• Nenhum resultado encontrado

Enjambre de opiniones, dictámenes, e impresiones hechas por la sociedad

N/A
N/A
Protected

Academic year: 2019

Share "Enjambre de opiniones, dictámenes, e impresiones hechas por la sociedad"

Copied!
69
0
0

Texto

(1)

d ic tá me ne s, e imp re sio ne s

he c ha s p o r la so c ie d a d

El

 

caso

 

de

 

Gregorio

 

Cárdenas

 

Hernández

 

 

Por:

  

Acosta

 

Blanco

 

Federico

 

Bazán

 

Lara

 

Jessica

 

Selene

 

Gómez

 

Velásquez

 

Soraida

 

Unive rsid a d Na c io na l Autó no ma d e Mé xic o

Fa c ulta d d e Psic o lo g ía

Ciud a d Unive rsita ria

 

 

 

                                       

 

(2)

Índice

JUSTIFICACIÓN ... 3

OBJETIVOS ... 3

INTRODUCCIÓN... 4

CAPÍTULO I LOCURA Y MARCO JURÍDICO... 7

LOS PROCESOS JUDICIALES DE LOS ALIENADOS... 19

REVISIÓN DE CONCEPTOS DE CRIMINOLOGÍA... 21

VALOR DE LOS DICTÁMENES... 23

CAPÍTULO II VIDA DE GREGORIO CÁRDENAS HASTA EL MOMENTO DE LA APREHENSIÓN ESTILO DE VIDA... 25

CAPÍTULO III LOS PERITAJES ELABORADOS A GREGORIO CÁRDENAS... 37

EL ENFOQUE PSIQUIÁTRICO DE LA ÉPOCA... 37

EL PERITAJE PSIQUIÁTRICO... 38

EL DESPERTAR DEL INTERÉS.EL PERITAJE DE GONZALO LAFORA. ... 38

INFORME DE LOS DRS.JUAN PEÓN DEL VALLE Y FRANCISCO ELIZARRARÁS... 40

INFORME DE LOS DRS. JOSÉ GÓMEZ ROBLEDA Y ALFONSO QUIROZ CUARÓN... 43

INFORME DE LOS DRS.RAÚL GONZÁLEZ ENRÍQUEZ Y JESÚS SIORDIA GÓMEZ... 47

INFORME DE LOS DRS.LEOPOLDO SALAZAR VINIEGRA Y JOSÉ QUEVEDO BAZÁN... 52

INFORME DE LOS DRS.LUIS G.MURILLO GUERRERO Y RAMÓN DE LA FUENTE MUÑIZ... 53

INFORME DE LOS DRS.JORGE PAVÓN ABREU Y HÉCTOR PRADO H. ... 56

CAPITULO IV CONCLUSIONES GENERALES... 60

REFERENCIAS... 62

ANEXOS HISTORIA DEL MANICOMIO GENERAL DE LA CASTAÑEDA... 64

HISTORIA DEL PALACIO NEGRO DE LECUMBERRI... 65

(3)

Justificación

El caso de Gregorio Cárdenas Hernández marco la historia de la Ciudad de México en la mente de la sociedad por la intriga y la variabilidad de diagnósticos a los que se llegaron en los muchos peritajes que se le realizaron por diferentes peritos criminólogos.

La revisión del caso, principalmente de los peritajes nos permitirá tener una visión acerca de los antecedentes de la elaboración de estudios periciales criminológicos, dado que es el caso con más estudios y más discrepancias entre ellos, lo que nos da un amplio lienzo de estudio y de análisis desde la metodología, la base teórica en la cual se sustentaban y los resultados a los que llegaban. Además nos permite hacer una revisión histórica del tratamiento y seguimiento de este tipo de casos.

En la literatura no se encuentra mucho sobre el tema, así que lo podemos tomar como un tema poco abordado, pero no restándole importancia; motivo por el cual realizamos y presentamos este análisis tomando como pretexto el caso de Gregorio Cárdenas Hernández.

Objetivos

General

Analizar el marco teórico y la metodología utilizada para la elaboración de peritajes y entrega de resultados elaborados por los personajes mas destacados en la década de 1940 sobre el caso de Gregorio Cárdenas Hernández.

Específicos

• Describir el contexto de valoración criminologíca a alienados criminales, así como su tratamiento y su colocación en instituciones como el Manicomio General de la Castañeda y la Penitenciaria de Lecumberri.

• Contrastar los peritajes más importantes elaborados a Gregorio Cárdenas Hernández.

(4)

Introducción

La década de los 40's fue sin duda una época marcada por acontecimientos importantes, mientras el mundo se estremecía con los horrores de la Segunda Guerra Mundial, México y en particular la Ciudad vivían las delicias de la civilidad, glamour, la urbanización acelerada y la transformación de la Capital de México en una ciudad “moderna”, con los múltiples cambio que esto implico la revolución era cosa del pasado, en la mente de todos estaban solo los buenos tiempos, aquellos que traerían los cambios modernistas como la nacionalización del Petróleo, por ejemplo. Sin embargo detrás de estos acontecimientos y sueños surgía algo macabro y escandaloso que infundía miedo, morbo y terror en la opinión pública.

Era en el año de 1942, cuando un estudiante de química llamado Gregorio Cárdenas salía a luz pública con hechos que estremecían al país, el asesinato de cuatro mujeres estranguladas y enterradas en el jardín de su casa.

La presente investigación se refiere a este acontecimiento, el caso que en aquellos días y que aún en la actualidad a sido de interés, por estudiosos, y la sociedad mexicana en general, el caso de Gregorio Cárdenas, el Estrangulador de Tacaba, apodo que se le atribuyó por la magnitud con que fueron perpetuados sus crímenes.

Si bien el caso de Gregorio no fue uno de los mas “espectaculares” si fue uno de los que ha marcado la historia de los estudios y peritajes Criminológicos.

(5)

El escaso avance en estos dos puntos dificultaba diagnosticar a una persona con algún mal mental al momento de involucrarse con los procesos judiciales, en el caso de determinar la peligrosidad de aquella persona que había cometido un delito, tal es el caso de Gregorio Cárdenas Hernández; que estuvo en todo el proceso cambiado de un lado a otro a favor de los razonamientos de cada uno de aquellos peritos por los cuales era examinado y que curiosamente, aún siendo mas de 5 dictámenes los elaborados, ninguno concuerda con el otro.

Así presentado a lo largo del Capítulo I, encontramos una visión histórica del contexto de la situación Penal y la Locura, y como estos dos factores siempre fueron de la mano pero muy pocas veces considerados para hacer modificaciones o incluso para la creación de la una Ley que dejara en claro todo lo referente a los alienados criminales; además de tomar en cuenta el avance tan pobre o incluso nulo a través de los años. Solo pensemos en que en el momento en que Gregorio Cárdenas fue procesado aun se usaba el Código Penal de 1870 siendo la década de 1940.

En el Capítulo II, se conocerá los acontecimientos más importantes que surgieron en la vida de Gregorio Cárdenas, mismos que nos servirán para tener un panorama general, de quien fue Goyo, antes y después de los asesinatos cometidos, así como su vida en uno de los hospitales psiquiátricos mas importantes de la Ciudad, La Castañeda, ¿Qué hacia, como se comportaba, para que los médicos diagnosticarán que no era apto para este lugar?, y si para recluirse en la penitenciaria Lecumberri , al igual que el Manicomio, uno de los mas importantes de México, en este paso por varias crujías, se analiza como vivía, que hacia y como llego a ser considerado uno de los mas importantes reclusos, ganando la confianza del personal tanto del Lecumberri como la Castañeda, pero cual era el contexto que presentaba esta época, que le toco vivir a Gregorio, en un México posrevolucionario.

En el Capítulo III. Se estudiaron los diferentes peritajes aplicados a Gregorio Cárdenas, de una manera cronológicamente, la descripción de cada uno de ellos, así como la metodología que fue aplicada. Para tener una mejor acercamiento de este capitulo lo justificamos con la siguiente referencia.

(6)

y experimentamos un asco invencible de mirar a su autor. Pero el hombre de ciencia se ve forzado a fijar su vista en él dilatadamente e incluso a penetrar en su personalidad. (Ruiz-Funes, en Quiroz 1952: 8).

Las líneas anteriores denotan claramente el modo de proceder del perito, el cual debe siempre procurar la objetividad, pues se trata de un quehacer científico, encaminado a la obtención de conocimiento específico (acerca del criminal y sus actos) en beneficio o perjuicio de una persona y de la sociedad misma.

Precisamente, el estudiar de manera científica al delincuente procede de una ciencia de larguísima historia: la medicina. Esta tarea, encomendada a los psiquiatras, comenzó con el examen médico (el estudio anatómico, fisiológico, y patológico) para ser incorporados (muy) posteriormente el estudio psicológico, ambiental (familiar, escolar, social, laboral), así como el pronóstico, constituyéndose el estudio criminológico.

(7)

Capítulo I

Locura y Marco Jurídico

Comenzaremos decidiendo que si bien en la idea del capitulo es una semblanza del manejo de los “alienados” (termino que se les daba a los enfermos mentales en ese tiempo) en los años de 1900 a 1940, nos vemos en la necesidad de empezar la revisión en algunos años anteriores, dado que la situación de los mismos se estableció durante los últimos años del siglo XIX y no tuvo grandes cambios a lo largo de los años a pesar del interés de muchos de los personajes involucrados en el medio como Psiquiatras que fungían como responsables de los Manicomios principalmente.

En este momento histórico, cuando comienza a conformarse un Estado Moderno avecinado en una urbe de rápido crecimiento, son motivo de interés los otros, los pobres, los léperos, los indígenas, los vagos , los criminales, los locos o alienados, así como su imagen, espacios, costumbres y comportamientos; pues iban contra el proyecto de modernización, progreso y desarrollo económico capitalista. En 1878, Justo Sierra explica: “esta enfermedad social llamada crimen” observo que

los dos principales factores del crimen son: la herencia y la influencia de los

medios”1.

En 1892, en la penitenciaria para varones del estado de Puebla, se implemento un servicio de evaluación psicológica dentro del gabinete de antropología criminal, siguiendo muy de cerca la escuela del italiano César Lombroso. 2 Esta es una de las primeras iniciativas en las que se implementa como parte de la evaluación criminológica dentro de los centros penitenciarios.

Los primeros psiquiatras o médicos interesados en las enfermedades mentales, en tanto insertos en los espacios de poder estatal, como secretarías o ministerios de salud, tuvieron la capacidad de crear y difundir un mito sobre la locura

      

1 

Álvarez, G. (2010) “Pistas para construir las historias de la psicología y criminología mexicanas” p.43

2 

(8)

que le permitiera a la sociedad justificar el encierro de sus sujetos indeseables. Ellos articularon, en el lenguaje médico-biológico, un mito con base en los referentes sociales de normalidad y anormalidad que se tejieron a lo largo del siglo XIX. Y como suele ocurrir en las relaciones de poder, el subalterno se apropió del discurso del dominante en aras de sus propios intereses 3

Álvarez (2010: 33) nos hace una semblanza de la época del Porfiriato; esta época parecía ser un momento de estabilidad política y crecimiento económico que permitió, entre otras cosas, el refuerzo de instituciones educativas y la creación de establecimientos para el control de alienados y delincuentes (como el manicomio de La Castañeda o la cárcel de Lecumberri). El apoyo a la educación superior permitió la consolidación de instituciones vinculadas a la enseñanza de la medicina y el derecho.

Ríos Molina (2007:60) afirma que: los primeros psiquiatras formaron parte de la elite porfiriana que tenía su interés fijo en la construcción de una nación moderna y civilizada, acorde con las exigencias de progreso. El ideal de modernidad estaba revestido por un halo de clasismo, donde la pobreza era sinónimo de insalubridad, inmoralidad, vicios, enfermedades, atraso, etc. Así fue como el principal interés de los médicos fueron las psicopatías en las que se puede destacar la Epilepsia ya que era considerada como peligros sociales.4 Ríos Molina (2007:61) opinaba que existía un vinculo entre el discurso científico sobre la epilepsia y el quehacer profesional de los primeros psiquiatras junto con los intereses del Estado; estuvo dado por la teoría regeneracionista ya que en ella se amalgamo la ciencia médica con la ideología clasista y excluyente de la elite porfiriana.

A quienes se consideraban psicólogos criminalistas; que eran los encargados de realizar los peritajes a los alienados; eran en realidad médicos, abogados,

      

3 Ríos Molina, A. (2008) “Locura y encierro Psiquiátrico en México: el caso del Manicomio La Castañeda, 1910”. Instituto de Investigaciones Históricas de la 

Universidad Nacional Autónoma de México. Antípoda. Nª 6. pp. 85

4 Epilepsia: La OMS incluye la epilepsia en el capítulo de trastornos mentales en el contexto de la salud pública: históricamente la epilepsia ha sido 

considerada como enfermedad mental en muchas sociedades; las personas con esta enfermedad sufren discriminación y cuando no reciben tratamiento 

presentan graves disfunciones; el tratamiento de la epilepsia se realiza con frecuencia en el área de los profesionales de la salud mental debido a la relativa 

(9)

sociólogos y periodistas.5 Procedían de ámbitos y campos científicos distintos. En consecuencia, los estilos para dar sus argumentos y explicaciones diferían entre sí, desde el sensacionalismo periodístico y la descripción poética, hasta las descripciones científicas o legalistas. Sus interpretaciones no fueron ajenas a los prejuicios de clase, raza p género de las élites. Definir quien era ciudadano y quién criminal, quién era normal y quién alienado, era su búsqueda.6

Los criminólogos mexicanos asociaron el crimen con la herencia, la urbanización, la ignorancia, el alcoholismo, el juego, la prostitución, la presión atmosférica, la geografía, el mestizaje, la demografía, la imitación y hasta con el ocio, y propusieron que la educación pública, así como la reforma carcelaria y la racionalización de las leyes penales, solucionarían al crimen. 7

Los criminólogos del Porfiriato planteaban que a partir del conocimiento fisiológico del alma podrían conocer tanto las patologías como las psicopatías criminales y así, tener los medios más adecuados para corregir sus extravíos. Sin embargo, la explicación del crimen como producto de desviaciones fisiológicas no se limitó a la craneometría; también se planteó que los mecanismos orgánicos (la neurona y su funcionamiento o el alcoholismo) podían tener efectos criminales. 8Al respecto Ríos Molina (2007:25) menciona:

todos tenían algo en común: su entorno social los

consideraba locos, y además merecedores del encierro. En los

expedientes clínicos, cual polifónicos documentos, convergen la

mirada medica, los argumentos de las familias y el punto de vista del

mismo paciente sobre su afección, el tratamiento recibido y la

sociedad que los rodea”.

El regeneracionismo de la psiquiatría mexicana, era causa fundamental de la herencia o predisponerte de la locura, fue este el punto de inicio de Edward Shorter, denominada primera psiquiatría biológica, comenzó con los primeros psiquiatras que decidieron dejar de lado cualquier explicación de la enfermedad mental que no

      

5 Álvarez, G. (2010) “Pistas para construir las historias de la psicología y criminología mexicanas” pp.32

6 Álvarez, G. (2010) “Pistas para construir las historias de la psicología y criminología mexicanas” pp.45 7 Ibidem. Pp. 44

(10)

estuviera mediada por la fisiología, lo que significo tratamientos que incidieran directamente en el órgano disfuncional. Es por ello que cuando los individuos eran internados, los médicos hacían una rigurosa entrevista para detectar en las raíces familiares, alguna psicopatía.

Cesare Lombroso en Ríos Molina (2007:265) manifiesta que esta teoría consideraba que los sujetos “degenerados” podrían ser detectados por los “estigmas” que llevaban en el cuerpo como prueba irrefutable de haber tenido ancestros con vicios o enfermedades que habían deteriorado el patrón genético.

Tales “estigmas” se localizaban con base en las proporciones de las medidas craneométricas, el tamaño del lóbulo de las orejas, la forma de la nariz, de los genitales, etc. Cada parte del cuerpo podía tener una huella degenerativa.9

En México hubo criminalistas y juristas que intentaron aplicar a Lombroso en la detención de criminales. Un dato importante en este contexto es el surgimiento de un nuevo personaje ligado a la medicina y al derecho: el perito médico-legal; quien dictamina tanto la incapacidad civil, como la irresponsabilidad penal. Este nuevo personaje profesional se ve influido por una mirada positivista tanto de la delincuencia como de la locura. (Álvarez, 2010: 49)

Según Ríos Molina (2007:69) lo que tiene que ver con enfermedades mentales, el medico legista debía estar en capacidad para reconocer a un demente ya que de serlo, se le eximiría de su responsabilidad penal al cometer un crimen; y en materia civil, la locura era impedimento para el ejercicio de los derechos: testar comprar o vender propiedades, casarse, etcétera. Una de las funciones de estos médicos legistas era el de fungir como perito en los tribunales para definir si una persona era demente o no.

Los médicos legistas fueron los primeros en reflexionar sobre las implicaciones legales de la locura. La importancia jurídica de dicha afección radicaba en que el loco no estaba en capacidad de ejercer sus derechos civiles ni sus responsabilidades penales. Un loco no podía comprar o vender propiedades, testar,

      

9 RÌOS Molina Andrés.(2009) “La locura durante la Revolución Mexicana. Los primeros años del Manicomio General La Castañeda, 1910‐1920”. Ed. Colegio de 

(11)

casarse ni administrar sus propiedades. Además, en caso de que un loco cometiera un crimen no se le consideraba culpable y en lugar de recibir un castigo, recibiría tratamiento médico. Recién redactados los códigos civil y penal, la definición de la locura fue una necesidad jurídica. Si bien se asumía que todos eran iguales ante la ley –otro mito de la modernidad política, había unos que no lo eran y su diferencia debía ser señalada científicamente. En consecuencia, se publicaron artículos y tesis donde los médicos se preguntaban si la epilepsia, el alcoholismo, la demencia o las neurosis hacían a los afectados incapaces en términos jurídicos. Resumiendo, el degenerado como una cara del mito del loco tenía los siguientes elementos: por ser amorales tenderían a la delincuencia con facilidad; el degenerado era pobre; la locura desde esta perspectiva era hereditaria, como el pecado original, razón por la que se asumía la existencia de un destino fatídico para los hijos de los viciosos; el degenerado era una amenaza pública, razón por la cual su encierro era una medida para cuidar la sociedad; el degenerado aparecía con más frecuencia entre los hombres que entre las mujeres.10

Ríos Molina (2007:26) afirma que: “un análisis sobre la locura durante la

Revolución nos permite conocer la complejidad social y cultural de las psicopatías en

un contexto distinto al que ha abordado tradicionalmente la historiografía. Los

trabajos mas conocidos sobre la historia de la locura en Francia, Inglaterra, España,

o Estados Unidos, para citar las principales que nos han señalado que la

consolidación del Estado moderno implico la marginación y consecuentemente

patologizaciòn de los sujetos considerados como amenaza para la estabilidad del

muy preciado orden social en defensa de la moral burguesa.”

La criminalidad de las clases inferiores, cualquiera que fuera su causa, ponía en riesgo el inaplazable desarrollo económico y demandaba una respuesta vigorosa; una nueva guerra contra el crimen son las ataduras de las irreales abstracciones liberales con las que tropezaron los criminólogos positivistas. El interés por la naturaleza de los criminales como grupo social y racial, así como los

      

10 Ríos Molina, A. (2008) “Locura y encierro Psiquiátrico en México: el caso del Manicomio La Castañeda, 1910”. Instituto de Investigaciones Históricas de la 

(12)

debates sobre su prevención, generación y represión, generaron dos concepciones al parecer incompatibles entre sí: la de la criminología clásica, propia de los liberales y la de la criminología positivista. 11

La criminología positivista, en su versión clásica, destacaba la importancia de las generalizaciones biológicas y sociales para entender el crimen, sosteniendo la existencia de “criminales natos” que se encontraban más allá de toda enmienda. Su fe en la validez objetiva de las investigaciones empíricas, desprovistas de la carga emotiva, religiosa o filosófica, le permitía a los criminólogos enfatizar la prevención, definiendo a la población peligrosa y proponiendo la eliminación de los incorregibles. El estudio de Zayas, citado por (Álvarez, 2010: 46) planteaba la posible demencia de los delincuentes, a cuya ejecución, en caso de comprobarse aquélla, se oponía, en virtud de que resultaban nulos sus efectos disuasivos.12

Para Zayas, el factor decisivo en la conducta criminal grave era un sentido moral deficiente, incapaz de refrenar el impulso criminal en momentos cruciales. Estas anomalías de la conducta podían ser difíciles de anticipar por parte de las personas inexpertas, pues habitualmente eran de naturaleza fisiológica. Ambas peculiaridades tenían grandes implicaciones para la justicia penal. La primera indicaba la necesidad de la medicina legal profesional, a fin de que los magistrados crédulos o ignorantes pudieran identificar a los delincuentes ocultos. De la segunda se desprendía a su vez que así fuese producto de la herencia o del medio, la criminalidad era probablemente una disposición física permanente, y en consecuencia, imposible de curar. (Álvarez, 2010: 47)

Ferri, citado por Rodríguez Manzanera (1990: 338-339) en Cruz Romero (2007: 136) considera el crimen como un fenómeno social y enuncia su Ley de Saturación Criminal, en la cual indica que: en un medio social determinado, con condiciones propias tanto individuales como físicas, se cometerá un número exacto de delitos. En su libro “Sociología Criminal” Ferri escribe que “el crimen y pena no

son fenómenos exclusivamente jurídicos; también lo son sociales. La Sociología

Criminal transmuta la ciencia de los delitos y de las penas, de exposición doctrinaria

de silogismos por fuerza única de una fantasía lógica, en ciencia de observación

      

11 Álvarez, G. (2010) “Pistas para construir las historias de la psicología y criminología mexicanas” pp.44

(13)

positiva, que valiéndose de la antropología, la psicología, la estadística, el derecho

penal y las disciplinas carcelarias se convierte en una ciencia estética.

La influencia de Ferri, en la Escuela Positiva fue determinante para que ésta aceptara que el delito se produce por la conjunción de tres clases de fuerzas o factores; unos de carácter individual, tales como la raza, la herencia, temperamento, etcétera, otros físicos como se reflejan en la temperatura, suelo, altitud, etc., y finalmente los sociales que proceden del contacto entre los seres humanos.

La influencia de los factores sociales es para Ferri indiscutible y el propio Lombroso ha de aceptar este punto de vista al incluir en su clasificación de delincuentes a los habituales. Para Ferri la idea criminosa puede surgir en la conciencia de cualquier hombre, aún del más honrado, pero en tanto que unos la desechan del pensamiento, otros la aceptan hasta el punto de ejecutar el delito, lo que determina el acto criminal es la conjunción de los factores individuales, sociales y físicos, y su influencia varía según el delincuente. El crimen es un fenómeno de anormalidad biológica y social determinado por causas antropológicas, sociales y físicas. (Rodríguez Manzanera, 1990; en Cruz Romero 2007: 137-139)

Como ya mencionamos anteriormente, los alienados tenían dos destinos para no peligrar la formación de la nueva sociedad Porfiriana que tendía a la utopía perfección; el Manicomio General de la Castañeda o la penitenciaria de Lecumberri. A lo largo de 58 años de vida del Manicomio, fueron internados más de 68000 pacientes, con padecimientos tales como: enfermos mentales, alcohólicos, sifilíticos, ancianos dementes, epilépticos, militares con traumas de guerra, histéricos, lesbianos, melancólicos, etc. Los hubo detonas las edades, y clases sociales, capitalinos, de provincia e incluso extranjeros. Algunos pasaron ahí el resto de sus días, otros se curaban, unos cuantos se fugaban, o se suicidaban.13 Ríos Molina (2007:105) menciona que hubo cuatro formas principales de tratar la enfermedad mental en aquellos primeros años en la Castañeda. En primer lugar, se utilizaron algunas técnicas que venían siendo usadas desde la medicina griega clásica como

      

13 RÌOS Molina Andrés.(2009) “La locura durante la Revolución Mexicana. Los primeros años del Manicomio General La Castañeda, 1910‐1920”. Ed. Colegio de 

(14)

los calmantes, vómitos, evacuadotes y la hidroterapia. En según lugar hubo la técnica en boga durante la segunda mitad del Siglo XIX: la electroterapia; sin embargo, sobre sus aplicaciones tenemos muy poca información, Finalmente, nos encontramos con dos propuestas terapéuticas gestadas en Europa a finales del siglo XVIII: el tratamiento moral y la hipnosis.

Una tendencia más o menos difundida, gracias a la influencia de Michel Foucault, ha sido comprender el saber psiquiátrico y los manicomios como herramientas del Estado para el control de las conductas que amenazan la estabilidad social. En consecuencia, la consolidación del Estado moderno aparece como un telón de fondo para comprender el crecimiento de la población psiquiátrica tanto en Europa como en Estados Unidos. No obstante, los expedientes clínicos mostraban que no eran los psiquiatras, apoyados por las instituciones de control social como la policía quienes recorrían las calles en busca de todos aquellos que amenazasen el proyecto de nación Más bien, nos encontramos con las familias. Ellas eran las que en un momento dado tomaban la decisión de cederle al Estado el control y el cuidado de sus locos. Es más los mismos psiquiatras vivían en una constante lucha para que los familiares se hicieran cargo de los pacientes que podían vivir en sociedad, pero los locos eran abandonados en el encierro, lo que aceleraba de forma dramática el hacinamiento. Hubo momentos en que las mismas familias terminaron imponiéndose sobre el criterio médico. Por ejemplo, cuando los médicos consideraban que el paciente merecía el alta, hubo algunas familias que se comprometían a pagar una mensualidad con tal de que el encierro continuase. En otros casos, hubo familias que solicitaban el alta de su paciente, y sin razón aparente, los internaban nuevamente 15 días después, las familias se apropiaban de la institución psiquiátrica de acuerdo con sus propios intereses y necesidades. Este hecho nos permite afirmar que la reclusión psiquiátrica estaba precedida por una definición social y cultural de lo que era considerado locura. (Ríos Molina, 1984:32)

(15)

expedientes clínicos, ya que las familias utilizaban términos propios del lenguaje psiquiátrico para hacer las descripciones del estado mental de sus enfermos, señalando que la internación era totalmente perentoria. Por lo tanto, lejos de ser entes pasivos frente al poder psiquiátrico, las familias tenían la capacidad de manipular un lenguaje especializado de acuerdo con sus propias necesidades.14

El imaginario del loco medicado, reducido y oprimido por el poder psiquiátrico con la ayuda de los electrochoques, difundido gracias al cine, también ha sido replanteado. Los expedientes nos han mostrado numerosos casos de pacientes que fingían locura para evadir responsabilidades penales, otros para huir del férreo control de las familias y otros entraban y salían de La Castañeda a su antojo. Ríos Molina (1984: 33) hace una remembranza de la vida en la Castañeda:

En los días de visita solían ingresar abogados que ofrecían sus

servicios para tramitar el alta de pacientes que pudiesen pagar sus

honorarios. De tal forma, nos hemos encontrado al loco como un actor

social con la capacidad de cuestionar los dictámenes de los médicos,

resistirse a los tratamientos psiquiátricos o fingir cordura para librarse del

encierro.

Pero no sólo la familia, también los jueces podían obrar a su antojo al margen de la medicina, ya que los pacientes que se encontraban a disposición de la Corte, salían del establecimiento a juicio de las autoridades judiciales cuando cumplían con los requisitos que éstas estipulaban, sin que los médicos del manicomio pudieran oponerse. En contrapartida la legislación francesa permitía que, incluso un paciente internado de manera voluntaria sufriera un cambio en su estatuto jurídico si a juicio de los médicos su estado de peligrosidad le impedía entrar en contacto con la sociedad, y convertían su ingreso en involuntario, sujetándolo a una autoridad policiaca. En América Latina, Perú se encontraba en el mismo caso, donde los médicos pudieron hacer valer su autoridad recurriendo al viejo concepto del loco como peligro. Sucedía también que los pacientes fueran dados de alta sólo si el

      

14 Ríos Molina, A. (1984) “La locura en el México posrevolucionario. El Manicomio La Castañeda y la profesionalización de la Psiquiatría. 1920‐1944”. Instituto 

(16)

director del hospital lo autorizaba tras comprobar su curación o su falta de peligrosidad, como en Cuba, donde la familia estaba prácticamente excluida en la toma de decisiones.

Por el contrario en México, según descripciones de Sacristán (2002:77): “[…]

los alienistas se vieron sujetos a imperativos totalmente fuera de su control, pero en

su esfuerzo por convencer de la legitimidad de sus demandas construyeron un

imaginario en torno al enfermo mental que lo presentaba como una amenaza social

por su peligrosidad, al grado de que Millán llegó a plantear la necesidad de una

profilaxis en este terreno como parte de las obligaciones del Estado, al igual que se

estaba haciendo en otros campos de la salud: En efecto, para proteger la salud

pública, los médicos estamos obligados, por las disposiciones legales en vigor, a

declarar ante el Departamento de Salubridad los casos de enfermedades

infecto-contagiosas que conozcamos en el ejercicio de nuestra profesión. Nadie discute lo

legítimo y útil de dicha medida. Pues lo mismo deberíamos hacer los médicos ante

determinados estados de alienación mental, en los cuales el índice de peligrosidad

de los enfermos aparece manifiestamente elevado. Todos los que ejercemos nuestra

profesión de neuro-psiquiatras, hemos tenido que luchar enormemente contra la

ignorancia y los prejuicios para convencer a los familiares de la necesidad urgente

del internamiento, y no es raro el caso en que dicho internamiento haya podido

realizarse sino después de lamentables desgracias. En algunos casos, pues, el

médico debería estar obligado a declarar las enfermedades mentales desde el punto

de vista de la profilaxia [sic]”.

Solo el 1.5% de los pacientes ingresaron en calidad de “reos”: categoría aplicada a los locos que, además, había cometido un crimen y debía mantenerse aislados en el Pabellón de Peligrosos para evitar su fuga.15

Cristina Sacristán en Ríos Molina (2007:29) menciona que: “una de las razones fundamentales de la sobrepoblación obedeció a la incapacidad jurídica de los psiquiatras para decidir quien debía ser encerrado y quien merecía ser dado de

      

15 RÌOS Molina Andrés.(2009) “La locura durante la Revolución Mexicana. Los primeros años del Manicomio General La Castañeda, 1910‐1920”. Ed. Colegio de 

(17)

alta. Lo que si muestra Sacristán es la notable paradoja de la Psiquiatría mexicana: mientras que otros países se discutía el exceso del poder de la psiquiatría, en México brillaba por sus creencias jurídicas”.

Para acercarnos a este proceso, destacaremos en primer término, la lucha de los alienistas mexicanos por construir un espacio terapéutico bajo el control de la medicina, ajeno a los intereses de las familias o de los poderes públicos, donde la curación del paciente no se viera supeditada ni entorpecida por otros fines. Sin embargo, la falta de una legislación a nivel federal que regulara el internamiento de los enfermos mentales recluidos contra su voluntad, mostró en poco tiempo la desprotección jurídica del loco internado. Ello provocó entre los primeros alienistas el temor a ser acusados de incurrir en la violación de las garantías individuales y a ver deteriorada su imagen como especialidad médica, circunstancias que frenaron su capacidad de acción al interior del manicomio produciendo un efecto de desgaste, pues buena parte de sus energías fueron canalizadas hacia la aprobación de un marco jurídico que protegiera a los internos, labor que no puede ser considerada propiamente de orden médico. En un segundo momento, analizaremos la posición asumida por estos mismos alienistas ante el agotamiento de la institución manicomial como proyecto terapéutico, evidenciado en la progresiva sobrepoblación que padeció La Castañeda. Conforme el problema fue creciendo, las razones esgrimidas para restringir la admisión de nuevos enfermos y aumentar el número de las altas fueron convergiendo hasta llegar a un concepto que acabaría por definir al loco dejando muy de lado su condición de enfermo: el de su real o potencial peligrosidad. En ambos casos, la psiquiatría mexicana se vio «compelida» a asumir un rol que no figuraba entre sus planes y del que renegaría en más de una ocasión. . (Sacristán, 2002: 64-65)

(18)

mueve los más recónditos y arcaicos deseos de la colectividad, que son siempre primitivos y violentos.16

Hubo un interés teórico por definir si una enfermedad era o no peligrosa, se discutieron enfermedades como la histeria, la neurosis, la epilepsia, la sífilis, la manía y hasta la imbecilidad, la tifoidea, el morfinismo y el alcoholismo. Interesaba a los médicos juristas en tanto amenazas sociales

Los alienistas porfirianos tuvieron ambigüedades acerca del fenómeno de la locura, ya que por un lado, proclamaban la inocencia de los dementes y por el otro, alertaban acerca de su peligrosidad.

La lucha de los alienistas mexicanos por construir un espacio terapéutico bajo el control de la medicina, impulsada en un primer momento por el Estado, se vio entorpecida por la ausencia de un marco jurídico que diera transparencia a la actuación de la incipiente psiquiatría y que protegiera las garantías individuales de los enfermos recluidos. Ello provocó un efecto de desgaste entre los primeros alienistas, quienes destinaron buena parte de sus energías a un diálogo poco fructífero con las autoridades de salud, los juristas y las familias, y condujo a una definición del loco que hizo de la peligrosidad su quinta esencia.17

Los resultados del análisis efectuado por Speckman (2002:15) revelan que podía haber muchas interpretaciones con respecto a los problemas de la normatividad de la conducta, la criminalidad, la práctica judicial y el castigo, interpretaciones que podían coincidir con la propuesta liberal, la concepción católica o la corriente tradicional del derecho, pero que también podían acercarse a la escuela positivista del derecho penal o a la difundida en los estudios psicológicos o psicoanalíticos, que ponían énfasis en la psique morbosa del criminal. (Álvarez, 2010: 44)

      

16 Quiróz, A. (1952) “Un estrangulador de Mujeres”. Porrúa. México.pp.51

17 Sacristán, Mª C. (2002) “Entre curar y contener. La Psiquiatría mexicana ante el desamparo Jurídico, 1870‐1944” intituto Mora, FRENIA, Vol. II (2). México, 

(19)

Los procesos Judiciales de los Alienados

El marco jurídico para la delincuencia y la alineación fueron los Códigos Civil (1870/1884) y Penal (1872). En el primero, dos figuras se relacionan con los locos: la interdicción y la tutela. Por su condición, los alienados no podían celebrar matrimonio, administrar bienes y testar. El Código Penal, por su parte, define delito y delincuente, y busca acotar la responsabilidad penal de los enajenados mentales. (Álvarez, 2010: 48) 

Olvera José en Ríos Molina (2007:75) argumentaba que no era lógico que en los asilos para dementes convivieran locos “tranquilos” con locos criminales. Por ello sugería la creación de un sitio prisión para este tipo de “locos peligrosos

El Código Penal vigente en 1942 contemplaba que si a un procesado se le declaraba enfermo mental, y por lo tanto, inhabilitado para ser procesado, se le recluía de por vida en el pabellón psiquiátrico de Lecumberri. La pena máxima para tales casos era de 20 años por aquellos días.18

El caso de los alienados estaba comprendido en el artículo 68 del Código Penal. El procesado que poseía un elevado grado de peligrosidad criminal debía estar segregado ad-vitam , por los efectos de la defensa de la sociedad y de su tratamiento. Debía permanecer en el anexo psiquiátrico de la penitenciaria, donde no era incompatible la reclusión y la atención médica que su estado requería. 19

Desde el punto de vista de la incapacitación, la psiquiatría mexicana fue reconocida como especialidad cuya competencia frente a la enajenación mental no podía ser suplida por la de otros médicos, pues en 1932 el código de procedimientos civiles exigió que los médicos encargados de los peritajes fueran «perfectamente alienistas. Sin embargo, la incapacitación no fue bien vista por los psiquiatras como mecanismo de ingreso ya que la medicina se encontraba subordinaba a los jueces, quienes finalmente dictaban la sentencia. Además, su lentitud la hacía poco operativa cuando el loco suponía un peligro para la seguridad pública, momento en que se requería de un mecanismo de ingreso más expedito14. Ante tal estado de

      

18 Garmabella, J. (2007)  “El criminólogo. Los casos más impactantes del Dr. Quiroz Cuarón” 1º Edición, Debolsillo, México.pp.83

(20)

cosas, las instituciones mexicanas lucharon por establecer reglamentos internos que contaran con la aprobación de las autoridades de salud para tener un respaldo legal, lo que en principio protegía a los alienistas de una acusación por privación de libertad, tema delicado, ya que si bien el prestigio de la psiquiatría se fundamentaba en sus éxitos terapéuticos, requería una gestión transparente que impidiera cualquier sospecha de internamientos irregulares apoyados en un supuesto diagnóstico de locura . (Sacristán, 2002: 66)

si bien el primer impulso a la psiquiatría mexicana provino del Estado, siendo el Manicomio General de la Ciudad de México su mayor expresión, este esfuerzo no se consolidó. Sabemos que coyunturas históricas específicas como la inauguración de La Castañeda en la antesala de la Revolución Mexicana influyeron de manera muy importante en el deterioro de la institución a causa de la bancarrota económica y la inestabilidad política que siguió a los años de guerra interna. Conocemos también que tendencias históricas de larga duración como el hecho de que el modelo del asilo-manicomio tarde o temprano terminaba por alcanzar sus propios límites, también se hicieron presentes en el caso mexicano pues la saturación de La Castañeda pareció desbordar cualquier intento de mejoría asistencial. Sin embargo, Sscristán (2002:80) destaca que “la historia posiblemente habría tomado otro curso

si la psiquiatría mexicana hubiera contado con un marco jurídico que diera

certidumbre y transparencia a su actuación, y protección a los enfermos recluidos.

La ausencia de este respaldo condujo a la psiquiatría a dividir sus fuerzas «entre

curar y contener», lo que inevitablemente mermó sus alcances y por ende su

credibilidad.” 20

En México, bajo la influencia francesa del siglo XIX, no se sanciona una Ley que norme la admisión en establecimientos psiquiátricos públicos y privados de cara a la protección tanto del paciente como del médico. Se dejaba a la reglamentación interna de cada hospital decidir sobre las condiciones de ingreso las cuales no garantizaban el respeto a los derechos individuales. 21

      

20 Sacristán, Mª C. (2002) “Entre curar y contener. La Psiquiatría mexicana ante el desamparo Jurídico, 1870‐1944” intituto Mora, FRENIA, Vol. II (2). México, pp. 61‐80 21 Sacristán, Mª C. (1993) “¿Quién me metió en el Manicomio? El internamiento de enfermos mentales en México, siglos XIX y XX”.  Instituto Mora. Relaciones 74. Vol. XIX. 

(21)

El Dr. Samuel Ramírez Moreno en 1934, en Sacristán (1998: 215 ) dice : “En

México, […] no existe, sin embargo, una conveniente legislación sobre alienados,

pues si a éstos se aplican determinados artículos de los códigos, no hay

propiamente una ley de conjunto donde se prevea y defina todo lo que a ellos refiere

[…]. La falta de esta legislación favorece múltiples trastornos que continuamente se

presentan, como actos anormales o delictuosos cometidos por alienados que están

libres, quejas de supuestas secuestraciones, y por otro lado, carencia de normas

para los peritajes, estudios y dictámenes oficiales o particulares que sirvan de base

para formular los certificados de internamiento y juicios de interdicción, además de

otros muchos de carácter médico-legar”.

Alfaro Alamilla, en Sacristán (1998: 215) se muestra alarmada por el supuesto de individuos que podrían delinquir a causa de sus padecimientos mentales, pero que no son internados sino hasta la comisión del delito. Como las codificaciones civiles y penales existentes no permiten “ninguna oportunidad de intervenir por medio de cualquier autoridad en la prevención de actos antisociales”; su preocupación iba dirigida a la protección de la sociedad. En este mismo sentido, le parecía grave que la familia pudiera obtener la salida del enfermo del manicomio sin mayores trámites, incluso sin el consentimiento del médico, pues “por la falta de

ley especial, enfermos mentales peligrosos, ya internados son externados por simple

solicitud familiar, sin que las autoridades administrativas puedan oponerse a su

externacion, y ello ha ocasionado no pocos delitos.” Dr. Samuel Ramírez Moreno en 1934, en Sacristán (1998: 216)

Revisión de conceptos de Criminología

 

Barrita López, (1999: 60) nos dice acerca de la juventud de la ciencia de la Criminología lo siguiente:

“Si la Criminología es relativamente joven, como rama de la ciencia, hace, sin

embargo, largo tiempo que los seres humanos se preocupan de hechos

esporádicos (sin sistematización alguna) para saber las causas de la delincuencia.

Hasta hace poco esta búsqueda fue desde el punto de vista filosófico o teológico

(22)

Para Orellana (1988), citado por Cruz Romero (2007: 57) la Criminología “se

trata de una ciencia causal explicativa, porque pretende descubrir las causas o

factores que influyen en el fenómeno criminal, y explicar con principios o leyes tales

fenómenos y buscar la prevención del delito que es uno de sus capítulos

fundamentales. Es natural y cultural, ya que la Criminología estudia la conducta

criminal como un hecho o acaecer de orden natural, atribuida al hombre como un ser

de la Naturaleza; y es cultural, porque, además de la individualidad biológica natural,

el delito (la conducta antisocial) es un producto social; es decir cultural. Todo delito

se produce dentro de un contexto natural, social y cultural.”22

Para García Pablos de Molina, (2001: 33) la Criminología es una ciencia, y al respecto afirma: “La Criminología es una ciencia. Aporta una información válida, fiable y contrastada sobre el problema criminal; la información obtenida gracias a un

método (empírico) que descansa en el análisis y observación de la realidad. No se

trata, pues de un arte o de una praxis sino de una genuina ciencia. Precisamente por

ello, la Criminología dispone de un objeto de conocimiento propio, de un método o

métodos y de un sólido cuerpo de doctrina sobre el fenómeno delictivo, avalado, por

cierto, por más de un siglo de investigación”.

Por Quiroz Cuarón: Criminología es el estudio de las conductas antisociales y desviadas en todos los aspectos o sea, es el estudio completo del hombre desde el punto de vista médico, psicológico y social para entender la dinámica de las conductas antisociales, prevenirlas o tratarlas con objeto de rehabilitar al hombre para reincorporarlo a su medio social. La criminología es la ciencia sintética, causal-explicativa, natural y cultural de las conductas parasociales o antisociales.23

Ni siquiera Lombroso, hizo generalización de que todos los delincuentes sean enfermos. Algunos delincuentes son anómalos, pero muy pocos enfermos mentales (solo el 4% poseen enfermedades mentales).la gran mayoría de quienes delinquen lo hacen por determinaciones fundamentalmente socioeconómicas. (Garmabella, 2007: 48).

Los discursos de la criminología, el derecho penal, la antropología, la psiquiatría y la psicología desarrollados en el México de la época porfiriana –aunque diferentes- coinciden y parecen hablar de lo mismo: la responsabilidad legal de los

      

(23)

alienados, las causas y remedios para la delincuencia y lo que algunos consideraban patologías sociales, como el alcoholismo.24

Para aclarar completamente un caso es indispensable responder de modo convincente a lo que ellos llaman los siente puntos de oro de la investigación criminológica: ¿qué sucedió?, ¿Quiénes son las víctimas), ¿y el victimario?, ¿cuándo sucedieron los hechos?, ¿dónde sucedieron?, ¿cómo sucedieron?, ¿con que? Y ¿Por qué? (Garmabella, 2007: 59).

Valor de los Dictámenes

El profesor Enrico Altavilla, en su Psicología Judicial, afirma que el perito es un investigador de pruebas por medios técnicos. El dictamen es un juicio técnico, que vale según los hechos científicos o técnicos que lo fundamenten y de las relaciones y conclusiones que es establezcan. A propósito de la investigación psiquiátrica, dice: “Le compete al perito reunir los hechos somáticos, fisiológicos y psiquiátricos, debe hacerlo a través de largas experiencias y sirviéndose, frecuentemente, de instrumentos delicadísimos; a estas experiencias no asiste el juez, el cual, por ello, tiene que apreciar un material probatorio que no le es directamente controlable, especialmente en lo que se refiere a las características fisiológicas. Por consiguiente, el juez, aprecia estos resultados como verdaderos testimonios técnicos. 25

Cuando el perito llega a una conclusión de sus observaciones, como resultado de un proceso lógico deductivo, inspirado además en su experiencia y en su cultura; el juez puede, libremente, aceptar o rechazarlo. El perito, no es, por tanto, en esta segunda función, una fuente de prueba, porque la prueba debe ser vista en

      

24 Álvarez, G. (2010) “Pistas para construir las historias de la psicología y criminología mexicanas” en Eric García López (Director) (2010). Fundamentos de Psicología 

Jurídica y Forense. México: Oxford University Press, pp. 43

25 Quiróz, A. (1952) “Un estrangulador de Mujeres”. Porrúa. México.pp.52

(24)

relación al hecho y al individuo objetos de la investigación judicial, más sirven de guía al juez en la interpretación de los elementos de prueba por el elegido”.

Además de la observación, el perito tenía otro instrumento de gran valor, la experimentación que le permitía a él o a otros peritos, repetir sus experiencias y aun controlarlas mediante la aplicación del método estadístico. Es por esto que un dictamen debía ser el resultado lógico de observaciones hechas objetivamente. 26

 

      

(25)

Capítulo II

Vida de Gregorio Cárdenas hasta el momento de la

aprehensión

Estilo de vida

 

Ham Ricardo (2007:13) afirma que: “Gregorio Cárdenas Hernández, nació en Córdoba Veracruz en 1915 fue el menor de diez hermanos”.

(Ídem: 16) La infancia de Cárdenas Hernández esta llena de versiones encontradas, mientras Vicente declaraba que Goyo siempre ha sido dócil y obediente, algunos compañeros de la escuela lo señalaban mas bien como un niño bastante tímido y cobarde pero muy maldoso pues acostumbraba dar estiércol oculto en dulces a sus compañeros o quemar el cabello de sus amigas. De igual forma menciona con insistencia su crueldad hacia los animales con frecuencia tomaba pollitos y los mataba en el quicio de las puertas las que luego cerraba poco a poco, mas adelante en su época de estudiante de ciencias químicas y ante los escandalosos homicidios, Goyo gustaba de experimentar con gansos y conejos, algunos de los cuales aparecieron enterrados en su jardín.

Según Lafora la vida sexual de Gregorio Cárdenas se inicia a los 11 años, con las manifestaciones narcisistas habituales sin tendencia pederastica o incestuosa; algún familiar declaro que Goyo quería encontrar en cada muchacha a un medio para saciar su libido y que en una ocasión fue sorprendido de la inocencia de una amiga a quien le pago para que le permitiera algunos excesos.

(26)

criminólogos que lo estudiaron, Goyo siempre tuvo problemas neurológicos, según doña Vicenta desde niño presento un tic llamado “mal romboidal” o “epilepsia crepuscular”, como la llamaría la defensa. Por otra parte el Dr. Quiroz Cuaròn prominente estudioso de la conducta criminal y el eterno perseguidor del estrangulador, descubrió en los numerosos análisis efectuados a Goyo, manchas en la piel, fisuras severas en la lengua y tendencias a dormir demasiado tiempo todo ello consecuencias de una epidemia de encefalitis que ataco al homicida durante su niñez, la cual, ocasiono un infección en el sistema nervioso central destruyendo el tejido no reproducible del futuro asesino.

Cuando tenía 17 años, ingreso a los Ferrocarriles Nacionales de México como taquimecanógrafo del superpendiente de la División del Sureste, con asiento en Tierra Blanca, Veracruz. Un año después trabajaba con la Sociedad Mutualista de Despachadores y Telegrafistas Ferrocarrileros, Así mismo a la edad de los 18 años comienza a frecuentar prostitutas, llegando a padecer enfermedades veneras.

En 1933 busco suerte en la empresa de Rómulo uno de sus hermanos; pero allí solo estuvo durante dos años, ya que en 1935 entro a trabajar en la compañía mexicana de petróleos El Águila, en Nanchital, Veracruz.

Se desempeño como taquimecanógrafo bilingüe y poco a poco se vinculo políticamente al gran cambio que implico el paso del Águila a Petróleos Mexicanos (PEMEX), mismo acto que le sirvió para incorporar a trabajar a sus hermanos menores a esta empresa.

La familia de Gregorio Cárdenas, decide abandonar Veracruz, para instalarse en la Ciudad de México en la calle: Violeta No.4, en la colonia Guerrero, en el Distrito Federal, donde vivía con sus padres y ocho de sus hermanos.

(27)

Sabina y vivió solo unos cuantos meses debido a una separación, llevando a cabo su divorcio en la ciudad de Tampico.

Cuando ingreso a la Preparatoria en 1940, lo consideraban como un soltero exitoso, por ser dueño de un auto Ford 1937 objeto de distinción en aquellos días, allí conoció a Graciela Arias Dávalos de 21 años, de quien Goyo se enamoro profundamente, pero no siendo correspondido de la misma forma.

En abril de 1940 Gregorio opto por rentar una casa en la colonia Tacaba, en la calle Mar del Norte, estableció su laboratorio y biblioteca, misma en la que era visitados por varias prostitutas a petición de Goyo, y en la cual daba permiso a sus compañeros de estudiar.

El 23 de agosto de 1942 contrata los servicios de Maria de los Ángeles González Moreno, una prostituta de 16 años, quien se convertiría en su primera victima, después de haber tenido sexo, al vestirse y ponerse los zapatos se apodero del el un profundo ataque de ira contra todas la mujeres, se acerco a la joven por la espalda y con un clave, previamente forrado con tela, la ahorco, al tener el cadáver frente al no soporto su mirada, así que pidió a su vecino una pala y la enterró en el jardín de la casa (testimonio por Gregorio), el 29 de agosto mato a Rosa Reyes Quiroz y el 2 de septiembre a Raquel Martínez de León, siguiendo el mismo patrón utilizado con estas 3 victimas.

La detención de Gregorio Cárdenas se da por la desaparición de Graciela Arias

(28)

El general Leopoldo de inmediato comisiono a los detectives José Acosta Suárez27 y Ana Maria Dorantes con números 35 y 104, iniciaron su investigación.

Se emitieron órdenes con número 11060 y 11221 haciendo interrogatorios en la Escuela Nacional Preparatoria, se concluyo que la última vez que vieron a Graciela se guarecía de la fuerte lluvia en el automóvil de su amigo, el alumno aplicado que le ayudaba con sus tareas, Gregorio.

Por otra parte, cuando Gregorio asesino a Graciela en su vehículo, ahorcándola con el mismo cordón que había utilizado con las otras tres víctimas, al ver el cadáver, entro en una crisis nerviosa, hizo lo mismo que con los otros tres cadáveres, la enterró en el jardín, pero por su misma crisis nerviosa no lo hizo bien, así que parte del pie de la víctima quedaba al descubierto. Salió a la casa de su madre, doña Vicenta.

(Ríos 2010:32) afirma que: cuando la señora escucho hablar a su hijo de asesinatos y ahorcamientos de forma incoherente, opto por internarlo en el hospital psiquiátrico del doctor Gregorio Oneto Barenque28 y llamar a su abogado Jorge Casasùs. Este último sugirió que lo mejor era que Goyo se declarara loco o que buscara la manera de huir del despliegue policíaco que el padre de Graciela había organizado al ver que su hija no regresaba Cuando Acosta Suárez llego al domicilio de Vicenta, ya había partido, su madre explico a los detectives que Goyo había perdido la razón.

Al intentar localizar a Cárdenas Hernández se sorprende al enterarse de que acababa de ser internado en un hospital psiquiátrico por su propia madre, los agentes se trasladan hasta el para interrogar al sospechoso que los recibe con una extraña y bien ensayada historia en la que Goyo, sosteniendo un pedazo de gis en la mano, decía ser inventor de una píldora de invisibilidad, la cual acababa de tomar y era cuestión de tiempo para que hiciera efecto. Pese a lo original del cuento, el servicio secreto insiste en sus cuestionamientos sobre el paradero de la joven Arias

      

27

En Lazo Norma 2007. Acosta Suárez tenía experiencia en crímenes cruentos. Un año atrás había detenido a la descuartizadora de la colonia Roma. No se dejaba impresionar por las supuestas virtudes de los sospechosos. Su olfato pronosticaba que ese muchacho serio y honrado estaba involucrado en la desaparición de la joven.

28 

(29)

ante lo que el homicida, le menciona a Acosta que se escondía de Manuel Arias ya que pensaba que erróneamente había asesinado a su hija, se desvanecieron dudas y se afianzaron las sospechas, no tiene más que confesar su responsabilidad en el caso de Graciela Arias.

El siguiente paso era registrar la casa ubicada en Mar del Norte número 20, en la colonia Tacaba, al registrar la casa no encontraron nada, solo objetos tirados que ocupaba para el laboratorio, así como objetos personales de Graciela que su padre reconoció como un pañuelo y espejo.

Sobre el ¿cómo llego al servicio secreto la conclusión de que los cuerpos estaban enterrados en aquel pequeño jardín? Existen 3 versiones encontradas. La primera de ellas narra que algunas vecinas que gustaban de espiar a sus compañeros de calle, observaron desde la azotea que entre la tierra removida de aquel prado se podían apreciar los zapatos de una mujer bajo tierra, hecho que inmediatamente reportaron a la policía (Ham 2007: 18).

Otra versión, la mejor documentada, cuenta que el abogado Miguel Arias Córdoba, padre de Graciela, contacto al servicio secreto para localizar a su hija de 20 años. Los interrogatorios a compañeros de la joven arrojaron como resultado que Goyo fue la última persona que acompaño a Graciela, como se menciono anteriormente.

Y la ultima es que el detective Suárez no era de los que se daban por vencido a si que conmovido por el caso regreso al día siguiente a la casa de Mar del Norte, se encontraba deambulando la casa cundo un enjambre de moscas llamo su atención se acerco y removió la tierra en el lugar que se encontraban volando las moscas, cuando observo que uno de los dedos del pie de la victima salían a relucir (Lazo 2007: 108).

Al dirigirse a la vivienda ubicada en Mar del Norte 20, la sorpresa fue mayúscula, pues no solo se encontró el cuerpo de Graciela, sino de las tres mujeres más, avanzados en estado de descomposición y, según testigos, teñidos de un extraño color dorado.

(30)

policías y periodistas. Los curiosos se asomaban desde las azoteas para averiguar que sucedía en casa del vecino tranquilo con espejuelos de aumento (Lazo 2007:108).

El 7 de septiembre de 1942 se realizo el primer obscurecimiento en la Ciudad por temor a un bombardeo de las potencias del eje.29 México cayo en penumbra y el caso de El estrangulador de Tacuba solo ensombreció mas a sus habitantes: tres cadáveres de mujeres entre ellos el de Graciela Arias fueron desenterrados del jardín en la casa de el Barba azul mexicano (Lazo 2007:108)

(Ham 2007: 18) Cerca de las tres de la tarde del 8 de septiembre de 1942, en el jardín de la pequeña vivienda rentada por Gregorio Cárdenas, fueron encontrados sin vida los cuerpos ya no tres sino de cuatro mujeres, sus nombres: Raquel Rodríguez León, Maria de los Ángeles González Moreno, Rosa Reyes Quiroz y Graciela Arias, todas con síntomas de asfixia por estrangulación debido a presión ejercida por una soga y, en el caso de Graciela Arias, por traumatismo craneoencefálico o golpes en la cabeza

(Ham 2007:19) afirma que: los cuatro asesinatos ocurrieron en un lapso menor de 20 días, este ritmo resulta impresionante incluso para un asesino serial de nuestros días.

Versiones periodísticas de la época relacionan a Goyo con una victima mas, otra prostituta encontrada en el cuarto de un Hotel de la colonia Guerrero y quien, según algunos testigos fue vista por ultima vez con el homicida como cliente, la victima tenia rastros de asfixia por estrangulación, hay que recordar que la madre de Cárdenas vivía en la calle de Violeta o Zarco de la misma colonia, y que Goyo frecuentaba muchísimo aquella casa y las zonas de prostituciòn o cabaretes de dicha colonia. Sobre esta versión no hubo más investigaciones.

Al llegar a la delegación de policía, el homicida hizo gala de se desarrollada capacidad como mecanógrafo y redacto en cuestión de minutos su propia

      

29

Lazo 2007:108 La ciudad se sacudía por un viento de zozobra, estallaba la Segunda Guerra Mundial y México le había declarado la guerra a las potencias del Eje: Alemania y Japón.

(31)

declaración en la que aceptaba los homicidios contra estas cuatro mujeres, pese a esto y al pasar los años, Goyo negó toda responsabilidad en el cuádruple asesinato alegando no recordar absolutamente nada de los hechos y argumentando haber sido víctima de un complot orquestado por sus enemigos dentro del sindicato petrolero (Ham 2007: 19).

Ingreso el 5 de noviembre de 1942 al mas importante hospital psiquiátrico de México (La Castañeda)30, pero una vez dentro los psiquiatra dudaban que fuera un espacio para el, ya que no era como los demás “locos”; es decir no hacia ni decía incoherencias. En cambio pasaba horas en la biblioteca leyendo sobre neurología y psiquiatría, obtuvo un permiso especial para que se le permitiera acudir a las conferencias y charlas que brindaban algunos especialistas en el interior del psiquiátrico, y además asistía a las clases de clínica psiquiátrica que se impartía en el manicomio a los estudiantes de medicina, en las cuales asistía como oyente o a relatar su caso, poniéndolo como ejemplo.

Se sabe que durante su breve paso por la Castañeda acostumbraba mantener relaciones amorosas con el personal femenino que ahí labora31 llegando incluso a salir de vez en cuando del manicomio para acudir al cine. Sin embargo, también tuvo que sufrir las consecuencias de permanecer en un lugar como este pues sometido a largas sesiones de pruebas psiquiatritas y de electrochoques. Inclusive el mismo Goyo declaro alguna ocasión que tenían intensiones de practicarle una lobotomía frontal (Ham 2007: 20)

      

30 

En RÌOS Molina Andrés. “La locura durante la Revolución Mexicana. Los primeros años del Manicomio General La Castañeda, 1910-1920”. Ed. Colegio de México, México 2009. El Manicomio General La Castañeda fue inaugurado el 1º de septiembre de 1910 por el presidente Porfirio Díaz (quien buscaba la incursión hacia la modernidad), proyectado para atender a 1200 pacientes, sus primeros 779 pacientes fueron remitidos por los hospitales. En 1968 fue clausurado y demolido.

A lo largo de 58 años de vida del Manicomio, fueron internados más de 68000 pacientes, con padecimientos tales como: enfermos mentales, alcohólicos, sifilíticos, ancianos dementes, epilépticos, militares con traumas de guerra, histéricas, lesbianas, melancólicos, etc. Los hubo de tonas las edades, y clases sociales, capitalinos, de provincia e incluso extranjeros. Algunos pasaron ahí el resto de sus días, otros se curaban, unos cuantos se fugaban, o se suicidaban

31 Ídem 2009: 136-137. En la época y casi recién inaugurado el manicomio de la Castañeda (1925), referente a esto tenemos

el testimonio de Consuelo una joven interna que escribe al periódico El Universal dando su testimonio de lo que ahí sucedía. “Soy una loca del manicomio General. Y si usted no tiene miedo, ni a las ironía y locas alegres, lea lo siguiente, que es el fruto de mis vicios y de mi estancia por cinco años en el manicomio General. No me conoce usted ni me conocerá nunca, por eso me atrevo a mandarle estas ociosidades que espero le sean útiles para su periódico. (….) No se si usted conozca esta prisión y Burdel disimulado, pues tres de mis amantes lo he sacado de aquí.

En esta carta manifiesta que el manicomio era un lugar de “vicios” y que se consumía heroína: además lo llamaba “burdel” por los amoríos que solían existir entre pacientes y personal medico. Manifestando que el cine de la Castañeda era un pretexto y un espacio para el romance.

(32)

Durante su estancia en la Castañeda sostuvo buenas relaciones con las autoridades que incluso le permitieron montar una tienda, en donde les vendía tanto a internos como a los trabajadores del manicomio, se gano la confianza de las autoridades al grado que le permitían salir fuera de la Castañeda por su material, en este lugar estuvo hasta diciembre de 1946 fecha en la que decidió fugarse, en compañía de una enfermera de la institución, al Puerto de Veracruz. El director del psiquiátrico informo a la policía. Fue capturado y al regresar a la capital lo esperaba su nueva morada. El palacio negro de Lecumberri, en donde estuvo preso más de 30 años.

Gregorio Cárdenas pasó cerca de la mitad de su vida encerrado, estuvo preso 32 años en Lecumberri y dos mas en la Castañeda, en ambos sitios su estancia fue singular.

De inicio en Lecumberri, Goyo estuvo en el pabellón de tuberculosos, fue trasladado posteriormente a la crujía circular 1 donde ocupo la celda 26, después de un par de años fue removido a la crujía de castigo 2 en la que ocupo posteriormente la célebre celda 16, habitación que sirvió al criminal para titular su primer libro: Celda 16 (en Diana Ediciones). En 1953 Goyo fue transferido a la Crujía D y posteriormente a la enfermería del penal, en mayo de 1976 deja Lecumberri para habitar el Centro Médico de Reclusorios de Tepepan donde recibiría ayuda psiquiatrita, en septiembre del mismo año abandona definitivamente la cárcel como preso, pero sería siempre su centro de trabajo al ejercer la abogacía (Ham 2007:19).

Durante su vida en Lecumberri Goyo siempre llamo la atención, ya fuera por lo publicitado de su caso, o por su fama de maniático, la cual se refrendaba debido a su comportamiento excéntrico dentro del penal, no solo el amaneramiento ya documentado por el Dr. Cuaròn sino por otras conductas como permanecer hincado e inmóvil durante una semana al recibir la noticia de la muerte de Doña Vicente Hernández, o pasar completamente desnudo cuando algún visitante curioso deseaba asomarse al interior de su celda.

(33)

De igual forma su madre le obsequio un órgano en el que Cárdenas demostraba sus habilidades como pianista interpretando noches enteras clásicos de: Bach, Liszt, Mozart y Brahms. Ahí mismo en Lecumberri conoció a Gerardo Valdés, su segunda y última esposa con quien procrearía cuatro hijos: Marco Antonio, Julio Cesar, Gustavo y Guadalupe.

(Ham 2007:21) Gerardo vivía en la calle de Zarco de la colonia Guerrero y era amiga de la madre de Goyo, quien en alguna ocasión le pidió la acompañase a visitar al homicida recién llegado al palacio Negro, a partir de entonces, y a pesar de la diferencia de edades y el pasado del criminal, inicio una larga relación que terminaría uniéndolos en matrimonio en 1953. Según declaraciones de ahora viuda de Cárdenas, Goyo fue un marido ejemplar que mantuvo y dio educación a su familia gracias a una pequeña tienda que manejaba dentro del penal y de los trabajos legales que realizaba con sus compañeros de encierro y a las regalías producto de sus cinco libros escritos en prisión: Celda 16, Pabellón de Locos, Adiós Lecumberri, Campo de concentración y Una mente turbulenta.

(Ríos 2010) Finalmente Cárdenas obtuvo su libertad el 7 de septiembre de 1976 siendo su abogado el Lic. Salvador Salieron Solano, al convencer al juez de que su cliente de 62 años de edad carecía del apetito sexual que lo había llevado a cometer sus crímenes en el pasado.

(34)

Disminución de Capacidad Mental”. Litigo hasta que su salud se lo permitió y falleció en el año de 1999.

El famoso asesino serial tuvo lugar en la década de los 1940, ¿Cuál era el contexto?

La incursión de Goyo Cárdenas ante la plasmada opinión publica tuvo lugar en un periodo marcado por la urbanización acelerada y la transformación de la Capital de México en una ciudad moderna, con los múltiples cambio que esto implico.

Las crudas bocanadas de otoño empezaban a filtrarse entre los días de verano que agonizaba. La ciudad se sacudía por un viento de zozobra, estallaba la segunda Guerra Mundial.

(Ríos 2010:13) La década de 1940 fue, sin lugar a dudas, una época dorada para México. Mientras el mundo se estremecía con los horrores de la Segunda Guerra Mundial, aquí vivíamos las delicias de la civilidad y glamour. La sórdida violencia de la Revolución era cosa del pasado y Cristiada, el ultimo reducto del fanatismo religioso, había sido extirpada; el oscurantismo había terminado nos convertíamos en una sociedad secular. Soñábamos con los beneficios que traerían la nacionalización del petróleo y la reforma agraria.

Además, el cine, la música y la pintura nacionalista nos hacían brillar por todo el mundo. Éramos refinados, cultos y ricos. ¿Qué le hacia falta a México para confirmar tan encobrada posición? Algo macabro y escandaloso que infundiera miedo, morbo y terror en la opinión pública. En 1942, la Ciudad de México exaltaba la embriaguez de la vida nocturna. La clase privilegiada saboreaba gustosa la proliferación de clubes nocturnos y cabarets. La clase obrera tampoco se podía quejar. El boom de las noches desenfrenadas produjo ofertas accesibles, quizás no tan glamorosas, pero si igual de divertidas.

(Lazo 2007:105). Menciona que: Proliferaban las películas como

Cuando los hijos se van (1941), en las que una madre abnegada y casi

(35)

madrecitas, sino también de los voluptuosos y convulsos senos de las mujeres de la vida fácil. Películas como Flor de Fango (1941) o Casa de

Mujeres (1942), nos instruían sobre la fragilidad y perfidia de las jóvenes. De este mar de ideas maltrechas emergió El estrangulador de Tacaba.

(Ídem 110) “Goyo Cárdenas y el amarillismo con que la prensa trato su caso, distrajeron a la sociedad mexicana de la carestía, el desempleo y las amenazas de bomba. Una ciudad embriagada por la noche y la rumba, que enmudeció por unos instantes ante los crímenes de El estrangulador de Tacaba”.

Mismo que nos demuestra como el trágico capitulo de Goyo sale a escena, es tan atractivo que difícilmente podía quedarse solo como una historia más de esta enorme Ciudad, sino que debía ser abordada y reflejada desde el escenario, ya fuera desde el set cinematográfico o las tablas teatrales como ocurrió.

Ríos (2010:21) quien afirma que: “en la abundancia de detalles podremos ver a Goyo Cárdenas como un hijo del México posrevolucionario y no como un asesino serial mas en la historia del crimen; detalles que se revelan al surgimiento en las circunstancias etnográficas32 e históricas únicas que dan sentido a la relación que es tejido entre las sociedades mexicanas de mediados de siglo XX y su más famoso asesino serial”.

Hubo un avance significativo, es decir aumentaron los asesinos seriales33 en los dos periodos en cuestión (1940-1966) y (1966-1999), y hubo un acercamiento progresivo a un modelo particular de crímenes, siendo el principal placer que concedía a los asesinos la destrucción del cuerpo femenino.

Pero por otra parte y contradiciendo lo anterior tenemos al autor Ricardo Ham (2007:13) afirma que: “Según las teorías actuales sobre asesinos seriales34y sus modos operando, podemos decir que Cárdenas fue un asesino serial organizado ya

      

32 Ríos 2010: 13. “es un principio etnográfico: el civilizado solo existe si tiene un salvaje con quien comparase. Y tuvimos el nuestro. La crueldad y la irracionalidad encarnaron en un estudiante de química; el fue la amalgama perfecta entre sexo, locura y crimen: Gregorio Cárdenas Hernández, Goyo, el Estrangulador de Tacaba”

33 Ídem: 25. 

La sociedad moderna ha elaborado un modelo criminal con nueve características: un monstruo solitario, individual, hábil, con una mente superior, poco llamativo, meticuloso, necrofìlico, y con un poderoso don de mimesis.

34 Ham Ricardo 2007: 15

(36)

que planeó organizadamente los homicidios, tuvo sexo con la victima antes de asesinarla usaba regularmente el mismo instrumento para la asfixia, guardaba dentro de si un particular resentimiento hacia las mujeres y trato de ocultar los cuerpos sin vida, además de otras características sociales como: tener un empleo estable, presumir de inteligencia superior, ser sociable y sostener relaciones afectivas”.

Imagem

Cuadro Resumen de Peritajes realizados  a Gregorio Cárdenas

Referências

Documentos relacionados

No presente estudo, com recurso ao modelo logit, é desenhado um modelo explicativo das insolvências das PME’s portuguesas que, para além de variáveis financeiras e de controlo da

Entre la II Guerra Mundial y la década de 1970 se produjo un predominio del poder político sobre el financiero, no solo en los países centrales, sino asimismo en los periféricos que

la corrección quirúrgica de estenosis aórtica es “un poco mayor” en los añosos que en los “más jóvenes”. Algunas consideraciones deben ser hechas, pues

La revista fue informada sobre un error en el or- den de autoría y en el nombre de un de los auto- res, no detectado a tiempo por los autores durante la revisión de la

respecte pas les limites, les places, les règles. El retorno del muerto rompe con los marcos diferenciales de inclusión/exclusión definidos por la organización social

During this study there were created a series of interactive artworks related to my prac- tice-based research on the relations between Sound, Visuals and Movement in interactive

horas, Êncubriu/o diagnóstico de Enfisema Lobar Infantil por alguns dias, entretanto com a melhora do quadro clínico o exame radiolõgico veio a comprova-lo. No caso

NÃO ALFABETIZADOS 0% 3º GRAU COMPLETO 7% EXECUÇÃO 5% CONSOLIDAÇÃO 1% CONSCIENTIZAÇÃO EXECUÇÃO CONSOLIDAÇÃO GRAU DE ESCOLARIDADE 1º GRAU COMPLETO 64% 2º GRAU COMPLETO 29%