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Movilizacion de recursos locales para la defensa civil

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Academic year: 2017

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MOVILIZACION DE RECURSOS LOCALES PARA LA DEFENSA CIVIL*

Poa LOS DRES. GEORGE M. UHLl Y L. 6. GOERKE*

En el folleto oficial federal titulado Defensa Civil en Estados Unidos, distribuido el otoño pasado por la Junta de Arbitrios para Seguridad Na- cional, se define la “defensa civil” como “la protección del frente interior

por la población civil, dirigida por la autoridad civil para aminorar los , accidentes y daños de guerra y conservar la máxima ayuda civil en el

esfuerzo de guerra.” La defensa civil, por lo tanto, descansa en el prin- cipio de la autoprotección y la autoayuda del individuo, extendidas hasta comprender la protección y ayuda mutua de grupos y colectivi- dades. El difunto Russell Hopley en el informe que rindió al que fuera

Secretario Forrestal, manifestaba muy atinadamente lo siguiente: “En . el caso de una guerra que bien pudiera llegar hasta nuestras costas, toda

la gente, todos los recursos y todas las posibilidades y enerdas de la nación deben ser utilizadas al máximo. Para realizar con éxito este pro- grama es necesario contar con la cooperación de todo hombre, mujer y niño de esta nación. Sobre estos principios debe cimentarse la defensa civil y perfeccionar su organización mediante el cumplimiento de estos requisitos.”

La responsabilidad básica de la organización y funcionamiento del programa de defensa civil corresponde al individuo y al gobierno local.

El Gobierno Federal no puede ni debe conducir los programas de de- fensa civil del Estado y locales con empleados militares o federales. Los Estados poseen poderes inherentes y la consiguiente responsabilidad y están capacitados para coordinar y en casos de emergencia dirigir las

operaciones de defensa civil dentro de sus limites. Las ciudades y con- , dados son los que est&n más capacitados para dirigir sus propias opera-

ciones.

De acuerdo con lo que dispone la Ley de Defensa Civil de 1950, el Gobernador ha desarrollado un plan de defensa civil estatal basado en la ayuda mutua y ha integrado los servicios de los diversos departamentos

estatales y organismos cuyos recursos son necesarios para hacer frente a . las emergencias.

Se ha dividido el estado en diez regiones de ayuda mutua y se han nombrado directores regionales y personal a tiempo completo.

* Trabajo presentado a la Novena Reunión Anual de la Asociación Fronteriza Mexicana-Estadounidense, celebrada en Los Angeles, California, abril 4-6, 1951.

1 Funcionario de Sanidad y Jefe de la Divisih del Servicio de Higiene, Cuerpos 1 de Defensa Civil y Catástrofes de la Ciudad de Los Angeles.

*Director, Oficina de Servicios MtSdicos, Departamento de Sanidad de la Ciudad de Los Angeles y Jefe Delegado, División del Servicio de Higiene, Cuerpos de Defensa Civil y Catãstrofes de la Ciudad de Los Angeles.

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Hace unos meses el Alcalde de la Ciudad de Los Angeles, el Jefe de la Junta de Supervisores del Condado y el Presidente de la Liga de Ciu- dades de California, nombraron una comisi6n compuesta por nueve individuos para coordinar todas las actividades de los proyectos de defensa civil que comprenden el condado. Esta Comisión la forman tres representantes de la ciudad de Los Angeles, tres del Condado de Los Angeles y tres de otras ciudades más pequeñas dentro de los limites del condado. Se llama Junta de Defensa Civil de las Ciudades y Condado de Los Angeles, y se ha reunido regularmente una vez por semana. Los subcomités han contribuído considerablemente al excelente progreso obtenido en la coordinación del programa para todo el condado.

Los subcomités cubren el campo de la defensa civil relacionado con incendios, cumplimiento de las leyes, servicios de higiene y mBdicos, in- geniería y beneficencia. El Con&6 de Higiene y Medicina, está consti- * tufdo por representantes de la Asociación Médica del Condado de Los

Angeles, las asociaciones de osteopatia, dentales, de hospital, de en- fermería y de veterinaria, los comercios de drogas, las escuelas, los de- partamentos de sanidad de la ciudad y del condado, y el Departamento de Beneficencia.

Este Comité se ha estado reuniendo regularmente todos los lunes, mi6rcoles y viernes, y continuará haci6ndolo mientras lo exijan las cir- cunstancias. El Comité conoce de todos los problemas médicos de defensa civil y dispone lo que procede. De este modo se asegura la uniformidad en la organización y procedimientos aplicados en todo el condado. Se reconoce la necesidad de esa organización si se tiene en cuenta la magni- tud de la catástrofe que podrfa resultar de un bombardeo atómico.

Aunque las actividades de la defensa civil en la ciudad llegaron gra- 1 dualmente a una paralización en la primavera de 1945, el Departamento de Sanidad mantuvo estaciones de emergencia durante todo el otoño de

ese año. Un representante del Departamento trabaj6 con el Coordinador de operaciones en la revisión de las Disposiciones en caso de Catástrofe, preparadas por el Consejo Municipal en septiembre de 1945. A fines de

1944 y durante todo el 1945, el departamento se ocupó principalmente de cerrar las estaciones de emergencia y trasladar los materiales a de- pósitos de la Cruz Roja, asi como de hacer el inventario de dichos materiales.

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El Coordinador de operaciones en caso de Catástrofe, empleado a tiempo completo y con ayuda del personal del departamento, en 1946, 1947 y 1948, continuó la supervisión y mantenimiento, traslado y re- asignación de materiales y equipo, en estrecha cooperación con el Co- ordinador de operaciones de la ciudad. La División Médica del Cuerpo Civico de Emergencia fu6 reorganizada en principio, coordinando ideas y planes relacionados con los materiales, estaciones de socorro, frazadas, etc., con la Cruz Roja Americana local. Una de las actividades princi- pales consistió en la recolección de material impreso y de otra clase para estudiar la mejor manera de adaptar la organización que se hizo durante la ultima guerra, a las necesidades futuras. El exceso de plasma de que disponía la Cruz Roja Americana fu6 depositado y distribuído por medio del Coordinador de operaciones en caso de Catástrofe del Departamento de Sanidad.

Previendo el gran interés que existe en la defensa civil, el Departa- mento empleó a un Capitán (médico) retirado de la Marina de Estados Unidos, a base de tiempo completo, para revisar el material en relación con los aspectos médicos del bombardeo atómico, tomando como base para los estimados la población de Los Angeles. Como consecuencia se redactó el “Plan de Preparación para casos de Catástrofe y Problemas de la División Médica del Cuerpo Cívico de Emergencia, Ciudad de Los Angeles,” publicado en septiembre de 1945. A pesar de que este Plan fue ampliamente distribuido en todo el territorio de Estados Unidos, no fue posible satisfacer todos los pedidos recibidos.

Desde enero hasta fines de marzo, 1950, muchos miembros del departa- mento cooperaron en los planes de Prueba para caso de Catástrofe, que se realizó en toda la ciudad el 24 de marzo. Después de esta prueba, todos los esfuerzos se dirigieron al desarrollo de un programa de prepara-

ción de hospitales en la ciudad, para lo cual se requerían mapas de or- # ganizaci6n, reuniones con los jefes de hospitales, personal de ingeniería,

etc., y que di6 por resultado la preparación de un manual detallado de material para uso de los hospitales temporales y expansión de los exis- tentes. El estudio sobre el peligro de bombardeo atómico condujo a las instrucciones especiales facilitadas al público en agosto de 1950. Los

miembros del departamento participaron en numerosas reuniones rela- 4 cionadas con los futuros planes para comunicaciones, transporte, material

de hospital, suministro de drogas, personal médico, osteópata, dental, enfermería y primeros auxilios.

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por el Funcionario de Sanidad del Condado, el Funcionario de Sanidad de la Ciudad y el Director de Beneficencia del Condado, como Comité asesor y de coordinación.

Se lleg6 a la conclusión de que el desarrollo de un programa médico de defensa civil requiere no ~610 médicos, sino personal de otra índole. Por recomendación de la Junta Regional de Defensa Civil del Condado y Ciudades de Los Angeles, se nombró un Comité de Salud Pública y Servicios Médicos. En la reorganizaci6n de este Comité están repre- sentados, además de la Asociación MBdica del Condado de Los Angeles, la Asociación Dental del Condado de Los Angeles, la Asociación de Osteópatas, la Asociación de Enfermería, la Asociación Farmacéutica de California del Sur, la Asociación Veterinaria, la Asociación de Hospi- tales, el Departamento de Beneficencia, el Departamento de Sanidad del Condado y el Departamento de Sanidad de la Ciudad.

” El Departamento de Sanidad de la Ciudad de Los Angeles, fu6 re- organizado recientemente conforme a la recomendación hecha para las funciones de los servicios de higiene y que se describen en los Servicios de Higiene en la Defensa Civil y Defensa contra Armas Especiales, de los Estados Unidos, Boletfn AG-ll-l. Esta reorganización hizo posible que en sus operaciones diarias el personal del departamento diera elevada a prioridad a la defensa civil.

Reconociendo las dificultades de organizar un servicio médico de de- fensa civil para dos millones de personas que ocupan 454 millas cuadradas con una densidad de población que varía de 100 a 66,000 personas por milla cuadrada y que una gran parte de la población habita a unas 10 millas del centro cívico, se emprendió un programa descentralizado. Se tomaron por base las divisiones naturales de vecindario dentro de la ciudad y se establecieron 24 zonas médicas, cada una con una población . aproximada de 50,000 a 100,000 personas. Por recomendación de la Junta Regional de Programas del Condado y Ciudad de Los Angeles, Comité de Salud Pública y Servicios Médicos, de la Defensa Civil, se nombraron médicos especialmente elegidos como Directores de Zona.

De modo general, las zonas médicas en la defensa civil, están agrupadas para corresponder a nuestras 10 zonas de salud pública del distrito. El Director Médico de la Zona es responsable de la organización de la zona de modo que satisfaga las necesidades médicas locales en caso de catás- trofe, utilizando todos los recursos y personal dentro de su zona. Su personal comprende primer y segundo delegados, y funcionarios para Operaciones, Personal, Suministros, Transporte, Comunicaciones y Re- . laciones Públicas.

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accidentes a base de un puesto por cada 1,000 habitantes. Se ha pedido también al Director MBdico de la Zona que recorra ésta en busca de lu- gares adecuados para improvisar hospitales. Algunos Directores de Zona han conseguido espacio, escritorios, teléfonos, funcionarios ejecutivos a tiempo completo, y oficinistas-todos a base de prestar servicios volun- tarios y gratuitamente.

Se estan asignando enfermeras inspectoras, personal de primeros auxi- lios y auxiliares de enfermería a los Directores Médicos de Zona, para que cooperen en la obtención, inscripción y adiestramiento de personal, asignando a los voluntarios labores dentro de sus categorías especiales.

El Servicio Ambulante de Socorro comprende los planes, preparación, organización y funcionamiento de servicios médicos y de salud pública para el cuidado y traslado de los heridos desde el lugar del desastre al punto definitivo en que recibirán atención medica y quirúrgica. Se lleg6

a la conclusión de que para hacer frente a esta responsabilidad se necesi- I tan por lo menos 400 estaciones de primeros auxilios (que antes se llama-

ban estaciones de accidentes) solamente para la ciudad a base de 1 por cada 5,000 habitantes.

Las estaciones de primeros auxilios se organizan en la forma descrita en el Boletín de los Servicios, de Higiene en la Defensa Civil y contra Armas Especiales, de los Estados Unidos. Cada estación de primeros auxilios esta provista de médicos, dentistas, enfermeras, auxiliares de enfermeras, farmacéuticos, trabajadores de primeros auxilios, auxiliares de oficina y camilleros.

En la Ciudad de Los Angeles hay unas 600 boticas situadas en unos 400 lugares separados. Como quiera que aun no se han tomado disposi- ciones con respecto a equipo y suministros adecuados, la mayor parte de las estaciones de primeros auxilios están instaladas cerca de las boti-

cas, pero no en ellas. Esto facilita la coordinación de personal y mate- , riales de primeros auxilios sobre la base del vecindario. Estas estaciones

pueden usarse bien en el sitio donde están localizadas o trasladarlas a otros sitios por medio de camiones, de acuerdo con las disposiciones de la oficina principal de la División Médica, a la periferia del lugar donde ha ocurrido la catástrofe.

Además, y como complemento de las estaciones de primeros auxilios se están estableciendo puestos colectores donde se reunirán las personas necesitadas de socorro. Esos puestos disponen de trabajadores de pri- meros auxilios, empleados y camilleros. Habrá cinco puestos colectores por cada estación de primeros auxilios. En el período de preparación, el empleo de personal y el adiestramiento estarán descentralizados de la estación de primeros auxilios, pero administrativamente dependerán del Jefe de la respectiva estación de primeros auxilios. Los puestos colec- tores se están estableciendo a base de uno por millar de habitantes.

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Zona MBdica han pedido que sus funcionarios encargados de las opera- ciones de transporte estudien e informen sobre los vehículos estacionados y en uso dentro de sus zonas respectivas y que las flotas no excedan de 25 vehículos. Se hizo esto por recomendación del Jefe de la División de Transportes de los Cuerpos de Defensa Civil y Catástrofes de la Ciudad de Los Angeles, y estos servicios deben estar coordinados con dicha divi- sión por medio de su representante, asignado al personal de la Divisiión Médica, Defensa Civil.

Aunque las comunicaciones constituyen un servicio de la División de Comunicaciones, algunos Directores MBdicos de Zona por medio de sus funcionarios de comunicaciones han hecho los arreglos necesarios p’tira los servicios de teléfono, onda corta, radio, mensajeros, inclusive de mo- tocicleta, bicicleta, caballo y a pie.

Los funcionarios encargados de suministros han recibido instrucciones de los Directores Médicos de las Zonas, de compilar y muchos ya lo están haciendo, una lista de los nombres y direcciones de todas las boticas y de otros recursos que se hallen disponibles dentro de la zona m&dica, que dispongan de equipo y puedan movilizarse en caso de emer- gencia. En esta encuesta estarán incluidos los individuos y substitutos que tengan las llaves y cuenten con autoridad para entregar el material que se necesite. En la oficina principal de cada zona se mantendrá una lista de esos materiales y equipos necesarios.

Aunque el Funcionario de Sanidad es legalmente responsable de la hospitalización de las víctimas dentro del territorio de la ciudad y cuenta con un médico a tiempo completo, encargado de este asunto, el programa general de hospitalización para todo el Condado esta bajo la dirección y supervisión del Director Médico del Departamento de Beneficencia del Condado de Los Angeles. Se ha tomado esta medida debido a que el Departamento de Sanidad de la Ciudad de Los Angeles no se encarga de los hospitales y el programa de hospitalización funcionará más efectiva- mente bajo la dirección del condado. Antes de delegar la responsabilidad de la preparaci6n para facilitar hospitalización en caso de catástrofe, la División MBdica dF la Defensa Civil, Ciudad de Los Angeles, habfa examinado las camas de hospital existentes en la ciudad y en el condado y preparado un estimado de las camas que se necesitarían en caso de catastrofe, lo que indicaba el número de camas necesarias en los hospi- tales improvisados.

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Los hospitales improvisados se planean sobre la base de las necesidades estimadas. Los Directores Médicos de Zona cooperan en este aspecto del programa de hospitales, examinando los sitios adecuados para hospitales improvisados, que se aceptar& y organizarán bajo supervisi6n central. Algunas universidades, colegios y escuelas de enseñanza superior est&n preparando ya planes detallados y organizaciones que funcionar4n como hospitales improvisados.

El suministro de materiales de hospital es problema aun sin resolver. Este es uno de los problemas más difíciles y urgentes que confrontan los servicios de salubridad de la defensa civil. Debe contarse con una canti- dad adecuada de material quirúrgico y de otra clase situado en tal forma que pueda ser distribufdo con la rapidez máxima. Se ha estudiado minu- ciosamente el estado actual y la producción potencial de material qui- rúrgico y médico de todos tipos. Estos estudios han demostrado que para satisfacer de modo adecuado las necesidades creadas por las catástrofes civiles en tiempo de guerra, es necesario acumular cantidad suficiente de materiales quirúrgicos por medio de al@n sistema que actualmente no existe.

En el campo de la salud pública y la medicina preventiva se han desa- rrollado planes para proteger los abastos de agua, la disposici6n de las aguas servidas, de la basura, el control de insectos, y realizar la super- visión sanitaria de los recursos disponibles para alojamientos de emer- gencia.

En cooperación con las asociaciones médicas y de osteopatía del Con- dado se está llevando a cabo un programa de vacunación e inmunización de la población contra las enfermedades evitables tales como viruela, fiebre tifoidea y difteria.

Aunque se están desarrollando planes, falta aún mucho por hacer en la defensa contra la guerra radiológica, qufmica y biológica. Las autori- dades federales y estatales han informado que pronto se establecer&n clases sobre este tema y que se dispondrá de recursos protectores.

En resumen, puede decirse que aunque mucho se ha adelantado en el campo de la defensa civil médica la tarea dista mucho de estar termi- nada. Debe crearse y mantenerse una organización lista para hacer frente a la peor catástrofe. Para ello será necesario el esfuerzo continuado por parte de todo hombre, mujer y niño del pais.

Se ha calculado que de haber existido preparación adecuada el número de victimas en Hiroshima hubiera sido entre 50 y 75% menor. Como médicos y como ciudadanos de los dos paises más grandes del mundo, tenemos la responsabilidad de crear y mantener esa preparación.

Referências

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