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Esperanza de vida libre de discapacidad en Chile, 1991-2002: Una aproximación a la trayectoria de la morbilidad

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ESPERANZA DE VIDA LIBRE DE DISCAPACIDAD EN CHILE, 1991-2002: Una aproximación a la trayectoria de la morbilidad.

Ana J. Zepeda Ortega1 RESUMEN

Chile ha tenido una rápida trayectoria hacia el envejecimiento, con una situación económica subyacente que no es comparable con la bonanza económica que tuvieron los países industrializados. El análisis de la mortalidad y el impacto del envejecimiento en países industrializados no ha arrojado certezas sobre la trayectoria de la morbilidad y de las discapacidades, pues no se han observado patrones únicos, lo cual abona a la idea de que el impacto puede ser diferente según las características de la población analizada

Es así como el objetivo de este trabajo es examinar la trayectoria de la morbilidad y de la discapacidad subyacente al perfil de mortalidad en Chile. La idea es profundizar en el conocimiento de las características que presenta la dinámica de morbilidad en diferentes grupos sociales y aproximarse a establecer si Chile presenta algún signo de compresión de la morbilidad, que es una de las posibles trayectorias que se han descrito en países con mayor experiencia en cuanto a su envejecimiento.

Por tanto, en este estudio se estimó la Esperanza de Vida (EV), la Esperanza de Vida Libre de discapacidad (EVLD). El análisis se hizo para la población chilena en los períodos censales 1992 y 2002, en el global del país y segmentado por sexo. Para estos fines se construyeron tablas de vida abreviadas, en grupos de edad quinquenal, bi-anuales, para los períodos 1991-92 y 2001-02.

Los resultados muestran un aumento en la EV de 2.6 años, lo que representa un porcentaje de cambio del 3.5%. En tanto la EVLD experimentó un incremento de 2.4 años, lo que implica un porcentaje de cambio de 3.3%. Por sexo se vio que los hombres aumentan más que las mujeres, tanto en la EV (2.8 versus 2.3 años) como en la EVLD (2.5 versus 1.9 años), lo que en porcentaje sería 3.9 versus 3.2 en EV y 3.4 y 2.6 en EVLD.

Estos resultados sugieren que Chile no habría presentado signos de compresión de la morbilidad en los períodos estudiados. Aunque por sexo, los hombres presentan mejoras que podrían ser una señal de una dinámica de morbilidad más favorable que las mujeres.

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INTRODUCCIÓN

En un poco más de medio siglo, Chile ha experimentado importantes cambios demográficos y epidemiológicos. La esperanza de vida (EV) ha pasado de 58.1 a 78.2. Las muertes por enfermedades infecciosas y perinatales han disminuido, pasando de 44% a 1.9%, mientras que las enfermedades de tipo degenerativas y crónicas (endógenas o no transmisibles del adulto) se incrementaron de 17.5% a 59.8% (Szot, 2003; INE, 2013; INE, 2014).

En conjunto con lo anterior, se observó una trascendental disminución de la mortalidad infantil (120‰ a 7.4‰ NV) y de la mortalidad materna (28.8 a 1.8 x 100 mil NV). En este mismo período, se observó un descenso de la Tasa Global de Fecundidad (TGF) de 4.7 a 1.82. Asimismo, la población de 65 años y más incrementó de 4.3% a 14.9%. (Kaempffer & Medina, 1982; Szot, 2003; INE, 1962; INE, 2014; INE, 2015).

Por tanto, Chile ha cursado un proceso de envejecimiento en menos de un siglo, lo que contrasta con lo acontecido en Europa y los Estados Unidos, donde el mismo proceso se produjo en un espacio de 100 a 200 años. Ahora bien, la rápida trayectoria hacia el envejeciendo es una característica común para varios países latinoamericanos y Chile es uno de los que presenta el ritmo más acelerado. De hecho, sobre la base de las proyecciones de población, Chile presenta 73 personas mayores de 60 años por cada 100 personas menores de 15 años, lo cual está muy cercano a lo que marca Uruguay, que es el país más longevo de la región (Paredes & Ciarniello, 2010; INE, 2014).

El escenario demográfico por el cual transita el país se ha convertido en uno de los grandes desafíos para el futuro inmediato y de largo plazo. Teniendo en cuenta además que si bien Chile ha mostrado progresos económicos en los últimos años, estos han estado marcados por un aumento progresivo y persistente de la desigualdad en la distribución de los ingresos, alcanzando su peor nivel en la década del 80 (Ruiz-Tagle, 1999). Aún así, el país ha logrado disminuir el porcentaje de personas bajo la línea de pobreza de 38,6% a 10.3% entre 1990 y 2013 (Ministerio de Desarrollo Social [MDS], 2015). Por tanto, la situación económica subyacente no es comparable con la bonanza económica que tuvieron los países industrializados en su trayectoria al envejecimiento. El impacto que pudieran haber tenido de esto cambios, particularmente en lo que dice relación con la salud de la población ha sido poco estudiado en Chile.

Por otra parte, el análisis de la mortalidad y el impacto del envejecimiento en países industrializados no han arrojado certezas sobre la trayectoria de la morbilidad y de las discapacidades, pues no se han observado patrones únicos.

Es así como el objetivo de este trabajo es examinar la trayectoria de la morbilidad y de la discapacidad subyacente al perfil de mortalidad en Chile, en general y por sexo. La idea es profundizar en el conocimiento de las características que presenta la dinámica de morbilidad en diferentes grupos y así aproximarse a establecer si Chile presenta algún signo de compresión de la morbilidad, que es una de las posibles trayectorias que se han descrito en países con mayor experiencia en cuanto a su envejecimiento.

A continuación se revisan algunos aspectos importantes que permitirán una mejor comprensión de los conceptos contenidos en este trabajo.

De la esperanza de vida a la esperanza de vida en salud

La esperanza de vida está dentro de los indicadores básicos a través de los cuales se monitorear el estado de salud de la población (Organización Panamericana de la Salud (OPS), 2001). Sin embargo, este indicador por sí solo no es suficiente para dimensionar la situación de salud alcanzada por una población, o de los colectivos que la integran. Esto porque sólo

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expresa la cantidad de años que se espera viva una persona bajo las condiciones de mortalidad en que se hace el cálculo. Por tanto no contribuye con información sobre las condiciones de salud en que viven las personas que han logrado sobrevivir. Puesto que la prolongación de la vida puede aumentar la posibilidad de adquirir enfermedades crónicas que deterioren la calidad de vida de los años conquistados. Por tanto, se subestiman los efectos lesivos para la salud, causados por estas enfermedades.

Es así como el modelo general de transiciones de salud, propuesto por la OMS en 1984, viene a complementar la información que ya entregaba la esperanza de vida (World Health Organization [WHO], 1984 ). Esta propuesta consiste en diferenciar entre los años vividos en diferentes estados: supervivencia global, supervivencia sin discapacidad y la supervivencia sin enfermedades crónicas. De esta forma surge el concepto de esperanza de vida en salud (EVS), el que puede ser libre de discapacidad o libre de enfermedades crónicas. Por tanto la EVS representa el promedio de años que una persona podría esperar vivir con “buena salud”. Por tanto este indicador considera los resultados que no son letales y que impactan salud y/o que son causante de discapacidades.

No obstante, hay que tener presente que la EVS es un término general que se aplica a cualquier indicador que mida algún concepto de salud y que pueda ser expresado en términos de esperanza de vida. Por tanto hay tantas esperanzas de vida saludable como conceptos de salud. Dentro de los más utilizados se pueden mencionar los que se construyen sobre la base de declaración de: discapacidad, morbilidad crónica, salud auto-percibida, dificultades en las actividades de la vida diaria (AVD) y, dificultades en las actividades instrumentales de la vida diaria (AIVD).

El descenso de la mortalidad y las hipótesis sobre sus consecuencias

El análisis de la mortalidad y el impacto del envejecimiento en países industrializados no ha arrojado certezas sobre la trayectoria de la morbilidad y de las discapacidades, pues no se han observado patrones únicos, lo cual abona a la idea de que el impacto puede ser diferente según las características de la población analizada.Por tanto son varias las conjeturas que se han barajado respecto de los que se presume será la morbilidad de las poblaciones envejecidas. Las tres hipótesis principales son: (1) la hipótesis de expansión de la morbilidad o la pandemia de las enfermedades crónicas sugerida por Gruenberg en 1977; (2) la hipótesis de compresión de la morbilidad esgrimida por Fries en 1980 y; (3) la hipótesis del equilibrio dinámico propuesta por Manton en 1982 (Gruenberg, 1977; Fries, 1980; Manton, 1982) . En la hipótesis de “expansión de la morbilidad” se afirma que el descenso de la mortalidad es producto de una disminución de la letalidad de las enfermedades crónicas degenerativos o discapacitantes. Por tanto la postergación de la muerte traerá consigo un aumento de la prevalencia de enfermedades crónicas y discapacidades severas que solían ser poco frecuentes (Gruenberg, 1977).

Por su parte, Fries pone énfasis en otros aspectos donde uno de ellos es la forma que toma la función de supervivencia de la tabla de mortalidad, en condiciones de baja mortalidad. Es decir, al levantamiento hacia arriba y la posterior caída hacia el final de la misma. A este proceso se le ha denominado “rectangularización de la mortalidad”. Aun cuando esto ya había sido planteada antes por Upton en 1977 y por Comfort en 1979 (Wilmoth & Horiuchi, 1999), el mérito de Fries es que con esto planteó otra de las hipótesis respecto del impacto del envejecimiento, la cual afirma que la postergación de la edad de inicio de las enfermedades crónicas, combinada con la imposibilidad de aumentar el promedio máximo de vida potencial llevará a que las enfermedades crónicas y degenerativas se concentren hacia el final de la vida. Por tanto, el tiempo de vida saludable (previo a la aparición de la enfermedad) tenderá a ser mayor. Esto es lo que se conoce como “compresión de la morbilidad” (Fries, 1980).

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Por último, la hipótesis de “equilibrio dinámico” señala que el aumento de la supervivencia producirá un aumento del tiempo en la morbilidad, pero los años con la morbilidad y la discapacidad severa serán relativamente constantes. Esto porque la progresión de las enfermedades crónicas se reduce. Entonces lo que realmente cuenta es el hecho de que el agravamiento de algunas enfermedades degenerativas en la población envejecida se enlentece. Todo ello sería producto de las intervenciones médicas y a los cambios de estilo de vida en etapas tempranas del transcurso de la enfermedad (Manton, 1982).

La conceptualización de morbilidad y sus complejidades

La morbilidad se suele entender como la cantidad de personas o individuos considerados enfermos o víctimas de una enfermedad en un espacio y tiempo determinados. Sin embargo, existen diversas formas de conceptualizar la morbilidad. Por ejemplo, en algunos casos se ha definido como todo aquello que menoscaba la salud y en otros se ha hecho a través de elementos como: la enfermedad, la situación funcional, la percepción de salud o la discapacidad, entre otros. Así también están las definiciones que sólo se limitan a la enumeración de diagnósticos. Pero la relación entre el diagnóstico y la medición de la morbilidad es bastante débil. Más aún si se tiene en cuenta que existen “enfermedades crónicas”, tales como: la osteoporosis, la hipertensión, la hiperlipidemia que a menudo no son condiciones mórbidas (Fries, Bruce, & Chakravar, 2011).

Por otra parte, la disponibilidad de datos para medir morbilidad no es de larga data por lo que corresponden a períodos muy cortos. Además, las series cronológicas han puesto mayor atención en la recopilación de datos en períodos breves y además han sido objeto de constantes modificaciones debido al surgimiento de nuevos temas de interés relativos a diversos aspectos de la morbilidad (Robine J. M., 2000).

Las nociones de deficiencia, discapacidad y minusvalía

Primeramente, resulta relevante hacer mención a las diferencias conceptuales que encierran las palabras: deficiencia, discapacidad y minusvalía. Esto porque en el lenguaje cotidiano suelen utilizar como sinónimos, aun cuando aluden a nociones diferentes.

La deficiencia refleja una experiencia de la salud, toda vez que constituye una pérdida o anormalidad de: una estructura anatómica; función fisiológica y/o; una disposición psicológica. Estas anomalías pueden ser temporales o permanentes; progresivas, regresivas o estáticas; intermitentes o continuas. La desviación de la norma puede ser leve o grave y puede fluctuar en el tiempo. Las deficiencias se constituyen como la forma de manifestarse de una patología, por lo que deficiencia no es equivalente a la patología subyacente (Organización Mundial de la Salud, 2001).

Ahora bien, la discapacidad hace referencia a una restricción o ausencia de la capacidad de realizar una actividad en la forma y dentro del margen que se considera normal para un ser humano. Al igual que en el caso anterior, las discapacidades también pueden ser temporales o permanentes, reversibles o irreversibles y progresivos o regresivos. También, pueden surgir como consecuencia directa de la deficiencia. La discapacidad entonces, puede ser considerada como la manifestación objetiva de una deficiencia, dado que refleja alteraciones a nivel de la persona.

Por último, la minusvalía encierra la noción de la desventaja en la cual se encuentra un sujeto, producto de una deficiencia o de una discapacidad. Se constituye entonces como una situación limitante para el normal desenvolvimiento el individuo. La minusvalía, además, se suele evaluar teniendo en cuenta las expectativas que la persona o su entorno social tiene

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respecto de sus capacidades. Así, la minusvalía será la socialización de una deficiencia o discapacidad.

En atención a lo anterior, para este estudio, se ha elegido la medición de prevalencia de discapacidad como una forma de aproximarse a los diferentes escenarios del estado de salud. La discapacidad es también un indicador de la gravedad de los estados mórbidos y un indicador de la calidad de los años vividos que ha sido ampliamente utilizado en estudios internacionales (Robine, Romieu, & Cambois, 1995). Además, el registro de la prevalencia de discapacidad en Chile es el dato de recopilación más antiguo del que se dispone en el país, el cual se inicia con el censo 1992. Por tanto, esta parte del estudio sólo pudo ser planteada para el entorno de los 2 censos (1992 y 2002). El último censo no pudo ser incluido porque presenta una tasa de omisión de la población cercana al 10%, superando esta cifra en algunas subdivisiones geográficas del país (Bravo, Larrañaga, Millán, Ruiz, & Zamorano, 2013). El foco del análisis se centró en la esperanza de vida en salud, particularmente la esperanza de vida sin discapacidad.

METODOLOGÍA

La estimación de la EV y la EVLD de la población chilena se hizo para el entorno del los períodos censales 1992 y 2002. El análisis se hizo para el global del país, segmentado por sexo (hombres y mujeres) y, para todas las edades.

Para los efectos de este estudio se construyeron tablas de vida abreviadas, en grupos de edad quinquenales, bi-anuales, para los períodos 1991-92 y 2001-02. La construcción de las tablas fueron a cotejarlas con las tablas publicadas como información oficial para dichos períodos (INE, 1987; INE, 1995; INE, 2004; INE, 2005)y no se observaron diferencias que alteren los resultados y conclusiones de este estudio. Además, se efectuaron las correcciones acorde a las exigencias técnicas requeridas para estos estudios.

La información sobre discapacidad para el cálculo de la EVLD procede de los censos respectivos, donde se registra si el sujeto presenta alguna de las siguientes “características” (censo 1992) o “deficiencias” (censo 2002): Ceguera total, Sordera total, Mudez, Parálisis-Lisiado, Deficiencia mental, Ninguna. Aun cuando la noción de deficiencia y discapacidad no son sinónimos, como ya se explicó antes, en este estudio se ha optado por usar la palabra discapacidad, para hacer referencia a la presencia de alguna de las características o deficiencias preguntadas en el censo.

El cálculo de la prevalencia de discapacidad se hizo para grupos quinquenales de edad y para los hombres y las mujeres. En este estudio se consideró que un sujeto tenía una discapacidad cuando declara tener al menos una de las “características” o “deficiencias” presentes en las alternativas de respuesta y que ya fueran mencionadas.

Para el cálculo de la EVLD se utilizó el método de Sullivan, que en líneas generales consiste en restar los años vividos con discapacidad a los años vividos por una cohorte teórica 100.000 nacimientos, seguidos hasta su extinción. Además, se obtuvo para la misma cohorte, las probabilidades de sobrevivencia (S) y de sobrevivencia libre de discapacidad (SLD). Para esta última también se estimó la edad donde el 50% de la cohorte sobrevive sin incapacidad. Para ello se hace el supuesto de que la mortalidad y la discapacidad se distribuyen homogéneamente a lo largo de cada intervalo de edad (Sullivan, 1971).

Los detalles de cálculo de los indicadores y construcción de las tablas de vida son presentadas en el anexo metodológico.

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RESULTADOS

La EV y la EVLD global y por sexo

El incremento global EV para el total de país, entre los períodos estudiados, fue de 2.6 años. En tanto que para este mismo período la EVLD fue de 2.4 años, lo que implica un porcentaje de cambio de 3.3%. Por sexo se vio que los hombres aumentan más que las mujeres, tanto en la EV (2.8 versus 2.3 años) como en la EVLD (2.5 versus 1.9 años), lo que en porcentaje sería 3.9 versus 3.2 en EV y 3.4 y 2.6 en EVLD.

Por otra parte, la diferencia entre EV y EVLD es de 0.2 años, en favor de la esperanza de vida, lo que marca los primeros indicios de que Chile habría experimentado una pequeña expansión de la morbilidad en el período estudiado (Tabla 1). El análisis por sexo muestra que los hombres han tenido un incremento mayor que las mujeres, tanto en la EV (2.8 versus 2.5) como en la EVLD (2.3 versus 1.9).

En tanto, la diferencia entre el aumento de EV y EVLD fue, en ambos, a favor de la EV. En hombres la variación fue de 0.5 años (2.8 menos 2.3), mientras que en mujeres fue 0.6 años (2.5 menos 1.9). Esto da luces de que las mujeres habrían tenido una expansión de la morbilidad, ligeramente mayor que los hombres.

La EV65 y la EVLD65 global y por sexo

Por otra parte, la EV65 tuvo un incremento global de 1.3 y la EVLD65 de 1 año. La diferencia entre ambos fue de 0.3, lo que también fue a favor de la EV65. En hombres el incremento de la EV65 fue de 1.2, mientras que en las mujeres fue de 1.3 años. Sin embargo en la EVLD65, la diferencia entre los períodos no mostró diferencias por sexo (Tabla 1). En tanto, la diferencia entre EV65 y EVLD65 por sexo es la misma observada para el global (0.5 y 0.6 en hombres y mujeres respectivamente). Por tanto este valor sigue la misma tendencia que los calculados desde el nacimiento, mostrando signos de expansión de la morbilidad.

Tabla 1

Esperanza de vida (EV) y esperanza de vida libre de discapacidad (EVLD) al nacer y a los 65 años por sexo. Chile, 1991-2002

EV EVLD 1991-92 2001-02 1991-92 2001-02 Al nacer Ambos sexos 74.7 77.3 72.1 74.5 Hombres 71.5 74.3 67.8 70.1 Mujeres 77.8 80.3 73.2 75.1 A los 65 años Ambos sexos 16.8 18.1 15.0 16.0 Hombres 15.2 16.4 11.9 12.6 Mujeres 18.3 19.6 14.0 14.7

La S y la SDL global y por sexo

La figuras 1 muestran las probabilidades de sobrevivencia global (S) y de sobrevivencia libre de discapacidad (SLD) en hombres y mujeres para los dos períodos analizados. En ella es

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posible apreciar que en las mujeres incrementan levemente la diferencia en su favor en cuanto a la edad a la que un 50% de la cohorte sobrevive libre de discapacidad (5.6 a 5.7 años). Para este mismo indicador, es posible observar que los hombres aumentan de 72.8 a 74.9 (2.1 años) y en mujeres de 78.4 a 80.6 (2.2 años). Estas cifras muestran que en este período los cambios son mínimos. A pesar de ello, la tendencia observada no da luces como para que se esté configurando un escenario de compresión de la morbilidad.

Figura 1

Probabilidades de sobrevivencia Global y Libre de Discapacidad, según sexo Chile 1991-92 y 2001-02

Hombres Mujeres

COMENTARIOS Y CONCLUSIONES

El análisis basado en tablas de vida tiene limitaciones que no viene al caso comentar aquí. No obstante lo anterior, este tipo de análisis se constituyen en una muy buena herramienta para analizar la evolución en el tiempo de ciertos procesos. Esto porque utiliza la experiencia de mortalidad de una población durante un año o agrupación de años (bianuales, trianuales, etc.) determinado y la aplica a una cohorte ficticia de 100.000 nacimientos. A pesar de que la cohorte no es real, la tabla de vida refleja la experiencia de mortalidad real de la población considerada. Estas cualidades son trasladables al cálculo de esperanza de vida en salud y por ende brindan la posibilidad de profundizar en el análisis de la experiencia de salud de una población como es el caso de los resultados de este estudio. Además, aportan evidencia de cómo las transformaciones demográficas pueden estar vinculadas con la evolución del estado de salud de una población, especialmente en aquellas que están en proceso de envejecimiento y con preponderancia de las enfermedades crónicas y degenerativas, como es el caso de Chile.

En este marco, resulta pertinente hacer notar que las diferencia por sexo detectadas en este estudio no resultan novedosas, puesto que existen otros estudios que han aportado evidencias respecto las brechas existentes entre esto grupos, en diversos aspectos de salud ( (Frenz &

0 25 50 75 100 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 1991-92 S SLD 72,8 0 25 50 75 100 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 1991-92 S SLD 78,4 0 25 50 75 100 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 2001-02 S SLD 74,9 0 25 50 75 100 0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 2001-02 S SLD 80,6

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González, 2010; Ministerio de Salud de Chile, 2005; Sánchez & Albala, 2004). Sin embargo, la conexión del estado de salud de una población y proceso demográfico que brinda este estudio entrega elementos adicionales que pueden resultar interesantes de tener en cuenta. En Chile, no aparece diferencial de un aumento EVLD por sobre las variaciones de EV que permita vislumbrar una compresión de la morbilidad a nivel global ni tampoco en los grupos de segmentación estudiados. Además, las diferencias entre estos dos indicadores son relativamente homogéneas entre los diferentes grupos estudiados, por lo que no se ve un horizonte de compresión al corto plazo. Por tanto, para la década estudiada Chile estaría más bien en un escenario de expansión de la morbilidad.

Sin embargo, el proceso que ha experimentado cada grupo estudiado muestra aspectos importantes de destacar. Una de ellos es lo que dice relación con los varones, quienes muestran avances muy discretos en términos de salud.

REFERENCIAS

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___________________________ ANEXO METODOLÓGICO

En la construcción de las tablas de vida, las fuentes de datos fueron los censos nacionales de población de los años de 1992 y 2002, y las Estadísticas Vitales. En ambos caso se contó con las bases de datos. Los censos fueron proporcionados por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE) y las bases de datos de mortalidad por el Ministerio de Salud de Salud, ambas de Chile. El procesamiento de los datos fue de elaboración propia y por ende de exclusiva responsabilidad de la autora, desligando de responsabilidades a las entidades antes mencionadas en lo que dice relación con los resultados aquí expuesto.

El cálculo de las tasas específicas de mortalidad, necesarias para la construcción de la tabla de vida, se hicieron con el promedio de las defunciones de dos años del entorno de dicho año censal, es decir las de 1991-1992 y las de 2001-2002. Para el denominador se usó la población censal trasladada al 1 de enero del año censal con la tasa de crecimiento intercensal 1982-1992 y 1992-2002, según corresponda, previa evaluación de cobertura, preferencia de dígitos y otros análisis demográficos.

Los nacimientos, necesarios para el cálculo de la tasa de mortalidad infantil, fueron corregidos por “inscripciones tardías”. En todas las tablas se usó la tasa de mortalidad infantil y los factores de separación específicos, especialmente calculados para este estudio.

En el análisis y preparación de los datos censales, así como en la construcción de las tablas de vida se usaron las planillas PASEX (Arriaga, 2001).

A continuación se presentan las tablas de vida elaboradas para este estudio. Se incluye además las columnas correspondientes a la EVLD y la SLD.

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Tabla 2: Tabla de vida para todas las edades, Hombres, Chile 1991-92

Edad nMx nax nqx lx nLx Tx tx EV EVLD SLD

< 1 0,016 0,167 0,016 100000 98697 7151380 0,003 71,51 67,81 99,71 1-4 0,001 1,486 0,003 98436 392896 7052683 0,006 71,65 67,89 97,85 5-9 0,000 2,500 0,002 98099 490073 6659787 0,010 67,89 64,14 97,09 10-14 0,000 2,500 0,002 97930 489204 6169714 0,014 63,00 59,30 96,54 15-19 0,001 2,500 0,005 97752 487633 5680510 0,016 58,11 54,47 96,23 20-24 0,002 2,500 0,008 97302 484625 5192877 0,017 53,37 49,79 95,65 25-29 0,002 2,500 0,008 96548 480699 4708252 0,017 48,77 45,25 94,93 30-34 0,002 2,500 0,010 95731 476268 4227553 0,018 44,16 40,69 94,04 35-39 0,002 2,500 0,012 94776 470940 3751285 0,018 39,58 36,17 93,08 40-44 0,003 2,500 0,017 93600 463961 3280345 0,021 35,05 31,68 91,64 45-49 0,005 2,500 0,025 91984 454170 2816384 0,025 30,62 27,30 89,69 50-54 0,008 2,500 0,038 89684 439960 2362214 0,034 26,34 23,06 86,66 55-59 0,012 2,500 0,059 86300 418731 1922254 0,043 22,27 19,04 82,63 60-64 0,019 2,500 0,093 81192 387131 1503523 0,056 18,52 15,30 76,66 65-69 0,029 2,500 0,134 73661 343552 1116392 0,073 15,16 11,90 68,25 70-74 0,047 2,500 0,208 63760 285575 772840 0,093 12,12 8,76 57,81 75-79 0,074 2,500 0,312 50470 213003 487266 0,128 9,65 5,93 44,03 80-84 0,107 2,500 0,423 34732 136892 274263 0,170 7,90 3,27 28,83 85-89 0,152 2,500 0,549 20025 72621 137371 0,227 6,86 2,80 15,48 90-94 0,179 2,500 0,619 9023 31141 64750 0,251 7,18 2,59 6,76 95 + 0,102 9,788 1,000 3434 33609 33609 0,223 9,79 7,60 2,67

Tabla 3: Tabla de vida para todas las edades, Mujeres, Chile 1991-92

Edad nMx nax nqx lx Lx Tx tx EV EVLD SLD

<1 0,013 0,165 0,013 100000 98899 7781932 0,003 77,82 73,16 99,71 1 a 4 0,001 1,474 0,002 98681 394141 7683033 0,005 77,86 73,14 98,17 5 a 9 0,000 2,500 0,001 98450 491923 7288892 0,008 74,04 69,33 97,61 10 a 14 0,000 2,500 0,001 98319 491326 6796969 0,012 69,13 64,46 97,16 15 a 19 0,000 2,500 0,002 98211 490609 6305643 0,012 64,20 59,58 97,02 20 a 24 0,000 2,500 0,002 98032 489624 5815034 0,012 59,32 54,75 96,81 25 a 29 0,001 2,500 0,003 97817 488433 5325410 0,012 54,44 49,93 96,64 30 a 34 0,001 2,500 0,003 97556 486974 4836977 0,012 49,58 45,11 96,35 35 a 39 0,001 2,500 0,005 97234 484836 4350003 0,013 44,74 40,32 96,00 40 a 44 0,002 2,500 0,009 96701 481395 3865167 0,016 39,97 35,59 95,20 45 a 49 0,003 2,500 0,014 95857 475872 3383772 0,019 35,30 30,96 94,08 50 a 54 0,004 2,500 0,021 94491 467499 2907900 0,025 30,77 26,46 92,17 55 a 59 0,007 2,500 0,034 92508 454724 2440401 0,029 26,38 22,10 89,79 60 a 64 0,010 2,500 0,051 89381 435528 1985677 0,039 22,22 17,94 85,93 65 a 69 0,017 2,500 0,083 84830 406482 1550149 0,049 18,27 13,96 80,66 70 a 74 0,029 2,500 0,134 77763 362856 1143667 0,066 14,71 10,26 72,61 75 a 79 0,050 2,500 0,221 67379 299636 780811 0,098 11,59 6,81 60,80 80 a 84 0,078 2,500 0,325 52475 219686 481176 0,141 9,17 3,60 45,08 85 a 89 0,125 2,500 0,475 35400 134940 261489 0,198 7,39 3,06 28,39 90 a 94 0,171 2,500 0,599 18576 65080 126549 0,236 6,81 2,68 14,19 95 y + 0,121 8,245 1,000 7456 61469 61469 0,227 8,24 6,37 5,76

(11)

Tabla 4: Tabla de vida para todas las edades, hombres, Chile 2001-02

Edad nMx nax nqx lx nLx Tx tx EV EVLD SLD

< 1 0,010 0,143 0,009 100000 99242 7427437 0,004 74,27 70,08 99,65 1-4 0,001 1,602 0,002 99115 395941 7328195 0,007 73,94 69,70 98,43 5-9 0,000 2,500 0,001 98898 494203 6932254 0,009 70,09 65,88 98,02 10-14 0,000 2,500 0,001 98783 493557 6438051 0,012 65,17 61,00 97,61 15-19 0,001 2,500 0,004 98640 492239 5944495 0,013 60,26 56,14 97,34 20-24 0,001 2,500 0,007 98256 489682 5452256 0,013 55,49 51,42 96,97 25-29 0,002 2,500 0,008 97617 486235 4962574 0,013 50,84 46,80 96,31 30-34 0,002 2,500 0,009 96877 482313 4476339 0,016 46,21 42,21 95,31 35-39 0,002 2,500 0,010 96048 477722 3994026 0,018 41,58 37,63 94,35 40-44 0,003 2,500 0,014 95041 471919 3516304 0,020 37,00 33,10 93,11 45-49 0,004 2,500 0,020 93727 463877 3044385 0,024 32,48 28,63 91,52 50-54 0,006 2,500 0,030 91824 452171 2580507 0,031 28,10 24,29 88,99 55-59 0,010 2,500 0,050 89044 434178 2128336 0,040 23,90 20,12 85,48 60-64 0,015 2,500 0,074 84627 407440 1694158 0,055 20,02 16,25 79,93 65-69 0,024 2,500 0,114 78349 369379 1286718 0,070 16,42 12,64 72,84 70-74 0,039 2,500 0,177 69403 316369 917339 0,094 13,22 9,32 62,85 75-79 0,058 2,500 0,253 57145 249518 600970 0,129 10,52 6,31 49,77 80-84 0,092 2,500 0,375 42662 173322 351452 0,175 8,24 3,35 35,20 85-89 0,137 2,500 0,511 26667 99234 178130 0,228 6,68 2,87 20,58 90-94 0,182 2,500 0,625 13027 44795 78896 0,255 6,06 2,56 9,71 95 + 0,143 6,972 1,000 4891 34101 34101 0,223 6,97 5,42 3,80

Tabla 5: Tabla de vida para todas las edades, mujeres, Chile 2001-02

Edad nMx nax nqx lx Lx Tx tx EV EVLD SLD

<1 0,007 0,144 0,007 100000 99383 8033569 0,004 80,34 75,10 99,65 1 a 4 0,000 1,585 0,002 99280 396688 7934186 0,005 79,92 74,65 98,80 5 a 9 0,000 2,500 0,001 99101 495277 7537497 0,007 76,06 70,80 98,39 10 a 14 0,000 2,500 0,001 99009 494810 7042220 0,010 71,13 65,90 98,06 15 a 19 0,000 2,500 0,001 98915 494226 6547411 0,010 66,19 61,01 97,93 20 a 24 0,000 2,500 0,002 98776 493445 6053185 0,009 61,28 56,14 97,85 25 a 29 0,000 2,500 0,002 98602 492448 5559740 0,010 56,39 51,28 97,65 30 a 34 0,001 2,500 0,003 98377 491232 5067291 0,011 51,51 46,44 97,25 35 a 39 0,001 2,500 0,004 98116 489607 4576059 0,013 46,64 41,61 96,87 40 a 44 0,001 2,500 0,006 97727 487084 4086452 0,015 41,81 36,83 96,28 45 a 49 0,002 2,500 0,011 97106 482963 3599368 0,017 37,07 32,13 95,41 50 a 54 0,003 2,500 0,017 96079 476402 3116405 0,023 32,44 27,53 93,85 55 a 59 0,006 2,500 0,028 94482 465851 2640002 0,030 27,94 23,07 91,68 60 a 64 0,009 2,500 0,042 91858 449717 2174152 0,039 23,67 18,81 88,29 65 a 69 0,014 2,500 0,067 88029 425464 1724435 0,048 19,59 14,72 83,78 70 a 74 0,022 2,500 0,106 82157 389024 1298971 0,065 15,81 10,84 76,84 75 a 79 0,038 2,500 0,175 73453 335210 909948 0,098 12,39 7,17 66,22 80 a 84 0,063 2,500 0,274 60632 261667 574737 0,142 9,48 3,70 52,02 85 a 89 0,108 2,500 0,426 44035 173235 313070 0,203 7,11 3,14 35,10 90 a 94 0,170 2,500 0,596 25259 88650 139835 0,258 5,54 2,60 18,75 95 y + 0,199 5,018 1,000 10201 51185 51185 0,274 5,02 3,64 7,41

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