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ONVENIOS DE SALUD
ANIMAL EN AMERICA DEL SUR1
Desde la creación del Centro Pana- mericano de Fiebre Aftosa (PANAl?lDSA) de Rio de Janeiro, en 1952, la OPS ha
alentado a las autoridades de los países a establecer convenios sanitarios fron- terizos que desarrollen los programas de control y erradicación de la fiebre aftosa y de otras enfermedades de los animales y del hombre. La asistencia consiste en la coordinación necesaria para la fHma de los convemos y el apoyo técnico para la definición y ejecución de las actividades de prevención y con- trol de enfermedades.
A través de PANAFlDSA y de la infraes-
tructura de la OPS, en los países del área se canalizan todas las comunicaciones
para la realización de las reuniones, y los consultores participan en las reu- niones de las comisiones mixtas y de las comisiones o grupos de trabajo ase- sorando en aspectos técnicos y de organización.
Modo de operación
Los convenios sanitarios suelen seguir un patrón unificado, ajustado a las condiciones y necesidades de cada país. Por medio de sus contactos iniciales, los técnicos de los servicios de salud animal analizan las necesidades de coordinación y elaboran el modelo de convenio, con la asesoría de la Organización. Este documento es tramitado por el Ministerio o la Secretaría de Agricultura ante el Ministerio de Rela- ciones Exteriores.
De un modo general, el texto de los convenios contiene las bases legales, los objetivos, los mecanismos de opera- ción, la composición de la comisión mixta y otras comisiones asesoras, los reglamentos de las comisiones y disposiciones finales y transitorias, tales como duración y condiciones para su extensión y terminación.
En los convenios se establece que su ejecución estará a cargo de una comisión mixta integrada por dos o tres miembros de cada país. En general estos miembros son el director de los ser- vicios veterinarios, el director de sanidad animal y el director del programa de fiebre aftosa o de las campanas sanitarias. Finalmente esta comisión se reúne todos los años alternando la sede en cada país, de preferencia en ciudades fronterizas.
A ík de verificar el cumplimiento de las actividades del convenio, anualmente un grupo de técnicos del nivel re- gional y central, acompañados por un consultor de la OPS realiza visitas a
’ Tomado del documento Convenios Fronterizos de Salud Animal entre Países de América del Sur. Organi- zación Panamericana de la Salud, Programa de Salud Pública Veterinaria, Centro Panamericano de Fie- bre Aftosa, Rio de Janeiro, 1986.
todas las oficinas de frontera. El objetivo es evaluar las actividades acordadas, informar a los funcionarios sobre la importancia del convenio y estimularlos para que los apoyen.
La metodología de trabajo a través de comisiones mixtas y subcomisiones técnicas o grupos de trabajo se ha perfec- cionado a medida que se ha ido avanzando en el desarrollo de los diferentes convenios.
Resultados
El mayor avance ha sido el estableci- miento del sistema de intercambio de información epidemiológica rápido en todas las áreas fronterizas. En algunos convenios ya funciona con un alto grado de perfección y permite desarrollar acciones dinámicas para el control de la fiebre aftosa y de otras enfermedades. Igualmente, el sistema ha contri- buido a tener un mejor conocimiento de las características de la población animal y de los problemas sanitarios en las áreas fronterizas. Para ilustrar es- tos avances se presentan algunos ejemplos:
Como resultado de las actividades del convenio Brasil-Uruguay, en el área fronteriza hubo una disminución signifi- cativa de la fiebre aftosa, y cuando se presenta un foco las comunicaciones son inmediatas y se adelantan actividades conjuntas para su pronta eliminación.
Por medio del convenio Brasil-Colom- bia se mantiene un cordón sanitario en la región fronteriza amazónica que ha evitado los riesgos de diseminación del virus C y subtipos de A y 0 no exis- tentes en Colombia y Venezuela.
Los convenios entre Colombia y los países del área libre han permitido establecer una barrera sanitaria eficaz en la región fronteriza entre Colombia y Panamá que ha disminuido el riesgo de introducción de la fiebre aftosa a estos países.
Más recientemente, la oportuna noti- ficación de la presencia de fiebre aftosa en la frontera entre la Argentina y Chile permitió alertar a las autoridades de Chile sobre el riesgo de introducir la enfermedad en el país, donde ya se ha declarado su erradicación. A pesar de haberse manifestado un foco, las autoridades ya estaban preparadas para evitar su difusión al interior.
Cabe reseñar que a través de los conve- nios se están ofreciendo programas de adiestramiento para los funcionarios que actúan en las áreas fronterizas lo cual contribuye a la unificación de crite- rios técnicos y a su motivación para el cumplimiento de las actividades acor- dadas.
Por último, si bien el desarrollo de planes con objetivos y metas definidos de control y erradicación ha sido lento, se ha ganado buena experiencia en la ejecución de las actividades conjuntas que será de gran utilidad para la consecución de las estrategias y metas de los programas en los próximos años.