• Nenhum resultado encontrado

Problemas de ingeniería sanitaria en caso de desastre

N/A
N/A
Protected

Academic year: 2017

Share "Problemas de ingeniería sanitaria en caso de desastre"

Copied!
6
0
0

Texto

(1)

PROBLEMAS DE INGENIERÍA SANITARIA EN CASO DE DESASTRE*

Por el Ing. GORDON E. MCCALLUM

OJicial de Enlace del Servicio de #anidad Pública de Estados Unidos ante la Administración Federal de Defensa Civil

Según muchas autoridades, el planeo y la ejecución de las medidas de defensa civil constituyen los problemas administrativos más difíciles y de relaciones más complejas de todas las empresas gubernamentales. Las responsabilidades y relaciones de los servicios estatales y locales de sanidad y de los departamentos locales del gobierno, que administran obras públicas u ofrecen servicios vitales a la salud pública, quizás entrañen relaciones muy complejas. Por lo general el estado, con sus facultades soberanas, mantiene algún grado de dirección o vigilancia sobre muchas actividades del gobierno local. En el campo de la salud pública esa dirección y supervisión han disminuido algo en las últimas décadas.

El progreso tecnológico, el mejoramiento de las condiciones econó- ’ micas, y las normas mejores de vida han contribuído a reducir la im-

portancia de muchos de los riesgos para la salud de tiempos pasados. Estos desenvolvimientos se han acompañado de un aumento en la competencia del personal en el gobierno local y de marcada expansión y fortalecimiento de los departamentos locales de sanidad. Como re- sultado neto de estos adelantos, son más seguras las defensas humanas de la salubridad pública. Son raros los brotes graves de enfermedades trasmitidas por el agua, y es menos dudosa la calidad del abasto de leche, aun en poblaciones pequeñas.

No obstante, de sobrevenir desastres, pueden quedar destruídas súbi- tamente muchas defensas de la salubridad pública. Las adversidades de este género, acompañadas de trastornos múltiples, como falta de los servicios públicos, interrupciones de las comunicaciones, y daños en la red de transportes, contribuir& a que la protección de la salud de la población no afectada se convierta en un problema de gran magnitud.

Por importantes que sean, quizás se pasen por alto o hasta se descuiden las medidas destinadas a proteger la salubridad pública, porque los trabajos menos aparatosos de saneamiento tienden a ser eclipsados por las actividades mas vistosas y sensacionales, como el cuidado de los heridos. No obstante, hay que recordar que los desastres en los centros grandes de población pueden exponer a centenares de miles de personas a numerosos y extraordinarios riesgos para la salud.

Sin embargo, el analisis cuidadoso de los problemas de ingenieria sanitaria en casos de desastres, nos lleva a ciertas conclusiones básicas. Con la posible excepción de ciertos factores adicionales debidos al empleo de armas nuevas, como la radioactividad, el gas, y la diseminación de * Trabajo presentado en la reunión anual de la Asociación Fronteriza Mexi- cana-Estadounidense de Salubridad, el 5 de abril de 1951.

(2)

Julio 19611 INGENIERIA SANITARIA 23 bacterias y toxinas en la guerra bioI6gica, los problemas de saneamiento ambiental en cualquier conflicto futuro serán semejantes a los obser- vados en la II Guerra Mundial. La evacuación, el asilo y la alimentación de emergencia, la protección del abasto de leche y de alimentos, la lucha contra insectos y roedores, y varios servicios más, revestirán de nuevo importancia suprema.

Durante los últimos años se ha concedido también mucha atención a la defensa contra las armas especiales de la guerra moderna. Han surgido muchos conceptos erróneos, y como era de esperarse, se les han atribuído facultades que no poseen. Es verdad que tienen potenciali- dades únicas, pero creer que no contamos con defensas contra esas armas equivale a ignorar los hechos. El primer paso para elaborar planes de defensa contra armas especiales consiste en estudiar sus características prestando atención particular

a

sus propósitos, potencialidades y limi- taciones.

Con excepción de sus efectos de radiación, la bomba atómica es principalmente una arma de explosión y de calor. El funcionario de obras públicas se interesa en los efectos de la bomba atómica sobre los servicios subterraneos. El hecho de que estos servicios por lo general no sufren gran daño por explosiones elevadas en el aire, influirá en sus pla- nes. Igualmente, los funcionarios de obras públicas y también los de salubridad se interesan en el hecho de que la cascada de substancias radioactivas de una explosión elevada en el aire en tiempo claro, por lo general no contaminará los depósitos del abasto de agua. En algunos casos, los planes deben incluir investigaciones locales para determinar el grado de contaminación radiológica. Ese programa, por supuesto, exi- gira adiestramiento e instrumentos especiales, y quedara a cargo de las autoridades de defensa civil locales y estatales que trabajen con los funcionarios locales.

En el manual titulado “Health Services and Special Weapons De- fense” (Servicios de Salubridad y Defensa contra Armas Especiales), de la Administración Federal de Defensa Civil, aparece una de las declaraciones más realistas sobre la guerra biológica. Esta publicación afirma que: “La guerra biológica contra la gente no debe considerarse como un medio misterioso e irrefrenable de destrucción de la vida en gran escala. En realidad, la naturaleza ha sometido al hombre a una guerra biológica durante millares de años, pero los higienistas han formu- lado y aplicado métodos preventivos que mejoran constantemente.” Esta publicación afirma también que los agentes patógenos pueden diseminarse por varios medios, siendo los principales el aire, los ali- mentos y el agua. Por supuesto, los funcionarios de salubridad pública se han interesado desde hace mucho en la calidad de estas substancias.

(3)

24 BOLETfN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMXRICANA

La defensa contra la guerra qufmica serb en muchos sentidos seme- jante a la defensa contra los agentes biológicos. Cada uno puede usarse como una arma contra el personal. Los problemas de la guerra qufmica no se diferencian de los que confronta y resuelve habitualmente la salu- bridad pública.

A la par que otros desenvolvimientos en el campo de la salubridad, la ingeniería sanitaria ha ampliado mucho su esfera de acción desde la época en que se interesaba principalmente en un abasto seguro de agua y en la eliminación de inmundicias. El agua y las inmundicias ya no causan epidemias frecuentes y graves. Como consecuencia, los servicios de abasto de agua y de eliminación de inmundicias no han exigido en los bltimos años la misma ayuda y vigilancia suplidas en tiempos pasados por las autoridades de sanidad pública. Debemos recalcar, sin embargo, que el abasto público de agua tiene todavía peligros potenciales, como demuestran las epidemias ocasionales debidas a las fallas de equipo o personal.

.

En las condiciones de desastre, sea cual fuere la causa, la situación normal probablemente se alterará súbita y completamente. Hay que anticipar problemas complicados de ingeniería civil, sanitaria e hi- dráulica que requieren la construcci6n temporal y el manejo de emer- gencia de equipo, de medios, de instalaciones y de sistemas. Los daños extensos, con la consiguiente desintegración de las salvaguardias or- dinarias, pueden presentar problemas sanitarios semejantes a los de hace medio siglo. A pesar de eso, las actividades que sólo constituyen una expansión de las realizadas normalmente por un departamento, es más probable que se proyecten y ejecuten bien durante las catástrofes.

Los problemas inherentes a las catástrofes ~610 se pueden resolver mediante el planeamiento previo muy cuidadoso por todos los organismos interesados. Huelga decir que dichos planes tienen que ser bien coordinados.

(4)

Aunque el planeamiento y ejecucibn de este tipo de servicio será responsabilidad del gobierno local, deben hacerse de conformidad con las normas dictadas por la agencia del estado que tenga jurisdicción. Cuando el proyecto se ponga en práctica, debe ejecutarse bajo la dirección del departamento municipal apropiado, aumentado en cuanto se necesite por los recursos locales, por la ayuda mutua o por el apoyo móvil de otras comunidades. Igualmente, la vigilancia de la salud debe quedar a cargo de las autoridades locales de sanidad, con el apoyo, de ser necesario, de especialistas en sanidad del estado o de otras comunidades.

En los desastres, los trabajos de ingenierja sanitaria variarán desde un tipo de operación no tknico, como el que acaba de mencionarse, hasta el problema complicado de manejar una red dañada de distribución de agua. Aunque la mayor parte de estas responsabilidades corresponderán al servicio local de aguas, éste requerirá la ayuda y la cooperación más intima de otros servicios, como los de sanidad y de bomberos. También debe tener personal adicional Parte del personal adicional se puede conseguir y adiestrar en la localidad, pero hay que recordar que casi todos los aspectos del funcionamiento de un abastecimiento de agua requieren personal adiestrado. Por lo general, para esto habrá que obtener la ayuda de los empleados de obras hidráulicas de otras comunidades por medio de un sistema de apoyo mutuo.

En las emergencias, el problema de las inmundicias no tiene la misma importancia para la sanidad que el abasto público de agua. Los daños a las estaciones de bombeo o la interrupción de la fuerza motriz pre- sentarán un problema más importante, a causa de inundaciones. La inundación de sótanos y la posible interrupci6n de los servicios de fuerza, de ascensores y de calefacci6n en los edificios de muchos pisos podrían convertirlos prácticamente en inhabitables cuando las habita- ciones y refugios se necesitan más. Las roturas en las cloacas cerca de conductos principales de agua tienen que observarse cuidadosamente. Los funcionarios de sanidad deben estar alertas para localizar víveres guardados en sótanos o en almacenes que pueden ser inundados por las aguas negras.

(5)

26 BOLETfN DE LA OFICINA SANITARIA PANAMERICANA

Los daños a una instalación industrial que culminen en el desagüe de materias tóxicas, por medio de una corriente natural, en una fuente del abasto público de agua, representan un riesgo potencial de primera importancia para la sanidad. Esos accidentes deben notificarse con prontitud para tomar las precauciones convenientes.

Si consideramos las precauciones tomadas a diario para proteger los abastos de leche y comestibles, los problemas que surgirían durante un desastre parecen casi insuperables. En circunstancias normales, estos productos, tan importantes a la sanidad pública, son manejados por personal adiestrado y competente que usa m6todos aprobados y equipo moderno. Los proyectos para hacer frente a la condiciones de catástrofe deben prever pérdidas entre el personal, así como daños al equipo o al producto mismo. Entre las condiciones más graves figuran la falta de refrigeración y la desintegración de los medios de pasteurizar la leche a causa de la interrupción del servicio de fuerza, de agua o de combus- tibles.

Los fragmentos, la contaminación por el agua usada para combatir incendios, la inundación por inmundicias, o la exposiciún debida a daños a los edificios, al equipo o a los recipientes pueden afectar los víveres en cualquier catástrofe. En tiempo de guerra, también existe la posibilidad de contaminación por materias radioactivas, por gases asfixiantes o por agentes biológicos. Los planes deben incluir el descubrimiento, des- contaminación y la disposición final de alimentos sometidos a los efectos de armas especiales. El problema importante será no tanto el de con- servar los vfveres sino el de proteger la salud pública o de tranquilizar a los habitantes. En la mayor parte de las ciudades grandes, la cantidad de vfveres no distribuidos bastará a lo más para pocos días. Por consiguiente, es dudoso que debamos dedicar mucho tiempo y esfuerzos a procedi- mientos complicados de descubrimiento o a operaciones de desconta- minación durante el período crítico de la emergencia. La preparación de alimentos en los hospitales provisionales, centros de descanso o puestos de alimentación requerirá la atención minuciosa del saneamiento. El problema aumentará a causa de la naturaleza improvisada de los medios, de la urgencia de las actividades y del personal poco experimentado. Uno de los problemas mayores en la selección de refugios y alo- jamientos temporales será el saneamiento. El departamento de sanidad, en cooperación con los representantes de otros departamentos, por ejem- plo el de asistencia social, tendrá que determinar los requisitos en cuanto a espacio, calefacción, ventilación, abasto de agua, excusados y las otras necesidades de sanidad pública. En muchos casos la norma mfnima absoluta será la regla más bien que la excepción. En ciertos casos hay que asumir riesgos calculados. El funcionario de sanidad pública es muy competente para determinar estos riesgos.

(6)

Julio 1961] INGENIERfA SANITARIA 27 prontamente o destruirse. Este problema surgirá cuando escaseen mucho los vehículos y el personal. En muchos casos el intinerario regular de la colecta de basuras deberá cambiarse y el equipo será utilizado en necesi- dades más urgentes.

La acumulación de desperdicios en las superficies inundadas, y los víveres dañados producirán las condiciones ideales para roedores, mos- quitos e insectos. La multiplicación rápida de la población de insectos y de roedores despu6s de las catástrofes puede producir prontamente riesgos graves para la salud humana. En las regiones del pafs en donde los insectos y los roedores han ocasionado enfermedades graves, su eliminación corresponde al gobierno local. En las secciones donde su importancia para la salud pública es menor, el control quizás quede en manos de una empresa particular o de los habitantes. En uno u otro caso los funcionarios sanitarios tienen una responsabilidad que deben cumplir. Los nuevos insecticidas y roedoricidas, junto con mejores métodos de control harán que este problema sea menos formidable. Según la zona geográfica y la estación del año, ciertos procedimientos especiales de control tienen que ponerse en práctica tarde o temprano.

La contaminación de Ia atmósfera, de las superficies o de los edificios, ya se deba a cualquier tipo de catástrofe, como inundación, o directa- mente al empleo de armas especiales, es de la incumbencia del departa- mento de sanidad. Los procedimientos de descontaminación, la destruc- ción o la renovación para uso normal seguirán después. Se puede ver fácilmente que los funcionarios sanitarios tendrán que participar en ese problema desde el principio hasta el fin.

Participarán también varios otros departamentos y funcionarios. Las restricciones en el uso de una calle o de un edificio serán problema de la policía. La decisión relativa a si una parte de la ciudad se utiliza con un riesgo calculado o no será una decisión “política” o de autoridad de los funcionarios públicos mas importantes de la localidad. Tendrá que descontaminar la localidad o el edificio algún departamento u organi- zaci6n que tenga el personal, los medios y los conocimientos para dirigir estas operaciones.

Creemos que los ejemplos citados representan aIgunos de los problemas que se encontrarán más probablemente en el campo de la ingenierfa sanitaria después de una catástrofe. La brevedad con que los hemos discutido no indica un exceso de simplifkaci6n. No podríamos cometer un error mayor. La persona que ve la realidad preverá todo obstáculo imaginable en sus proyectos y en la ejecución de ejercicios y disciplinas. Este método de ataque revelará que aunque estos problemas parecen diffciles, no son insuperables. No obstante, pueden demostrar la necesi- dad de pensar cuidadosamente. Los administradores de la defensa civil deben desplegar el mayor cuidado para no pasar por alto el papel po- tencial o la colaboración de cualquier departamento del gobierno local ni de cualquier recurso de la comunidad local. Al mismo tiempo, los

Referências

Documentos relacionados

O cenário descrito acima vem reforçar a importância do presente estudo que, ao identificar os traços salientes da imagem psicológica e funcional do país na perspetiva dos agentes

La inseguridad puede afectar no solamente el patrimonio de las personas, sino que su radio de alcance va mucho más allá y pone en riesgo, entre muchas otras cosas, la vida,

Reconoce que, en algunos países, aún existiendo legislación sanitaria al respecto, falta coordinación entre los Departamentos de Ingeniería Sanitaria y los

Aunque varían mucho las actividades en educación sanitaria de los distintos departamentos estatales de sanidad, en general incluyen todas o algunas de las

Se recordará, naturalmente, que estos resultados se han venido obte- niendo con tintura de yodo en el pasado. De los triyoduros elaborados y ensayados hasta la

miento ha sido utilizado extensamente en los programas antipalúdicos. Aunque la mayoría de estos programas han sido evaluados en términos del cont’rol de mosquitos, algunos

Yuca.-La yuca constituye un alimento importante en los trópicos, aunque en la América Central no se utiliza tanto como en otras regiones, lo que probablemente sea debido

En general sus escritos, si bien en algunos casos clínicos reconocía la escasa eficacia de los medios terapéuticos disponibles, como la clinoterapia y la opoterapia en un caso