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Las primeras décadas del siglo

CAPÍTULO 3. MEMORIAS E HISTORIAS DEL TURISMO EN GUNA YALA Y PANAMÁ

3.3. Antropología histórica del turismo en Guna Yala

3.3.1. Las primeras décadas del siglo

Imagen nº 17: Fotografía de una fotografía del antiguo hotel “Anai” en Wichuhuala (Barranco, 1998), julio 2007, autor: Xerardo Pereiro

Imagen nº 18: Fotografía de las ruinas del antiguo hotel “Anai” en Wichuhuala, agosto 2008, autor: Xosé Manuel Pérez Paredes

Imagen nº 19: Fotografía de una fotografía del antiguo hotel “San Blas” en Nalunega (Barranco, 1998), julio 2007, autor: Xerardo Pereiro

Los gunas han recibido visitantes desde el periodo colonial, entre ellos misioneros, conquistadores, piratas, aventureros, científicos y comerciantes. Pero la historia del turismo moderno en Guna Yala está asociada a los viajeros y misioneros que han visitado la zona por motivos comerciales, científicos y religiosos, como por ejemplo el naturalista Henri Pittier, quien visita Guna Yala en 1911 y realiza fotografías y descripciones etnográficas y biológicas (Heckadon-Moreno, 1998: 89-102). Un ejemplo de aproximación comercial moderna fueron los de la compañía estadounidense “United Fruit Company”, quien en 1914 exploró el banano en la llanura de Mandinga, o la

explotación de manganeso en la bahía de Mandinga realizada entre 1916 y 1919 por los estadounidenses James Hyati y William Powelson de la empresa Vaccaro Bros de New Orleans (Archibold, 1990: 26; López Martínez, 2007: 204).

Tenemos que recordar que el contexto político de entonces es el la independencia panameña de Colombia en el año 1903, lo que generó nuevas fronteras y divisiones internas en el pueblo guna (parte quedó en Colombia). Paradójicamente Colombia había reconocido la comarca tule (guna) el 4 de junio de 1870, atribuyéndole un comisario general (López Martínez, 2007: 203). Pero la integración en Panamá de los gunas significó el inicio de un proceso de evangelización, colonización estatal y explotación comercial.

Desde nuestra óptica la abertura de Guna Yala al turismo tiene que ver directa o indirectamente con el programa estatal de modernización del país ejecutado en las décadas de 1910 y 1920, un programa lleno de prejuicios históricos con las comunidades indígenas (Herrera, 1999: 1). De acuerdo con Francisco Herrera (1999: 2), este programa integraba tres políticas: la educativa (escuelas oficiales laicas), la policial y militar (cuerpo policial mestizo o gunas aculturados en la ciudad), y la económica y tecnológica (colonias agrícolas, recursos naturales explotados por empresas privadas como las bananeras). Estas tres políticas de presión estatal fracasaron por la resistencia guna a pesar de la tensión interna guna entre tradición y modernidad (Herrera, 1999: 3- 4). A nuestro entender el turismo, desde la óptica del estado panameño, obedece a ese programa, que entre 1912 y 1924 fue liderado por el presidente Belisario Porras, pero también a la convergencia con otros intereses económicos estadounidenses. De esta forma, en 1920, una empresa bajo el nombre The San Blas Development Corporation, una subsidiaria de Vaccaro Brothers de Nueva Orleans (que luego cambiaría su nombre a Standard Fruti Company), plantó 36.000 palmeras (Castillo, 2010: 14).

Pero además, y siguiendo a James Howe (2009: 99), la gente de la zona del Canal realizaron sus primeras visitas turísticas a Guna Yala entre 1910 y 1930, especialmente a Narganá, con lo que aumentó así el contacto con los gunas. Esto se debe según el mismo autor a la “admiración racista y sentimental” por los gunas y también a las ideas románticas de los trabajadores estadounidenses por los gunas, considerados nobles y en riesgo de desaparecer (Howe, 2009: 56). De acuerdo con Howe (2009: 56) los latinos panameños veían a los gunas como semisalvajes y bárbaros, por lo que no estaban muy interesados en visitarles.

Leonidas Valdés, cacique general guna durante el periodo 1979-1999, recuerda perfectamente la llegada de los americanos durante la década de los 1930:

“Los primeros que llegaron fueron los mergis. Primero llegaron los de la marina, luego los de infantería. Sabíamos a qué grupo pertenecían por el color de su camisa…” (entrevista a Leonidas Valdés, MMM, Wichudub Dummat, 4-11-2007).

Otro hito turístico fundamental de esta época es el inicio del turismo de cruceros. Según un documento de la Intendencia de Guna Yala (citado por Bonilla, 1996 a; y Gordon Medina, 1998: 38) en 1920 llega el primer crucero a Guna Yala, con 800 pasajeros. Otras fuentes orales hablan de que el año 19346 es la fecha en la cual llega a Guna Yala el primer crucero, fue un barco sueco que llegó a la zona de Gardi con muchos turistas. A partir de esa época los turistas de los cruceros son catalogados por los guna como “suidin” y “suiden” en relación con el nombre y la nacionalidad del primer crucero: “Sweden”. El golfo de Gardi se veía favorecido por un canal de entrada relativamente

6 Leonidas Valdés, quien fue cacique general guna, en una entrevista realizada el 4 de noviembre de 2007

profundo que permitía la entrada a los cruceros, pero también por un conjunto de atractivos culturales y naturales. Como nos comentaba uno de nuestros informantes en Gardi Sugdup:

“Tengo 72 años, desde 1942, cuando tenía 7 años, ya los cruceros entraban. Mi padre se dedicaba al monte y no pensaban en el turismo, no había turistas todos los días como actualmente. Solo aparecían cruceros en su temporada y lo llamaban sweedeen. Recuerdo que cuando yo era niño iba a pedir dinero a los turistas y estos tiraban las monedas al mar y yo ganaba unos setenta centavos y algo para comer. Nuestras madres vendían molas de 10 a 20 dólares y con ese dinero compraban cuadernos y pagaban nuestra escuela en Narganá. Nuestros padres seguían trabajando en el monte. No les importaban los turistas. Actualmente llegan muchos turistas y ha cambiado todo. Muchos jóvenes ya no quieren trabajar en el monte” (Hombre, 72 años, Gardi Sugdup, 6-11-2007)

Otro de nuestros informantes de Nalunega también recordaba las primeras incursiones de cruceros:

“Hace 58 años, comenzaron a entrar los cruceros en Gardi. Yo soy de Gardi Yandub, pero después me casé en Nalunega. En 1946 los cruceros comenzaron a entrar en Nalunega. En aquel entonces yo trabajaba en la zona del canal y aprendí inglés. Un día, estando de visita a Nalunega, el cacique Estanislao López me dijo que quería conocer el crucero y como yo sabía inglés llamé al capitán para que nos invitara a bordo. Fuimos con la hija del cacique y mi hija. Hicimos un paseo en barco y después fuimos a comer todos juntos” (Hombre, 82 años, Nalunega, 22-1-2008)

Desde 1934 han llegado grandes cruceros a Guna Yala, como los franceses Mermoz (600-700 pasajeros) y Renaissance, italianos como el Achille Lauro (1500 pasajeros) o el Raffaelo (1200 pasajeros), alemanes como el Europa, griegos como el Acuario y suecos como el Vistafjord (Rodríguez Smith, 1998: 17).

El antropólogo D. B. Stout (1947) nos dice que en el año 1938 el gobierno panameño abrió Guna Yala al turismo cooperando con las agencias turísticas y los EEUU, especialmente en Narganá. De acuerdo con otro antropólogo, Ricardo Falla, el hotel “El Porvenir”, en la isla del mismo nombre, es el más antiguo de Guna Yala. Este hotel fue creado en 1931 por el estadounidense “Jungla” Jim Price, quien en 1963 lo vendió a una familia guna (Swain, 1992: 159), los hermanos Velez (Falla, 1979: 20), “mestizos” que aún hoy lo gestionan. Un guna recordaba así a Jim Price:

“En un yate, en El Porvenir. Fue en 1956, era gringo y se llamaba “Jim Ros”. Vino a estudiar y se ubicó frente a Isla Porvenir, en Isla Mosquito. Hizo un aeropuerto para los aviones particulares de ellos, ya había la pista del Army en Mandinga. Yo llegué a Porvenir en esa época. Era cuando ya Otobiliquiña y Yabiliquiña eran Caciques, y el Intendente era Oller. El Secretario de los caciques era Samuel Morris, muy discutidor; él participó en el primer vuelo de avioneta” (entrevista, hombre, 90 años, noviembre de 2008).

Otro de nuestros informantes describía el proceso de creación de hoteles de la siguiente manera:

“El primer hotel que se construyó en Guna Yala fue en la isla de El Porvenir, su dueño fue Jimmy Jungle. Después fue el hotel Anai, el dueño fue el Maestro Alberto

González, quien no sabía hablar inglés. Luego yo construí mi hotel en Nalunega, antes había trabajado un par de meses en el hotel Anai. El norteamericano Jimmy Jungle vendió al colombiano, de San Andrés, Carlos Vélez quien tenía un barco comerciante. Él tuvo dos hijos con una mujer guna de Wibchubuala quienes traspasaron el hotel a sus hijos mestizos” (hombre, 82 años, Nalunega, 22-1-2008).

Un factor que contribuyó al desarrollo del turismo en Guna Yala a partir de mediados del siglo XX fue la construcción, entre 1941 y 1946, del aeropuerto de Mandinga para las bases militares de los EE.UU (Hernández Campos, 2003: 7). Esta idea de la abertura de Guna Yala al turismo antes de la segunda guerra mundial es confirmada por varias memorias sociales gunas, entre ellas las del líder guna Jorge Peña (entrevista grabada audiovisualmente, 8-08-2008), quien nos cuenta que a partir de 1940 la relación entre los gunas y los estadounidenses de las Bases militares llevaron a Guna Yala turismo, salarios y cerveza. Otro relato bien revelador es el siguiente:

“Juliano es de Usdup, … estudió administración pública y de esmpresas, trabajó en la base de Canal en Curundú, donde aprendió inglés en el YMCA. Nos cuenta como se recuerda de cómo los estadounidenses visitaban Guna Yala, a veces de helicóptero e invitados por los sailas, aunque en aquellos tiempos los sailas pedían bien poco según él” (Diario de campo XP XP, 22-01-2010).

Con todo podemos afirmar que en los años 1940 se produjeron los primeros intentos para desarrollar y planificar el turismo que llegaba a San Blas7 . Todo empezó cuando algunos residentes de las bases norteamericanas del canal empezaron a visitar regularmente la zona de Gardi. El Gobierno consideró entonces que la reserva podía convertirse en la segunda zona de turismo de la República. En principio parecía posible mejorar el acceso a las islas sin mucha inversión pero, después de ver el fuerte oleaje que dominaba en la zona, se abandonó la idea de crear un servicio de lanchas y se pensó en aprovechar la carretera panamericana construyendo un ramal que llegase a Mandinga. Pero el papel del gobierno panameño no fue el único a incidir en el desarrollo del turismo en Guna Yala, un ex-guía turístico guna nos cuenta como en el año 1945 la compañía aérea COPA y el barco Endurance llegaron a un acuerdo para realizar paseos de turistas estadounidenses por Guna Yala (fuente: hombre, 80 años, 24- 08-2010).

Y en este periodo la participación activa de los gunas en la actividad turística se confirma en un aviso del año 1946 escrito en Narganá por alguien que se hace llamar “Indio Come Libros” (Documento del Archivo Rubén Pérez Kantule). El aviso se titula “Aviso muy importante por parte de la Comarca de San Blas a los turistas”, y en el mismo se describe Guna Yala como un paraíso y se invita a visitarlo sobre todo en septiembre y octubre por su ausencia de lluvias y viento, pero además se invita a los turistas a traer libros para la biblioteca pública de Narganá. Esta carta perspectiva el deseo de algunos gunas sobre un turismo más solidario que les traiga oportunidades de interculturalidad. El turismo es visto así no como una amenaza sino como una oportunidad de acceder al conocimiento del otro.

3.3.2. Las décadas de 1950 y 1960

7 AI: Documento: informe sobre el turismo en Panamá. De: Dr. Luis Machado y Ortega A: gobierno

república de Panamá, 14-6-1941 “Informe canalizado por el Ministerio de Agricultura e Industria, sobre las posibilidades que ofrece Panamá al fomento y desarrollo del turismo y recomendaciones para la adopción, ejecución del turismo”.

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