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Docência e investigação sobre “história da educação na América” realizada na Espanha

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Educação e Fronteiras On-Line, Dourados/MS, v.2, n.4, p.07-41, jan/abr. 2012

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LA HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN AMÉRICA, SU

DOCENCIA E INVESTIGACION EN ESPAÑA

The teaching and research into "the history of education in America"

held in Spain

Docência e investigação sobre “história da educação na América”

reali-zada na Espanha

José María Hernández Díaz

RESUMO: O presente artigo objetiva apresentar como se têm ensinado e construído na Espanha a disciplina universitária para formação de pedagogos e/ou professores, denominada “História da Educação na América”. Questiona-se quem têm sido seus atores e receptores, em quais universidades, através de quais caminhos e por quais instrumentos (programas, textos, manuais), quando se iniciou seu ensino ou se desapareceu. Do mesmo modo, objetiva apresentar as investigações sobre o tema, questionando como se têm produzido conhecimento em torno da “História da Educação na América”, quais seus caminhos, âmbitos e agentes principais e como se têm avançado nesse campo investigativo na Espanha. Para tanto, o marco de referência de análise foi a Espanha, suas universidades e centros de investigação, sem pretender, no entanto, apresentar um “estado da arte” sobre a questão. Conclui-se que há signi-ficativas aproximações parciais ou pontuais de historiadores da educação em torno do tema que nos ocupa, mas os considerados especialistas, ou dedicados em longa traje-tória ao tema não são muitos e menos ainda os grupos consolidados que mantêm entre suas linhas de pesquisa a História da Educação na América. Ainda mais pessimista é o panorama docente, uma vez que a nova reforma de planos de estudos está conduzindo a uma autêntica reconversão, de pessoal e de estrutura interna dos planos, gerando o desaparecimento da “História da Educação na América” no campo da docência na Espanha.

Palavras-chave: docência; investigação; história da educação na América; Espanha. ABSTRACT: This paper aims to present how the "History of Education in America" has been taught and constructed as an academic discipline in Spain, for the professional development for educators and/or teachers. The paper also seeks to address questions related to the History of Education in America in order to find out the key players and learners in this History, the universities involved in the process, the paths that have been followed and the approaches adopted (programs, texts, manuals), as well as when the History of Education in America was incorporated into the educational programs or if the program has been discontinued. Likewise, there is an attempt to describe the investigations conducted into this theme while discussing the process of knowledge construction in “the History of Education in America”; shaping its historical trajectory; the scope of educational planning and the key players; and how this research field has been explored in Spain. Therefore, the universities and research centers in Spain were the most important reference sites for analysis; however, this does not mean that there

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is a “State of the Art” issue. It can be concluded that the historians of education have contributed to some degree on the topic we are discussing here, but those considered experts or engaged with a long trajectory of the theme are not a large number; moreover, there is currently a smaller number of consolidated research groups that conduct studies on the History of Education in America, including them into their lines of research. There is an even more pessimistic scenario for the teaching, taking into account that a new framework for research and studies is leading to structural adjustments encompassing staffing and internalaspects of planning, and as a result "the History of Education in America" program will be discontinued in the teaching field in Spain.

Keywords: teaching; research; history of education in America; Spain.

RESUMEN: El objetivo del presente artículo es presentar cómo se ha enseñado en España y construido la disciplina universitaria, para la formación de pedagogos y/o profesores, denominada “Historia de la Educación en América” (con todos sus equivalentes, matices y casi sinónimos), quiénes han sido sus actores y receptores, en qué universidades, a través de qué caminos e instrumentos principales (programas, textos, manuales), cuándo se ha iniciado su enseñanza o ha desaparecido. De la misma manera, cómo se ha producido conocimiento en torno a la Historia de la Educación en América, cuales han sido sus caminos, ámbitos y agentes principales, en España. El marco de referencia, por tanto, es España, sus universidades y centros de investigación. Pero no tenemos la intención de proponer algo parecido a un estado de la cuestión. Concluimos que hay aproximaciones parciales o puntuales de historiadores españoles de la educación hacia el tema que nos ocupa, pero los considerados especialistas, o dedicados en larga trayectoria al tema no son tantos, y menos aún grupos consolidados que mantengan entre sus líneas de investigación la historia de la educación en América. Aún más pesimista nos parece el panorama docente para la Historia de la Educación en América, donde la nueva reforma de planes de estudio está conduciendo a una auténtica reconversión, de personal y de estructura interna de los planes, donde este campo disciplinar tiene todas las de perder.

Palabras Clave: docência; investigación; historia de la educación en América. España.

INTRODUCCIÓN

Explorar el papel de la educación en la historia latinoame-ricana no es sólo importante, sino también revelador, y por eso excede en mucho el de sus instituciones o realizaciones espe-cíficas, pues debe vérsele a la luz de una pluralidad de dimen-siones (WEINBERG, 1984, p.15).

Son muchas las lecturas posibles sobre la historia de la educación en América, sobre todo en la América hispana y en la iberoamericana, como indica nuestro prestigioso historiador argentino, recientemente fallecido. Y añade en otro momento que son más abundantes y tempranos estos estudios históricos sobre la educación en América de lo que parece. Por lo tanto, la pregunta que a continuación deviene, para este trabajo de aproximación, es hasta dónde

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pretendemos llegar, qué deseamos proponer y finalmente hacer avanzar con nuestro esfuerzo.

Como bien se indica en el título, el objetivo se habría conseguido si somos capaces de presentar al lector cómo se ha enseñado en España y construido (en su caso) la disciplina universitaria, para la formación de pedagogos y/o profesores, denominada “Historia de la Educación en América” (con todos sus equivalentes, matices y casi sinónimos), quiénes han sido sus actores y receptores, en qué universidades, a través de qué caminos e instrumentos principales (programas, textos, manuales), cuándo se ha iniciado su enseñanza o ha desaparecido. Siempre, eso es así, referida al contexto formativo de futuros profesores y pedagogos, no en otros.

Pero el título es igualmente explícito cuando se refiere a la investigación, a la pregunta de cómo se ha producido conocimiento en torno a la Historia de la Educación en América, cuales han sido sus caminos, ámbitos y agentes principales, en España.

Si es cierto que en la historia de las disciplinas, como nos recuerdan expertos en el tema como A. Chervel (1998), es preciso reconocer que primero se indagó, se produjo conocimiento, y más tarde se formalizó el mismo, se adoptó al formato de una disciplina (en cualquiera de sus niveles dentro del sistema educativo), o de un campo curricular, debemos ordenar los criterios básicos explicativos de cómo se ha avanzado en la investigación sobre la historia de la educación en América, al menos en alguna de sus claves.

La tercera variable del problema planteado sitúa el marco de referencia, que aquí no es otro que España, sus universidades y centros de investigación. Puede proponerse otro trabajo semejante para intentar resolver cómo se ha enseñado hasta hoy la historia de la educación de cualquiera de los países de América, y de América Latina en concreto, o de su conjunto, pero sería otro planteamiento y seguro que resultados diferentes.

Nosotros nos centramos en esta ocasión en España, pero sin obviar el uso puntual o permanente de algunos materiales docentes o investigadores procedentes de América que han estado presentes, o lo están aún entre nosotros.

Ello significa que aceptamos una reducción inicial de nuestro campo de estudio, pues no podemos abarcar toda la realidad. O sea, que es posible que algo de mención puntual o docencia sobre la educación en América se haya desarrollado en licenciaturas de Historia en universidades españolas, donde existe un campo de materias que giran en torno a América, pero en ninguna ha existido como tal una denominada “Historia de la Educación en América”.

Sólo existe en algunas de aquellas facultades españolas relativas a la formación de docentes o pedagogos, como ya indicamos. Por tanto, parece que nos encontramos ante un espacio académico relativamente pequeño, aunque emergente, pero con oscilaciones, en el conjunto del sistema universitario.

Y aceptamos igualmente no poder examinar buena parte de las investigaciones desarrolladas en ámbitos diferentes a los ya citados, españoles o americanos. En consecuencia, nada más lejos de nuestra intención que procurar una

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historiografía educativa iberoamericana, o un balance de conjunto sobre la Historia de la Educación en América, algo parecido a un estado de la cuestión, sobre todo para la América hispana, algo que en distintos momentos ya han elaborado de forma sobresaliente otros especialistas, como Claudio Lozano Seijas, de la Universidad de Barcelona (1993, 1994).

Nuestro estudio se sostiene, para la parte docente, en el manejo de los programas de la disciplina (los escasos disponibles) y en el examen de los manuales de Historia de la Educación o de Historia de la Pedagogía más usuales para la formación de maestros y pedagogos en Facultades de Pedagogía, de Educación, de Formación del Profesorado, o en Escuelas Normales, y más recientemente Escuelas de Educación o similares. En ellos se examina el contenido de carácter americanista, así como la orientación y peso del mismo en el conjunto, considerando que el manual a veces pauta la marcha real de la disciplina que se enseña.

Y en la parte que denominamos de investigación pretendemos una aproximación a saber qué aportan al campo curricular de la Historia de la Educación en América algunos de los canales en que habitualmente se mueve la comunidad científica de los historiadores de la educación en España.

Nos referimos a la revisión de la producción de tesis doctorales y tesinas (memorias de grado) en educación, de orientación y temática americanista, de los artículos que revelan las diferentes revistas científicas de la especialidad, de las ponencias y comunicaciones presentadas a los Coloquios Nacionales de Historia de la Educación, y finalmente, un comentario muy breve a algunas monografías de Historia de la Educación en América de autores españoles que representan avances y abren espacios de reflexión en este campo curricular.

LA DISCIPLINA HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN AMÉRICA

Para aproximarnos a la Historia de la Educación en América como disciplina, a los contenidos americanistas del campo disciplinar de la Historia de la Educación, o al conocimiento sobre cómo ha sido enseñado hasta el presente en España el pasado histórico de la educación en América, en algunas de sus partes y contenidos, o bien en su totalidad, vamos a servirnos del estudio de los programas de la disciplina (cuando los hay y los conocemos), de los programas generales de Historia de la Educación, y de los manuales específicos de Historia de la Pedagogía y/o de la Educación. Como es bien sabido, con frecuencia el manual pauta el modelo de enseñanza de una disciplina, y suele responder al programa docente explícito o diluido de una materia científica.

a) Las primeras expresiones de docencia universitaria de la Historia de la Educación en España apenas si atienden a temas y espacios americanos, y menos aún hispano e iberoamericanos. Los programas de Historia de la Educación que en la licenciatura en Pedagogía explican Luis de Zulueta y María de Maeztu en la Universidad de Madrid antes de 1936 (y de forma equivalente en la Escuela de Estudios Superiores del Magisterio desde 1909 a 1931), y Joaquim Xirau en Barcelona, responden a pautas filosóficas y filogermanas, en la línea modelada por Dilthey para una Historia de la Pedagogía ubicada en el marco más amplio de la

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historia de la cultura. En ellos sólo cabe algún apunte a la educación en América, referido al progresismo norteamericano.

La mayor parte de los manuales de Historia de la Pedagogía utilizados en las Escuelas Normales, escritos para la formación de maestros, bien por autores españoles, o resultado de traducciones de obras alemanas, francesas, italianas, inglesas y norteamericanas, que se utilizan en España antes de 1936, también adolecen del olvido o ausencia manifiesta del ámbito americano, y más en concreto del hispano e iberoamericano.

Manuales de Historia de la Pedagogía de esta etapa elaborados por autores extranjeros, traducidos al castellano y utilizados, tan interesantes en su concepción y estructura científica como los de Davidson, Weimer, Painter, Compayré, Parot, Damseaux, Messer, Myers, Haylman, Dilthey, Monroe, Behn, entre otros más, carecen de preocupación alguna hacia el tema que ahora nos ocupa, la historia de la educación en América1. De todos ellos solamente el de Monroe, en su volumen III dedica tres páginas a la educación en Estados Unidos en el siglo XIX.

Otros manuales de Historia de la Pedagogía o de la Educación escritos para maestros por autores españoles antes de 1936, como los de Escanilla, Ruiz Amado, Farga o Casas, entre otros, en el mejor de los casos conceden dos páginas igualmente al estudio de Estados Unidos y su sistema educativo. Sin embargo, es cierto que encontramos algunos manuales de autores pedagógicos españoles, como los de Pedro Díaz o García Barbarín, que acogen el interés por Estados Unidos y sus educadores (Mann, Channing, por ejemplo), pero que también comienzan a dedicar su atención a la enseñanza en el nuevo mundo americano a través de la influencia de España.

Alguno más en concreto, como el “Resumen de la pedagogía española” de Solana, editado junto al del inspector belga Eugenio Damseaux, respecto a la enseñanza en la América española en el siglo XVIII, dice escuetamente lo siguiente, y nada más,

La enseñanza en la América española. No se puede decir que fuera la enseñanza en las colonias mejor ni peor que en la metrópoli. Todas las mejoras que se iniciaban en España hallaban pronto eco en las más importantes ciudades de América. Si en las colonias la enseñanza primaria estaba poco generalizada y atendida, no se puede culpar de ello a España, que la tenía en estado semejante, sino a la época, que no había sabido producir aun frutos mejores. Se dictaron, sin embargo, instrucciones para los maestros de algunas ciudades, como la de los Reyes (Colombia) en 1594, y la de los concilios de Méjico y Lima, a fin del siglo XVIII, que hablan muy alto de

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Cfr. Para detalle de las referencias bibliográficas de los manuales de Historia de la Educación analizados, y aquí revisados para el conocimiento concreto de la presencia educativa de América en su temario, remitimos a nuestro estudio “Un siglo de Historia de la Educación en España como disciplina (1898-2010)”, en HERNANDEZ DIAZ, José María (editor).: Cien años de Pedagogía en España. Valladolid, Ediciones Castilla, 2010, en especial las páginas 19-27. A los manuales ahí mencionados debemos añadir otro que entonces se nos despistó, HAILMAN, W.: Historia de la Pedagogía. Traducción del inglés por Edmundo González-Blanco. Madrid, La España Moderna, 1922.

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la cultura de las colonias españolas en aquellos tiempos” (DAMSEAUX, 1927, p.462).

Y respecto al XIX en este manual se menciona la educación en Estados Unidos, a Horacio Mann, a Channing, y nada más. Ninguna alusión complementaria a los nacientes sistemas educativos en toda Centroamérica y América del Sur.

b) Se interrumpe la docencia universitaria de la pedagogía durante algunos años, como consecuencia de la guerra civil, en las dos únicas secciones de Pedagogía universitaria, Madrid y Barcelona, que se habían creado en 1932 y 1934, respectivamente. La enseñanza de la disciplina Historia de la Pedagogía y/o de la Educación dentro de los planes de estudio de Pedagogía en las universidades españolas, desde 1936 hasta el fin del franquismo, se reduce a referentes muy señalados de Madrid, Barcelona, Pontificia de Salamanca y Valencia. A partir de 1945 vuelve a impartirse la docencia universitaria de la Pedagogía en Madrid, estando a cargo de María Ángeles Galino, de las Teresianas de Poveda, la relativa a Historia de la Educación. Para Barcelona hemos de referirnos sobre todo a Carreras Artau. Y en la Universidad Pontificia de Salamanca lo hacemos a Claudio Vilá Palá, quien adopta con facilidad las pautas científicas y organizativas que observa en Galino.

Dentro del programa general de Historia de la Educación, si atendemos al que ofrecen las universidades de Madrid, Barcelona y Pontificia de Salamanca, hasta el final de franquismo, observamos como mucho una atención puntual, y casi inapreciable a la educación en América. En el programa que se enseñaba en Barcelona, de estricto cumplimiento de historia de la pedagogía europea, no se menciona absolutamente nada de América, ni siquiera el movimiento de la escuela progresiva norteamericana. Durante esta larga etapa se concede un escaso protagonismo a la Historia de la Educación en América dentro de los programas de estudio y en el interior de su principal instrumento de apoyo didáctico, los manuales de la especialidad, de Historia de la Pedagogía.

La mayor parte de los textos utilizados para la formación de pedagogos proceden de traducciones del inglés, francés , alemán e italiano, y ninguno de ellos ofrece mención especial e interés por la educación en América. Nos referimos, entre otros, por ejemplo, a los de Abbagnano y Visalberghi, Agazzi, Dante Morando, Codignola, Debesse, Mialaret, Hubert, concebidos desde ópticas filosóficas, o específicamente italianas y francesas, y otros de procedencia anglosajona Holmes Beck, Mayer, Boyd, King (HERNANDEZ DIAZ, 2010, p.13-59), que en el mejor de los casos dedican el tema educativo americano un comentario al progresismo educativo norteamericano y la figura de John Dewey.

Encontramos un manual de Historia de la Educación que se convierte en excepción, y merece un comentario particular, pues concede un espacio muy destacado al estudio de la historia de la educación en América, al menos si lo comparamos con la inmensa mayoría de los editados en castellano y utilizados en

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España en los años sesenta y setenta del siglo XX. Nos referimos al escrito en 1962 por Carroll Atkinson y Eugene T. Maleska2, y publicado en España en 1966.

Además de los capítulos de orden general sobre la Historia de la Educación en el mundo, en Europa y Norteamértica (aquí con preferencia), concebidos de forma bastante distinta a los tradicionales de origen italiano o alemán, en los que el peso de lo filosófico y de la historia de la pedagogía es muy notorio, este manual de Atkinson y Maleska dedica casi cien páginas al estudio de la educación en España, y muy en particular de América Latina (concepto y expresión emergente desde entonces), tanto en su conjunto, como para los casos explícitos de México y Argentina.

Conviene aclarar que no es un manual específico para América, sino uno de tantos de carácter global, mundial, pero con el perfil que acabamos de resumir. Por otra parte, la concepción historiográfica utilizada, así como las referencias bibliográficas parecen muy actualizadas para la época en que se escribe.

Otra cuestión diferente sería poder estudiar el peso de su uso e influencia real en la formación de pedagogos y otros profesionales de la educación por aquellas fechas. De todas formas, esta obra continuó siendo útil bastantes años más tarde.

Pero desde finales de los años cincuenta asistimos a un hecho nuevo en nuestro campo disciplinar, como fue la creación, por primera vez dentro de un plan de estudios de Pedagogía, de una disciplina ad hoc, específica, de claro contenido americano. Nos referimos a la “Historia de las instituciones docentes hispanoamericanas”, implantada en la Universidad de Madrid dentro del plan de estudios de la Sección de Pedagogía.

Según su promotora, María Angeles Galino, “con el propósito de no seguir renunciando a los siglos de Historia de la Educación que España escribió en América, se incluyó la materia Historia de las instituciones docentes Hispanoamericanas en el Plan de estudios de la Sección de Pedagogía” (GALINO CARRILLO, 2005, p.24-27).

Tal como se advierte en el programa de esta nueva disciplina que se presenta en anexo en la sección documentos de esta revista, correspondiente al curso académico 1962-1963, los grandes hilos conductores del mismo son el estudio de las fuentes documentales en que se sustenta la reflexión histórica sobre la América hispana, el conocimiento del papel desempeñado por los religiosos educadores desde la perspectiva pedagógica, y la profundización sobre el encuentro de culturas a través de la política lingüística (en otras palabras, la castellanización de los naturales) y su impacto ideológico.

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Cfr. ATKINSON, Carroll; MALESKA, Eugene T.: Historia de la Educación. Barcelona, Ediciones Martínez Roca, 1966 (edición norteamericana de 1962). La traducción al castellano corre a cargo de Jorge Monés y R. Griño. Como advierten los editores en el prólogo, esta obra en realidad es una adaptación del original inglés, y no sólo de carácter lingüístico, sino de concepción del manual. Así, se suprimen capítulos de menor interés para el lector de procedencia hispana, y se añaden otras cuestiones. Dicen los editores españoles en la pág. XII del prólogo, “Se Ha intentado paliar la deficiencia de la obra original respecto a los paises de lengua hispana, ofreciendo al final de la obra un capítulo dedicado a dar una visión somera de la historia de la educación y de los actuales problemas educativos de España, México, Argentina y América Latina en su conjunto”

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La materia “Historia de la Educación en Hispanoamérica. Historia de las instituciones educativas de España en América”, como bien recoge su expresión programática y denominación, es lo que es. Es decir, se trata de una parte importante de lo que visto desde el presente pudiera ser una Historia de la Educación en América, como sin duda son las Leyes de Indias, la pedagogía catequética, la función educadora de las Órdenes religiosas en escuelas e iglesias, las reducciones jesuíticas, la creación de universidades, todo ello relativo a la presencia educadora de España en América durante la larga etapa de la colonia.

Un instrumento de apoyo por estos años, imprescindible para el fomento de vocaciones en torno a la Historia de la Educación en América es la preparación y publicación, también por Angeles Galino, de un excelente libro. Se trata de la obra titulada “Textos pedagógicos hispanoamericanos” (GALINO CARRILLO, 1968, p.1633), que aparece en su primera edición en el año 1968. Es cierto que la mayor parte de los autores seleccionados debe ser situada en la parte que correspondería a la metrópoli, pero no deja de ser verdad que es también la primera presentación en sociedad de varios autores netamente americanos, o españoles muy afincados en las nuevas repúblicas americanas independientes.

La responsable de la edición deja muy clara la perspectiva utilizada para la selección de autores, cuando escribe, “La selección de los textos que ahora se edita, ha respondido a una concepción de lo hispano que desborda la estricta realidad nacional de España. La presencia de autores americanos posteriores a la independencia responde a un concepto lato, pero realísimo, de comunidad supranacional” (p. LVIII-LIX).

El esquema organizativo utilizado en esta obra para el estudio de cada autor es muy sencillo: introducción biográfica, selección de algunos textos representativos, y bibliografía final, preferentemente obras del autor comentado. De esa manera, y si sólo nos referimos ahora a autores americanos posteriores a la independencia, se recogen los siguientes, advirtiendo quiénes son los responsables de su biografía, selección de textos y bibliografía: Andrés Bello, nacido en Venezuela (Elicio Rodríguez Martínez), Domingo Faustino Sarmiento , de Argentina (Eduardo Soler Fiérrez), José Pedro Varela , de Uruguay (Isabel Gutiérrez Zuloaga), Alfredo Miguel Aguayo Sánchez, de Puerto Rico (Javier Crespo Berisa), Lorenzo Luzuriaga , exiliado español en Argentina (Julio Ruiz Berrio), Juan Mantovani, de Argentina (Luis Batanaz Palomares), Santiago Hernández Ruiz , exiliado español en México (Julio Ruiz Berrio).

La selección de autores es apropiada en su conjunto, si bien son los que están, pero faltan otros muchos que no están, y son. Hay que recordar, no obstante, que nos referimos a una obra concebida en los años sesenta, y publicada en 1968, época en que aún suenan con intensidad respecto a América sones de “madre patria”, aunque dulcificados.

En aquellos momentos tampoco se había producido aún el gran boom de la historiografía educativa mundial, y particularmente latinoamericana, por lo que el grado real de avance de la investigación en historia de la educación de Iberoamérica era muy limitado. Por otra parte, la selección de quienes se encargan de ejercer de comentaristas de los autores elegidos, salvo casos muy concretos

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como el de Ruiz Berrio, nos hace ver que fueron trabajos de encargo, realizados con buena voluntad, pero que adolecen de la visión del especialista.

La obra es expresión asimismo del deseo de unir en un instrumento útil el cumplimiento de dos tareas imprescindibles, como eran las de disponer de textos clásicos apropiados para los estudiantes lectores de un campo disciplinar más amplio como el de la Historia de la Educación, explicitado en una materia general y otra más concreta, como es la de “Historia de las instituciones docentes de España en América”. De todas formas, aunque la obra se queda a medio camino de una selección de textos de autores americanos (por lo que interesa a este tema), nos parece que este elenco de textos pedagógicos hispanoamericanos cumple un desempeño muy importante para que los estudiantes interesados puedan aproximarse a algunas de las fuentes histórico educativas más señaladas, de procedencia americana, con matiz español.

Un poco más adelante vamos a observar cómo desde este nuevo contexto científico, con base docente, emerge una incipiente, pero muy productiva, actividad investigadora en la Universidad de Madrid, manifestada en la preparación de un número creciente de tesinas o memorias de investigación de fin de licenciatura en Pedagogía.

Algo muy parecido se puede sugerir unos años más tarde, ya en los años sesenta, para la Universidad Pontificia de Salamanca, si bien aquí la docencia relativa a la educación en Hispanoamérica se ubica en los cursos de doctorado de Pedagogía, y no en la licenciatura. En relación con la Universidad de Valencia, a partir de 1965, no nos consta que figure enseñanza de la historia de la educación en América, en alguna de sus variantes.

Los manuales de Historia de la Pedagogía utilizados para la formación de maestros durante el primer franquismo, en su mayoría, colocan uno o varios capítulos del temario para el estudio de “la obra educativa de España en América”, “la educación imperial”, o “los misioneros y la educación de los indígenas”, considerando la América española como una parte indestructible de la esencia de España, y en consecuencia la educación de sus habitantes. Ese es el caso de los manuales muy utilizados para la formación del magisterio en aquellas fechas, y bien conocidos, de Iniesta Corredor, Alonso Fernández, Montilla, Escuela Española3, Enrique Herrera Oria.

Este último manual de Historia de la Educación (HERRERA ORIA, 1941), uno de los más representativos del momento, y de mayor solidez argumental, se erige en el modelo de una “Historia de la Educación Española”, que en realidad equivale a la “Historia de la Educación de la España Imperial”.

Por esto mismo no es extraño que dedique muchas páginas, decenas de ellas, y varios capítulos bien construidos, a sostener esa tesis central de su pensamiento pedagógico , y su concepción de la historia educativa de España, de

3 El libro que edita Escuela Española en 1949, Formación profesional del maestro. Pedagogía

fundamental e Historia de la Pedagogía, responde a las contestaciones al cuestionario oficial para las oposiciones de 1949 a localidades de más de diez mil habitantes. Este libro dedica el tema 27 (de un total de 30) al estudio de “Los misioneros en la evangelización de los dominios españoles. Educación de los indígenas: colegios, reducciones y universidades. Las Leyes de Indias y la educación”.

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situar América en el núcleo esencial, en el corazón de las explicaciones sobre el ser de la nueva España triunfante, capaz de restaurar el viejo modelo imperial, venido a menos a causa de fuerzas secularizantes, y sobre todo de quienes deseaban romper la unidad de España con propuestas federalistas e independentistas, tan acogidas, según el autor, por los republicanos que al final pierden la guerra.

De ahí capítulos y epígrafes relativamente extensos para el espacio disponible en un manual, con títulos tan expresivos como: Educación en la España imperial, Educación popular en América (el problema de la educación en América, educación nacional y estatal, conquista y civilización de América, la Hispanidad, problema de educación, tipo de educador imperial, la religión base de la educación, junto a cada iglesia una escuela, la formación de los artesanos, el milagro del Paraguay, educación por el canto, los niños educan a los padres), educación de clases directoras indígenas (el problema de la educación de los caciques, colegios para hijos de caciques, régimen interno, frutos del colegio de caciques, política educativa del Imperio, colegio de caciques de Tlatalolco o Santa Cruz), Educación Superior en América, Colegios Mayores (los colegios universitarios en América, la Universidad de San Marcos en Lima, Huamanga y la Real Universidad de San Cristóbal, Cuzco y la Real Pontificia Universidad, los indios en las universidades), Catástrofe educativa (la independencia de América, decadencia del imperialismo español en América).

La “Historia de la Pedagogía” que publica Edelvives en 1965 (segunda edición, que manejamos) merece para nosotros una atención especial, dada la relevancia que ofrece a la cuestión que venimos analizando, temas relacionados con la Historia de la Educación en América. Va dedicada, como recoge en el prólogo de la segunda edición que manejamos, a los estudiantes de Escuelas de Magisterio, Seminarios, Casas de Formación, Centros Catequísticos y estudiantes de la Facultad de Pedagogía, siempre desde una perspectiva católica, propia de esta editorial, “a quienes dedican su vida a la tarea sublime de la educación”, y “para que el ejemplo de tantos buenos educadores nos sirva de guía y aliciente de nuestra ejecutoria educacional”.

Este manual recoge en varios momentos aportaciones de interés al estudio histórico de la educación en América. Así, en el primer volumen, en su cuarta parte, capítulo quinto, asigna en las páginas 400-421 comentarios relativamente extensos a “La acción educadora de España en Ultramar”, que se inician con el siguiente:

España no sólo envió soldados para la conquista y técnicos para la explotación de las riquezas; con ellos fueron también misioneros que infundieron la fe y maestros que expandieron el saber entre los indios. Casi siempre estas dos funciones, la apostólica y la educativa, convergían en unas mismas personas, como también eran parejas la religiosidad de sacerdotes y soldados en aquel siglo en que la razón y la fe estaban, por fortuna, tan hermanadas en España” (

EDELVIVES

, 1965, p. 400)

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Los epígrafes de este capítulo son reveladores: generosidad de España, ejemplo elocuente en la historia, labor pedagógica de los religiosos españoles, los libros y la imprenta, enseñanza a los indios, formación de los maestros e inspección, magnitud de la empresa, figuras sobresalientes de la pedagogía colonial (Fray Juan de Zumárraga, Antonio de Mendoza, Fray Pedro de Gante, Fray Bernardino de Sahagún, Vasco de Quiroga, Tomás Cárdenas, Francisco Marroquín, Fray Fernando de Trejo y Sanabria, Pedro de Córdoba, Fray Juan de Plasencia, y otros más).

En el tomo segundo de esta obra, planteado con la misma orientación ideológica que en el primero, cuando se refiere al siglo XIX dedica un breve comentario a Horacio Mann y la pedagogía protestante, y cuando lo hace con el amplio listado de congregaciones católicas dedicadas a la educación de vez en cuando introduce algún comentario relativo a su presencia en América.

Al referirse al siglo XX concede un buen número de capítulos y comentarios a la educación en América, tanto la anglosajona como la hispanoamericana. Así, “Pedagogía americana” (sistemas americanos, el plan Dalton, sistema Winnetka, el Project-method, la escuela de Gary), “Pedagogos americanos” (William James, Stanley Hall, Terman, Spalding), “Presencia de la Hispanidad” (las Reducciones de Paraguay y California), “Las Nuevas Repúblicas Hispanoamericanas” (Perú, Ecuador, Colombia, Argentina, Chile, Venezuela, Paraguay, Uruguay, Venezuela, México, Cuba, Bolivia, América Central), “Pedagogos notables” (Domingo Faustino Sarmiento, Andrés Bello, otros pedagogos).

En suma, este manual editado por el grupo católico Edelvives tal vez representa mejor que ningún otro, con mayor extensión y detalle, con buena estructura y aceptable rigor científico, la atención que para un sector en formación como el de los futuros educadores españoles (muchos de ellos religiosos de ambos sexos y sacerdotes) merece el estudio de la educación en toda América, pero sobre todo aquella de ascendencia española, por lengua, cultura y religión compartidas.

Con seguridad se pensaba en la proyección de muchos de estos nuevos maestros y pedagogos en colegios e instituciones de formación asentadas ya en América a través de sus respectivas congregaciones religiosas, porque estos eran en ese momento los principales usuarios de este manual de “Historia de la Pedagogía” preparado por Edelvives.

Lorenzo Luzuriaga, pedagogo del máximo nivel en España antes de 1936, más tarde, ya en su exilio argentino, dedica varios capítulos a estudiar la educación en América, dentro de su “Historia de la Educación y la Pedagogía”, desde su primera edición en 1942 hasta una de las últimas, que manejamos, la 13ª de 1979. En este manual se concede un espacio razonable, y una valoración correcta a los siguientes temas americanos: la educación en los pueblos indoamericanos, la educación en la América hispánica (siglo XVII), la educación en la América británica (siglo XVII), la educación en España y en Hispanoamérica (siglo XVIII), la educación en Norteamérica (siglo XVIII), Estados Unidos y Repúblicas Hispanoamericanas (siglo XIX), Estados Unidos y las escuelas nuevas norteamericanas (siglo XX).

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Luzuriaga plantea una explicación histórica de la educación en el contexto más amplio de historia de la cultura y las civilizaciones, muy conectado a la orientación que formula W. Dilthey en su “Historia de la Educación”, a quien considera su maestro. En otro manual más específico, y centrado en la Historia de la Instrucción Pública dedica breves apartados a su desarrollo en Estados Unidos. Hagamos la advertencia sobre el uso limitado y tardío del manual de Luzuriaga en España, sólo posible de manejo libre en las postrimerías del franquismo.

Otros manuales de Historia de la Educación, con prolongada presencia en las Escuelas Normales hasta incluidos los años setenta, como los de Sandín (1967), Gutiérrez Zuloaga (1972) o Moreno y otros (1971), eluden mención alguna a la educación en América (HERNANDEZ DIAZ, 2010), dada su orientación real hacia el plano de los movimientos e ideas pedagógicas, casi siempre europeos, más que hacia los sistemas educativos, análisis institucionales o del curriculum.

a) A partir de 1974-75 se abre en España un amplio espacio a la formación de especialistas en educación y pedagogía con la creación e implantación de los estudios de Ciencias de la Educación en varias universidades, al calor de la reforma educativa de 1970. Asistimos a una auténtica expansión en las universidades de los estudios de Ciencias de la Educación, tanto por la vía de los Institutos de Ciencias de la Educación, como sobre todo por medio de las licenciaturas en Ciencias de la Educación. En ese contexto el estudio de la Historia de la Educación ocupa una parte relevante dentro del plan de estudios en ciertas universidades, y dentro de sus programas podemos encontrar algunos temas referidos expresamente a América. Determinados elementos del temario de la disciplina Historia de la Educación abordan en parte el estudio de la presencia educativa de España en América, pero otros, concebidos ya de manera mucho más actualizada, se centran en el estudio histórico de los sistemas educativos americanos (del Sur y del Norte), del movimiento de la Escuela Nueva en Norteamérica, en la contribución de América a la pedagogía científica, entre otros. Comienzan a producirse tanteos en algunas universidades, porque desde luego el salto hacia un mayor interés por los estudios de Historia de la Educación en América no es brusco, ni tampoco sorprendente, dada la experiencia docente e investigadora acumulada, principalmente en la Universidad de Madrid. Pero hemos de admitir que, salvo cursos monográficos muy concretos de doctorado, aún se está lejos de configurar e incorporar en los planes de estudio disciplinas específicas de Historia de la Educación en América. Podemos aceptar que durante esta etapa, sin duda también de transición para los planes de estudio, la educación en América no existe como objeto de estudio propio, sino que nos aparece diluida dentro del campo disciplinar de la Historia de la Educación más amplio.

b) Unos años más adelante, en los ochenta, se escriben otros manuales de Historia de la Educación (Alfonso Capitán, Emilio Redondo, por ejemplo), que se centran en España o en Europa, pero eluden comentarios y referencias a la educación en América. J. Bowen, en su magna obra en tres volúmenes, interesante y bien construida en algunos capítulos, dejaba un vacío imperdonable sobre la educación en América. Sólo en el tercer volumen, de 733 páginas, dedica la

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despreciable cantidad de dos páginas (2), y desde una lectura religiosa muy interesada, procedente de una cierta posición protestante, crítica hacia el catolicismo, y sus expresiones educativas en América. De esa forma, para este autor australiano, las actuaciones españolas y portuguesas en América, en materia educativa, quedan completamente al margen de la historia universal de la educación. De principios de los años noventa del siglo XX debemos tomar nota y comentario de una gran obra de planteamiento americano (versión hispana), coordinada por Buenaventura Delgado, y en la que se concede especial relieve al mundo histórico educativo de América. Esta obra, escrita en tres generosos volúmenes, logra una feliz aceptación de usuarios en tareas docentes e investigadoras para impulsar la docencia y la investigación sobre la historia de la educación en América, si bien los contenidos americanistas se encuentran solamente en los volúmenes II y III.

c)

En el segundo volumen, titulado “La educación en la España moderna (siglos XVI-XVIII)”, se concede un apartado especial a “La educación en América y Filipinas en el siglo XVI”, y otro equivalente para el siglo XVIII, que contienen epígrafes tan sugerentes como los que siguen, escritos por historiadores bien reconocidos: La educación en el México colonial (Pilar Gonzalbo); la Compañía de Jesús en Nueva España (S. Restrepo); la educación en el Río de la Plata (H.E. Biagini); las universidades hispanoamericanas (Agueda Rodríguez Cruz); la aportación de los franciscanos (R. Mota Murillo). En relación con el siglo XVIII también se le atribuye en destacado espacio a la educación en América, con los autores y temas que se indican: La educación en el virreinato de Nueva España (Dorothy Tanck de Estrada); la Compañía de Jesús en México (E.J. Palomera); la educación en el virreinato de Nuevo Reino de Granada (Alberto Martínez Boom); los jesuitas (E.J. Palomera); la educación en Río de la Plata (H.E. Biagini); labor pedagógica de los jesuitas en las reducciones del Paraguay (A. Santos Hernández); las universidades hispanoamericanas (Agueda Rodríguez Cruz); los franciscanos en América y Filipinas (R. Mota Murillo); los jesuitas en Cuba (E.J. Palomera).

En el tercer volumen, titulado “La educación en la España contemporánea (1789-1975)”, se reserva un amplio apartado a la educación en América en la primera mitad del siglo XIX, con los siguientes epígrafes: la educación en el virreinato de Nueva España (Dorothy Tanck de Estrada); la educación en el Nuevo Reino de Granada (Alberto Martínez Boom); la educación en el Río de la Plata (H.E. Biagini); Cuba y Puerto Rico (Gabriela Ossenbach);las universidades hispanoamericanas (Agueda Rodríguez Cruz); Simón Rodríguez, pionero de la educación republicana (P. Grases); enseñanza de los jesuitas en Hispanoamérica (Manuel Revuelta); los franciscanos en América (R. Mota); los escolapios en América (Vicente Faubell). Para la segunda mitad del siglo XIX se mantiene un esquema semejante, pero ya más breve , para el estudio de la educación en América: Cuba y Puerto Rico (Gabriela Ossenbach); enseñanza de los jesuitas en Hispanoamérica (Manuel Revuelta); los franciscanos y la educación (R. Mota).

Esta obra aporta una rica contribución histórica a la educación en América, con bibliografía actualizada para entonces, contando con la colaboración de

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especialistas reconocidos en cada uno de los capítulos, por lo que resulta muy valiosa para la consulta investigadora y docente. Se observa en ella, no obstante, una fuerte dispersión de planteamientos, cabalgando entre el modelo clásico de la educación en América desde una lectura de España, que había instaurado al fin casi tres décadas atrás en su programa de la Universidad de Madrid, Angeles Galino , y tímidos nuevos planteamientos historiográficos y de contenidos que comienzan a asomar sobre una nueva interpretación del fenómeno colonial y su proyección educativa en América, tanto como los procesos de independencia y construcción de los emergentes sistemas nacionales de educación.

Contenidos y autores de esta obra antes reseñados dejan buena muestra documental de esta afirmación. Es indudable que estamos ante una notable contribución sobre la historia de la educación en América, actualizadora, y que comienza a sugerir nuevas lecturas interpretativas. Parece evidente que nos vamos encontrando ya en otra nueva sintonía sobre la presencia de la educación en América entre los miembros de la comunidad científica de los historiadores de la educación.

d) La aplicación de la LRU (1983) a la reforma de los planes de estudio en la década de los años 90 del siglo XX trae como consecuencia la posibilidad de diseñar materias más concretas y perfiladas, también en el campo disciplinar de la Historia de la Educación, y también con rango diferenciado (troncal, obligatoria, optativa y de libre elección). Esta nueva circunstancia, unida al avance y maduración alcanzado por la investigación histórica sobre la educación en América, sobre todo de la etapa contemporánea, facilita que comiencen a aparecer en los Planes de Estudio de la licenciatura en Pedagogía de algunas universidades españolas, a partir de 1994, asignaturas con un decidido perfil educativo americanista. Existe un clima científico maduro en las investigaciones americanistas, una cierta demanda social y formativa de interés por la educación en América , y una oportunidad normativa y administrativa para formular nuevos planes de estudio , condiciones imprescindibles para avanzar en España en un curriculum que pueda contemplar el estudio y la docencia de la historia de la educación en América.

Así, a partir de la reforma de planes de estudios de 1994 podemos observar cómo en tres universidades españolas (Barcelona, Salamanca y Sevilla) se contemplan en sus programaciones docentes disciplinas independientes con apellido americano (TERRON; GABRIEL, 1998).

La Universidad de Barcelona ofrece una “Historia de la Educación Iberoamericana” (optativa de 4.5 créditos). En esta universidad será el profesor Claudio Lozano Seijas, sobre quien volveremos más adelante, el responsable de impulsar esta parcela historiográfica, que el denomina latinoamericana, dentro del campo disciplina más amplio de la Historia de la Educación. Así ha sucedido hasta la jubilación de este profesor en el año 2008.

En la Universidad de Salamanca, a partir del plan de estudios de 1994, comienza a impartirse la disciplina “Historia de la Educación en América”, como optativa de cuarto curso de la licenciatura en Pedagogía (4 créditos). Su promotora y responsable ha sido durante algunos años la profesora Agueda Rodríguez Cruz, y

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desde su jubilación en 2003 ha sido el profesor José María Hernández Díaz su responsable hasta el día de hoy.

El programa de Agueda Rodríguez, que ofrecemos en anexo II en la sección documentos de esta revista, introduce algunas novedades de interés respecto a los clásicos ya comentados de los años sesenta. Así, además de las cuestiones de método y fuentes, se dedica un apartado general a la educación en el mundo precolombino, otro al origen de los sistemas educativos en la América independiente, y otro más a la educación en otros sistemas coloniales no hispanos.

No obstante, dada la procedencia formativa de la profesora mencionada en la etapa moderna (siglos XVI-XVIII), y su campo de investigación tan polarizado en la universidad hispana y su relación con el modelo salmantino, no queda duda alguna de la centralidad real que ocupa también en su docencia de Historia de la Educación en América la etapa histórica de referencia y la institución universitaria. Hay que advertir, asimismo, que este programa se generó en el contexto del grupo de profesores del campo disciplinar de la Historia de la Educación de la Universidad de Salamanca, aceptando las particularidades propuestas por la doctora Agueda Rodríguez.

Por ello, en el desarrollo de la disciplina en estos últimos seis años hemos deseado respetar expresamente la concepción subyacente a ese programa, porque en último término es compartido. Se enfatiza, eso sí, alguna cuestión específica derivada de la formación e interés de quien este texto firma, como por ejemplo representa el tema del exilio pedagógico español en América (ver anexo final III en la sección documentos de esta revista).

En la Universidad de Sevilla, aunque sin implantar, existe una “Historia de la Educación Hispanoamericana”. Las noticias disponibles hablan de ausencia de desarrollo real de la disciplina en la formación de pedagogos.

El balance docente de conjunto en las universidades españolas, en lo que se refiere a la docencia de la Historia de la Educación en América, no es desde luego para tocar palmas, pero es significativamente mejor que en etapas anteriores. Conviene no olvidar, como veremos un poco más adelante, que la docencia de la educación en América en estudios doctorales, su historia en concreto, y el impulso a la investigación y formación de doctores, se han ido convirtiendo en un referente explícito en algunas universidades, como sucede en las de Complutense, UNED, Barcelona y desde luego en Salamanca, con tímidos anuncios en alguna otra. Y más importante aún es el cambio de planteamientos científicos y temáticos que se han ido incorporando, pasando de un predominio declarado de la historia moderna de la educación en América (cuando excepcionalmente se daba) a la etapa contemporánea, y dando cabida a temáticas nuevas como la construcción de los sistemas nacionales de educación en América, la presencia de las dos Américas, o capítulos muy concretos como el exilio pedagógico español en América, el impacto de los modelos desarrollistas y tecnocráticos, la pedagogía de la liberación, la educación en los procesos revolucionarios, campañas de alfabetización, entre otros. Los planes de estudio para la formación de maestros han ido aminorando, cuando no eliminando definitivamente la presencia de la Historia de la Educación,

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y muy en particular desde los cambios operados en la década de los noventa del siglo XX, con implantaciones variables según cada universidad.

La transformación de la formación básica antes denominada Pedagogía e Historia de la Educación, va a convertirse en una materia de carácter híbrido, que no satisface a casi nadie, con el perfil “Teoría e instituciones educativas contemporáneas”. Dependiendo del interés y formación de cada profesor que la imparte ha prevalecido la parte teórica o la histórica. Ello ha conllevado que, salvo alguna rara excepción, la presencia de la educación en la posible explicación histórico educativa para los maestros haya sido algo exótico, en el mejor de los casos.

Es decir, hay que hablar de ausencia general de una disciplina y una formación relativa a la Historia de la Educación en América entre los futuros maestros españoles, de forma equivalente a otras cuestiones más globales de la Historia de la Educación, como ya hemos explicado en otro momento (HERNANDEZ DIAZ, 2010).

Las perspectivas reales para el estudio y docencia de la Historia de la Educación en América, como para todo el campo disciplinar de la Historia de la Educación, tanto para la formación de maestros, de pedagogos y de educadores sociales en conjunto no son nada favorables, dado el clima tecnicista y neoliberal que predomina en estos inicios del siglo XXI en la universidad y en la sociedad española. El llamado proyecto Bolonia o del Espacio Europeo de Educación Superior es el mejor espejo de un modelo que desprecia el peso de lo humanístico en la formación de los profesionales de la educación.

LA HISTORIA DE LA EDUCACIÓN EN AMÉRICA COMO CAMPO DE INVESTIGACIÓN

Ya hemos indicado en la introducción de este texto que el desarrollo docente y disciplinar de nuestra Historia de la Educación en América se deriva de otra etapa anterior o sincrónica, necesaria siempre, como es la investigación sobre temas, personajes, aspectos de la educación en América, en el pasado lejano o más próximo.

Reiteramos, recordando a I. Goodson, A. Chervel y otros, que cuando nos adentramos en el estudio histórico de las disciplinas en el ámbito de la educación superior debemos proceder siempre primero desde lo que está escrito e investigado, y a continuación reflexionar cómo todo ello se ha traducido en un formato disciplinar, que ha sido posible también por demanda social y por oportunidad política y administrativa. Desde estas posiciones nos proponemos ofrecer una reflexión sobre lo más destacado que se haya producido en España en lo que se refiere a Historia de la Educación en América.

Más que un estudio detallado de toda la producción sobre Historia de la Educación en América, nos detenemos en la observación solamente de algunos indicadores. No nos es posible examinar aquí con detalle todo lo que se ha investigado sobre Historia de la Educación en todas las universidades españolas, por ejemplo en las Facultades de Historia, donde suele existir una tradición

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historiográfica americanista, generalmente vinculada al área de Historia Moderna, y más recientemente también a Historia Contemporánea.

Es verdad que en ellas lo educativo ha pasado casi siempre de puntillas, o muy al margen. Igualmente, no nos es posible acercarnos a todos los productos derivados de los muchos congresos americanistas de Historia, donde a veces se presenta un trabajo aislado, pero que tiene conexión educativa. Tampoco podemos hacer el seguimiento de otras muchas publicaciones, monografías y revistas de Historia de América, que acogen de vez en cuando alguna aportación del ámbito de Historia de la Educación.

Comprobamos, por aproximación, entendemos que suficiente, la producción científica de las tesis doctorales y memorias de grado (o tesinas) específicas que sobre Historia de la Educación en América se han defendido en las universidades españolas, pero más en concreto dentro de las Secciones o Facultades de Pedagogía.

En segundo lugar examinamos los artículos específicos de Historia de la Educación en América que se recogen en las revistas de nuestra especialidad (Historia de la Educación, Educació i Historia, Sarmiento, Tempora). En tercer lugar, revisamos algunos de los Coloquios Nacionales de Historia de la Educación, sobre todo aquellos que han tenido un perfil temático de Historia de la Educación en América. Finalmente haremos una revisión comentada de algunas de las obras más señaladas e influyentes, en nuestra opinión, publicadas y/o utilizadas en España para impulsar la investigación en Historia de la Educación en América. a) La formación de doctores tiene como principal objetivo académico lograr que los doctorandos obtengan finalmente, al cabo de algunos años de investigación, un merecido reconocimiento con la obtención del título de doctor, una vez defendida su tesis doctoral.

En lo que se refiere a la formación de doctores en el campo disciplinar de la Historia de la Educación en América, que en los inicios del siglo XXI se advierte entre nosotros tímidamente consolidado, debemos recordar lo siguiente. En primer lugar, que hasta 1953 solamente la Universidad de Madrid disponía del privilegio de otorgar el título de doctor. En segundo lugar, que hasta el inicio de los años ochenta del siglo XX no habían finalizado las primeras cohortes de licenciados en Pedagogía o Ciencias de la Educación en otras universidades que no fueran Madrid, Barcelona, Pontificia de Salamanca y Valencia.

En tercer lugar, que hasta que no se implantó la LRU (1983) , y los nuevos formatos doctorales en 1985 y años sucesivos, solamente tenemos constancia de haberse impartido algún curso monográfico de doctorado sobre “Historia de la educación en Hispanoamérica” en las Universidades de Madrid (Angeles Galino), y más ocasionalmente en la Pontificia de Salamanca (Claudio Vilá Palá).

Finalmente, que será en estos últimos 25 años (1985-2010) cuando se desarrrolle una presencia más activa y permanente del campo histórico educativo americano, latinoamericano, iberoamericano (cualquiera de estos adjetivos aquí representan bien lo que pretendemos señalar). Así lo percibimos de forma expresa en la Universidad de Barcelona, la UNED, y desde luego en la Universidad de

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Salamanca, donde desarrollamos módulos y cursos formativos de contenido expreso americano.

Por ejemplo, en el Programa de Doctorado “Perspectivas histórica, comparada y política de la educación”, que se ha desarrollado sin interrupción desde 1989 hasta 2010, hemos mantenido un curso denominado “La educación en América”, en el que los profesores participantes (Agueda Rodríguez Cruz, José María Hernández Díaz, y algunos invitados puntualmente como Gabriela Ossenbach, Gaspar Félix Calvo Población) han desarrollado campos temáticos como: cultura, educación y procesos formativos en las civilizaciones y culturas precolombinas, las universidades hispanoamericanas, la influencia de la Universidad de Salamanca en la creación de las universidades hispanoamericanas, el nacimiento de los sistemas nacionales de educación en América, el exilio pedagógico español en América.

Como consecuencia de las circunstancias académicas ahora mismo explicadas, se han ido defendiendo en la comunidad científica española de los historiadores de la educación diferentes tesis doctorales, de contenido histórico educativo americano. Son tesis doctorales defendidas en España, computadas hasta 2009, con orientación o proximidad a la Historia de la Educación en América4 , en el ámbito de las Facultades de Pedagogía , Ciencias de la Educación y/o Pedagogía ( o equivalentes) de las siguientes universidades, ordenadas en el convencional orden cronológico de inicio de la primera tesis defendida, de orientación americanista, con el autor, el año de defensa y el título de la tesis:

* En la Universidad Complutense de Madrid:

G.F. Mackeever (1955, “La filosofía de la educación en John Dewey”), F. Niño Arboleda (1959, “El Padre Ladoco Ricke y la educación en Quito”), S.B. Molina Carlotti (1964, “El concepto de educación en John Dewey”), A. Pérez de Acebedo (1965, “La enseñanza de la mujer puertorriqueña en el siglo XIX”), H. Sánchez Peña (1967, “Un caso de transculturación hispano-anglo-sajona. Lengua, enseñanza y sociedad en California”), W.G. Short (1968 , “La política educativa de los EEUU entre los indios navajos”), H. Armayor González (1970, “La obra pedagógico social de cuatro fundadores de Córdoba –Argentina- en el siglo XVII”), T. Pérez Pájaro (1970, “Instituciones docentes jesuíticas en Cuzco”), A. Cubillo Lorenzo (1978, “La enseñanza superior y la minoría negra en los Estados Unidos. Estudio histórico y notas estadísticas”), R. Rodríguez Guillén (1979, “Eugenio María de Hostos, reformador escolar en Hispanoamérica”), E. Patiño Rodríguez (1983, “Desarrollo histórico y situación actual de la educación normal en Panamá), M.C. Pereira Domínguez (1987, “Labor educativa iberoamericana en las escuelas por Valle Miñor a principios del siglo XX”), B.C. Centeno de Navarro (1989, “La educación en el Departamento de Tolima, Colombia, 1886-1910”), F.R. Jordan García (1989, “La planificación de la enseñanza

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La obtención de la información relativa a tesis doctorales y tesinas procede de la consulta detallada de toda la colección de la revista “Historia de la Educación”, donde se viene publicando desde su origen esta información, siempre elaborada y enviada por las propias universidades. Eso significa, es evidente, que es posible que algunas universidades no hayan trasladado de forma sistemática y completa todas estas informaciones, y en consecuencia no se haya incluido. Tiene , pues, un alto valor de indicador, suficiente para formar parte de las variables que manejamos para comprender el desarrollo real de la investigación en Historia de la Educación en América, tal como se ha producido en las universidades españolas en los últimos sesenta años.

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superior en Panamá, 1960-1985), B. Torrijos de Arosemena (1993, “La educación especial en Panamá y su influencia en la educación nacional”), A. Martínez (1997, “Las Brigadas Escolares de la Cruz Roja Juvenil en Panamá. Provincia de Chiriquí”), María Jesús Ayuso Manso (2003, “La educación en el virreinato de Perú: Escuelas de primeras letras (1542-1821)”.

* Universidad de Barcelona:

José María Domenech Pardo (1972, “El concepto de universidad en los EEUU de América”), L. Kirsinger Vasquez (1989, “Andrés Bello. Su proyección pedagógica”) * Universidad de Sevilla:

José Romero Delgado (1985, “La formación del clero en los seminarios hispanoamericanos a finales del siglo XVIII en Nueva España (1768-1812)”, Virginia Guichot Reina (2001, “El pensamiento educativo de John Dewey”).

* Universidad Pontificia de Comillas:

Manuel Alemán (1986, “Concepto de praxis en Freire”) * Universidad de Navarra:

Carmen Ana Modesto (1987, “La vertiente y la obra de la figura pedagógica de Eugenio María de Hostos”), Carmen José Alejos Grau (1993, “Pedro de Gante y Juan de Valdés. Los métodos educativos en la Escuela de San José de los Naturales (1526-1572)”

* Universidad de La Laguna:

Clara Barroso Jerez (1987, “El concepto de educación en John Dewey como núcleo de reconstrucción de su teoría educativa”), Manuel Ledesma Reyes (1994, “Krausismo y educación en Costa Rica. La influencia de los educadores canarios Valeriano y Juan Fernández Ferraz)

* UNED- Madrid:

Gabriela Ossenbach Sauter (1988, “Formación de los sistemas educativos en Hispanoamérica. La política educativa como factor de consolidación del Estado Nacional 1870-1900: el caso del Ecuador”), Sebastián Sánchez Martín (1991, “La Escuela Moderna en Brasil, 1909-1919”), ¿? (1992, “La formación de docentes para la enseñanza primaria en Argentina y Chile: influencia de las ideas pedagógicas en el proceso de profesionalización (1842-1913), Olga Lucía Zuluaga Garcés (1999, “La instrucción pública en Colombia: 1845-1868. Entre el monopolio y la libertad de enseñanza. El caso de Bogotá”), Silvia Figueroa Zamudio (2000, “La educación pública secundaria y superior en Michoacán durante el siglo XIX”), Magnolia Aristizábal (2001, “La educación de las mujeres durante el periodo de la libertad de enseñanza en la provincia de Bogotá: 1848-1868”), Isabel Magdalena Blas Antonicelli (2002, “La formación de docentes para la enseñanza primaria en Argentina. Influencia de las ideas pedagógicas en el proceso de profesionalización (1870-1920)”, Alberto Martínez Boom (2002, “Tendencias de la educación en América Latina a finales del milenio: de la escuela expansiva a la escuela competitiva”), José Miguel Somoza Rodríguez (2002, “Educación y política en Argentina. Creación de identidades y resocialización de sujetos (1945-1955)”, Tulio Alfonso Ramírez Cuicas (2006, “El texto escolar en Venezuela. Políticas públicas y representaciones sociales por parte de maestros de educación básica”), Alejandro Alvarez Gallego (2008, “Las Ciencias Sociales en el currículo escolar. Colombia 1930-1960”),

* Universidad de Santiago de Compostela:

Vicente Peña Saavedra (1990, “Las escuelas de Americanos y las Sociedades de Instrucción en Galicia”)

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* Universidad de Valencia:

Enrique González González (1991, “Legislación y poderes en la Universidad Colonial de México (1551-1668)”, R. Díaz Borbón, (2005, “Las políticas educativas en Colombia en la era neoliberal”)

* Universidad de Salamanca

Gaspar Félix Calvo Población (1992, “La educación kuna: introducción del sistema educativo occidental en la cultura kuna de Panamá”), Saúl García Blanco (1992, “La educación física en los mexica”), Martha Alicia Tronco Rosas (1994, “La discriminación de la mujer en México: el sexismo en los libros de texto gratuitos”), Pedro Manuel Alonso Marañón (1995, “Formación del profesorado y expansión educativa. Escuelas Pías en España y América en el siglo XIX”), Adolfo González Brito (1997, “Política educativa y equidad en América Latina: El caso de Chile, 1965-1994”), Rigoberto Alfredo Aguilar Medina (1997, “La educación como factor para el desarrollo latinoamericano. Planificación y prospectiva socioeducativa en el contexto peruano”, Ibone Calderón Seibane (1999, “La escuela primaria en Cuba. Desde el fin de la soberanía española hasta la Revolución”), Ana Isabel Miranda Villafuerte (2002, “La formación de profesores y el cambio social en México desde una perspectiva comparada”, Aracely Gutiérrez Escobar (2003, “El pensamiento pedagógico de Marie Poussepin y su concreción en Colombia”), César Contreras Contreras (2003, “Educación rural en Caldas. El proyecto de Escuela Nueva”), Gloria Clemencia Valencia García (2005, “Del ágora al ágora virtual. El surgimiento de un agora virtual en Colombia”), Nidia Aristizábal Vallejo (2007, “Estudio histórico comparado de la formación gerontológica en Psicología: Colombia y España”); Moyra Marcela Castro Paredes (2008, “Educación y territorio en Chile. Aproximación histórica y propuestas de política educativa), Juan Manuel Dussan Luberth (2008, “Historia de la educación en Manizales, 1849-1952”), Juan Antonio Salas Rondón (2009, “Génesis y difusión de la educación física en Cuba (1800-1901)”

* Universidad de Valladolid:

Karolina Graciela G. de Kaufmann (2002, “Los manuales de civismo en Argentina. De la Dictadura a la transición democrática (1976-1986)”, Maria Victoria Alzate Piedrahita (2003, “La imagen de la infancia en los manuales de ciencias sociales de la educación básica colombiana (1960-2000)”, Martha Orozco Gómez (2007, “La recepción del darwinismo en la educación superior colombiana, 1866-1946”)

* Universidad de Burgos:

Luis Carlos Longares Vidal (2005, “La Telesecundaria en México: Historia de un proyecto de educación a distancia, innovación educativa y desarrollo rural (1964-2000)”, Claudia Ximena Herrera Beltrán (2007, “Educación física y Escuela Nueva en la escuela primaria colombiana en el primer tercio del siglo XX”)

* Universidad de Cádiz:

María José Serván Núñez (2005, “La descentralización educativa: un estudio de caso en Chile”).

Otro elemento informativo complementario, relativo a la formación de investigadores y doctores en el campo disciplinar de la Historia de la educación en América, nos lo ofrece el cupo de Memorias de Grado (tradicionalmente conocidas como tesinas), que se convierte igualmente en un indicador privilegiado del esfuerzo de algunas universidades por impulsar vocaciones educativas americanistas y de historiadores comprometidos por esta causa. Veamos el mapa que nos ofrecen las universidades españolas, a través de las Tesinas de Historia de la Educación defendidas en España, de contenido expreso americano:

Referências

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