Editorial
EN EL 75” ANIVERSARIO DE LA OPS, LA “COMUNIDAD” ANTE TODO
Por el Dr. Héctor R. Acuña
Director de la Oficina Sanitaria Panamericana
Hace 75 anos, nuestra Organización inició sus actividades en una pequeña oficina del editkio de la Unión Panamericana en Washington, D.C. Los Gobiernos Miembros que la constituían encomendaron a su exiguo personal una tarea relativamente bien delimitada: tratar de simplificar el problema de las múltiples disposiciones de cuarentena que entorpecían el comercio entre las naciones del Hemisferio.
En el transcurso de estos tres cuartos de siglo, y a medida que la humanidad ha ido fijando nuevas normas y objetivos en materia de salud ?ública, la Organización ha ido creciendo y asumiendo al mismo tiempo numerosas funciones. Entre ellas, hoy día se destaca en primer lugar el esfuerzo encaminado a ofrecer servicios básicos de salud a todos los habitantes de nuestro Continente.
Así pues, la OPS, que nació como un medio para logar la participación de la comunidad de naciones, con el propósito de preservar la salud, está ahora cooperando con las mismas en la tarea de mejorar las condiciones de salud de los cientos de miles de comunidades en las Américas. Una vez más, se alcanzará este objetivo mediante la participación no solo de las naciones sino también de cada una de las comunidades.
Es por ello que los Gobiernos Miembros de la OPS han seleccionado el tema “Participación de la comunidad en la salud” para conmemorar el 75” aniversario de la Organización Panamericana de la Salud.
No hace mucho, la mayoría de los expertos dedicados al desarrollo inter- nacional consideraba que nuestros esfuerzos debían concentrarse en fomentar un rápido crecimiento económico. A su juicio, de esta manera se obtendría el incentivo necesario para que la sociedad avanzara en todos los frentes, lo que a su vez reduciría el nivel general de pobreza.
Es obvio que esto no ha sucedido. Por esta razón nos vemos obligados a llegar a la conclusión de que, antes de lograr un mejoramiento verdadero, habrá que modificar numerosos elementos de la sociedad. Instituciones enteras, sistemas sociales en su conjunto, tendrán que experimentar un cambio, y este solo se producirá si se consigue motivar al individuo para que asuma nuevas responsabilidades por sí mismo y dentro de sus respectivas comunidades. El verdadero mejoramiento de la sociedad debe basarse en el esfuerzo de las propias comunidades y no debe ser motivado por factores ajenos a ellas.
2 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA * Enero 1977
En esencia, se trata de un proceso educativo del individuo y de la sociedad que les permita mejorar su capacidad para identificar y resolver SUS propios
problemas. Con la participación responsable, activa y consciente de la comunidad se logra este propósito.
Con anterioridad, en los programas de desarrollo se utilizaban las comuni- dades para alcanzar objetivos previamente establecidos por el personal técnico, sin tener en consideración las necesidades y aspiraciones de las propias comunidades. Se ignoraban las actitudes y el comportamiento de sus miembros; no se cumplían las promesas y se creaba de esta manera una sensación de desconfianza y frustración que los expertos interpretaban erróneamente como apatía o indiferencia por parte de la comunidad.
El problema se debió en parte a que los programas fueron diseñados sobre la base de experiencias obtenidas en los países desarrollados, y que no resultan apropiados para las condiciones culturales, sociales y políticas de los países en vías de desarrollo. Las comunidades sirvieron tanto como instru- mento para el funcionamiento de los servicios de salud como para llevar a cabo programas piloto que confirmaran la eficacia y utilidad de técnicas específicas, sin tener presente el hecho de que el hombre es sujeto y objeto del desarrollo.
Hemos aprendido a facilitar la cooperación entre las comunidades de naciones. Nuestra tarea en los años venideros consiste en duplicar este provechoso resultado a nivel de ciudades, aldeas y caseríos. He ahí la razón de la selección del tema para el 75 ’ aniversario de la OPS.
LA ORGANIZACION PANAMERICANA DE LA SALUD,
EJEMPLO Y ESPERANZA PARA LOS PUEBLOS DE AMERICA LATINA
Por el Dr. Miguel E. Bustamante ’
La Organización Panamericana de la Salud conmemora, en 1977, el Septua- gesimoquinto aniversario de su fundación. Inició sus actividades en 1902 cuando se estableció en forma modesta con el nombre de Oficina Sanitaria Internacional. Dieron vida a la Oficina las resoluciones basadas en el Informe presentado a la Segunda Conferencia Internacional de los Estados Americanos que celebró sus reuniones en la Ciudad de México.
En esa ocasión, y con base en el Informe citado, se decidió celebrar la Primera Convención Sanitaria Internacional en Washington, D.C., en di- ciembre de 1902, en el curso de la cual quedó establecida, con carácter permanente, la Oficina Sanitaria Panamericana.
Con anterioridad a 1902 y en los tres cuartos de siglo transcurridos desde entonces, en diversas convenciones y reuniones se puso de manifiesto el pro- pósito de lograr la salud de los hombres en forma individual y de los pueblos