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Empleo de la vacuna Sabin para la prevención no específica de la diarrea infantil de etiología vírica

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Academic year: 2017

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EMPLEO DE LA VACUNA SABIN PARA LA PREVENCION NO ESPECIFICA DE LA DIARREA INFANTIL DE ETIOLOGIA VIRICA ’

Dr. Guillermo Contreras *

Se considera la posibilidad de que la interferencia entre 10s virus poliomielíticos y otros enterovirus influya en la reducción de la mortalidad infantil por diarrea. En Chile se observó un descenso de esta naturaleza después de la vacunación en masa de lactantes y niños pequeños con cepas poliomielíticas atenua- das. Por consiguiente, tal vez podria utilizarse esta vacuna como medida no especifica para combatir la diarrea infantil de etiología virica.

Introducción

En muchos lugares del mundo, incluido el Hemisferio Occidental, la diarrea infantil constituye un importante problema de salud pública. Por ejemplo, según los datos de un informe, se debieron a la diarrea aguda 250,000 defunciones entre un millón regis- tradas en niños menores de cinco años en América Latina (14).

Aunque la etiología de la diarrea infantil es una cuestión todavía no resuelta, los agentes infecciosos desempeñan una función

importante (2, 3, 5-7, II, 12). Se consi-

dera que, entre estos agentes, los virus cau- san aproximadamente una sexta parte de los casos (2, 3, 5, ZO, 12, 16, 17). Asimismo hay ciertas indicaciones de que la patogeni- cidad de los virus es mayor en los primeros

meses de vida (2, ll, 22, 16). Conviene

señalar que la primera dosis de vacuna anti- poliomielítica oral suele administrarse a los tres meses de edad.

Basándose en hechos conocidos acerca de la interferencia entre enterovirus en el in- testino, se formuló la hipótesis de que podía existir una relación recíproca entre la dia- rrea vírica y la vacunación antipoliomielí- tica (4, 8, 13). Si realmente las cepas de vacuna interfieren con los enterovirus que 1 Publicado en @glés en el Bulktin of the Pan Americm r3yZth Organzzafwn, Val. VIII, No. 2 (1974), págs. 123-

2 Jefe de la Unidad de Virología, Departamento de Microbiología y Parasitología (Facultad de Medicina),; Profesor de Biología (Facultad de Ciencias), Universl- dad de Chile, Santiago, Chile.

poseen patogenicidad, la vacunación anti- poliomielítica en masa podría reducir la circulación espontánea de esos virus y dis- minuir así la morbilidad y mortalidad causa- das por las diarreas. A continuación se describen los resultados de laboratorio y epidemiológicos que indican que la vacuna Sabin puede haber intervenido en la reduc- ción de la diarrea infantil en un momento en que fue administrada en masa para con- trolar una epidemia de poliomielitis (8, 18).

Función patogénica de los virus

Examen de estudios anteriores

Si bien ciertos investigadores han logrado demostrar la posibilidad de que algunos vi- rus desempeñen un papel en la etiología de la diarrea infantil (II, 12, 26), los datos resumidos en el cuadro 1 no permiten de- terminar fácilmente la patogenicidad vírica. Entre otras razones, estos datos indican que se obtuvieron virus de pacientes sanos casi en la misma proporción que en los casos de diarrea, y que las tasas de recuperación de virus en los distintos estudios variaron de manera considerable.

No obstante, la identificación de numero- sos virus distintos en muestras obtenidas en más de 5,000 personas permiten llegar a las siguientes conclusiones:

1) No hay un solo virus que pueda deno- minarse “virus de la diarrea”, con la posible

(2)

Contreras . PREVENCION DE LA DIARREA INFANTIL 423

CUADRO I-Virus aislados en niños enfermos de diarrea y en sujetos sanos.”

Investigadores, año de publicación,

regiónestudiada y

números de referencia Enfermos de diarrea Sujetos sanos

de los trabajos

publicados Estudiados Positivos positivos % de Estudiados positivos positivos % de Ramos-Alvarez y Sabin,

1958 EUA (II) Varios investigadores y

Cramblett y Siewers, 1964, Norteamérica y Europa (2)

Ramos-Alvarez y Olarte, 1964, México (12) Guardiola-Rotger et al.,

1964, Puerto Rico (3) Parks et al., 1966, Paquis-

tán (10)

Otros investigadores y Con- treras, 1959 a 1971, Chile

(1, 8, 9, 16) Total

Porcentaje medio de posi- tivos

153 65 43 100 13 13

1,425 208 14 1,508 159 10.5

246 142 58 158 21 13

142 20 14 73 3 4

376 289 77 466 370 79

220 37 17 713 107 15

2,562 761 3,018 673

29.7 22.3

’ La mayoría de los sujetos indicados en este cuadro eran menores de dos años y aproximadamente la mitad menores de uno.

excepción del agente de Norwalk (5), pero existen grupos víricos (0 incluso virus espe- cíficos) que, después de un estudio detenido, podrían considerarse como agentes etiológi- cos de la diarrea infantil. De acuerdo con los datos contenidos en el cuadro 2 se puede analizar en qué medida intervienen esos agentes.

2) Puesto que, al parecer, varios virus poseen patogenicidad (cuadro 2), es lógico suponer que su participación específica en los brotes de diarrea varía según el tiempo y lugar. Por eso en estudios anteriores aIgu- nos investigadores hallaron que los virus Echo desempeñaban un papel. En cambio, otros-que estudiaron poblaciones de edad análoga y emplearon cultivos tisulares y métodos comparables-detectaron virus di- ferentes. Por ejemplo, en una zona urbana estudiada durante dos veranos sucesivos solo en uno de ellos se identificó al virus Echo-20 como el agente causal (16).

3) Acaban de iniciarse investigaciones sobre la posible acción sinergética entre vi- rus y bacterias no patógenas (2, 3). En términos generales, el estudio de mezclas patogénicas de microorganismos que por sí solos no son patógenos podría constituir un campo de investigación provechoso.

4) En los estudios aludidos solo en una ocasión se mencionó la posible relación en- tre la gastroenteritis infantil y el empleo ge- neral de la vacuna Sabin contra la polio- mielitis (16) .

La función de los virus Echo

(3)

424 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA * Noviembre 1975

CUADRO 2-Clasifica:ión de los virus aislados en enfermos de diarrea y en sujetos sano~.~

Virus

Aislados de sujetos sanos Aislados de enfermos de diarrea ( 1,148 muestras)

(1,364 muestras)

Tipos de virus aisla- No. de % de Tipos de virus aislados No. de % de dos (y No. de

aisla- muestras (y No. de aislamientos aisla- muestras aislamientos de mientos positivas de cada tipo) mientos positivas cada tipo) Virus Echo ’ 153 11.2”

Adenovirus <1 36 2.6”

Virus A Coxsackie d 19 1.4’ Virus B Coxsackie ’ 29 2.1 Virus poliomie-

lítico 40 2.9

No clasificados 119 8.7

1(13),2(7),4w, 6(a), 7(17), W2), g(8), ll(IW, WW, 14(14), 19(8), 20(6) L(2), 2(l), 4(5), 5(2),‘XW, 7(l),

10(1), 12(1), 19(8) g(2), 18(7),20(6),

21(I), WO

l(I), 2(4),3(6), 4~2)~ 5(5),6(l)

7.5 6.5

6 0.5

l(I2), 2(6), 4(8), 6(d), 7(8), 9(J), iw, 12(3), 14(l), 19(8),20(I)

l(1), 3(I)

5 0.4 9(I), 18(I), 20(2), 21(l)

37 3.2 l(3), 2(j), VW, 4(7), 5(6), 6(3) 30 2.6

34 3.0 n Datos obtenidos en las referencias 2,3, 10, lI, 12, 16 y 17.

’ Los tipos de virus Echo solo se mencionan en los casos en que se obtuvieron cinco o más aisla- mientos de uno de los dos grupos de muestras examinadas. Otros tipos de virus Echo observados fueron los tipos 3,5, 13, I5, 17, 18, 21,22, 23 y 24.

D P=<O.OOl.

“No todos los adenovirus y virus Coxsackie A y

1) Como grupo, los virus Echo fueron los agentes que se aislaron con más frecuen- cia ( 153 de los 277 virus clasificados).

2) La proporción de virus Echo que se recobraron de niños enfermos resultó signi- ficativamente más elevada que la corres- pondiente a sujetos sanos. Y, concreta- mente, en los enfermos de diarrea se recobraron virus Echo de los tipos 8, 12, 14 y 20 con una frecuencia por lo menos cuatro veces mayor. Por añadidura, en otros estudios se han relacionado los virus Echo de tipo ll, 18 y 19 con la gastroenteritis

(2, 16).

3) Las tasas de aislamiento de adenovirus y virus Coxsackie A en niños enfermos (2.6 y 1.4%) respectivamente) fueron también mucho más elevadas que las registradas en los sujetos sanos (0.5 y 0.4%, respectiva- mente), pero la cifra total de aislamientos resultó baja.

En resumen, hay razones bien fundadas

6 aislados han sido clasificados por tipo.

para creer que algunos virus Echo, en parti- cular los tipos 8, ll, 12, 14, 18, 19 y 20, poseen capacidad patogénica; en menor me- dida, pueden intervenir los adenovirus y los virus Coxsackie A. La función que de- sempeñan otros enterovirus no ha sido definida.

Edad de los pacientes y patogenicidad virica

(4)

Contreras - PREVENCION DE LA DIARREA INFANTIL 425

CUADRO 3-h influencia de la edad del niño en la recuperación de virus en enfermos de diarrea y sujetos testigo.

Sujetos sanos Enfermos de diarrea

Procedencia Estudia- Positi- % de po- Estudia- Positi- % de po- de estos datos

Edad dos vos sitivos dos vos sitivos (referencias)

<3 meses 249 15 6.0’~”

>3 meses 528 103 19.5”

“X-“para$y$ es 24.880; así P<O.OOl. “X1 para& y$es 27.701; así P<O.OOl.

mientos de virus en sujetos sanos indicado

en el cuadro 1 (22.3 % ) .

Además, se aisló virus en el 27.6% de 76 casos de diarrea menores de tres meses de edad, proporción que difiere de manera significativa de la de 6.0% de aislamientos víricos en lactantes sanos. Esta proporción de 27.6% se acercaba también al porcentaje medio (29.7) de aislamientos de virus en pacientes de diarrea (cuadro 1) .

La diferencia en las tasas de aislamiento de enterovirus en sujetos de distintas edades muestra que los virus invaden de manera progresiva el tubo digestivo del recién na- cido, y sugiere que algunos virus ejercen un efecto patogénico sobre los niños pequeños, lo que no se observa en los sujetos de más edad.

Relaciones recíprocas entre los enterovirus y la vacunación antipoliomielítica oral

Los datos contenidos en el cuadro 4 con- firman que las cepas de vacuna antipolio-

76 21 27.6b 9,12,16

390 158 40.5 1, 8,12,16

mielítica no se multiplican 0 no provocan la formación de anticuerpos si el tubo digestivo alberga otros enterovirus o si el sujeto pa- dece de diarrea cuando recibe la vacuna. Esta circunstancia se presta a pensar que también puede ocurrir lo contrario, es decir, que cuando las cepas de vacuna antipolio- mielítica se están multiplicando activamente en el intestino es difícil que otro enterovirus pueda establecerse en la mucosa intestinal. El tipo de aislamientos de enterovirus obtenidos en 610 niños con distintos ante- cedentes de vacunación viene a corroborar este supuesto (cuadro 5). Hale et al. (4) observaron una reducción similar en los

aislamientos de enterovirus después de utili- zar vacuna Sabin monovalente de tipo 2.

Sin embargo, Sabin et al. hallaron que la in-

cidencia de enterovirus parecía ser la misma antes de la vacunación que tres meses des- pués de la administración rápida en masa de

vacuna trivalente oral en una comunidad

tropical (13).

CUADRO Il-Efecto de la diarrea o lo presencia de enterovirus (0 de ambas) sobre la infección por cepos de vacunas poliomielíticas y la respuesta de anticuerpos.”

Aislamientos de virus polio- mielíticos en muestras fecales Estado del niño

al ser vacunado

No. de aisla- No. de pares No. de pares No. de niños mientos posi- de sueros que mostraron estudiados tivos ensayados aumentos 24 Sanos, sin enterovirus

Diarrea o enterovirus (o ambos) presentes

135 52

33 1

Respuesta de anticuerpos al virus poliomielítico en pares

de sueros

288 158

15 1

(5)

426 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA * Noviembre 1975

CUADRO J-Influencia de la vacuna Sabin sobre la tasa de aislamiento de virup poliomielítico y otros enterovirus.”

Aislamientos de virus Virus poliomielíticos Otros enterovirus No. de No. de

Antecedentes sujetos aisla- No. de % del

de vacunación estudiados mientos de sujetos mientos % del total aisla- total de sujetos

Vacunados <60 días antes 219 61 28.0 6 2.7”

Vacunados >60 días antes 93 1 1.0 18 19.0

No vacunados 298 4 1.3 37 12.4 l4 1

” Datos obtenidos en las referencias 9 v 16. b P=<O.OOl.

Disminución de las defunciones por diarrea después de la vacunación antipoliomielítica en masa

Si las cepas de vacuna antipoliomielítica pueden interferir en la propagación natural de virus entéricos hasta un máximo de 60 días después de la vacunación, y si esos virus ejercen cierta función patogénica en la dia- rrea infantil, la interferencia podría producir oportunamente una reducción de las defun- ciones infantiles por diarrea después de una campaña en masa de vacunación antipolio- mielítica que comenzara antes de la plena estación de las diarreas.

Esta era la situación de Chile cuando se emprendió una campaña de vacunación en masa en 1961 con el fin de combatir la peor epidemia registrada en años recientes en el país. La campaña comenzó en Santiago (18)) inmediatamente después de tipificar virus aislado de niños sanos y enfermos (8), y se empleó vacuna monovalente de tipo 1. En el término de 15 días (del 5 al 19 de di- ciembre) el 85% (411,706) de los 479,246 niños de Santiago, calculados en la edad de tres meses a siete años, habían recibido la cepa Sabin de tipo 1. A raíz de esta campaña los casos notificados de poliomielitis dismi-

nuyeron de 230 en diciembre de 1961 a 28 en enero de 1962 (18). Habida cuenta de que en los brotes de poliomielitis ocurridos en Santiago durante el período de 1940 a

1960 la incidencia máxima se observó en

enero (18), probablemente se evitaron 300 ó 400 casos de la enfermedad.

En 1962 se extendió a todo el país el pro- grama de vacunación que abarcó una gran proporción de individuos susceptibles. Ahora bien, el ritmo de la campaña se había redu- cido de manera considerable y, durante 1964, el programa de vacunación fue muy defi- ciente. Cabe suponer que por estas circuns- tancias los casos de poliomielitis aumentaron de 115 en 1963 a 363 en 1964. En los años subsiguientes mejoró la cobertura de la va- cunación, pero siguió registrándose un nií- mero significativo de casos anuales de la enfermedad de 1965 a 1970, incluidos 205 en 1970. Sin embargo, el país no experi- mentó el tipo de aumento de poliomielitis clínica que se observó en otros lugares (1.5)) y el brote de 1970 promovió una intensifica- ción de las vacunaciones durante los dos años siguientes. El número de casos notifi- cados se redujo a 53 en 1971 y a 13 en 1972, siendo esta última la cifra anual más baja registrada.

Es posible que esta extensa distribución de cepas de virus poliomielítico entre los lactantes, primeramente las cepas patógenas causantes de la epidemia de 1961 y luego las de la vacuna atenuada, redujeran el nú- mero de defunciones por diarrea. Además, se dispone de datos suficientes para analizar esta posibilidad.

(6)

Contrerm . PREVENCION DE LA DIARREA INFANTIL 427

CUADRO ó-Defunciones infantiles por diarrea en Chile y en Santiago, de 1955 q 1967.

Chile Santiago

Defunciones Defunciones

Año Defunciones Promedio en cada ciones infan- Promedio ~~t~?~~~~~- x loo en cada ciones infan-

(período) por diarrea período tiles período tiles

19.55

l

4,316

1956 4.341

1957 (aI* 4,952

1g58 5,616

i

4,949 (a) 16.2 1,440(a) 20.9

1959 5,094

1960 5,378

3,613

3,835 3,700(b) ll.7 1,005(b) 12.8

3,653

;;;) (c)” $j;) 4,462(c) 15.4 1,235(c) 18.1

+ La denominación (a) corresuonde al período de seis años, (b) para el período de tres años y (c) para el de cuatro años. -

cio Nacional de Salud de Chile elaboró de manera comparable cada año los datos de mortalidad (cuadro 6). Estos datos indi- can que, en comparación con los seis años anteriores y los cuatro subsiguientes, las ci- fras de las defunciones infantiles debidas a las diarreas de 1961 a 1963 son extraordi- nariamente bajas. En concreto, en este pe- ríodo se registraron en todo el país menos defunciones anuales (800) de esta clase, y 300 menos en Santiago.

La disminución de la razón entre las de- funciones por diarrea y la mortalidad in- fantil refleja también este brusco descenso

del nivel de defunciones infantiles por dia- rrea. El cuadro 6 muestra esta razón multi- plicada por 1 OO.

Si la variación de esta razón fuera fortuita, se observaría una variación similar en la

mortalidad por otras causas. En consecuen- cia, se ha seleccionado como testigo otro tipo de defunción infantil común causada principalmente por infecciones, es decir, la debida a trastornos respiratorios. Conviene advertir que durante los 13 años de estudio, correspondió a las diarreas y a los trastornos

respiratorios alrededor de la mitad de la mortalidad infantil en Chile. La aportación relativa de cada tipo de defunción a la mor- talidad infantil total está trazada, año por año, en la figura 1. En contraste con la ra- zón de defunciones por diarrea, no se expe- rimentó ninguna disminución importante en defunciones por trastornos respiratorios en los tres años en cuestión.

(7)

428 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA - Noviembre 1975

FIGURA l-Razones específicas entre las defunciones por diarrea infantil y la mortalidad total infantil (línea continua) y entre las defunciones infantiles par trastornos respiratorios y la mortalidad infantil total (línea de puntos) en Chile, 19551967.

1955 1960 1965

Año

con bajos valores (1955 y 1956) ; aún así, la diferencia obtenida mediante la compara- ción de estos dos años con los demás tam- poco fue significativa.

Discusión y conclusiones

Se han realizado numerosas investigacio- nes para determinar los agentes infecciosos que causan la diarrea infantil, y, sin em- bargo, estos agentes no se hallan en la mitad, aproximadamente, de los casos. El hecho no es sorprendente si se parte del supuesto de que la diarrea es una de las reacciones del niño pequeño a factores ambientales per- turbadores, incluida la falta de atención de sus necesidades básicas (bienestar fisioló- gico, protección y afecto). A esta falta de atención podrían ser debidos algunos de los casos en que no se detectan agentes infeccio- sos, así como una serie de casos diarreicos independientes de la estación e incluso de- funciones por la propia enfermedad. Si bien son cada vez más los pedíatras que compar- ten esta opinión del comportamiento infantil y los trastornos gastrointestinales no debe suspenderse, por ningún concepto, la bús- queda de una etiología infecciosa.

Los estudios que se examinan en esta oca- sión indican que, probablemente en algunos casos, los virus desempeñan una función etiológica. Aunque se considera que esta función varía en forma notable según los lugares y las épocas, se puede estimar que

CUADRO í-Razones entre las defunciones infantiles por diarrea y por trastornos respiratorios y la mortalidad infantil total (Chile y Santiago, 19551967).

Año 1955 1956 1957 1958 1959 1960 1961 1962 1963 1964 1965 1966 1967

Defunciones por M;r;;;ad x 100 infantil total Chile Santiago

15.3 19.0

15.8 20.2

16.5 20.7

17.6 24.7

16.4 20.2

15.8

12; 11.5

12.0 12.7

11.7 12.9

15.5 18.6

14.4 18.4

15.9 18.7

15.8 16.7

Defunciones por trastornos respiratorios

Mortalidad ’ foo infantil total Chile Santiago

28.4 22.8

29.2 22.5

29.7 24.2

29.5 23.6

31.2 23.6

29.2

29.8 265

29.3 22.3

31.1 26.1

28.0 24.8

28.4 23.5

28.9 25.1

(8)

Contreras - PREVENCION DE LA DIARREA INFANTIL 429

CUADRO S-An6lisis estadístico de los datos contenidos en el cuadro 7.

Defunciones por diarrea

Años

Chile Santiago

Razón Prueba Razón Prueba

media “t” P Años media “t” P

1955-1960 1955-1959

196471967 15.9 8.383 <O.OOl 1964yl967 19.7 5.283 <O.OOl

1961-1963 ll.7 1961-1963 12.8

Defunciones por trastornos respiratorios

Años

Chile Santiago

Razón Prueba Razón Prueba

media “t” P Años media “f’ P

1955-1960 1957-1967 24.5

196471967 29.0 1.615 >O.lO 1.711 >O.lO

1961-1963 30.1 19551956 22.6

alrededor de una sexta parte de todos los casos de diarrea infantil se deben a virus. En un informe de la OMS de 1964 figura un cálculo similar (14).

De 1961 a 1963 las defunciones por dia- rrea en Chile disminuyeron en un 15% (cuadro 6). Si esta diferencia representa los casos evitados por la vacunación anti- poliomielítica en masa, como se sugiere en este trabajo, la similitud de las dos propor- ciones corrobora la idea de que alrededor del 15 % de los casos de diarrea infantil podrían tener una etiología vírica. Aunque es difícil determinar con rigor los virus que pueden ejercer un efecto patológico en el tubo digestivo, el cúmulo de experiencias indica que varios virus Echo son, muy pro- bablemente, agentes etiológicos. Como ya se advirtió, algunos adenovirus y virus Coxsackie A pueden también intervenir pero, a juzgar por el menor número de ca- sos implicados, su aportación no parece re- vestir tanta importancia.

Un factor que merece destacarse es la función patogénica más activa que parecen ejercer los virus cuando se trata de niños pequeños. Así, la diarrea vírica podría cons- tituir otra demostración del hecho bien co-

nocido de que las reacciones humanas a numerosos virus cambian con la edad. En este caso la susceptibilidad de los niños pe- queños sugerida por los datos del cuadro 3, cambiaría más adelante en una resistencia sugerida por el hecho de que los mismos virus aislados en niños pequeños enfermos se aislan también en otros niños sanos un poco mayores.

(9)

430 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA * Noviembre 1975

interfieran en la circulación espontánea de enterovirus vienen a corroborar la idea de que la interferencia vírica en el intestino humano guarda relación con la resistencia a la enfermedad (cuadro 5).

En este artículo se ha informado de la disminución estadísticamente significativa de las defunciones infantiles por diarrea obser- vada en Chile durante 1961, 1962 y 1963. Estos años, en particular 1961, se caracte- rizaron por una propagación muy extendida de cepas de virus poliomielítico entre los lactantes y niños pequeños. El brote de po- liomielitis que comenzó en octubre de 1961 afectó a millares de niños, de suerte que en diciembre las cepas virulentas de tipo 1 se habían difundido de un modo general por la capital del país y sus inmediaciones, donde habita cerca de una tercera parte de la pobla- ción total. Mientras continuaba esta propa- gación del virus espontáneo (se esperaba que el momento culminante de la epidemia sería en enero) (18)) se emprendió una campaña en masa de vacunación antipoliomielítica que duró 15 días. Al cabo de tres o cuatro semanas se observó en otras zonas urbanas una circulación similar de virus poliomielí- tico virulento y atenuado. Puesto que en el intestino de una gran parte de la población susceptible se multiplicaban las cepas de vi- rus poliomielítico por tres semanas 0 más, el fenómeno de la interferencia pudo haber reducido la circulación espontánea de otros enterovirus a un nivel insignificante por lo menos durante 60 días (cuadro 5).

Así, pues, si algunas diarreas infantiles se debieran a virus patógenos y si la extensa circulación de virus poliomielíticos limitara la propagación de aquellos virus, sería lógica la reducción de la morbilidad y mortalidad por diarrea. De ello se deduce que la gran circulación de virus poliomielítico en 1961 y la mencionada disminución de las defun- ciones por diarrea pudieran estar relacio- nadas.

Naturalmente, esta disminución de las de-

funciones infantiles podría deberse en su to- talidad o en parte a otros factores tales como el clima, el empleo de algún tratamiento nuevo, una considerable mejora en el acceso a los servicios de salud, etc. Es díficil des- cartar estos factores pero conviene hacer hincapié en tres hechos pertinentes: 1) no se observó disminución alguna en las de- funciones por trastornos respiratorios en los 13 años mencionados, y cabía esperar que los tres factores generales antes menciona- dos afectaran también en la mayoría de los casos, a las defunciones por trastornos respi- ratorios; 2) la reducción observada en el número de defunciones por diarrea se ex- tiende solo durante tres años, transcurridos los cuales desaparece, y 3) no hay indica- ción evidente de cambio o alteraciones temporales en ninguno de otros factores aparentemente afines.

Puesto que es preciso proteger a los lactantes contra la poliomielitis, parecería apropiado afirmar que, en la medida de lo posible, sería conveniente proceder a la va- cunación en masa de la población suscepti- ble, a partir del primer mes de vida, antes de que lleguen las temperaturas del verano.

Resumen

Sabido es que los enterovirus interfieren en la multiplicación de cepas poliomielíticas atenuadas en el intestino humano. Parece que también ocurre lo contrario, es decir, que los virus poliomielíticos atenuados en el intestino pueden interferir con otros entero- virus. Este artículo sugiere la posibilidad de que a esta interferencia se debiera una dismi- nución de la mortalidad por diarreas infanti- les observada en Chile de 196 1 a 1963, inmediatamente después de una campaña en masa de vacunación antipoliomielítica.

(10)

Contreras . PREVENCION DE LA DIARREA INFANTIL 431

importante y es posible que también inter- específica eficaz para prevenir la diarrea vengan los adenovirus y los virus Coxsackie infantil de etiología vírica. 0

A. Los niños menores de tres meses son

particularmente susceptibles. Agradecimiento

El autor, basándose en esta información, El autor expresa su agradecimiento a Adela sugiere que la administración en masa de Ohlbaum, Carmen Grado, Elba Wu, Donald F. vacuna Sabin antipoliomielítica a los niños Summers, Elvira Ehretield y Albert B. Sabin pequeños podría constituir una medida no por sus valiosas sugerencias y ayuda en la edi- ción del manuscrito.

REFERENCIAS

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432 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA - Noviembre 1975

Sabin’s vaccine used for nonspecific prevention of infant diarrhea of vira1 etiology (Summary)

It is well-known that enteroviruses interfere wide review of available information, that with multiplication of attenuated poliovirus viruses could account for up to one-sixth of all strains in the human intestine. However, it also cases of infant diarrhea. Echoviruses appear to appears that the reverse is true, i.e., that attenu- play a major pathogenic role, and Adeno and ated polioviruses in the intestine can interfere Coxsackie A viruses may also be implicated. with other enteroviruses. This article proposes Infants below three months of age are particu- that such interferente could be involved in a larly susceptible.

decline in mortality from infant diarrhea that On the basis of this evidente, the author was observed in Chile during the period 1961- suggests that mass administration of Sabin 1963, immediately following a massive polio- poliomyelitis vaccine to young infants might myelitis vaccination campaign. serve as an effective nonspeciGc measure to

It has been estimated, on the basis of a world- prevent infant diarrhea of vira1 etiology.

0 uso da vacina Sabin na preventão não específica da diarréia infantil de etiologia virótica (Resumo)

É sabido que os enterovírus interferem na disponível, chegou-se à estimativa de que até multiplicacáo de racas atenuadas de poliovírus um sexto dos casos de diarréia infantil poderiam no intestino humano. Parece, porém, que a atribuir-se a vírus. Os vírus Echo parecem recíproca é verdadeira, ou seja, que os vírus desempenhar urna fun9áo patogênica impor- poliomielíticos atenuados no intestino podem tante, e é possível que também intervenham os interferir em outros enterovírus. 0 presente adenovírus e os vírus Coxsackie A. As criancas artigo sugere a possibilidade de que essa inter- com menos de três meses sáo particularmente ferencia tenha sido a causa de urna diminuicáo suscetíveis.

da mortalidade por diarréias infantís observada Valendo-se dessa informacáo, sugere o autor no Chile de 1961 a 1963, imediatamente após que a administracáo em massa de vacina Sabin urna campanha de vacinacáo em massa contra antipoliomielítica a infantes poderia constituir

a polio. urna eficaz medida náo específica de prevencáo

Com base no exame da informacáo mundial da diarréia infantil de etiologia virótica.

Emplois du vaccin Sabin pour la prévention non spécifique de la diarrhée infantile d’étiologie virale (Résumé)

On sait que les entérovirus interfèrent avec la multiplication de souches poliomyélitiques at- ténuées dans l’intestin humain. Toutefois, il semble que le contraire soit vrai aussi, c’est-à- dire que les virus poliomyélitiques atténués peuvent interférer avec d’autres entérovirus. Le présent article laisse entendre que cette inter- férence aurait pu être la cause d’une baisse de la mortalité par diarrhée infantile constatée de 1961 à 1963 au Chili, immédiatement après une campagne massive de vaccination antipolio- myélitique.

On a estimé sur la base d’une étude à l’échelle mondiale des renseignements disponibles qu’un

sixième des cas de diarrhée infantile pourrait être attribué à des virus. Les échovirus semblent jouer un role pathogénique important et il est possible que les adénovirus et les virus Cox- sackie A interviennent également dans ce pro- cessus. Les enfants de moins de trois mois y sont particulièrement vulnérables.

Imagem

CUADRO  I-Virus  aislados  en  niños  enfermos  de  diarrea  y  en  sujetos  sanos.”
CUADRO  2-Clasifica:ión  de  los  virus  aislados  en  enfermos  de  diarrea  y  en  sujetos  sano~.~
CUADRO  3-h  influencia  de  la  edad  del  niño  en  la  recuperación  de  virus  en  enfermos  de  diarrea  y  sujetos  testigo
CUADRO  J-Influencia  de  la  vacuna  Sabin  sobre  la  tasa  de  aislamiento  de  virup  poliomielítico  y  otros  enterovirus.”
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