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Patrones de mortalidad temprana y su uso como base de la planificación de la acción sanitaria

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PATRONES DE MORTALIDAD TEMPRANA Y SU USO COMO BASE DE LA PLANIFICACION DE LA ACCION SANITARIA*

DR. ARNOLDO GABALDON

Ministro de Sanidad y Asistencia Social, Caracas, Venezuela

En la práctica diaria la acción sanit,aria en la mayoría de los países se ha caracterizado por perseguir objetivos indefinidos, tales como mejoramiento de las condiciones de salud, reducción de la mortalidad infantil, etc. S610 cuando se han llevado a cabo campañas dirigidas a controlar o eliminar alguna enfermedad, como las campañas de erradicacibn de la viruela o de la malaria, se han perseguido objetivos definidos. En estos casos, sin embargo, los éxitos se han medido en función de la enfermedad com- batida, y no en cuanto a su repercusión sobre las condiciones de salud en general. Esto posiblemente ha sido debido a la carencia de medios que guien al sanitarista hacia fines claros y específicos. Para obviar esta deficiencia el autor propuso desde hace algún tiempo la utilización del método gráfico, y los usos que de él se pueden hacer están por su sencillez al alcance de la mayoría de los trabajadores encargados de labores de campo.

Primeramente (1) se introdujo el “patrón de reducción de la mortalidad” basado en el hecho demostrado, en los países sanitaria- mente avanzados, de que las tasas de mortalidad para cada grupo de edad no disminuyeron por igual, pues hubo unas que bajaron proporcionalmente más que otras. De esta manera, y como la tasa del grupo de 1 a 4 años fue la que más descendió, es posible evaluar el progreso alcanzado en cualquier localidad, zona o pafs, por medio de esos patrones, y señalar si los logros alcanzados son normales o se diferencian de lo observado usualmente. Esos logros son normales cuando el patrón señala que en el grupo de 1 a 4 años es donde más ha dis- minuido la mortalidad, y son anormales

* Manuscrito recibido en noviembre de 1963.

cuando el patrbn señala que en este grupo no ha bajado lo suficiente y que ha descen- dido en otros grupos. Este procedimiento resulta muy cbmodo, pues indica, en los casos de que el patrón sea anormal, los grupos de edad a donde debe dirigirse la acción sanitaria para conseguir los beneficios mayores.

Siguiendo la misma orientación, posterior- mente (2) el autor introdujo el “patrón de mortalidad general”, que sirve para señalar cuáles son los grupos de edad en que las tasas de mortalidad difieren más de las de los países sanitariamente avanzados, que tengan, por ejemplo, una esperanza de vida al nacer de 72 años. Este método facilita también la orientación de la acción sanitaria, pues la guía hacia aquellos grupos de edad cuya mortalidad difiere más con referencia a la de los países sanitariamente avanzados, en los que es de esperar que procedimientos directos y específicos produzcan con celeridad reducciones apreciables en las tasas de mortalidad de dichos grupos de edad.

Lo que se propone en este trabajo es presentar una variante del último patrón nombrado, la cual por la sencillez de sus cálculos, está al alcance de la mayorfa de los interesados. Su uso puede ser de gran utilidad al hacer una planificación de la acción sani- taria en los países de América Latina.

PATRONES DE MORTALIDAD TEMPRANA

Uno de los problemas que se presenta aI higienista al evaluar las condiciones sani- tarias imperantes en la localidad o zona donde trabaja, es encontrar la medida adecuada que defina tales condiciones en una forma clara y precisa. No hay duda de que la esperanza de vida al nacer es el metro más conveniente, pero su uso no está al alcance

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315 de todos, pues necesita de procedimientos

complejos y de datos muy completos para su cálculo. Por este motivo, la búsqueda se ha de dirigir a revisar las cifras de mortalidad de algún grupo de edad, que por ser el más afectado por las condiciones sanitarias vigentes, revele en la forma más aproximada sus características.

Los higienistas han venido utilizando la tasa de mortalidad infantil, es decir, el número de muertes de niños menores de un año por cada mil nacidos vivos en el año, como la medida más conveniente para deter- minar las condiciones sanitarias imperantes en una localidad o zona dada. Sin embargo, este uso clásico de la tasa de mortalidad infantil se desarrolló entre los higienistas de la zona templada, donde la hostilidad del medio no es tan grande como en la zona tropical. Por ese hecho, el seguir exclusiva- mente tal concepto, puede conducir a falsas interpretaciones entre nosotros. Además, la introducción de los antibióticos, elementos que están al alcance de todos los médicos, y el uso cada vez más generalizado de la rehidratación, han producido una reducción tan grande de la letalidad, que la mortalidad entre los menores de un año refleja poco la morbilidad del grupo.

La tasa de mortalidad del grupo de 1 a 4 años, es decir, el número de muertes, en el transcurso de doce meses, de los niños que ya cumplieron un año pero que no han cum- plido 5, es otra cifra a considerar. Esta tasa ha sido la que, tradicionalmente, se ha reducido más con la aplicación de métodos sanitarios adecuados. También ella es la que más refleja los efectos de la hostilidad del medio y de la desnutrición. Por esto último se podría usar esta tasa en Ia zona tropical con el mismo valor que se le ha dado a la tasa de mortalidad infantil en la zona templada. Pero eso nos lleva a tener que emplear dos medidas diferentes para dos regiones distintas del globo, lo cual imposi- bilita toda comparación apropiada.

La diferencia de las tasas en considera- ción, entre las zonas templada y tropical, debe tenerse siempre presente si se desea

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316 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA

cuentes, la mortalidad en este período es dad temprana, en los tres grupos siguientes: considerablemente mayor a la observada en (a) Primer grupo: constituido por países el primer mes de la vida. Cuando la preva- sanitariamente atrasados, en los cuales el lencia de esas enfermedades es muy grande, número de muertes entre los de 1 a ll esta mayor mortalidad se extiende también meses y en el primer año de vida, son hasta los que han cumplido ya el primer año. superiores a las del primer mes (Tipo A).

De todo lo anteriormente dicho se deduce (b) Segundo grupo: formado por países que no SC puede disponer de una cifra que sanitariamente intermedios, en los cuales, si defina con precisión y detalle las condi- bien la mortalidad correspondiente al primer ciones sanitarias imperantes basándose en año es inferior a la del primer mes, todavía un cálculo único de la mortalidad por debajo la del grupo comprendido entre 1 y ll meses de 5 años. Por ello no se debe tomar en su es más alta que la de los primeros 28 días conjunto los dos grupos de edad a que he (Tipo B).

hecho referencia, sino que se debe subdi- (c) Tercer grupo: compuesto por aquellos vidirlos en grupos menores, lo cual tiene la países sanitariamente adelantados, donde la desventaja de requerir varias cifras para mortalidad del grupo de 1 a ll meses y la definir una situación dada. Esto lo elimina el del primer año son considerablemente método gráfico, como el presentado en la menores que la del primer mes (Tipo C). Fig. 1, donde se exponen tres tipos de pa- Estos patrones de mortalidad temprana trones de mortalidad temprana, como ha son tan fáciles de emplear que cualquier llamado el autor a la mortalidad de los niños médico de sanidad puede usarlos para clasi- menores de 5 años. En efecto, como se ha ficar la localidad o región donde trabaja. hecho anteriormente (3,4), los países seclasi- Basta para ello agrupar las muertes de los fican, desde el punto de vista de su mortali- menores de cinco años, ocurridas en los seis

FIG. l.-Patrones de naortaliclacl femprana de tipos A (Egipto), B (I’enemela) y C (Estados Unidos),

según ratinaeros indices.

‘0 -A-

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grupos de edad indicados en la Fig. 1, tomando en cuenta sólo los que eran resi- dentes de la zona que se estudia. Sin ningún procedimiento de cálculo adicional, y dibu- jando las barras al lado de una escala adecuada, se podrá representar con facilidad el patrón de la localidad para el año que se estudie. La representación gráfica de esos patrones para varios anos le señalará al médico el progreso que se ha logrado o la estabilidad de las condiciones prevalentes. El procedimiento es tan sencillo que ningún médico de sanidad tiene excusas para no clasificar el sitio donde trabaja de acuerdo con este método.

Estos patrones, sin embargo, son suscepti- bles de refinamiento para permitir comparar con mayor precisión los sucesos de varios años de una misma localidad o de varias localidades o zonas, y consiste en utilizar números índices, tomando la mortalidad del grupo de O-28 días como la base 100. Es decir, se la hace igual a 100, cualquiera que sea su cantidad real; luego se multiplica por 100 el número de muertes de cada uno de los otros cinco grupos y se divide por el número real de muertes del grupo de O-28 días. De esta forma, la mortalidad del primer grupo sería siempre igual en todos los casos, vale decir, 100, y las demás estarían en relación porcentual con ella. Esto permite, como se ha dicho, la comparación entre los patrones de diversos sitios. Si nuestros médicos de sanidad se acostumbraran a emplear con frecuencia estos patrones de mortalidad temprana, estarían en condi- ciones de juzgar con precisión los efectos de su labor cotidiana.

Como se ha visto, para obtener el patrón de mortalidad temprana, no se requiere más que el número de muertes registradas, sin que haya que tomar en cuenta la población de los grupos de edad que se estudian. Esto tiene la ventaja de que sólo se requieren los datos disponibles en el Registro Civil, en el libro correspondiente a los certificados de defunción. Basta con clasificar las muertes en los seis grupos de edad señalados. Otra ventaja que tiene el uso del patrón de

mortalidad temprana, es que en lo funda- mental no lo afectan las deficiencias del Registro, pues es de esperar que si algunas muertes se dejan de registrar, ello ocurrirá, por supuesto, en forma indiscriminada en cada uno de los seis grupos de edad requeridos para el patrón. Es de advertir, sin embargo, que en algunos países el registro de la mortalidad neonatal es más deficiente que en los otros grupos.

Conviene ahora comparar los patrones de mortalidad temprana con las tasas de mortalidad neonata1, post-neonatal y las del grupo de 1 a 4 años, para demostrar que los patrones confirman los hechos definidos por las tasas. En el cuadro Yo. 1 se presenta el porcentaje que representan las tasas post- neonatales sobre las neonatales de varios países de América, y se ve que este porcentaje es tanto más alto en general cuanto más altas son dichas tasas y también las de1 grupo de 1 a 4 años. Esto indica que el patrón de mortalidad temprana puede usarse con bastante confianza para señalar un grado dado de salud.

BASES DE LA PLANIFICACION DE LA ACCION SANITARL4

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318 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA

CUADRO No. l.-Tasas de mortalidad en los primeros grupos de edad en algunos paises de América*.

País

Canadá. . . . 1980 17,ô 977 55 1959 192

Estados Unidos.. 1959 19,o 7,4 39 1959 l,l

Argentina. . 1959 22,0 36,6 166 1957 4,9

Uruguay. . 1957 23,0 32,0 139 - -

Costa Rica.. 1959 x,9 4x,0 193 1959 8,s

Venezuela 19GO 26,0 29,2 112 1960 675

México. 1959 28,l 46,2 164 1959 20,2

Guatemala. . 1959 35,0 54,7 156 1959 32,0

Ecuador. 1958 36,G 69,2 189 1958 28,5

Chile. . ...<.. 1960 38,8 93,7 241 1960 42,6

~- - -

* Tomado de “Resumen de los informes cuadrienales sobre las condiciones de salud en las Américas 1957-1960”. Organización Panamericana de la Salud, Publicación científica No. 64, 1962.

-

Tasas por 1.000 nacidos vivos en 10 países De 28 días a

ll meses Año TaSas

Mortalidad de 1-4 años

si se aplica una acción sanitaria eficaz dirigida por medios directos y específicos a esas grandes causas Iábiles. Este principio debe ser el fundamento de una planificación sensata de la acción sanitaria en 10s paises atrasados o intermedios.

En el cuadro No. 2 se presentan las tasas de mortalidad de las diez principales causas de muerte de los niños menores de cinco años en Venezuela y las equivalentes de Inglaterra y Gales. De este grupo se escogieron para igual comparación las tasas correspondientes a los grupos de edad de 0 a 28 días, de 28 días a ll meses y de 1 año. La diferencia de las tasas de mortalidad general de los grupos de 2, 3 y 4 años, es menor entre Venezuela e Inglaterra y Gales, que la correspondiente al grupo de 1 año. Por este motivo y para facilitar el análisis del cuadro No. 2, se omitieron las tasas de las causas de muerte correspondientes a dichos grupos.

AI analizar las cifras de Inglaterra y Gales, se ve que ellas corresponden al Tipo C de1 patrón de mortalidad temprana, mientras que Venezuela se clasifica en el Tipo B. Se observa también en dicho cuadro que las enfermedades peculiares de la primera infancia y las malformaciones congénitas son las únicas causas de muerte con tasas de mortalidad más altas, entre 10s menores

de 1 mes, que en 10s otros grupos de edad. En Inglaterra y Gales, como’ en los otros países sanitariamente avanzados, esas causas representan más de1 60 por ciento de la mortalidad en los menores de 5 años. Por el contrario, en Venezuela, como en otros países sanitariamente intermedios o atrasa- dos, ellas constituyen menos de1 40 por ciento de Ia mortalidad del grupo en consideración. Esto deja entrever que son las otras causas de muerte las que deben reducirse con mayor celeridad en estos dos últimos grupos de países.

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319 CUADRO No. 2.-Prkipales causas de muerte en menores de 6 años en Venezuela, y sus equivalentes en Inglaterra y Gales, con los números indices de Venezuela, tomando como base los de Inglaterra y Gales.

(Todas las cifras corresponden a 1961)

Causa de la muerte

--- Enfermedades pecu-

liares a la primera

infancia (760-776). . 264,2 571,4 21t Gastritis, gastroen-

teritis y colitis (543,

571-572)... ll,5 435,6 3781 Influenza y neumonías

(480483, 490493). . 55,7 257,l 46: Enfermedades infec-

ciosas (1-138). . 15,0 159,4 106: Malformaciones con-

génitas (750-759). . 107,6 ô4,8 6( Bronquitis (500+02). 12,2 38,2 31: Accidentes (E800-

E962). . . . 29,3 35,9 12:

Avitaminosis (280-

286). 0,6 33,6 560(

iMeningitis no menin-

gocóccica (340). 5,O 25,3 50( Nefritis (59C593). 0,7 8,7 124: Otras causas.. 37,l 101,2 27:

---

Total... 543,31.727,9 31t 31

-

De 0 a 28 días

1.190,32.104,1 177

0,6 - -

0,5 24,l 482C 2,l 152,2 7248 281,5 146,9 5i

298 15,0 53E ll,7 5,9 5c

0,5 - -

599 9,4 155 O,l 0,3 3oc 37,l 49,8 134 ---

1.533,7 2.507,7 163 _

): , !1 , )

minuir influyan las tasas de mortalidad general siquiera en una decimal.

Las causas de muerte lábiles a una acción sanitaria eficaz deben ser aquéllas que tengan tasas de mortalidad más diferentes entre los países sanitariamente intermedios o atrasa- dos y aquéllos sanitariamente avanzados. Eso es natural, puesto que la diferencia indica el margen que una causa de muerte puede reducirse como respuesta a una acción sanitaria eficaz. Teniendo esto en considera- ción y examinando los datos de Inglaterra y Gales y de Venezuela, presentados en el cuadro KO. 2, se observa que las gastro- enteritis, la influenza y neumonías, las enfermedades infecciosas, las bronquitis y las avitaminosis son las que merecen atención desde los puntos de vista antes señalados. Las meningitis no meningocóccicas y las nefritis tienen tasas muy bajas para ser de

De 28 días a ll meses De 1 año Ingla-

terra GL

Nú-

zu,sa

Ingla- “IY” terra Ven.5

dices G&s zuela ----

ll,6 229,4 1978 0,l 030 Nú- meros

In-

dices

-

40,11.285,4 3206 9,0 391,6 4351 !01,5 695,9 345 29,2 132,6 454 30,3 162,4 536 18,3 157,9 863 .62,7 93,4 57 26,6 16,4 62 36,5 83,7 229 9,6 38,7 403 46,8 33,5 72 24,2 49,9 206 1,O 19,7 1970 1,l 74,3 6754 12,9 60,5 469 2,0 20,6 1030

192 8,5 708 0,7 ll,2 1600 58,3 161,0 276 22,3 194,6 873 X0,1/2.819,91 4621149,911.0&7,8~ 726

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320 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICbNA la acción sanitaria eficaz y señalan que en

ese campo todavía se puede conseguir mucho progreso. Todo esto confirma la orientación dada anteriormente que es la más adecuada.

El tratamiento de las gastroenteritis por rehidratación ha venido dando resultados notables en la reducción de la mortalidad por estas infecciones. En Venezuela se ha demos- trado su eficacia, y especialmente la facilidad de su aplicación en el medio rural (5). Sin embargo, la gran reducción de la mortalidad y de la morbilidad por estas causas se debe a los progresos en saneamiento ambiental, en particular del agua y la lucha contra las moscas, en la adquisición de hábitos de aseo como limpieza de manos, y en la higiene al preparar alimentos. Tales procedimientos deben pues merecer atención especial al planificar la acción sanitaria.

Para la influenza y neumonías, así como para la bronquitis, no se dispone en la actualidad de medios eficaces de prevención. La vacunación contra la influenza no es todavía un medio general, ni tampoco existe una vacuna para el resfriado común. Por este motivo debe ser el tratamiento de las complicaciones, tales como las neumonías y bronquitis, el método que puede mejorarse para producir los beneficios esperados. Posiblemente sea el uso de antibióticos, en particular de la penicilina, aplicados precoz- mente, lo que pueda producir los beneficios buscados. El resfriado común es la primera causa de consulta en los dispensarios médicos estatales de Venezuela. Tal vez si todo niño menor de 5 años que vaya a la consulta externa con fiebre, tos, fluxión y expectora- ción, recibiera diariamente un tratamiento de penicilina hasta la desaparición de la fiebre, se conseguirfa una reducción de la morbilidad por neumonías y bronquitis, y consecuentemente, de la mortalidad. Esta orientación debe formar parte del plan a desarrollar.

Al examinar el renglón de enfermedades infecciosas, se tiene que las disenterías, el sarampión y la tos ferina son causantes de más de la mitad de esta mortalidad. Las medidas de saneamiento ambiental antes

señaladas para las gastroenteritis son funda- mentales también para la prcvcnci6n de las disenterías. La aplicacidn de la vacuna triple

(difteria, tétanos, tos ferina) en las primeras semanas de la vida, y ciertamente no más tarde de los dos meses de edad, es la medida indispensable para disminuir la importante mortalidad por tos ferina y la de menor cuantía de las otras dos enfermadades. La vacuna contra el sarampión seguramente contribuirá a reducir su mortalidad. Lo anteriormente dicho indica que son pocas las infecciones a cuya prevenci6n debe dedicarse la acciiin sanitaria para obtener marcados hcncficios dentro del numeroso grupo de enfermedades infecciosas.

Las avitaminosis no son solamente causa directa de muerte, sino tamhién contribuyen poderosamente a aumentar la mortalidad por otras causas. En Venezuela se ha obtenido una considerable reducción de la mortalidad por avitaminosis como consecuencia de la aplicación generalizada de un producto lácteo y vitamínico, lo que demuestra la necesidad de emplear tal método para com- batir esta causa de muerte.

Estas cinco importantes causas de muerte son responsables de alrededor del 70% de la mortalidad en los 5 grupos de cdad que se han estudiado. Si por medio de una acción sanitaria eficaz SC rebajaran a la mitad las tasas de mortalidad de dichas causas en cada uno de esos grupos, se reducirían a algo más del 60 % sus respectivas tasas de mortali- dad general, lo cual es una disminución considerable. ??o es pretencioso aspirar a rebajar las causas de muerte en considera- ción a la mitad, puesto que aún así ellas serían más de cinco veces mayores que las de Inglaterra y Gales, lo que indica lo factible de este objetivo. Esta orientación tiene gran importancia, pues señala los grandes logros que se pueden alcanzar al obrar en la forma indicada.

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la mortalidad de esos grupos es elevada, poner mucha atención a las causas de muerte que aflijan a los menores de 28 días. Hacer esto equivale a trasladar un deceso del primer mes de vida a un grupo de edad superior, cuando la pérdida del niño debe causar un dolor mayor a sus padres. La atención especial al grupo menor de 28 días debe comenzar cuando la tasa de mortalidad del grupo de 28 días a 11 meses sea inferior. Esto no impide que se haga un análisis de las causas de muerte de los menores de 28 días para ver cuál de ellas podrá atacarse sin encarecer el programa. Al analizar en el cuadro KO. 2 las diferencias entre Inglaterra y Gales y Venezuela, se encuentra que bajo el grupo de enfermedades infecciosas Vene- zuela tiene una tasa de mortalidad con- siderablemente más alta que la de Inglaterra y Gales. .41 estudiar las enfermedades causantes de esta tasa, se encontró que en Venezuela, en 1961, correspondió al tétanos neonatorum una mortalidad de 137,5 por 100.000. Como ésta es una dolencia eliminable con relativa facilidad, si esto se lograra, la tasa de mortalidad por enferme- dades infecciosas en el grupo de edad inferior a 28 días, en Venezuela, en lugar de tener un número índice de 7.248 con respecto a Inglaterra y Gales, lo tendría de alrededor de 700, lo que significaría un gran cambio. Las otras altas tasas en los menores de 28 días, en Venezuela, corresponden a las enfermedades peculiares a la primera in- fancia y a las malformaciones congénitas en las que no se puede esperar mayores cambios, puesto que los números índices no son muy diferentes de los de Inglaterra y Gales. Así, el problema fundamental que debe atacarse en este grupo de edad es el de tétanos neo- natoruin.

Antes de terminar, conviene repetir que aquellas causas de muerte de índices más altos que los correspondientes a los países sanitariamente más avanzados, son las que con mayor facilidad se reducen ante una acción sanitaria adecuada. Por este motivo es necesario recordar que, por lo general, en un país hay áreas o regiones más afectadas que otras por unas causas de muerte. Por

ejemplo, en Venezuela la mortalidad por tos ferina es mucho mayor en las zonas altas y la mortalidad por tétanos es más grande en los llanos. Además, se sabe que hay enferme- dades que afectan mas a la población urbana que a la rural y viceversa. Por consiguiente, como generalmente no es posible desarrollar las labores en escala nacional, es necesario tener esto en cuenta para hacer hincapié en aquellas zonas donde la mortalidad sea más alta por una causa dada. Obrando en esta forma se logrará acelerar la reducción de la mortalidad para todo el país, si se tiene en cuenta la magnitud de la población afectada en las diferentes áreas. No basta, de acuerdo con lo antes dicho, seleccionar unas causas de muerte para darles prioridad, sino que es necesario también poner mayor énfasis en la acción sanitaria que ellas necesitan de acuerdo con las áreas o regiones más afec- tadas del país.

Con la orientación antes expuesta, es fácil deducir que una planificación de la acción sanitaria puede hacerse tomando como base el empleo de métodos directos y específicos para atender unas pocas enferme- dades, lo que hace sencillo el procedimiento a usar ante un problema que antes del análisis que se ha hecho pareciera mucho , más complejo. Esta orientación es la que debe dominar las labores de higiene infantil en los países sanitariamente atrasados o intermedios. Así encaminada, la acción sanitaria deberá producir con celeridad marcados beneficios. Esta orientación no se aplica sólo a los problemas de Venezuela, puesto que las causas de muerte referidas son también comunes, con ligeras variantes, a otros países sanitariamente intermedios o atrasados, particularmente en la América Latina. Lo aquí dicho tiene, por consiguiente, una aplicación que rebasa los límites de un país.

RESUMEi’C

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322 BOLETIN DE LA OFICINA SANITARIA4 PANAMERICANA

28 dfas, la mortalidad de los demás grupos de edad de los menores de 5 años. Se hace hincapié en que la acción sanitaria eficaz es aquélla que tiende a transformar los países de Tipo A en pafses de Tipo B, y estos últimos en países de Tipo C, de acuerdo con los patrones de mortalidad temprana.

En Venezuela, el análisis de las principales causas de muerte en los distintos grupos de edad, particularmente el de 1 a ll meses y el de 1 año, señala las que se deben atender con más urgencia. Si se da prioridad a las gastro- enteritis, influenza y neumonías, enfermeda- des infecciosas (particularmente las disen- terfas, la tosferina y el sarampión), bron-

mortalidad. Hasta tanto la mortalidad del grupo de 1 a ll meses no sea inferior a la de los menores de 1 mes, no vale la pena poner mayor atención a la de estos últimos. Sin embargo, en los países donde el tétanos neonatorum es causa importante, una cam- paña contra éste producirá una marcada disminución de la mortalidad correspon- diente. Esta orientación se considera válida, con ligeras variantes, para los demás países de condiciones sanitarias similares a Venezuela, y aún para los que las tengan más atrasadas.

AGRBDECIMIENTO quitis, y avitaminosis, se reduce grande-

mente lo que en apariencia es un complejo Jefe de la División de Estadística Vital del De- El autor agradece a la Sra. Elena de Ochoa, problema de higiene infantil, pues si se

atienden dichas causas con preferencia, se partamento la Dirección de Salud Pública de Venezuela, la de Demografía y Epidemiología de puede lograr con celeridad marcados elaboración de los cuadros en que se basa el beneficios en la reducción de las tasas de presente trabajo.

REFERENCIAS

(1) Gabaldon, A.: Influencia del rociamiento Ministerio de Sanidad y Asistencia Social, intradomiciliario con DDT sobre las tasas Venezuela, agto. 2-9, 1960.

específicas de mortalidad general en Vene- (4) Gabaldon, A.: Patrones de mortalidad tem- zuela, Bol. 0s. Sun. Pan., 40:93-106, 195G. prana. Carta Mensual del Ministro, Minis- (2) Gabaldon, A. : Problemas de medicina preven- terio de Sanidad y Asistencia Social,

tiva en los trópicos, Bol. 0s. San. Pan., Venezuela, sbre. l-4, 1961.

53:191-213, 1962. (5) Oropeza, P., y Sahagún Torres, J.: Programme (3) Gabaldon, A.: El Ministerio de Sanidad y national de lutte centre la diarrhée et ses resultats au Venezuela. Centre Interna-

Asistencia Social ante los Congresos de tional de 1’Enfance. Courrier, 13:429-433, Pediatría. Carta Mensual del Ministro, 1963.

PATTERNS OF EARLY MORTALITY AND THEIR USE IN PL.\NNING HEALTH ACTIVITIES (Xummary)

A description is given of the so-called “patterns of early mortality”, which consist in representing in the form of graphs and index figures, taking as the basis the number of deaths in those under 28 days of age, the mortality of t’he other age groups under five. It is pointed out that effective health action is that which tends to transform Type A into Type B countries, and Type B into Type C countries; these types are shown in l?igure 1.

In Venezuela an analysis of the principal

(10)

time as the mortality of the age group l-11 it will produce marked improvement. The same months is not lower than that of the age group approach, with slight variations, is considered under 1-month, it will not be worthwhile paying valid also for other countries which have health greater attention to the latter group. However, conditions similar to those of Venezuela and in countries where tetanus neonatorum is an even for countries with more backward health importar& cause of mortality, a campaign against conditions.

7 de abril

DIA MUNDIAL

DE LA SALUD

Tema para 1964:

Lucha

sin

tregua

contra

la tuberculosis

* * *

April7th

WORLD HEALTH

DAY

Theme for 1964:

No truce

f

or tuberculosis * * *

7 de abril

DIA MUNDIAL

DA SAUDE

Tema para 1964:

Luta

sena trégua contra a tuberculose * * *

Le 7 avril

JOUR MONDIAL

DE LA SANTE

Theme pour l’année 1964 :

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Fig.  1,  donde  se  exponen  tres  tipos  de  pa-  Estos  patrones  de  mortalidad  temprana  trones  de  mortalidad  temprana,  como  ha  son  tan  fáciles  de  emplear  que  cualquier  llamado  el autor  a  la  mortalidad  de los  niños  médico  de  san
CUADRO  No.  l.-Tasas  de  mortalidad  en  los  primeros  grupos  de  edad  en  algunos  paises  de  América*
CUADRO  No.  2.-Prkipales  causas  de muerte en menores de 6 años en Venezuela,  y  sus  equivalentes  en Inglaterra  y  Gales, con  los números  indices  de Venezuela,  tomando  como base los  de Inglaterra  y  Gales

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