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Enfermeria : Capacitación para la enseñanza en grupo en clínicas

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Academic year: 2017

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Enfermería

CAPACITACIÓN PARA LA ENSEÑANZA EN GRUPO

EN CLINICAS

POR MARION MURPHYZ Y WINIFRED FISHER3

La supervisión de discusiones entre pequeños grupos de enfermos que esperan en las clínicas constituye un importante paso en la prepa- ración de las estudiantes de enfermería de salud pública para la en- señanza en grupo.

En el futuro, las enfermeras que se dediquen a salud pública, tendrán que estar preparadas y dispuestas a usar cada vez más los métodos de trabajo en grupo. Aunque siempre se ha considerado que el trabajo con grupos de la colectividad forma parte de los deberes de la enfer- mera de salud pública, esta necesidad se ha ido al parecer acentuando, especialmente en los organismos oficiales. Es posible que el creciente interés en las técnicas de trabajo en grupos y su extenso uso por los organismos de la colectividad, al exigir una importante participación de la enfermera, le haya permitido apreciar las ventajas del trabajo en grupo. La literatura de años recientes demuestra que las organizaciones de enfermería y los grupos de educación de enfermería también han prestado gran atención al empleo del sistema de grupos.

La simple cuestión de cómo se puede ayudar a una enfermera a de- senvolverse ante un grupo de la colectividad y hacer un aporte apre- ciable al mismo tiempo, parece correr el peligro de perderse en un laberinto de términos, como por ejemplo, papel que desempeña, problemas de censos, sesiones de conversación general y otros medios del trabajo en grupo de los que se ha hecho muy buen uso, pero que sólo representan los medios que conducen a un fin. $uál es la preparación para el trabajo en grupo de la enfermera ordinaria que ha completado un plan aprobado de estudios en enfermería de salud pública? {Qué

1 Traducido por la Oficina Sanitaria Panamericana y publicado con autorisa- ción de Nursing Outlook, febrero 1954, p. 70.

2 La Srta. Murphy (St. Mary’s, Minneapolis; BS., Universidad de Minne- sota; M.P.H., Universidad de Michigan), era catedrática residente de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan en la fecha en que escribió este articulo. Actualmente es profesora de enfermería de salud pública en la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Minnesota.

3 La Srta. Fisher (B.S. y M.P.H., Universidad de Michigan) es subdirectora del servicio de enfermería en el Departamento de Sanidad del Condado Wash- tenaw (Michigan) e instructora a tiempo parcial de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan.

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cursos para practicar el trabajo en grupos se le exigieron como parte del plan de estudios?

En la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Michigan hemos experimentado un curso prosaicamente designado “Funciones de en- señanza de la enfermera de salud pública,” que es obligatorio para las estudiantes más adelantadas después que han terminado la práctica de campo. En este curso tratamos de ayudar a las estudiantes a aplicar en las situaciones de enseñanza en grupo lo que han aprendido en otros cursos y lo que han practicado en el campo. Puede que hayan observado el trabajo en grupo en el campo, pero generalmente están poco fami- liarizadas con él. Esperamos lograr el equilibrio entre las materias ’ adecuadas y precisas y la manera apropiada de presentarlas a los grupos. En cierto sentido, este curso constituye una orientación del trabajo en grupo, puesto que los elementos de organización de grupos, la diná- mica de éstos, ciertos materiales de educación sanitaria y otros métodos de enseñanza se reunen y relacionan con las actividades de enfermería de salud pública. Siempre que resulta posible, las estudiantes toman cursos electivos de asesoramiento, educación de adultos, auxiliares audiovisuales o dinámica de grupos, aunque quizás no cuenten con ninguno de estos cursos. Investigamos la forma en que las enfermeras de salud pública pueden trabajar con los grupos de la colectividad y examinamos los métodos más corrientes empleados en la práctica. El objetivo de nuestro curso es preparar una enfermera de salud pública capaz de hacer frente a las necesidades del trabajo en grupo, en las situaciones corrientes en el campo, con el apoyo y ayuda de un super- visor de campo. Más que destreza, los resultados que se esperan son la comprensión de los métodos de grupo y el empleo de habilidades ini- ciales.

Existen dos actividades principales en las que la estudiante practica las habilidades de grupo. La primera es la dirección de una discusión informal de un tema sanitario, ya sea en una conferencia sobre higiene infantil o en una clínica de tuberculosis dirigida por el Departamento de Sanidad del Condado de Washtenaw. La segunda, que se describe en otro trabajo, exige que la estudiante prepare, para un grupo de la colec- tividad, unãserie de clases sobre un tema de sanidad y que dicte a sus condiscípulas, que forman su grupo de la colectividad una “lección” para un período de clase.4

Nos parecía que la enseñanza en grupo en clfnicas constituiría una experiencia de transición entre la enseñanza sanitaria individual o entrevista, y la enseñanza continuada de un grupo organizado como el que representan las clases organizadas para las madres que forman parte de la colectividad. Sin embargo, la dirección de la enseñanza

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sanitaria en grupos de “auditorios cautivos” como los que vemos en las salas de espera de las clínicas, se considera frecuentemente como una disertación de sanidad preparada sobre un tema adecuado a las necesi- dades e intereses de estos grupos. Al comenzar el curso la mayoría de nuestras estudiantes tienen esa opinión de la enseñanza clínica. Por lo tanto, nuestro objetivo principal es tratar de cambiar esa actitud y proporcionarles práctica a fin de que puedan impartir esa enseñanza más individual y menos didáctica.

Antes de que una universidad pueda hacer planes para que sus estu- diantes realicen labor práctica en un organismo de la colectividad, es necesario llegar a un acuerdo con ese organismo. El plan que ha dado mejores resultados ha sido un plan en cooperación en el que la subdi- rectora de enfermerfa de salud pública del organismo local participa en la enseñanza en el aula y ayuda a las estudiantes en los proyectos de clínica. Esto facilita la interpretación del programa del organismo a las estudiantes, así como las funciones de éstas en la enseñanza clínica de las enfermeras que trabajan en la clínica. Lo que es más importante, creemos que con este arreglo se ha protegido y hasta mejorado el servi- cio a los enfermos. Un factor importante para lograr el interés y coope- ración de los enfermos ha consistido probablemente en el apoyo que las enfermeras regulares de la clínica prestan a los proyectos de enseñanza de las estudiantes. Esto es digno de señalarse especialmente porque las discusiones de grupos, dirigidas por las enfermeras del personal, no han figurado normalmente entre las actividades de la clínica.

La preparación para las primeras prácticas que llamamos “programa de clmica,” comienza al principio del curso. Las estudiantes escogen el lugar y condiciones para la práctica, ya sea la conferencia de higiene infantil o la clínica de tuberculosis. Medio día de observación de las actividades en la conferencia o en la clínica brinda a las estudiantes la oportunidad de aprender algo en relación con esas actividades, y familiarizarse con la colectividad y con las personas que forman los

grupos a los que ellas van a enseñar.

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El próximo paso consiste en ayudar a las estudiantes a decidir la forma en que van a realizar sus proyectos. Naturalmente, se hace re- saltar la necesidad de disponer de información adecuada y fidedigna, pero en lo que se insiste especialmente es en la forma de presentar el asunto ante el grupo. Se explora el uso de los auxiliares visuales y del valor educativo de las demostraciones. Discutimos la manera de utilizar los servicios de los miembros del grupo, las contribuciones que pueden aportar, y la forma en que la estudiante puede ayudar a compartir sus conocimientos y experiencia. Discutimos también la importancia del medio o de la situación, al fomentar la discusión de grupos, la se- lección de una habitación, la distribución de los asientos y el conseguir que los niños queden bajo el cuidado de asistentes voluntarias a fin de que las madres puedan unirse al grupo. La estudiante se encarga de planear la forma de reunir al grupo y contribuir a crear una atmósfera favorable a la discusión de grupo.

Las estudiantes se encuentran entonces listas para trabajar en su plan específico. Sus instrucciones son las siguientes:

Después de observar la conferencia de higiene infantil o la clínica de tuber- culosis, haga los preparativos necesarios para una sencilla exposición o demostra- ción que pueda servir de base para una discusión ante un pequeño grupo de padres o enfermos. Es necesario incluir:

(1) El tema escogido por usted y las razones que la hacen pensar que pueda despertar interés.

(2) Una lista de preguntas con las que usted puede iniciar la discusión. (3) Qué es lo que usted espera enseñar.

(4) Actividades, las que puede usted mostrar al grupo, las que podría usted emplear para estimular 0 sostener el interés.

(5) Planes de evaluación; forma en que puede usted juzgar la respuesta del grupo.

A pesar de que en nuestra aula se ha dado importancia a los métodos de discusión de grupos en relación con la enseñanza, es posible que la estudiante traiga una disertación muy bien preparada al acudir a una conferencia con su instructora o a la clase. Por ejemplo, una estudiante escogió el tema del sarampión como muy apropiado, puesto que en esos momentos había sarampión en la colectividad. Preparó una descripción en la forma tradicional, dando la etiología, síntomas, cuidados de en- fermería, prevención, etc. En su conferencia, con ayuda de la instructora y de la clase, decidió estudiar la manera en que podría conseguir que los padres proporcionaran una gran parte de esta información. Como resultado de esto, la estudiante realizó su proyecto en una forma muy diferente de como lo había planeado originalmente. Estas son las ob- servaciones que hizo en tres grupos diferentes de padres:

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fermedad, los síntomas que habían observado y lo que habían hecho o harían por un niño que contrajera sarampión. Se usó casi todo el material preparado para la discusión, pero no en el orden planeado originalmente. Esta parece ser una manera eficaz de enseñar, porque la enfermera, que es la que dirige la discusión, aprovecha los conocimientos que ya posee el grupo. Además, en cada grupo hay miembros que hacen distintas preguntas y tienen diversos problemas. El dirtar meramente una conferencia quizás hubiera obligado a repetir lo que ya sabían o a omitir hechos esenciales en los que la disertante no había pensado. No se hubieran hecho preguntas con tanta libertad. Un grupo resultó especialmente interesante debido a los conceptos que los profanos tienen sobre el sarampión y que yo jamás había escuchado o considerado.

La realizacibn del proyecto toma medio día. La estudiante asume toda la. responsabilidad de llevarlo a cabo, pero las enfermeras de la clínica se mantienen listas a ayudar. Durante ese medio día la estu- diante generalmente tiene oportunidad de trabajar con dos o tres grupos de cinco a ocho padres. Después de cada sesión la estudiante hace una evaluación con la ayuda de la instructora. Entonces puede hacer cam- bios y alterar sus planes y métodos antes de enseñar a los grupos si- guientes. Como ejemplo diremos que una estudiante que trataba sobre la higiene dental de los niños estuvo ante una pizarra durante la dis- cusión. Hizo y contestó preguntas, en una atmósfera típica de sala de clases. Las madres no discutieron mucho. Al trabajar con el grupo siguiente, la instructora sugirió que la estudiante permaneciera sentada, de modo que formara parte del grupo. A medida que las madres com- partían información mutuamente, la estudiante se dió cuenta de la diferencia y ella misma se sintió más tranquila en la segunda conferencia.

Las estudiantes tienen que redactar una evaluación de su experiencia. Además, regresan al aula y dan una descripción, punto por punto, de lo que ha sucedido. Por lo común son muy francas al discutir sus ra- zones para juzgar si la experiencia fue satisfactoria o no y cómo podía haberse mejorado. Los miembros de la clase esperan con interés esos informes y obtienen gran provecho de la experiencia de las demás.

Reconocemos que existen limitaciones en esta experiencia práctica. Sin embargo, estamos convencidos de que resulta valiosa. Quizás la mejor prueba de su valor se encuentre en las’siguientes citas de las evaluaciones de las estudiantes. Cna de nuestras estudiantes más jóvenes, que venía directamente de una escuela de enfermería, describe sus experiencias al preparar un proyecto sobre “materiales de juegos.”

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parecen ejercer bastante influencia sobre el grupo. El segundo grupo, con el que me sentí con mayor libertad, respondió mejor. Noté que en ambos grupos las madres parecían responder mejor e interesarse cuando la discusión se refería directamente a niños de la misma edad de los suyos. Creo que he logrado un gran provecho al aplicar prácticamente lo que aprendí.

Otra estudiante relata cómo se sentía con referencia al problema de adaptar la discusión a las necesidades del grupo. Escogió como tema “El resfriado en los niños.”

En el primer grupo todas las madres tenían niños pequeños. Eran las que tenfan menos experiencia con niños y no parecían capaces de concebir el problema del resfriado en el futuro de sus niños. Parecían más interesadas en discutir la alimentación infantil. Todos los miembros participaron también en la discusión de urna dieta para las madres lactantes. Como esta digresión ocurrió hacia el final de la discusión, no traté de encauzarla de nuevo. Otra de las posibles razones de que este grupo respondiera en la forma que lo hizo es mi falta de experiencia para manejar la situación. Mirando en forma retrospectiva todavfa no estoy segura de que se hubiera ganado mucho volviendo al tema original, puesto que el grupo no parecía tener más preguntas que hacer sobre la manera de tratar los resfriados de sus niños.

No todas las estudiantes quedan satisfechas de la experiencia. A veces dudan del valor de esas discusiones en grupo para los padres. Una ex- perta estudiante que dirigió una discusión sobre “El enojo en los niños,” hizo el siguiente comentario :

Se celebraron dos discusiones de grupo. Creo que el segundo grupo sacó más provecho de la discusión que el primero. Participaron todas las madres; todas parecían tener el problema de enfadarse ellas mismas y controlar el genio de sus niños. Esto fu6 una experiencia buena, aunque dura para mí, la primera vez. Si uno pudiera dirigir una serie de esas sesiones, creo que sería entretenido. No pude dejar de preguntarme zqué pensarían realmente las mujeres sobre la discusión? <Pensarían aIgunas de ellas que no debía emplearse el dinero que pagaban en impuestos en hacer que una enfermera dirigiera esa conferencia?

Una estudiante que dirigió una discusión sobre “La seguridad en el hogar,” durante el período de espera en la clínica de tuberculosis, in- formó :

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haber tenido más conocimiento del tema y también me hubiera ayudado el conocer por sus nombres a los miembros del grupo.

Prácticamente todas las estudiantes manifiestan que la dirección de discusiones de grupo les proporciona experiencia que no pueden ad- quirir en ninguna otra forma. La mayoría afirman que no les resultó tan diffcil como pensaban. Creemos, además, que muchos padres agra- decen la oportunidad de discutir los temas que les interesan. Una de las estudiantes informó que la discusión duró unos 30 minutos y que al parecer las madres continuaron el intercambio de opiniones después de regresar al salón de espera. Otra estudiante pidió al grupo una evalua- ción verbal de esta clase de conferencias mientras esperaban al doctor. Todas mostraron gran interés y sugirieron como temas de futuras dis- . cusiones “Problemas de comportamiento en el niño preescolar” y “La manera de tratar y hacer frente a los problemas de la alimentación.”

Otra estudiante observó que antes de reunirse el grupo de discusión, existía entre las madres la tendencia a sentarse solas en el salón de espera y ver jugar a los niños, en tanto que después de la conferencia parecían sentir mayor confianza y conocerse mejor, y continuaban conversando sobre los temas que habían surgido en la discusión. Una madre, al comentar con una enfermera del personal el excelente servicio que se prestaba con la conferencia de higiene, agregó “Y ahora han agregado ustedes las charlas en grupos mientras esperamos al médico.”

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