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A LUCHA
CONTRA EL CÁNCER
El trabajo de investigación sobre el cáncer realizado por la OPS incluyb una encuesta de ocho
ciudades latinoamericanas para evaluar la frecuencia del tabaquismo; la publicación que recogió
los resultados de la encuesta todavia se cita ampliamente en la literatura especializada
(Foto: T. Farkas,OMS)536
mericanos: la industrialización y urbanización aceleradas; el aumento de la esperanza de vida y de la edad promedio de los habitantes; el mejor control de las enfermedades transmisibles, y la popularidad de hábitos nocivos, como el tabaquismo. Por otra parte, la incidencia de cáncer muestra un aumento verdadero, ajeno a los cambios del perfil de la población.
Durante casi tres décadas, la OPS ha contribuido significativa- mente al control del cáncer en los países de la Región. Dada la complejidad de los fac- tores que contribuyen al desarrollo de los procesos neoplásicos malignos, son muchos los programas dentro de la Organización que de una forma u otra participan en el con- trol del cáncer. Tales actividades se realizan básicamente en dos planos: uno de carácter general, en el cual el fomento de buenos hábitos cotidianos ayuda a prevenir ciertos ti- pos de cáncer, y otro específico, caracterizado por acciones en las áreas de investiga- ción, diseminación de conocimientos, adiestramiento de personal, desarrollo de regis- tros, detección, tratamiento y servicios de apoyo social.
Antecedentes
En articulos que aparecieron en los primeros números del Boletín de la Oficina Sanitaria Panamericma ya se empezaba a dibujar la trayectoria del esfuerzo por descifrar el enigma del cáncer y detener su impacto devastador en las sociedades de las Américas. A principios de este siglo la lucha contra el cáncer se desplegaba casi enteramente por medio de los centros de cancerología de algunos países, congresos y reuniones, y la labor de investigadores independientes.
La plena participación de los organismos internacionales de salud en la lucha contra el cáncer comenzó cuando en los años sesenta la OMS, valiéndose de los datos obtenidos por numerosos centros internacionales de referencia de tumores, empezó a elaborar una clasificación mundial de tumores malignos en una serie de “li- bros azules” acompañados de diapositivas a colores. Simultáneamente, se amplió la sección de tumores de la Clasificación lnfernacional de Enfermedades y en 1972 se publicó tentativamente un suplemento con una nomenclatura cifrada para la histología de los tumores. Después de revisar cuidadosamente la nomenclatura de los tumores exis- tente, en 1974 la 0% publicó en español una versión actualizada del Manual de nomen- clatura y codificación de fumures, publicado por la Asociación Americana del Cáncer por primera vez en 1951. Esta revisión constituyó un valioso aporte a la labor de patólogos, oncólogos e investigadores en los países de habla hispana.
Los registros de cáncer
Actividades de investigación
El establecimiento de buenos registros permitió a la Organización emprender estudios epidemiológicos regionales sobre el cáncer. Uno de los primeros y más importantes se realizó en 12 ciudades a mediados de los años sesenta para deter- minar los patrones de mortalidad en las zonas urbanas. Los resultados, publicados en el libro Características de la murfulidad urbana, revelaron cifras alarmantes, lo que impulsó a la OPS a establecer en su sede la Unidad de Control del Cáncer en 1968.
Es imposible enumerar todas las investigaciones sobre el cáncer realizadas o apoyadas por la OPS en fechas posteriores, muchas de las cuales fueron decisivas para la orientación de su política de control. Entre ellas destacan las siguientes: una encuesta en ocho ciudades latinoamericanas para determinar la frecuencia del há- bito de fumar (trabajo aun muy citado en los escritos sobre el tabaquismo); otra sobre el papel de la educación sanitaria en el control de los procesos malignos; estudios sobre los factores dietéticos en el desarrollo del cáncer gástrico en tres países con una alta in- cidencia, y una investigación epidemiológica y bioquímica del cáncer de vesícula biliar en la población femenina boliviana.
Por medio del Programa Colaborativo de Investigaciones en el Tra- tamiento del Cáncer, establecido por la OPS en 1977 en varios centros de América La- tina y de los Estados Unidos, se han efectuado numerosos estudios de fase 1, II y III sobre la cirugía, radioterapia, quimioterapia e inmunoterapia aplicadas al tratamiento de distintos tipos de tumores. En la ultima década, la OPS ha participado -junto con la OMS e instituciones estadounidenses y latinoamericanas- en una investigación de cuatro anos sobre los posibles efectos cancerígenos y teratógenos de los plaguicidas en el ser humano. Cuando a mediados de los años ochenta el virus de la leucemia de cé- lulas T humanas (HTW) empezó a despertar el interés de la comunidad científica, la OPS efectuó un estudio sobre el virus en Jamaica. Estos ejemplos ponen de manifiesto el amplio alcance que han tenido las investigaciones de la OPS sobre el cáncer, desde los aspectos epidemiológicos, hasta los de causalidad, detección y tratamiento.
Desarrollo de programas y recursos humanos
Desde los años sesenta, la OPS ha proporcionado asesoramiento técnico a los institutos de cancerología de muchos paises y ha formulado directrices para el desarrollo y la coordinación de los programas de detección y control en América La- tina. Tres tipos de cáncer en particular -cervicouterino, de mama y broncopulmo- nar- han recibido mayor atención debido a su alta prevalencia y a las posibilidades de controlar los dos primeros mediante las técnicas de detección precoz y el tercero a través de modificaciones del comportamiento. En los años ochenta especialmente, la OPS colaboró con varios países para modernizar y ampliar los programas de diag- nóstico citológico.
Para hacer frente a las necesidades de personal creadas por la ex- pansión de esos programas, la OPS ha fomentado la creación de centros de capacitación y ha ofrecido becas de posgrado, cursos de oncología clínica y muchas otras oportuni- dades educativas para patólogos, radioterapeutas, epidemiólogos y otros profesionales y técnicos dedicados a la detección o al tratamiento del cáncer. Puede citarse como ejemplo concreto un proyecto de adiestramiento y de intercambio de conocimientos sobre qui- mioterapia que la OPS llevó a cabo en 1974 con la participación de centros de oncología
Tratamiento del cáncer
La influencia de la OPS también se ha hecho sentir en la esfera del tratamiento. Durante la crisis económica de los años ochenta, el alto costo de los agen- tes quimioterapéuticos fue un problema especialmente grave en los países latinoame- ricanos desprovistos de sistemas de seguro social o de acceso a medicamentos de precio reducido. En 1983 la Organización preparó una lista de medicamentos esenciales para el tratamiento del cáncer y formuló un plan para la adquisición de estos medicamentos en los países. A raíz de estas iniciativas, se elaboraron protocolos de quimioterapia para cáncer gástrico, cervical y de mama y para leucemias y tumores pediátricos. En los años ochenta también se llevó a cabo una encuesta de dosimetría en las unidades de radio- terapia de las instituciones que participaban en el Programa Colaborativo de Investi- gaciones en el Tratamiento del Cáncer.
La diseminación de conocimientos
En 1974 la 0% inició un proyecto, con la colaboración del Instituto Nacional del Cáncer de los Estados Unidos de América, de la Unión Internacional con- tra el Cáncer y del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer, destinado a incorporar a los países de América Latina y el Caribe en una red de información espe- cializada denominada Proyecto Latinoamericano de Información sobre Investigaciones en Cáncer (LACRIP). A través del Proyecto, que funciona por mediación de la Biblioteca Regional de Medicina y Ciencias de la Salud (BIREMB) de Sao Paulo, Brasil, los articu- los, protocolos y estudios relativos al cáncer producidos en la Región se incorporan a las principales bases de datos computadorizadas, como CANCERLINE, CANCERLIT, CANCERPROJ y CLINPROT. El Proyecto constituye, entre otras cosas, un instrumento valioso para identificar nuevas áreas de investigación. Una iniciativa especialmente im- portante dentro del LACRIP fue la formación en 1983 del Servicio de Diseminación Selectiva de Información en Cáncer, cuya publicación trimestral, Diseminación Selec- tiva, proporciona información sobre diagnóstico, epidemiología y tratamiento a miles de suscriptores.
A través de informes y otras publicaciones, la OPS ha puesto al al- cance de profesionales y técnicos en el campo de la cancerología abundante material didáctico. Algunos ya se han mencionado. Las siguientes publicaciones científicas son ejemplos adicionales: Detección precoz del cáncer y lesiones precancerosas de la cavidad oral; Manual de normas y procedimientos para el control del cáncer del cuello uterino (actualizado en 1985), y Manual sobre dosimefrh clínica de las radiaciones (adaptado a las necesidades de América Latina).
En el futuro, la lucha de la OPS contra el cáncer se llevará a cabo a través de la estructuración de programas nacionales de control que aporten a todas las comunidades, hasta las más recónditas, medios de educación, prevención, detección precoz y tratamiento. El éxito de los programas -medido en términos de una menor mortalidad por cáncer- dependerá, a su vez, del grado en que se logre inculcar en los habitantes la importancia de los buenos hábitos, de la autovigilancia y del sometimiento periódico a los exámenes de detección temprana. En su continuo apoyo a los Gobiernos y a las entidades que luchan contra el cáncer, la OPS seguirá procurando movilizar a todos los sectores pertinentes hacia un esfuerzo común por reducir la carga física y mo- ral que el cáncer representa en nuestras sociedades.
