

a-U{ ...

Iiii····-I--

· ---·

-

----n s

20

A v

(33)

mente guardaba cierta asociación con diferencias en la fracción albú-mina-globulina alfal paralela con un cambio recíproco y de aproxi-madamente la misma magnitud en la globulina alfa2. Sin embargo,

ninguna de estas diferencias resul-tó en correlaciones (r = 0,655 y -0,633 respectivamente, 7 g.l.) sig-nificativas al nivel del 5%. Al pa-recer, las variaciones en la globuli-na beta tuvieron un efecto mínimo sobre la proteína total, mientras que las de la fracción gamma, no tuvieron ninguno. A pesar de que el estudio se concibió con el inte-rés específico de observar el com-portamiento de las fracciones pro-teicas del suero de los sujetos que integraron el Grupo III, quienes presentaban valores de proteína sé-rica de más de 8,21 g por 100 ml, ninguna de las correlaciones entre las fracciones proteicas del suero y la proteína sérica total tuvo signi-ficado estadístico. Las correlacio-nes (7 g.l.), sin embargo, fueron positivas en el caso de la fracción globulina gamma (r = 0,633), esen-cialmente cero para la globulina al-fa2 (r = 0,010), y negativas en lo

referente a las fracciones globulina beta (r = 0,517) y albúmina-glo-bulina alfa1 (r = 0,229). A causa

de las limitaciones impuestas por el tamaño relativamente pequeño de los grupos, las asociaciones su-geridas por el análisis que se hizo dentro de los propios grupos, fue-ron examinadas analizando los da-tos combinados. Este estudio indi-có que si bien los grupos diferían en cuanto a la concentración abso-luta de las diversas fracciones, és-ta aumenés-taba proporcionalmente al contenido de la proteína total, man-teniéndose constante en sus con-centraciones relativas.

DISCUSION

Se ha señalado antes que en gru-pos de población cuya proteína die-tética es más o menos pobre en ca-lidad o en cantidad, pueden encon-trarse valores relativamente altos de proteínas séricas (11). A pesar de que los ejemplos más notables de este fenómeno proceden de las regiones tropicales, informes pro-venientes de Rochester (11), De-troit (10), y de los Países Bajos (1) indican que el mismo puede obser-varse también aunque en menor grado, en las zonas templadas. Si es que los niveles elevados de pro-teína sérica pueden deberse a una ingesta inadecuada de proteínas, no es sorprendente el hecho de que la mayoría de estos informes proven-gan de regiones técnicamente sub-desarrolladas del trópico, donde es-te tipo de deficiencia es sumamen-te común y grave. De igual ma-nera, en las áreas tropicales se pa-dece más de infecciones agudas y crónicas que también pueden cons-tituir otro factor a considerar en la hiperproteinemia.

Imagem

CUADRO  No.  1.-  Caracteristicas generales del  grupo.
CUADRO  No.  3.-  Cambios hematológicos resultantes de  la fiebre  producida artificialmentel.
CUADRO  No.  5.-  Cambios en  las  vitaminas  séricas resultantes de  la fiebre producida artificialmentel.
CUADRO  No.  1.-  Fracciones electroforéticas de  proteinas  séricas en  su- su-de  La  Arena,  Panamá, y  su-de  la ciudaU  su-del  Guatemala  (98  individuos  por grupo).
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