656 OFICINA SANITARIA PANAMERICANA [Julio
enteros hace innecesario que sobrevengan brotes urbanos en el futuro, y ya se dispone de la vacunación para proteger a las poblaciones ex- puestas a la fiebre amarilla selvática. La debida aplicación de estas medidas profilácticas debe impedir la aparición de brotes que faciliten los casos necesarios para observación.
A fin de terminar estas observaciones acerca del tratamiento de la fiebre amarilla en la misma nota pesimista con que comenzaron, parece acertado citar de nuevo a Lins:
Alcalinos y ácidos, glucosa e insulina, suero y sangre de convaleciente, trans- fusiones de sangre normal, suero antiamarílico, vacunoterapia específica, sangrías, inyecciones de Lugo1 o de permanganato, de hiposulfito de sodio o cloruro de calcio, coloides, preparados de bismuto, hemostáticos de todo género, y finalmente suero antitríptico a altas dosis, todo fu6 tentado en vano contra esa terrible enfermedad. Nunca me fué dado apreciar la acción beneficiosa de cualquiera de esos recursos ; ni una sola vez pude tener la felicidad de creer que mi terapéutica mejorara a tal o cual paciente, y mucho menos que salvara a ese o aquel individuo. Los mori- bundos a quienes vi resucitar curáronse como por encanto y nada me quedaron a deber; también a los atletas que vi morir nada les quedé debiendo sino el remordi- miento torturador de no haber hecho nada para salvarlos. . . . Tentar, bien que tente innumerables veces; mas no habiendo conseguido nada, por fin deduje que mas valía cruzar los brazos que contribuir a precipitar la muerte.
PROFILAXIA DE LA PESTE EN LA REPÚBLICA ARGENTINA
Por el Dr. HUGO J. D’AMATO
Secretario del Departamento Nacional de Higiene, Buenos Aires, Argentina
Durante el año 1940 se produjo uno de los focos más intensos de peste en el norte del país (provincias de Jujuy, Salta, Tucumán, Santiago del Estero y la Rioja). Se produjeron 138 casos, sin contar numerosos enfermos sospechosos. La mortalidad fue de 64%. La difusión del virus ha estado a cargo de roedores.silvestres; y la mayoría de los casos ha sido por infectación directa de estos mismos roedores (Grao7nys,
Hesperomys, Cavia, Microcavia y Galea).
Esta epidemia tiene dos hechos característicos : (l), la intensa repercu- sión humana; (2), la frecuencia con que se produjo la contaminación murina dando lugar a epizootias domésticas, que fueron a su vez origen de casos humanos.
La lucha se organizó con brigadas móviles encargadas de la destrucción de los roedores domésticos y subdomésticos de todas las localidades o regiones afectadas por la peste, y colocando después abundante veneno para completar la acción. La intensidad de la campaña puede de- ’ ducirse de las siguientes cifras: casas visitadas, 13,579; cuevas interve-
1942 1 DIA PANAMERICANO DE SAÚDE 657
Esto no es mucho, pero es todo cuanto hemos podido hacer. En cuanto a los años anteriores, 1937 y 1938, tuvimos en todo el pafs solamente 10 defunciones por peste en 1937, y 8 en l.938.
PLAGUE CONTROL IN ARGENTINA
Summary.-During 1940 there were 138 cases of plague in northern Argentina (provinees of Jujuy, Salta, TucumBn, Santiago del Estero and Rioja), with a mortality rate of 64?&. The virus has been spread by wild rodents (G%aomys, Hesperomys, Cavia, M&ocavia and Galea), and most human cases had been in direct contact with them. Characteristics of this epidemic were intensive human repercussion and írequency of contamination of domestic rats. Controlwork was oarried out by traveling brigades which took charge of destroying domestic and semidomestic rodents, and left additional poison. They visited 13,579 houses, destroyed 20,909 caves, and distributed 254,202 packets of arsenic. In 1937 there were only 10 deaths from plague in the whole country, and only 8 in 1938.
INSTITUISAO DO DIA PANAMERICANO DE SAÚDE NO BRASIL*
Pelo Dr. TEÓFILO DE ALMEXDA . Diretor da Divisão de Organz’zacüo Hospitalar
Acabo de tomar parte em duas reuniões panamericanas, urna de Organiza@0 Hospitalar, outra de Saúde Pública, com 2 grupos difer- entes de representantes de todas as Repúblicas das 3 Americas, a convite sob a generosa acolhida de instituicões norte-americanas.
Tenho, assim, bem vivo o testemunho gratíssimo da cordialidade familiar e da oportunidade proveitosa desses encontros inter-americanos. Existe um sentimento ináto e se percebe urna afinidade ancestral, que se mantem indiferente à certa diversidade do meio e dos obstáculos, que separam; e mais do que isto, há um interêsse coletivo em busca, da solu$o comum para os mesmos problemas nacionais apresentados, embora, com modalidade diferente. Tem relêvo entre êsses, a grande semelha.nga e certa interdependencia no tocante às questões sanitarias e assistênciais em geral de todos os paises, de norte a sul.
0 isolamento do passado, e dificuldades ainda nao vencidas, total- mente, no presente, barreiras naturais de montanhas ou de rios, de terras inhóspitas ou de florestas imensas, de mares, de enormes dis- tancias, toda uma conspira@o de elementos contrários náo conseguiu, entretanto, anular êsse espíríto continental de simpatia racial dos que têm a mesma tendencia histórica e que tiveram semelhante formacao étnica e politica, desde o Alaska até a Patagônia.
A União Panamericana, e particularmente n Repartiqáo Sanitária