UNA OBRA ANTITUBERCULOSA
DE LARGO ALCANCE1
Por el Dr. BARKLE COULTER
Director de la Oficina de Tuberculosis del Departamento de Sanidad del Distrito
de Columbia
En la obra antituberculosa destácanse en primer lugar ciertos hechos fundamentales. La infección tuberculosa es universal, aumentando gradualmente de la infancia a la vida adulta, a medida que también aumentan las posibilidades de infección. El coeficiente puede medirse con la reacoión a la tuberculina, aunque por fortuna, pocos individuos contraen la enfermedad misma.
Desde hace años la tuberculosis ha ido de capa cafda en todas partes de Estados Unidos, aunque en el Distrito de Columbia la baja no ha sido tan grande como en otras partes del pafs, pues todavía el coefi- ciente de mortalidad es dos veces mayor que en Nueva York, y 20% mayor que en la ciudad de Baltimore, que sólo queda a unos 65 km de distancia.
El próximo punto que hay que considerar es la trasmisibilidad; es decir, que los casos abiertos constituyen una amenaza para toda persona con que se pongan en contacto, y mientras más intima la asociación, más probabilidades hay de contraer el mal. De ahí que el Departa- mento de Sanidad ansie que todos los llamados contactos de un caso conocido de tuberculosis obtengan exámenes del esputo y con los rayos X, bien por conducto de su propio medico particular, o si son indigentes, en una de las clinicas antituberculosas.
La cooperación de los médicos particulares en la notificación de los casos conocidos es indispensable a fin de que el Departamento de Sani- dad pueda aunar sus esfuerzos. Por fin, pero no en último lugar en importancia, la obra debe tomar en consideración el grupo de niños que sale de las escuelas superiores, pues los adolescentes se encuentran entonces en un período de transición, tanto fisiológica como económica- mente, y la tuberculosis los ataca precisamente en la época en que tienen que asumir las responsabilidades que imponen la vocación y vida familiar. El casamiento, con el subsecuente problema del em- barazo, enfoca la atención de la medicina preventiva en la asistencia prenatal, protegiendo así a la madre contra la agravación de una tuber- culosis preexistente, y al recién nacido contra una muerte intempestiva. En la ciudad de Wáshington, por fortuna, hay pocos riesgos industriales que tiendan a agravar la enfermedad.
La obra antituberculosa puede recapitularse en pocas palabras: diag-
1 Comunicado del Departamento de Sanidad del Distrito de Columbia.
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nóstico temprano; hospitalización; examen de todos los contactos. El diagnóstico temprano representa un ahorro para el enfermo y la comuni- dad de mucho tiempo y dinero, pues la experiencia ha demostrado que los casos incipientes solo tardan la mitad del tiempo en estacionarse que los avanzados. Una inversión adecuada en la pesquisa de casos de tuberculosis compensa el costo económico, y en lo que impide la propa- gación a otros, en una proporción que no cabe calcular en dólares y centavos.
LA TUBERCULOSIS
EN EL EMBARAZO1
Por el Dr. J. BAY JACOBS
Director de AsistencCa Maternal del Departamento de Sanidad del Distrito
de Columbia
El Departamento de Sanidad del Distrito de Columbia está ensayando un metodo nuevo para combatir la tuberculosis en las gestantes indi- gentes, desarrollando para ello, mediante colaboración con la Oficina de Tuberculosis, un plan encaminado a diagnosticar los casos al prin- cipio del embarazo y ofrecerles tratamiento apropiado. Si bien esta obra es sumamente técnica, puede realizarse con personal limitado y a bajo costo. El 6xito está casi asegurado, según demuestra la coopera- ción de ambas Oficinas con respecto a la medición roentgenológica de la pelvis femenina, y lo obtenido hasta ahora.
Recomiendan algunos autores la comprobación con tuberculina de las embarazadas, y el estudio roentgenológico de las que resulten positivas. A nuestro entender, dicho procedimiento exige mucho tiempo y esfuerzo, así como gastos cuantiosos, pues las reacciones positivas serán forzosa- mente muchas, y es difícil determinar en qué proporción de esos casos habrá también lesiones en actividad. A fin de vencer los varios incon- venientes que esto acarrea, se tiene proyectado roentgenoscopiar el tórax de todas las gestantes con mira a descubrir a tiempo y poder clasificar con seguridad a todas las que revelen alguna patología. La Oficina de Tuberculosis se encargará después de facilitar tratamiento adecuado, encargándose el Director mismo de verificar todas las roent- genoscopias, a fin de eliminar la variabilidad que resulta cuando varias personas verifican los exámenes.
Del mismo modo que los casos de pelvis estrecha son diagnosticados de antemano para darles consejos sobre el metodo de parto, las tuber- culosas pueden recibir el beneficio del diagnóstico temprano, de la observación constante, y del tratamiento, a fYin de que se encuentren en el mejor estado posible para el alumbramiento. Enfermas de este género no deben ser tratadas colectivamente, sino recibir asistencia por separado.
