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VANCES HACIA UNA EDICIÓN MÁS ANTIGUA DEL FLORILEGIO DET ORTAJADA

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Academic year: 2019

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Abenámar, I (2016): 3-9 ISSN: 2530-4151

http://revista.fundacionramonmenendezpidal.org/index.php/Abenamar/article/view/7

Abenámar, 1 (2016): 3-9

A

VANCES HACIA UNA EDICIÓN MÁS ANTIGUA

DEL FLORILEGIO DE

T

ORTAJADA

TERESA ARAÚJO

(Universidade Nova de Lisboa

Faculdade de Ciências Sociais e Humanas

Instituto de Estudos de Literatura e Tradição)

teresaraujo@fcsh.unl.pt

RESUMEN

Antonio Rodríguez Moñino, al reimprimir la edición de 1652 de la Floresta de varios romances, casi aseveró que la tirada de 1646, referida en el colofón de 1652 (y actualmente todavía no localizada), no era la prínceps, pero que “sólo la fortuna de un hallazgo” lo podría confirmar (1970: 14). En efecto, el feliz suceso ha acabado ocurriendo. En el ámbito de un estudio que dedico a la biblioteca de libros y pliegos sueltos antiguos de Teófilo Braga, he examinado en el archivo del polígrafo portugués un ejemplar de una edición desconocida, anterior a la de 1646, del libro de Damián López de Tortajada. Corresponde a una impresión de 1642 (o 1643), hecha en la misma casa que estampó las inmediatamente posteriores, la “de los herederos de Chrisostomo Garriz, por Bernardo Noguès”, en Valencia. En la biblioteca del estudioso portugués, también se encuentra la edición de 1713 (Madrid, por Juan Garcia Infançon), sin embargo, consagro este estudio a algunos aspectos introductorios a la edición de 1642 (o 1643) ahora localizada.

PALABRAS CLAVE:Floresta de varios romances; Tortajada; Teófilo Braga

ABSTRACT

When Antonio Rodríguez Moñino reprinted the 1652 edition of Floresta de varios romances, almost assured that 1646 printing –referred in 1652 colophon and still not found– was not the princeps edition. Therefore, “sólo la fortuna de un hallazgo” (1970: 14) could prove otherwise. This joyful event has finally happened. In the context of an article I wrote devoted to Teófilo Braga’s library of old books and chap-books, I could examine in his archive an unknown copy of Damián López de Tortajada’s edition previous to 1646. His book was printed in 1642 (or 1643) in Valencia, by the “herederos de Chrisostomo Garriz, por Bernardo Noguès” editorial house, where the subsequent editions were also produced. In Teófilo Braga’s library I could also find an edition printed by Juan García Infançon in Madrid, 1713, but this article will be devoted only to some introductory apects concerning the first edition just found, printed in 1642 (or 1643).

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Cuando Antonio Rodríguez Moñino reimprimió la desconocida edición de 1652 de la Floresta de varios romances sacados de historias antiguas de los hechos famosos de los doze Pares de Francia, de Damián López de Tortajada (1970), el erudito estaba convencido de que efectivamente no daba a la luz la edición prínceps de la obra. Explicó entonces los fundamentos de su reserva, llamando la atención para dos aspectos.

Primero, advirtió que si la información de la portada del opúsculo, romances “agora nuevamente corregidos”, podría referirse a intervenciones textuales realizadas por López de Tortajada sobre los viejos textos previos cuando el desconocido autor preparaba su compilación, la anotación también podría aludir exclusivamente a las enmiendas de la reimpresión de 1652 (Rodríguez Moñino 1970: 9).

Seguidamente, hizo notar que sólo la temática de los primeros romances de la tirada que tenía en sus manos se correspondía con la materia demarcada en el subtítulo de la obra, narraciones relativas a los Doce Pares (Rodríguez Moñino 1970: 15). El asunto de los demás poemas no reflejaba este universo temático, “parece un añadido hecho por persona a la que interesaban sobre todo los romances cronísticos y noticieros” (Rodríguez Moñino 1970: 29). De hecho, únicamente los veintiúno romances iniciales desarrollan argumentos carolingios –el filólogo contó veinte porque no consideró, al contrario de Diego Catalán (1998: 19, nota 42), “Por la matança va el viejo, por la matança adelante”–. Los restantes trece (catorce, en las cuentas de Rodríguez Moñino) superan este ámbito temático, por lo que el bibliófilo consideró que estos correspondían a adicciones textuales posteriores a lo que habría sido el corpus primitivo de la Floresta de varios romances, un repertorio poético sobre los Doce Pares (Rodríguez Moñino 1970: 29).

Asimismo desconfió de que la supuesta impresión anterior de la obra (1646), cuya existencia deducía a partir de la fecha del colofón de la tirada que había hallado, correspondiese a la primigenia publicación de la antología. “Es posible, es casi seguro que no sea esta la primera tirada” (Rodríguez Moñino 1970: 14). Recordando tal vez que diez años antes de su hallazgo había refutado la mención de Agustín Durán a esta edición (Rodríguez Moñino 1960: 5), admitió su existencia, “no puede ya dudarse de una edición valenciana de 1646” (Rodríguez Moñino 1970: 14), subrayando con todo que probablemente era semejante a la que examinaba. Esto porque una de dos: o la edición que leía estaba formada por un “invendido resto” de la impresión de 1646 encuadernado con una nueva portada en 1652, o era una tan fiel copia de la delantera que inclusivamente presentaba igual colofón.

De todas las maneras, el distinguido experto reconoció que pilotaba a oscuras y, por eso, anheló que “la fortuna de un hallazgo” semejante a lo que le había ocurrido en la Biblioteca Mazarine de Paris, donde encontró la edición de 1652, sucediese en el futuro para hacer aparecer ediciones anteriores a la tirada descubierta y, con estas, se disipasen las “tinieblas” en que se movía (Rodríguez Moñino 1970: 9, 34).

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FLORESTA / DE VARIOS / ROMANCES, SACA-/ dos de las historias antiguas/ de los hechos famosos de/ los doze Pares de / Francia./ Agora nuevamente corregidos, por/ Damian Lopez de Tortajada/ [estampa igual a de la edición de 1652]/ EN VALENCIA / Con licencia; en casa de los hered. de/ Chrysost. Garriz, Por Bernardo No-/ gues, junto al molino de Ro-/uella, Año 1642./ Vendense en la misma imprenta.

Como la edición conservada en la Biblioteca Mazarine, esta expone una fecha en la portada y otra en el colofón –1642 y 1643, respectivamente–. Pero al revés de la que fue dada a conocer por Rodríguez Moñino (la cual exhibe en la portada una fecha posterior a la del colofón), esta exhibe en el frontispicio un año anterior al del final del opúsculo. Sin embargo la causa de la discrepancia interna de la edición ahora localizada podría ser una de las dos apuntadas por el erudito para explicar la disconformidad perceptible en su ejemplar. O fue compuesta, en 1643, por un “invendido resto” de la impresión de 1642, a lo cual fue añadido un nuevo colofón, o constituyó una tan cabal reproducción de la de 1642 que inclusivamente cargó igual portada, a pesar de merecer colofón de 1643. Aun así, considerando la proximidad de las fechas, también podría admitirse que la divergencia tuvo otra razón más sencilla. El hecho de que el trabajo tipográfico empezó en 1642 y terminó en el año siguiente.

Sea como sea, la edición ahora localizada en las Azores precede en más de diez años a la que Rodríguez Moñino reveló y aumenta el número de ediciones valencianas del seiscientos (1646 y 1652). De esta manera, el hallazgo contribuye a confirmar lo que le pareció insostenible al propio bibliófilo antes de su hallazgo en la Biblioteca Mazarine (Rodríguez Monino 1960: 6). Esto es, la existencia de una fortuna editorial de la Floresta de varios romances anterior al siglo XVIII. Además, junto a otras del siglo XVII, nos permite afirmar lo que Rodríguez Moñino declaró solamente con respecto al siglo XVIII, inclusivamente cuando reproducía la de 1652: a mediados del seiscientos, la colección estuvo “[e]ntre los libros más divulgados y conocidos por la masa lectora” (Rodríguez Moñino 1970: 9) de entonces.

Las desconfianzas relativas a la gran fortuna editorial de la obra en siglo XVII que el erudito manifestó aun cuando daba a conocer la edición de 1652 se debieron, por una parte, a la ausencia de referencias en los repertorios antiguos, sobre todo en el de Nicolás Antonio, y por otro lado, a las conclusiones del examen al que sometió las menciones de los varios estudiosos a las diferentes tiradas de la colección (Rodríguez Moñino 1970: 9-13), un análisis que había empezado diez años antes (Rodríguez Moñino 1960). Al final de su escrutinio, consideró que muchas de las indicaciones dadas por eruditos anteriores habían resultado de ambigüedades, equívocos y malas interpretaciones, considerándolas, por eso, a todas inconsistentes: “producto de la generosa credulidad de unos y la alegre y desenfadada libertad imaginativa de otros” (Rodríguez Moñino 1970: 14). Por entonces, rastreó los estudios de George Ticknor, Ferdinand Wolf, entre muchos otros, pero ignoró los de Teófilo Braga.

Quizás por concentrarse en obras sobre la literatura española y en las grandes colecciones de romances antiguos publicadas en el ochocientos, no observó las obras del fundador de la historia de la literatura portuguesa (introductor del positivismo en el país, polígrafo, político y presidente de la República) que mencionan la edición de 1642/1643. Los estudiosos de la obra crítica del erudito portugués tampoco se detuvieron en estas alusiones y, si acaso algunos apenas lo hicieron solos en su despacho, las interpretaron seguramente en el contexto de una enorme confusión de fechas de ediciones que, como nos enseñó Rodríguez Moñino, abundó en el siglo XIX.

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Teófilo Braga reflejan el conocimiento directo del opúsculo, sino que es probable que el autor designara uno de sus primeros libros, una colección de romances con forma literaria, Floresta de Varios Romances (Braga 1868) por influencia de la compilación de López de Tortajada. Absolutamente seguro es que por el año de la publicación de la Floresta portuguesa, Braga tenía en su mesa de trabajo la edición de 1642/1643 de la Floresta valenciana. De hecho, la mencionó a través del año de la portada, por ejemplo, en la nota de las versiones de “Batalla de Lepanto” que publicó en sus Cantos Populares do Archipelago Açoriano (Braga 1869: 435). Con las lagunas que eran comunes a muchas referencias del ochocientos, el estudioso registró lo siguiente: “Na Floresta de varios, de 1642, vem commemmorado este facto [la Batalla de Lepanto]; com as versões portuguesas nada tem de commum. Os dous povos da Peninsula romancearam a seu modo o feito que lhes deslumbrara a imaginação” (ibidem).

Braga leía de hecho la versión que, en el folio 126v. de 1642/1643, empieza “En el tēplo estaba el Turco / el Turco en el tēplo estaba” y está precedida por el título “Romance de como el Emperador Carlos Quinto Rey de España hizo retirar al gran Turco llamado Soliman, que estaba sobre la ciudad de Viena. Año 1532”. El poema también fue incluido en la edición de 1652 y en todas las posteriores ya localizadas y del que conocemos las fuentes también a través de la introducción de Rodríguez Moñino a la tirada de 1652 (Rodríguez Moñino 1970: 31). Con todo, antes de que pongamos lado al lado las dos ediciones seiscentistas que ahora quedan localizadas, volvamos a la circunstancia de la presencia de la tirada de 1642/1643 en la librería particular del estudioso portugués.

En el fondo de libros que subsistió de su biblioteca privada, se conserva actualmente otra edición de la Floresta de López de Tortajada, la que Rodríguez Moñino consideró ser la primera seguramente conocida antes de que descubriese la de 1652 (Rodríguez Moñino 1960: 6). Me refiero a la impresión de Madrid, hecha por Juan García Infanzón, en 1713, que está depositada en las Azores bajo la signatura TB/A 153 RES (BPARPD)-TBA185. Ella forma parte de un tomo al que, adjuntándola al Breve ad Favorem Bibliothecarum Clemens Papa XI. Ad

Futuram Rei Memoriam de probablemente 1721, exhibe la inscripción de su pertenencia a la biblioteca de un colegio monástico de Coimbra que ya no existía cuando Teófilo Braga hizo sus estudios universitarios en la ciudad –la Livraria do Colégio de Santa Rita dos Agostinhos Descalços de Coimbra–.

No me sorprende la propiedad anterior del volumen y por consecuencia la de la Floresta de 1713, porque la riqueza de esta biblioteca monacal es subrayada por los actuales estudiosos de los manuscritos y libros del monasterio, quiero decir, de los documentos y volúmenes que subsistieron y que se encuentran actualmente en el Arquivo da Universidade de Coimbra (Capelo 2010). Además, tampoco me extraña que Teófilo Braga poseyese el tomo otrora del Colegio de los Padres Agustinos Descalzos, dado que la extinción de las órdenes religiosas en Portugal en 1834 (Decreto de 30 de mayo) lanzó a otros propietarios el patrimonio documental de los conventos, aunque estuviese bajo la custodia del Estado (Martins da Silva 1993 y Roque 2010).

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ignorándose cuántos y qué libros todavía allí quedaban. Por eso, no cuesta entrever cómo el tomo habría llegado a Portugal: o a través de las redes personales de los escritores, o por el comercio librero o incluso por algún militar de las Invasiones Francesas de los primeros años del siglo XIX. De todas maneras, me parece casi seguro que Teófilo Braga lo habría obtenido en las casas de libros de las cuales era visitante habitual, probablemente en la de Oporto, la Livraria da Viuva Moré, donde trabajaba el francés Ernest Chardron, fundador en 1869 de la Livraria Internacional de Ernesto Chardron, la actual Lello & Irmão. De hecho, el prolijo escritor publicó en la primera Livraria su Poesia do Direito (Braga 1865) e, inmediatamente después de la fundación de la casa librera de Ernest Chardron, editó en esa imprenta de la entonces Rua dos Clérigos sus Estudos da Edade Media. Philosophia da Litteratura (Braga 1870).

De todas las maneras, el volumen que incluye la edición de 1642/1643 se presenta en buen estado, en su encuadernación cartoné con cubierta y sin impresiones. Su lomo exhibe un grabado bien legible que muestra parte del contenido del tomo aunque según un orden opuesto al del contenido en la miscelánea, Garcilass [sic] de la Vega / Romance. Sin embargo, incluso de forma truncada, anuncia lo que sería el criterio de organización del volumen: libros poéticos españoles de los Siglos de Oro. De hecho, inmediatamente a la Floresta de varios romances que abre la miscelánea sigue un ejemplar de otro libro raro, la única edición antigua localizada del Cancionero llamado Dança de galanes en el cual se contienen inumerables canciones para cantar, y bailar, con sus respuestas, y para desposorios, y otros plazeres. (Vera, 1625) –de la que el Manual bibliográfico de cancioneros y romanceros (Siglo XVII) dice que se conoce solamente un

ejemplar, el que se encuentra depositado en The Hispanic Society of America, en Nueva York (Rodríguez Moñino 1977: 317)–. Queda, así, ubicado el segundo ejemplar.

Tras estas dos obras, pueden consultarse las siguientes, considerablemente menos raras. Notemos que la segunda, entonces comúnmente agregada a la edición de la poesía de Garcilaso de la Vega, se encuentra allí aislada: Obras del Excelente Poeta Garcilasso de la Vega (Vega 1577) y Anotaciones, y Declaraciones sobre las obras del excelente Poeta Garcilasso de la Vega (Sanchez 1600).

Concentrémonos por ahora en la impresión de la Floresta de varios romances, compulsándola con la edición de 1652, aunque muy brevemente porque preparo para publicación un estudio más amplio sobre el asunto. La de 1642/1643 tiene portada y colofón con la misma caja de impresión de la tirada reproducida por Rodríguez Moñino, aunque las fechas sean diferentes, como hemos visto. Su frontispicio presenta inclusivamente igual estampa. Sin embargo, al contrario de la impresión de 1652, que carece de aprobaciones o censuras, la de 1642/1643 se muestra “Con licencia”. El permiso constituye una aportación fundamental para que apreciemos el dictamen de los censores de la época sobre la utilidad y provecho de la obra –como explicó recientemente Fernando Bouza respecto a Don Quijotey la aprobación de libros en el Siglo de Oro (2012)–. ¿Pero por qué perdió la tirada de 1652 el paratexto de la aprobación? La pregunta queda por ahora sin respuesta, ya que como es sabido la autorización directa de publicación no era rara en los casos de reimpresiones.

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Primero, muestra que la tirada de 1642/1643 no es la edición princeps (a pesar de que esté más cercana a la primigenia publicación), ya que todos los otros romances no carolingios presentes en 1652 se encuentran incluidos en la ahora más antigua. Segundo, se nos lleva a admitir que la primigenia impresión contenía únicamente poemas sobre la materia referida en el subtítulo de la obra. De hecho, a la tirada de 1642/1643 no le falta ninguna composición carolingia incluida en la reimpresión de 1652. Por fin, demuestra que a lo largo de las reediciones, fueron siendo añadidos poemas que no atañían a la materia de los Doce Pares, “Tortajada, o los editores que hicieron pecorea de su volumen, fueron modificando el material conforme a su gusto” (Rodríguez Moñino, 1970: 9).

Como decía, sigo desarrollando el estudio contrastivo de las dos ediciones del seiscientos de las cuales disponemos de ejemplares conservados. Sin embargo, por lo que he afirmado, ya es posible percibir que el hallazgo en el fondo de Teófilo Braga contribuye para disipar parte de las tinieblas que envuelven la Floresta de López de Tortajada –aunque no enmudezca el anhelo de Rodríguez Moñino respecto al hallazgo de la primera edición del magnífico trabajo poético de Damián López de Tortajada, lo que Diego Catalán, entre otros, distinguió cuando explicó los exquisitos senderos poéticos del “tema del corazón de Durandarte”, desde la tradición antigua hasta el romancero de la tradición moderna, y demostró la filiación de la memoria poética de nuestros días relativamente a algunos poemas de la Floresta de varios romances (Catalán 1998: 14-22)-.

BIBLIOGRAFÍA CITADA

BOUZA ÁLVAREZ, Fernando, «Dásele licencia y privilegio»: Don Quijote y la aprobación de libros en el Siglo de Oro, Madrid, Akal, 2012.

BRAGA, Theophilo, Cantos Populares do Archipelago Açoriano, Porto, Typ. da Livraria Nacional, 1869 (reedición facsímil, con prefacio de José Almeida Pavão, Ponta Delgada, Universidade dos Açores, 1982).

BRAGA, Theophilo, Estudos da Edade Media. Philosophia da Litteratura, Porto, Livraria Internacional de Ernesto Chardron, 1870.

BRAGA, Theophilo, Floresta de Varios Romances, Porto, Typ. da Livraria Nacional, 1868.

BRAGA, Theophilo, Poesia do Direito, Porto, Livraria da Viuva Moré, 1865.

Breve ad Favorem Bibliothecarum Clemens Papa XI. Ad Futuram Rei Memoriam, Roma, s.n.

CARTAXO CAPELO, Ludovina, Colégio de Santa Rita, Arquivo da Universidade de Coimbra,

accessible en línea en:

<http://www.uc.pt/auc/fundos/ficheiros/COL_SantaRitaCoimbra.pdf> (consultado el día 10/04/2016).

CATALÁN, Diego, “Hallazgo de una poesia marginada: el tema del corazón de Durandarte”, en Arte Poética del romanceiro oral. Parte 2.ª. Memoria, invención, artificio, Madrid, Siglo Veintiuno Editores, 1998, pp. 1-34.

Histoire de la Bibliophilie, accessible en línea en:

<http://histoire-bibliophilie.blogspot.pt/2013/02/le-marquis-daubais-un-des-esprits-les.html> (consultado el día 10/04/2016).

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Abenámar, 1 (2016): 9

LÓPEZ DE TORTAJADA, Damián, Floresta de varios romances (Valencia 1652), edición, estudio, bibliografía e índices por Antonio Rodríguez Moñino, Madrid, Castalia, 1970.

LÓPEZ DE TORTAJADA, Damián, Floresta de varios romances, sacados de las historias antiguas de los hechos famosos de los doze Pares de Francia. Agora nuevamente corregidos, por Damian Lopez de Tortajada, Valencia, Con licencia; en casa de los hered[eros] de Chrysostomo Garriz, Por Bernardo Nogues, junto al molino de Rovella, 1642.

MARTINS DA SILVA, António, A extinção das ordens religiosas, a dispersão do património artístico e o destino dos colégios universitários de Coimbra, Coimbra, Inst. de História de Arte, 1993.

RODRÍGUEZ MOÑINO, Antonio, “Introducción”, en Damián López de Tortajada, Floresta de varios romances (Valencia 1652), op. cit., pp. 9-34.

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RODRÍGUEZ MOÑINO, Antonio, Manual bibliográfico de cancioneros y romanceros (Siglo XVII),

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ROQUE, Maria Isabel, “Museologia oitocentista do património religioso em Portugal, Idearte - Revista de Teorias e Ciências da Arte, 6 (2010), pp. 117-145.

SANCHEZ, Francisco, Anotaciones, y Declaraciones sobre las obras del excelente Poeta Garcilasso de la Vega. Por el Maestro Francisco Sanchez, catedrático de propriedade de Retorica, en la Universidad de Salamanca. Con licencia, En Madrid, Por Luis Sanchez, 1600.

VEGA, Garcilaso de la, Obras del Excelente Poeta Garcilasso de la Vega, Con Anotaciones y enmiendas del Maestro Francisco Sanchez Cathedratico de Rethorica en Salamanca. Con Privilegio, En Salamanca, Por Pedro Lasso, 1577.

Referências

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