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Tifo y afecciones afines

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eteroterapia rectal desde 1926, considerándola muy recomendable, no ~610 por su rápida acción sedante, sino por su efecto favorable sobre la evolución y duraci6n de la enfermedad. (Apud: Rev. Méd., 332, ab.-mayo 1935.)

TIFO Y AFECCIONES

AFINES1

Percevejos.-0 virus do “typho exanthematico” de S. Paulo (rickettiose neotropica) dotado de actividade quando no organismo de percevejos (Gimes Zectularius) inoculados immediatamente ap6s a alimenta@0 dos mesmos em animal infectado, durante a reaccão febril, j& se mostra inactivo quando os percevejos são inoculados decorridas apenas 24 horas após a alimentagão. Em prazos de 48 e 72 horas, 5,10,13,16, e 25 dias foram negativas, da mesma fórma, as experiencias para transmissáo experimental do “typho exanthematico” de S. Paulo por meio de percevejos, quer pela inoculapão de excreta emittidos e de exemplares tritu- rados, quer pela picada ou alimenta@0 repetida em cobaias normaes. A resistencia do virus do “typho exanthematico” de S. Paulo no organismo do percevejo (C. Eectularius) é muito reduzida, náo persistindo sua actividade nas condipóes experimentaes descriptas, siquer 48 e mesmo 24 horas, após a alimen- tagão infectante. (Lemos Monteiro, J.: Mem. Inst. Butantan, 23, 1935.)

Acariunos pauìistas.-Nas regiões em que occorre a rickettsiose neotropica Fonseca tem observado a occorrencia das seguintes especies de acarianos possiveis da suspeita de apresentarem rela+es com a Rickettsia brasiliensis Monteiro, 1931. Ixodidae: Amblyomma cajennense, A. ovale, A. slriatum, Rhfpicephalus sanguineus, Boophilus microplus e Haemaphysali, leporispalustris. Liponissidea: Liponissus bacoti e Liponissus sp. Trombidiidae: Numerosas especies pertencentes ao genero Trombicula e ainda em estudo. Os caracteres epidemiologicos e o estudo ex- perimental da infec@o mostram-se favoraveis á hypothese da sua transmissáo por um corrapato, havendo apenas a objectar a relativa raridade de casos em que tem sido possivel filiar a infecpáo á picada de um Ixodida. Dos carrapatos exis- tentes na regiáo infectada o mais suspeito, devido á frequencia com que occorre e com que parasita o homem e roedores e á facilidade com que se infecta experi- mentalmente, é A. cajennense. Rh. sanguineus, A. ovale e A. striatum merecem attenpáo, o primeiro por ser transmissor provocado de nma Rickettsiose proxima da paulista e os dois outros por occorrerem com grande frequencia em cáes da zona rural. 0 H. EepoTis-palustris é encontrado com grande frequencia em lebres selvagens. Como se trata de transmissor da rickettsia determinante da infecgão que mais se approxima da de S. Paulo, merece ser assignalada sua presenpa, bem como a do roedor que parasita, Sylvilagus minensis, a lebre, que pertence a especie muito proxima da dos depositarios naturaes da Febre das Montanhas Rochosas, sendo, além disso, sensivel 6 infeccáo rickettsiana. 0 estudo da fauna de outros acarianos parasitas do homem demonstrou a existencia de L. bacoti (Hirst, 1913), Uponissus sp. e de numerosas especies do gen. Trombicuìa. A hypothese da participagáo destas na transmissáo da infecpáo, si náo pode ser aff?rmada, tambem não pode, provisoriamente, ser rejeitada. (Fonseca, Flavio da: Mem. In.&. Butantun, 39, 1935.)

Campaña en Chile.-El 31 de diciembre fué promulgada en Chile la ley que autoriza la inversi6n de 7 millones de pesos para proseguir la campaña contra el tifo exantemático. (EE Mercurio, fbro. l”, 1936.)

Enfermedad inaparente como reservorio de virus.-& 2716 individuos de la clase obrera de Santiago, sin antecedentes tificos, se encontró un porcentaje de 15 por

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ciento de reacciones de Weil-Fblix positivas, de las cuales 12 por ciento fueron a titulo de 1/50 y 3 por ciento a tftulos superiores. La frecuencia de la enfermedad inaparente deducida de estas cifras, es lo suficientemente alta para considerar esta forma como medio de conservación del virus en los perlados interepidémicos. El titulo de aglutinación con valor diagnóstico en la Weil-Félix, en medios que han sufrido una epidemia de tifo, no debe ser inferior al l/IOO. (SuSres, Eugenio; Palacios, Raul; Chávez, Federico; Avendaiio, Oscar, y Sesnic, R.: Rev. Znst. Bact. Chile, 7, dbre. 1935.)

Ratas de Santiago.-La reacción de Weil-Félix, practicada en 530 sueros de ratas capturadas, con ~610 5 aglutinaciones positivas al 1 por 25, en diferentes sectores de Santiago de Chile, para los autores permite afirmar la inexistencia de virus murino en esta ciudad. (P a acios, 1 Raul; Chávez, Federico; Avendaño, Oscar, y Aguilö, J.: Rev. Inst. Bact. Chile, 11, dbre. 1935.)

Virus murino en Nueva York.-Nigg obtuvo 51 ratas silvestres en la zona metropolitana de Nueva York, de septiembre a diciembre de 1934. De las 51, diez y seis revelaron reacciones débilmente positivas de Weil-Felix, 9 con indicios de aglutinación al l:lO, 5 al 1:20, y 2 al 1:40. Emulsificó e inyectb en 2 cobayos el cerebro de cada una de las 16 ratas, empleando la quinta y décima parte del cere- bro, respectivamente, para inoculación intraperitoneal. En ningún caso pudo recuperar el virus tifoso, y ninguno de los 32 cobayos manifestó reacción febril, aunque comprobados subsiguientemente con una cepa de laboratorio, 5 revelaron lo que podfa considerarse como una cierta inmunidad al tifo. Parece indicado examinar un número mayor de ratas de diversas localidades durante todas las estaciones del año, para comprobar estos hallazgos. (Nigg, C.: Jour. Znfect. Dis., 252, nbre.-dbre. 1935.)

Tifo endémico en Tejas.-Lewis afirma que el tifo endémico es común en ciertas partes de los Estados Unidos, particularmente en el sur, y sobre todo en Tejas. En el sudeste de dicho Estado es mas frecuente que la tifoidea. La enfermedad prevalece más entre los varones adultos empleados en almacenes, establecimientos de alimentos o de granos, etc. La mortalidad es baja, variando de 1 a 3 por ciento. El diagnóstico es fácil, con tal que se tenga presente la enfermedad y el cuadro clinico sea caracterfstico y la Weil-Felix positiva. Para dominar el mal hay que exterminar o diezmar las ratas. Las enfermedades que se confunden más a menudo con el tifo endémico son: paludismo, tifoidea, paratifoidea, influenza, sarampi6n, fiebre maculosa, y en algunos casos sffllis secundaria y eritema multi- forme. El autor vi6 40 casos de tifo en 1933 en la ciudad de Beaumont, Tejas, y en 1934, 13 casos hasta noviembre. Con excepci6n de un negro, todos los demás enfermos eran blancos. (Lewis, S. J.: South. Med. Jour., 1150, dbre. 1935.)

Bohls agrega que en los últimos años el tifo endémico ha pasado a ocupar un puesto muy importante entre las enfermedades febriles de Tejas. El número de casos denunciados al Departamento de Sanidad de Tejas ascendió de 5 en 1928 a 417 en 10 meses de 1934. El mal fué denunciado por primera vez en Tejas en 1915 cuando se presentó un brote en la frontera mexicana, primero en Laredo y algunos meses después en El Paso. La distribución geográfica de la dolencia ha sido prin- cipalmente en el sur y este, la parte baja del Rfo Grande, y el area abarcada se va extendiendo cada vez más, de modo que la enfermedad se ha convertido en un verdadero problema sanitario, habiendo ya afectado a 88 condados. (Bohls, S. W.: South. Med. JOUT., 1162, dbre. 1935.)

Cepa en Za rata silvestre.-Brigham describe el hallazago de una cepa de tifo endémico en el cerebro de una rata silvestre encontrada en un foco tifoso en Montgómery, Alabama. (Brigham, G. D.: Pub. Health Rcp., 337, mzo. 27, 1936.

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Guatemala.-Durante los meses de mayo y junio 1934 se registró un brote epidémico de tifo en los cantones de Ocubilá y Chinaca, en el Departamento de Huehuetenango, presentándose la enfermedad en forma grave con gran hiper- termia, postración, delirio y manifiesto y característico exantema, pero sin notable carfologfa. El tratamiento administrado por Quintana consistib en inyecciones de 2 CC de esencia de trementina esterilizada (viejo absceso de Foucher) aplicadas en la región lateral del muslo o de la pierna, y de papeletas de urotropina de 30 cg tres veces al dfa. En los casos más graves, después de administrada la in- yección, se elevaba la temperatura para después caer definitivamente aI tercero o cuarto dfa, registrandose ~610 2 defunciones en 33 casos asf tratados, y éstos en dos pacientes que Regaron casi en estado agónico. (Quintana, F. A. : Bol. San. Guat., 1115, eno.-jun. 1935.)

Forma endémica benigna en Jalisco.-Díaz hace notar que en el Estado de Jalisco estudi6 461 casos de tifo exantemático endémico benigno, de marzo 1932 a febrero 1936, todos procedentes del Municipio de Zacoalco, siendo ésta la pri- mera vez que se descubriera en dicho Estado. Describe minuciosamente 7 casos. No se observó la infección en menores de 8 años; los dos sexos se infectaron casi por igual; en la serie hubo 11 muertes (2.4 por ciento.) La Widal fué siempre negativa. En 10s pocos casos en que se ejecutó la Weil-Felix, comenzó a ser débilmente positiva al sexto dia de la enfermedad, y a los 4 meses todavia lo era. S610 hubo dos recidivas. No se han hecho estudios de los probables vectores (garrapata o turicata), los cuales abundan. (Dfaz, A.: Bol. Soc. Mut. Méd.- Farm., 176, mayo y jun. 1936.)

Transmisión por insectos.-Para Varela, los piojos probablemente existieron

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el tifo es endémico, de modo que cabe preguntarse si se trata de una infección latente. (Varela, G.: Medicina, 71, fbro. 25, 1936.)

Intervención deE vago.-Entre 51 casos de tifo estudiados por Oyarzun en su tesis, solamente en 2 no se observó participación del vago y su ganglio nudoso en el proceso tifoso. De los 51, en 43 (84.3 por ciento) se comprobó la presencia de infiltrados, en 35 en el vago y su ganglio nudoso, y en 8 en el vago solo. De los 51, 33 fallecieron en la primera semana de la enfermedad, 14 en la segunda y 4 en la tercera. Los infiltrados tomaron la forma de nódulos o vainas, o de ambas cosas. Para el autor, la participación del vago en el tifo aparece junto con la enfermedad, y en la mayorfa de los casos se presentan los tfpicos infiltrados perivasculares en la primera semana con el exantema y las petequias. (Oyarzun Briceño, R. : “Alteraciones histopatológicas del nervio vago y su ganglio nudoso en el tifo,” tesis, 1935.)

Histopatologfa-Hersog estudia las alteraciones histopatol6gicas del sistema nervioso vegetativo periférico en el tifo exantemático, habiendo encontrado en la mayorfa de los casos en los ganglios del simpático y parasimpático, infiltrados inflamatorios tfpicos, cuya composición general varía seg6n el período de la en- fermedad, predominando en el comienzo los polinucleares, que más tarde son reemplazados por linfocitos, plasmocitos, células adventicias o endoteliales. Durante la epidemia de tifo que se inició en Chile en septiembre de 1932 y alcanzó su mãximo de agosto 1933 a enero 1934 y que aun no ha desaparecido, se consta- taron en la ciudad de Concepción de septiembre 1932 a marzo 1934, 1,570 casos, de los cuales murieron 227 (14 por ciento). El autor mismo comprobó en 21 meses entre 478 autopsias 65 casos seguros (14 por ciento). En el Instituto de Ana- tomfa Patológica de Santiago, la mortalidad del tifo también sube a 16 por ciento

en las autopsias. (Herzog, E.: Rev. Méd. Chi., 199, ab. 1936.) % Campaña en los ejércitos.-Haciendo notar que la lucha contra los piojos en

losejércitos, fu6 emprendidaporprimera vez en gran escala durante la guerra 1914- 1918, Moguilevitch agrega que se utilizaron entonces productos químicos, estufas de vapor y en menor escala estufas movibles de aire caliente. Desde la guerra mundial se han empleado mas las últimas en Rusia y Polonia y se trata de perfec- cionar las mismas. También se estudian nuevos géneros de estufas que utilizan otras fuentes de energfa como electricidad y ondas electromagnéticas. En Rusia han concedido mucha atención a las estufas qufmicas y sobre todo a la cloropicrina. El profesor Semikoz ha ofrecido construir un aparato transportable con un saco manual. Como es diffcil disipar la cloropicrina del uniforme a una temperatura baja, quizás podrfa utilizarse mejor en los países calidos. También se estudia la utilización del gas ciánico. Para la fumigación de objetos lo más utilizado es el gas sulfuroso introduci6ndolo en locales herméticamente cerrados. En el ejército ruso emplean para quemar el azufre los aparatos de Zaoussailoff y Telitchenko. En Francia utilizan los aparatos Clayton que resultan pesados y caros comparados con los rusos. Ultimamente se ha comenzado a probar el Ácido hidrosulfúrico. Para el autor es indispensable avivar las investigaciones de productos qufmicos y de estufas eléctricas y electromagnéticas de tracción mecanica y animal hasta llegar por fin a un metodo modelo. (Moguilevitch, E. : Rev. Int. Croix Rouge, 97, fbro. 1936.)

Hurdn.-Continuando sus estudios, Varela y Parada Gay han hallado que tambi6n es susceptible al tifo el hurún, Citellus mexicanus, roedor muy abundante en las llanuras del norte de México, principalmente. Ya fu6 publicado por Kodama y sus colaboradores, que el CiteZZus mongolicus, roedor parecido, era susceptible al tifo. (Varela, Gerado, y Parada Gay, Miguel Angel: Bol. Inst. Hig., 271, en., 1936.)

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inclinase a pensar provisionalmente, que el factor común o parecido entre la Rickettsia prowazeki y el bacilo proteo está en alguna forma ligado a la parte proteica y no a la hidrocarbonada del proteo. Esto hablaría en favor de In hipó- tesis de Felix de que el proteo es un derivado de la rickettsia, siendo sabido que la parte proteica determina la especie, mientras que el hidrato de carbono caracteriza al tipo. La imposibilidad del cobayo para producir aglutininas en el curso de una infección tifosa mientras las produce por aglutinación con el bacilo X 19, habla fuertemente contra la teorfa de que el aglutinógeno de la rickettsia y el del proteo sean substancias idénticas. Se trata, pues, solamente de substancias qufmicamente parecidas. La imposibilidad del cobayo para acusar una Weil-Felix positiva se explicarfa sticientemente, si se pudiera encontrar en ese animal un antígeno heterogenético que inoculado engendrara esa reacción positiva. (Mooser, H. : Gac. Méd. México. 59, ab.-jun. 1935.)

AgZutina&5n.-Canessa describe un método de aglutinación rápida para el diagnóstico serológico del tifo exantemático. Los resultados de este método son sensiblemente iguales a los de la Weil-Félix cldsica. (Canessa, Enrique: Rev. In&. Bact. Chfle, 51, dic., 1935.)

Sobrevivencia experimental.-Varela ha estudiado experimentalmente la super- vivencia de la cepa de tifo endémico, orquftico, de la ciudad de México, (cepa Mooser), y de la no orquítica tunecina (cepa Nicolle), en el Sigmodon hyspidus, rata campestre americana. Anteriormente habfa demostrado la susceptibilidad de estos roedores al virus orquftico del Nuevo Mundo. Estas observaciones han demostrado que cuando menos un mes pueden vivir las cepas de tifo mexicana y tunecina, en la rata campestre de América. A juicio del autor, tiene suficiente evidencia experimental el hecho de que el virus de tifo europeo esté menos adap- tado a los ratones que el virus orquftico murino, puesto que aquél desaparece rápidamente al pasar por el ratón, y la cepa orquftica puede ser conservada en tal roedor. El hallazgo de ratones naturalmente infectados con tifo, ha demos- trado que las características de los virus de rat6n son muy semejantes a las del virus murino orquftico obtenido de las ratas en diversas partes del mundo. Anteriormente ~610 ratas habfan sido encontradas con infección natural de tifo, y Mooser us6, para denominar el virus de esa infección, el término : virus murino, que fu6 aceptado universalmente. Las cepas no orqufticas que aislaran en epi- demias Mooser y Varela (cepas de Zinacatepec y Chila), adquirieron con relativa facilidad los caracteres orqufticos, mediante el tratamiento con sangre fresca de cuy a las ratas y a los cuyes inoculados con esos virus; pero ha sido imposible lograr la misma transformación en la cepa europea de Breinl. En el caso de la cepa tunecina también ha sido facil su transformación a orquítica, habiendo señalado Mooser que conserva en bastante proporción el carácter latente orquf- tico que ha perdido la cepa europea de Breinl. Varela ha comprobado que el Sigmodon hyspidus y el Microtus mexicanus sufrfan tifo inaparente por la inocu- lación del virus orquftico mexicano. Conservándose por igual las cepas de los tifos mexicano y europeo en el cerebro de la rata campestre de América, se tiene un argumento en favor de la identidad de los dos virus. Su acción sobre este roedor del Nuevo Mundo pudiera constituir un argumento más para opinar que solamente los pases del virus tifoso por diferentes huéspedes, son los que le imprimen las modalidades que ahora, en algunas cepas, se han vuelto bastante fijas, pero que provienen siempre del mismo virus. (Varela, Gerardo: Bol. Inst. Hig., 280, en., 1936.)

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manifestaron fiebres antes y murieron por lo general un dia antes que cuando se les inoculaba virus de cobayo. El virus era aparentemente m& virulento para los embriones que para el cobayo, porque el embrión solfa sucumbir a los 5 o 6 dfas de la inoculación, mientras que el cobayo sucumbfa a los7 dfas. Lamembrana coriónica resulta a veces infecciosa para el cobayo hasta a l/l,OOO. Se encuentra el virus en el cerebro y en el hfgado del embribn pero en cantidades mayores en el primero. En el epitelio celular de la membrana habfa tfpicas rickettsias y el hecho de haberse encontrado éstas en material muy alejado del material primitivo, apoya la teorfa de que esos microorganismos constituyen la causa de la enferme- dad. (Bengston, Ida A., y Dyer, R. E.: Pub. Health Rep., 1489, obre 25, 1935.)

Vacunacidn en Marruecos.-En una epidemia (18 casos) de tifo exantetitico, observada de febrero a marzo 1935, en la aldea de Petitjean y cercanfas de Ma- rruecos, se inició a fines de marzo el empleo de la bilivacuna de Blanc, realizAn- dose 8,122 inoculaciones, 12 de ellas en europeos. En estos 12 no se presentó ni reacci6n vacuna1 ni caso de tifo subsecuente. En los pocos marroquíes que evadieron la vacunación aparecieron tres casos de tifo en las dos semanas siguien- tes. De los indfgenas vacunados 24 presentaron entre el 28 de marzo, o sea el día siguiente a la vacunación, y el 23 de abril, fecha del último caso, afecciones febriles de gravedad variable, comprendiendo sujetos vacunados en que el tifo ya estaba en incubación; individuos que presentaron reacciones vacunales, y enfermos insuficientemente inmunizados que contrajeron el tifo (9 casos con 3 muertes). Para el autor el cese brusco de la epidemia se debió a la vacunación, pues no se empleó ninguna otra profilaxia. (Gaud, M.: 08. Int. d’Hyg. Pub., ab. 1936.)

Vacunaci6n en Marruecos.-Blanc comunica que su vacuna (véase el BOLmfN de dbre. 1935, p. 1184) ha sido ya empleada en más de 20,000 marroqufes, casi siempre sin despiojamiento metódico. El resultado confirma lo que ya se esperaba, pues el tifo ha desaparecido de los aduares vacunados. La observaci6n epi- demiológica confórmase a las experiencias de laboratorio, demostrando que antes de establecerse la inmunidad propiamente dicha, se presenta un estado de premu- nición desde el décimoquinto dfa consecutivo a la vacunación. La vacuna se prepara de los órganos virulentos del cobayo (bazo, vaginalea y suprarrenales). La dilución final es al 1 por 2,000, que se trata con bilis al 5 por ciento y al cabo de un cuarto de hora de contacto se utiliza como vacuna. La dosis de vacuna biliada es de 1 CC inoculada en el deltoides. (Blanc, M.: Gaz. H6p., 1001, jul. ll, 1936.)

Vacuna BZanc en Chile.-En su informe, la comisión nombrada por la Sociedad MBdica de Chile para estudiar el ensayo de la vacuna Blanc en dicho pafs (véase el BOLETfN de dbre. 1935, p. ll), declara que las reacciones en las diferentes vacunaciones parecen deberse a que el virus Blanc mostró en Chile una virulencia variable, sin tratarse de un virus estrictamente fijo, como habfa anunciado el investigador frances. La vacuna Blanc, según las publicaciones de su autor, tiene como caracteres esenciales el ser un virus murino proveniente de las ratas de Casablanca, atenuado por la bilis, y que se mantiene fijo, sin que el sujeto que lo reciba lo presente en la sangre. En cambio, en Chile, las vacunaciones reali- zadas demostraron que el virus ha variado y que la sangre es infecciosa, pues en los vacunados con reacción febril, fué posible aislar un virus murino virulento. Aunque no se practicó en los casos sin reacci6n la busca del virus en la sangre, no serfa extraño que en algunos casos también se hubiera descubierto, consti- tuyendo asf una manifestación inaparente propia de la enfermedad. La comisión lamenta el desgraciado desenlace del ensayo, pues en Chile habrfa sido de la mayor utilidad contar con un medio preventivo útil y seguro contra el tifo.

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Cultivo del virus maculoso en el embrión del pollo.-Bengtson y Dyer cultivaron el virus de la fiebre maculosa en el embrión de pollo, manteni6ndolo por 20 pases sin que disminuyera la virulencia para el embrión o los cobayos. En cambio, hubo algunos signos de aumento de la virulencia para el embri6n, pues los em- briones morfan más temprano en los pases m8s avanzados. Los cobayos inocu- lados también manifestaron fiebre antes y murieron, en conjunto, un dia antes al ser inoculados con el virus de embrión que cuando se les inoculaba el del cobayo. El virus es aparentemente m& virulento para los embriones que para los cobayos, pues la sobrevivencia media es para los primeros ~610 de cinco a seis días, y para los segundos siete. La membrana resultó a veces infecciosa para el cobayo a diluciones de l/lO,OOO. El virus se hallaba presente en el cerebro e hlgado del embrión, pero a una concentración menor en el cerebro que en la membrana. En los epiteliocitos de la membrana corio-alantoica, se observaron tipicas rickett- sias. El hecho de encontrarse rickettsias en material de pase muy alejado del material primitivo empleado, presta apoyo a la opinión de que esos mismos organismos intervienen en la etiología de la enfermedad. (Bengtson, Ida A., y Dyer, R. E. : Pub. Health Rep., 1489, obre. 25, 1935.)

Lillie estudió las lesiones focales producidas por el virus de la fiebre maculosa en el embrión de pollo, encontrando: infiltración perivascular o intersticial por linfocitos en las membranas fetales, piel, músculos, riñones, cuerpos de Wolff, corazbn, higado, serosas gastrointestinales, meninges, etc.; y proliferación adven- ticia fibrobtistica de los vasos, edema endoteliovascular, y ocasionales trombone- crasis vasculares, pero únicamente en las membranas fetales. Otras alteraciones consistieron en exageración de los depósitos mieloideos normales en los pulmones y mucosa proventricular, aparición de éstos en el páncreas, y tendencia a la susti- tución de los mielocitos granulares de esos depósitos y de la pulpa esplénica y de la médula 6sea, por células promieloideas y linfoideas no granulares. (Lillie, R. D.: Pub. Health Rep., 1498, obre. 25, 1935.)

El vicio de la coca en Argentina.-Entre los habitantes de ciertas regionea de neustras provincias del norte, existe el vicio de la coca, que consiste en masticar las hojas secas del árbol Erithoxylon coca, procedentes de Bolivia. Introducen la cocaina al organismo con la saliva, siendo este alcaloide de efectos desastrosos, al extremo de embotar al individuo, haciéndole perder su personalidad y lleván- dolo hasta la locura. Estas hojas son de forma oval, de tamaño de 8 cm., de olor y de sabor peculiares. Al individuo que tiene este vicio, se le da el califi- cativo de coquero. Este vicio lo adquiere la persona en forma paulatina y metõdica, muchos desde su niñez, generalmente con espfritu de imitación de sus mayores, coqueros tambibn, o con el vulgar pretexto de curar alguna dolencia ffsica o, como dicen, para apagar penas. El vicio, una vez adquirido, es casi imposible perderlo, m&xime si el coquero sigue viviendo en ese ambiente. Se ha podido observar y repetidas veces, el abandono del vicio por los coqueros al ser incorporados a las filas del Ejército y la Armada; jõvenes conscriptos, por el solo hecho de alejarse de ese ambiente han regresado a sus hogares curados y libres de esa calamidad. La ausencia del ,vicio por algún tiempo vuelve a la persona a su estado normal de salud y por consiguiente, lo hace capaz de ser útil en todas las actividades, para luchar por la vida. La lucha contra el abuso y hasta contra el uso moderado de la coca se impone, y esto hay que hacerlo de una manera resuelta, en salvaguardia de la salud de las nuevas generaciones.-VIc-

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