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Algunos principios de administracion aplicados a la enfermeria

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BOLETIN

de Ia

Oficina Sanitaria Panamericana

Año 35 4 Val. XLI j Septiembre, 1956 j No. 3

ALGUNOS PRINCIPIOS DE ADMINISTRACIORT APLICADOS

A LA ENFERMERIA*

RUTH FREEMAN

Profesora Adjunta de Enfermería de Salud Ptiblica, Universidad Johns Hopkins, Escuela de Higiene y Salud Pública, Baltimore, Maryland, E. V. 8.

La grave escasez de enfermeras y la ampliación constante del programa médico y sanitario, que aumenta casi a diario sus necesidades en materia de enfermería, hacen que los servicios de esta clase sean más necesarios que nunca. Tanto en ellos como en la enseñanza de enfermería, las enfer- meras nos preocupamos esencialmente de administrar los programas de suerte que se pueda obtener el mejor rendimiento de los medios de que se dispone y de aumentar la cantidad y calidad de la contribución de la enfermería al cuidado de la salud. En la realización de esta tarea, la capacidad administrativa desempeña un importante papel. Afortunadamente, aunque las activi- dades administrativas puedan ser distintas en los diversos campos de la enfermería, los principios en que se basan permanecen invariables.

En el presente trabajo, se estudia la administración en su más amplio sent’ido y sin establecer marcadas diferencias con la supervisión y la labor de asesoramiento.

FINES DE LA ADMINISTRACION

La administración tiene por objeto lograr que se realice el trabajo en el tiempo mínimo y con la menor cantidad de dinero y energía posibles, compatibles con una determinada calidad de dicho trabajo.

* Trabajo presentado en el Cuarto Congreso Regional de Enfermería, México, D. F.. México, 9-15 de septiembre de 1956.

Las actividades que, aunque por sí mismas pueden ser muy convenientes, no con- tribuyen a activar las labores, no se pueden considerar como parte de la administracicín. Por ejemplo, a una enfermera estudiante que no dé resultado sat,isfactorio tal vez se le ayude personalmente si no se le indica que abandone la escuela, lo cual contri- buiría a aumentar su sensacibn de fracaso. Pero el hecho de que cont,inuara en calidad de estudiante, decididamente no contribui- ría a los trabajos de enfermería y por con- siguiente no estaría de acuerdo con una buena administración.

El costo de efectuar un trabajo comprende tiempo, dinero y energía, y para decidir la forma en que se debe administrar una actividad se tendrán en cuenta estos tres factores. Por ejemplo, el importe de la compra de un “jeep” para una enfermera rural puede resultar elevado, pero el ahorro de tiempo que representa compensa muy bien este gasto. En cuanto a los cuidados de hospitales, un determinado tipo de atención del paciente puede ahorrar minutos, pero si origina una sensación de frustración o falta de responsabilidad por parte de la enfermera, resultará demasiado caro en la energía que se necesite para efectuarlo. El costo no puede considerarse aparte de la calidad, y ésta debe ser siempre relativa. En muchas partes del mundo sería, actualmente, ah- surdo pensar en cuidados de maternidad en el sentido de que los partos fueran atendidos

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por un médico, por una partera profesional o por una partera enfermera, pues la posi- bilidad de disponer de personal apropiado a estos servicios es demasiado remota. La ‘$determinada calidad” de los cuidados se basará en la utilización de los servicios de parteras no profesionales, fort,alecidos con la instrucción y supervisión de una partera profesional, del médico o de la enfermera. No obstante, la utilización de los servicios de una instructora insuficientemente pre- parada o de un nivel de supervisión dema- siado bajo, puede dar lugar a una instruc- ción de poca calidad o incluso a una franca resistencia. Las medidas administrativas estarán encaminadas a garantizar que las parteras no profesionales aprendan y apliquen procedimientos basados en la simple limpieza y en un mínimo de inter- ferencia.

La administración abarca cuatro campos generales de actividades:

1. PlaniJcación

Est,e asprrto comprende los planes de enfermería rrlacionados con act,ividades de otros campos, tales como In medicina, la enseñanza y el desarrollo económicw, y ron otras artivirlades futuras previstas; clabora- ciciil dc un programa y de un presupuesto y plan dc personal necesarios para llevarlo a (aabo; preparacicín de normas de organiza- ción (lue permitan qu(a todas las partes del programa w cxjwutcn colijlilitain~i~t,(? sin dificultad.

2. organización de personal !J de servicios

En est,e campo entra la weacicín de una estructura orgánica que drt)ermine los límites, cxtensi6n y líneas de autoridad y responsahilidnd, que proporrionc rl mccn- nismo para sebalar las funrioiies y para tomar decisiones, y que coloque al personal y a los serl-icios en el lugar apropiado en el momento en que se debe realizar rl trabajo.

3. Facilitación del rendimiento del I;ersonal Este aspcrto cwmprende la creacicín de relacsioncs entre cl personal, lo cual ron-

tribuye a la satisfacción de todos los miem- bros y a su máxima participación; las normas relativas al personal para atraer y mantener personas capacitadas que se sientan satisfechas; servicios de enseñanza y asesoramiento del personal que aseguren una creciente responsabilidad y una con- tribución máxima por parte de todo el personal; sistemas de control del suministro y equipo que evite la pérdida de tiempo y de materiales.

4. Conservación de la calidad 1~ cantidad del rendimiento de los servicios

Estas actividades comprenden los siste- mas de valorar los servicios prestados y de medir la calidad del rendimiento.

PRINCIPIOS RELATIVOS A LA PLANIFICACION

1. La planiJicación deberá basarse en la participación reciproca de las distintas disciplinas y en diversas esferas

La enfermería constituye una de las disciplinas relativas a la salud. Debe a la vez influir y recibir la influencia constante de los progresos de la medicina, de la salud pública, y de las ciencias sociales y de la conduct’a. Por esta razón la enfermería se debe planear en colaboración con los médi-

ros, con las autoridades dc salud pública, los administradores de hospitales, educado- res, y muchos ot,ros. Por c>jcmplo, los planes de estudio de una escuela universitaria de enfermería deben guardar relaci0n con los requerimientos básicos de la universidad. El curso de sociología para enfermeras debe planearse co11 la colaborari& del sociblogo; el plan de prárliras rlínic*as ddw planearse de común acwerdo (mm cl personal de hospi- tales y de salud púhlira. La wifermera administradora dchr familiarizarse ron estas actividades conjuntas de planifirarit’m para observar ctimo la cwfermería afecbta a otros campos de interés y a su \TZ es afrrtada por ellos, para hahlar (111 términos cluc pueda entender otro personal, interpretar las necesidades de enfermería sin adoptar una posición de justifirari6n ni de defensa.

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hay que seguir y en la elaboración de los programas se debe permitir la participación del personal de todas las esferas. Los in- tereses, formacibn, conocimientos y ex- periencia del personal de campo, así como de la supervisora o administradora, pro- porcionan la información necesaria para la planificación. Y lo que es todavía más importante, si el propio personal en con- junto determina las normas y planes que se deben seguir, no habrá necesidad de per- suadir individualmente a los miembros a que cooperen en la ejecución de aquéllos, puesto que se trata de un plan elaborado exclusivamente por el propio personal.

2. La pìan$icación se efectuard de conformi- dad con las situaciones previstas y con las inmediatas

En la planificación de un programa de enfermería de salud pública para un país que presenta una elevada tasa de mortali- dad materna y perinatal, por ejemplo, influirá el hecho de que se emprenda un proyecto especial de higiene maternoinfantil y de que este programa es de trascendental importancia. El programa de enfermería deberá establecerse de forma que permita disponer de considerables conocimientos t6cnicos y concentrarse en los trabajos de higiene maternoinfantil, pues de otra forma la enfermera no podría aportar una plena contribución al proyecto. Pero en la plani- ficación hay que tener también en cuenta otras necesidades urgentes de enfermería que no pueden ignorarse, y que en cuanto la situación de la maternidad mejore, se deberá preparar a la colectividad para entrar en un servicio más general. Los planes inmediatos se efectuarán de forma que no obstaculicen esta necesidad prevista.

A medida que mejore la atención a la madre, la importancia del problema de los nacimientos prematuros puede aumentar; la introducción de medicamentos para el tratamiento de la tuberculosis puede modi- ficar totalmente el tipo de cuidados de enfermería, y una mejor educación de la mujer puede afectar sw criterio en relación

con la maternidad. La administradora debe tener en cuenta estas futuras situaciones y estar preparada para ellas. Las enfermeras deben recibir adiestramiento para atender a los niños prematuros, administrar medica- mentos contra la tuberculosis, antes de que se conviertan en un problema corriente. Sin una previa preparación, se producirán inevitablemente confusiones, demora e in- cluso puede perder prestigio la profesión de enfermería.

También hay que prever las dificultades que se pueden presentar. Esta cuestión tiene especial importancia cuando se trata de enfermeras que trabajan a cierta distancia de los centros principales y no tienen frecuente acceso a los asesores profesionales. Por ejemplo, si se asigna una enfermera de un programa de gran desarrollo a una zona primitiva, deberá estar preparada para las dificultades que puedan surgir a causa de demora en la llegada de los suministros, a causa de los factores culturales que tal vez hagan inaceptables temporalmente sus ser- vicios, problemas de viaje que puedan en- torpecer el plan fijado u ot#ras cuestiones interpersonales que pueden presentar obs- táculos a la puesta en práctica de nuevos métodos. Si se efectúa la planificación de una manera inteligente y con anticipación se podrán prevenir totalmente ciertas dificultades (por ejemplo, encargar los suministros con un margen de tres meses en previsión de la demora esperada) o permi- tirá resolver el problema con un mínimo de alteraciones del programa o de frustración del personal.

3. En la plani$cación se tendrán en cuenta

los factores culturales y sociales

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al hospital. También es importante enterarse de si las enfermeras pueden transportarse fkilmente al hospital o si deben alojarse en él; si los hombres encargados de trabajos auxiliares de enfermería aceptarán la direc- ci6n de una mujer, aun siendo enfermera profesional; si los médicos aceptan plena- mente a la enfermera como asociada o si ésta debe tratar de cooperar de una forma más indirecta. La direcci6n de la enseñanza de enfermería dependerá en parte de la posicibn que la mujer ocupa en la sociedad, del valor que se otorgue a la educación universitaria, de las actitudes que se adopten ante los servicios personales al pacient’e y del ritmo de los cambios culturales.

4. lh la plan$cación se deberán determinar claramente los 0bjetiLfos espec@cos, los métodos proyectados 1~ los resultados pre- vistos

Para que los planes resulten eficaces sc deberá determinar concretamente la labor que hay que realizar. Por ejemplo, cl ob- jetivo de un programa de enfermería de tuberculosis consistirá en asegurar las pruebas de diagnbstico para todos los que corren un riesgo especial, enseñar a los pacientes y a sus familias los elementos necesarios del cuidado y protecci6n de la infección, garantizar la continuidad de cuidados entre el hospital y el hogar.

Se indicarán los métodos propuestos, con las correspondientes alternativas en los casos en que sean necesarias. Por ejemplo, se puede proyectar el plan de visitas al hogar para proporcionar instrucción ; discusiones o enseñanza de grupo; servicios clínicos e información pública siguiendo un criterio general.

Por último, se deben señalar claramente los resultados que SC desea obtener. $3~ espera que todas las personas mayores de 15 años obtendrán diagnbstico mediante radiografía del tórax, o bien únicamente los que la necesitan especialment,e? ;,Es la aceptacibn general de los cuidados de hos- pitales un resultado deseado? j,Cuántos

pacientes y qué clase de ellos se calcula que

deberían estar bajo la supervisión del hos- pital? ¿En qué medida dehen las familias conocer las enfermedades, v cuáles son las prácticas sanitarias fundamentales que se consideran indispensables en un programa de esta naturaleza?

La relación entre estos tres factores, objetivos, métodos y resultados, constituye la parte esencial de la planificación.

5. La planijkación se efectuará de una Jorma

realista de acuerdo con los medios y ver-

sonal de que se dispone al presente y que se espera obtener en un lLfuturo previsto” Rara vez se puede planear un programa

ideal. Las aspiraciones a las prácticas desea- das Genen que ajustarse al personal y a los medios de que se dispone. Si se prevé que aumentarán o mejorarán estos medios y este personal, los planes se elaborarán partiendo de la base de un nivel más elevado que el existente, pero sin llegar a un extremo que haga totalmente imposihlr su realización. Por ejemplo, un programa de enfermería que se desenvuelva cn kcunstancias en que ~610 se dispone de una cnfcrmera profesional por cada mil hahitan& se estudiarán te- niendo en wenta las enfermeras que se graduarán o el nuevo personal de enfermería previsto para los próximos diez años. En cuanto al empleo del personal auxiliar, se ajustará a este criterio de previsión, y el programa se preparará de una forma más avanzada que la que permiten las posihili- dades inmediatas, sin llegar al punt,o de que su realizaci6n no sea posible hasta el final de la década.

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método general que se utilizará, y fijar la estructura general de las normas a que debe atenerse el personal. Por ejemplo, en una escuela de enfermería convendría saber de antemano detalles como el número aproxi- mado de horas de clase y su distribución, el tiempo dedicado a las prácticas clínicas, las funciones de supervisión de la atención del paciente que forman parte de las prácticas, y a quién incumbe tomar decisiones relativas a los procedimientos que hay que utilizar en el hospital. En el campo de la salud pública sería necesario determinar previamente si el tratamiento de enfermedades graves en pequeñas colectividades podría estar a cargo de la enfermera de salud pública, como medio para prestar ayuda y establecer contactos, o si, por el contrario, debería abstenerse de dichas act,ividades por consumir un tiempo

excesivo y no resultar suficientemente pro- ductivas; en qué condiciones la enfermera utilizaría los servicios de personal no adies- trado, bajo su dirección, para proporcionar cuidados o instrucción; en qué forma con- creta se debería preparar un itinerario y

hasta qué punto se seguiría est,rictamente.

PRINCIPIOS RELATIVOS A LA ORGANIZACIOrì DEL PERSONAL Y DE LOS SERVICIOS

1. La asignación de personal debe basarse en un minucioso análisis de la labor que hay que realizar

Antes de seleccionar el personal, es nece- sario analizar la labor que se va a realizar. Cada uno de los aspectos de la labor se determinará de acuerdo con la naturaleza del trabajo, con las exigencias materiales y de tiempo y con el grado de preparación profesional y de criterio que se requiere. Si se trata de un pequeño hospital que cuente

sólo con 1 6 2 enfermeras profesionales, por ejemplo, los kabajos que hay que realizar exigirán distintos tipos de actividades- cuidado directo de los enfermos que re- quieren tratamientos difíciles o estado re- quiere una observación profesional intensa; selección adiestramiento y supervisión del personal auxiliar, dirección de una serie de detalles que en un hospital mayor estarían

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a cargo de cualquier otra persona. Asi- mismo, esta labor requiere una salud J ecuanimidad extraordinarias para hacer frente a las inevitables situaciones de emergencia, y tal vez vivir en una colectivi- dad aislada; estar pendiente de las llamadas la mayor parte del tiempo.

Los aspectos de todo el trabajo de en- fermería deben analizarse minuciosamente para determinar los que pueden delegarse al personal ayudante o auxiliar; y lo mismo las horas que se requieren para la at,ención de los pacientes de acuerdo con las condi- ciones por las que se encuentran hospitali- zados. Unicamente un análisis detallado de las necesidades que hay que atender indi- cará la cantidad y tipo de trabajo de en- fermería que se requiere.

Por ejemplo, para enseñar a la estudiante de enfermería la forma de prestar atención personal a un enfermo grave se requerirán las siguientes condiciones:

1. Instrucción en el aspecto científico y en relación con los factores culturales de las rela- ciones humanas que intervienen en la función de atender al enfermo;

2. Práctica adecuada en la habilidad manual que exige aquella atención;

3. Enseñanza clínica supervisada en una situa- ción que requiere habilidad especial dentro del cuidado general del individuo;

4. Oportunidad de autoevaluación y reestruc- turación de la práctica de la profesión a los efectos de obtener un nivel más alto de capacidad; 5. Determinación de criterios, en relación con la ejecución de las funciones de enfermería, que permitan a la estudiante considerar el cuidado personal como una interesante ocasión de ofrecer amplia ayuda.

Todos estos campos de actividad deben tenerse en consideración al decidir quién se encargará de enseñar a las estudiantes, el tiempo que para ello se requerirá, hasta qué punto cada una de las actividades puede complementar a las demás. Por ejemplo, puesto que los criterios se pueden enseñar más eficazmente por otros medios que no sea la enseñanza oral de la sala de

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emotivo apropiado en esta labor recaerá principalmente en la instructora de en- fermería y en la supervisora clínica. Por consiguiente, el personal docente se deberá seleccionar y repartir de forma que preste servicios por sus propias cualidades, así como por su capacidad, de adiestrar a otras personas, y así dará a conocer los mejores cuidados de enfermería.

2. La asignación de personal se rJectuará sobre la base de zltilizar plenamente su capacidad profesional o técnica

Una vez analizada la labor de enfermería, se observará que se requieren distintos grados de capacidad y adiestramiento para los diferentes aspectos del trabajo. Por ejemplo, la enseñanza de los elementos de simple higiene a parteras no profesionales no requiere toda la capacidad de una en- fermera especializada. Sin embargo, el hecho de promover la modificación de métodos tradicionales ante un grupo que ofrece resistencia puede constituir un trabajo que requiere considerable preparaci6n. A la enfermera profesional se le puede encargar de dar comienzo a un programa general para adiestrar instructoras de parteras no pro- fesionales de una colectividad local, así como de la instrucción directa en aquellos casos en que surjan problemas. Si se le asigna a esta enfermera profesional la instruccibn directa de parteras no profesio- nales, sin ninguna selección previa, se utilizaría su capacidad inadecuadamente en caso de que su misión se limitara a lo que hemos indicado, o sea a enseñar únicamente los elementos de la higiene.

Sin embargo en la selección y asignación del personal hay que estar seguro de que el trabajo que hay que realizar será considerado en toda su amplitud. Por ejemplo, el hecho de pesar a un niño es una tarea subprofe- sional, pero si se usa como medio de ob- servar el estado general del niño, es ya una actividad profesional, aunque al parecer sea el mismo trabajo.

3. El grupo de trabajo se debe organizar en rrlación ron funciorws ?J de esta marwra se

establece una libre y frecuente romunica- ción, independientrmentc del nivel de servicio

En casi todos los trabajos se necesitan grupos de personas. Por ejemplo, en la enseñanza de los cuidados de maternidad es necesario considerar los aspectos de la atención en el hospital, la enfermería antes y después de la permanencia en el hospital, la psicología, la sociología o los métodos docentres relacionados con este campo. Del mismo modo, la evaluación del servicio de enfermería requiere un grupo compuesto de enfermeras, enfermeras jefes, supervisores especiales y el administrador de hospital.

El establecimiento de un tipo de organiza- ción de comités encargados de los diversos aspectos del servicio contribuirá a que estas actividades conjuntas sean un hecho. En los comités estarán representados todos los grupos que participan en las funciones.

Asimismo, se fomentarán los libres y frecuentes contactos y el intercambio de datos y pareceres entre los distintos miem- bros del personal y grupos de personal. El personal de enfermería de un ministerio de salubridad deberá estar al corriente de las actividades de los epidemiólogos y sanitarios, y sentirse en libertad de pedirles consejo o ayuda en problemas tales como los relativos a las visitas a escuelas rurales 0 a la pre- vención de accidentes agrícolas o de caza. Puesto que los conductos oficiales tienden a limitar la comunicación, se procurará, en la medida de lo posible, que prevalezcan las relaciones sin necesidad de formalismos. El administrador puede influir mucho en que se adquiera el hábito de trabajar conjun- tamente.

4. Se debe deslindar claramente la responsa- bilidad y autoridad que corresponde a cada uno

En los servicios profesionales la deter- minación de la autoridad se complica por el hecho de que la responsabilidad por la calidad del servicio profesional puede residir en una persona, mientras que la responsa- bilidad por la administraricín de un programa

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puede incumbir a otra. La enfermera es responsable ante el médico por la atención relacionada con el tratamiento general del paciente y ante una directora de enfermería por la calidad profesional de su trabajo. Hay que definir y comprender claramente los cauces de dirección profesional y adminis- trativa, y se debe diferenciar perfectamente la autoridad administrativa y la profesional. La dirección profesional debe tener plena libertad y no estar sujeta a interferencias por parte de otros grupos administrativos.

5. Se debe delegar la autoridad en la persona que estando adecuadamente preparada sea la más allegada a la función que se está desempeEando

La delegación clara de autoridad, libre y manifiesta, no sólo releva al administrador de numerosos detalles, sino que también tiende a mejorar la calidad y rapidez de las decisiones. Si una enfermera de campo puede tomar acertadamente una decisión, no hay necesidad de someterla a la supervisora; si puede tomarla la supervisora no tiene que presentarse al administrador. Este sistema permite considerar plenamente los factores locales o inmediatos que influirían en la decisión. Al mismo tiempo, contribuye a aumentar el estímulo y satisfacción por el trabajo. El grado de autoridad que se delegue variará según los individuos y en los diversos momentos; así por ejemplo, a medida que una enfermera de campo ad- quiere más experiencia aumentará SLI grado

de independencia.

PRINCIPIOS REL.\CIONdDOS COK EL REXDIMIESTO DEL PERSONAL

1. ilctividades que contribuyen al perfecciona- miento del personal deben ser consideradas como parte integrante del servicio

Puesto que la enfermería exige una elevada capacidad de juicio y determinadas cualidades personales y técnicas, ~610 se podrá mejorar la calidad de esta profesión mediante cl pleno desenvolvimiento de cada individuo. La enfermera estudiante no

podrá proporcionar adecuados cuidados de enfermería a un paciente de cáncer si no conoce los nuevos tratamientos 0 si teme

la enfermedad. Se le debe hacer comprender su propia situación para que de esta manera no tenga ningún impedimento para ayudar a los demás. La enfermera perteneciente al hospital que encuentra dificultades en trabajar con las auxiliares no podrá prestar una buena atención a sus pacientes hasta que logre una capacidad de dirección y supervisión que le permita kabajar cómoda- mente con los demás. En el desenvolvi- miento del personal es esencial la enseñanza dentro del servicio, el asesoramiento personal y profesional, la experiencia progresiva, la consulta y la evaluación cooperativa de los trabajos.

2. Todas las enfermeras deben tener libre acceso a la consulta y orientación de una enfermera directora, consultora o super- visora en relación con los aspectos profe- sionales y técnicos de enfermeria de la labor que realizan

El ejercicio de la profesión de enfermería cambia con el progreso en campos relaciona- dos con ella y con el mejoramiento de la enseñanza de enfermería. El mejoramiento de las prácticas de enfermería es una función que incumbe a un miembro de la profesión calificado para ello.

3. A todos los miembros del personal perma- nente se les trazará un plan que

facilite su

promoción profesional

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228 ROLETIS DE LA OFICINA SANITARIA PAiYAMEILICANA

4. Xe deberán detwminar perjectamentc las normas relativas al personal

Se deberán establecer por escrito disposi- ciones reglamentarias relat,ivas a los sueldos, contratos, vacaciones, licencia por enferme- dad, pensiones y planes. Las condiciones principales se deberán determinar antes del nombramiento y las restantes se interpre- tarán inmediatamente después del nombra- miento, a los efectos de evitar confusiones.

PRINCIPIOS RELATIVOS AL COKTROL DEL TRABAJO

1. Las normas de servicio se dejinirán clara- mente como base de la evalzlación

Las normas del servicio de enfermería dependerán del tipo de personal de que se disponga, de otros servicios profesionales que se puedan obtener y de la situación social, cultural y económica general. Siempre que sea posible, las normas se determinarán por escrito (como por ejemplo en manuales 0 por medio de un archivador), y cuando resulten demasiado difíciles de comprender por es- crito, se aclararán de palabra.

2. El sistema de observación práctica, de re- gistros e injormes debe permitir la obtención de datos que sirvan de base a la plani$ca- ción î~ como Zndice de los resultados logrados

Se debe establecer un sistema de ohserva- ci6n directa, de evaluaci5n periódica del trabajo y de sus resultados, y de registro, a los efectos de recoger y conservar datos ade- cuados sobre cl programa de enfermería. Por ejemplo, es esencial un minucioso registro dr la experiencia clínica de cada estudiante para controlar el tipo y distribución de esta experiencia. TJn registro de los planes efec- tuados en cada colertividad por la enfermera de salud pública o la partera proporriona datos con los que se puede juzgar la selewicin de servicios, cl contenido n direcrión del servicio y su relaric’,n ron los objetivos antes seííalados.

Asimismo PS importante la supervisifin de las actividades prádiras o clínicas a los efec- tos de esclarecer y garantizar rl pretendido

nivel de los ruidados de cwfermrrín. Sola- mente con esta ohscrvaci6n direrta de los trabajos y con su valoración se puede exa- minar la calidad del servicio de enfermería en conjunto; lo que abarca la relarii>n entre enfermera y paciente, ciertas expresiones y gestos más elocuentes que las propias pala- bras, y los factores del medio físico y emo- cional que pueden afectar profundamente las necesidades y la eficacia de los métodos empleados.

3. i3’1 personal administrativo de cnjermer’ia y el personal administrativo médico o general deberán evaluar periódicamente los resulta- dos de los trabajos

Se requiere un plan deiinido para medir la calidad e importancia del servicio. A veces esta medida es perceptible y sencilla-como por ejemplo, la reducción del número de defunciones maternas o la notificación tem- prana con el fin de recibir tratamiento mé- dico, como resultado de los programas de instrucción. En otros casos resulta más difícil esta medida, por ejemplo, el mejoramiento de la capacaidad de juicio en materia de en- fermería, que se espera obtener con una más amplia formación profesional, 0 bien una mayor aceptación por parte del pwient,e de los cuidados preventivos subsiguientes a una buena atencicin de enfermería en ~1 hospital. Sea cual fuese esta medida, se debe examinar más bien antes de empezar el programa que al terminarlo, de forma que SC puedan reco- pilar los hecahos dc utilidad para la evaluación a medida que prosiguen los trabajos y al mismo tiempo se ronccntrc la atcncicin de los que lo realizan en los ohjctivos del propio trabajo.

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Septiembre 19561 ADMINISTRACION

PREPARACION PARA LAS FUNCIONES DE ADMINISTRACION

Las funciones de administración son in- herentes a muchas actividades de enfermería. La preparación de planes con una familia para cuidados domiciliarios requiere muchos de los principios que sería necesario aplicar también a la planificación de un programa nacional de enfermería. Como parte de la enseñanza relativa a la planificación de cui- dados de enfermería o el asesoramiento de enfermos, sería conveniente enseñar, de manera indirecta, algunos aspectos adminis- trativos, como por ejemplo, la preparación de planes en colaboración con otros o la eva- luación de labores realizadas.

Para las enfermeras que en el futuro pue- dan llegar a asumir mayores responsabili- dades administrativas, resulta muy conve- niente el adiestramiento en la dirección del personal, en salud pública general, en admi- nistración de hospitales o escuelas y en mé- todos sencillos de investigación.

ddemás, la administradora necesita poseer buenos conocimientos del campo en que se desenvuelve. Por ejemplo, en enseñanza de enfermería necesita conocer métodos educa- Gvos, preparación de plan de estudios, y psicología educativa; en la enfermería de

DE ENFERMERIA 229

hospital : administración de hospitales y problemas de enfermería clínica; en salud pública: epidemiología, saneamiento y di- rección.

De la mayor importancia es que la persona que ejerza funciones en un amplio campo posea la preparación personal necesaria para realizar el trabajo. Los deberes de adminis- tración requieren una capacidad superior a la normal en lo referente a relaciones con el personal, en reflexión, aptitud para comuni- car ideas por medio de palabras e imágenes, y capacidad para observar las relaciones y tendencias que pueden servir de base para prever hechos futuros. Esa preparación se puede obtener bien mediante el estudio o en la práctica, ambas cosas acompañadas de una evaluación crítica y del sabio consejo de una persona de más experiencia.

La administración desempeña una impor- tante función para determinar la calidad y cantidad de los cuidados de enfermería que se proporcionarán. Mediante la planificación cuidadosa, el perfeccionamiento del personal, las medidas adecuadas de supervisión y co- ordinación del trabajo de todo el personal, la administradora encauza la energía de éste por caminos y hacia actividades que producirán mejores servicios de enfermería para todos.

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