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a todas las poblaciones, realiza una espléndida labor de cohesión, de ideas, y realidades interamericanas que como que se tradujeran en el lema de la limpieza de1 cuerpo y Ia limpieza de1 alma, porque si el pan- americanismo hace la guerra a los gérmenes de1 contagio físico, también hace Ia guerra a las larvas de ideologías totalitarias, que no caben en el espíritu de América y que ahora mismo se exterminan con los lanza- dores de fuego en 10s frentes de batalla.
Día Ilegará en que esta fecunda labor panamericanista de saneamiento de nuestras poblaciones, de higienidad en nuestro común vivir produzca, a trav6s de Ia palingenesia de nuestros conglomerados étnicos, los vigoro- sos ejemplares humanos, que sin ostentar la arrogancia absolutista del superhombre sin albedrío y sin conciencia, pero con fuerza en el músculo, fe en el corazón y Ia sonrisa de la propia seguridad en 10s labios, vivan, sanos e invencibles, de cara al sol inapagable de América, como presea incomparable de la nueva humanidad que está surgiendo de 10s propios yunques de fuego de Ia Libertad.
Por S. E. el Sr. Don PEDRO BELTaN Embajador del Perú
Dentro de unas horas debe tener lugar en Lima Ia iniciación de las labores del Segundo Instituto Interamericano de Administradores de Hospitales bajo 10s auspicios de1 Gobierno de1 Perú, de la Oficina Sani- taria Panamericana y de Ia Asociación Interamericana de Hospitales. A esa reunión concurren no solamente técnicos de 10s pafses cercanos, conforme se esperaba en un principio, sino también hombres especializa- dos de muchas otras naciones, como Cuba, México, las Repúblicas Cen- troamericanas y el propio Estados Unidos, con el fin de cambiar impre- siones y discutir el mejor funcionamiento y la mejor utilización de los hospitales en beneficio de la salud pública.
Tenemos así una nueva prueba de1 deseo de cooperación de los países de nuestro hemisferio en toda obra altruista que haya de acarrear resul- tados benéficos no únicamente para nosotros sino asimismo para el mundo entero. Y es apropiado que esto suceda en el Día Panamericano de Ia Salud en el que año tras año vienen reafirmando las naciones americanas su propósito de luchar por defender el potencial humano que es el capital más valioso con que cuenta el mundo. Debemos pre- ocuparnos de1 ser humano antes que de todo progreso material.
1945 1 DÍA DE LA SALUD
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eso porque es la destrucción de la obra del Todopoderoso; porque repre- senta la desaparición de un espíritu que bien podría haber contribuído al progreso del mundo; y porque debemos tomar en cuenta no solo los dolores del que muere sino también los sufrimientos y quebrantos que su falta ocasione a los seres queridos que deje para quienes bien puede ser irreemplazable. Los valores espirituales no pueden ser comparados con los meramente materiales que son ~610 el fruto de la labor del hombre. Pero nuestros principios cristianos no sólo nos prohiben atentar contra la vida humana sino que nos mandan también amarnos los unos a los otros y hacer al prójimo lo que quisiéramos que fuera hecho a nosotros mismos. Y este Día Panamericano de la Salud refleja el espíritu sano que se deriva de esas santas enseñanzas, porque es demostración evi- dente de la preocupación que nos embarga por proteger la vida humana mediante la debida atención a los problemas que afectan la salud pública. Este es el camino que lleva al progreso efectivo y a la verdadera civiliza- ción.
La reunión en Lima ha de tener por objeto el estudio de la cuestión hospitalaria, importsntfsimo aspecto del problema de la salud pública, y los señores delegados que acuden de fuera han de encontrar en mi pafs un ambiente propicio para sus labores. Hace años que el Perú viene identificándose con el progreso sanitario. Ya en 1887, convocaba a todos los países americanos a la Conferencia que tuvo lugar al siguiente año y que sirvió, entre otras cosas, para hacer posible más tarde la tarea realizada en Washington, en 1902, en el Congreso que inició Ias Con- ferencias Panamericanas Sanitarias y que creó la Oficina Sanitaria Pana- mericana, con quien este Continente ha contraído una deuda tan grande en todo lo que significa adelanto, iniciativa y divulgación de conocimien- tos en esta materia y sin cuyos valiosos esfuerzos no habría sido posible Ia reunión que va a inaugurarse en Lima.
Si nos remontamos a principios del siglo pasado, encontramos a una figura destacada que bien puede ser considerada como Padre de la Medi- cina Panamericana. Me refiero a Unanue, que creó en Lima, en 1811, la Escuela de San Fernando, digna sucesora de la Facultad de Medicina de San Marcos, una de Ias primeras de su clase establecidas en América. En el Perú recordamos también con orgullo a un héroe de la ciencia médica, al joven Daniel Carrión, que hace 1~10s 60 años hizo posible aclarar la causa de la verruga, que tantos estragos venia haciendo en vastas zonas del país, inoculándose sangre de un enfermo y sucumbiendo como consecuencia de ello.