EL PALUDISMO EN EL PARAGUAY
Injorme sobre la Epidemia de Malaria Terciana Benigna Obsertada en el Otoño de 1930
Por el Dr. JOSÉ V. INSFRÁN
Director de la Campana Sanitaria del Parag’uay
En este modesto informe de los trabajos realizados por la compaña sanitaria a mi cargo, contra la epidemia de malaria terc,iana benigna aparecida en este otoño 1 en la región de la Cordillera de los Altos y algunas zonas vecinas del Paraguay, me he esforzado en poner de re- lieve todas las características observadas, a fin de obtener con ello, por los medios estadísticos y epidemiológicos, la necesaria experiencia
para el futuro. Con esto doy por finiquitado el trabajo, el 25 de
agosto de 1930, pues a estas horas la epidemia ya no existe y el personal
destacado para ese servicio ya ha vuelto a sus respectivos puestos.
Introducción.-La epidemia de malaria que ha azotado la pobla- ción de la zona de la Cordillera de los Altos, desde el mes de marzo a julio del corriente año, ha abarcado integramente, los partidos de Cara- guatay, Barrero Grande, Caacupé, Arroyos y Esteros, Emboscada, Altos, Atyrá, San Bernardino, Piribebuy, San José de los Arroyos,
Valenzuela, e Itacurubi de la Cordillera. Esta zona está compren-
dida entre los 56’ 32’ 50” y 57’ de longitud occidental y los 24’ 43’ 17” y 25’ 40’ 37” de longitud sud.
Orogro&.-Esta zona montañosa, conocida con el nombre de Cordi-
llera de los Altos, arranca de la margen izquierda del Río Paraguay entre las vertientes del Río Mandubirá al norte y Río Salado al sud y cruza el territorio oriental de oeste a este.
Hidrogrufh-Su hidrografía se halla constituída por los Ríos Paraguay, Mandubirá, Piribebuy e infinidad de arroyos y lagunas que son afluentes de estos principales y que constituyen su sistema de vfas de communicación y de irrigación.
Geologiu.-Esta zona es de naturaleza accidentada, porque son se- rranias con suelo pedregoso, cubiertas con grandes bosques y pequeñas quebradas en las que abundan esteros, con buenos pastos para la ganadería. Tiene partes arcillosas, gredosas, arenosas, y en varias partes contiene caolín y sustancias minerales, como azufre, cobre, hierro, etc., predominando el suelo pedregoso.
1 Como recordar&n nuestros lectores, el Paraguay se halla en el hemisferio sur y por lo tanto el otoño corresponde alll a los meses de marzo a junio.
METEOROLOGÍA
Lluvia: Promedio en 30 años: Lluvia: Promedio anual (10
Enero--- ____ - ____ -___ 157. 0 años) ______ - _____._ - ____ 105.3
Febrero _ _ _ _ _ __ _ _ _ _ _ _ _ 125. 0 Lluvia en 1930:2
Marzo_-____---_______ 115.0 Marzo ____ -__ _________ 128.5 Abril-__---___---__- 143.0 Abril--_ __ _ _ _ _ __ _ -___ _ 174 3 Mayo--,---..--- 122.0 Mayo----..--- 74 1 Junio---- ____ -_-___-_ 70. 0 Junio ____ -___- ____ -__ 18. 6 Julio-____---__-____-- 60. 0 Julio----_-_----__---- 4. 5 Agosto--- ______ 39. 0
Setiembre ____- -_ _ _ _-_ _ 71.0 Total de milímetros
Octubre- _____ -__ _____ 148.0 en 5 meses _____ _ _ - 400.0 Noviembre- _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ 168. 0 Lluvia: Promedio mer&uaI-- 80. 0 Diciembre- _ _-_ _ _ _-_ _ _ 150. 0
Total de milfmetros
enloaiíos _______ - 10,530.O
Área.-Superficie total, 5,625 kilómetros cuadrados.
Población.-Población total, 89,341 habitantes.
Desarrollo económico.-En los partidos de Emboscada, Altos, Atyrá, Toba& Caacupé, Barrero Grande, San Bernardino, Piribebuy, Valenzuela, e Itacurubí de la Cordillera, la población se dedica a las faenas agrícolas, cultivando maíz, poroto, mandioca, alfalfa, arroz, caña de azúcar, algodón, tabaco, etc., y los partidos de Arroyos y Esteros, Caraguatay, y San José de los Arroyos son además ganaderos y se dedican a las faenas forestales de extraer maderas labradas y leña, etc.
Condiciones sociales.-La parte dirigente de la mayoría de estos partidos tiene una relativa cultura social; en cambio en muchas com- pañías de estos partidos las condiciones del pueblo son muy pobres, como Caacupé y Piribebuy, en donde hay much idiocia y cretinismo. Las condiciones generales son como el resto del pafs con casas muy pobres y con muy pocas nociones de higiene. Nadie conoce la etiología del mal, ni aún las clases dirigentes, nadie conoce las más elementales nociones de profilaxis al extremo de que no se toman las más rudi- mentarias medidas de precaución en estos tiempos de epidemia; por eso la Campaña Sanitaria se ha visto en la obligación de llevar los conocimientos de su profilaxis, haciendo exhibiciones cinematográficas en los lugares más atacados. Lo siguiente da una idea del trabajo realizado: 3 conferencias con 3,750 oyentes.
Marcha de la epidemia.-La epidemia de malaria, que azotó a la Zona de la Cordillera este año de 1930, se inició en los primeros días del mes de marzo, discretamente en el partido de San José de los Arroyos, presentándose en forma muy benigna. Poco tiempo después aparecieron también los primeros casos en Barrero Grande en la mis- ma forma que en San José, y en pocos dfas más se afectaron los otros partidos en la misma forma que los anteriores. Fu& creciendo
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durante el mes de abril, llegando al máximum de su repunte en los primeros días de mayo, para sostenerse estacionada durante todo este mes y junio, para luego caer francamente durante todo el mes de
julio, lo que quiere decir que esta epidemia se ha iniciado, desarrollado ;
y adquirido el m%ximum de su intensidad en el otoño y ha declinado ;
al empezar el invierno. Por lo tanto la podemos llamar una epidemia \
J
MAPADELAREPUBLICADELPARAGUA-YFIGURA ~-Mapa da la Repdblica del Paraguay indicando los puntos tratados por paludismo durante la epidemia de 1930
otoñal; lo cual nos autoriza a decir que en nuestro país es la malaria terciana benigna la que ocurre en esta estación y no la malaria malig- na, puesto que no hemos sabido que se hayan producido epidemias de esta clase en las zonas de prevalecencia que en nuestro país son las yerbateras y forestales del nordeste y Alto Paraná.
Cariwteres .-Con el propósito de conocer la naturaleza de la epide- mia, instalé en los primeros días de marzo dos laboratorios: uno en
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San José y otro en Barrero Grande. Repartí el trabajo en dos fases: en el primer tiempo anoté previamente los caracteres clíícos de Ia enfermedad para obtener la frecuencia de los síntomas en un número dado de personas y luego procedí a su análisis microscópico, recurriendo
solamente al extendido por la premura del tiempo. El 34.3 de los
análisis dieron positivos para Plasmodium tivc~x, es decir, que se trata-
ba de una epidemia de malaria terciana benigna, y lo más notable es que se manifestó en una forma muy benigna, sin ocasionar mortalidad.
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FIGURA 2.-Pueblos tratados por paludismo desde marzo a julio, 1930. La tabla al pie indica el área y número de habitantes tratados
Los“parásitos mostraban en su mayoría forma atfpica, degenerados con muy baja virulencia, lo que demuestra que se trata de una epide- mia primaria en un terreno orgánico virgen, y no una epidemia que ha estallado en portadores y crónicos.
IntensZdad.-La Campaña Sanitaria, hasta el 31 de julio, trató
9,244 casos de malaria sobre una población de 179,911 habitantes3
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que viven en una extensión de 4,339 kilómetros cuadrados, 10 que
quiere decir, que la población de esta área fué atacada por la epidemia j
en la proporción de 5.1 por ciento dando un promedio de atacados ’
de 2.74 personas por kilómetro cuadrado. De entre todos los pueblos :’
de la Cordillera, San José de los Arroyos es el que ha sufrido con más
intensidad la epidemia, pues el 30.1 por ciento de su población fué / ,
a 300
200
100
FIGURA 3.-Personas atacadas de malaria en cada pueblo, por mil habitantes
atacado; en cambio Caacupé fué el que sufrió la menor intensidad con 0.3 por ciento, por 10 menos desde que nuestro personal se hizo cargo del servicio.
y de 11 a 20 años fueron los más atacados, es decir que esta epidemia se caracterizó por su preferencia a la edad joven de la vida, atacando, / de entre todos 10s grupos de edades, a ésta on la proporción de 72.6
por ciento.
Condiciones del tiempo .-Estudiando las condiciones meteorológicas del Paraguay, podemos observar que en los meses del otoño durante 30 años el promedio de las caidas de lluvias fueron de 126 mm., y que para el invierno ha sido invariablemente seco con un promedio
1
Gl I el
de 56 mm.
5 a 10 8 20 ZO 20 50 a 60 23s
FIGGBA 4.-Proporción de sujetos tratados por sexos y por edades
Este año de 1930 las condiciones se caracterizaron por ser los meses del otoño mucho más secos que de los promedios de los 30 años consecutivos citados y sin embargo la epidemia fué bastante intensa, lo que prueba que para que haya una epidemia de malaria en el Paraguay no se necesita ni mucha humedad ni precisamente un lugar pantanoso, porque esta vez hemos visto que la epidemia atacó justamente los lugares más elevados del país.
Medicación.-La medicación aconsejada fué el sulfato de quinina
hasta saturar el organismo adulto con 3 gramos de esa sal y luego
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seguir la desinfección quinínica durante una semana tomando 0.50 gm. de esta sal al día.
Procedimiento.-A los adultos dar 6 pildoras al día, una cada dos horas, empezando a medicar en cualquier momento. Esta dosis se volverá a repetir al día siguiente, haya o no fiebre; los dfas siguientes
tomar dos píldoras, una de mañana y otra de tarde durante 2 ó 3 días más. A los muy graves se les puede poner una inyección diaria de biclorhidrato de quinina. No se debe dar purgante ni ordenar ninguna dieta; el enfermo puede comer, pues tiene necesidad de alimentarse.
USO DE LAS PILDORAS DE QUININA
Adultos, 181 dfa 1 pildora cada dos horas. Adultos, 20 dia 1 pildora cada dos horas.
Adultos, 3*r día 1 pfldora de mañana y otra de tarde hasta el 80. Niños, 10~ dfa 3% pildoras al día.
Niños, 20 dia 35 pildoras al dia.
Niños, 3*r dfa media pildora de mañana y media de tarde, hasta ocho dias.
A las mujeres embarazadas, menstruantes y recién paridas no se medicara con quinina sino con plasmoquina.
Los niños no pueden tragar las píldoras, se les pondrá una inyección de biclorhidrato de quinina, en inyección intramuscular profunda en las nalgas, con masajes, y se aplicará cada día de por medio; con 2 6 3 será suficiente para terminar la fiebre.
La epidemia fue muy sensible a la medicación quinínica, producién- dose pocos casos de recaída, pocos han quedado crónicos, y no tengo noticias de que haya producido deceso.
Tratamiento.-Los enfermos tratados llegaron a 9,244, entre un total de 179,911 habitantes, o sea 5.1 por ciento. La proporción varió de un máximum de 27.33 en San José de los Arroyos a 0.33 en Caacupé y 0.29 en Asunción.
Análisis microscópicos.-En 4 poblaciones se realizaron 32 análisis microscópicos, de los cuales 34.3 por ciento resultaron positivos. A pesar de haber reactivado por medio de 2 inyecciones de adrenalina a 9 de los negativos, no fue posible descubrir ninguna forma de pará- sitos a pesar de existir una sint,omatologfa típico-clínica de terciana.
Resumen y conclusiones.-1. La epidemia de malaria muy benigna duró 4 meses. 2. La epidemia se produjo en el otoño. 3. El otoño fue muy seco, sin lluvias. 4. La epidemia se desarrolló en las monta- ñas. 5. Atacó de preferencia en un 25 por ciento a los niños de O-6
años. 6. Un porcentaje de 89.5 fue con fiebre continua. 7. No dió